martes, 5 de mayo de 2020

PENSAMIENTO MARIANO 49


En Ti, de Ti, por Ti, por tu medio, ¡oh María!, restauró la bondadosa mano del Omnipotente todo cuanto había perecido. 

San Bernardo

ACEPTACIÓN


Aceptación




“Acepto”. Esta es una palabra fundamental para recuperar la paz interior, para dejar de sufrir tanto ante las dificultades, los imprevistos, las novedades que te rompen los planes y los esquemas. “Acepto” quiere decir que no te rebelas ante lo que no se puede evitar, que no desgastarás tus energías lamentándote por algo que no puedes cambiar (V. Fernández).  

Aceptación significa que puedes encontrar en tu corazón la serenidad que te libere del pasado con sus errores y pesares, te transporte hacia el futuro con una perspectiva nueva, y te haga apreciar la oportunidad de una nueva vida. Aceptación significa que cuando haya momentos difíciles en tu vida, sabrás hallar el amparo y el consuelo para aliviar tus pesares. Hallarás nuevas aspiraciones y esperanzas, e indulgencia en tu corazón. Aceptación no significa perfección para siempre. Solo significa que te sobrepondrás a la imperfección. Aceptación es la senda hacia la paz, para liberarte de lo peor, conservar lo mejor, y hallar en tu alma la esperanza que te acompañe toda la vida (Regina Hill).

Un signo de madurez es aceptar la realidad y poseer suficiente solidez y equilibrio para vivirla. La persona madura es objetiva: sabe valorarse a sí mismo sin dejar de valorar a los demás. Es capaz de tomar una decisión y sostenerla. Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. Ejercítate en la sabiduría de ser objetivo.


* Enviado por el P. Natalio

CUMPLEAÑOS


Cumpleaños



El día de tu cumpleaños es oportuno para darte un baño de optimismo, un banquete de entusiasmo y una sesión de ideas positivas. Es un pequeño alto en el camino para renovar tus energías, profundizar tus motivaciones, y dilatar tus alegrías… Y ahora una lluvia de ideas:

En este momento tan especial de tu vida… enumera tus bendiciones. Vuelve a descubrir tus capacidades. Sonríe con gratitud por los dones recibidos. Esparce alegría y buen humor. Olvida tus preocupaciones. Deja en manos de Dios el cuidado de todos tus problemas. Reserva tiempo para ti mismo. Ten disponibilidad para recibir a la gente. Goza las maravillas de cada día. Percibe la belleza por doquier. Contempla las estrellas. Observa un amanecer. Reposa entre las flores. Acepta un riesgo. Prueba algo nuevo. Alberga ideas renovadoras. Aminora la marcha. Ten paciencia. Sé prudente. Cultiva la fe. Vive los mensajes de Dios. Confía en los otros. Cree en la vida. Celebra con entusiasmo el don de la vida.

Y empieza un año más de vida con renovadas energías, nuevas ideas, nueva vida y nueva actividad. Que el Señor, fuente y principio de todo bien, te conceda su gracia, derrame sobre ti abundante bendición y te conserve sano y salvo durante todo este nuevo año de tu vida.


* Enviado por el P. Natalio

¿POR QUÉ LOS CATÓLICOS USAMOS CRUCIFIJOS?

¿Por qué los católicos usamos crucifijos?
En este artículo vamos a dar respuesta a esta duda y a explicar porque usamos crucifijos los católicos


Por: Jesús Urones | Fuente: Religión en Libertad




Dentro de las objeciones que nos realizan generalmente los protestantes y las sectas es la del uso de crucifijos. Para ellos usar la cruz es una locura, ya que “la cruz es el arma que mató al Salvador”. Otros también argumentan que no se puede usar la cruz, porque la propia escritura la ha maldecido “maldito el que cuelga de un madero” Deut 21,23. Por todo ello los protestantes no usan crucifijos, y tampoco logran entender por qué los católicos los usamos. Concretamente en este artículo vamos a dar respuesta a estas objeciones y a explicar porque usamos crucifijos los católicos.

¿Qué es la cruz para el católico?

En primer lugar debemos aclarar que es la cruz para nosotros los católicos, para luego pasar a dar respuesta a las principales objeciones protestantes:

En el Antiguo Testamento y en toda la cultura religiosa antigua, la cruz es tan solo un instrumento de suplicio, sin ninguna connotación salvífica (Gén 40,19; Deut 21,23; ver Gál 3,13). Pero Dios elige la cruz para que su Hijo Jesucristo muera en ella (Mc 15,13-15.24-37; Mt 27,26.31-50; Lc 23,21-23.26.46; Jn 19,15-30) y mediante su muerte en cruz salve al mundo (Ef 2,16; Col 1,20; Fil 2,8; Heb 12,2; 1 Pe 2,24). A partir de este misterioso designio de Dios (1 Cor 1,23) la cruz, en su sentido físico cuando lo requieran las circunstancias, y siempre en sentido espiritual, se ha convertido en camino inesquivable para alcanzar la salvación (Mc 8,34; Mt 16,24; Lc 9,22; Gál 2,19; 3,1; 6,14; Fil 3,12; ver 1 Cor 2,2).

Para nosotros se ha convertido en la señal del cristiano:





Como Moisés levantó a la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado  el Hijo del hombre para que todo el que crea en Él tenga vida eterna" Juan 3, 14-15.

De la misma manera que los israelitas recuperaron la salud al mirar a la serpiente, nosotros somos curados al mirar al Hijo de Dios levantado en la Cruz, convirtiendo la cruz en la puerta que da paso a la gloria.  Pero no solo es el signo de salvación con el cual el Dios hecho carne derrotó a Satanás, también es la señal del discípulo de Cristo:

El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí". Mateo 10,38

Si alguno quiere venir en pos de Mi niéguese a si mismo, cargue con su cruz y sígame". Mt 16, 24

Ser cristiano es aprender amar, con un amor como el de Cristo, amor hasta la cruz, por ello la cruz nos representa nuestras dificultades de la vida, nuestros dolores, nuestras penas, pero ver en ella clavada al Salvador, es lo que nos da fuerzas para tomarla y seguir adelante. Si somos dignos seguidores de Cristo, cargaremos con la cruz, la representación física de la cruz en forma de crucifijo, no es otra cosa que una señal o marca para recordarnos esto.


Por eso es que el propio apóstol san Pablo cuando hablaba a los Corintios, hacía dos grupos aquellos que se pierden, y los que se salvan. Para los primeros la cruz es necedad y locura, se han quedado en el AT donde este símbolo significa instrumento de suplicio, pero para los que salvan, aquellos tienen la ley completa, la de Cristo, la Cruz se ha convertido en Poder de Dios:

“Pues la predicación de la cruz es una necedad para los que se pierden; mas para los que se salvan es poder de Dios" 1 Cor 1,18

Al ser poder de Dios para los que se salvan, es instrumento entonces de gloria, que sea poder de Dios no significa le estemos dando poderes a la Cruz, sino que el Dios estuvo en ella crucificado, y por eso es tan importante, porque en ella manifestó todo su poder.  El mismo san Pablo conociendo la importancia de la cruz, presenta a Cristo como crucificado a los Gálatas:

!!Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Gálatas 3,1

Es muy probable que San Pablo usara el signo de la cruz para enseñar a los Gálatas como fue la muerte de Cristo. Por ello parte importante de la predicación de San Pablo será el misterio de la cruz, (Gálatas 6,14; Fil 3,18). ¿Por qué era necesario que Cristo se presentará como crucificado ante los gálatas? Para que dieran suficiente importante al sacrificio redentor de Cristo, de la misma forma nosotros al ver la cruz, recordamos este sacrificio, y esto nos hace vivir en consecuencia con nuestra fe. La cruz para nosotros será entonces la señal que nos identifica con Cristo, como lo fue la “tau” en el pueblo hebreo :

Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Ezequiel 9,4

¿Es cierto que la cruz fue el arma que mató a Cristo? ¿Es cierto que el hombre que cuelga de la cruz es maldito?

Estas dos son las principales objeciones que hacen los hermanos separados. Vamos a responderlas: ciertamente la cruz era un elemento de tortura, como ya dijimos antes, y asi lo concebían los judíos (Gén 40,19; Deut 21,23; ver Gál 3,13). Pero lo que mato a Cristo, fueron nuestros pecados, el fue a la cruz voluntariamente por nuestros pecados, para salvarnos y redimirnos:

El ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas.” Is 53, 5

Esto quiere decir que realmente el arma que mató a Cristo, fue nuestro pecado y no tanto la cruz. Deberíamos estar orgullosos de que él muriera por nosotros, para clavar en la cruz nuestros pecados, para derrotar en la cruz al mismo Satanas:

Y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo,matando en ella las enemistades Efesios 2,16

En el NT se le cambia el sentido a la cruz pasando a ser un  instrumento de reconciliación con Dios, y no un instrumento de muerte.

Ciertamente en el AT encontramos como todo el que cuelga de una cruz es llamado maldito, pero en el caso de Cristo debemos recordar no se trataba solo de un hombre, era  Dios quien fue crucificado, por tanto el mismo Dios no puede ser a su vez, Santo y maldito….Cristo es llamado el Santo de Dios (Marcos 1, 24, Lucas 1,35; Apoc 4:8) esto pasa cuando se saca una cita de contexto como pretexto. La cita en si del Deuteronomio esta hablando de aquellos hombres que cometen un delito,  un crimen digno de muerte, pero Cristo fue llevado a la cruz, sin haber cometido pecado:

“Sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,” 1Pe 1,19

Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios 1Pe 3,18

Estas citas claramente nos demuestran que Cristo murió siendo justo, sin haber cometido ningún crimen o delito, por tanto para él y para su cruz, no es aplicable lo establecido en el Deuteronomio. Por ello es que San Pablo presenta la cruz como signo de triunfo ante el mal:

Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. Col 2,15

¿Desde cuándo se usa la cruz en el cristianismo?

Una vez dada la argumentación bíblica, hemos de recurrir a la historia para ver si es cierto la cruz es un símbolo de la Iglesia primitiva, ¿los primeros cristianos usaban la cruz? Veamos que si. Aquí dejaré algunos textos de los primeros siglos:

San Clemente de Alejandria, Stromata Libro VI: (siglo III)

Hay quienes dicen que los trescientos codos son símbolo del signo del Señor (= la cruz), y que los cincuenta son símbolo de la esperanza y del perdón que se da en Pentecostés (cf. Jn 20,23)

Tertuliano contra Marción ( siglo III) (Libro III cap XXII):

Previsto, por lo tanto, e igualmente unido al hecho de que Cristo sufrió, Él predijo que Sus justos deberían sufrir igualmente con Él, tanto los apóstoles como todos los fieles en sucesión; y Él los firmó con ese mismo sello del que habló Ezequiel: "Yavhe me dijo: Pasa por la puerta, por en medio de Jerusalén, y pon la marca tau sobre la frente de los hombres". 319 [6] Ahora la letra griega tau y nuestra propia letra T es la forma misma de la cruz, que Él predijo sería el signo en nuestras frentes en la verdadera Jerusalén católica.

En cuanto a la arqueologia: La crux capitata (cuatro brazos) que se halló en una habitación de esclavos de Herculano en 1939, y el famoso "cuadrado mágico" de Pompeya y su desciframiento revelan que los primerísimos cristianos (Pompeya y Herculano fueron sepultadas por las cenizas del Vesubio en el año 79), los recordados, amados e imitados por todos oraban y vivían bajo la protección de la Cruz de Cristo.En torno a la cruz estaban también los clavos que servían para fijar el nicho y el toldo que ocultaban el símbolo del culto cristiano. Este descubrimiento demuestra que el cristianismo llegó a Italia muy rápidamente y hace históricamente creíble el texto de Hechos 28,14, que supone la existencia de cristianos en Pozzuoli (cerca de Nápoles), ya en el año 61.

EL PAPA FRANCISCO EXPLICA 5 ACTITUDES QUE IMPIDEN SEGUIR A JESÚS


El Papa Francisco explica 5 actitudes que impiden seguir a Jesús
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




En la Misa celebrada en la capilla de la casa Santa Marta de este 5 de mayo, el Papa Francisco describió cinco actitudes que impiden a las personas seguir a Jesucristo y “formar parte del rebaño” del Buen Pastor.

En su homilía, el Santo Padre reflexionó en el pasaje del Evangelio de San Juan (10, 22-30) en la que los discípulos en el templo pidieron a Jesús que dijera abiertamente si era el Cristo y Él respondió: “las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí” y Jesucristo dijo, con la imagen del Buen Pastor y de las ovejas, que los discípulos no le creían porque no forman parte del rebaño.

En esta línea, el Pontífice destacó la duda de los discípulos y que Jesús les dijo: “no pueden creer porque no forman parte” y añadió: “hay una fe previa al encuentro con Jesús. ¿Cuál es este ‘formar parte’ de la fe de Jesús? ¿Qué es lo que me detiene en la puerta que es Jesús?”, cuestionó.

“Había actitudes previas a la confesión de Jesús, también para nosotros que somos en el rebaño de Jesús, antipatías previas, que no nos dejan ir hacia adelante en el conocimiento del Señor”, explicó.

Por ello, el Papa Francisco describió cinco actitudes que impiden a los discípulos de Jesús “formar parte del rebaño del Señor”.


Riqueza
El Santo Padre subrayó que la primera de todas es la riqueza y reconoció que “también muchos de nosotros que entramos por la puerta del Señor, nos detenemos y porque estamos encarcelados por las riquezas”, advirtió el Papa quien recordó que Jesucristo fue muy duro el tema de las riquezas. “Al punto de decir era más fácil un camello pasara por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”.

“Las riquezas son un impedimento para ir hacia adelante”, señaló el Papa quien exhortó a “no ser esclavos de la riqueza, no vivir para las riquezas, porque las riquezas son un señor, son el señor de este mundo y no podemos servir a dos señores y las riquezas nos detienen”.

Rigidez
En segundo lugar, el Pontífice explicó que también algo que nos impide ir hacia adelante es la rigidez. “La rigidez del corazón, la rigidez en la interpretación de la ley” y recordó cuando Jesús en el Evangelio reprochó a los doctores de la ley “por esa rigidez, que no es fidelidad, la fidelidad es un regalo, la rigidez en cambio es una seguridad para si mismo”.

Y tras relatar una anécdota, el Santo Padre afirmó que “la rigidez nos aleja de la sabiduría de Jesús, de la belleza de Jesús, quita la libertad, y -alertó- muchos pastores hacen crecer esta rigidez en el alma de los fieles y esta rigidez no hace entrar por la puerta de Jesús. Es más importante observar la ley como está escrita, o como yo la interpreto, que la libertad de ir hacia adelante siguiendo a Jesús”.

Pereza
Luego, el Pontífice señaló que la pereza también “quita la voluntad para ir hacia adelante” y recordó el personaje de bíblico del hombre paralítico que estuvo 38 años esperando cerca de la piscina para ser curado. De este modo, el Papa alertó sobre ese se cansancio, sobre “la pereza que nos quita la voluntad de ir hacia adelante… que te hace tibio”.

Clericalismo
Posteriormente alertó que otra cosa impide ir hacia adelante es la actitud clericalista. “Es bastante fea la actitud clericalista. El clericalismo se coloca en el lugar de Jesús… Un clericalismo que quita la libertad de la fe de los creyentes. Es una enfermedad esta fea, en la Iglesia, la actitud clericalista”, reiteró.

Mundanidad
Finalmente, el Santo Padre insistió en que “otra cosa que nos impide ir hacia adelante para confesar a Jesús es el espíritu mundano, cuando la práctica de la ley concluye en mundanidad...” y animó a pensar “en la celebración de algunos Sacramentos, en algunas parroquias” en donde se puede percibir la mundanidad, pues “no se entiende bien la gracia, la presencia de Jesús”.

“Estas son las cosas que nos detienen para formar parte de las ovejas del rebaño de Jesús. Somos ovejas de todo esto… de ideologías, de formas de vida, falta la libertad, y no se puede seguir a Jesús sin libertad, pero a veces la libertad va más allá… podemos resbalar hacia la libertad, pero es peor resbalar antes de ir con estas cosas que impiden comenzar a ir”, advirtió el Papa.

Por este motivo, el Pontífice rezó para que “el Señor nos ilumine para ver en nuestro interior si existe la libertad de pasar por la puerta que es Jesús e ir más allá de Jesús para ser rebaño, para ser ovejas de su rebaño”.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:
Juan 10:22-30
22 Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. 23 Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón.

24 Le rodearon los judíos, y le decían: «¿Hasta cuándo vas tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.»

25 Jesús les respondió: «Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; 26 pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.

27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. 28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno.»

EL PAPA FRANCISCO PIDE REZAR POR LAS PERSONAS FALLECIDAS EN LA PANDEMIA


El Papa pide rezar por las personas fallecidas en la pandemia
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco pidió rezar por las personas que han fallecido durante la pandemia del coronavirus, COVID-19, para que el Señor “los reciba en la gloria”.

Así lo indicó el Santo Padre este 5 de mayo en la intención de la Santa Misa matutina que se llevó a cabo en la casa Santa Marta.


“Rezamos hoy por los difuntos que han muerto por la pandemia. Han fallecido solos, muerto sin la caricia de sus seres queridos, muchos de ellos, ni siquiera con funeral. El Señor los reciba en la gloria”.

Luego, en su homilía, el Papa Francisco advirtió  sobre cinco actitudes que impiden el seguimiento de Jesús y el formar parte del “rebaño” del buen Pastor que son: la riqueza, la rigidez, la pereza, el clericalismo y la mundanidad.

En esta línea, el Pontífice destacó la duda de los discípulos y que Jesús les dijo: “no pueden creer porque no forman parte” y añadió: “hay una fe previa al encuentro con Jesús. ¿Cuál es este ‘formar parte’ de la fe de Jesús? ¿Qué es lo que me detiene en la puerta que es Jesús?”, cuestionó.

“Que el Señor nos ilumine para ver en nuestro interior si existe la libertad de pasar por la puerta que es Jesús, e ir más allá, para ser rebaño, para ser ovejas de su rebaño”, exhortó el Papa.

SANTORAL DE HOY MARTES 5 DE MAYO DE 2020

Hilario de Arlés, Santo
Obispo, 5 de mayo ...

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 5 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Martes de la 4ª semana de Pascua
Hoy, martes, 5 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (11,19-26):

EN aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles la Buena Nueva del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor.
Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño, porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una multitud considerable se adhirió al Señor.
Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró, se lo llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 86,1-3.4-5.6-7

R/. Alabad al Señor, todas las naciones

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios! R/.

«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí».
Se dirá de Sión: «Uno por uno
odos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado». R/.

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti». R/.



Evangelio de hoy
Lectura del evangelio según san Juan (10,22-30):

SE celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».
Jesús les respondió:
«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy martes, 5 de mayo de 2020
Óscar Romano, cmf


A la paz de Dios:

Era costumbre antigua que las fiestas se celebraran en invierno. En una cultura agrícola el verano quedaba marcado por las tareas de la recolección. No había tiempo para fiestas. Invierno: con su frío, sus días cortos, su todo parecer muerto, reclamaba también su día de fiesta. Para acabar con la rutina, para renacer esperanzas, para sentirse vivo.

Una fiesta y un invierno. Y Jesús que se pasea y responde a los que están en ascuas: que sí, que soy yo, que hagáis caso a mis obras. Que soy el rostro del Padre. Que pasará el invierno, y vendrá la primavera, y llegará el tiempo de dar frutos.

Esta primavera, que parece invierno, donde todo está dormido como a la espera, donde nos vienen preguntas que nos tienen en ascuas… Que si esto pasará, que si cómo, que si saldremos, que si lo haremos a mejor… Sentimos su llamada de Buen Pastor: yo doy la vida y nadie os arrebatará de mi mano.

Vuestro hermano y amigo
Óscar Romano

BUENOS DÍAS





domingo, 3 de mayo de 2020

JESÚS ES LA PUERTA - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 3 DE MAYO 2020


JESÚS ES LA PUERTA


Jesús propone a un grupo de fariseos un relato metafórico en el que critica con dureza a los dirigentes religiosos de Israel. La escena está tomada de la vida pastoril. El rebaño está recogido dentro de un aprisco, rodeado por un vallado o pequeño muro, mientras un guarda vigila el acceso. Jesús centra precisamente su atención en esa «puerta» que permite llegar hasta las ovejas.

Hay dos maneras de entrar en el redil. Todo depende de lo que uno pretenda hacer con el rebaño. Si alguien se acerca al redil y «no entra por la puerta», sino que salta «por otra parte», es evidente que no es el pastor. No viene a cuidar a su rebaño. Es «un extraño» que viene a «robar, matar y hacer daño».

La actuación del verdadero pastor es muy diferente. Cuando se acerca al redil, «entra por la puerta», va llamando a las ovejas por su nombre y ellas atienden su voz. Las saca fuera y, cuando las ha reunido a todas, se pone a la cabeza y va caminando delante de ellas hacia los pastos donde se podrán alimentar. Las ovejas lo siguen porque reconocen su voz.

¿Qué secreto se encierra en esa «puerta» que legitima a los verdaderos pastores que pasan por ella y desenmascara a los extraños que entran «por otra parte», no para cuidar del rebaño, sino para hacerle daño? Los fariseos no entienden de qué les está hablando aquel Maestro.

Entonces Jesús les da la clave del relato: «Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas». Quienes entran por el camino abierto por Jesús y le siguen viviendo su evangelio son verdaderos pastores: sabrán alimentar a la comunidad cristiana. Quienes entran en el redil dejando de lado a Jesús e ignorando su causa son pastores extraños: harán daño al pueblo cristiano.

En no pocas Iglesias estamos sufriendo todos mucho: los pastores y el pueblo de Dios. Las relaciones entre la jerarquía y el pueblo cristiano se viven con frecuencia de manera recelosa, crispada y conflictiva: hay obispos que se sienten rechazados; hay sectores cristianos que se sienten marginados.

Sería demasiado fácil atribuirlo todo al autoritarismo abusivo de la jerarquía o a la insumisión inaceptable de los fieles. La raíz es más profunda y compleja. Hemos creado entre todos una situación difícil. Hemos perdido la paz. Vamos a necesitar cada vez más a Jesús.

Hemos de hacer crecer entre nosotros el respeto mutuo y la comunicación, el diálogo y la búsqueda sincera de verdad evangélica. Necesitamos respirar cuanto antes un clima más amable en la Iglesia. No saldremos de esta crisis si no volvemos todos al espíritu de Jesús. Él es «la puerta».


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Jn (10,1-10)

PASTOR Y GUÍA - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY


Pastor y guía



Celebramos el domingo conocido como del Buen Pastor. Es difícil hacer un paralelismo entre Jesús (Buen Pastor que nos conduce hacia valles llenos de vida) y el pastor que, con su rebaño por delante o por detrás, intenta lo mejor para él. ¿Dónde han quedado los rebaños de hoy? Contemplar la figura de un pastor rodeado de cientos de ovejas es hoy, poco menos que un privilegio de unos pocos.

Aun así, la figura del Buen Pastor, por ser una de las más antiguas en la iconografía cristiana sigue teniendo una irresistible atracción y con unas connotaciones muy profundas:

🕊 Jesús, cada domingo, nos preside la Eucaristía a todos aquellos que, perdidos o centrados, caminamos detrás de Él porque sabemos que sus Palabras no nos dejan indiferentes. Y, entre otras cosas, porque caminar a la sombra de su cayado es saber que problemas, inquietudes, desesperanzas y mil ansiedades tienen solución y respuesta, al igual que en los discípulos de Emaús, con Jesús.

🕊 Por otro lado, en una sociedad tan colapsada y confundida por palabras interesadas y maquilladas en falsas apariencias, el Buen Pastor habla como nadie y con sinceridad al corazón de cada persona. ¿Cuál es, además, su originalidad? Pues, ni más ni menos, que lo hace para cada persona y para cada situación. El Buen Pastor, no solamente tiene palabras de vida eterna, es que además tiene mensajes personales. Esa voz que, cuando uno la escucha llega a concluir: esto, Jesús, lo ha dicho por mí y para mí.

🕊 Además, Jesús, como Buen Pastor quiere no un rebaño de borregos (creyentes que viven al amparo de su fe pero no se comprometen ni piensan en su causa). El Señor quiere un equipo de personas que, avanzando en la misma dirección, trabajen por hacer presente el Reino que Él nos trajo con su nacimiento, y que rubricó impresionantemente con su pasión, muerte y resurrección.

Para ello, claro está, la Eucaristía es el mejor alimento con el que, los creyentes, tonificamos el espíritu, fortalecemos el corazón y entramos en comunión con Aquel que se ofrece, se parte y comparte su existencia con los que creen y esperan en Él. ¿Sentimos la Eucaristía como el alimento que el Pastor pone a disposición de su rebaño? ¿Conocemos la vida, la historia, la grandeza de Aquel que va por delante indicándonos el camino que conduce hasta el Padre? ¿Nos dejamos conocer por El? ¿Intentamos que nuestra vida sea traspasada por ese lenguaje de vida y de verdad que es el Evangelio?

Hoy, un cristiano sin un conocimiento auténtico y radical de Jesucristo, corre el riesgo de tener una fe pendiente de cuatro hilos de simple formalismo, tradición o ritos. Jesús, si pronuncia nuestros nombres, si conoce la verdad o la mentira de nuestra existencia, si nos conoce de arriba abajo… ¿no merece también un tiempo y un interés por nuestra parte? ¿No merece que, su persona, sea conocida, seguida, reverenciada, amada y respetada?

Que el Buen Pastor, Aquel sobre el que descansan nuestras vidas y se amortiguan nuestros temores, nos ayude a dar y cumplir con esa hoja de ruta que no es otra que el camino de una vida nueva traspasada por la alegría de la Pascua.

Que el Buen Pastor, referencia de todos los sacerdotes (débiles pero probados pastores que intentan asemejarse a Cristo) nos anime también a trabajar, potenciar, rezar y presentar en nuestras comunidades cristianas la vida sacerdotal, como necesaria e interpelante a un mundo que necesita menos líderes y personas más sacrificadas, entregadas y que se desvivan contracorriente a favor de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.



* Padre Javier Leoz

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY 4° DOMINGO DE PASCUA 3 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Domingo 4º de Pascua - Ciclo A
Hoy, domingo, 3 de mayo de 2020





Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (2,14a.36-41):

EL día de Pentecostés Pedro, poniéndose en pie junto a los Once, levantó su voz y declaró:
«Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías».
Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:
«¿Qué tenemos que hacer, hermanos?»
Pedro les contestó:
«Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro».
Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo:
«Salvaos de esta generación perversa».
Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.

Palabra de Dios



Salmo
Sal 22,1-3a.3b-4.5

R/. El Señor es mi pastor, nada me falta

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar;
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R/.

Me guía por el sendero justo,
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R/.

Preparas una mesa ante mi,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R/.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R/.



Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (2,20-25):

QUERIDOS hermanos:
Que aguantéis cuando sufrís por hacer el bien,
eso es una gracia de parte de Dios.
Pues para esto habéis sido llamados,
porque también Cristo padeció por vosotros,
dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas.
Él no cometió pecado
ni encontraron engaño en su boca.
Él no devolvía el insulto cuando lo insultaban;
sufriendo no profería amenazas;
sino que se entregaba al que juzga rectamente.
Él llevó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño,
para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia.
Con sus heridas fuisteis curados.
Pues andabais errantes como ovejas,
pero ahora os habéis convertido
al pastor y guardián de vuestras almas.

Palabra de Dios


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (10,1-10):

EN aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy domingo, 3 de mayo de 2020
Fernando Torres cmf


La puerta del Reino

      La comparación que nos ofrece el Evangelio de hoy nos sitúa ante dos realidades bien diferentes, opuestas y separadas. De un lado está el aprisco. Es el lugar donde se guarda a las ovejas. Allí encuentran refugio frente al frío y el alimento necesario además de protección contra los animales dañinos. Fuera del aprisco es precisamente el lugar donde están esos animales. Fuera del aprisco no hay comida. Fuera del aprisco el frío puede ser mortal. Fuera del aprisco las ovejas están a la intemperie. El lobo amenaza. Nada hay seguro ahí afuera. Pero la comparación de Jesús no se centra ni en los peligros de fuera ni en las comodidades de dentro sino en la puerta. La puerta es el paso obligado por el que las ovejas han de pasar para entrar en el aprisco. Jesús afirma que él es la puerta o, también, que es el dueño de las ovejas. Conoce a cada una por su nombre. Las cuida, las alimenta, las protege. En oposición al ladrón, que salta la valla y sólo entra para robar y matar, Jesús ofrece a las ovejas vida y vida abundante. 

      Toda la comparación se basa, más allá de la imagen concreta, en la contraposición entre vida y muerte. Seguir a Jesús, acercarse a él, la puerta, es encontrarse con la vida. No entrar por esa puerta es quedarse afuera, aislado en medio de los peligros y amenazas. No entrar supone quedarse del lado de la muerte.

      Pero, ¿qué significa para nosotros hoy entrar por la puerta que es Jesús? Alguno podría pensar que la única solución para alejarse de los peligros de los que, según dicen algunos,está lleno el mundo sería pasar todo el día metido en la Iglesia. Ese sería el lugar seguro. Pero se equivoca el que piensa así. Jesús deja bien claro que “Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos”. 

      Parece claro que entrar por la puerta que es Jesús, encontrarse con él, dejar que sea nuestro único señor, cambia la vida de la persona. No es que cambie el lugar donde la persona tiene que vivir. Lo que cambia es la persona y su forma de relacionarse con el mundo. Tras pasar por la puerta que es Jesús, la persona puede entrar y salir. El mundo ya no es un lugar amenazador y lleno de peligros. Todo el mundo se ha convertido en un aprisco seguro donde puede encontrar pastos y vida. Teniendo a Jesús como pastor, podemos salir del aprisco con confianza, podemos mirar la realidad de otra manera. Sin miedo. La presencia del Resucitado llena el mundo y hace que las personas tengan vida y vida abundante. Con Jesús el cristiano no tiene miedo a nada ni a nadie y su misma presencia en medio del mundo es portadora de salvación para ese mundo.



Para la reflexión

      Somos comunidad cristiana en medio del mundo. ¿Salimos a la calle atemorizados porque el mundo es malo? ¿O contemplamos el mundo como creación de Dios y lugar de la presencia de Jesús? ¿Hemos pasado por la puerta de Jesús? ¿Qué significaría en concreto para mí pasar por la puerta que es Jesús?

HOY 3 DE MAYO SE CELEBRA LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES


Hoy se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones
 Foto: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)



Este 03 de mayo, Domingo del Buen Pastor, la Iglesia celebra la 57° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.




Aunque en este año no sea posible celebrarlo en las parroquias de forma pública, los cristianos vuelven a estar llamados a rezar por todas las vocaciones, para que el Señor siga llamando, y los jóvenes puedan decir sí a la llamada.

En su mensaje para la Jornada Mundial de las Vocaciones 2020, el Papa Francisco pidió una Iglesia al servicio de las vocaciones, “abriendo brechas en el corazón de los fieles, para que cada uno pueda descubrir con gratitud la llamada de Dios en su vida, encontrar la valentía de decirle ‘sí’”.

El Papa hace referencia en su mensaje a las cuatro palabras clave “dolor, gratitud, ánimo y alabanza” que, con motivo del 160 aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, empleó para expresar el agradecimiento del Pueblo de Dios a los sacerdotes.

A partir del pasaje evangélico de la tempestad en el lago de Tiberíades, el Pontífice reflexionó sobre la primera palabra de la vocación: gratitud. “Navegar en la dirección correcta no es una tarea confiada sólo a nuestros propios esfuerzos, ni depende solamente de las rutas que nosotros escojamos”.

“Es el Señor quien nos concede en primer lugar la valentía para subirnos a la barca y nos indica la orilla hacia la que debemos dirigirnos. Es Él quien, cuando nos llama, se convierte también en nuestro timonel para acompañarnos, mostrarnos la dirección, impedir que nos quedemos varados en los escollos de la indecisión y hacernos capaces de caminar incluso sobre las aguas agitadas”.

La vocación, subrayó el Papa Francisco “llegaremos a descubrirla y a abrazarla cuando nuestro corazón se abra a la gratitud y sepa acoger el paso de Dios en nuestra vida”.

La segunda palabra es ánimo. “Cuando los discípulos vieron que Jesús se acercaba caminando sobre las aguas, pensaron que se trataba de un fantasma y tuvieron miedo. Pero enseguida Jesús los tranquilizó con una palabra que siempre debe acompañar nuestra vida y nuestro camino vocacional: ‘¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!’”.

“El Señor sabe que una opción fundamental de vida –como la de casarse o consagrarse de manera especial a su servicio– requiere valentía. Él conoce las preguntas, las dudas y las dificultades que agitan la barca de nuestro corazón, y por eso nos asegura: ‘No tengas miedo, ¡yo estoy contigo!’”.

Sobre la tercera palabra, dolor, el Papa la reinterpretó como “fatiga”. Afirmó que “toda vocación implica un compromiso”. “Pero nosotros somos como el Apóstol: tenemos deseo y empuje, aunque, al mismo tiempo, estamos marcados por debilidades y temores”.

“A pesar de nuestras fragilidades y carencias, la fe nos permite caminar al encuentro del Señor resucitado y también vencer las tempestades. En efecto, Él nos tiende la mano cuando el cansancio o el miedo amenazan con hundirnos, y nos da el impulso necesario para vivir nuestra vocación con alegría y entusiasmo”.

La acción de Jesús en la vida de las personas queda descrita en ese fragmento evangélico sobre la tempestad en el lago de Tiberíades. “Finalmente, cuando Jesús subió a la barca, el viento cesó y las olas se calmaron”.

“Es una hermosa imagen de lo que el Señor obra en nuestra vida y en los tumultos de la historia, de manera especial cuando atravesamos la tempestad: Él ordena que los vientos contrarios cesen y que las fuerzas del mal, del miedo y de la resignación no tengan más poder sobre nosotros”, dijo el Santo Padre.

La última palabra empleada por el Papa para describir la población es “alabanza”. “Esta es la última palabra de la vocación, y quiere ser también una invitación a cultivar la actitud interior de la Bienaventurada Virgen María. Ella, agradecida por la mirada que Dios le dirigió, abandonó con fe sus miedos y su turbación, abrazó con valentía la llamada e hizo de su vida un eterno canto de alabanza al Señor”.
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