Última lección del padre
Los años juveniles son para adquirir buenos hábitos. La única diferencia entre el adulto fracasado y el que ha tenido éxito está en la diferencia de sus hábitos. Los buenos hábitos son la clave de todo éxito. Por lo tanto capitaliza las auténticas riquezas que, como todo lo esencial, “son invisibles a los ojos”; y persevera en el esfuerzo, aun si no ves resultados inmediatos.
A punto de acabar su vida, quiso un labrador dejar experimentados a sus hijos en la agricultura. Los llamó, pues, y les dijo: —Hijos míos, voy a dejar este mundo; busquen lo que he escondido en la viña, y lo hallarán todo. Creyendo sus descendientes que había enterrado un tesoro, después de la muerte de su padre, con gran afán removieron profundamente el suelo de la viña. No hallaron ninguno tesoro, pero la viña quedó tan bien removida, que dio abundantes frutos.
El futuro es un desafío a prepararte para superar los problemas que la vida te presente. Empieza afrontando las dificultades de cada día como una oportunidad para desarrollar capacidades y destrezas y así esperar tranquilo las pruebas que vendrán. Un proverbio chino dice: “Excava el pozo antes de que tengas sed”. Sabio y prudente consejo.
* Enviado por el P. Natalio
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