viernes, 13 de enero de 2012

CON JESÚS..


                            

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La debilidad es fuerza.
La pobreza es riqueza.
La estrechez es holgura.
El dolor es remedio.
El sufrimiento es alivio.
El silencio es testimonio.
La derrota es victoria.
La humillación es superación.
La persecución es gloria.
La guerra externa es paz interior.
El hambre es alimento.
La sed es bienestar.
El trabajo es descanso.
Las tinieblas son luz.
El castigo es recompensa.
El infierno es cielo.
La muerte es vida.


Dijo la Madre Teresa:
Voy a pasar por la vida una sola vez,
cualquier cosa buena que yo pueda hacer
o alguna amabilidad que pueda hacer a algún humano,
debo hacerlo ahora, porque no pasaré de nuevo por ahí...
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jueves, 12 de enero de 2012

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


DESDE LA EUCARISTÍA, JESÚS NOS BENDICE!!

DESDE LA EUCARISTÍA, JESÚS NOS BENDICE!!

Jesucristo, antes de irse al Cielo, bendice a los hombres que estaban con Él. Y sigue bendiciéndonos cuando Él, presente en la Hostia, dejándose llevar en las manos del sacerdote, nos hace la señal de la cruz.

¿Qué quiere decir que Jesús me bendice- Bendecir: decir bien; y lo que Dios dice se hace. Cuando bendice, dice y hace el bien, da su fuerza, su paz, su gracia, su eficacia a aquello que bendice. Es como si Jesucristo dijese: eso que bendigo lo apoyo, daré la fuerza que necesite, digo bien de eso, cuenta con mi gracia.

Antes y después de lo que es propiamente la bendición aprovechamos para adorarle, para darle -hablando humanamente- un gustazo; procuramos que esté a gusto, que disfrute con nosotros.

ALMA DE CRISTO..


EL AMOR DE DIOS..

El Amor de Dios


Usa la imaginación que Dios te ha dado e imagínate como un bebe pequeño en los brazos de su padre y piensa que ese padre es Dios. Te quiere porque has nacido en su familia, eres parte suya.  Tienes su sangre, la de Jesús. El ha dado su vida, la vida eterna. La tienes dentro de ti, El quería otro hijo en la familia, por eso te engendró.

Ahora, tú eres ese bebé en los brazos de tu Padre Dios y está durmiendo. Para qué le sirves?

            - Para que te mire. A Dios le gusta mirarte.
            - Para que te sienta. A Dios le gusta sentirte en sus brazos.
            - Para que te ame. Dios es amor y le gusta amar.
            - Para que te tenga. Dios es un Padrazo y le gusta tener hijos en su familia

            Qué tienes que hacer para que Dios te mire ? Nada
            Qué tienes que hacer para que Dios te sienta ? Nada
            Qué tienes que hacer para que Dios te tenga ? Nada
            Qué tienes que hacer para que Dios te... ? Nada
            Qué tienes que hacer para que Dios te ame ? 
N... A... D... A...

Dios te ama porque eres suyo. Si eres bueno o malo, todavía te ama. El padre amaba al hijo pródigo (y era malo) porque era su hijo. Dios te ama porque quiere amarte y no hay nada que puedas hacer para que te deje amar o puedas ganar su amor. Es su naturaleza amar.

SEÑOR, HOY HE TIRADO UN CALENDARIO 2011 A L A BASURA...

Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net
Señor, hoy he tirado un calendario 2011 a la basura...
¿Tiré también a la basura todas esas horas, todos esos días, todas esas semanas, todos esos meses, todo ese año?...
 
Señor, hoy he tirado un  calendario 2011 a la basura...
La Capilla se ha ido quedando poco a poco desierta.

Se terminó la Misa y las personas, pocas, pues es una tarde muy fría y desapacible se han retirado. Todo está en silencio... las luces también, ya no todas están encendidas y hay una penumbra dulce y un poco triste que me acompaña y me arropa el alma para poder meditar mejor ante ti, Señor.

La parpadeante lucecita roja que acompaña la figura del pequeño Sagrario parece que da calor a mi corazón que viene a buscar refugio en el tuyo para pedirte fuerzas para seguir caminando por este nuevo año, con sus meses, sus días y sus horas... Páginas en blanco que yo he de escribir con mi libre albedrío, con mis equivocaciones, con mis terquedades, con mis intolerancias... o quizá si te pido ayuda.... Tu me vas a guiar para ser más prudente, para saber aceptar, para saber perdonar.... para olvidarme un poco de mi y estar más pendiente de los que me rodean y procurar siempre hacerlos más felices.

¡Qué callado estás, Señor!. Dime, ¿estás triste?. Tal vez si.... ¿O me lo parece porque yo lo estoy? No sé, Jesús, pero lo que sí sé, es que me estabas esperando porque te quedaste para eso, para consolar al triste, para iluminar al que no sabe ni lo que quiere ni lo que busca,.... para dar fuerza a los que nos debatimos en la debilidad de esa lucha para seguir adelante.... para prestarnos tu hombro y que en él reclinemos la cabeza y tal vez lloremos con ese llanto suave y reparador cuando hay dolor en el alma...

Me gusta, Jesús, sentirte como el mejor de los amigos y contarte mis cosas.... esas cosas de todos los días. Las cosas simples pero que siempre tienen un gran significado. Y hoy... te lo voy a contar..... aunque tu ya lo sepas:

"Hoy he tirado un pequeño calendario del año 2011 a la basura.... He sentido algo extraño. Un pensamiento doloroso y oscuro ha cruzado por mi mente, ¿tiré también a la basura todas esas horas, todos esos días, todas esas semanas, todos esos meses, todo ese año?...

Tuvo, como otros, días buenos, días malos, noches buenas, noches tristes, muy tristes, alegrías, temores, certezas, miedos, ilusiones, proyectos, anhelos , realidades, triunfos y derrotas.

Pero... SI NO AMÉ MÁS,... PUEDE QUE SI, EFECTIVAMENTE LO TIRÉ A LA BASURA."

Pongo en tus manos Señor el año que pasó en tu misericordia, y el año que empieza, en tu providencia...



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Ma. Esther de Ariño

    miércoles, 11 de enero de 2012

    JESÚS SANA


    ABRIRSE AL ESPÍRITU

    Abrierse al Espíritu
    Autor:  Padre Eusebio Gómez Navarro OCD 


    Un niño de color negro contemplaba extasiado al vendedor de globos en la feria. El hombre, en un determinado momento, soltó varios globos: rojo, azul, amarillo, blanco. Todos ellos remontaron el vuelo hacia el cielo hasta que desaparecieron. El niño negro, sin embargo, no dejaba de mirar un globo negro que el vendedor no soltaba en ningún momento. Finalmente, le preguntó: “Señor, si soltara usted el globo negro, ¿subiría tan alto como los demás?”.

    El vendedor sonrió comprensivamente al niño, soltó el cordel con que tenía sujeto el globo negro y, mientras éste se elevaba hacia lo alto, dijo: “No es el color lo que hace subir, hijo. Es lo que hay dentro”.
    El Espíritu está dentro de nosotros y nos hace volar. Nuestra oración está guiada por el Espíritu. No recibisteis un espíritu de esclavos…; antes bien, un Espíritu de hijos adoptivos que os hace gritar: ¡Abbá! ¡Padre! (Rm 8, 15). (Gal 6, 4). “…El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza, pues nosotros no sabemos orar como es debido, y es el mismo Espíritu el que intercede por nosotros con gemidos inefables. Por su parte, Dios, que examina los corazones, conoce el sentir de ese Espíritu, que intercede por los creyentes según su voluntad” (Rm 8, 26-27). No sabemos orar como es debido. Si el Espíritu no ora en nosotros, nuestra oración no llega al cielo. Es el Espíritu el que nos anima a permanecer, a seguir pidiendo y esperando, a superar las dificultades.

    Al dejar este mundo Jesús pidió al Padre el Espíritu Paráclito, para que estuviese con nosotros siempre. Él fue el Consolador de los apóstoles y de la Iglesia. Él sigue siendo el Animador de la evangelización, y el que venda y consuela los corazones desgarrados. Cristo fue ungido por el Espíritu y entrega este mismo Espíritu a los apóstoles. Él “os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14,26). El Espíritu ayuda a comprender. Su enseñanza no es fría, sino que compromete con la vida haciendo nuevos testigos. Todos aquellos que reciben el Espíritu Santo obtienen fuerza para ser testigos por toda la tierra.

    Con la llegada del Espíritu los apóstoles se sintieron llenos de fortaleza. Así comenzó la era de la Iglesia. Ahora el Espíritu de Dios con admirable providencia guía el curso de los tiempos y renueva la faz de la tierra.

    “Si Jesucristo no constituye su riqueza, la Iglesia es miserable. Si el Espíritu de Jesucristo no florece en ella, la Iglesia es estéril. Su edificio amenaza ruina si no es Jesucristo su arquitecto y si el Espíritu Santo no es el cimiento de piedras vivas con el que está construida. No tiene belleza alguna si no refleja la belleza sin par del rostro de Jesucristo y si no es el árbol cuya raíz es la Pasión de Jesucristo. La ciencia de que se ufana es falsa, y falsa también la sabiduría que la adorna, si ambas no se resumen en Jesucristo. Toda su doctrina es una mentira si no anuncia la verdad que es Jesucristo. Toda su gloria es vana si no la funda en la humildad de Jesucristo. Su mismo nombre resulta extraño si no evoca en nosotros el único Nombre. La Iglesia no significa nada para nosotros si no es el sacramento de Jesucristo” (H. De Lubac).

    “Sin el Espíritu Santo Dios permanece lejos. Cristo queda en el pasado. El Evangelio es letra muerta. La Iglesia, en una simple organización. La autoridad, en una dominación. La misión en propaganda. El culto, en una evocación. Y el actuar cristiano, en una moral de esclavos. Pero en ÉL... Jesucristo, el Señor Resucitado se hace presente, el Evangelio es potencia de vida, la Iglesia significa la comunión trinitaria... (Ignatios Hazim).

    “La oración –dice san Agustín– es la respiración del alma. Igual que necesitamos respirar para vivir, necesita el cristiano la oración para no morir”. “Son las almas que no tienen oración como un cuerpo con perlesía o tullido, que aunque tiene pies y manos no los puede mandar” (Santa Teresa de Jesús, 1M 1, 6).

    La salud del ser humano es el amor; es éste lo que da vida y mantiene vivas a las personas. Un corazón capaz de amar, es aquel que tiene en cuenta al otro, “nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. La verdadera oración llevará no a guardar la vida, sino a la generosidad y la entrega y disposición de perder esta misma” (Jn 15, 13).

    LA SANTIDAD - JUAN PABLO II

    La Santidad..

     "Hoy más que nunca la Iglesia necesita sacerdotes santos cuyo ejemplo diario de conversión inspire en los demás el deseo de buscar la santidad a la que está llamado todo el pueblo de Dios".

    "La santidad de los nuevos beatos nos estimula a que nosotros busquemos también la perfección evangélica, poniendo en práctica todas las palabras de Jesús".

    "La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte".

    Juan Pablo II 

    PUEDES SER FELIZ...


     
     Puedes ser feliz
    Autor: Max Ehman

    Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que paz puede haber en el silencio.

    Vive en buenos términos con todas las personas, todo lo que puedas sin rendirte.

    Di tu verdad tranquila y claramente; escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen su historia.

    Evita las personas ruidosas y agresivas, sin fijaciones al espíritu.

    Si te comparas con otros puedes volverte vanidoso y amargo, porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.

    Disfruta de tus logros así como de tus planes.

    Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde; es una verdadera posición en las cambiantes fortunas del tiempo.

    Usa la precaución en tus negocios; porque el mundo está lleno de trampas. Pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir; lucha por los altos ideales; y en toda parte la vida está llena de heroísmo.

    Sé tú mismo. Especialmente no finjas afectos.

    Tampoco sea cínico respecto al amor; porque frente a toda aridez y desencanto, el amor es perenne como la hierba.

    Acoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de la juventud.

    Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina.

    Pero no te angusties con fantasías.
    Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.

    Juntos con una sana disciplina, sé amable contigo mismo.

    Tú eres una criatura del universo, no menos de los árboles y las estrellas: tú tienes derecho de estar aquí.

    Y te resulte evidente o no, sin duda el universo se desenvuelve como debe.

    Por lo tanto, mantente en la paz de Dios; de cualquier modo que lo concibas y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén en la ruidosa confusión, paz con tu alma.

    Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos, este sigue siendo un mundo hermoso.

     


    ¡Sacúdete y sal del pozo, pero..!

    Autor: P. Dennis Doren L.C. | Fuente: Catholic.net
    ¡Sacúdete y sal del pozo, pero...!
    Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba; es una oportunidad para crecer, para vencer barreras y servirme de ellas.
     
    ¡Sacúdete y sal del pozo, pero...!
    Sacar provecho de las situaciones es de sabios y sensatos. Los golpes de la vida y las relaciones con los demás van marcando secuelas importantes en la vida; incluso, en ocasiones, llegan a ser hasta determinantes. Quisiéramos vencerlas, superarlas y hacer de ellas efectos positivos, y no esa carga tan pesada que muchas veces arrastramos. Cuántas veces hemos escuchado la frase: "¡ay, cómo me tiran tierra!", "¡vaya, cómo me llueve!". Lamentablemente vivimos en un mundo de competencias, envidias y mientras más subimos más nos tiran. Dicen que los burros, sólo sirven para llevar carga, y como su nombre lo dice, son bien burros; pero hoy encontramos la historia de un burro diferente de los demás, este burro no es como cualquier burro, con orejas de burro y rabo de burro, éste sí supo cambiar el concepto que yo tenía de ellos.

    Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, rebuznaba y rebuznaba mientras el campesino trataba de sacarlo sin éxito; finalmente, el campesino decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas, y que realmente no valía la pena sacar al burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarlo. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente, y se decía a sí mismo, esto me pasó por ser burro. Luego, para sorpresa de todos, se tranquilizó.

    Después de unas cuantas paladas de tierra, el campesino finalmente miró al fondo del pozo y le sorprendió lo que vio... Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble... Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba...; mientras tanto, los vecinos seguían echando tierra encima del pobre animal, él se sacudía y daba un paso hacia arriba.

    Pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando... así, este gran animal le dio una buena lección a todos.

    La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra y tal vez tú mismo le tirarás tierra, no a la vida, pero sí a las personas. ¿En dónde me ubicaría yo?, ¿con quién me identificaría?, ¿con las personas que tiran tierra?, ¿con el burro que se abate y se deja vencer?, o ¿con el burro que aprovecha esa oportunidad y sale galopando como un percherón de fina estampa?

    El truco y la dignidad de la persona están en respetar a los demás con sus cualidades y sus defectos, en sacudirse, salirse del pozo, dar un paso hacia arriba y ayudar a los demás a superarse, pero no a tirar tierra. Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba; es una oportunidad para crecer, para vencer barreras y servirme de ellas, y ser un alma buena y caritativa.

    Recordar las seis reglas para ser feliz:

    1. Liberar el corazón del odio.
    2. Liberar la mente de preocupaciones.
    3. Vivir sencillamente.
    4. Dar más.
    5. Esperar menos.
    6. Tener esperanza y demostrar a los demás que somos sabios y sensatos.

    Disfruta la vida... ¡Sacúdete!



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Dennis Doren LC

    martes, 10 de enero de 2012

    ENFRENTATE A LA VIDA

    ENFRENTATE A LA VIDA

    Esta vez, no te hablaré de lo que es la vida. Compartiré los momentos que te hacen firme ante ella.

    Si estás cansado de llevar siempre la misma rutina, ¡¡FIJA TUS METAS!!!
    Traza las líneas del horizonte que te gustaría alcanzar y lucha por llegar a Ellas.

    Sé que será difícil; pues hay obstáculos que te hacen caer, mas te puedes levantar y seguir adelante.
    Encontrarás tropiezos que te harán más fuerte para enfrentarte a ella con valor.

    Podrás ver al sol frente a frente y sin temor a la oscuridad de la noche, que a veces te resulta fría y aterradora.

    Si deseas ser una de tantas personas que van por la vida, cual hoja al viento, no hagas nada, tan solo déjate llevar. Más aún si el viento deja de soplar, en cualquier momento caerás.

    ¡¡LUCHA, SÉ VALIENTE!!. La vida está en tus manos. ¡¡ERES JOVEN!!, tienes todo el potencial para realizar tus sueños anhelados.

    Por último quiero decirte que todo esto nunca tendrá razón si no llevas a tu lado a aquel que Te dio la vida. A tu creador.

    Gamaliel Díaz Cervantes

    DIOS NOS BUSCA...

    Dios nos busca
    Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


    Dice Juan Pablo no que Dios nos busca. Que Dios nos busca en Jesucristo para hacemos abandonar los caminos del mal. Lo cierto es que buscándonos hasta pareciera que el mismo Dios se pierde inclinándose tanto, abajándose, descendiendo, humillándose tanto, hasta confundirse con un delincuente, un forajido, un criminal, un culpable.

    ¿Dónde está Dios? Se pregunta la gente cuando sufre o cuando ve el sufrimiento de la gente inocente. ¿Dónde está Dios? Se pregunta la gente que conoce la bondad y la inocencia de Jesús, convertido ahora en un reo de muerte. Sí, allí está Dios en Jesucristo, saliendo fuera de la ciudad,: condenado, excluido, despojado de todos los derechos, su vida en manos de soldados ejecutores de tortura y de muerte. Es él y allí está, aunque a nosotros nos cueste tanto cambiar quizá la imagen falsa que tenemos de un Dios milagrero: bajate de la cruz le gritaran algunos. Bajate de la cruz si sos el Hijo de Dios y creeremos en ti... y no ven y quizá no vemos que el verdadero milagro es el perdón; el perdón del amor infinito que brota de sus llagas. El milagro es su paciencia y el ofrecimiento de su vida por nosotros en esa pequeñeces y hasta anonimato, porque para muchos no puede ser que Dios se abaje tanto y como reo del hombre acepte ser como un gusano.

    Condenado a morir fuera de los muros del corazón del hombre, excluido como quien solo merece desaparecer, allí esta Jesucristo; este es Jesucristo el Nazareno hijo de Dios... Ecce homo.

    PENSAMIENTO MARIANO 11

    Pensamiento Mariano

    Las madres de la tierra no abandonan nunca a sus hijos. Del mismo modo María, que ama tanto a sus hijos durante la vida, con cuánta ternura, con cuánta bondad acudirá a protegerlos en sus últimos instantes, cuando mayor es la necesidad. 


    San Juan Bosco

    ORACIÓN PARA CONCEBIR UN HIJO


    PIDIENDO CONSEJO A CRISTO EN MI ORACIÓN

    Autor: P. Juan Antonio Ruiz J., L.C. | Fuente: www.la-oracion.com
    Pidiendo consejo a Cristo en mi oración
    El Señor no habla en el pasado, sino que habla en el presente, él habla hoy con nosotros, nos concede su luz, nos muestra el camino.
    Pidiendo consejo a Cristo en mi oración
    Cumplo con mi deber, obedeciendo los preceptos de Cristo, que dice: Estudiad las Escrituras, y también: Buscad, y encontraréis, para que no tenga que decirme, como a los judíos: Estáis muy equivocados, porque no comprendéis las Escrituras ni el poder de Dios. Pues, si, como dice el apóstol Pablo, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, y el que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo.

    Por esto, quiero imitar al padre de familia que del arca va sacando lo nuevo y lo antiguo, y a la esposa que dice en el Cantar de los cantares: He guardado para ti, mi amado, lo nuevo y lo antiguo; y, así, expondré el libro de Isaías, haciendo ver en él no sólo al profeta, sino también al evangelista y apóstol. Él, en efecto, refiriéndose a sí mismo y a los demás evangelistas, dice: ¡Qué hermosos son los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la Buena Nueva! Y Dios le habla como a un apóstol, cuando dice: ¿A quién mandaré? ¿Quién irá a ese pueblo? Y él responde: Aquí estoy, mándame» (San Jerónimo, del prólogo al comentario al profeta Isaías).

    Tengo un buen amigo que le gusta mucho la fotografía. Es un apasionado del tema. Reconozco que a veces fastidia un poco, pues cuando ves con él cualquier foto, en vez de recordar el evento que ahí quedó plasmado, se dedica a criticar la luz, el enfoque, etc. Y considera Photoshop como la mayor herejía existente en cuanto a arte se refiere.

    Aún así, mi amigo reconoce que posee un conocimiento más bien pobre de la ciencia fotográfica. Y por eso ha decidido estudiar un poco por su cuenta. Hablando hace poco por teléfono con él, me refería sus primeras adquisiciones de las librerías: ¿Sabes cuál ha sido el libro que más me ha ayudado de todos? El de "Fotografía para tontos". Yo no pude sino sonreír.

    ¿Si conocen el libro al que se refiere, verdad? Es esa colección que en inglés titulan "For Dummies" y que ha revolucionado el mundo del aprendizaje. Por lo menos el más elemental de ello. Existe hasta un "Juan Pablo II for Dummies", en el que repasan los elementos más esenciales de la vida del Papa. Y reflexionando este hecho, me di cuenta que si un libro puede ayudarnos en lo más elemental de nuestro camino de oración, no dudaría en decirlo: la Biblia es esa "oración for Dummies".

    Es verdad que no todos los pasajes de la Escritura son fáciles. Pero también es verdad, y hablo especialmente del Evangelio, que su lectura ha sido inspiración para la vida del cristianismo desde el inicio de nuestra era. De ahí que San Jerónimo diga que desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo mismo. Tal vez alguno lo haya ya experimentado. Tomen, por ejemplo, la vida de cualquier santo. ¿Cuál es el que más les gusta? ¿Francisco de Asís, Ignacio de Loyola, Teresa del Niño Jesús? No importa qué vida de santo se tope uno, no hay ninguna que no tenga de por medio, en su momento de conversión, la lectura de la Sagrada Escritura. Todos han bebido de su lectura, especialmente del Evangelio. Y la meditación y contemplación de los pasajes ahí descritos han sido la inspiración para todos.

    San Lorenzo era muy consciente de ello y por eso mismo dedicó gran parte de su vida al estudio y meditación de los textos sagrados. Otro santo, San Francisco de Asís, decía que «leer la Sagrada Escritura es pedir consejo a Cristo». En este aspecto, los protestantes han tal vez madurado mucho más que nosotros y conocen con profundidad la Biblia. Muchas veces nos impacta y hasta ridiculizamos cuando ellos toman decisiones cruciales y del día a día de su vida leyendo el Evangelio.

    Pero yo creo que debemos aprender a leer con Dios la Biblia, en oración. ¿Qué sería de nuestra vida si hablásemos con Cristo tantos pasajes de la Escritura y pudiesen así ayudarnos en nuestra vida diaria? Porque «la Sagrada Escritura no es algo que pertenezca al pasado. El Señor no habla en el pasado, sino que habla en el presente, él habla hoy con nosotros, nos concede su luz, nos muestra el camino de la vida, nos regala su comunión y nos prepara y nos abre así a la paz (Benedicto XVI, 29-03-2006).

    ¿Recomendación? La Iglesia siempre ha invitado a sus fieles a leer todos los días un pequeño pasaje evangélico y buscar una enseñanza para ello. Incluso hay lugares donde ya tienen un “Evangelio del día” meditado, incluso via Internet. Ojalá que cada día, aunque sean cinco minutitos, vayamos a la Sagrada Escritura y le pidamos consejo a Cristo, directamente. Será, sin duda alguna, uno de los mejores caminos para una profunda oración.





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    lunes, 9 de enero de 2012

    DURANTE LA ORACIÓN...

     Durante la oración...


      Construyo una conciencia cada vez mayor de la presencia de Dios en mí. Esta conciencia de Dios dentro de mí aumenta mi percepción de Dios en el prójimo.
    Percibo una esperanza en situaciones donde había creído que no había ninguna. Observo un carácter sagrado en otras personas, cualquiera sea su personalidad o su estado de ánimo.
    Consciente de la belleza en mi mundo, avivo en mí la alegría de vivir. El estímulo que recibe mi imaginación me motiva para fijarme nuevas metas.
    Como soy sensible a los sentimientos ajenos, escucho con amor y percibo el gozo, la preocupación o la soledad que está más allá de las palabras que otros
    pronuncian. Me regocijo con su gozo y oro con ellos para que todas sus necesidades queden satisfechas.
    Tengo conciencia de que Dios está presente en mí y en mi alrededor.

     

    DIOS ES AMOR...


    BUSCATE EN MI ...

    Búscate en mi
    Autor: Santa Teresa de Jesús



    Alma, buscarte has en Mí,
    Y a Mí buscarme has en ti.

    De tal suerte pudo amor,
    Alma, en Mí te retratar,
    Que ningún sabio pintor
    Supiera con tal primor
    Tal imagen estampar.

    Fuiste por amor criada
    Hermosa, bella, y ansí
    En mis entrañas pintada,
    Si te pierdes, mi amada,
    Alma, buscarte has en Mí.

    Que Yo sé que te hallarás
    En mi pecho retratada
    Y tan al vivo sacada,
    Que si te ves te holgarás
    Viéndote tan bien pintada.

    Y si acaso no supieres
    Donde me hallarás a Mí,
    No andes de aquí para allí,
    Sino, si hallarme quisieres
    A Mí, buscarme has en ti.

    Porque tú eres mi aposento,
    Eres mi casa y morada,
    Y así llamo en cualquier tiempo,
    Si hallo en tu pensamiento
    Estar la puerta cerrada.

    Fuera de ti no hay buscarme,
    Porque para hallarme a Mí,
    Bastará solo llamarme,
    Que a ti iré sin tardarme
    Y a Mí buscarme has en ti.

    EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU

    El Bautismo del Espíritu


    Todos los años, después de la fiesta de la Epifanía o manifestación de Jesús a los magos, la Iglesia nos presenta otra epifanía, que es la manifestación ante san Juan Bautista al terminar el bautismo. Estamos en el ciclo B y la narración corresponde al evangelista san Marcos, quien no habla de la infancia de Jesús, sino que comienza el evangelio con la predicación del Bautista. Predicaba sobre todo la penitencia como preparación para la venida del Mesías y para que esa penitencia fuese más expresiva entre aquellos que estaban arrepentidos, les bautizaba con agua en el río Jordán.

    El comienzo del evangelio de este día nos trae las palabras del Bautista en que, con humildad, nos dice que él bautiza con agua; pero llega ya uno mucho más digno que él que sí bautizará de verdad dando el Espíritu Santo. Esta es la gran diferencia entre el bautismo de Juan, que sólo es significativo del acto interior, y el bautismo que nos dejará Jesús, que nos da el gran regalo de Dios.

    Claro que ese gran don de Dios nosotros luego lo podemos desechar, como desgraciadamente tantas veces sucede; pero podemos y debemos acrecentarlo. Hay algunos que critican el hecho de que se dé el bautismo a niños pequeños, como solemos hacerlo, porque dicen que eso debería dejarse a la libre voluntad del niño cuando sea mayor. Y no se dan cuenta que la misma vida también es un regalo, para lo cual ellos no han puesto la libertad, ni el alimento ni los vestidos ni tantos regalos. Así el bautismo es un gran regalo de Dios. Lo que hace falta es que luego les enseñemos a cuidarlo y a aumentar esa Gracia.

    Jesús vino desde Nazaret hasta donde estaba el Bautista. Es muy posible que desde Nazaret y algunos pueblos vecinos se organizase una especie de peregrinación para ver al “profeta”, como se llamaba a san Juan. Jesús iría como uno más del grupo y como uno más, entre la gente devota, entró en el río Jordán para ser bautizado por san Juan. Ya sabemos que Jesús no podía arrepentirse de nada. El bautismo por lo tanto tiene una significación diferente que para otras personas. En Jesús aparece la unidad con la humanidad sufriente y pecadora, para cargar con los pecados del mundo, que un día llevaría hasta la cruz para redimirlos. San Marcos no dice nada si hubo algún diálogo entre Jesús y el bautista. Parecía un bautismo normal.

    Lo importante es lo que sucedió al terminar el bautismo: la manifestación de Dios, por lo menos, ante san Juan Bautista: se abrieron los cielos, bajó el Espíritu Santo y se oyó la voz del Padre. Son expresiones simbólicas, como acostumbra la Biblia en momentos muy importantes. El “rasgarse el cielo” venía de una creencia de que el azul que vemos fuese una división de la tierra al lugar donde está Dios. Es para expresar que se manifiesta Dios, que viene personalmente a nosotros. Y para expresar más gráficamente que viene el Espíritu, lo manifiesta por la figura de una paloma, animal amable, que suele volar rápidamente hacia el suelo. Esto es importante porque Jesús, como hombre, es investido o inundado por el Espíritu Santo, para poder ya comenzar su predicación.

    También nosotros fuimos investidos por la gracia del Espíritu el día de nuestro bautismo; pero desgraciadamente muchos lo hemos perdido. Por eso en este día es una ocasión más para recordar nuestro bautismo y pedir al Espíritu Santo que nos llene de sus dones. Afortunadamente Dios nos da esta oportunidad para crecer en el Espíritu, y no una sola vez, sino siempre está dispuesto para crecer en nuestra alma.

    Se oyó una voz que decía: “Tu eres mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto”. También Dios nos dice a cada uno: Tú eres mi hijo, te quiero, te amo. Lo debemos sentir en nuestro corazón. Ciertamente el día de nuestro bautismo nos lo dijo. Quizá nosotros estamos más atentos a las voces mundanas que nos hablan de éxitos materiales, que nos animan a hacer algo espectacular, de modo que nos sirva para crecer en la fama o escalar puestos. Dios hoy nos habla en el corazón o por medio de la Iglesia y las personas buenas para que trabajemos por la justicia y el amor.

    P. Silverio Velasco
    (España)

    domingo, 8 de enero de 2012

    JESÚS SE MANIFIESTA EN NUESTRA VIDA



    JESÚS SE MANIFIESTA EN NUESTRA VIDA

    La salvación de Dios que Jesucristo, el Hijo encarnado, viene a traer no se circunscribe a un solo pueblo. Dios ama a la humanidad entera y ofrece su salvación a todos los hombres. El mensaje de salvación universal resuena con especial gozo en quienes no siendo del pueblo de Israel conocen que para ellos también hay salvación. La solemnidad de hoy está impregnada de un alegre mensaje que se condensa en la antífona que repetimos en el salmo responsorial; "Los confines  de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios". Ese mensaje es corroborado por san Pablo en la segunda lectura, pues él,  judío de raza y religión, proclama "que también los otros pueblos comparten la misma herencia, son miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa en Jesucristo, por medio del Evangelio".

    El Evangelio, la Buena Nueva es que todos los hombres y pueblos podemos ser salvados por la adhesión a él, todos los confines de la tierra pueden contemplar la salvación de Dios. Lo más importante es lo que esa escena quiere comunicar: los magos, miembros de pueblos paganos, han sido iluminados por la luz de Jesús el Señor, han sabido ponerse en camino hacia el Señor y han sabido reconocer en Él al  Salvador que es Dios, hombre y rey, como los simbolizan sus ofrendas de oro, incienso y mirra.

    La adoración de los magos es signo claro de la voluntad de salvación universal que Dios tiene, es signo de que el Señor ofrece las señales necesarias para que le encuentre quien le busca, es invitación a ponernos también nosotros en camino para, día a día, identificar las señales que nos permiten reconocer al Señor en la vida cotidiana a fin de postrarnos ante Él con nuestra actitud de servicio, reverencia y alabanza.

    Pbro. Pedro Hidalgo Díaz.
     
     

    NO TODO VALE...

     
    No todo vale

    Jesús va caminando hacia Jerusalén. Su marcha no es la de un peregrino que sube al templo para cumplir sus deberes religiosos. Según el Evangelio de Lucas, Jesús recorre ciudades y aldeas “enseñando”. Hay algo que necesita comunicar a estas personas: Dios es un Padre bueno que ofrece a todos su salvación. Todos son invitados a acoger su perdón.

    Su mensaje sorprende a todos. Los pecadores se llenan de alegría al oír a Jesús hablar de la bondad sin medida de Dios: también ellos pueden esperar la salvación. En los sectores fariseos, sin embargo, critican el mensaje de Jesús y también cómo acoge a los recaudadores, las prostitutas y los pecadores: ¿no está Jesús abriendo el camino hacia una relajación religiosa y hacia una moral que no se puede aceptar?

    Según el Evangelio de Lucas, un desconocido interrumpe su marcha y le pregunta por el número de los que se salvarán: ¿serán pocos?, ¿serán muchos?, ¿se salvarán todos?, ¿se salvarán sólo los justos? Jesús no responde directamente a su pregunta. Lo importante no es saber cuántos se salvarán. Lo decisivo es vivir con actitud lúcida y responsable para acoger la salvación de ese Dios tan Bueno. Jesús quiere recordarlo a todos: «Esfuércense por entrar por la puerta estrecha».

    De esta manera, corta de raíz la reacción de quienes entienden su mensaje como una invitación a la facilidad. Sería burlarse de Dios Padre. La salvación no es algo que se recibe de manera irresponsable de un Dios que lo permite todo. No es tampoco el privilegio de algunos elegidos. No basta ser hijos de Abrahán. No es suficiente haber conocido al Mesías.

    Para acoger la salvación de Dios es necesario esforzarnos, luchar, imitar al Padre, confiar en su perdón. Jesús no rebaja sus exigencias: «Sean misericordiosos como el Padre de Ustedes es misericordioso»; «No juzguen y no serán juzgados»; «Perdonen setenta veces siete» como el Padre de Ustedes; «Busquen el Reino de Dios y su justicia».

    Para entender correctamente la invitación a «entrar por la puerta estrecha», debemos recordar las palabras de Jesús que podemos leer en el Evangelio de Juan: «Yo soy la puerta; si uno entra por mí, se salvará» (Juan 10,9). Entrar por la puerta estrecha es «seguir a Jesús»; aprender a vivir como Él; tomar su cruz y confiar en el Padre que lo ha resucitado.

    En este seguimiento a Jesús, no todo vale, no todo da lo mismo; debemos responder con fidelidad al amor del Padre. Lo que Jesús pide no es el rigor de la ley, sino el amor radical a Dios y al hermano. Por eso, el llamado que nos hace es fuente de exigencia, pero no de angustia. Jesucristo es una puerta siempre abierta. Nadie la puede cerrar. Sólo nosotros lo hacemos, cuando nos cerramos a su perdón.

    José Antonio Pagola


     

    IMAGEN DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR


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