Cuan hermoso eres, mi Jesús,
cuan profundo es tu amor,
quiero ser transformado por tu luz
y amarte con pasión.
Eres tu tan maravilloso
no puedo entender y explicarme,
como me sacaste de este pozo
y ahora a ti puedo acercarme.
Si, estaba sumamente hundido
en el pozo de miseria y pecado,
en tu gracia me has recogido
y con tu sangre me has limpiado.
Yo, totalmente muerto y separado
de tu persona tan bella y preciosa,
hoy puedo entrar totalmente confiado
a tu presencia real y majestuosa.
Jesús, que admirable eres
tan completo, tan puro y perfecto;
y lo único que quieres
que te entregue todos mis derechos.
Para así tener total control
de mi vida como recipiente,
de tu sublime y bello amor
que siempre en mi este presente.
Es esta llenura de tu Vida
lo que satisface mi corazón,
lo que da sentido a mis días
la que es de mi vida la razón.
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