miércoles, 26 de julio de 2017

SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA, 26 DE JULIO

San Joaquín y Santa Ana
Los padres de la Virgen María, 26 de julio


Por: P. Jesús Martí Ballester | Fuente: Catholic.net 




Un matrimonio santo

Martirologio Romano: Memoria de san Joaquín y santa Ana, padres de la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, cuyos nombres se conservaron gracias a la tradición de los cristianos.

Breves Biografías

San Joaquín

Joaquín (Yahvé prepara) fue el padre de la Virgen María, madre de Dios. Según San Pedro Damián, deberíamos tener por curiosidad censurable e innecesaria el inquirir sobre cuestiones que los evangelistas no tuvieron a bien relatar, y, en particular, acerca de los padres de la Virgen.

Con todo, la tradición, basándose en testimonios antiquísimos y muy tempranamente, saludó a los santos esposos Joaquín y Ana como padre y madre de la Madre de Dios.

Ciertamente, esta tradición parece tener su fundamento último en el llamado Protoevangelio de Santiago, en el Evangelio de la Natividad de Santa María y el Pseudomateo o Libro de la Natividad de Santa María la Virgen y de la infancia del Salvador; este origen es normal que levantara sospechas bastante fundadas.

No debería olvidarse, sin embargo, que el carácter apócrifo de tales escritos, es decir, su exclusión del canon y su falta de autenticidad no conlleva el prescindir totalmente de sus aportaciones.

En efecto, a la par que hechos poco fiables y legendarios, estas obras contienen datos históricos tomados de tradiciones o documentos fidedignos; y aunque no es fácil separar el grano de la paja, sería poco prudente y acrítico rechazar el conjunto indiscrimadamente.

Algunos comentaristas, que opinan que la genealogía aportada por San Lucas es la de la Virgen, hallan la mención de Joaquín en Helí (Lucas, 3, 23; Eliachim, es decir, Jeho-achim), y explican que José se había convertido a los ojos de la ley, a fuer de su matrimonio, en el hijo de Joaquín. Que esa sea el propósito y la intención del evangelista es más que dudoso, lo mismo que la identificación propuesta entre los dos nombres Helí y Joaquín.

Tampoco se puede afirmar con certeza, a pesar de la autoridad de los Bollandistas, que Joaquín fuera hijo de Helí y hermano de José; ni tampoco, como en ocasiones se dice a partir de fuentes de muy dudoso valor, que era propietario de innumerables cabezas de ganado y vastos rebaños.

Más interesantes son las bellas líneas en las que el Evangelio de Santiago describe, cómo, en su edad provecta, Joaquín y Ana hallaron respuesta a sus oraciones en favor de tener descendencia.

Es tradición que los padres de Santa María, que aparentemente vivieron primero en Galilea, se instalaron después en Jerusalén; donde nació y creció Nuestra Señora; allí también murieron y fueron enterrados.

Una iglesia, conocida en distintas épocas como Santa María, Santa María ubi nata est, Santa María in Probática, Sagrada Probática y Santa Ana fue edificada en el siglo IV, posiblemente por Santa Elena, en el lugar de la casa de San Joaquín y Santa Ana, y sus tumbas fueron allí veneradas hasta finales del siglo IX, en que fue convertida en una escuela musulmana.

La cripta que contenía en otro tiempo las sagradas tumbas fue redescubierta en 1889. San Joaquín fue honrado muy pronto por los griegos, que celebran su fiesta al día siguiente de la de la Natividad de Ntra. Señora. Los latinos tardaron en incluirlo en su calendario, donde le correspondió unas veces el 16 de septiembre y otras el 9 de diciembre.

Asociado por Julio II [el de la capilla Sixtina] al 20 de marzo, la solemnidad fue suprimida unos cinco años después, restaurada por Gregorio XV (1622), fijada por Clemente XII (1738) en el domingo posterior a la Asunción, y fue finalmente León XIII [el de la Rerum Novarum] quien, el 1 de agosto de 1879, dignificó la fiesta de estos esposos que se celebró por separado hasta la última reforma litúrgica.

Santa Ana

Ana (del hebreo Hannah, gracia) es el nombre que la tradición ha señalado para la madre de la Virgen. Las fuentes son las mismas que en el caso de San Joaquín. Aunque la versión más antigua de estas fuentes apócrifas se remonta al año 150 d.C., difícilmente podemos admitir como fuera de toda duda sus variopintas afirmaciones con fundamento en su sola autoridad.

En Oriente, el Protoevangelio gozó de gran autoridad y de él se leían pasajes en las fiestas marianas entre los griegos, los coptos y los árabes. En Occidente, sin embargo, como ya te adelanté con San Joaquín, fue rechazado por los Padres de la Iglesia hasta que su contenido fue incorporado por San Jacobo de Vorágine a su Leyenda Áurea en el siglo XIII.

A partir de entonces, la historia de Santa Ana se divulgó en Occidente y tuvo un considerable desarrollo, hasta que Santa Ana llegó a convertirse en uno de los santos más populares también para los cristianos de rito latino.

El Protoevangelio aporta la siguiente relación: En Nazaret vivía una pareja rica y piadosa, Joaquín y Ana. No tenían hijos. Cuando con ocasión de cierto día festivo Joaquín se presentó a ofrecer un sacrificio en el templo, fue arrojado de él por un tal Rubén, porque los varones sin descendencia eran indignos de ser admitidos.

Joaquín entonces, transido de dolor, no regresó a su casa, sino que se dirigió a las montañas para manifestar su sentimiento a Dios en soledad. También Ana, puesta ya al tanto de la prolongada ausencia de su marido, dirigió lastimeras súplicas a Dios para que le levantara la maldición de la esterilidad, prometiendo dedicar el hijo a su servicio.

Sus plegarias fueron oídas; un ángel se presentó ante Ana y le dijo: "Ana, el Señor ha visto tus lágrimas; concebirás y darás a luz, y el fruto de tu seno será bendecido por todo el mundo". El ángel hizo la misma promesa a Joaquín, que volvió al lado de su esposa. Ana dio a luz una hija, a la que llamó Miriam.

Dado que esta narración parece reproducir el relato bíblico de la concepción del profeta Samuel, cuya madre también se llamaba Hannah, la sombra de la duda se proyecta hasta en el nombre de la madre de María.

El célebre Padre John de Eck de Ingolstadt, en un sermón dedicado a Santa Ana (pronunciado en París en 1579), aparenta conocer hasta los nombres de los padres de Santa Ana. Los llama Estolano (Stollanus) y Emerencia (Emerentia).

Afirma que la santa nació después de que Estolano y Emerencia pasaran veinte años sin descendencia; que San Joaquín murió poco después de la presentación de María en el templo; que Santa Ana casó después con Cleofás, del cual tuvo a María de Cleofás; la mujer de Alfeo y madre de los apóstoles Santiago el Menor, Simón y Judas Tadeo, así como de José el Justo.

Después de la muerte de Cleofás, se dijo que casó con Salomas, de quien trajo al mundo a María Salomé (la mujer de Zebedeo y madre de los apóstoles Juan y Santiago el Mayor).

La misma leyenda espuria se halla en los textos de Gerson y en los de muchos otros. Allí surgió en el siglo XVI una animada controversia sobre los matrimonios de Santa Ana, en la que Baronio y Belarmino defendieron su monogamia.

En Oriente, al culto a Santa Ana se le puede seguir la pista hasta el siglo IV. Justiniano I hizo que se le dedicara una iglesia. El canon del oficio griego de Santa Ana fue compuesto por San Teófanes, pero partes aún más antiguas del oficio son atribuidas a Anatolio de Bizancio.

Su fiesta se celebra en Oriente el 25 de julio, que podría ser el día de la dedicación de su
primera iglesia en Constantinopla o el aniversario de la llegada de sus supuestas reliquias a esta ciudad (710).

Aparece ya en el más antiguo documento litúrgico de la Iglesia Griega, el Calendario de
Constantinopla (primera mitad del siglo VIII). Los griegos conservan una fiesta común de San Joaquín y Santa Ana el 9 de septiembre.

En la Iglesia Latina, Santa Ana no fue venerada, salvo, quizás, en el sur de Francia, antes del siglo XIII. Su imagen, pintada en el siglo
VIII y hallada más tarde en la Iglesia de Santa María la Antigua de Roma, acusa la influencia bizantina.

Su fiesta, bajo la influencia de la Leyenda Áurea, se puede ya rastrear (26 de julio) en el siglo XIII, en Douai. Fue introducida en Inglaterra por Urbano VI el 21 de noviembre de 1378, y a partir de entonces se extendió a toda la Iglesia occidental. Pasó a la Iglesia Latina universal en 1584.

Santa Ana es la patrona de Bretaña. Su imagen milagrosa (fiesta, 7 de marzo) es venerada en Notre Dame d´Auray, en la diócesis de Vannes.
También en Canadá -donde es la patrona principal de la provincia de Québec- el santuario de Santa Ana de Beaupré es muy famoso.

Santa Ana es patrona de las mujeres trabajadoras; se la representa con la Virgen María en su regazo, que también lleva en brazos al Niño Jesús. Es además la patrona de los mineros, que comparan a Cristo con el oro y con la plata a María.

Jesús Martí Ballester

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 26 DE JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 26



A veces, la devoción a la Virgen se expresa con actos externos: la bendición de los hogares, de los coches, de los lugares de trabajo; o también la veneración de imágenes y estampas. Todos estos actos tienen sentido si son expresión sincera de nuestra confianza en la Madre de Dios.

Podemos confundirnos o equivocarnos si les damos un sentido mágico. Ellos no solucionan mágicamente los problemas de la vida con las dificultades del trabajo, los problemas de la convivencia familiar, la salud de nuestros enfermos. Pero sí nos ayudan a ponernos en comunicación con la Virgen, sí nos impulsan a comprometernos cada día con el amor a Dios y a los hermanos, son recordatorios del camino del Evangelio de Jesús.
Santa Madre de Dios, queremos renovar nuestro amor a ti, para que en todas nuestras devociones crezcamos en la confianza de hijos tuyos y discípulos del Señor.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 26 DE JULIO 2017


Para dar fruto: dejarse amar
Santo Evangelio según San Mateo 13, 1-9. XVI Miércoles de Tiempo Ordinario.


Por: H. Hiram Samir Galán Jaime, L.C. | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey Nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Toca mi alma, Señor; renuévame por dentro; no permitas que siga en el fango de la indiferencia espiritual; enciende mi corazón de amor por Ti para que sea capaz de buscar tu rostro en mis hermanos.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)

Del santo Evangelio según san Mateo 13, 1-9
Un día salió Jesús de la casa donde se hospedaba y se sentó a la orilla del mar. Se reunió en torno suyo tanta gente, que Él se vio obligado a subir a una barca, donde se sentó, mientras la gente permanecía en la orilla. Entonces Jesús les habló de muchas cosas en parábolas y les dijo:
"Una vez salió un sembrador a sembrar, y al ir arrojando la semilla, unos granos cayeron a lo largo del camino; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros granos cayeron en terreno pedregoso, que tenía poca tierra; ahí germinaron pronto, porque la tierra no era gruesa; pero cuando subió el sol, los brotes se marchitaron, y como no tenían raíces, se secaron. Otros cayeron entre espinos, y cuando los espinos crecieron, sofocaron las plantitas. Otros granos cayeron en tierra buena y dieron fruto: unos, ciento por uno; otros, sesenta; y otros, treinta. El que tenga oídos, que oiga".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Cuántas veces hemos escuchado este pasaje y sabemos con certeza que podremos ser algunos de los tres terrenos que no dan frutos que permanecen, pero no aquel terreno de tierra buena que da frutos al treinta, al sesenta y al cien por ciento. Pero esto, ¿se debe a una verdadera humildad, o a una falsa imagen de nosotros mismos cargada de autoconfianza y desconfianza en el poder de Dios?
Si reflexionamos con profundidad, ¿quién es el verdadero artífice de la santidad? El Espíritu Santo evidentemente. Es por ello que primero que nada tenemos que creer que Él puede y quiere transformar nuestras vidas. Porque si bien es cierto que necesita de nuestra colaboración, esa colaboración corresponde al uno por ciento del camino de santidad que Dios tiene destinado para nosotros. El otro noventa y nueve por ciento lo pone ÉL. Por ello es más un abandonarse en Dios que hacer muchas cosas y poner muchos medios humanos.
Enséñanos, Señor, que el verdadero camino hacia Ti es el amor. Ese amor que consiste en dejarse amar por Ti y que todo lo demás se da por añadidura.
"El verdadero amor es amar y dejarme amar. Es más difícil dejarse amar que amar. Por eso es tan difícil llegar al amor perfecto de Dios. Porque podemos amarlo, pero lo importante es dejarnos amar por él. El verdadero amor es abrirse a ese amor que está primero, y que nos provoca una sorpresa. Si ustedes tienen solo toda la información, estás cerrado a la sorpresa. El amor te abre a la sorpresa. El amor siempre es una sorpresa, porque supone un diálogo entre dos: entre el que ama y el que es amado. Y a Dios decimos que es el Dios de las sorpresas, porque él siempre nos amó primero, y nos espera con una sorpresa. Dios nos sorprende. Dejémonos sorprender por Dios."
(Mensaje de SS Francisco, 18 de enero de 2015)

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración. Disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré una persona que considere, prudente, espiritual y sabia, y le pediré que sea mi director espiritual. Y si ya tengo uno, buscaré hacer un programa de vida que me ayude a dejarme amar por Dios, a dejarme sorprender por su amor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

BUENOS DÍAS!!!






martes, 25 de julio de 2017

IMÁGENES DE LA VIRGEN MARÍA CON MENSAJES














LA VIDA TE SONREIRÁ


La vida te sonreirá



No tomes a la vida como una carrera. No es la vida una competencia hacia una meta de llegada. Dios no quiere que llegues a El por lógica inercia o con apuros fanáticos. No quiere que al final de la vida digas: "solo se trataba de esto y nada más". No.

La vida es más que la suma de seres vivos, la vida es un tesoro compartido, un brillante tiempo que ilumina al universo mismo en cuanto te ha sido dada, porque allí es donde nace la esperanza, donde hay un soplo de vida cálido, un soplo de eternidad.

La vida es la sonrisa de una madre en el recuerdo, es la palabra y la mirada de nuestro padre, llena de comprensión y misterio que nos habla en algún rincón de la memoria. La vida es saber disfrutar y compartir el cariño inmenso que nos rodea cuando estamos en familia. Lo comprobamos en alguna fiesta, cuando nace un nuevo integrante, cuando se casa un pariente. Los ojos llenos de esperanzas, la piel fresca de alegría. La vida es un abrazo temprano a quienes queremos y un beso sincero en el encuentro.

Cuando aprendas a ver el corazón de las cosas, cuando veas con los ojos del alma la razón de lo que no tiene razón, entonces comprenderás que la vida es más que la suma de sus partes, que es la esencia misma bailando en el espacio, cantando en el viento, mojándote en la lluvia, abrigándote en el silencio de una noche fría frente al fuego. Comprenderás que el otro tiene las mismas inquietudes, los mismos miedos ocultos, que también siente respeto por algo, que alberga culpas que no logra sacar, sonrisas que no puede brindar, ganas de ser querido, ¡tantas cosas! .... tantas.... como también tienes tú.

Verás que el otro es parte de tu vida y tú vives porque hay otro que vive para verte, que aprendiste muchas cosas, porque otro te las enseñó. Tus padres, tu escuela, tus amigos, la vida misma. Comprenderás que la vida es siempre un camino que solo se hace al caminar con la mirada franca y un beso lejano esperándonos en algún horizonte. Sabrás que transitamos por un sendero único e irrepetible porque es la huella que vamos haciendo en el mundo, nuestra marca, nuestra señal, que escribimos en los renglones de un relato compartido. Y tan solo de nosotros depende un verso mejor, una gran alegría, una palabra triste, un momento de olvido o una canción de amor, de nosotros depende elegir la forma de mejorar nuestro rumbo y que cada día sea un canto al sol.

La vida es para aprender a amar y a perdonar, a olvidar cuando debemos olvidar, a recordar cuando debemos recordar. La vida es para ampliar los afectos y reflexionar sobre nuestras vivencias, para que pensemos en los frutos de nuestros actos y veamos claramente, sin ningún tipo de adorno ni justificaciones oportunistas lo que hemos hecho en el tiempo y todavía, si podemos, volver sobre nuestros pasos para cambiar alguna situación.

No ocupes tu tiempo en ver solo el aspecto negativo de las cosas... sueña, imagina, planea una salida, invita a alguien a comer a tu casa, da un abrazo y ríete con las personas que sonríen, ama con las personas que aman, alégrate con quienes te alegren el día, haz las cosas simples porque en los simple brilla una pequeña luz que se hace fantástica e inmensa a los ojos de quien atesora ilusiones.

Nunca hagas o digas algo que resulte demasiado duro a alguien solitario, porque aunque a ti te parezca que en circunstancias normales, cualquiera lo tomaría con naturalidad, una persona solitaria podría verse herida mortalmente, pues su mente y su corazón son más sensibles a las influencias del exterior. Trata de llevarle un motivo de felicidad, un minuto de alegría, un momento de amor y te lo agradecerá infinitamente.

Sabes, la felicidad es pariente de la belleza y la belleza es el rostro de la verdad. Cuando descubrimos una verdad, descubrimos algo bello, y lo bello solo puedo regocijarnos en el alma porque la verdad y la belleza son atributos de Dios. No pienses en aquello de que la verdad es "dura", lo duro, feo o desagradable no es la verdad, eso se llama realidad, la que el ser humano crea todos los días con su insistente capacidad de nombrar y clasificar las cosas. La verdad es otra cosa, la verdad es el motivo de la felicidad y la libertad, porque nos libera de fantasmas y dudas al caminar, porque nos hace bellos si la sabemos cuidar, porque es el final del camino al que hemos de llegar.

La vida es un encuentro entre Dios y tú. Disfruta tu tiempo sabiendo que el pasado y el futuro son instantes de una realidad que se actualiza de acuerdo a tu conciencia, la cual se enciende a cada instante e ilumina lo que toca, lo que ve y hasta lo que niega.

Recuerda que la vida es más que la suma de seres vivos, es un tesoro compartido del cual formas parte. Cuando comprendas esto, llenarás tus pulmones vacíos con un soplo de eternidad y serás uno con la vida, y la vida te sonreirá.

EQUIPAJE


Equipaje




Cuando tu vida empieza, tienes apenas una pequeña maleta de mano...

A medida en que los años van pasando, el equipaje, va aumentando poco a poco.

Porque existen muchas cosas, que recoges por el camino... porque piensas que ellas, son importantes...

En un determinado punto del camino , comienza a ser insoportable cargar tantas cosas, en verdad pesan demasiado...

Entonces, puedes escoger:

Permanecer sentado a la vera del camino, esperando que alguien te ayude, lo que es muy difícil...

Pues todos los que pasen por allí , ya traerán su propio equipaje. Puedes pasar la vida entera esperando y esperando...

O puedes disminuir el peso, eliminando lo que no te sirva, pero...qué tirar???...

Empiezas tirando todo para afuera y viendo lo que tienes dentro...

Amistad... Amor... Amor... Amistad...

Bien!!!, tienes bastante, es curioso... no pesa nada!!!

Mas tienes algo pesado...

Haces un gran esfuerzo , para tirar...La RABIA - Cómo pesa!!!

Empiezas a tirar y tirar, y aparecen la INCOMPRENSIÓN, el MIEDO, el PESIMISMO...

En este momento, el DESANIMO casi te empuja hacia dentro de la maleta...

Pero tu, empujas para afuera con toda tu fuerza, y aparece una SONRISA, que estaba sofocada en el fondo de tu equipaje...

Sacas otra sonrisa y otra mas, y entonces sale la FELICIDAD...

Colocas las manos dentro de la maleta y sacas la TRISTEZA...

Ahora, tienes que dejar la PACIENCIA dentro de la maleta, pues vas a necesitar bastante...

Procura entonces , dejar también:

FUERZA, ESPERANZA, CORAJE, ENTUSIASMO, EQUILIBRIO, RESPONSABILIDAD, TOLERANCIA y BUEN HUMOR...

Tira la PREOCUPACIÓN también o déjala de lado, después piensas que hacer con ella...

Bien, tu EQUIPAJE está listo, está para ser usado de nuevo!!!

Mas piensa bien en lo que vas a colocar dentro, ahora es para ti!!!...

Y no te olvides de hacer esto muchas veces, pues el camino es muy, muy largo por recorrer...

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 25 DE JULIO


Los cinco minutos de María
Julio 25




La concepción inmaculada, la plenitud de gracia, la carencia de pecado personal y de desorden, la asunción, son en María fruto de la muerte y resurrección de Cristo Redentor.

En María aparece la victoria total de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte. En este sentido, María es la “redimida de modo eminente” (LG 53).

Cada privilegio de María indica de su parte un Sí pleno a la palabra de Dios y en esto es Modelo de la Iglesia.

La historia de nuestra vida cristiana podría titularse: La historia de un Sí nunca revocado.

Nuestra Señora del sí para siempre, concédenos una fidelidad siempre nueva al Evangelio de Jesús.

* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 25 DE JULIO DEL 2017


El reto de estar junto a Cristo
Santo Evangelio según San Mateo 20,20-28. Festividad de Santiago el Mayor.


Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Protégeme, Dios mío, porque me refugio en Ti.
Yo digo al Señor, "Señor, Tú eres mi bien, no hay nada superior a Ti."
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡Tú decides mi suerte!
Tengo siempre presente al Señor; con Él a mi derecha no vacilaré.
Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
(Salmo 16)

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Mateo 20,20-28
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo, junto con ellos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: "¿Qué deseas?" Ella respondió: "Concédeme que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, en tu Reino". Pero Jesús replicó: "No saben ustedes lo que piden. ¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?". Ellos contestaron: "Sí podemos". Y él les dijo: "Beberán mi cáliz; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; es para quien mi Padre lo tiene reservado".
Al oír aquello, los otros diez discípulos se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: "Ya saben que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. Que no sea así entre ustedes. El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser primero, que sea su esclavo; así como el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida por la redención de todos".
  1. del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Es bastante obvio que Santiago y Juan eran ambiciosos. No les bastaba con el honor de estar en el selecto grupo de los Doce. Querían ser la mano derecha e izquierda del Maestro. Buscaban lo mejor en este nuevo Reino que Jesús anunciaba. No había límites en su objetivo y le expusieron claramente -por medio de su madre- aquello que deseaban.
¿Qué tipo de ambición es ésta? ¿Acaso buscaban un cargo de honor y poder en el Reino de la humildad y mansedumbre? Tal vez algo sí; somos humanos y se pueden colar intenciones egoístas de por medio. O tal vez no, sobre todo si recordamos el primer encuentro con Jesús. Juan había sido discípulo del Bautista, escuchó la exclamación "¡He aquí el Cordero de Dios!" y sin pensarlo dos veces se adhirió al grupo de seguidores de Jesús. En ese momento, Jesús da media vuelta, lo mira y le pregunta: "¿Qué buscas?" Tal vez, con el paso del tiempo, la búsqueda seguía siendo la misma: "Maestro, ¿dónde vives?" (Jn 1, 35-39). Un camino de descubrir y encontrarse profundamente con el Salvador, el Maestro, el Amigo.
Es cierto, de todas maneras, Santiago y Juan eran ambiciosos. Por algo se llamaban los "hijos del Trueno". Donde caen tienen que hacer ruido y deslumbrar. Y no sólo por el temperamento. Seguramente su mismo corazón era como de trueno, que nace de una fricción muy fuerte en las alturas y que conecta el cielo con la tierra. Su mismo amor era como un trueno: ¡A los pocos años el resplandor de Santiago llegaría hasta el extremo del imperio Romano, allá por España!
La sana ambición es una fuente de energía. ¿Y si nuestra ambición tiene el único motivo del amor? Amar más, amar mejor, estar lo más cerca posible del Señor. Con esta fuerza como de un trueno, el amor deja de ser una idea bonita pero abstracta. El amor se traduce en beber el cáliz de la cruz; la ambición se hace carne en el servicio más humilde. Para el que ama de verdad a Cristo, no hay reto demasiado exigente.
"Ir por los caminos siguiendo la "locura" de nuestro Dios que nos enseña a encontrarlo en el hambriento, en el sediento, en el desnudo, en el enfermo, en el amigo caído en desgracia, en el que está preso, en el prófugo y el emigrante, en el vecino que está solo. Ir por los caminos de nuestro Dios que nos invita a ser actores políticos, pensadores, movilizadores sociales. Que nos incita a pensar en una economía más solidaria que esta. En todos los ámbitos en los que nos encontremos, ese amor de Dios nos invita llevar la Buena Nueva, haciendo de la propia vida una entrega a él y a los demás. Esto significa ser valerosos, esto significa ser libres."
(Discurso de S.S. Francisco, 30 de julio del 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy pondré un esfuerzo especial en mi trabajo o responsabilidades, ofreciéndole al Señor lo mejor de mí.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

HOY ES LA FIESTA DE SANTIAGO EL MAYOR, APÓSTOL, 25 DE JULIO

25 de Julio
Santiago el mayor
ApóstoI
Año 44



El nombre Santiago, proviene de dos palabras Sant Iacob. Porque su nombre en hebreo era Jacob. Los españoles en sus batallas gritaban: "Sant Iacob, ayúdenos". Y de tanto repetir estas dos palabras, las unieron formando una sola: Santiago.
Fue uno de los 12 apóstoles del Señor.

Era hermano de San Juan evangelista. Se le llamaba el Mayor, para distinguirlo del otro apóstol, Santiago el Menor, que era más joven que él. Con sus padres Zebedeo y Salomé vivía en la ciudad de Betsaida, junto al Mar de Galilea, donde tenían una pequeña empresa de pesca. Tenían obreros a su servicio, y su situación económica era bastante buena pues podían ausentarse del trabajo por varias semanas, como lo hizo su hermano Juan cuando se fue a estarse una temporada en el Jordán escuchando a Juan Bautista.

Santiago formó parte del grupo de los tres preferidos de Jesús, junto con su hermano Juan y con Simón Pedro. Después de presenciar la pesca milagrosa, al oír que Jesús les decía: "Desde ahora seréis pescadores de hombres", dejó sus redes y a su padre y a su empresa pesquera y se fue con Jesucristo a colaborarle en su apostolado. Presenció todos los grandes milagros de Cristo, y con Pedro y Juan fueron los únicos que estuvieron presentes en la Transfiguración del Señor y en su Oración en el Huerto de Getsemaní. ¿Por qué lo prefería tanto Jesús? Quizás porque (como dice San Juan Crisóstomo) era el más atrevido y valiente para declararse amigo y seguidor del Redentor, o porque iba a ser el primero que derramaría su sangre por proclamar su fe en Jesucristo. Que Jesús nos tenga también a nosotros en el grupo de sus preferidos.

Cuenta el santo Evangelio que una vez al pasar por un pueblo de Samaria, la gente no quiso proporcionarles ningún alimento y que Santiago y Juan le pidieron a Jesús que hiciera llover fuego del cielo y quemara a esos maleducados. Cristo tuvo que regañarlos por ese espíritu vengativo, y les recordó que El no había venido a hacer daño a nadie sino a salvar al mayor número posible de personas. Santiago no era santo cuando se hizo discípulo del Señor. La santidad le irá llegando poquito a poco.

Otro día Santiago y Juan comisionaron a Salomé, su madre, para que fuera a pedirle a Jesús que en el día de su gloria los colocara a ellos dos en los primeros puestos: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús les dijo: "¿Serán capaces de beber el cáliz de amargura que yo voy a beber?" Ellos le dijeron: "Sí somos capaces". Cristo añadió: "El cáliz de amargura sí lo beberán, pero el ocupar los primeros puestos no me corresponde a Mí el concederlo, sino que esos puestos son para aquellos para quienes los tiene reservado mi Padre Celestial". Los otros apóstoles se disgustaron por esta petición tan vanidosa de los dos hijos de Zebedeo, pero Jesús les dijo a todos: "El que quiera ser el primero, que se haga el servidor de todos, a imitación del Hijo del hombre que no ha venido a ser servido sino a servir". Seguramente que con esta lección de Jesús, habrá aprendido Santiago a ser más humilde.

Después de la Ascención de Jesús, Santiago el Mayor se distinguió como una de las principales figuras entre el gurpo de los Apóstoles. Por eso cuando el rey Herodes Agripa se propuso acabar con los seguidores de Cristo, lo primero que hizo fue mandar cortarle la cabeza a Santiago, y encarcelar a Pedro. Así el hijo de Zebedeo tuvo el honor de ser el primero de los apóstoles que derramó su sangre por proclamar la religión de Jesús Resucitado.

Antiguas tradiciones (del siglo VI) dicen que Santiago alcanzó a ir hasta España a evangelizar. Y desde el siglo IX se cree que su cuerpo se encuentra en la catedral de Compostela (norte de España) y a ese santuario han ido miles y miles de peregrinos por siglos y siglos y han conseguido maravillosos favores del cielo. El historiador Pérez de Urbel dice que lo que hay en Santiago de Compostela son unas reliquias, o sea restos del Apóstol, que fueron llevados allí desde Palestina.

Es Patrono de España y de su caballería. Los españoles lo han invocado en momentos de grandes peligros y han sentido su poderosa protección. También nosotros si pedimos su intercesión conseguiremos sus favores.

Apóstol Santiago: pídele a Jesús que seamos muchos, muchos, los que como tú, nos dediquemos con toda valentía y generosidad a propagar por el mundo la religión de Cristo.

BUENOS DÍAS!!!




lunes, 24 de julio de 2017

EL PAVO REAL Y SUS ADMIRADORES


El pavo real y sus admiradores



Te invito a reflexionar hoy sobre la vanidad humana. “La cola del pavo real honra al que la creó; pero, el pavo no tiene nada que ver en ello” (J. Leclercq). “El vanidoso es como un gallo que se imaginase que el sol sale para oírlo cantar”. “Vasito de barro: ¿por qué te quieres poner tan alto? ¿No ves que si te caes, te quiebras? ¿No sabes que el aroma de tus flores se percibe mejor si estás abajo?” (V. Gar-Mar).

El pavo real, con la cola desplegada, erguido en un delicioso cuadro de prados verdes, de aguas relucientes y de arbustos, parecía sacudir alrededor suyo, bajo los rayos del sol, una lluvia de pedrerías, un rocío de esmeraldas, de zafiros y de oro. Lo rodeaba un gran círculo de admiradores extasiados, y él gozaba de veras. Pero se le ocurrió a uno de los que allí estaba decir en voz alta que también era muy lindo el faisán dorado. Por cierto, no le quitaba al pavo real nada de su mérito, y sin embargo se quedó éste tan triste, casi como si le hubieran llamado feo. Muchos pavos, que no siempre son reales, así piensan que el mérito ajeno rebaja el de ellos. (G. Daireaux).

Guárdate de la vanidad, del afán de figurar y ser tenido en cuenta, pero no dejes de hacer el bien por temor a la vanidad. Una vez santa Teresa se vio tentada de dejar obras buenas que hacía, a causa de recibir grandes elogios por eso. Entonces dirigiéndose a la vanidad, le dijo: “lo que no empecé por ti, no lo voy a dejar por ti”.



* Enviado por el P. Natalio

HÉROES ANÓNIMOS

Héroes anónimos
Héroes anónimos que supieron luchar y trabajar silenciosamente por la difusión de las obras de Dios.


Por: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org 



A lo largo de los siglos, antes y después de los tiempos de la Redención, Dios le ha hablado a los hombres y ha derramado visiblemente Sus Gracias, de modos diversos. Este hecho resulta evidente cuando se estudia la vida de los santos: ellos no vivieron ni murieron siendo considerados santos (salvo honrosísimas excepciones) sino que fueron elevados a los altares años, décadas o aún siglos después de su muerte. Y en el periodo intermedio, siempre existió algún grado de oposición de consagrados y laicos al reconocimiento de su santidad, de su conversión profunda y verdadera, de los milagros generados por su intercesión, de las revelaciones Celestiales por ellos recibidas, del contacto con el mundo sobrenatural que Dios les concedió a varios de ellos.

Muchos son los ejemplos de tribulaciones, demoras prolongadas y sufrimientos previos a la elevación a los altares: baste mencionar a Sor Faustina Kowalska, o a San Juan Diego, a San Luis Grignon de Montfort, o al Santo Cura de Ars, entre muchos otros. Se puede decir que las obras suscitadas por éstas almas santas debieron superar una purificación, una prueba de fuego, antes de ser ellos reconocidos y elevados a la santidad por la Iglesia, para nuestro gozo. ¡Recordemos la alegría que vivimos cuando fuera Canonizado el Padre Pío, o la Madre Maravillas, o la Madre Teresa de Calcuta, o tantos otros que nos ha regalado nuestro amado Juan Pablo II, el que sin dudas merecerá ser elevado a los altares algún día!.

Y algo similar ha ocurrido con el origen de los santuarios testigos de las apariciones Marianas: mucho se ha debido esperar en varios casos, muchas objeciones debieron ser superadas, mucha oposición y negación debió ser pacientemente enfrentada con amor y tolerancia. Basten recordar los sufrimientos de los pastorcitos de Fátima, de Bernardita en Lourdes, de Melanie y Maximin en La Salette, de Santa Catalina Labouré en la Rue de Bac, origen de la Medalla Milagrosa.

Hoy quiero invitar a agradecer a todos esos héroes anónimos que supieron luchar y trabajar silenciosamente por la difusión de esas obras de Dios, durante años y años. ¿Acaso creemos que las canonizaciones y los reconocimientos formales de la Iglesia a las advocaciones Marianas fueron obra directa y automática realizada por la Mano de Dios?. Como siempre, El se sirve de hombres y mujeres de buen corazón que están dispuestos a luchar valientemente por Sus causas, que entregan a Dios su propia voluntad. Hablamos de gente que creyó cuando todo decía que había que claudicar. En todas estas obras de Dios hubo almas valerosas que en algún momento enfrentaron la oposición formal de hombres de la iglesia, de consagrados o laicos. Ellos debieron en muchos casos luchar contra la incomprensión y el rechazo hacia quienes defendían. ¡Que coraje y amor por Dios hay que tener en el momento en que algunos dicen que no, que lo que defiendes no es obra de Dios, que es un error, que no debes seguir adelante!. Pareciera que para alguna gente resulta difícil aceptar que una persona, de carne y hueso, con virtudes y también defectos, pueda ser santa. Y también resulta difícil de aceptar por otros que Dios siga hablando a los hombres, como fue durante siglos y siglos.

Y sin embargo, éstas almas valientes creyeron, siguieron adelante, respetuosa pero consistentemente. No bajaron los brazos, continuaron argumentando y defendiendo lo que consideraron digno de su sacrificio personal, en muchos casos donando sus propias vidas. Humillaciones, acusaciones, ser segregados de algunos ámbitos, sufrir presiones familiares, muchas son las cruces que llevaron éstas almas anónimas, pero valientes. ¿De donde salió su convicción, su fortaleza?. No cabe duda que éstas fueron almas iluminadas por el Espíritu Santo, que supieron escuchar a su corazón y actuar a conciencia, con amor y perseverancia. Algunas de ellas pudieron ver el final de la obra en vida, otras sin dudas lo festejaron en el Cielo, en compañía de la verdadera Familia.

Hoy, como entonces, hay almas valientes que luchan por la causa de Dios, aquí y allá. Las causas por las que luchan son diversas, ya que Dios ha suscitado una cantidad creciente de Viñas en las últimas décadas. A ellas va el homenaje y el agradecimiento. Dios premiará sin dudas su valentía y coraje, ya que el amor que impulsa sus corazones lavará muchos de sus pecados y errores. ¡Qué buena causa para ser abrazada, qué buen destino para nuestra vida, qué lindo es poder luchar a favor de la Voluntad de Dios!.

SOMOS LO QUE AMAMOS


Somos lo que amamos
Cuando oriento mi corazón y mi vida desde el amor, construyo mi verdadera identidad.


Por: P.Fernando Pascual, L.C. | Fuente: Catholic.net 




El amor guía nuestros corazones, orienta nuestras mentes, mueve nuestras manos. El amor configura desde dentro nuestras vidas, hasta el punto de que somos lo que amamos.

Lo decía san Agustín de un modo atrevido. “¿Amas la tierra? Serás tierra. ¿Amas a Dios? ¿Qué diré, que eres dios? No me atrevo a decirlo por mí mismo. Escuchemos la Escritura: ‘Yo había dicho: Vosotros sois dioses, todos vosotros hijos del Altísimo’ (Sal 82,6)” (Tratados sobre la primera carta de san Juan, II,14).

La sorpresa es grande cuando descubrimos que Dios ama al hombre... y se hace hombre. El mensaje de la Encarnación nos dice precisamente eso: Dios, que es amor, se encarnó, habitó entre nosotros, se hizo uno como nosotros.

Por eso, cuando oriento mi corazón y mi vida desde el amor, construyo mi verdadera identidad. Seré tierra, o tecnología, o dinero, o pasiones, o guerras, o envidias, o egoísmo, si mi amor va hacia el pecado.

En cambio, seré justicia, misericordia, servicio, humildad, obediencia, si oriento mi corazón hacia amores buenos, si busco imitar a Cristo que me enseña el camino: amar hasta dar la vida por los amigos (cf. Jn 15,12 13).


A través del camino del amor, la vida alcanza su sentido pleno. Ya en este tiempo incierto adquiere una solidez única, porque enraiza en Dios y porque deja a un lado el egoísmo. Luego, llega hasta lo eterno, donde la plenitud de Dios será también nuestra (cf. Col 2,9-10).

El amor es la clave de cualquier vida humana. Si dejamos a un lado amores que destruyen y que llevan al vacío, y si escogemos amores auténticos, en los que unimos la mirada hacia Dios y hacia los hermanos, habremos logrado la meta más maravillosa de cualquier existencia: tener un corazón semejante al de nuestro Padre de los cielos.

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