LA PAZ
La paz. Que palabra tan importante. La paz es lo que todos buscan y no lo saben. La paz interior, el tesoro mas grande que podemos tener, no viene en cápsulas. El estrés, que es la ausencia de paz interna, puede causar tensión alta, bocio, migrañas, artritis, enfermedades del corazón, ulceras gastrointestinales, y todo tipo de enfermedades mentales. La paz con Dios puede curar estas enfermedades.
Los médicos pueden prescribir fármacos pero no pueden hacer mucho sobre la causa que genera las enfermedades, especialmente si no se trata el espíritu que es el componente más importante.
Paz. Que palabra tan importante. Hablamos de la paz interior, no la ausencia de guerra. Aunque esto es también una guerra, en el corazón.
La Biblia tiene mucho que decir sobre la paz. Nosotros tenemos mucho que aprender sobre esta palabra.
Donde hay estrés no hay paz. La falta de paz interior es la causa # 1 de casi todos nuestros problemas de salud. Esto parece una exageración pero si se analiza detenidamente a la luz de la palabra de Dios, vemos que el conseguir tener paz duradera es el beneficio más grande que podemos alcanzar en esta vida. Ninguna otra cosa se puede comparar con ella.
Pero la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento no es tan fácil conseguirla.
Filipenses 4:6-7 dice:
“Por nada estéis afanosos (ansiosos, preocupados) sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios, con toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la PAZ DE DIOS, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús, Señor nuestro.”
Necesitamos más que una píldora para los problemas de estrés en los que se encuentra el hombre que ha perdido todos sus ahorros en la crisis económica, para la mujer que ha sido abandonada por su marido, y para el hombre que maquina por la noche en su cama como va a vengarse del que es responsable de sus problemas.
Dios prometió al pueblo judío que si andaban en obediencia a sus estatutos los protegería de toda enfermedad, cosa que la medicina moderna no puede prometer con todas sus medidas preventivas.
“Y Moisés clamó a Yahve, y Yahve le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Yahve tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, NINGUNA ENFERMEDAD DE LAS QUE ENVIÉ A LOS EGIPCIOS TE ENVIARÉ A TI; porque yo soy Yahve tu sanador.
Hoy día tenemos no una epidemia, sino una pandemia de problemas psiquiátricos causados por vivir una vida ignorando las leyes de Dios. El fruto y beneficio más grande que resulta de tener una relación con Dios por medio de la fe en su Hijo Jesucristo, es la paz.
El problema principal que tienen los que sufren de depresión, de ansiedad, de tensión, de temores infundados, etc. es la falta de paz. El hombre no se da cuenta de que la conciencia pesa mucho. Está inconsciente del papel que esta juega en todos estos problemas físicos. Pero el subconsciente es muy real.
La Biblia dice:
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
Pero hay buenas noticias. Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a traernos la paz.
En Juan 14 leemos:
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay. Voy a preparar lugar para vosotros y volveré y os llevaré allí”.
”La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”.
Juan 14:6
“Yo soy en camino…”
”El que a mí viene, no le echo fuera. Venid a mi para que tengáis vida en abundancia”.
Palabras de Jesucristo. Palabras de vida. Jesucristo es el camino a la paz duradera.