Nardo del 4 de Junio:
¡Oh Sagrado Corazón, cuan manso y humilde
sos!
Meditación: ¡Ay! de nosotros los hombres, todos
queremos ser SEÑORES, si, con mayúsculas…no queremos ser pequeños, debemos
competir, ser los mejores, hinchar nuestro corazón de orgullo, llenarnos de
vanidad. Ser manso…eso es de débiles, de aquellos que poco saben, que no poseen
imagen. Pero a pesar de eso, sabes Señor, te lo digo al oído, con vergüenza:
"Yo soy cristiano, he sido bautizado…".
¡Oh! mi Dulce Señor, cuanto te he profanado
si estoy lleno de estos pensamientos mundanos. Tú, el Corazón más humilde y el
más sublime, el más manso, el Todopoderoso. Tú nuestro Dios hermoso, mi Dulce
Esposo. Me olvidé de Tu Imagen, por ser yo la imagen de un dios pagano, de
aquel que produce el escarnio de lo que Tú en mi pusiste de santo. ¡Perdóname
Señor!.
Jaculatoria: ¡Enamorándome de Ti, mi Amado
Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón
de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz
que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al
buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre
si. Amén.
Florecilla: Ofrezcamos una jornada de
silencio, comparando la vida de Jesús con la nuestra.
Oración: Diez Padre Nuestros, un Ave María y
un Gloria.
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