domingo, 9 de noviembre de 2014

DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DEL SALVADOR Y DE SAN JUAN DE LETRAN, 9 DE NOVIEMBRE


Dedicación de la Basílica del Salvador
9 de noviembre


Es la catedral del Papa que, al tomar posesión de ella, muestra el supremo poder o potestad eclesiástica de Roma y del mundo



Por: | Fuente: Archidi?is de Madrid




Basílica significa: "Casa del Rey"

De varias maneras se suele denominar este templo:Basílica "Constantiniana,"Del Salvador" y "De San Juan de Letrán". Es la catedral del Papa que, al tomar posesión de ella, muestra el supremo poder o potestad eclesiástica de Roma y del mundo; por ello a esta basílica se llama a sí misma en la escritura de su fachada "madre y cabeza de todas las iglesias de la Urbe y del Orbe".

El nombre de Letrán le viene del palacio que tenían los "Laterani" en el monte Celio desde el siglo I a quienes la autoridad confiscó sus bienes por atreverse a conspirar contra Nerón. Parece ser que pasó a ser propiedad de Fausta, la esposa de Constantino; aconsejada, según dicen, por Osio de Córdoba, lo donó a los Papas para su residencia habitual, como de hecho lo fue a través de bastantes siglos hasta el periodo de Aviñon.

Pero la longa historia no muy probada o la leyenda une esta basílica a la familia imperial también por otros motivos. Parece ser que el emperador que legalizó a la Iglesia contrajo el terrible e incurable mal de la lepra y fue curado milagrosamente por san Silvestre; en agradecimiento por la recuperación de la salud, entregó los terrenos necesarios para construirla y se prestó a dar la ayuda económica pertinente. Esta es la razón de llamarla también "Constantiniana".

Se sabe que ya en el año 313 hubo en ella un sínodo porque la esposa de Constantino lo cedió al papa Milcíades; que el papa Dámaso fue ordenado en ella y que se dedicó el día 9 de Noviembre del año 324, dándole Silvestre el título de "El Salvador", hasta que en el siglo XIII se le añadieran los de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista.

Este augusto templo ha sido la sede de muchos concilios -más de veinticinco- desde el siglo IV al XVI y, de ellos, cinco han sido ecuménicos.

Allí se firmó, ya en tiempos más cercanos, el Tratado de Letrán, el 11 de marzo de 1929, con el que Pío XI logró la libertad del papa de todo soberano temporal y con ello el libre ejercicio de su misión evangelizadora, firmándolo con Mussolini.

Esta basílica podría contar una larga serie histórica de virtudes, pero también habla de sacrilegios, saqueos, incendios, terremotos e incluso el abandono de sus papas sobre todo el tiempo del destierro de Aviñon. Buscando un sentido a esos hechos, uno se pregunta si no serán las fuerzas del infierno que se ponen de pie, rabiosas, con la intención de acabar con el templo de piedras que es símbolo del poder espiritual supremo e indefectible en la Iglesia. También hay que decir que tanto el Renacimiento como el barroco dejaron en ella su huella artística perenne y restauradora, y que Sixto V y León XIII la hicieron realmente suntuosa, por no hablar de que hasta allí fue Francisco de Asís en 1210 a solicitar del Papa Inocencio III la aprobación de su Orden.

Cuando con su consagración se dedica a Dios y a su culto, se indica que pasa a ser propiedad y sede de la Majestad divina; con esa ceremonia se indica que pasa a ser "la morada de Dios entre los hombres".

A los católicos, mirándola a ella, se nos hace próximo el misterio de la salvación, pareciéndonos actual aquella escena evangélica en la que Jesucristo llamó a aquel Zaqueo, agarrado a la rama de la higuera, que se siente interpelado por Dios para habitar en su casa y comer con él a pesar de ser sólo un pobre publicano despreciable y pecador.

Es como si el mismo Dios quisiera darnos a entender que, por medio de todo el culto que allí se realiza la Misa, que es el sacrificio redentor de la Cruz, con los sacramentos, con la escucha de su palabra que se hace actual por la predicación-, quisiera recordarnos su vehemente deseo a los hombres de incorporarnos a Él haciéndonos piedras vivas, bien unidas por la caridad, de su Esposa mística -la Iglesia-como las piedras físicas se unen en la construcción material de la basílica. De hecho, esta idea ya está expresada en el Apocalipsis cuando presenta a la Nueva Jerusalén.

Y ¿por qué no decirlo? La Basílica, con su grandeza y su miseria, es también un símbolo de la Iglesia de todos los tiempos donde hubo, hay y habrá persecuciones y flaquezas, intereses humanos y divinos, política, arte, espíritu, dogma y santidad.


ORACIONES NOCTURNAS A DIOS



ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LA ALMUDENA - PATRONA DE MADRID


Oración a la Virgen de la Almudena
 (Patrona de Madrid)


Virgen de la Almudena,
Madre y Señora nuestra,
que estuviste oculta
en las murallas del viejo Madrid
y te nos manifiestas ahora
como Madre de inmensa ternura
a quienes te veneramos
con filial devoción.

Tu nombre de Almudena
hace referencia a fortaleza;
danos constancia firme
para vivir siempre seguros
en la fe de la Iglesia.

Mantén vivo nuestro amor
y fuerte nuestra esperanza,
para que ningún obstáculo
pueda desviarnos
del camino de la salvación.

Llena con tu presencia maternal
la dura soledad de los que sufren.

Acoge con tu amor
las súplicas de tus hijos.

Abre nuestros corazones
a la alegría del Espíritu.

Como excelsa Patrona de Madrid
bendice y protege a quienes
veneran con amor tu nombre santo
y el de tu Hijo.

Que vive y reina
por los siglos de los siglos.

Amén.

NUESTRA SEÑORA DE LA ALMUDENA, ADVOCACIÓN MARIANA, 9 DE NOVIEMBRE


Nuestra Señora de la Almudena
Nuestra Señora de la Almudena


Advocación mariana, 9 de noviembre 




Es tradición, que la primitiva Imagen la trajo consigo el Apóstol Santiago cuando vino de Jerusalén a España a predicar el Evangelio, instaurándose entonces la devoción a tan bella Imagen en la Villa que, más tarde, llegaría a ser Capital de España.

Al conquistar los musulmanes Madrid, hacia los años 714, la Imagen de Nuestra Señora fue escondida por los cristianos en un hueco practicado en las murallas de la Villa, para evitar profanaciones y cumpliendo así el decreto del Arzobispo de Toledo, D. Raimundo. En prueba de devoción, ocultaron, junto con la Virgen, dos velas encendidas, tapiando después el hueco con una gruesa pared de cal y canto.

Alfonso VI conoce la existencia de una Imagen de la Santísima Virgen, escondida por los cristianos siglos atrás, el Monarca hizo -al parecer- voto de buscarla incansablemente para restituirla al culto de los fieles, si Dios le concedía la victoria sobre los Sarracenos, y lograba tomar la Ciudad. Pero, una vez liberada ésta y no obstante sus pesquisas, no lograba localizar el sitio donde la Imagen estaba oculta. Por ello, y en su deseo de que la Virgen Santa María fuese venerada hasta tanto se lograse hallarla, mandó pintar una Imagen, inspirándose en los rasgos que la tradición atribuía a aquélla y, no se sabe si por el deseo del artista o por gusto del propio Rey casado en aquel momento con Doña Constanza, hija de Enrique I de Francia-, pintaron en su mano una flor de lis.

La Imagen fue pintada sobre los muros de la antigua Mezquita musulmana. Tras las ceremonias de purificación y dedicación del Templo, quedó expuesta al culto en el cuadro hoy conocido por Nuestra Señora de la Flor de Lis.

Una vez conquistado Toledo, en mayo de 1085, Alfonso VI volvió a insistir en la búsqueda de la Imagen oculta por los cristianos, celebrándose un piadoso novenario o rogativa por el éxito de las pesquisas que finalizó con una devota procesión presidida por e Monarca y los Prelados; y al pasar la comitiva frente a la alhóndiga o Almudith, establecida por los moros; se desplomaron unas piedras, dejando al descubierto la Imagen llamada desde entonces de la Almudena- que, es tradición, conservaba encendidas dos candelas, con que fue escondida al ser ocultada 369 años antes. Era el día 9 de noviembre de 1085.

Llevada a la Iglesia de Santa María, fue colocada solemnemente en el Altar mayor, donde permaneció hasta el día 25 de octubre de 1868 en que, por demolición del Templo, fue instalada en el Convento de las Religiosas Bernardas del Santísimo Sacramento, en cuya Iglesia estuvo expuesta al culto hasta el 29 de mayo de 1911, fecha en la que se trasladó con la mayor solemnidad a la Cripta de la Nueva Catedral que construía en honor de su Advocación junto al lugar de la muralla donde fue hallada la Imagen por AlfonsoVI, existiendo hoy en el hueco donde la Virgen estuvo oculta, una Imagen de piedra que conmemora el hecho.

Hace pocos años, al hacer una excavación para construir un edificio, se encontraron los restos de la antigua muralla árabe, del entonces llamado Magerit, a pocos metros del lugar donde hoy está la Imagen que recuerda la aparición y, por su carácter histórico, el Ayuntamiento de Madrid tuvo el singular acierto de declarar aquel terreno como "lugar no edificable" para que pueda quedar siempre al descubierto los restos de la citada muralla.

Durante los años 1936-39, periodo en que tuvo lugar la guerra civil española, Nuestra Señora de la Almudena permaneció intacta en la Cripta. De nuevo fue llevada la Imagen a la Iglesia de Las Religiosas Bernardas de la calle del Sacramento (Actualmente Iglesia Arzobispal Castrense) y finalmente, trasladada el 2 de febrero de 1954 a la Santa Iglesia Catedral de San Isidro -en la calle Toledo-.

Obtenidas de Roma las necesarias bulas y como culminación de su patronazgo sobre la Villa de Madrid, Santa María la Real de la Almudena fue coronada Canónicamente en 1948, por mano del Excelentísimo y Reverendísimo Señor Obispo de Madrid-Alcalá y patriarca de las Indias Dr. D. Leopoldo Eloy Garay, siendo madrina la Sra. Carmen Polo de Franco. A la brillante ceremonia asistieron entre innumerables personalidades, el jefe Estado, Francisco Franco y su Excelencia Reverendísima el Nuncio de Su Santidad; fervientes devotos de Santa María la Real de 1a Almudena fueron, entre otros, San Ildefonso de Toledo, San Isidro Labrador, y su esposa, Santa María de la Cabeza, obteniéndose por medio de esta venerada Advocación innumerables favores, que acrecentaron de día en día la confianza de los fieles en esta bellísima Imagen de Nuestra Señora, entre los que se contaron los Monarcas de España, la nobleza y, muy especialmente, el pueblo madrileño.

sábado, 8 de noviembre de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 8 DE NOVIEMBRE DEL 2014



Buen uso de las riquezas
Tiempo Ordinario

Lucas 16, 9-15. Tiempo Ordinario. Nuestro corazón desea hacer el bien, pero ¿lo hacemos para servir a Dios o a nosotros mismos? 


Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net




Del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: Haceos amigos con el dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas. El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho; y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho. Si, pues, no fuisteis fieles en el dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro? Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero. Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que eran amigos del dinero, y se burlaban de él. Y les dijo: Vosotros sois los que os la dais de justos delante de los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios. 

Oración introductoria
¡Señor, soy un pobre que necesita todo de Ti! Mi apego a lo pasajero, mi soberbia y autosuficiencia me alejan fácilmente del camino a la santidad. Ven e ilumina esta meditación para que sea la fuerza que me lleve a ponerte, ¡siempre!, como Rey y Señor de mi vida.

Petición
Señor, permite que sepa como crecer en la humildad, para poder crecer en el amor.

Meditación del Papa Benedicto XVI
"El hábito de oración, la práctica de buscar a Dios y el mundo invisible en cada momento, en cada lugar, en cada emergencia -os digo que la oración tiene lo que se puede llamar un efecto natural en el alma, espiritualizándola y elevándola. Un hombre ya no es lo que era antes; gradualmente... se ve imbuido de una serie de ideas nuevas, y se ve impregnado de principios diferentes". El Evangelio de hoy afirma que nadie puede servir a dos señores, y el Beato John Henry, en sus enseñanzas sobre la oración, aclara cómo el fiel cristiano toma partido por servir a su único y verdadero Maestro, que pide sólo para sí nuestra devoción incondicional. Newman nos ayuda a entender en qué consiste esto para nuestra vida cotidiana: nos dice que nuestro divino Maestro nos ha asignado una tarea específica a cada uno de nosotros, un "servicio concreto", confiado de manera única a cada persona concreta: "Tengo mi misión", escribe, "soy un eslabón en una cadena, un vínculo de unión entre personas. No me ha creado para la nada. Haré el bien, haré su trabajo; seré un ángel de paz, un predicador de la verdad en el lugar que me es propio". Benedicto XVI, 19 de septiembre de 2010.

Reflexión
Porque Jesucristo "conoce vuestros corazones", nos advierte de tres peligros muy sutiles que pueden aparecer en la vida espiritual diaria.

"El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho". La ley del amor, que es la que Cristo ha venido a traer al mundo, es la del amor sin medida. En el amor no hay mucho ni poco, o se ama o no se ama. Puede ser que las consecuencias de un acto hecho sin amor sean pequeñas o grandes pero cuando se ha faltado al amor se ha dejado de amar en ese acto concreto.

Si no sabemos usar correctamente las riquezas injustas y ajenas, es decir, todo lo material que es externo a nosotros y por lo tanto no nos pertenece con totalidad, mucho menos seremos capaces de manejar con corrección las riquezas verdaderas y propias, que son las cosas espirituales que en verdad son propias de cada hombre. Del mismo modo quien no ama a los hombres a quienes ve, no puede decir que ama a Dios a quien no ve; si no somos ordenados y justos con las cosas materiales, que vemos, menos lo seremos en las cosas espirituales, que no se ven.

"No podemos servir a Dios y al dinero". El dinero representa el humano interés. Nuestro corazón desea hacer el bien, pero ¿lo hacemos para servir a Dios o a nosotros mismos? Cuando nos ocurre una desgracia fácilmente nos preguntamos: "¿por qué a mí?" ¿No será que durante los momentos de tranquilidad hemos sido buenos por inercia, pero no por amor a Dios, de tal manera que cuando su voluntad contradice la nuestra ya no somos generosos?

Propósito 
Pensar que lo importante y lo que vale no es lo material. Donde esta mi tesoro, estará mi corazón.

Diálogo con Cristo 
Señor Jesús, sé que mi vida no sirve de nada si no la doy por Ti, pero sabes cuánto me cuesta desprenderme de mi tiempo, de mis gustos y de mis haberes. Ayúdame a tomar una decisión irrevocable, sin tratar de servir a Ti y al mundo. Dándote el primer lugar en mi vida podré servir mejor a mi familia, a mis amigos y a los demás.

EL ABRAZO


El abrazo


Hay algo acerca de un simple abrazo que siempre reconforta; 
nos da la bienvenida a casa, y nos facilita el partir. 
Un abrazo es una forma de compartir la alegría, y los momentos
tristes por los que pasamos. 
Puede ser solo el modo en que los amigos te dicen que les 
agradas por el simple hecho de ser tú. 

Los abrazos tienen sentido para todos, para quienes de verdad 
nos interesan, desde la abuela hasta el vecino, o un posible 
osito de peluche. 

Un abrazo es una cosa asombrosa, es la forma perfecta para 
demostrar el amor que sentimos, cuando no encontramos las 
palabras adecuadas. 

Es gracioso como un pequeño abrazo hace a todos sentirse bien. 
Es un lenguaje universal. 

Abrazar no requiere equipo nuevo, baterías especiales o 
herramientas. 

Sólo abre tus brazos y abre tu corazón. 

INGENIO Y BUEN HUMOR


Ingenio y buen humor


El escritor español Francisco de Quevedo brilló por su ingenio y su buen humor. Dos valores que a todos nos conviene cultivar.

Cierto día el rey Felipe IV le pidió que improvisara una cuarteta y Quevedo con su agilidad mental le dijo: Dadme, Majestad, un pie.

El Rey desde su trono le alargó jocosamente un pie. El poeta sostuvo con sus manos el pie del soberano y le improvisó estos versos:
En semejante postura dais a comprender Señor, que soy el herrador y vos la cabalgadura.

Es famosa esta otra anécdota: Quevedo apostó con unos amigos a que era capaz de mencionar la cojera de la reina.

Aprovechó una recepción que se ofrecía en el palacio y le ofreció a la esposa de Felipe IV dos hermosas flores, mientras le decía:
- Entre el clavel y la rosa, Su majestad escoja.

Quevedo ganó la apuesta. Y lo recordamos para valorar el buen humor en el camino de la vida. Es un regalo para el espíritu y un aliado en la adversidad.

INVOCACIÓN A LA CONFIANZA


Invocación a la confianza
Autor: A. Pangrazzi 


Ayúdame Señor, a creer que detrás de las nubes está el Sol; que los desnudos árboles de otoño volverán a vestirse de hojas, si tengo la paciencia de esperar. 

Ayúdame Señor, a comprender que para alcanzar la cima de la montaña hay que atravesar el largo valle. Que la vela difunde su luz a base de consumirse poco a poco. 

Ayúdame Amado Señor, a desprenderme de las pretendidas seguridades que no puedo tener y que me hacen tan inseguro; ayúdame a comprender que mis temores aumentan mi inquietud y mi impaciencia. 

Ayúdame Señor, a aceptar mis limitaciones. 

Confío en tí como un niño que se siente seguro en brazos de su madre. 

Ayúdame a caminar por donde no puedo ver sabiendo que tú estás ahí conmigo. Amén.

INSPIRACIÓN



Inspiración


No conocía mi futuro, ni siquiera a donde iba
pero un día en mi camino se atravesó la tristeza y el dolor;
se unieron a ella la angustia y la infidelidad
la incomprensión y el desmayo
y no podía más con todo aquello.....

Quería que mi piel se desprendiera de mi cuerpo
y que mi corazón dejara de palpitar
no sabia ver la luz en el camino
ni acariciaba sobre mi el viento del amanecer

Hasta que un día!! con lazos de amor llego a mi
la necesidad inmensa en mi corazón de sentirme amada
de sentir que alguien pensaba en mi...
de sentir que mi alma tenia protección

Y fue El con su sombra me ha guardado
ha llenado mi corazón paz y amor
ha dado luz a mi vida y con ella he caminado
Soy fiel testimonio de su sangra y de su amor

Y es por El Señor que hoy vive mi alma
y que puedo decir Soy Feliz
con su rostro de santificación ha llenado
mi alma de salvación y eterno amor

No desmayes El espera por ti... Recuerda después de la tormenta viene la calma y el dará calma con su presencia en tu vida...

Te amo Señor...!!!!!!! Gracias por se fiel a mi...

LOS ESCRITOS DE SANTA ROSA DE LIMA



Los escritos de Santa Rosa de Lima

En 1923 el P. Getino descubrió unos papeles de aspecto cabalístico, eran los dibujos y escritos de Santa Rosa de Lima 


Por: Mundo Católico | Fuente: www.terra.com.pe/religion



Hacia 1923, el Provincial de España, P. Getino, descubrió unos papeles de aspecto cabalístico, cuya extensión eran de dos medios pliegos, y que correspondían a los dibujos y escritos de la santa peruana.

En efecto, los dibujos de Santa Rosa de Lima utilizaron un estilo, lenguaje y forma literaria de la tradición emblemática y renacentista y barroca. Como en los tratados emblemáticos del amor divino, Rosa relata sus experiencias místicas uniendo la palabra y la imagen. El nivel de las experiencias místicas descritas por Rosa corresponde en magnitud al milagroso intercambio de corazones que Jesús realizara con Santa Catalina de Siena o a las transverberaciones del corazón de Santa Teresa de Jesús. De estos dos pliegos, uno se refiere a las Mercedes o pruebas interiores de la santa, y el otro a la escala mística.


Primer pliego

En el primer pliego, Rosa ha recortado tres corazones, pegándolos en serie para mostrar gráficamente el inicio de la secuencia de comunicaciones o gracias místicas. Cuando el P. Getino da a conocer estos documentos, reparó en la similitud del lenguaje místico de Rosa con el de Santa Teresa de Jesús y de Juan de la Cruz. Gracias a las inspiraciones que se encuentran en este primer pliego, podemos decir que fueron escritas antes de la confesión General a la que fue sometida Rosa, encomendada a los frailes dominicos, pues así lo menciona en su escrito central.

La posible fecha del diseño de dichos gráficos sería el 23 de agosto de 1614, víspera de la fiesta del apóstol San Bartolomé. Rosa parece recibir las Mercedes hace 5 años(1609). Los 2 años de padecimientos podrían llevarnos al tiempo de su profesión como terciaria secular (30/8/1607) y afirmar en todo caso que ella fue sometida a esta confesión general como requisito previo para la profesión para ser laica dominica.

Uno de los textos localizados al lado izquierdo revela que Rosa entregaba estos manuscritos a su confesor o guía espiritual para que él los revisase y corrijase sus errores, algo que se acostumbraba en aquella época. Estos guías espirituales confirman la autenticidad y originalidad de los escritos, ya que en aquella época circulaban numerosos y falsos escritos de experiencia mística que podrían haber restado la originalidad a los escritos de Rosa.


Segundo pliego

La escala espiritual dibujada por Rosa tenía el mismo sentido que la escala espiritual de San Juan Climaco; una obra que fray Luis de Granada publicó en 1562 y que Rosa leyó. Resulta a la vez extraño comprobar cómo el contexto de las mercedes divinas tienen su analogía con el cántico espiritualidad de San Juan de la Cruz, siendo sorprendente que el diseño gráfico de la novena merced muestre en dibujo lo que el mismo Juan de la Cruz declara en el verso de la canción segunda de "Llama de amor viva". Sin embargo, las obras de San Juan comenzaron a publicarse incompletas en 1618; la primera redacción del cántico apareció en 1627 y la segunda en 1703, cuando la santa ya había fallecido, de manera que es improbable que los escritos de Rosa fueran una copia del gran místico.

También se puede ver la influencia de una tercera mano mucho más docta y conocedora de esta riqueza espiritual, en el mismo proceso inquisitorial por el cual pasó y de hecho asegura la mano correctora de sus confesores o padres espirituales. Habría que acortar que algunos autores ven en la décima merced el mejor ejemplo de la manipulación, pues está escrito en latín y la historia nos narra que Rosa era iletrada.
 

MI HERMOSA NIÑA DE GALILEA


Mi hermosa Niña de Galilea
Dame las palabras para que pueda mostrar a mis hermanos lo buena y suave que eres conmigo.


Por: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org



María, así de simple. Es la forma de dirigirme y conversar con mi Madre del Cielo, llamándola simplemente María. Sé que mucha gente no la conoce, o tiene una imagen lejana de Ella, quizás demasiado formal, demasiado protocolar. ¿Cómo puede ser nuestra Mamá protocolar al presentarse a nosotros? No, Ella es sencilla, mi pequeña Niña de Galilea, así es para mí. Pero es también lógico que cada uno la vea del modo que su propio corazón indica, con la mirada del alma que todo lo convierte en la expresión del Espíritu Divino, si es que nosotros nos dejamos iluminar por dentro.

Por un instante, déjenme narrarles cómo es que mi corazón ve a la Madrecita del Verbo Divino. De un modo muy particular, la veo de unos quince o dieciséis años, que es la edad en la que Ella se convirtió en Madre Divina, dándonos a Aquel que todo lo puede por amor. A tan temprana edad, mi María se presenta ante mi corazón como una hermosa Mujer, delicada en su mirar, en su caminar. Destaca su delicado cuello, largo y estilizado para dar cabida al más hermoso rostro que Dios jamás cinceló en criatura alguna. Ella es perfecta, no existe ni existirá mujer más hermosa que María, porque Dios la modeló en un acto sublime de Su Potencia Creadora. Y su belleza sólo es superada por su pureza, su inocencia y su férrea voluntad de no desagradar al Padre que tanto ama.

Cuando veo las imágenes de las distintas presentaciones de María a lo largo de los siglos, me quedo con la convicción de que el hombre no ha podido ni podrá modelar jamás la belleza de María ni siquiera en un modo aproximado. Mi alma se esfuerza en descubrir la visión verdadera con que mi joven Reina se presentó como la Medalla Milagrosa, por ejemplo. Santa Catalina de Labouré sin dudas describió del modo más aproximado posible la celestial visión que se presentó ante ella, pero no pudo hacer que el artista cincele en la Medalla Milagrosa el verdadero rostro de la Reina de los ángeles. Esa sonrisa, esas manos siempre en posición de oración, esos ojos iluminados por la Fuente de todo el Amor.

María, joven y sonriente, fulgurante estrella de la mañana. Se presenta en mi corazón como una Rosa que se abre derramando su fragancia y frescura, haciendo de mi un ovillo de hilo que se recoge sobre sí mismo, se envuelve pliegue sobre pliegue hasta quedar extasiado mirándola sonreír, llamándome, invitándome a acompañarla en este viaje. Ella nunca se presenta en vano en nuestro corazón, como una madre nunca se acerca a sus hijos sin un profundo deseo de cuidarlos y amarlos.

María, hermosa Niña de Galilea, perfecto fruto de la Creación en cuerpo y alma. Sólo Ella pudo tener la Altísima Gracia de ser Madre del mismo Dios. El, ante el que el universo mismo se doblega, se hizo pequeñito y vivió nueve meses oculto dentro de ésta hermosa Joven Palestina. El, instante tras instante, fue tomando de su sangre todo aquello que necesitó para formar Su naturaleza humana, Su humanidad. Así, Ella es nuestra Niña de la Alta Gracia, porque ninguna Gracia puede ser tan elevada como la Maternidad Divina.

Enamorarse de María es enamorarse de su Divina Maternidad, de su Inmaculado Corazón, y de su infinita belleza humana también. La siento tan cercana, tan vivamente presente en mi vida, que no puedo más que dirigirme a Ella como María, mi María. Ella es compasiva y paciente ante mis demoras en acudir a su mirada, Madre de la Misericordia. Juntos conversamos, compartimos mis pequeñas aventuras humanas, mis decepciones y dolores, mis esperanzas y sueños. Y María, con esa hermosa sonrisa que se funde en mis pupilas, me mira y me invita a levantar los ojos al Cielo con las manos unidas sobre mi pecho. Madre de la oración, Bella Dama del clamor y la plegaria, Omnipotencia Suplicante, Ella nos enseña a ver a través de los Ojos de Aquel que todo lo puede.

Mi María, hermosa y joven Niña de Galilea, que enamoraste mi corazón porque sabías que era el modo de abrir la puerta al soplo del Amor Verdadero. Me siento tan feliz y orgulloso de ser tu hijo, y al mismo tiempo tan indigno de serlo, que no puedo más que pedirte me ayudes a seguirte en tus deseos, que no son otros que los deseos de Tu Hijo. Dame las palabras para que pueda mostrar a mis hermanos lo hermosa y pura que eres, y lo buena y suave que eres conmigo. Dales la luz que les permita enamorarse de ti como lo has hecho conmigo. Que puedan descubrirte como la más hermosa y pura Mujer que jamás existió, Inmaculada en cuerpo y alma, llena del Espíritu Santo, plena de humildad y fortaleza, escudo que protege y consejo que ilumina. Mi hermosa María, luz de mi vida.

viernes, 7 de noviembre de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: 7 DE NOVIEMBRE DEL 2014




El administrador astuto
Parábolas

Lucas 16, 1-8. Tiempo Ordinario. Hay que contar con la gracia de Dios y poner los medios para lograr nuestras metas. 


Por: P Clemente González | Fuente: Catholic.net



Del santo Evangelio según sasn Lucas 16, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Era un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar su hacienda; le llamó y le dijo: "¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no podrás seguir administrando." Se dijo a sí mismo el administrador: "¿Qué haré, pues mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea removido de la administración me reciban en sus casas." Y convocando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi señor?" Respondió: "Cien medidas de aceite." Él le dijo: "Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta." Después dijo a otro: "Tú, ¿cuánto debes?" Contestó: "Cien cargas de trigo." Dícele: "Toma tu recibo y escribe ochenta." El señor alabó al administrador injusto porque había obrado astutamente, pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz.

Oración introductoria
Señor Jesús, quiero tener la audacia y habilidad para saber darte el lugar que te corresponde en mi vida. Creo en Ti, confío y te amo, ilumina este rato de meditación para que nada me distraiga y sepa guardar el silencio que me permita realmente conocer tu voluntad.

Petición
Señor, ayúdame a saber aprovechar mi tiempo, especialmente este momento de meditación.

Meditación del Papa Francisco
Este administrador es un ejemplo de mundanidad. Alguno de ustedes podrían decir: ¡pero, este hombre ha hecho lo que hacen todos! Pero todos, ¡no! Algunos administraciones de empresas, administradores públicos, algunos administradores de gobierno... Quizá no son muchos. Pero es un poco esa actitud del camino más corto, más cómodo para ganarse la vida.
En la parábola del Evangelio el patrón alaba al administrador deshonesto por su 'astucia'. La costumbre del soborno es una costumbre mundana y fuertemente pecadora. Es una costumbre que no viene de Dios: ¡Dios nos ha pedido llevar el pan a casa con nuestro trabajo honesto! Y este hombre, administrador, lo llevaba pero ¿cómo? ¡Daba de comer a sus hijos pan sucio! Y sus hijos, quizá educados en colegios caros, quizá crecidos en ambientes cultos, habían recibido de su padre suciedad como comida, porque su padre, llevando pan sucio a casa, ¡había perdido la dignidad! ¡Y esto es un pecado grave! Porque se comienza quizá con un pequeño soborno, ¡pero es como la droga eh! La costumbre del soborno se convierte en dependencia. (Cf. S.S. Francisco, 8 de noviembre de 2013, homilía en Santa Marta)..

Reflexión
El administrador infiel del Evangelio se las ingenia para resolver su futura situación de indigencia. El Señor da por supuesta, pues era evidente, la inmoralidad de tal actuación, pero resalta y alaba, sin embargo, la agudeza y empeño que demuestra este hombre para sacar provecho material de su antigua condición de administrador.

Cuántas, cuántas veces caemos en la excesiva confianza en Dios y creemos que Él va a resolver nuestros problemas sin que nosotros hagamos ningún esfuerzo por solucionarlos.

Dios pone los medios, y hay que usarlos con la misma sagacidad y el mismo esfuerzo que ponen los hombres en sus negocios materiales o en la lucha por hacer triunfar un ideal humano. El hecho de contar con la gracia de Dios no es excusa para no poner esos medios si son honestos y buenos, aunque esto implique grandes sacrificios.

El mismo afán que ponemos en nuestros deberes cotidianos (estudios, trabajo, mantener el hogar, educar a nuestros hijos,...), el mismo que ponemos en nuestras ilusiones y ambiciones, incluso en superficialidades, debemos poner en los asuntos del alma. Si obramos de esta forma, no habrá percance que nos venza, fracaso que nos hunda, ni tentación que nos haga perder la esperanza puesta en Cristo.

Propósito
Si para nosotros, Cristo fuera, de verdad, el valor más importante, ¿no deberíamos comportarnos con más sagacidad?

VANIDADES, SOLO VANIDADES




Vanidades, solo vanidades


Somos tan poca cosa, nada en realidad. Y sin embargo, ¡cuantas vanidades envuelven nuestro temperamento!. Las más comunes son las vanidades de nuestro cuerpo, o de nuestra capacidad de "ganar" o "tener éxito" bajo las reglas del mundo. ¡Y nos inflamos como sapos!. Sentimos que somos más que los demás, que nos admiran, que quieren ser como nosotros, estar cerca nuestro. 

Y luchamos para lograr ese cuarto de hora de fama, de aplauso, de reconocimiento. ¡Cuánto somos capaces de hacer y resignar por ese minuto de podio, de escenario!. Nos gustan las luces de los reflectores sobre nosotros, que nos miren, que nos adulen. Títulos, honores, ropas, uniformes, galardones, diplomas, modos de caminar y de pararse, cortes de pelo, nuestro lenguaje. ¡Son todas vanidades!.

También hay vanidades que están más ocultas, que son más difíciles de reconocer: ser el más inteligente, el más perfecto, el que sabe todo, para regocijo íntimo. Aunque a veces nos vemos como gente callada y poco visible, pero orgullosos de ser, interiormente, más que los demás aún en ese aspecto. Si, somos tan ridículamente vanidosos que hasta nos envanecemos de ser más humildes que los demás. ¡Vanidosos de nuestra humildad!. La actuamos, posamos en una actitud de humildad vacía, no sincera.

¿Y cómo nos corrige el Señor?. El, que ve nuestro corazón, nos revuelca por el fango, nuestro fango, el que más nos duela. Y trata de enseñarnos a vernos como nada, a convivir con nuestra miseria y aceptarla, a vivir con ella. La lección siempre es dura, siempre viene como una purificación que nos marca el rumbo, nos quema las impurezas de nuestro espíritu.

¡Bienvenida la adversidad!. La escuela de Jesús nos enseña a ser como El, los más pequeños en todo, aún en nuestras más marcadas virtudes, que las tenemos. Dios nos invita a ser auténticos, sinceros, justos, sea esto lo que sea, duela lo que tenga que doler. Si nos toca ser los últimos, es Voluntad de Dios. Y si nos toca subir al podio, es por mérito y para beneficio de la obra de Dios. Nada es nuestro, nada.

Niégate a ti mismo, y me encontrarás, porque sólo Yo Soy.

Cristo, el Cristo, es el que como Verdadero Dios y Verdadero Hombre tiene todo el mérito, porque es el Salvador. Dios Santo y Trino, Rey de todo mérito y de todo fruto de la Creación.

Aprendamos a hundirnos en nuestra nada, a vivir sabiendo que nada somos, que nada es producto de nosotros. Todo proviene de la Gracia de Dios, de Su Misericordia infinita que nos da cuando nos conviene espiritualmente, y nos quita cuando es también para nuestro bien. Las crisis de la vida son maravillosas oportunidades de crecer, porque nos enseñan a aceptar nuestras miserias, a abandonarnos al Unico que es fuente de toda Virtud. Cuanto los golpes nos arrebatan esa seguridad que nos hace como verdaderos pavos reales, gallardos y arrogantes frente al mundo, sepamos que Dios está tocando nuestra alma y dándonos un amoroso tirón de orejas, una lección de vida que debemos aprovechar. Y que sepamos seguir adelante sin vergüenza, sin ningún sentimiento de inferioridad frente a los demás, porque de nada sirve andar por la vida pretendiendo o tratando ser algo, ya que nuestro día será un Viernes Santo o un Domingo de Pascua, según sea la Voluntad del Señor.

Señor, dame un corazón sincero, un corazón humilde. Hazme un instrumento de Tu Viña, para que mi ceguera se desvanezca, dando paso a la Luz de Tu Presencia. Tu amor me purifica como el fuego al metal, Tu Amor quema mis impurezas, mis vanidades. Hazme nada, hazme una vasija de barro que contenga a Tu Santo Espíritu, Unico artífice de la Verdad Suprema.

VASO DE BARRO


Vaso de barro


Dios me moldea en la vida que da vueltas.

Dios le dice al profeta Jeremías que así como el barro en las manos del alfarero, así esta el pueblo de Israel en sus manos (Jeremías 18:1-6). Estoy dispuesto a aceptar la voluntad de Dios para permitir que sus manos me molden y den forma?

Moldeame Señor con tus manos amorosas en la forma más conveniente para la realización de tu plan. Reconozco mi humilde origen del barro (Génesis 2:7), material barato del diario. Soy frágil y con cualquier golpe puedo agrietarme.

 Brindame tu protección y ayuda para no romperme en mil pedazos. Al pasar por el horno de las pruebas, como el barro, no permitas que me queme el fuego (Isaias 43:29) mas ayúdame a fortalecer, madurar, y a darme la firmeza que necesito para aguantar la premura del tiempo.

"Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros." 2 Corintios 4:7

LA PSICOLOGÍA DE LA SOBERBIA

Psicología de la soberbia
La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio


Por: Dr. ENRIQUE ROJAS | Fuente: serpersona



La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y por tanto, de lucidez. La soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa sobre la hipertrofia de la propia excelencia. Es fuente y origen de muchos males de la conducta y es ante todo una actitud que consiste en adorarse a sí mismo: sus notas más características son prepotencia, presunción, jactancia, vanagloria, situarse por encima de todos lo que le rodean. La inteligencia hace un juicio deformado de sí en positivo, que arrastra a sentirse el centro de todo, un entusiasmo que es idolatría personal.

Hay dos tipos de soberbia; una que es vivida como pasión, que comporta un afecto excesivo, vehemente, ardoroso, que llega a ser tan intenso que nubla la razón, pudiendo incluso anularla e impedir que los hechos personales se vean con una mínima objetividad. La otra es percibida como sentimiento cursa de forma más suave y esa fuerza se acompasa y la cabeza aún es capaz de aplicar la pupila que capte la realidad de lo que uno es, aunque sólo sea en momentos estelares. Entre una y otra deambula la soberbia, transita, circula, se mueve y según los momentos y circunstancias hay más de la una o de la otra.

La soberbia es más intelectual y emerge en alguien que realmente tiene una cierta superioridad en algún plano destacado de la vida. Se trata de un ser humano que ha destacado en alguna faceta y sobre una cierta base. El balance propio saca las cosas de quicio y pide y exige un reconocimiento publico de sus logros. Para un psiquiatra , estamos ante lo que se llama una deformación de la percepción de la realidad de uno mismo por exceso.

Ante la soberbia dejamos de ver nuestros propios defectos, quedando éstos diluidos en nuestra imagen de personas superiores que no son capaces de ver nada a su altura, todo les queda pequeño. Hay una gradación entre las tres estirpes, soberbia-orgullo-vanidad, que van de más a menos intensidad, tanto en la forma como en el contenido. Entre la soberbia y el orgullo hay matices diferenciales, aunque el “ritornello” que se repite como denominador común puede quedar resumido así: apetito desordenado de la propia valía y superioridad. Es una tendencia a demostrar la superioridad, la categoría y la preeminencia que uno cree que tiene frente a los de su entorno. En general estos dos conceptos se manejan como términos sinónimos, aunque se pueden espigar algunas diferencias interesantes.

La soberbia es más cerebral, se da en alguien que objetivamente tiene una cierta superioridad, que realmente sobresale en alguna faceta de su vida. Facetas concretas de su andadura tienen un relieve que las realzaba sobre los demás. Hay una evidencia por la que puede ser tentado por la soberbia, no necesitando del halago de los otros y haciendo él mismo su propio y permanente elogio de forma clara y difusa, rotunda y desdibujada, a tiempo y a destiempo, con ocasión y sin ella. Sus manifestaciones son más internas y privadas, aunque pueden ser observadas por una atmósfera grandiosa que él crea sobre su persona y además, a través de sus máscaras; hay arrogancia, altanería, tono despectivo hacia los demás, que se mezclan con desprecio, desconsideración, frialdad en el trato, distancia gélida, impertinencia e incluso, tendencia a humillar. Otras veces, esas máscaras son de una insolencia cínica, mordaz, con un ritintín de magnificencia que provoca en el interlocutor un rechazo frontal. En los casos algo más leves, baja la hoguera del engreimiento y entonces la relación personal se hace más soportable.

El orgullo es más emocional. Es una alta opinión de uno mismo mediante la cual la persona se presenta con una superioridad y un aire de grandeza extraordinario. Puede ser lícito y hasta respetable. Decía Luis Vives que «es un amor a uno mismo por méritos propios». Puede ponerse de manifiesto en circunstancias positivas, en donde el lenguaje coloquial se mezcla con hechos e intenciones. En esos casos dimana de causas nobles y puede ser hasta justo. El orgullo de ser un buen cirujano, un buen padre, un excelente poeta, ser de una región concreta de un país... Todo esto está dentro de unos límites normales. Puede encuadrarse en el reconocimiento a una labor bien hecha.

La palabra vanidad procede del latín “vanitas,-tatis”, que significa falto de sustancia, hueco, sin solidez. Se dice, también, de algunos frutos cuyo interior está vacío, en donde sólo hay apariencia. Mientras la soberbia es concéntrica, la vanidad es excéntrica. La primera tiene su centro de gravedad dentro, en los territorios más profundos de la arqueología íntima. La segunda es más periférica, se instala en los aledaños de la ciudadela exterior. La soberbia es subterránea. La vanidad está en la pleamar del comportamiento. En la soberbia uno tiene una enfermedad en el modo de estimarse uno a sí mismo, en una pasión que tiene sus raíces en los sótanos de la personalidad en donde brota el error por exceso de autonivel. En la vanidad la estimación exagerada procede de fuera y se acrecienta del elogio, la adulación, el halago, la coba más o menos afectada y obsequiosa que lleva a dilatar alguna faceta externa y que de verdad tiene un fondo falso, porque no contempla más que un segmento de la conducta.

En la soberbia y en la vanidad hay una sublevación del amor propio que pide un reconocimiento general. La primera es mas grave, porque a ella se suele añadir la dificultad para descubrir los defectos personales en su justa medida y apreciar las cosas positivas que hay en los demás, al permanecer encerrado en su geografía ampulosa.

Se pueden distinguir dos modalidades clínicas de la soberbia, entre las cuales cabe un espectro intermedio de formas soberbias. Una es la soberbia manifiesta que es notarial y que se la registra a borbotones, con una claridad absoluta, lo cual suele ser poco frecuente. Hay petulancia y presunción. La otra es la soberbia enmascarada, que es la más habitual y que se camufla a “soto voce” por los entresijos de la forma de ser y que es más propia de las personas inteligentes y teniendo un sentido amplio y desparramado que asoma, se esconde, salta y bulle y revolotea por su mundo personal. ¿Cuáles son estos síntomas? Voy a resumirlos esquemáticamente:

1.- Aire de suficiencia que refleja un bastarse a sí mismo y no necesitar de nadie. Engreimiento que esculpe y hace hierático el gesto y lleva al hábito altanero.

2.- La borrachera de sí mismo tiene su génesis de una zona profunda e íntima donde se elabora esa superioridad. Las manifestaciones más relevantes son: susceptibilidad casi enfermiza para cualquier crítica con un cierto fundamento; gran dificultad para pasar desapercibido; tendencia a hablar siempre de sí mismo, si éste no es el tema central de conversación, enseguida decae su interés en la participación y el diálogo con los demás; desprecio olímpico hacia cualquier persona que aflore en su cercanía y de la que se pueda oír alguna alabanza. Esta embriaguez puede disfrazarse de los más variados ropajes.

3.- La soberbia entorpece y debilita cualquier relación amorosa. Cuando alguien tiene un amor desordenado a sí mismo como el descrito, es difícil darse a otra persona y poner los sentimientos y todos sus ingredientes para que esa relación se consolide. Esto hace casi imposible la convivencia, volviéndola insufrible, pues reclama pleitesía, sumisión, acatamiento y hasta servilismo. No podemos olvidar, que para estar bien con alguien, para establecer una relación de convivencia estable y que funcione hace falta estar primero bien con uno mismo.

4.- En la soberbia se hospeda una obsesión exagerada por uno mismo, que ha ido conduciendo a una excesiva evaluación del propio mérito. Y afloran términos como alardear, jactarse, vanagloriarse.

Lo contrario de la soberbia es la humildad. Todo el edificio de la persona equilibrada se basa en una mezcla de humildad y autoestima. La una no está reñida con la otra. Una persona que reconoce sus defectos y lucha por combatirlos y a la vez, tiene confianza y seguridad en sus posibilidades.
Entre la soberbia, el orgullo y la vanidad hay grados, matices, vertientes y cruzamientos recíprocos. Por esos linderos se suele acabar en el narcisismo, patrón de conducta presidido por el complejo de superioridad, la necesidad enfermiza de reconocimiento de sus valías por parte de la gente del entorno y la permanente autocontemplación gustosa.

Lasch, en su libro La cultura del narcisismo, dice que en la cultura americana éste es un emblema de nuestro tiempo. Freud puso de moda este término, recordando a la planta del narciso, que crece a orillas de los estanques y se mira en el espejo que el agua le ofrece. Lipovetsky, en su obra La sociedad perdida, habla del interés desmedido por la propia imagen: por la personalidad, por el cuerpo y sus partes descubiertas (la cara y las manos) y por la necesidad de aprobación de los demás que tienen este tipo de personas. El análisis se complica más de lo que quisiéramos y hay un terreno magnético e imantado entre estas tres estirpes mencionadas.

Sólo el amor puede cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber mirar es saber amar. A lo sencillo se tarda tiempo en llegar.

Enrique Rojas es catedrático de Psiquiatría.

HOMILÍA DE PAPA FRANCISCO PARA HOY VIERNES 7 DE NOVIEMBRE DEL 2014


Francisco en Sta. Marta:
 'Hay cristianos paganos enemigos de la Cruz'
En la homilía de este viernes, el Santo Padre ha invitado a preguntarse si somos ciudadanos del mundo o de los cielos



Ciudad del Vaticano, 07 de noviembre de 2014


El santo padre Francisco ha advertido que también hoy hay cristianos paganos que se comportan como enemigos de la Cruz de Cristo. Lo ha hecho durante la homilía de la misa celebrada en Santa Marta esta mañana. Por eso, el Papa ha señalado que es necesario cuidarse de las tentaciones de la mundanidad que nos llevan a la ruina.


Cristianos que van adelante en la fe y cristianos que se "comportan como enemigos de la Cruz de Cristo". Haciendo referencia a las palabras de san Pablo a los Filipenses, el Pontífice ha hablado de dos grupos de cristianos, presentes hoy de la misma forma que en los primeros tiempos de la Iglesia. "Los dos grupos estaban en la Iglesia, todos juntos, iban a misa los domingos, alababan al Señor, se llamaban cristianos", ha observado. Entonces, ¿cuál era la diferencia? Los del segundo grupo "¡se comportan como enemigos de la Cruz de Cristo! Cristianos enemigos de la Cruz de Cristo". Francisco ha observando que son "cristianos mundanos, cristianos de nombre, con dos o tres cosas de cristianos, pero nada más. ¡Cristianos paganos! El nombre cristiano, pero la vida pagana". Por decirlo de otra manera, ha aclarado, "paganos con dos trazos de pintura de cristianismo, así aparecen como cristianos, pero son paganos".

El Pontífice ha precisado que "¡también hoy hay muchos! También nosotros debemos estar atentos y no resbalar hacia ese camino de cristianos paganos, cristianos en la apariencia. Y la tentación de acostumbrarse a la mediocridad, la mediocridad de los cristianos, de estos cristianos, es precisamente su ruina, porque el corazón se enfría, se hacen tibios. Y a los tibios el Señor les dice una palabra fuerte: 'Porque eres tibio, te vomitaré de mi boca' ¡Es muy fuerte! Son enemigos de la Cruz de Cristo. Toman el nombre, pero no siguen las exigencias de la vida cristiana".

San Pablo habla de la "ciudadanía" de los cristianos tal y como ha señalado hoy Francisco en su homilía. "Nuestra ciudadanía está en los cielos. Esa de ellos es terrena. Son ciudadanos del mundo, no de los cielos", ha señalado. Asimismo, ha advertido: "Ciudadanos del mundo. ¡Y el apellido es mundano! Cuidaos de estos".

El Papa ha invitado a preguntarse "¿pero yo tendré algo de estos? ¿tendré algo de la mundanidad dentro de mí? ¿Algo del paganismo?" Y ha propuesto más preguntas: "¿me gusta presumir? ¿me gusta el dinero? ¿me gusta el orgullo, la soberbia? ¿Dónde tengo mis raíces, es decir, de dónde soy ciudadano? ¿Del cielo o de la tierra? ¿En el mundo o en el espíritu mundano? Nuestra ciudadanía está en los cielos y allí esperamos, como Salvador, al Señor Jesucristo. Francisco ha continuado preguntándose: "¿y la de ellos? ¡Su suerte final será la perdición! Estos cristianos pintados terminarán mal... Pero mirad al final: ¿dónde te lleva esta ciudadanía que tú tienes en tu corazón? Esa mundana a la ruina, la de la Cruz de Cristo al encuentro con Él".

Al respecto, el Pontífice ha aportado algunos signos "en el corazón" que muestran que se está "resbalando hacia la mundanidad". "Si tú amas y si tú estás unido al dinero, a la vanidad y al orgullo vas por ese camino malo". Si, sin embargo, "buscas amar a Dios, servir a los demás, si tú eres manso, si tú eres humilde, si tú eres servidor de los otros, vas por el buen camino. Tu carta de ciudadanía es buena: ¡es del cielo!", ha exclamado. Por eso ha observado, que el otro camino "es una ciudadanía que te llevará al mal". Asimismo, ha recordado que Jesús pedía mucho al Padre que salvara a sus discípulos "del espíritu del mundo, de esta mundanidad, que lleva a la perdición ".

Y al hacer referencia al Evangelio de hoy, la parábola del administrador de bienes que engaña a su señor, el Obispo de Roma ha preguntado: "¿cómo ha llegado este administrador del Evangelio al este punto de engañar, de robar a su señor? ¿Cómo ha llegado, de un día para otro? ¡No! Un día una propina aquí, otro un soborno allá y así poco a poco se llega a la corrupción". El camino de la mundanidad de estos enemigos de la Cruz de Cristo es así -ha explicado-, te lleva a la corrupción. "¿Y como termina este hombre? Robando abiertamente..." ha observado el Papa.

Finalmente, el Papa ha retomado las palabras de Pablo que pide permanecer "firmes en el Señor" sin permitir que el corazón se debilite y "termine en la nada, en la corrupción".

Por eso ha afirmado que es una gracia bella pedir permanecer firmes en el Señor. "Firmes en el Señor y en el ejemplo de Cristo: humildad, pobreza, mansedumbre, servicio a los otros, adoración, oración".  

(07 de noviembre de 2014) © Innovative Media Inc.
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