El Papa a los nuevos sacerdotes: “No ensuciéis la Eucaristía con intereses mezquinos”
Redacción ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
El Papa Francisco pidió a los 19 nuevos sacerdotes a los que ordenó este domingo 12 de mayo en la Basílica de San Pedro del Vaticano que no ensucien la Eucaristía con “intereses mezquinos”.
“Por favor, no la ensuciéis con intereses mezquinos”. “El Señor ha querido salvarte gratuitamente. Él mismo os ha dicho: ‘Dad gratis aquello que gratis habéis recibido’. La celebración de la Eucaristía es el sumun de la gratuidad del Señor”, señaló.
Los nuevos sacerdotes ordenados este IV Domingo de Pascua, día en que se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, son: 1 de Seminario Romano, 8 del seminario Redemptoris Mater, 8 de los Hijos de la Cruz, 1 de la Diócesis de Hinche y 1 de los Discípulos de Cristo.
El Santo Padre recordó a los nuevos presbíteros que al ejercer el Ministerio de la Sacra Doctrina “seréis partícipes de la Misión de Cristo, único Maestro”. En este sentido, subrayó que el orden sacerdotal “no es una asociación cultural, no es un sindicato. No. Hoy seréis partícipes del Ministerio de Cristo”.
“Dispensad a todos aquella Palabra de Dios que vosotros mismos habéis recibido con alegría, y para eso leed y meditad asiduamente la Palabra del Señor, para creer aquello que habéis leído, enseñar aquello que habéis aprendido en la fe, vivir según aquello que habéis enseñado. Nunca se puede hacer una homilía, una meditación sin oración con la Biblia en la mano”.
El Papa también les pidió que “sea también vuestra doctrina alimento para el pueblo de Dios. Cuando viene del corazón, cuando nace de la oración, es muy fecunda. Sea alegría y sostengo de los fieles de Cristo, perfume de vuestra vida, hombres de oración, hombres de sacrificio. Porque con la Palabra y el ejemplo edificáis la casa de Dios, que es la Iglesia”.
De ese modo, “continuaréis la obra santificadora de Cristo. Mediante vuestro Ministerio el sacrificio espiritual de los fieles se vuelve perfecto”.
“Estad atentos en la celebración de la Eucaristía”, recomendó Francisco. “Reconoced siempre aquello que hacéis, imitad aquello que celebráis, porque participando en el misterio de la muerte y resurrección del Señor lleváis la muerte de Cristo sobre vuestros hombros y camináis con Él en unidad de vida”.
“Con el Bautismo agregaréis nuevos fieles al pueblo de Dios. Con el sacramento de la penitencia, perdonaréis los pecados en nombre de Dios, de Cristo, de la Iglesia. Y por favor, aquí os pido que no os canséis de ser misericordiosos, como el Padre, como Jesús ha sido misericordiosos con nosotros. Con el santo óleo daréis alivio a los enfermos. Perded el tiempo en visitar a los enfermos”.
El Papa continuó: “Conscientes de ser santos elegidos entre los hombres y constituidos en su favor para atender a las cosas de Dios, ejercitad con alegría y caridad, con sinceridad la obra sacerdotal de Cristo. Tratad únicamente de agradar a Dios, y no a vosotros mismos. La alegría sacerdotal sólo se encuentra sobre este camino, tratando de agradar a Dios, que te ha elegido”.
“En fin, participando en la Misión de Cristo, cabeza y pastor, en comunión filial con vuestro Obispo, comprometidos en unir a los fieles en una única familia. Esta cercanía propia del sacerdote: cercano a Dios en la oración; cercano al Obispo, que es vuestro padre; cercano al presbiterio, a los otros sacerdotes, como hermanos; y cercano al pueblo de Dios”.
El Papa finalizó su homilía pidiendo a los nuevos sacerdotes que tengan “siempre delante de los ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no ha venido para ser servido, sino para servir y para salvar aquello que se había perdido”.
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