Los cinco minutos de María
Agosto 5
La Virgen sintió todos los afectos que vibran en la naturaleza humana; sobre todo sintió el amor en su Corazón.
La Virgen amó a Dios y lo amó con ese amor correspondiente al conocimiento completísimo que tenía de Él; lo amó con ese agradecimiento inmenso que pedían los privilegios y las gracias incomparables que Dios le había concedido.
Tu amor a Dios ha de revestir también esos dos matices: la gratitud por lo que el Señor ha hecho en ti y el conocimiento que de Él has adquirido.
Virgen elegida por Dios entre todas las criaturas, ayúdame a agradecer al Señor el que me haya hecho su hijo.
* P. Alfonso Milagro
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