La luz de Dios se expresa plenamente en mí hoy.
Cada mañana me brinda la oportunidad sagrada de comenzar de nuevo. Antes de levantarme, tomo un momento para apreciar y honrar la vida, para dar gracias a Dios. Me despierto con gozo porque la vida me ofrece un nuevo día.
Camino por un sendero íntegro y sagrado. Elijo compartir mi gozo y permitir que mi luz resplandezca según la luz y el amor de Dios surgen en mí. También afirmo un amanecer de mayor comprensión espiritual y propósito para todas las personas.
Aunque podamos estar en caminos diferentes, todos somos expresiones de Dios. El amor divino mora en mí y lo comparto incondicionalmente con los demás.
La senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. Proverbios 4:18
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