viernes, 22 de agosto de 2014

BIOGRAFÍA DE SANTA ROSA DE LIMA - 23 DE AGOSTO - 30 DE AGOSTO


Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant | Fuente: http://www.caminando-con-jesus.org/ 
Rosa de Lima, Santa
La primera mujer declarada santa de todo el continente americano, 30 de agosto
Patrona de Perú, América y las Filipinas



Etimológicamente significa” rosa, jardín florido”. Viene de la lengua latina.

La primera mujer declarada santa de todo el continente americano 

El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable: "Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir. 

Isabel Flores de Oliva, hija de Gaspar de Flores y María de Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de "Rosa" al que ella añadió "de Santa María" En el bautizo le pusieron el nombre de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa. Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre, con el cual es conocida ahora en todo el mundo. 

En los años en que nació Santa Rosa de Lima, la sociedad de su época, propia de un periodo colonial, esta orientada en varios aspectos por el ideal de tener más. Hay allí familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que son tratados como esclavos. La familia de Rosa es de pequeños propietarios. Los padres de Rosa se esfuerzan en darle una seria educación humana además de proporcionarle una sólida formación en la fe. 

Lima tiene una comunidad pionera en la evangelización: el convento de Santo Domingo. Allí los seglares pueden participar en la liturgia, reunirse a meditar la Palabra de Dios y colaborar temporalmente en los puestos misionales o "doctrinas". 

Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al oír a su hermano decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo. 

Rosa en su interior vive un dilema: por un lado siente vocación de religiosa contemplativa y, por otros, percibe la imperiosa llamada a realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el Reino de Dios desde fuera del convento, esto sucedió así: 

Se había propuesto irse de monja agustina. Pero el día en que fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial, si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis y se pudo levantar del suelo fácilmente.

A sus 20 años encuentra el camino: ser pobre por la fraternidad universal ingresando en la Orden de Predicadores, en su movimiento seglar, había sucedido que ella vino a saber que la más famosa terciaria dominica es Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a las reuniones religiosas del templo. 

Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en gran pobreza. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Como dominica seglar da clases a los niños, incluyendo aprendizaje de instrumentos musicales (guitarra, arpa, cítara). En aquel hogar la vida es sencilla, pero lo necesario nunca falta. 

Participa en la Eucaristía en el Convento de Santo Domingo. Al fondo de su casa, en la huerta de sus padres, construye una cabaña, una ermita, con el fin de asimilar más el Evangelio en la oración; allí entra en comunión con Dios, con los hombres y con la naturaleza. Sólo Dios la va retribuyendo y ella se va forjando como mujer de "contemplación en lo secreto". A esto une una serie de mortificaciones. Explica en sus escritos que la mortificación es necesaria para ser saciados por el Espíritu de Dios, para vivir orientados por el Espíritu Santo, para renovar la faz de la tierra a partir de uno mismo. Frente a sus prójimos es una mujer comprensiva: disculpa los errores de los demás, persona las injurias, se empeña en hacer retornar al buen camino a los pecadores, socorre a los enfermos. Se esfuerza en la misericordia y la compasión. 

Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya hecho mayores penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo, su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella, como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús: "quien se humilla será enaltecido".- 

Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos. Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios. 

Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en buscar un lecho más cómodo. 

Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.- 

Rosa de Lima, pasó los tres últimos años de su vida en la casa de Don Gonzalo de Massa, desde 1614 a 1617. Don Gonzalo era un empleado rico del gobierno y su esposa, María de Uzategui, tenía un gran aprecio por Rosa. Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor". 

Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el 24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a estar para siempre junto al amadísimo Salvador a los 31 años. 

Y a esta muchacha de condición económica pobre y sin muchos estudios, le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. La primera cuadra llevaron su ataúd los monseñores de la catedral, como lo hacían cuando moría un arzobispo. La segunda cuadra lo llevaron los senadores (u oidores), como lo hacían cuando moría un virrey. Y la tercera cuadra lo llevaron los religiosos de las Comunidades, para demostrarle su gran veneración. El entierro hubo que postponerlo porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él. Después la sepultaron en una de las paredes del templo 

Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo en Lima. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671. Desde ese año Toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona. 

Así es, como es celebrada como la primera flor de santidad de América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio que tuvo ya desde niña se consagra al Señor con voto de virginidad. Sintió profunda veneración por Santa Catalina de Siena , con quien se advierte una sorprendente afinidad, así fue como por ello decidió en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más plenamente a la perfección evangélica. 

Esta amante de la soledad dedicó gran parte del tiempo a la contemplación deseando también introducir a otros en los arcanos de la "oración secreta", divulgando para ello libros espirituales. Anima a los sacerdotes para que atraigan a todos al amor a la oración. 

Recluida frecuentemente en la pequeña ermita que se hizo en el huerto de sus padres, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los pecadores y de los "indios". Por ellos desea dar su vida y se entrega a duras penitencias, para ganarlos a Cristo. Durante quince años soportará gran aridez espiritual como crisol purificador. También destaca por sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos. 

Rosa arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su Madre, cuyo rosario propaga con infatigable celo, estimando que todo cristiano "debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el corazón".

Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban la intercesión de Rosa, y el sumo pontífice la declaró santa y la proclamó Patrona de América Latina, Rosa de Lima, es la más bella rosa que ha producido nuestro continente. 

ORACIONES A SANTA ROSA DE LIMA










IMÁGENES DE SANTA ROSA DE LIMA






























LA FE DEL PERIODISTA AMERICANO JAME FOLEY, DECAPITADO POR LOS ISLAMISTAS, EN PAZ DESCANSE



La fe de Foley, el periodista americano decapitado por islamistas

EN PAZ DESCANSE.... JAMES FOLEY
Periodista 

Tras su cautiverio en Libia en 2011, el joven relató cómo le ayudó 


James Foley, el periodista americano cuya decapitación exhibieron los yihadistas del Estado Islámico este martes, era un hombre nacido en una familia católica de Boston que sabía rezar, y experimentó en momentos difíciles el bálsamo de la oración

En 2011 fue prisionero de las fuerzas partidarias del gobierno libio. Detenido en Trípoli y liberado tras 45 días de cárcel, escribió una carta para la revista de la universidad católica Marquette de Milwaukee, frecuentada por él.

“Como mi madre”

En ella, Foley relataba: “Mis colegas y yo fuimos capturados y detenidos en un centro militar de Trípoli”. Cada día, explicaba el periodista, “aumentaba la preocupación por el hecho de que nuestras madres se desesperaran”.

Aunque “no sabía a ciencia cierta que mi madre supiera lo que me había pasado”, Foley decía a sus colegas que “su madre tenía mucha fe” y que él mismo “rezaba para que supiese que estaba bien. Rezaba para poder comunicarme con ella”.

El periodista contaba que comenzó a rezar el rosario, porque “era como mi madre y mi abuela rezaban (…). Claire y yo [una colega, ndr], comenzamos a rezar en voz alta. Me sentía consolado al confesar mi debilidad y mi esperanza con ella y conversando con Dios, más que estando en silencio”.

La fuerza de los amigos  

En aquel momento, los periodistas fueron trasladados a otra prisión donde se encontraban los presos políticos, “por los que fui acogido y tratado bien”.

Tras 18 días sucedió un hecho que Foley no se supo explicar: fue liberado de la celda por los guardias y llevado a una oficina “donde un hombre distinto y bien vestido me dijo: ‘Hemos pensado que quizás querías llamar a tu familia’”. 

Dijo una oración y marcó el número. La línea funcionaba y la madre del periodista fue quien respondió: “Mamá, mamá, soy yo, Jim”, dijo el joven. “Estoy en Libia, mamá. Siento esto. Perdóname”.

La mujer, incrédula, respondió al hijo que no lo sintiera y que le dijese cómo estaba: “Le dije que me alimentaba, que tenía la mejor cama y que me trataban como a un huésped”.

Foley añadió: “Recé para que supieses que estaba bien ¿recibiste mis oraciones?”. La mujer respondió: ‘Jimmy, hay muchas personas rezando por ti. Todos tus amigos: Donnie, Michael Joyce, Dan Hanrahan, Suree, Tom Durkin, Sarah Fang, que ha llamado; tu hermano Michael, que te quiere mucho’. Después el guardia me hizo una seña y tuve que despedirme de ella”.

La familia del periodista, que informó del secuestro del joven en Siria el 22 de noviembre de 2012, ha pedido que, por respeto, se evite ver el vídeo en el que aparece la ejecución del joven estadounidense.

"Nunca hemos estado más orgullosos de nuestro hijo Jim -escribió su madre, Diane Foley, en Facebook-. Dio su vida intentando mostrar al mundo el sufrimiento del pueblo sirio. Imploramos a los secuestradores que perdonen la vida del resto de rehenes. Como Jim, son inocentes y no tienen control sobre la política del Gobierno estadounidense en Iraq, Siria ni en ningún lugar del mundo”.





© Marquette Magazine

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 22 DE AGOSTO DEL 2014

Autor: P Clemente González | Fuente: Catholic.net
Amarás a Dios con todo tu corazón
Mateo 22, 34-40. Tiempo Ordinario. Este amor a Dios debe salir de nuestro corazón y convertirse en amor a los hombres.
 
Amarás a Dios con todo tu corazón
Del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? Él le dijo: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser." Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.

Oración introductoria

Jesús, gracias por recordarme que lo más importante es amarte en los demás. El mantener una relación personal contigo en la oración debe ser la prioridad en mi vida. Creo, espero y te quiero, ilumina mi oración para que el amor me transforme.

Petición

Señor, enséñame a ser fiel y amar a los demás con tu caridad divina.

Meditación del Papa Francisco

La exhortación a emprender el camino del amor a Dios, a ponerse en camino para llegar a su Reino, fue la coronación de una reflexión centrada en el Evangelio cuando Jesús responde al escriba que le interroga sobre cuál es el más importante de los mandamientos. [...]
La confesión de Dios se realiza en la vida, en el camino de la vida; no basta decir: yo creo en Dios, el único; sino que requiere preguntarse cómo se vive este mandamiento. En realidad, con frecuencia se sigue viviendo como si Él no fuera el único Dios y como si existieran otras divinidades a nuestra disposición. El peligro de la idolatría, la cual llega a nosotros con el espíritu del mundo.
Pero ¿cómo desenmascarar estos ídolos? Son los que llevan a contrariar el mandamiento "¡Escucha, Israel! El Señor nuestro Dios es el único Señor". Por ello el camino del amor a Dios —amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma— es un camino de amor; es un camino de fidelidad. (Cf. S.S. Francisco, 6 de junio de 2013, homilía en Santa Marta). 

Reflexión:

La religión consiste en amar a Dios. El versículo que cita Jesús (Dt 6, 5) es parte del Shema: el "credo" básico y esencial del judaísmo. Esta frase, con la cual también hoy se da inicio a cada servicio litúrgico hebraico, es el primer texto que todo joven hebreo aprende de memoria. Significa que debemos dar a Dios un amor total, un amor que controla nuestras emociones, que dirige nuestros pensamientos y que mueve cada una de las acciones.

La verdadera religión comienza con el amor y la entrega total de la vida a Dios. Este amor a Dios debe salir de nuestro corazón y convertirse en amor a los hombres. Observemos el orden de los mandamientos: primero debe venir el amor a Dios y después el amor al prójimo. Sólo podemos querer verdaderamente a los hombres si amamos a Dios. Esto sucede porque hemos sido creados a su imagen y semejanza.

También en la sociedad actual el amor a Dios es un factor insustituible. Si eliminamos el amor a Él, con más facilidad se abre el camino a la impaciencia, a la rabia y al odio entre lo hombres. Así, la paz y la convivencia fraternal desaparecen.

Diálogo con Cristo 

Jesús, dame la gracia de amar a los demás con todo mi esfuerzo y buena voluntad. Que mi amor no sea sólo un buen, pero vago, deseo sino que se concretice en buenas obras. Quiero contemplarte, experimentar tu cercanía para que pueda aprender a querer a los demás, especialmente a los más cercanos, como Tú me quieres.

Propósito

Examinar mi conciencia y, honestamente, evaluar la espontaneidad, la profundidad y la extensión de mi caridad hacia los demás, especialmente con aquellos que supuestamente amo más. 

CONSAGRACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
Autor: Santa Margarita María de Alacoque


Me entrego, y al Sagrado Corazón de Nuestro Señor
Jesucristo consagro sin reservas, mi persona, mi vida,
mis obras, mis dolores y sufrimientos. Me comprometo a
no usar parte alguna de mi ser sino es para honrar, amar
y glorificar al Sagrado Corazón. Este es mi propósito
inmutable: ser enteramente suyo y hacer todas las cosas
por su amor. Al mismo tiempo renuncio de todo corazón a
todo aquello que le desagrade.
Sagrado Corazón de Jesús, quiero tenerte como único objeto
de mi amor. Se pues, mi protector en esta vida y garantía
de la vida eterna. Se fortaleza en mi debilidad e inconstancia.
Se propiciación y desagravio por todos los pecados de mi vida.
Corazón lleno de bondad, se para mí el refugio en la hora de
mi muerte y mi intercesor ante Dios Padre. Desvía de mí el
castigo de Su justa ira. Corazón de amor, en Ti pongo toda
mi confianza. De mi maldad todo lo temo. Pero de tu Amor todo
lo espero. Erradica de mí, Señor, todo lo que te disguste o
me pueda apartar de Ti. Que tu amor se imprima tan profundamente
en mi corazón que jamás te olvide yo y que jamás me separe
de Ti.

Señor y Salvador mío, te ruego, por el amor que me tienes,
que mi nombre esté profundamente grabado en tu sagrado Corazón; 
que mi felicidad y mi gloria sean vivir y morir en tu servicio.
Amén.

VISIONES DE LA REALIDAD



Visiones de la realidad

Existen tantas visiones de la realidad como personas que la vivencian. Y esas visiones pueden ser tan diferentes que una misma circunstancia puede ser fabulosa para unos y espantosa para otros.
La realidad de un hombre depende de su ser interior y de su circunstancia. Las cosas van o vienen, de 
acuerdo al punto en donde estemos situados. Esto, de algún modo, significa que una parte de nuestra realidad depende de nosotros. Y es precisamente sobre esa parte donde debemos actuar.

Poco podremos, posiblemente, hacer sobre el entorno y la  circunstancia. Pero sí podemos situarnos en una posición más favorable, haciendo que esos factores confluyan hacia nuestro bienestar.

No dejemos de hacer lo mejor para nosotros y para quienes nos rodean y nos quieren bien.

No aceptemos el destino así, como viene, dejando que mueva nuestra vida a su entero antojo. No. Explotemos al máximo esa porción que depende exclusivamente de nosotros.

Seguramente descubriremos una nueva realidad... Una realidad mejor... Una realidad que se ajusta a nuestra medida... Una realidad hecha, en gran parte, por nosotros, para nosotros...

Reflexión: Graciela Heger A.




PARA LA EDAD DEL OCASO... LA FÓRMULA



Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
Para la edad del ocaso...la fórmula
Disfrutar del momento presente que es toda nuestra realidad y regalar toda la experiencia de nuestra vida.



Difícil la vida de esa etapa para muchas personas. Hay soledad, quizá abandono, indiferencia, incomprensión... pero también nosotros, si hemos llegado a esa edad, nos podemos tornar distintos, exigentes y alhumorados con los que nos rodean y están en otras etapas y corren todo el día empujados por la vorágine del momento, porque así se lo demanda la existencia moderna y consumista. 

Pero hay una fórmula, no mágica por cierto, para vivir mejor la etapa de los "muchos años". 

Así como el amanecer es pujante y luminoso, fresco y prometedor, así el atardecer tiene melancolía en su dulce luz y el ocaso nos brinda momentos de reflexión y nos incita al agridulce sabor de los recuerdos. 

Es así la vida de los seres humanos. Los que tenemos ahora muchos años fuimos un día, amanecer. Ahora hemos llegado al ocaso y de nosotros depende que ese crepúsculo en el que hoy nos encontramos tenga una bella luz de atardecer y un cielo pintado de hermosas tonalidades. Somos nosotros los que necesariamente le podemos dar ese calor y color. 

Salimos al camino de la vida con una alforja nueva, vacía de experiencias pero llena de sueños y proyectos, el alma limpia y transparente, la mirada decidida y animosa puesta en la "cima de la montaña" de la vida. 

Ahora bajando por la ladera del otro lado, que también es un camino nuevo, sabemos que nos ha de conducir hasta el Valle del reposo. 

Una experiencia profunda del vivir nos acompaña... quizá muchos sueños se quedaron hechos jirones en las zarzas del camino, pero, ¡cuánta riqueza atesora, ahora, nuestra vieja alforja!: 
Lleva mucha paciencia, 
infinita tolerancia, 
sabiduría profunda para saber lo que es importante o no vale la pena, 
mansedumbre y paz, 
y tal vez aún, el alma limpia y transparente, si sabemos hacernos semejantes a los niños, 
valor y fuerza porque tuvimos que aprender a vivir con esos dos baluartes mientras escalábamos la "montaña"... y ahora, quizá más que nunca, necesitamos sentir lo que eso vale en nuestras vidas. 

Es esta etapa la hora del remanso y no de la prisa. 

Es la hora de dar y no de guardar. Dar a manos llenas a los que nos rodean, no solo de lo material, si lo tenemos, sino lo que en el alma llevamos ayudándolos a subir, la cada día más difícil cuesta de la vida con alegría, sin cansarlos con quejas sobre nuestros achaques, sin susceptibilidades y enojos. Discretos y llenos de tacto para hablar y oportunos en el callar. 

Disfrutar del momento presente que es toda nuestra realidad y regalar toda la experiencia de nuestra vida resumida en una sola palabra: AMOR. 

Esa es la fórmula para que nuestra etapa del atardecer sea feliz. 

SANTA MARÍA REINA, 22 DE AGOSTO


SANTORAL
Santa María Virgen, Reina
22 DE AGOSTO

"La Virgen Inmaculada ... asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de que  se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores  y vencedor del pecado y de la muerte". 
(Conc. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, n.59).


El pueblo cristiano, movido de un certero instinto sobrenatural, siempre reconoció la regia dignidad de la Madre del "Rey de reyes y Señor de señores". Padre y Doctores, Papas y teólogos se hicieron eco de ese reconocimiento y la misma halla sublime expresión en los esplendores del arte y en la elocuente catequesis de la liturgia.

Al ser Madre de Dios, María vióse adornada por Él con todas las gracias, prescas y títulos más nobles. Fue constituida Reina y Señora de todo lo creado, de los hombres y aún de los ángeles. Es tan Reina poderosa como Madre cariñosa, asociada como se halla en la obra redentora y a la consiguiente mediación y distribución de las gracias. 

Quiere la Iglesia que oigamos la voz de María pregonando agradecida a Dios los singulares privilegios de que la colmó. El Evangelio anuncia el Reino de Cristo, de donde fluye también el reinado universal de María. 

Esta fiesta litúrgica fue instituida por Pío XII, y se celebra ahora en la octava de la Asunción, para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su asunción a los cielos. La piedad del medievo fue la que comenzó en Occidente a saludar con el título de Reina a la Santísima Virgen Madre de Dios, invocándola con las palabras: Salve, Reina caelorum; Reina caeli, laetare. Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Tí llamamos los desterrados hijos de Eva; a Tí suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro múestranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor
Jesuscristo. Amén.

Himno
Reina y Madre, Virgen pura,
que sol y cielo pisáis,
a vos sola no alcanzó
la triste herencia de Adán.

¿Cómo en vos, Reina de todos,
si llena de gracia estáis,
pudo caber igual parte
de la culpa original?

De toda mancha estáis libre:
¿y quién pudo imaginar
que vino a faltar la gracia
en donde la gracia está?
Si los hijos de sus padres
Toman el fuero en que están,
¿cómo pudo ser cautiva
quien dio a luz la libertad? Amén.



ORACIÓN

Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos.

Reina dignísima del mundo, María Virgen perpetua, intercede por nuestra paz y salud, tú que engendraste a Cristo Señor, Salvador de todos.

Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.

SANTA MARÍA REINA DE TODO LO CREADO - 22 DE AGOSTO


Autor: Tere Fernandez del Castillo | Fuente: Catholic.net
María Reina, Santa
Reina de todo lo creado
El 22 de agosto celebramos a la Santísima Virgen María como Reina. María es Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo.


Un poco de historia

La fiesta de hoy fue instituida por el Papa Pío XII, en 1955 para venerar a María como Reina igual que se hace con su Hijo, Cristo Rey, al final del año litúrgico. A Ella le corresponde no sólo por naturaleza sino por mérito el título de Reina Madre.

María ha sido elevada sobre la gloria de todos los santos y coronada de estrellas por su divino Hijo. Está sentada junto a Él y es Reina y Señora del universo.

María fue elegida para ser Madre de Dios y ella, sin dudar un momento, aceptó con alegría. Por esta razón, alcanza tales alturas de gloria. Nadie se le puede comparar ni en virtud ni en méritos. A Ella le pertenece la corona del Cielo y de la Tierra.

María está sentada en el Cielo, coronada por toda la eternidad, en un trono junto a su Hijo. Tiene, entre todos los santos, el mayor poder de intercesión ante su Hijo por ser la que más cerca está de Él.

La Iglesia la proclama Señora y Reina de los ángeles y de los santos, de los patriarcas y de los profetas, de los apóstoles y de los mártires, de los confesores y de las vírgenes. Es Reina del Cielo y de la Tierra, gloriosa y digna Reina del Universo, a quien podemos invocar día y noche, no sólo con el dulce nombre de Madre, sino también con el de Reina, como la saludan en el cielo con alegría y amor los ángeles y todos los santos.

La realeza de María no es un dogma de fe, pero es una verdad del cristianismo. Esta fiesta se celebra, no para introducir novedad alguna, sino para que brille a los ojos del mundo una verdad capaz de traer remedio a sus males.

jueves, 21 de agosto de 2014

IMÁGENES DE SANTA MARÍA REINA - 22 DE AGOSTO

























ORACIÓN DEL CATEQUISTA

Oración del catequista

Señor haz que yo sea tu testigo, para comunicar tu enseñanza y amor.
Concédeme poder cumplir la misión de catequista 
con humildad y profunda confianza.
Que mi catequesis sea un servicio a los demás, 
una entrega gozosa y viva de tu evangelio.
Recuérdame continuamente que la fe que deseo irradiar 
la he recibido de ti para los que me confías.
Hazme verdadero educador de la fe atento a la voz de tu Palabra,
amigo sincero de los demás, especialmente de mis hermanos catequistas.
Que sea el Espíritu Santo quien conduzca mi vida 
para que no deje de buscarte y quererte,
para que no me venza la pereza y el egoísmo, para combatir la tristeza.
Señor: unido a ti y a la Iglesia y a tu Madre María,
sepa yo guardar, como ella, tu Palabra y ponerla al servicio del mundo.
Amén.


San Juan Pablo II

Y DIOS CREÓ A LOS CATEQUISTAS


Y Dios creó a los catequistas…

Cuando Dios creó el mundo, un día antes de darlo por terminado, Dios encomendó a sus ángeles la tarea de recorrer de nuevo el mundo y ver si faltaba algo por hacer. Un ángel llamado Juan, le contestó: “Señor, mil veces nos has enviado a ver si faltaba algo, ya te hemos dicho que todo quedó muy bien” Y Dios se fue a dormir.

A la mañana siguiente, Dios madrugó más de lo normal, y aún en pijama se asomó a la ventana y vio que el hombre estaba talando bosques, matando focas, robando a sus empleados, e inventando armas para pelear por el petróleo, antes aún de descubrirlo. Dios mandó a sus ángeles bajar a la tierra a indagar que había hecho mal y corregirlo.

Muchos días después, los ángeles subieron a Su presencia.

“Señor, te tenemos que dar una mal noticia. Toda tu obra ha quedado perfecta salvo una cosa: el corazón del hombre se rasga con cada palabra que pronuncian otros hombres, y en cada grieta se cuelan unos sentimientos extraños que Tú no creaste y que el hombre mismo les ha puesto nombre: odio, celos, rencores, ambición...”

“Nosotros hemos cerrado sus heridas con Tus palabras y con Tus sentimientos, pero no basta con cerrarlas una vez; se vuelven a abrir continuamente, el corazón del hombre te ha quedado algo olvidadizo y frágil. Habría que estar todo el día a su lado”

Un ángel propuso: “Sólo cabe una solución, has de destruirlo y volverlo a crear de nuevo, mejorando su corazón; el de los elefantes te quedó muy bien, podrías copiárselo”

Dios contestó: “No sería mala idea si no fuera que les he tomado ya tanto cariño, y hasta tengo escogido de entre ellos algunos para grandes misiones. Creo que es mejor solución la que dijiste antes: que haya ángeles en medio de ellos, constantemente cerca, para cerrar sus heridas y sanarles el corazón y para hablarles de mí y de nuestro proyecto común, a todas horas, en toda ocasión, a tiempo y a destiempo. Id todos…” 

Y así fue como Dios creo a los catequistas… 
Natalio Saludes OFM

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 21 DE AGOSTO DEL 2014

Autor: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net
Parábola del banquete nupcial
Mateo 22, 1-14. Tiempo Ordinario. Todos estamos invitados a participar del gran banquete que celebrará en el cielo.
 
Parábola del banquete nupcial
Del santo Evangelio según san Mateo 22, 1-14

Tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: "Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda." Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: "La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda." Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales. «Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?" El se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes." Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos».

Oración introductoria

Dios mío, me invitas, me llamas incansablemente a tener un encuentro misterioso en el amor. Tu iniciativa me conmueve. Ayúdame a elevar mi corazón hacia Ti para saber corresponder a tanto amor, participando dignamente en este banquete de la oración.

Petición

Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

Meditación del Papa Francisco

La actitud que el cristiano debe tener se encuentra en la parábola de las bodas del hijo del rey. A nosotros nos viene la idea: "pero, padre, ¿cómo es posible? Se han encontrado en los cruces de las calles y se les pide que vayan con vestido de fiesta. Esto no funciona...’" ¿Qué significa esto? ¡Es muy simple! Dios solamente nos pide una cosa para entrar en esta fiesta: la totalidad. El esposo es el más importante, ¡el esposo llena todo!
Jesús es la cabeza del Cuerpo de la Iglesia; Él es principio. Y Dios le ha dado a Él la plenitud, la totalidad, porque en Él se reconcilian todas las cosas.
Si la primera actitud es la fiesta, la segunda es reconocerle a Él como el Único. No se pueden servir a dos patrones: o se sirve a Dios o se sirve al mundo. (Cf. S.S. Francisco, 6 de septiembre de 2013, homilía en Santa Marta)

Reflexión

Podría sonar demasiado extraño este evangelio porque, ¿cómo es posible que alguien rechace la invitación a una boda donde habrá vino, música y buen ambiente? Al menos hoy día son pocos los que rechazarían esta oferta tan especial. Pero es claro que esta parábola Cristo nos la dibujó así para que comprendiésemos que todos estamos invitados a participar del gran banquete que celebrará en el cielo.

Sólo nos hace falta cumplir un requisito que el evangelio lo pone como algo externo pero que en realidad en las bodas se le da demasiada importancia y es el vestido. Es necesario e indispensable entrar con el ajuar apropiado al gran banquete que Cristo nos invitará, este ajuar es la vida de gracia. Por eso expulsaron de la boda al hombre que no llevaba el traje apropiado, porque no estaba en vida de gracia. Y la gracia, como la llama santo Tomás de Aquino, es "nitior animae" es decir, esplendor del alma, presencia de Dios en nuestra alma.

Es claro que Jesús no puede habitar en un lugar en donde no tiene amigos, y tampoco nosotros nos deberíamos atrever a presentarnos a la boda que Él organiza cuando no le tenemos por amigo. Esto es la vida de gracia, conservar su amistad y por tanto rechazar enérgicamente todo lo que pudiese ofenderle: revistas indecentes, películas deshonestas, compañías perjudiciales, ofensas a nuestros padres o hermanos, críticas etc.

Es difícil conservar esta amistad con Cristo, pero si realmente lo tenemos por amigo no nos atreveremos a ofenderle, sino que al contrario nos esforzaremos por ser cada día mejores amigos de Él.

Propósito

Ser sincero con todos y en todo, fortaleciendo esta actitud en el sacramento de la reconciliación.

Diálogo con Cristo 

Jesús, el vestido de bodas que necesito es el del amor. Cuántas veces doy más importancia a mi propia satisfacción en vez de centrar mi atención y esfuerzo en alcanzar la verdadera comunión contigo. Con la intercesión de María, ayúdame a valorar tu invitación a la santidad, optando siempre por la virtud en vez del pecado, amando desinteresadamente en vez de buscar mi propia conveniencia, siendo humilde en vez de orgulloso 

FELIZ DÍA DEL CATEQUISTA: JUEVES 21 DE AGOSTO DEL 2014



DÍA DEL CATEQUISTA
21 DE AGOSTO 

21 de agosto, celebramos a San Pío X, patrono de los Catequistas... Desde ya feliz día a todos los catequistas, en esa misión tan grande y hermosa que Jesús les encomendó. María, la Primera Catequista, interceda por todos ustedes. Bendición.

Monseñor Dante Bernacki

A LA VIRGEN MARÍA



A LA VIRGEN MARÍA

Una noche oscura rompe la ilusión
de encontrar a Dios entre la claridad.
Ilumina, Madre, nuestro corazón,
que busca la verdad.

Si a mi lado vienes, nada temeré,
si tu luz alumbra nuestra oscuridad,
marcharemos juntos hasta conseguir
llegar a la verdad.

Acompaña, Madre, nuestra soledad
en este caminar,
pues contigo siempre yo podré marchar,
buscando la verdad.

EL ALTAR, PUERTO DE LLEGADA Y DE PARTIDA



Autor: P. Carlos M. Buela | Fuente: Catholic.net
El altar, puerto de llegada y de partida
Es el lugar donde está el Cuerpo y la Sangre, es navío donde se transportan nuestras intenciones al corazón de Dios.



Hay una criatura que me ha sorbido el seso. 
Es una criatura irracional. 
Más aún, es una criatura inanimada. 

Sin embargo, desde hace muchos años todos los días la beso dos veces. Una, cuando me acerco a ella; otra cuando me alejo y despido. Y lo hago porque así lo manda la Santa Madre Iglesia. A veces, incluso, la incienso. Esa criatura ¡…es el altar…! 

Es el centro del templo. El templo es un pequeño cielo en la tierra, pero lo que en el templo hay de más celestial y divino, es el altar. 

Es el polo más importante de la acción litúrgica por excelencia, la Eucaristía. 

El altar es, una cosa excelsa, elevada, no sólo por el lugar elevado que ocupa, sino por las funciones que sobre él se celebran. 

Es lecho donde reposa el Cuerpo entregado y la Sangre derramada. 

Es atalaya desde donde se divisan los horizontes del mundo, ya que «cuando yo sea levantado de la tierra – dijo Cristo – atraeré a todos hacia mí» (Jn 12, 32). 

Es navío por donde se transportan nuestras intenciones al corazón de Dios. 

Es faro que ilumina todas las realidades existentes, sin excluir ninguna, en especial las humanas, porque «el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado». 

Es pupitre porque en él la Santa Trinidad escribe en nuestras almas las más sublimes palabras de vida eterna. 

Es oasis en el que los cansados del camino renuevan las fuerzas: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11, 28). 

Es base de lanzamiento de donde pasa la Víctima divina junto con nuestros sacrificios espirituales al altar del cielo. 

Es ágora, punto de encuentro y de contacto de todos los hombres y mujeres que fueron, que son y que serán. 

Es puerto de llegada y de partida. 

Es mástil y torreta de navío desde donde debe mirarse el camino a recorrer para no errar el rumbo. 

Es «fuente de la unidad de la Iglesia y de concordia entre hermanos». 

Es cabina de comando desde donde deben tomarse las correctas decisiones para hacer siempre la Voluntad de Dios. 

Es clarín que convoca a los que se violentan a sí mismos: «El Reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo conquistan» (Mt 11, 12). 

Es bandera desplegada porque abiertamente nos manifiesta todo lo que Dios nos ama y, con toda libertad, nos enseña cómo ser auténticamente libres. 

Es ejército en orden de batalla, donde claudican las huestes enemigas. 

Es regazo materno, seguro cobijo para el desamparado. 

Es encrucijada de todas las lenguas, razas, pueblos, culturas, tiempos y geografías, y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad de toda creencia, porque «por todos murió Cristo» (2 Cor 5, 15). 

Es antorcha porque la cruz «mantiene viva la espera … de la resurrección». 

Es trampolín que nos lanza a la vida eterna. 

Es hogar, horno, brasero, donde obra el Espíritu, «el fuego del altar» (Ap 8, 5). 

Es mesa donde se sirve el banquete de los hijos de Dios, por eso se le pone encima mantel. Sobre él, se reitera el milagro de la Última Cena en el Cenáculo de Jerusalén. Se realiza la transubstanciación. 

Es «símbolo de Cristo», que fue el sacerdote, la víctima y el altar de su propio sacrificio, como decían San Epifanio y San Cirilo de Alejandría. 

Es el Altar vivo del Templo celestial. «El altar de la Santa Iglesia es el mismo Cristo». Es el propiciatorio del mundo. «El misterio del altar llega a su plenitud en Cristo». María está junto a Él. 

Es imagen del Cuerpo místico, ya que «Cristo, Cabeza y Maestro, es altar verdadero, también sus miembros y discípulos son altares espirituales, en los que se ofrece a Dios el sacrificio de una vida santa». San Policarpo amonesta a las viudas porque «son el altar de Dios». «¿Qué es el altar de Dios, sino el espíritu de los que viven bien?… Con razón, entonces, el corazón (de los justos) es llamado altar de Dios», enseña San Gregorio Magno. 

Es ara. Sobre todo, es ara. Sobre él se perpetúa, a través de los siglos y hasta el fin del mundo, de manera incruenta, el Único sacrificio de la cruz. 

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