viernes, 16 de octubre de 2020

EL EVANGELIO DE HOY VIERNES 16 DE OCTUBRE DEL 2020

  


Lecturas de hoy Viernes de la 28ª semana del Tiempo Ordinario

Hoy, viernes, 16 de octubre de 2020



Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,11-14):

Por medio de Cristo hemos heredado también nosotros, los israelitas. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Y también vosotros, que habéis escuchado la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvación, en que creísteis, habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido, el cual es prenda de nuestra herencia, para liberación de su propiedad, para alabanza de su gloria.


Palabra de Dios



Salmo

Sal 32,1-2.4-5.12-13


R/. Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad


Aclamad, justos, al Señor,

que merece la alabanza de los buenos.

Dad gracias al Señor con la cítara,

tocad en su honor el arpa de diez cuerdas. R/.


Que la palabra del Señor es sincera,

y todas sus acciones son leales;

él ama la justicia y el derecho,

y su misericordia llena la tierra. R/.


Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,

el pueblo que él se escogió como heredad.

El Señor mira desde el cielo,

se fija en todos los hombres. R/.

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,1-7):


En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos:

«Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano se pregonará desde la azotea. A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno. A éste tenéis que temer, os lo digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones.»


Palabra del Señor




Dios nos ha destinado a gozar de su herencia

San Pablo nos habla de la herencia que nos espera a los seguidores de Jesús. Algunas personas humanas tienen una familia muy rica, rica en dinero y posesiones, y eso es lo que van a heredar. Los seguidores de Jesús vamos a heredar, ni más ni menos, la herencia que Dios, que es nuestro Padre, no ofrece. “Somos herederos de Dios y coherederos de Cristo”.

Bien sabemos que lo que Dios nos regala como herencia suya es mucho más sublime que todos los tesoros de bienes materiales de la tierra. Nos ofrece ser nuestro Padre, ser hijos de Dios y, por lo tanto, hermanos de todos los hombres. Nos regala su misma vida divina. Por nuestras venas corre sangre humana y sangre divina. Ya en este tramo terreno tenemos a Dios como Padre, que, como todo buen Padre, nos bendice con su amor. Podemos caminar por esta vida sabiendo que Dios, el Omnipotente, el Altísimo, el Creador del cielo y la tierra es nuestro Padre, que nos quiere y cuida de nosotros como solo Él sabe hacerlo. Y para que nos lo creamos nos regala su propio Espíritu, “que atestigua a nuestro espíritu que somos hijos” y que es “prenda, un anticipo, de nuestra herencia”.

Con él podemos hablar y contarle todas nuestras peripecias vitales, sabiendo que nos escucha y atiende nuestros ruegos. Por si fuera poco, dentro de su herencia está también regalarnos ya en esta vida a Jesús, su Hijo, como nuestro hermano y amigo, para ser compañero inseparable de nuestro caminar terreno… antes de hacernos resucitar, después de nuestra muerte, a una vida de total felicidad. Hemos heredado algo sublime: la herencia de Dios, nuestro Padre. Podemos exclamar con el salmo: “Alegraos, justos, y gozad con el Señor”.


No tengáis miedo

En este evangelio, Jesús nos invita a no tener miedo en nuestro caminar por la vida. Es verdad que en tiempo de Jesús y también en el nuestro había y hay personas que matan  a otras personas. Ante esta situación Jesús nos anima: “A vosotros os digo, amigos míos, no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más… temed al que tiene poder para matar y después echar en el fugo”.

Pero con las palabras que siguen nos anima a que no tengamos ningún miedo, por la sencilla razón de que el que puede mandarnos al fuego… es Dios, que es nuestro Padre, el que nos ama entrañablemente, y por eso tiene contados hasta los cabellos de nuestra cabeza, el que cuida de los gorriones que tienen un pequeño valor de dos cuartos… y mucho más de nosotros. “Por tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones”.  


Fray Manuel Santos Sánchez O.P.

Convento de Santo Domingo (Oviedo)

ORACIÓN A SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE



ORACIÓN A SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE


¡Oh Bienaventurada Margarita María! depositaria venturosa del tesoro de los cielos, el Corazón Divino de Jesús, permite que, considerándote mi hermana, en este incomparable amor, te ruegue me des con generosidad, la parte que me corresponde en esa mansión de infinita caridad. Confidente de Jesús, acércame tú al Sagrario de su pecho herido; Esposa de predilección, enséñame a sufrir por la dilatación de aquel reinado cuya causa te confió el Maestro. Apóstol del Sagrado Corazón, consígueme que se realicen conmigo las promesas que en beneficio de su gloria, te hizo ochenta y siete veces el Amado; Discípula regalada del Divino Corazón, enséñame la ciencia de conocerlo como lo conociste tú, en el perfecto olvido de mí mismo y de la tierra. Víctima del Corazón de Jesús Sacramentado, toma el mío, y ocúltalo en la llaga donde tú viviste, compartiendo ahí las agonías del Cautivo del amor, de Jesús-Eucaristía. El, te dijo, hermana muy amada, que dispusieras en la eternidad del cielo, de este otro cielo, el de su Corazón Sacramentado; ¡Oh Margarita María! entrégamelo, pues, para consumirme en ese incendio, dámelo para llevarlo como vida redentora a los pobres pecadores y como glorificación de ese mismo Corazón Divino a las almas de los justos. ¡Ah, sí! compartamos, hermana mía el mismo sacrificio, el mismo apostolado, el mismo paraíso del Corazón Divino de Jesús: venga a nos su reino.


Amén.

HOY CELEBRAMOS A SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE, SERVIDORA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, 16 DE OCTUBRE

 


Santa Margarita Marí­a Alacoque

16 de Octubre

Año 1690



Digamos de vez en cuando las dos oraciones tan queridas para los devotos del Sagrado Corazón: "Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo"." Sagrado Corazón de Jesús. En vos confí­o".

Margarita nace el 22 de julio de 1647 en el pequeño pueblo de Lautecour en Francia.

Su padre Claudio Alacoque, juez y notario. La mamá Filiberta Lamyn. Los hijos son cinco. La menor es Margarita. El párroco, Antonio Alacoque, tí­o suyo, la bautiza a los tres dí­as de nacida. Ella dice en su autobiografí­a que desde pequeña le concedió Dios que Jesucristo fuera el único dueño de su corazón. Y le concedió otro gran favor: un gran horror al pecado, de manera que aun la más pequeña falta le resultaba insoportable.

Dice que siendo todaví­a una niña, un dí­a en la elevación de la Santa Hostia en la Misa le hizo a Dios la promesa de mantenerse siempre pura y casta. Voto de castidad.

Aprendió a rezar el rosario y lo recitaba con especial fervor cada dí­a y la Virgen Santí­sima le correspondió librándola de muchos peligros.

La llevan al colegio de las Clarisas y a los nueve años hace La Primera Comunión. Dice "Desde ese dí­a el buen Dios me concedió tanta amargura en los placeres mundanos, que aunque como jovencita inexperta que era a veces los buscaba, me resultaban muy amargos y desagradables. En cambio encontraba un gusto especial en la oración".

Vino una enfermedad que la tuvo paralizada por varios años. Pero al fin se le ocurrió consagrarse a la Virgen Santí­sima y ofrecerle propagar su devoción, y poco después Nuestra Señora le concedió la salud.

Era muy joven cuando quedó huérfana de padre, y entonces la mamá de Don Claudio Alacoque y dos hermanas de él, se vinieron a la casa y se apoderaron de todo y la mamá de Margarita y sus cinco niños se quedaron como esclavizados. Todo estaba bajo llave y sin el permiso de las tres mandonas mujeres no salí­a nadie de la casa. Así­ que a Margarita no le permití­an ni siquiera salir entre semana a la iglesia. Ella se retiraba a un rincón y allí­ rezaba y lloraba. La regañaban continuamente.

En medio de tantas penas le pareció que Nuestro Señor le decí­a que deseaba que ella imitara lo mejor posible en la vida de dolor al Divino Maestro que tan grandes penas y dolores sufrió en su Pasión y muerte. En adelante a ella no sólo no le disgusta que le lleguen penas y dolores sino que acepta todo esto con el mayor gusto por asemejarse lo mejor posible a Cristo sufriente.

Lo que más la hací­a sufrir era ver cuán mal y duramente trataban a su propia madre. Pero le insistí­a en que ofrecieran todo esto por amor de Dios. Una vez la mamá se enfermó tan gravemente de erisipela que el médico diagnosticó que aquella enfermedad ya no tení­a curación. Margarita se fue entonces a asistir a una Santa Misa por la salud de la enferma y al volver encontró que la mamá habí­a empezado a curar de manera admirable e inexplicable.

Lo que más le atraí­a era el Sagrario donde está Jesús Sacramentado en la Sagrada Hostia. Cuando iba al templo siempre se colocaba lo más cercana posible al altar, porque sentí­a un amor inmenso hacia Jesús Eucaristí­a y querí­a hablarle y escucharle.

A los 18 años por deseo de sus familiares empezó a arreglarse esmeradamente y a frecuentar amistades y fiestas sociales con jóvenes. Pero estos pasatiempos mundanales le dejaban en el alma una profunda tristeza. Su corazón deseaba dedicarse a la oración y a la soledad. Pero la familia le prohibí­a todo esto.

El demonio le traí­a la tentación de que si se iba de religiosa no serí­a capaz de perseverar y tendrí­a que devolverse a su casa con vergüenza y desprestigio. Rezó a la Virgen Marí­a y Ella le alejó este engaño y tentación y la convenció de que siempre la ayudarí­a y defenderí­a.

Un día después de comulgar sintió que Jesús le decía: "Soy lo mejor que en esta vida puedes elegir. Si te decides a dedicarte a mi servicio tendrás paz y alegría. Si te quedas en el mundo tendrás tristeza y amargura". Desde entonces decidió hacerse religiosa, costara lo que costara.

En el año 1671 fue admitida en la comunidad de La Visitación, fundada por San Francisco de Sales. Entró al convento de Paray-le-Monial. Una de sus compañeras de noviciado dejó escrito: "Margarita dio muy buen ejemplo a las hermanas por su caridad; jamás dijo una sola palabra que pudiera molestar a alguna, y demostraba una gran paciencia al soportar las duras reprimendas y humillaciones que recibía frecuentemente".

La pusieron de ayudante de una hermana que era muy fuerte de carácter y ésta se desesperaba al ver que Margarita era tan tranquila y callada. La superiora empleaba métodos duros y violentos que hacían sufrir fuertemente a la joven religiosa, pero esta nunca daba la menor muestra de estar disgustada. Con esto la estaba preparando Nuestro Señor para que se hiciera digna de las revelaciones que iba a recibir.

El 27 de diciembre de 1673 se le apareció por primera vez el Sagrado Corazón de Jesús. Ella había pedido permiso para ir los jueves de 9 a 12 de la noche a rezar ante el Santísimo Sacramento del altar, en recuerdo de las tres horas que Jesús pasó orando y sufriendo en el Huerto de Getsemaní.

De pronto se abrió el sagrario donde están las hostias consagradas y apareció Jesucristo como lo vemos en algunos cuadros que ahora tenemos en las casas. Sobre el manto su Sagrado Corazón, rodeado de llamas y con una corona de espinas encima, y una herida. Jesús señalando su corazón con la mano le dijo: "He aquí el corazón que tanto ha amado a la gente y en cambio recibe ingratitud y olvido. Tú debes procurar desagraviarme". Nuestro Señor le recomendó que se dedicara a propagar la devoción al Corazón de Jesús porque el mundo es muy frío en amor hacia Dios y es necesario enfervorizar a las personas por este amor.

Durante 18 meses el Corazón de Jesús se le fue apareciendo. Le pidió que se celebrara la Fiesta del Sagrado Corazón cada año el Viernes de la semana siguiente a la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus).

El Corazón de Jesús le hizo a Santa Margarita unas promesas maravillosas para los que practiquen esta hermosa devoción. Por ejemplo "Bendecirá las casas donde sea expuesta y honrada la imagen de mi Sagrado Corazón. Dará paz a las familias. A los pecadores los volverá buenos y a los que ya son buenos los volverá santos. Asistirá en la hora de la muerte a los que me ofrezcan la comunión de los primeros Viernes para pedirme perdón por tantos pecados que se cometen", etc.

Margarita le decía al Sagrado Corazón: "¿Por qué no elige a otra que sea santa, para que propague estos mensajes tan importantes? Yo soy demasiado pecadora y muy fría para amar a mi Dios". Jesús le dijo: "Te he escogido a ti que eres un abismo de miserias, para que aparezca más mi poder. Y en cuanto a tu frialdad para amar a Dios, te regalo una chispita del amor de mi Corazón". Y le envió una chispa de la llama que ardía sobre su Corazón, y desde ese día la santa empezó a sentir un amor grandísimo hacia Dios y era tal el calor que le producía su corazón que en pleno invierno, a varios grados bajo cero, tenía que abrir la ventana de su habitación porque sentía que se iba a quemar con tan grande llama de amor a Dios que sentía en su corazón (¡Ojalá Dios nos diera a nosotros una chispita de esas!)

Nuestro Señor le decía: "No hagas nada sin permiso de las superioras. El demonio no tiene poder contra las que son obedientes".

Margarita enfermó gravemente. La superiora le dijo: "Creeré que sí son ciertas las apariciones de que habla, si el Corazón de Jesús le concede la curación". Ella le pidió al Sagrado Corazón que la curara y sanó inmediatamente. Desde ese día su superiora creyó que sí en verdad se le aparecía Nuestro Señor.

Dios permitió que enviaran de capellán al convento de Margarita a San Claudio de la Colombiere y este hombre de Dios que era jesuita, obtuvo que en la Compañía de Jesús fuera aceptada la devoción al Corazón de Jesús. Desde entonces los jesuitas la han propagado por todo el mundo.

Margarita fue nombrada Maestra de novicias. Enseñó a las novicias la devoción al Sagrado Corazón (que consiste en imitar a Jesús en su bondad y humildad y en confiar inmensamente en él, en ofrecer oraciones y sufrimientos y misas y comuniones para desagraviarlo, y en honrar su santa imagen) y aquellas jóvenes progresaron rapidísimo en santidad. Luego enseñó a su hermano (comerciante) esta devoción y el hombre hizo admirables progresos en santidad. Los jesuitas empezaron a comprobar que en las casas donde se practicaba la devoción al Corazón de Jesús las personas se volvían mucho más fervorosas.

El Corazón de Jesús le dijo: "Si quieres agradarme confía en Mí. Si quieres agradarme más, confía más. Si quieres agradarme inmensamente, confía inmensamente en Mí".

Antes de morir obtuvo que en su comunidad se celebrara por primera vez la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.

El 17 de octubre de 1690 murió llena de alegría porque podía ir a estar para siempre en el cielo al lado de su amadísimo Señor Jesús, cuyo Corazón había enseñado ella a amar tanto en este mundo.

 

FRAILE DESCUBRE QUE EN LA CRUZ DE SU ROSARIO LLEVABA RELIQUIAS DE TRES FAMOSOS SANTOS


Fraile descubre que en la cruz de su rosario llevaba reliquias de tres famosos santos

Redacción ACI Prensa




Recientemente, se hizo viral en redes sociales un video que muestra a un joven fraile dominico relatando el descubrimiento de las reliquias de tres santos dominicos muy famosos, dentro del crucifijo de su rosario.

En el video, publicado originalmente el 7 de agosto de 2018 en Twitter, pero que se ha hecho viral en los últimos días, un fraile dominico relata cómo obtuvo el crucifijo de su rosario y cómo se dio cuenta que contenía esas tres valiosas reliquias.

El religioso dijo que encontró el crucifijo “en una caja de piezas de cambio para rosarios”. Explicó que “estas cosas existen en la Orden de los Predicadores” a la que pertenece, y dijo que unió el crucifijo a su rosario y desde entonces empezó a usarlo.

“Decidí que sería bueno tener un bello crucifijo como este. Así que lo usé por muchos meses, y luego un día, se cayó al piso”, señaló.

Para sorpresa del joven fraile, el crucifijo se abrió al impactar contra el suelo, cualidad que pareció ser de su agrado. “Pensé: ‘Hey, gané un crucifijo que se abre’”, dijo.

Sin embargo, el crucifijo no solo podía abrirse, sino que en su interior halló tres “reliquias de primera clase de Santo Domingo, Santo Tomás de Aquino y San Vicente Ferrer. Hice una documentación para ellas”, señaló.

En el video se puede observar al fraile abriendo el crucifijo y mostrando a los espectadores las tres reliquias con inscripciones de los santos dominicos que gozan de amplio reconocimiento en la Iglesia Católica.

Se lee el nombre de Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), que es el fundador de la Orden de los Predicadores (dominicos). Además es conocido por ser al que la Virgen María le entregó el Santo Rosario, le enseñó a rezarlo y lo animó a difundir su devoción.

También se lee el nombre de Santo Tomás de Aquino (1225-1274), sacerdote dominico reconocido como doctor de la Iglesia Católica; y San Vicente Ferrer (1350-1419), sacerdote dominico conocido por lograr grandes frutos espirituales durante sus masivas predicaciones en Europa.

Para dar credibilidad al hallazgo, el religioso abrió la parte posterior del crucifijo y mostró un sello de cera rojo. “En la parte de atrás podrás encontrar un sello de cera que indica la autenticidad de esto. Así que, bastante asombroso como para estar llevándose por ahí”, concluyó.

Al respecto, desde antes de la era cristiana este tipo de sellos representaban la validez de documentos emitidos por personajes ilustres, con el tiempo, esta práctica también fue adoptada por la Iglesia Católica.

JMJ LISBOA 2023 PRESENTA SU LOGO OFICIAL

  


JMJ Lisboa 2023 presenta su logo oficial

Redacción ACI Prensa




La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Lisboa 2023 presentó su logo oficial este 16 de octubre.

El nuevo logo de la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023 está inspirado en el tema elegido por el Papa Francisco para la edición de la JMJ “María se levantó y partió sin demora” y en el surco de la cultura y la religiosidad portuguesas.

Según informaron los organizadores de la JMJ, el logotipo tiene como elemento central la cruz. “Una cruz atravesada por un sendero donde aparece el Espíritu Santo” que es “una invitación a los jóvenes a no quedarse sentados y a ser protagonistas en la construcción de un mundo más justo y fraterno” y los colores (verde, rojo y amarillo) “evocan la bandera portuguesa”.

Sobre la cruz diseñada, destacaron que se trata de “la cruz de Cristo, signo del infinito amor de Dios por la humanidad, es el elemento central, de donde todo nace”.

Acerca el camino, indicaron que se inspira en el relato de la visitación del Evangelio de San Lucas que da tema a la JMJ de Lisboa 2023 en el cual “María se pone en camino, partiendo para vivir la voluntad de Dios, y disponiéndose a servir a Isabel”.

“Este movimiento subraya la invitación que se hace a los jóvenes para renovar ‘el vigor interior, los sueños, el entusiasmo, la esperanza y la generosidad’ (Exhortación apostólica Christus Vivit, 20)”.

Además, explicaron que “acompañando el camino hay también una forma dinámica que evoca al Espíritu Santo”.

Otro elemento importante en el logo de la JMJ Lisboa 2023 es el Rosario y los organizadores señalaron que “la elección del rosario celebra la espiritualidad del pueblo portugués en su devoción a Nuestra Señora de Fátima” y añadieron que “se coloca en el camino para invocar la experiencia de la peregrinación que es tan significativa en Portugal”.

Finalmente, subrayaron que el logo representa a la Virgen María joven “para representar la figura del Evangelio de San Lucas y para favorecer una mayor identificación con los jóvenes”.

“El dibujo expresa la juventud propia de su edad, característica de quien todavía no ha sido madre, pero que lleva en sí la luz del mundo. Esta figura está ligeramente inclinada, para mostrar la actitud resuelta de la Virgen María”, afirmaron.

El Comité Organizador Local (COL) convocó un concurso internacional para elegir el logotipo de la JMJ Lisboa 2023 en el que participaron cientos de candidatos procedentes de 30 diferentes países.

La ganadora del concurso y autora del logo fue Beatriz Roque Autunes, diseñadora portuguesa de 24 años, quien afirmó que “como nos dice el pasaje que es el tema de la JMJ de Lisboa 2023, María no se queda sentada y va a visitar a su prima. Esa es la invitación a los jóvenes: no quedarse sentados, hacer que suceda, construir y no dejar el destino del mundo en manos de otros. Todos necesitamos que los jóvenes tomen el mundo en sus manos”.

La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Papa, fue instituida por San Juan Pablo II en 1985, y desde entonces representa un tiempo de encuentro y de intercambio para millones de personas en todo el mundo.

La primera edición tuvo lugar en 1986 en Roma, y desde entonces la JMJ ha tenido como sede: Buenos Aires (1987), Santiago de Compostela (1989), Czestochowa (1991), Denver (1993), Manila (1995), París (1997), Roma (2000), Toronto (2002), Colonia (2005), Sydney (2008), Madrid (2011), Río de Janeiro (2013), Cracovia (2016) y Panamá (2019).


La web oficial de la próxima JMJ es: www.lisboa2023.org

SANTORAL DE HOY VIERNES 16 DE OCTUBRE DEL 2020

 

Jozef Jankowski, BeatoJozef Jankowski, Beato
Mártir Polaco, 16 Octubre
Aniceto Koplinski, BeatoAniceto Koplinski, Beato
Mártir Capuchino, 16 Octubre
Gerardo Mayela, SantoGerardo Mayela, Santo
Patrono de las parturientas, 16 de octubre
Galo, SantoGalo, Santo
Sacerdote y Monje, 16 de octubre
Eduviges, SantaEduviges, Santa
Patrona de los afligidos y deudores, 16 Octubre
Margarita María de Alacoque, SantaMargarita María de Alacoque, Santa
Memoria Litúrgica, 16 de octubre

FELIZ VIERNES!!!

 





jueves, 15 de octubre de 2020

UNA SENCILLA FLOR DE CAMPO



 Una sencilla flor de campo

Si tú eres maravillosa, estupenda, ¿Qué podré decir de la belleza y la ternura que se esconde en cada corazón humano?



Por: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net


Eres así: sencilla, sin pretensiones, sin soberbia, sin hambre de aplausos. Una sencilla flor de campo, sin nombre, sin historia, sin barreras defensivas, sin miedos al viento, a la lluvia, al granizo, al hombre caprichoso.

Brillas, con tu blanco alegre, entre el verde vivo que acaricia el viento. Hablas un lenguaje antiguo y nuevo, fresco y cansado, reflexivo y lleno de entusiasmo. Susurras tu mensaje sin preocuparte por el hoy, sin preguntar si habrá alguien que te alabe, sin soñar en si mañana serás más bella o ya marchita, sin sospechar que tal vez pronto un niño te cogerá entre sus manos para llevarte a su madre, para ponerte ante una imagen de la Virgen.

Hermosa como reina y humilde como pastora, ligera y llamativa, alegre y armoniosa. Abierta a todos: al colibrí y a la abeja, a la esfinge y a la hormiga, al sol y a las gotas del rocío mañanero.

Hablas porque Alguien te dio un lenguaje de belleza. Hablas porque el mundo es la obra de un Dios artista. Hablas aunque los hombres vivamos encerrados en nuestras casas de cemento y de cristal, ajenos a la belleza de tu saludo, esclavos de modas que pasan sin embellecer los cuerpos y sin consolar las almas.

Hoy quisiera escuchar tu voz callada, contemplar de nuevo tus estambres y tus pétalos, dejarte acariciar mi piel sofisticada, oler tu aroma de armonías, de vida fresca y pura.

Salomón no fue capaz de vestirse ni siquiera por un día como tú, sencilla flor de campo. Por eso déjame avanzar, a través de ti, para ir más lejos. Para descubrir que hay un Padre Creador y Bueno. Para no olvidar que el Amor es la palabra más hermosa de la vida. Para ponerme en las manos de ese Dios que vela y cuida cada una de sus maravillas.

Déjame, humilde y blanca flor silvestre, vivir abierto, sin complejos. Con la esperanza de que mi vida vale mucho más que la tuya. Y si tú eres maravillosa, estupenda, ¿Qué podré decir de la belleza y la ternura que se esconde en cada corazón humano? ¿Qué podré encontrar en la sonrisa de tantos hombres y mujeres que me acompañan, como tú, en el camino que nos lleva hacia el Dios que nos ama con locura?

VIVO SIN VIVIR EN MÍ - SANTA TERESA DE ÁVILA

 


Vivo sin vivir en mí

Santa Teresa de Ávila



Vivo ya fuera de mí después que muero de amor, porque vivo en el Señor que me quiso para sí. Cuando el corazón le di, puso en él este letrero: que muero porque no muero. Esta divina prisión del amor en que yo vivo, ha hecho a Dios mi cautivo, y libre mi corazón; y causa en mí tal pasión ver a Dios mi prisionero, que muero porque no muero. ¡Ay! ¡Qué larga es esta vida! ¡Qué duros estos destierros, esta cárcel, estos hierros en que el alma está metida! Sólo esperar la salida me causa un dolor tan fiero, que muero porque no muero. ¡Ay! ¡Qué vida tan amarga do no se goza el Señor! Porque si es dulce el amor, no es la esperanza larga; quíteme Dios esta carga, más pesada que el acero, que muero porque no muero. Solo con la confianza vivo de que he de morir, porque muriendo el vivir me asegura mí esperanza; muerte do el vivir se alcanza, no te tardes, que te espero, que muero porque no muero. Estando ausente de ti, ¿Qué vida puedo tener, sino muerte padecer la mayor que nunca vi? Lástima tengo de mí, por ser mi mal tan entero, que muero porque no muero. Mira que el amor es fuerte: Vida no me seas molesta; mira que sólo te resta, para ganarte, perderte; venga ya la dulce muerte, venga el morir muy ligero, que muero porque no muero. Aquella vida de arriba es la vida verdadera, hasta que esta vida muera, no se goza estando viva: muerte, no me seas esquiva; viva muriendo primero, que muero porque no muero. Vida ¿Qué puedo yo darle a mi Dios, que vive en mí si no es perderte a ti, para mejor a Él gozarle? Quiero muriendo alcanzarle, pues a Él sólo es el que quiero, que muero porque no muero.

GUÍA PARA EL REZO DEL SANTO ROSARIO

 








 Guía para el rezo del Santo Rosario

INTRODUCCIÓN


T.- Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

T.- Abre Señor mis labios, para alabar tu nombre y el de Tu Santa Madre.


T.- Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador y redentor mío, por ser tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido. Quiero y propongo firmemente confesarme a su tiempo. Ofrezco mi vida, obras y trabajos en satisfacción de mis pecados. Y confío en que en tu bondad y misericordia infinita, me los perdonarás y me darás la gracia para no volverte a ofender. Amén.

G.- Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles

R.- Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

G.- Envía tu Espíritu Creador

R.- Y renueva la faz de la tierra.

G.- Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos con la luz del Espíritu Santo; haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de su consuelo. Por Cristo nuestro Señor. Amén


PETICIONES

Ofrecemos este rosario por...


LAS ORACIONES DEL DECENARIO

(Cada Misterio, incluye un Padre Nuestro, diez Avemarías, un Gloria, una jaculatoria a María y la Oración de Fátima )

G.- Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo.

R.- Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal.

G.- Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres tú entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús

R.- Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores; ahora y en la hora de nuestra muerte.

G.- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,

R.- Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

G.- María, Madre de Gracia y Madre de Misericordia,

R.- En la vida y en la muerte ampáranos Gran Señora.

T.- Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados y líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas y socorre especialmente a las más necesitadas de tu misericordia. Amén.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 15 DE OCTUBRE DEL 2020 - SANTA TERESA DE ÁVILA



Lecturas de hoy Santa Teresa de Jesús

Hoy, jueves, 15 de octubre de 2020



Primera lectura

Lectura del libro del Eclesiástico (15,1-6):


El que teme al Señor obrará así, observando la ley, alcanzará la sabiduría. Ella le saldrá al encuentro como una madre y lo recibirá como la esposa de la juventud; lo alimentará con pan de sensatez y le dará a beber agua de prudencia; apoyado en ella no vacilará y confiado en ella no fracasará; lo ensalzará sobre sus compañeros, para que abra la boca en la asamblea; lo llena de sabiduría e inteligencia, lo cubre con vestidos de gloria; alcanzará gozo y alegría, le dará un nombre perdurable.


Palabra de Dios




Salmo

Sal 88,2-3.6-7.8-9.16-17.18-19


R/. Contaré tu fama a mis hermanos,

en medio de la asamblea te alabaré


Cantaré eternamente las misericordias del Señor,

anunciaré tu fidelidad por todas las edades.

Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,

más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R/.


El cielo proclama tus maravillas, Señor,

y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles.

¿Quién sobre las nubes se compara a Dios?

¿Quién como el Señor entre los seres divinos? R/.


Dios es temible en el consejo de los ángeles,

es grande y terrible para toda su corte.

Señor de los ejércitos, ¿quién como tú?

El poder y la fidelidad te rodean. R/.


Dichoso el pueblo que sabe aclamarte:

caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro;

tu nombre es su gozo cada día,

tu justicia es su orgullo. R/.


Porque tú eres su honor y su fuerza,

y con tu favor realzas nuestro poder.

Porque el Señor es nuestro escudo,

y el Santo de Israel nuestro rey. R/.


Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,25-30):


En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»


Palabra del Señor 





Comentario al Evangelio de hoy jueves, 
15 de octubre de 2020
CR
Queridos hermanos:

En tiempo recios, ¡cómo agradecemos que alguien nos ayude a distinguir el día de la noche, la verdad de la mentira, el bien del mal! Hace años, el cardenal Martini dijo que los peores tiempos de la Iglesia no han sido aquellos en los que se han cometido muchos pecados, sino aquellos en los que se ha perdido el don del discernimiento, los tiempos en los que todo ha dado igual.

La liturgia nos regala hoy la fiesta de Teresa de Jesús, una mujer "sabia" en tiempos no menos recios que los nuestros, una mujer que supo discernir. Ella no fue alumna de la Universidad de Salamanca o de la de Alcalá, pero se doctoró en la universidad de la oración y de la vida. La Iglesia la considera "doctora de la fe". Naturalmente, este doctorado no tiene nada que ver con un título académico. Es un don del Padre. Jesús lo dice en el evangelio de hoy: "Has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla". Teresa, que no fue una mujer de temperamento débil o apocado, sí fue una creyente inundada por la sencillez que viene del Espíritu.

¿Qué podemos aprender hoy de su experiencia espiritual para iluminar nuestra vida? Quiero resaltar tres lecciones:

1) Sin amistad con Dios no hay transformación posible (ni personal ni social). La oración es la más profunda, arriesgada y necesaria aventura que puede emprender el ser humano;

2) Toda religiosidad naufraga cuando no es curada por la humanidad de Cristo.

3) La humildad, la audacia y la fortaleza son virtudes esenciales para afrontar las crisis (incluidas las de la Iglesia).

A la oración se suele llegar tarde, como si la seducción de Dios siempre fuera el enamoramiento postrero después de habernos dejado seducir por otras muchas realidades. A veces llegamos demasiado tarde y, entonces, tenemos la impresión de haber malgastado la vida.

La humanidad de Cristo nos sitúa otra vez en la órbita de Dios después de nuestros devaneos religiosos y humanistas, esclavos de todas las modas que desfilan por la pasarela de las ideologías.

La humildad, la audacia y la fortaleza son virtudes de las personas sabias, de los ancianos, difícilmente asumibles en tiempos en los que "ser joven" parece más una meta que una etapa del camino de la vida.

Dejemos que la Santa nos acompañe durante esta jornada. Para ello, os propongo acercarnos a uno de sus mejores poemas:




VIVO SIN VIVIR EN MÍ

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor,
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di
puso en él este letrero,
que muero porque no muero.

Esta divina prisión,
del amor en que yo vivo,
ha hecho a Dios mi cautivo,
y libre mi corazón;
y causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué larga es esta vida!
¡Qué duros estos destierros,
esta cárcel, estos hierros
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa dolor tan fiero,
que muero porque no muero.

¡Ay, qué vida tan amarga
do no se goza el Señor!
Porque si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.

Sólo con la confianza
vivo de que he de morir,
porque muriendo el vivir
me asegura mi esperanza;
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;
vida, no me seas molesta,
mira que sólo me resta,
para ganarte perderte.
Venga ya la dulce muerte,
el morir venga ligero
que muero porque no muero.

Aquella vida de arriba,
que es la vida verdadera,
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no me seas esquiva;
viva muriendo primero,
que muero porque no muero.

Vida, ¿Qué puedo yo darle
a mi Dios que vive en mí,
si no es el perderte a ti,
para merecer ganarle?
Quiero muriendo alcanzarle,
pues tanto a mi Amado quiero,
que muero porque no muero.

FIELES PODRÁN VENERAR LOS RESTOS DEL BEATO CARLO ACUTIS HASTA EL 19 DE OCTUBRE



Carlo Acutis: 

Fieles podrán venerar sus restos por más días

Redacción ACI Prensa

 Foto: Diocesi di Assisi - Nocera Umbra - Gualdo Tadino



El cuerpo del Beato Carlo Acutis permanecerá visible para la veneración de los fieles hasta el 19 de octubre.


La Diócesis de Asís informó en un comunicado que extenderá el periodo de veneración en el Santuario de la Expoliación para permitir a los numerosos fieles devotos del Beato Carlo venerar sus restos mortales también durante el próximo fin de semana.

De este modo, el Obispo de Asís, Mons. Domenico Sorrentino celebrará la Misa prevista el sábado 17 de octubre a las 10:30 a.m. con la participación de representantes diocesanos, pero al final de la Eucaristía no será cerrada la tumba.

El cierre de la tumba se llevará a cabo en cambio el lunes 19 de octubre después del rezo del Ángelus, informó la Diócesis de Asís.

El período de veneración comenzó el 1 de octubre y el horario actual de la apertura de la iglesia es de las 10:00 a.m. a las 7:00 p.m.

El Beato Carlo, llamado el ciberapóstol de la Eucaristía, falleció a los 15 años en 2006 debido a una leucemia.

Con la apertura de su tumba en Asís se han difundido imágenes del cuerpo del adolescente, vestido con jean y camiseta, y con un rosario en las manos.

El estado en que se han conservado sus restos ha hecho que en las redes sociales muchas personas afirmaran que se trataba de un cuerpo incorrupto.

Sin embargo, en declaraciones recientes a ACI Prensa/EWTN, el rector del Santuario de la Expoliación, en Asís, P. Carlos Acácio Gonçalves Ferreira, explicó que el cuerpo de Acutis “se encuentra en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro. Conserva todos los órganos”.

Indicó que “se han hecho trabajos sobre el rostro, y es bonito que por primera vez en la historia se podrá ver a un santo vestido con pantalones jeans, zapatillas de deporte y sudadera. Eso es un gran mensaje”. “Podemos sentir su santidad no como una cosa lejana, sino como algo al alcance de todos porque el Señor es Señor de todos”, expresó.

Por su parte, el postulador de la causa de beatificación de Carlo Acutis, Nicola Gori, explicó en una entrevista a ACI Stampa -agencia en italiano del Grupo ACI- que “lo que vemos no es el rostro real del joven, sino una máscara de silicona bien hecha que despierta asombro y reflexión”.

Nicola Gori reconoció que “ciertamente, se ha prestado mucha atención al cuerpo de Carlo y su estado de conservación”, y confirmó que “no podemos hablar de incorrupto, pero lo que vemos es verdaderamente a Carlo en sus restos mortales que, con su presencia, libera ese deseo de mirar a Cristo que fue el verdadero amigo de su vida”.

En esta línea, Gori destacó el interés que hubo “en abrir la tumba y exhibir los restos mortales para la veneración de los fieles”, y agregó que “la imagen de Carlo que parece dormir plácidamente nos habla a todos mucho más que mil palabras”.

SANTA TERESA DE ÁVILA, SANTA PATRONA DE LAS ÓRDENES RELIGIOSAS, 15 DE OCTUBRE



Santa Teresa de Jesús (Ávila)

 Virgen y Doctora de la Iglesia

(1515-1582)


"En la cruz está la gloria, Y el honor,

Y en el padecer dolor, Vida y consuelo,

Y el camino más seguro para el cielo"


Reformadora del Carmelo, Madre de las Carmelitas Descalzas y de los Carmelitas Descalzos; "mater spiritualium" (título debajo de su estatua en la basílica vaticana); patrona de los escritores católicos y Doctora de la Iglesia (1970): La primera mujer, que junto a Santa Catalina de Sena recibe este título.


Nació en Ávila, España, el 28 de marzo de 1515.

Su nombre, Teresa de Cepeda y Ahumada, hija de Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila Ahumada. En su casa eran 12 hijos. Tres del primer matrimonio de Don Alonso y nueve del segundo, entre estos últimos, Teresa. Escribe en su autobiografía: "Por la gracia de Dios, todos mis hermanos y medios hermanos se asemejaban en la virtud a mis buenos padres, menos yo".

De niños, ella y Rodrigo, su hermano, eran muy aficionados a leer vidas de santos, y se emocionaron al saber que los que ofrecen su vida por amor a Cristo reciben un gran premio en el cielo. Así que dispusieronse irse a tierras de mahometanos a declararse amigos de Jesús y así ser martirizados para conseguir un buen puesto en el cielo. Afortunadamente, por el camino se encontraron con un tío suyo que los regresó a su hogar. Entonces dispusieronse construir una celda en el solar de la casa e irse a rezar allá de vez en cuando, sin que nadie los molestara ni los distrajese.

La mamá de Teresa murió cuando la joven tenía apenas 14 años. Ella misma cuenta en su autobiografía: "Cuando empecé a caer en la cuenta de la pérdida tan grande que había tenido, comencé a entristecerme sobremanera. Entonces me arrodillé delante de una imagen de la Santísima Virgen y le rogué con muchas lágrimas que me aceptara como hija suya y que quisiera ser Ella mi madre en adelante. Y lo ha hecho maravillosamente bien".

Sigue diciendo ella: "Por aquel tiempo me aficioné a leer novelas. Aquellas lecturas enfriaron mi fervor y me hicieron caer en otras faltas. Comencé a pintarme y a buscar a parecer y a ser coqueta. Ya no estaba contenta sino cuando tenía una novela entre mis manos. Pero esas lecturas me dejaban tristeza y desilusión".

Afortunadamente el papá se dio cuenta del cambio de su hija y la llevó a los 15 años, a estudiar interna en el colegio de hermanas Agustinas de Ávila. Allí, después de año y medio de estudios enfermó y tuvo que volver a casa.

Providencialmente una persona piadosa puso en sus manos "Las Cartas de San Jerónimo", y allí supo por boca de tan grande santo, cuán peligrosa es la vida del mundo y cuán provechoso es para la santidad el retirarse a la vida religiosa en un convento. Desde entonces se propuso que un día sería religiosa.

Comunicó a su padre el deseo que tenía de entrar en un convento. Él, que la quería muchísimo, le respondió: "Lo harás, pero cuando yo ya me haya muerto". La joven sabía que el esperar mucho tiempo y quedarse en el mundo podría hacerla desistir de su propósito de hacerse religiosa. Y entonces se fugó de la casa. Dice en sus recuerdos: "Aquel día, al abandonar mi hogar sentía tan terrible angustia, que llegué a pensar que la agonía y la muerte no podían ser peores de lo que experimentaba yo en aquel momento. El amor de Dios no era suficientemente grande en mí para ahogar el amor que profesaba a mi padre y a mis amigos".

La santa determinó quedarse de monja en el convento de Ávila. Su padre al verla tan resuelta a seguir su vocación, cesó de oponerse. Ella tenía 20 años. Un año más tarde hizo sus tres juramentos o votos de castidad, pobreza y obediencia y entró a pertenecer a la Comunidad de hermanas Carmelitas.

Poco después de empezar a pertenecer a la comunidad carmelitana, se agravó de un mal que la molestaba. Quizá una fiebre palúdica. Los médicos no lograban atajar el mal y éste se agravaba. Su padre la llevó a su casa y fue quedando casi paralizada. Pero esta enfermedad le consiguió un gran bien, y fue que tuvo oportunidad de leer un librito que iba a cambiar su vida. Se llamaba "El alfabeto espiritual", por Osuna, y siguiendo las instrucciones de aquel librito empezó a practicar la oración mental y a meditar. Estas enseñanzas le van a ser de inmensa utilidad durante toda su vida. Ella decía después que si en este tiempo no hizo mayores progresos fue porque todavía no tenía un director espiritual, y sin esta ayuda no se puede llegar a verdaderas alturas en la oración.

A los tres años de estar enferma encomendó a San José que le consiguiera la gracia de la curación, y de la manera más inesperada recobró la salud. En adelante toda su vida será una gran propagadora de la devoción a San José, Y todos los conventos que fundará los consagrará a este gran santo.

Teresa tenía un gran encanto personal, una simpatía impresionante, una alegría contagiosa, y una especie de instinto innato de agradecimiento que la llevaba a corresponder a todas las amabilidades. Con esto se ganaba la estima de todos los que la rodeaban. Empezar a tratar con ella y empezar a sentir una inmensa simpatía hacia su persona, eran una misma cosa.

En aquellos tiempos había en los conventos de España la dañosa costumbre de que las religiosas gastaban mucho tiempo en la sala recibiendo visitas y charlando en la sala con las muchas personas que iban a gozar de su conversación. Y esto le quitaba el fervor en la oración y no las dejaba concentrarse en la meditación y se llegó a convencer de que ella no podía dedicarse a tener verdadera oración con Dios porque era muy disipada. Y que debía dejar de orar tanto.

A ella le gustaban los Cristos bien chorreantes de sangre. Y un día al detenerse ante un crucifijo muy sangrante le preguntó: "Señor, ¿quién te puso así?", y le pareció que una voz le decía: "Tus charlas en la sala de visitas, esas fueron las que me pusieron así, Teresa". Ella se echó a llorar y quedó terriblemente impresionada. Pero desde ese día ya no vuelve a perder tiempo en charlas inútiles y en amistades que no llevan a la santidad. Y Dios en cambio le concederá enormes progresos en la oración y unas amistades formidables que le ayudarán a llegar a la santidad.

Teresa tuvo dos ayudas formidables para crecer en santidad: su gran inclinación a escuchar sermones, aunque fueran largos y cansones y su devoción por grandes personajes celestiales. Además de su inmensa devoción por la Santísima Virgen y su fe total en el poder de intercesión de san José, ella rezaba frecuentemente a dos grandes convertidos: San Agustín y María Magdalena. Para imitar a esta santa que tanto amó a Jesús, se propuso meditar cada día en la Pasión y Muerte de Jesús, y esto la hizo crecer mucho en santidad. Y en honor de San Agustín leyó el libro más famoso del gran santo "las Confesiones", y su lectura le hizo enorme bien.

Como las sequedades de espíritu le hacían repugnante la oración y el enemigo del alma le aconsejaba que dejara de rezar y de meditar porque todo eso le producía aburrimiento, su confesor le avisó que dejar de rezar y de meditar sería entregarse incondicionalmente al poder de Satanás y un padre jesuita le recomendó que para orar con más amor y fervor eligiera como "maestro de oración" al Espíritu Santo y que rezara cada día el Himno "Ven Creador Espíritu". Ella dirá después: "El Espíritu Santo como fuerte huracán hace adelantar más en una hora la navecilla de nuestra alma hacia la santidad, que lo que nosotros habíamos conseguido en meses y años remando con nuestras solas fuerzas".

Y el Divino Espíritu empezó a concederle Visiones Celestiales. Al principio se asustó porque había oído hablar de varias mujeres a las cuales el demonio engañó con visiones imaginarias. Pero hizo confesión general de toda su vida con un santo sacerdotes y le consultó el caso de sus visiones, y este le dijo que se trataba de gracias de Dios.

Nuestro Señor le aconsejó en una de sus visiones: "No te dediques tanto a hablar con gente de este mundo. Dedícate más bien a comunicarte con el mundo sobrenatural". En algunos de sus éxtasis se elevaba hasta un metro por los aires (Éxtasis es un estado de contemplación y meditación tan profundo que se suspenden los sentidos y se tienen visiones sobrenaturales). Cada visión le dejaba un intenso deseo de ir al cielo. "Desde entonces – dice ella – dejé de tener medio a la muerte, cosa que antes me atormentaba mucho". Después de una de aquellas visiones escribió la bella poesía que dice: "Tan alta vida espero que muero porque no muero".

Teresa quería que los favores que Dios le concedía permanecieran en secreto, pero varias personas de las que la rodeaban empezaron a contar todo esto a la gente y las noticias corrían por la ciudad. Unos la creían loca y otros la acusaban de hipócrita, de orgullo y presunción.

San Pedro Alcántara, uno de los santos más famosos de ese tiempo, después de charlar con la famosa carmelita, declaró que el Espíritu de Dios guiaba a Teresa.

La transverberación. Esta palabra significa: atravesarlo a uno con una gran herida. Dice ella: "Vi un ángel que venía del tronco de Dios, con una espada de oro que ardía al rojo vivo como una brasa encendida, y clavó esa espada en mi corazón. Desde ese momento sentí en mi alma el más grande amor a Dios".

Desde entonces para Teresa ya no hay sino un solo motivo para vivir: demostrar a Dios con obras, palabras, sufrimientos y pensamientos que lo ama con todo su corazón. Y obtener que otros lo amen también.

Al hacer la autopsia del cadáver de la santa encontraron en su corazón una cicatriz larga y profunda.

Para corresponder a esta gracia la santa hizo el voto o juramento de hacer siempre lo que más perfecto le pareciera y lo que creyera que le era más agradable a Dios. Y lo cumplió a la perfección. Un juramento de estos no lo pueden hacer sino personas extraordinariamente santas.

En aquella época del 1500 las comunidades religiosas habían decaído de su antiguo fervor. Las comunidades eran demasiado numerosas lo cual ayudaba mucho a la relajación. Por ejemplo el convento de las carmelitas de Ávila tenía 140 religiosas. Santa Teresa exclamaba: "La experiencia me ha demostrado lo que es una casa llena de mujeres. Dios me libre de semejante calamidad".

Un día una sobrina de la santa le dijo: "Lo mejor sería fundar una comunidad en que cada casa tuviera pocas hermanas". Santa Teresa consideró esta idea como venida del cielo y se propuso fundar un nuevo convento, con pocas hermanas pero bien fervorosas. Ella llevaba ya 25 años en el convento. Una viuda rica le ofreció una pequeña casa para ello. San Pedro de Alcántara, San Luis Beltrán y el obispo de la ciudad apoyaron la idea. El Provincial de los Carmelitas concedió el permiso.

Sin embargo la noticia produjo el más terrible descontento general y el superior tuvo que retirar el permiso concedido. Pero Teresa no era mujer débil como para dejarse derrotar fácilmente. Se consiguió amigos en el palacio del emperador y obtuvo una entrevista con Felipe II y este quedó encantado de la personalidad de la santa y de las ideas tan luminosas que ella tenía y ordenó que no la persiguieran más. Y así fue llenando España de sus nuevos conventos de "Carmelitas Descalzas", poquitas y muy pobres en cada casa, pero fervorosas y dedicadas a conseguir la santidad propia y la de los demás.

Se ganó para su causa a San Juan de la Cruz, y con él fundó los Carmelitas descalzos. Las carmelitas descalzas son ahora 14,000 en 835 conventos en el mundo. Y los carmelitas descalzos son 3,800 en 490 conventos.

Por orden expresa de sus superiores Santa Teresa escribió unas obras que se han hecho famosas. Su autobiografía titulada "El libro de la vida"; "El libro de las Moradas" o Castillo interior; texto importantísimo para poder llegar a la vida mística. Y "Las fundaciones: o historia de cómo fue creciendo su comunidad. Estas obras las escribió en medio de mareos y dolores de cabeza. Va narrando con claridad impresionante sus experiencias espirituales. Tenía pocos libros para consultar y no había hecho estudios especiales. Sin embrago sus escritos son considerados como textos clásicos en la literatura española y se han vuelto famosos en todo el mundo.

Santa Teresa murió el 4 de octubre de 1582 y la enterraron al día siguiente, el 15 de octubre. ¿Por qué esto? Porque en ese día empezó a regir el cambio del calendario, cuando el Papa añadió 10 días al almanaque para corregir un error de cálculo en el mismo que llevaba arrastrándose ya por años.




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