sábado, 18 de octubre de 2025

IMÁGENES DE ADVIENTO 2025












 

MEDITACIONES DIARIAS DE ADVIENTO 2025

 


BREVES MEDITACIONES PARA ADVIENTO 2025

A continuación, se muestra una breve reflexión para cada día de Adviento. Te servirán para preparar tu pesebre espiritual para cuando nazca el Niño Jesús. Por cada pequeño sacrificio que realices durante Adviento, añade una pajita al pesebre del Niño Jesús. Cuantos más pequeños sacrificios realices, más mullidito encontrará tu pesebre el Niño Jesús cuando nazca.



Domingo 30 de noviembre
Enciende la primera de las cuatro velas de la corona de Adviento.

Reza un Avemaría para que la Virgen te ayude a preparar tu corazón para recibir a Jesús en la Sagrada Comunión en este primer domingo de Adviento.

- Virgen María, ayúdame para que pueda recibir dignamente a Jesús.


Lunes 1 de diciembre
Reza un padrenuestro para pedirle a Dios que prepares bien la venida del Niño Jesús durante este Adviento.

- Jesús, me comprometo a dedicar un rato cada día de Adviento para meditar tu venida.


Martes 2 de diciembre
Reza al menos una decena del Rosario en honor a la Virgen y dedícalo a una intención.

Virgen María, te rezo esta decena del Rosario por la intención 
 (se indica la intención)


Miércoles 3 de diciembre
Saca las figuras del Belén y todas las piezas complementarias. Haz una lista ordenada de todo lo que vas a montar. Reza un padrenuestro por aquellas personas que no creen.

- Jesús, te pido por los que no creen, para que algún día cambien.


Jueves 4 de diciembre
A menudo durante el día, entrega tu corazón al Niño Jesús y pídele que haga en él su morada.

- Querido Jesús, toma mi corazón y hazlo manso y puro.


Viernes 5 de diciembre
Mira si el tejado del establo se encuentra en buen estado, para que el Niño Jesús esté protegido de la lluvia y la nieve. Harás esto evitando cuidadosamente cualquier pecado contra la caridad.
- Jesús, enséñame a amar a mi prójimo como a mí mismo.


Sábado 6 de diciembre
Limpia las telarañas de tu pesebre espiritual. Tira de tu corazón todo deseo desordenado de ser alabado.
- Jesús mío, quiero complacerte en todo lo que haga en el día de hoy.


Domingo 7 de diciembre 
Construye una valla alrededor del pesebre de tu corazón, manteniendo una vigilancia, especialmente en la oración.

- Jesús mío, quiero verte, especialmente en los que necesitan de mí.

Enciende la segunda vela de Adviento.




Lunes 8 de diciembre - Manta Suave
Proporciona una manta suave a su cuna, superando todos los sentimientos de orgullo, ira o envidia.
- Jesús, enséñame a conocer y corregir mis mayores pecados.


Martes 9 de diciembre  - Paja

Proporciona paja a la cuna del pesebre de la siguiente forma: por cada pequeño sacrificio que vayas realizando, añade una paja al pesebre. Los niños pueden, por ejemplo, privarse de comer golosinas en algún momento , no quejarse,  prestar o regalar un juguete, obedecer, etc. Los mayores pueden, por ejemplo, hablar sólo lo necesario, realizar sus tareas de forma diligente, no fumar un día, privarse de dulces o del café, etc.)

- Querido Jesús, que sufriste tanto por mí, quiero sufrir por tu amor.


Miércoles 10  de diciembre  - Pesebre
Obtén el más cálido espacio en tu corazón, para pesebre de Jesús. Reza el rosario aunque sea una decena cada día solamente.

- María, usa mis actos de amor para preparar mi corazón al recibir a Jesús en la Sagrada Comunión.


Jueves 11 de diciembre - Pañales y Abrigo
Prepáralos para el Divino Niño, orando cada día de manera tranquila y con el corazón.

- Jesús, haz que te ame cada vez más.

Proporciona a su cuna un abrigo suave y cálido.  Evita los enojos y las discusiones. Sé amable y paciente con todos.

- Jesús, ayúdame a ser manso y humilde como tú.


Viernes 12 de diciembre - Combustible y Agua
Lleva el combustible al pesebre de Jesús. Acomoda tu voluntad a la voluntad de Dios y acepta en paz lo que no se puede cambiar.

- Jesús, que yo haga tu voluntad en todas las cosas.

Trae agua fresca y limpia para el pesebre.  Evita la mentira y habla con sinceridad.

- Querida María, obtenme la verdadera contrición de mis pecados.


Sábado 13 de diciembre  - Alimentos
Trae alimentos para el pesebre.

Prívate de algunos de los alimentos que te gustan pero que dañan tu salud.

- Jesús, sed mi fuerza y mi comida.


Domingo 14 de diciembre  - Luz
Procura que el lugar tenga suficiente luz.

Sé limpio y ordenado en tu persona y en tu hogar.

- Jesús, sed vida y luz de mi alma.

Enciende la tercera vela de Adviento



Lunes 15 de diciembre  - Calor
Trata de tener el pesebre de tu corazón cálido y acogedor. Agradece a Dios por el amor que Él nos mostró al hacerse hombre.

Sé agradecido con tus padres y familiares.
- Jesús, ¿Cómo puedo ser agradecido para contigo?


Martes 16 de diciembre  - El buey
Lleva el buey al pesebre.

Obedece y respeta a tus superiores. Lleva una disciplina adecuada y sé diligente.

- Obedeceré por tu amor, Jesús y seré disciplinado y diligente.


Miércoles 17  de diciembre  - La mula
Lleva la mula al pesebre.

Ofrece al Divino Niño todos tus trabajos y hazlo con amor.

- Jesús, acepta mi servicio de amor por aquellos que no te aman.


Jueves 18 de diciembre  - Regalos
Reúne algunos regalos para el Niño Dios y su Madre, obsequiando lo que está de más en tu vida a quienes lo necesitan.

- Ven, Jesús, acepta mis regalos y toma posesión de mi corazón.


Viernes 19 de diciembre -  Corderos
Procura traer algunos corderos, mansos y humildes de corazón. Ejercítate en la humildad y la paciencia cuando sea necesario.

- Jesús, haz mi corazón como el tuyo.


Sábado 20 de diciembre  - Pastores
Invita a los pastores para rendir homenaje a nuestro Rey. Imita su vigilancia y medita la idea de que la Navidad es importante porque Jesús nacerá de nuevo en ti.

- Jesús, enséñame a amarte sobre todas las cosas.


Domingo 21 de diciembre  - Llave
Proporciona una llave al establo, para mantener fuera a los ladrones.

Quita de tu corazón los malos pensamientos o temores por falta de fe.

- Querido Jesús, cierra mi corazón a todo lo que te pueda herir.

Enciende la cuarta vela de Adviento.

22 de diciembre de 2025- San José

Acompaña el dolor de San José, a quien le cierran las puertas. Aprende de su silencio y paciencia para soportar las decepciones y rechazos.

- San José, ayúdame a tener paciencia en la vida, soportar las adversidades y aprender de los fracasos.

23 de diciembre de 2025 - Las grietas

Cubre cuidadosamente todas las grietas en las paredes del granero, para que no entre el viento ni el frío. Guarda tus sentidos contra las tentaciones, especialmente contra las conversaciones pecaminosas.

- Jesús, enséñame a mantener las tentaciones fuera de mi corazón.




24 de diciembre de 2025- La Virgen María

Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, como dice el villancico. La Virgen María se prepara para dar a luz  a nuestro Salvador.

- Virgen María, ayúdame a prepararme para una feliz y santa Navidad.



domingo, 5 de octubre de 2025

FE MÁS VIVA EN JESÚS



 Fe más viva en Jesús


«Auméntanos la fe». Así le piden los apóstoles a Jesús: «Añádenos más fe a la que ya tenemos». Sienten que la fe que viven desde niños dentro de Israel es insuficiente. A esa fe tradicional han de añadirle «algo más» para seguir a Jesús. ¿Y quién mejor que él para darles lo que falta a su fe?

 

Jesús les responde con un dicho un tanto enigmático: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esta morera: Arráncate de raíz y plántate en el mar, y os obedecería». Los discípulos le están pidiendo una nueva dosis de fe, pero lo que necesitan no es eso. Su problema consiste en que la fe auténtica que hay en su corazón no llega ni a «un granito de mostaza».

 

Jesús les viene a decir: lo importante no es la cantidad de fe, sino la calidad. Que cuidéis dentro de vuestro corazón una fe viva, fuerte y eficaz. Para entendernos, una fe capaz de «arrancar» árboles como la higuera o sicómoro, símbolo de solidez y estabilidad, para «plantarlo» en medio del lago de Galilea.

 

Lo primero que necesitamos hoy los cristianos no es «aumentar» nuestra fe en toda la doctrina que hemos ido formulando a lo largo de los siglos. Lo decisivo es reavivar en nosotros una fe viva y fuerte en Jesús. Lo importante no es creer cosas, sino creerle a él.

 

Jesús es lo mejor que tenemos en la Iglesia, y lo mejor que podemos ofrecer y comunicar al mundo de hoy. Por eso nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones.

 

Para ello necesitamos conocerlo de manera más viva y concreta, comprender mejor su proyecto, captar bien su intención de fondo, sintonizar con él, recuperar el «fuego» que él encendió en sus primeros seguidores, contagiarnos de su pasión por Dios y su compasión por los últimos. Si no es así, nuestra fe seguirá más pequeña que «un granito de mostaza». No «arrancará» árboles ni «plantará» nada nuevo.

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 P. José Antonio Pagola

HOY CELEBRAMOS A SANTA FAUSTINA KOWALSKA - 5 DE OCTUBRE

 



Santa Faustina Kowalska

5 de octubre



 Fue una religiosa y mística polaca de la orden de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia.

Fue testigo de las apariciones de Jesucristo que inspiraron la devoción a la Divina Misericordia y le valieron el título de Apóstol de la Divina Misericordia. Su confesor, el beato Michał Sopoćko, le pidió que escribiera sus vivencias en un diario espiritual, que consta de varios cuadernos. Así pues, no por su voluntad sino por mandato de su confesor, dejó escritas sus vivencias místicas en unas seiscientas páginas.

En los últimos años de su vida, aumentaron los sufrimientos interiores de tipo espiritual y las dolencias del cuerpo: se desarrolló la tuberculosis que atacó sus pulmones y sistema digestivo. A causa de ello se le internó dos veces en el hospital de Pradnik, durante varios meses. Falleció el 5 de octubre de 1938, a los 33 años, de los cuales 13 fueron vividos en el convento. El 25 de noviembre de 1966 sus restos fueron llevados a la capilla, más tarde consagrada como Santuario de la Divina Misericordia de Cracovia. Tras su beatificación, sus reliquias se depositaron en el altar de la capilla.

















EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 5 DE OCTUBRE DE 2025



Domingo 27 (C) del tiempo ordinario

Domingo 5 de octubre de 2025



1ª Lectura (Hab 1,2-3; 2,2-4): ¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio sin que me oigas, te gritaré: ¡Violencia!, sin que me salves? ¿Por qué me haces ver crímenes y contemplar opresiones? ¿Por qué pones ante mí destrucción y violencia, y surgen disputas y se alzan contiendas? Me respondió el Señor: Escribe la visión y grábala en tablillas, que se lea de corrido; pues la visión tiene un plazo, pero llegará a su término sin defraudar. Si se atrasa, espera en ella, pues llegará y no tardará. Mira, el altanero no triunfará; pero el justo por su fe vivirá.



Salmo responsorial: 94

R/. Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón».

Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la Roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos.


Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor, creador nuestro. Porque él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que él guía.


Ojalá escuchéis hoy su voz: «No endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masa en el desierto; cuando vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras».

2ª Lectura (2Tim 1,6-8.13-14): Querido hermano: Te recuerdo que reavives el don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos, pues Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza. Así pues, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor ni de mí, su prisionero; antes bien, toma parte en los padecimientos por el Evangelio, según la fuerza de Dios. Ten por modelo las palabras sanas que has oído de mí en la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Vela por el precioso depósito con la ayuda del Espíritu Santo que habita en nosotros.

Versículo antes del Evangelio (1Pe 1,25): Aleluya. La palabra de Dios permanece para siempre. Y ésa es la palabra que se os ha anunciado. Aleluya.

Texto del Evangelio (Lc 17,5-10): En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor; «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: ‘Arráncate y plántate en el mar’, y os habría obedecido.

»¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: ‘Pasa al momento y ponte a la mesa?’. ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?’. ¿Acaso tiene que agradecer al siervo porque hizo lo que le fue mandado? De igual modo vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os fue mandado, decid: ‘Somos siervos inútiles; hemos hecho lo que debíamos hacer’».



«Somos siervos»

Rev. D. Javier BAUSILI Morenza

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)


Hoy se nos presenta un Evangelio con dos partes que parecen inconexas. ¿Qué tiene que ver la fe con el servicio? Sin darnos cuenta, constantemente reducimos la fe a conceptos e ideas. Relegamos la Fe simplemente a creer en Dios. ¡Y nos olvidamos de la dimensión relacional!


No se puede simplemente creer en Dios, no se trata de una idea; se trata de una relación viva, personal, transformadora, y eso lo cambia todo. La fe también es vivir el Evangelio. Y vivir el Evangelio, relacionarse con el Señor, nos sitúa como siervos, como servidores del Reino, en palabras del Papa León XIV: «En primer lugar, pues, está la relación con el Señor, cultivar el diálogo con Él. Entonces Él nos convertirá en sus obreros y nos enviará al campo del mundo como testigos de su Reino».


Así comprendemos por qué el Señor termina de este modo su enseñanza. Cuando el corazón está inundado por el Amor del Señor y la fe se vuelve realidad vivida, darlo a conocer es lo mínimo que podemos hacer (cf. Lc 17,10). Vivir como Él nos ofrece no es una forma de pagar lo recibido, pues es de valor incalculable; vivir como Él nos ofrece es el dinamismo natural del corazón enamorado. «Él me acompaña con su Espíritu, me ilumina y me transforma en instrumento de su amor para los demás, para la sociedad y para el mundo» (Papa León XIV).


Y ésa es nuestra labor como cristianos: ser luz en el mundo, hacer brillar este don que hemos recibido. A través de las obras y de las palabras en todo momento y lugar (cf. 2Tim 4,2). Eso es posible no por acciones concretas, sino porque toda nuestra vida se convierte en testimonio vivo del Amor que ha redimido al mundo. —«Señor, auméntanos la fe» (Lc 17,5), y seremos tus siervos. 

SERVIR SIN PRETENCIONES



 Servir sin pretensiones

Lc 17, 5-10

Los discípulos piden al Señor que aumente su fe, como si la fe fuera cuestión de cantidad. Jesús les recuerda que lo decisivo no es cuánto se tiene, sino en quién se pone la confianza. Una fe auténtica, aunque pequeña como un grano de mostaza, puede abrir caminos imposibles. Es una fe que no se apoya en las fuerzas humanas sino en la fidelidad de Dios. Al mismo tiempo, la enseñanza sobre el siervo que cumple su deber invita a comprender que la fe no es un privilegio para reclamar méritos, sino una forma de vivir en gratuidad. Todo lo que hacemos es respuesta al amor recibido. El Evangelio desplaza la mirada del rendimiento personal hacia la confianza humilde. Una confianza que nos hace libres para servir sin pretensiones de recompensa. Hacemos lo que debemos, lo que hemos recibido.



Dibujo: Patxi Velasco FANO

Texto: Fernando Cordero ss.cc.

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