LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
6 julio
Hay quienes piensan que meditar el Evangelio es poco menos que perder el tiempo.
Otros piensan que su meditación está ya pasada de moda o que ya no se hallan en él las pautas que necesita el hombre moderno.
No caen en la cuenta de que el Evangelio más que un somnífero, es una dinamita, que siempre guarda la potencialidad de su virtud.
Unos hacen depender su fe de la fe de los demás...; por eso se parecen a la caña que mueve el viento, o a la enredadera que sube, apoyada en la pared. Se derrumba la pared y cae la planta.
No hay más que apoyo que pueda sustentar debidamente: Cristo.
P. Alfonso Milagro
No hay comentarios:
Publicar un comentario