jueves, 19 de abril de 2018

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 19 ABRIL 2018



Lecturas de hoy Jueves de la 3ª semana de Pascua
Hoy, jueves, 19 de abril de 2018




Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (8,26-40):

EN aquellos días, un ángel del Señor habló a Felipe y le dijo:
«Levántate y marcha hacia el sur, por el camino de Jerusalén a Gaza, que está desierto».
Se levantó, se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que había ido a Jerusalén para adorar. Iba de vuelta, sentado en su carroza, leyendo al profeta Isaías.
El Espíritu dijo a Felipe:
«Acércate y pégate a la carroza».
Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le preguntó:
«¿Entiendes lo que estás leyendo?».
Contestó:
«Y cómo voy a entenderlo si nadie me guía?».
E invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era este:
«Como cordero fue llevado al matadero,
como oveja muda ante el esquilador,
así no abre su boca.
En su humillación no se le hizo justicia.
¿Quién podrá contar su descendencia?
Pues su vida ha sido arrancada de la tierra».
El eunuco preguntó a Felipe:
«Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de otro?».
Felipe se puso a hablarle y, tomando píe de este pasaje, le anunció la Buena Nueva de Jesús. Continuando el camino, llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco:
«Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?».
Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, Felipe y el eunuco, y lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, y siguió su camino lleno de alegría.
Felipe se encontró en Azoto y fue anunciando la Buena Nueva en todos los poblados hasta que llegó a Cesarea.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 65,8-9.16-17.20

R/. Aclamad al Señor, tierra entera

Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
haced resonar sus alabanzas,
porque él nos ha devuelto la vida
y no dejó que tropezaran nuestros pies. R/.

Los que teméis a Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo:
a él gritó mi boca
y lo ensalzó mi lengua. R/.

Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica
ni me retiró su favor. R/.

___________

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,44-51):

EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado, Y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí.
No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy jueves, 19 de abril de 2018
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf



IMPREVISTA CONVERSIÓN. 
TODOS PUEDEN SER DISCÍPULOS


    Qué sugerente y emocionante me resulta este pasaje de los Hechos. Su autor sigue describiéndonos la expansión del Evangelio por zonas cada vez más alejadas (periferias, que diría hoy nuestro Papa) del judaísmo oficial, en manos de aquellos «heterodoxos» diáconos que tuvieron que salir huyendo del «centro», tras la muerte de Esteban. 

     El «ángel del Señor» quiere ir llevando a su Iglesia hacia el Sur, ese que también existe (JM Serrat), y Felipe, que ya se había movido por Samaría, va a ser el encargado de tal tarea. No parece una estrategia evangelizadora muy apropiada tomar el camino del desierto: ¿qué se puede encontrar por ahí? No cayó en la tentación de la eficacia o de los números, que a nosotros tanto nos puede. Ni le va a parecer una pérdida de tiempo entretenerse con un personaje tan particular, difícil y poco interesante a muchos ojos.

    El Diácono Felipe se «tropieza» con un etíope (un africano). Se trataba de un «prosélito», a veces también llamados «temerosos de Dios». Se refiere a los que se sentían atraídos por el judaísmo, pero que no estaban totalmente integrados o considerados como el resto. En el judaísmo había «niveles de pertenencia», por decirlo de algún modo, y personajes como éste, por más que fueran de alta alcurnia, eran de «segunda clase». En este caso, por dos razones: por ser extranjero y por ser eunuco (=impuro, excluido del acceso al Templo ).

    Sin embargo, -qué estupendo descubrir esto ya en la Iglesia primitiva-, Felipe no se hace problema de ello. En las comunidades cristianas helenistas no había diferencias (aunque esto será motivo de conflicto entre Pablo y algunos miembros de la comunidad de Jerusalem, que sí pretendían establecer esas diferencias, al estilo judío): ni de raza, ni de impureza, ni de condición social... El Evangelio era para todos. 

    Y Felipe no regatea esfuerzos. Se acerca, se monta en la carroza, se sienta con el eunuco y entra en conversación con él. El etíope va leyendo las Escrituras (no cualquiera disponía de ellas, y no cualquiera sabía leer). Pero no las entendía. Como les ocurre a tantos hermanos nuestros para quienes el Antiguo Testamento (o buena parte de él) es una especie de galimatías y no encuentran «guías». Y parecido podría decir del Nuevo Testamento.

    Pero se ve que nuestro diácono sí que tiene formación escriturística, pero no le suelta ningún discurso, ni discute. Como había hecho Jesús con los dos de Emaús, le deja que hable, que formule sus dudas, le escucha, mientras siguen juntos el viaje... 

    Y luego, partiendo de lo que ha escuchado, le va anunciando el Evangelio de Jesús. El punto de llegada será que decide bautizarse: «¿Qué dificultad hay en que me bautice?». Ninguna. Y así ocurre.

    Todo un ejemplo de catequesis, todo un ejemplo de «guía» espiritual, de acompañamiento en la fe, todo un modelo de evangelización, todo un modelo de hacer Iglesia.

     Felipe tiene ocasión de experimentar personalmente aquello que estaba escrito en los profetas, y que Jesús retoma en el Evangelio de hoy: Serán todos discípulos de Dios. Todo el que viene a él, todo el que escucha y aprende de él, todo el que come el Pan vivo bajado del cielo será discípulo. Esta es la definición de discípulo. Vale para Felipe, y vale para el ministro de la reina Candaces, que viajaba con la Escritura en la mano. 

     Cuesta entender que el paso del tiempo acabara reservando el nombre de «discípulo» y la responsabilidad de evangelizar a un grupo reducido del Pueblo cristiano. Ojalá que todo cristiano tuviera el empuje misionero, el conocimiento de la Biblia y la preparación teológica de Felipe. El Concilio Vaticano II quiso recuperar y potenciar la vocación apostólica de todo bautizado, de todo el que ha recibido el Espíritu de Pentecostés, así como darle el lugar que corresponde a la Palabra de Dios en la espiritualidad cristiana y en la Liturgia. Pero aún queda mucho por hacer. 

    Que Felipe nos guíe y acompañe. Que se multipliquen en la Iglesia los «guías»/acompañantes que tantos necesitan y buscan, y que todos los que tienen inquietud (los que el Padre atrae) encuentren su sitio entre nosotros, sea cual sea su condición, situación y origen.

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 19 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
19 abril


Nos ha dicho Jesús que él es el Pan de la vida que ha bajado del cielo para traer la vida al mundo; sin ese Pan eucarístico el mundo se moriría de hambre: hambre de verdad, hambre de bondad, hambre de santidad que solamente pueden satisfacerse con ese Pan celestial, que es Jesús Eucaristía.

Jesús ha venido al mundo para traerle la vida divina. Tu vida eucarística has de vivirla con proyección a todas tus obras del día, que de una u otra forma han de acusar la influencia que en ellas se recibe de tu comunión.


P. Alfonso Milagro

BUENOS DÍAS





miércoles, 18 de abril de 2018

EL VERDADERO CATÓLICO


El Verdadero Católico



El verdadero católico pone su confianza en Dios.

El verdadero católico conoce a Dios.

El verdadero católico se deja conocer por Dios.

El verdadero católico se alimenta del Evangelio.

El verdadero católico se alimenta de las Sagradas Escrituras.

El verdadero católico vive de los Sacramentos.

El verdadero católico ora.

El verdadero católico reza el Rosario.

El verdadero católico adora al Señor Jesucristo presente verdaderamente en la Sagrada Eucaristía.

El verdadero católico es caritativo.

El verdadero católico es prudente.

El verdadero católico dice la verdad.

El verdadero católico instruye a su hermano cuando éste se equivoca o se desvía.

El verdadero católico lee el Catecismo de la Iglesia Católica continuamente.

El verdadero católico busca dirección espiritual.

CUANDO ALGUIEN TE AMA


Cuando alguien te ama




Sabes que uno te ama de verdad, si es lento para perder la paciencia contigo, si usa en forma constructiva las circunstancias negativas de tu vida ayudándote a crecer. Esa persona está siempre de parte tuya, quiere verte madurar y desarrollarte en el amor. Constatas que día tras día reprime su ira contigo por todos los "errorcitos" que cometes, aunque sean muchos.

Cuando alguien te ama, le duele profundamente cuando pierdes el camino, pero te orienta a seguir la senda correcta. Cuando alguien te ama, sigue confiando en ti aun cuando a veces tú ni siquiera confías en ti mismo. Cuando alguien te ama, nunca te dice que eres un caso perdido; más bien trabaja pacientemente contigo porque te ama y corrige de tal manera que cuesta entender la profundidad del cuidado que tiene por ti.

¡Ojalá que también tú no abandones a un amigo, aunque muchos otros lo hagan! Quédate a su lado cuando llegue al fondo de la desesperación y veas lo que realmente es en su debilidad y límites, sin juzgarlo ni condenarlo. Ámalo de tal manera que tu amigo descubra en ti el mayor de todos los dones que le pudo hacer Dios 

(Anónimo).


* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO ORDENARÁ 16 SACERDOTES


El Papa ordenará 16 sacerdotes, entre ellos un colombiano y un salvadoreño
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
Foto referencial: Daniel Ibáñez (ACI Prensa)




El próximo domingo 22 de abril, cuando se celebre la 55° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco ordenará sacerdotes a 16 diáconos, entre los cuales están un colombiano y un salvadoreño.

La Misa de ordenación sacerdotal comenzará a las 9:15 a.m. en la Basílica de San Pedro. En ella, el Santo Padre ordenará al colombiano Fabio Alejandro Perdomo Lizcano, nacido en 1982; y el salvadoreño Moisés Pineda Zacarías, nacido en San Salvador en 1990.

Ambos han estudiado en el seminario Redemptoris Mater del Camino Neocatecumenal, junto al croata Juraj Baskovic, de 37 años, el vietnamita Phaolo Do Van Tan, también de 37 años, Thein Lwin, de Myanmar; y Thierry Randrianantenaina, joven de 27 años originario de Madagascar.


Este último comenta al diario Avvenire que “para decir mi gracias a Dios he optado por el camino del sacerdocio. El matrimonio de mis padres se salvó por pura gracia: ha sido un signo de fidelidad que el Padre me ha hecho experimentar en mi vocación y que aún es semilla de esperanza para mi futuro ministerio”.

Otros de los diáconos que recibirán la ordenación han estudiado en el Seminario Romano Mayor. Ellos son Gabriele Nasca, de 29 años; Emilio Cenani, de 32; Massimo Cunsolo de 28; Michele Ferrari de 26; y Renato Tarantelli Baccari, de 41 años.

Sobre su llamado, Tarantelli afirma que “mi vocación tardía llegó luego de haber definido mi vida afectiva y profesional, ya que era profesor de derecho tributario”.

“Hace nueve años viví una experiencia muy intensa” en el camino de Lourdes en Francia hasta Santiago de Compostela en España, lo que lo hizo “entender lo que quería, y que era algo distinto. Me he sentido amado por una dulzura y una ternura que nunca había experimentado. El Señor me sorprendió y yo me sorprendido a mí mismo encontrado el coraje, sin reservas, para decir ‘sí’ a su llamado”.


Además de estos 11 diáconos, otros cuatro provienen de la Familia de los Discípulos; y un religioso de la Pequeña Obra de la Divina Providencia fundada por Don Orione.

La Misa de ordenación sacerdotal será concelebrada, entre otros, por el Vicario de Roma, Mons. Angelo de Donatis, que el viernes 20 de abril presidirá en el Pontificio Seminario Romano Mayor la vigilia diocesana por las vocaciones.

El P. Gabriele Faraghini, Rector del Seminario Romano Mayor, comenta sobre estas ordenaciones que está “agradecido por recoger estos frutos” y expresó su deseo de que estos nuevos sacerdotes “no pierdan nunca el entusiasmo de la evangelización, amando al Pastor y a sus ovejas”.

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 18 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
18 abril




Nosotros tenemos hambre de verdad, sed de felicidad; Jesús es el que llena estas nuestras aspiraciones; nuestra inteligencia busca la verdad absoluta y total, que nos satisfaga plenamente; solamente encontramos fragmentos de la misma, que no hacen otra cosa que aumentar en nosotros el ansia de la Verdad absoluta.

Solamente en Jesucristo podremos saciar plenamente esa nuestra hambre y esa nuestra sed, pues él no solamente nos propone la verdad, sino que él mismo es la Verdad del Padre, la Verdad absoluta.

Nuestro corazón busca la felicidad y la busca desesperadamente; y en cambio lo único que halla y a lo que tiene acceso es a unas pocas migajas en muchas ocasiones engañosas, que en vez de saciar nuestro apetito, lo exacerban más, al desilusionarlo; y cuando son verdaderas, lo dejan insatisfecho por lo pasajeras y poco eficientes.



P. Alfonso Milagro

RESUCITÓ JESÚS CON UN CUERPO CARNAL, O CON UNO ESPIRITUAL?


¿Resucitó Jesús con un cuerpo carnal, o con uno espiritual?
Los Testigos de Jehová aseguran que Jesús resucitó sin un cuerpo físico ¿Están en lo correcto?


Por: Lira Merlo | Fuente: estaeslafe.com 




Estaba en la terminal esperando el bus que me llevaría a Estelí, al norte de mi país. En una esquina estaban unas señoras que por su vestimenta pude identificar como Testigos de Jehová (son ideas mías o todas visten igual, quisiera leerlo en sus comentarios) tenían un exhibidor de revistas con la leyenda “gratis”, una interesante estrategia de mercado que ha puesto en marcha esta organización. Me acerqué y tomé una revista Atalaya que decía:

“¿Jesús realmente resucitó?” me pareció interesante así que le tomé y me dispuse a leerle.

Lo que encontré en esa revista me alarmó. ¿Cuántas personas más le habrán leído y con ello engañado sobre uno de los temas centrales de nuestra fe?

En esta ocasión responderemos las dudas que genera la resurrección de nuestro Señor.

Primero lo primero.

La resurrección de Jesús es el centro de nuestra predicación, nosotros creemos lo que hemos recibido (1 Corintios 15:3-8).

En 1 Corintios 15:14 San Pablo dice: “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también nuestra fe.” Tres versículos más adelante, en el 17, Pablo dice una vez más: “y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es vana; aún están en pecado.”

En el ambiente cristiano existen muchos temas en los que no todos estamos de acuerdo, sin embargo negar la resurrección de Cristo es negar al cristianismo mismo, cuando una denominación o secta predica que Cristo no ha resucitado inmediatamente se vuelve anatema, (apostata de la fe, deja de ser considerada cristiana)

Sin embargo, el problema que encontré en la revista de los Testigos de Jehová no es tanto acerca de si resucitó o no, sino en la forma como resucitó. Desafortunadamente, los falsos cultos atacan la resurrección de Cristo y la reinterpretan en formas diferentes; como por ejemplo, negando Su resurrección física. Debemos preguntarnos si Jesús resucitó de los muertos en el mismo cuerpo con que murió o si resucitó en un cuerpo espiritual que no era carne y huesos. La respuesta a esta pregunta es vital ya que la misma separa a los verdaderos cristianos de los sistemas falsos. Por lo tanto, aquí tenemos la doctrina correcta de la resurrección en el cristianismo, la cual, la consideramos tan importante, que la misma debe ser establecida como una declaración verdadera.

Luego de leer aquella Atalaya decidí investigar en su página y encontré que en su edición de Julio 1, 1998 en la página 20 dice, “Jesucristo…murió y fue resucitado como un espíritu.” Y en la página 14 ellos dicen, “Jesucristo no fue levantado como humano.”

Así mismo pueden entrar a este enlace en donde podrán confirmar cual es la creencia que ellos promueven. (Aviso, ellos son muy sutiles para convencerte de sus ideas, no te quedes mucho tiempo en esa página)

Hasta los niños en la organización La Atalaya son enseñados esta doctrina. Mi libro de Historias Bíblicas, p. 103, dice, “¿Sabes lo que le sucedió al cuerpo de Jesús? Dios causó que se desapareciera. Dios no lo levantó a vida en el cuerpo carnal en el cual murió. Él le dio a Jesús un nuevo cuerpo espiritual, como tienen los ángeles en el cielo. Pero para demostrarles a sus discípulos que él está vivo Jesús puede tomar un cuerpo que las personas puedan ver…”

¿Esta declaración es real? ¿Un Cristiano Católico puede creer esto?

Consideremos lo siguiente:

La resurrección de Jesús es el hecho más importante de la historia moderna, a causa de esta los apóstoles fueron perseguidos, martirizados y obligados a refugiarse en las catacumbas de Roma, sin embargo su fe se mantuvo firme en el grito “Jesucristo ha resucitado”

Ahora nosotros en nuestros hogares recibimos propaganda que niega la resurrección verdadera dejando a Jesús como una especie de fantasma.

1. Leer del Evangelio según San Juan 20:19-29.

Aquí leemos una de las apariciones de Jesús a sus apóstoles, entre ellos encontramos a Tomas, quien no creía que Jesús pudo haber resucitado (con su cuerpo físico) Jesús muestra su cuerpo e incluso las heridas con las que fue martirizado. Un espíritu no tendría grabadas las marcas de su cuerpo, es más, un espíritu no tiene cuerpo.

2. Leer del Evangelio según San Lucas 24:38-43

En este pasaje vemos la declaración viva de Jesús quien afirma “un espíritu no tiene carne ni huesos como ven que yo tengo” y para ir más allá Jesús pide alimento, y come delante de ellos. Jesús mismo desmiente de tajo la doctrina enseñada por esta secta.

¿Después de leer esto estoy dispuesto a aceptar la propaganda de esta secta que niega la resurrección de Jesús?

¿Es correcto que un niño católico lea el “Mi libro de Historias Bíblicas”?

Jesucristo ha resucitado, en verdad ha resucitado. No es una especie de fantasma rondando por ahí, la resurrección de Cristo involucra la glorificación de su cuerpo, su cuerpo glorioso como preludio al que nosotros tendremos en la resurrección final. Por ello hermanos no podemos permitir que estas enseñanzas erradas entren en nuestros hogares, así les aconsejo que saquen de sus casas toda revista o propaganda sectaria (involucrando ese libro de historias bíblicas para niños) y crecer cada día en nuestra fe católica.

En nuestras librerías hay muy buenos libros de formación, acerquémonos a una cercana para conocer más nuestra fe y así vivirla con ánimo.

Ultimas pistas de reflexión:

“¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado!” (Lc 24:34). Con esta fórmula resume Lucas la afirmación decisiva de nuestra fe. El movimiento de Jesús hubiera concluido con el fracaso de la cruz y la dispersión de sus seguidores si no hubiera sido por ese acontecimiento excepcional con el cual todo comenzó de nuevo. La proclamación de la resurrección de Jesús es absolutamente fundamental y sin ella no habría fe cristiana. Y es en la veracidad de esta afirmación donde nuestra fe se juega su ser o no ser. Porque, como señaló ya en los primeros tiempos el apóstol Pablo, si Jesús no hubiese resucitado la predicación sería vana y seríamos los hombres más dignos de compasión (1 Cor 15:14-19). Vivamos la resurrección de Cristo con amor y entusiasmo en nuestras parroquias y hogares recordando que el sepulcro está vacío.

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Artículo publicado originalmente en estaeslafe.com

PAPA FRANCISCO HABRÍA INICIADO LOS TRÁMITES DE ASILO PARA ALFIE EVANS


El Papa habría iniciado los trámites de asilo para Alfie Evans, según el padre del niño
POR ÁLVARO DE JUANA | ACI Prensa
 Crédito: Cortesía de Alfie's Army Official y Daniel Ibañez




El Papa Francisco habría dado órdenes de iniciar los trámites de asilo para el pequeño Alfie Evans. Es lo que ha contado a la prensa su padre después del encuentro privado que tuvo en la mañana del miércoles 18 de abril en la Casa Santa Marta, antes de la Audiencia General.

“No entiendo bien el italiano, pero he entendido que ha dicho a uno de sus compañeros que se inicie inmediatamente la petición de asilo para Alfie”, dijo Tom Evans.

“No sé si tendremos asilo –explicó–, solo que el Papa ha comenzado a actuar, le he visto muy emocionado”, relató sobre su encuentro.

El padre del niño explicó que Alfie “se encuentra estable, puede volar al Vaticano, donde la gente le quiere, los doctores del hospital le quieren, tiene una ayuda fantástica. No está para morir”.

“He contado al Papa lo que está ocurriendo en Inglaterra, donde discriminan a los discapacitados. Le he recordado que ninguno tiene derecho a llevarse la vida de ninguno, que solo puede hacerlo Dios”.

“El Papa se ha mostrado de acuerdo conmigo, él entiende que ningún doctor, ningún padre, ningún juez tiene el derecho a llevarse la vida de un hijo”. En Inglaterra “la Iglesia no ha venido a visitar a Alfie y en todo el país no hay ninguno que se haya mostrado interesado”, lamentó.

Alfie posee una enfermedad neurodegenerativa desconocida y el centro en el que se encuentra ingresado ha solicitado a la justicia inglesa que le permita desconectar al menor, argumentando que no hay solución a su problema de salud.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 18 ABRIL 2018


Lecturas de hoy Miércoles de la 3ª semana de Pascua
, miércoles, 18 de abril de 2018


Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (8,1-8):

AQUEL día, se desató una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaría.
Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él.
Saulo, por su parte, se ensañaba con la Iglesia, penetrando en las casas y arrastrando a la cárcel a hombres y mujeres.
Los que habían sido dispersados iban de un lugar a otro anunciando la Buena Nueva de la Palabra. Felipe bajó a la ciudad de Samaría y les predicaba a Cristo. El gentío unánimemente escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 65,1-3a.4-5.6-7a

R/. Aclamad al Señor, tierra entera

Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre,
cantad himnos a su gloria.
Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!». R/.

«Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre».
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los hombres. R/.

Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos en él,
que con su poder gobierna enteramente. R/.

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Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,35-40):

EN aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis.
Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día».

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 18 de abril de 2018
 Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf


CRECER EN LAS DIFICULTADES


   Los Hechos nos relatan la primera persecución contra la Iglesia. No nos indican una causa especial para que la persigan, pero resulta significativo que los que salen huyendo son «todos menos los apóstoles». Tendremos que interpretar que los perseguidos fueron sobre todo los compañeros de Esteban, los que tenían más inquietud misionera, los que habían hecho la adaptación de la Buena Nueva de Jesús a la cultura helenista.

Se nombra expresamente a uno de ellos, uno de los Siete Diáconos: Felipe. 

    El autor de Hechos intentó «disimular» el conflicto dentro de la Comunidad entre este sector helenista y el grupo de los apóstoles, «reduciéndolo» a un problema de atención a las viudas helenistas (Hech 6). Parece que fue bastante más que eso, porque seguidamente aparecen predicando y difundiendo la Palabra de Dios... si el problema era la atención a las viudas.... «Algo más harían» para que fueran objeto de la primera persecución (algo además de ocuparse de la comida de las viudas). Esteban había sido la primera víctima.

    Los discípulos, por su parte, debían estar convencidos de que podrían resolver los problemas planteados con la religión judía fuera y dentro de la comunidad. Se toman más tiempo, seguramente quieren ser «prudentes» y tomar las decisiones con más calma. Les cuesta asumir las «adaptaciones» y «libertades» que se ha tomado el sector helenista (y que han llevado a Esteban a sufrir el martirio), y por lo tanto romper definitivamente con las tradiciones judías que los helenistas creían que encorsetaban el Evangelio y excluían a muchos para que lo aceptaran. A Pedro y al resto de los apóstoles les costará bastante asumir estos cambios, pero terminarán por aceptarlo, porque no se puede ir en contra del Espíritu Santo, como justificará más adelante este mismo Saulo que ahora persigue a este sector «heterodoxo», y que tiene como centro geográfico de referencia las ciudades de Damasco y Antioquía.

    Precisamente las dificultades en que se vio la primera Iglesia serán el origen de la expansión misionera y de la universalidad del Evangelio. Todo ello nos invita a mirar con esperanza las dificultades que, en cada tiempo y también hoy, afectan a la Iglesia. Pueden y deben ser ocasiones de purificación, de profundización en la teología, de ser creativos y decididos en la pastoral. Hoy, como entonces, hace falta escuchar las voces de los que piden cambios a fondo, de los que están más metidos en la realidad pastoral, en las periferias... 

Seguramente, hoy como entonces, los que viven en «Jerusalem» vayan más despacio y les cueste decidir.

   Pero el duelo causado por las dificultades y persecuciones, al final, eso esperamos, llenarán «la ciudad» de alegría. El grano de trigo que es la Iglesia tendrá que morir muchas veces para que sea posible que aparezca el trigo y el pan que los hombres necesitan como alimento. Estamos, pues, ante una llamada a la esperanza, al discernimiento y a la purificación.

          En el Evangelio encontramos una queja de Jesús, que nos hace recordar el final del mismo, cuando Tomás necesita ver para creer. Aquí hay quienes han visto (y oído) y no creen, es decir, no acogen a Jesús como revelación del Padre. «Verle» y «creer», empezar a vivir como él, convertirse en discípulo significa tener vida eterna. Ya, ahora; y ser resucitado después, en «el último día», que para el Evangelio de Juan es el día de la Pascua, y el día final de nuestra historia. 

         Jesús no quiere «echar fuera» a nadie. Está aludiendo a la expulsión de Adán del paraíso, cuando  dejó de estar a su alcance el «Árbol de la Vida» y Adán y Eva fueron echados fuera. La cruz será el nuevo Árbol de la Vida del que hay que comer/alimentarse para que «no se pierda nadie», ésta es la voluntad del Padre, una salvación universal. 

        Dicen los especialistas que la expresión «Yo soy el pan de vida» se refiere simultáneamente a la revelación de Jesús (el «Yo Soy» de la zarza ardiente: se conoce quién es Dios «mirando» a Jesucristo) y a la consiguiente respuesta de fe («creer en él»), y también al cuerpo eucarístico de Jesús que hay que comer. 

       Ojala que Jesús no tenga que quejarse de nosotros porque vemos y no creemos. La voluntad del Padre es que nadie se pierda, sí, pero no nos puede salvar si nos empeñamos en ser «ciegos» culpablemente, porque no queremos alimentarnos de él, creer en él, hacer nuestro su estilo de vida.

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

BIENVENIDOS





martes, 17 de abril de 2018

PERDONAR A TODOS


Perdonar a todos




Hay que perdonar a todos, incluso a los difuntos. Dice la mística María Simma que un día fue a visitarla un campesino y le dijo:

—  Estoy construyendo un establo y cada vez que el muro llega a cierta altura, se cae. Hay algo extraño y sobrenatural en esto. ¿Qué puedo hacer?

—  ¿Hay algún difunto que tiene algo contra ti, a quién guardas rencor?

—  Oh sí, pensaba que no podía ser sino él. Me hizo mucho daño y no lo puedo perdonar.

—  Él quiere que lo perdones para estar en paz.

—  ¿Perdonarlo yo? ¿A él que tanto daño me ha hecho de vivo? ¿Para que vaya al cielo? No.

—  Pues no te dará reposo hasta que lo hayas perdonado de corazón. ¿Cómo puedes decir en el Padrenuestro: “Perdónanos como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”? Es como si dijeras a Dios: No me perdones como yo tampoco perdono.

El hombre se quedó pensativo y dijo: Tienes razón. En nombre de Dios lo perdono para que Dios me perdone también a mí. Desde ese día, no tuvo más problemas con el establo y pudo tener paz y amor en su corazón.



* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 17 ABRIL


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
17 abril



Jesús no se preocupa exclusivamente de las necesidades espirituales de los que lo siguen; también atiende las necesidades de orden material. Jesús vio que una gran multitud acudía a él, conoció que eran gentes necesitadas y en el acto decidió realizar un maravilloso milagro, a fin de subvenir a aquella necesidad y darle de comer; y así multiplicó milagrosamente aquellos panes y aquellos peces que llevaba consigo un muchacho.

Dios a veces nos donde en circunstancias de prueba; la tentación tiene un doble sentido: incitación al pecado y en este sentido tienta el diablo, que siempre nos induce al mal; pero la tentación tiene también el sentido de prueba o purificación y en ese sentido Dios permite que seamos tentados, para que le podamos demostrar a que lo amamos de verdad.

P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 17 ABRIL 2018


Lecturas de hoy Martes de la 3ª semana de Pascua
Hoy, martes, 17 de abril de 2018





Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (7,51–8,1a):

EN aquellos días, dijo Esteban al pueblo y a los ancianos y escribas:
«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo, lo mismo que vuestros padres. ¿Hubo un profeta que vuestros padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del Justo, y ahora vosotros lo habéis traicionado y asesinado; recibisteis la ley por mediación de ángeles y no la habéis observado».
Oyendo sus palabras se recomían en sus corazones y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo:
«Veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios».
Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos dejaron sus capas a los pies de un joven llamado Saulo y se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación:
«Señor Jesús, recibe mi espíritu».
Luego, cayendo de rodillas y clamando con voz potente, dijo:
«Señor, no les tengas en cuenta este pecado».
Y, con estas palabras, murió.
Saulo aprobaba su ejecución.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 30,3cd-4.6ab.7b.8a.17.21ab

R/. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu

Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame. R/.

A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.
Yo confío en el Señor.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. R/.

Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
En el asilo de tu presencia los escondes
de las conjuras humanas. R/.

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Lectura del santo evangelio según san Juan (6,30-35):

EN aquel tiempo, el gentío dijo a Jesús:
«¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”». 
Jesús les replicó: «En verdad, en verdad os digo: no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan».
Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás».

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy martes, 17 de abril de 2018
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf


SOMOS TESTARUDOS,
NOS RESISTIMOS AL ESPÍRITU SANTO


     Esteban no está simplemente cuestionando la Ley de Moisés, o algún aspecto concreto de la misma. Como Jesús, va al centro. Si el signo exterior de que se pertenecía al pueblo de Dios era la «circuncisión» (según la alianza con Abraham, Génesis 17, 10-14), Esteban les reprocha que el signo se ha quedado en algo puramente externo y falso. Porque lo que había que «circuncidarse» eran el oído y el corazón.

     Ya sabemos que en la cultura bíblica, el corazón representaba el centro de la persona, el yo, la propia identidad. Pero podemos andar con una «coraza» puesta, de modo que nos «protegemos» contra la voluntad de Dios, no permitimos que la Palabra de Dios afecte, transforme y se incorpore a lo que somos, pensamos, hacemos y sentimos. Por muchas palabras que digamos, o muchos signos exteriores que nos pongamos. La voluntad de Dios nos rebota. Es lo que Jesús y Esteban echan en cara al pueblo,  a los ancianos y escribas. Con palabras muy duras: «Siempre os resistís al Espíritu Santo».

    Y en cuanto al oído: Israel se ha llamado el «pueblo de la escucha». Un texto fundamental, que es a la vez la plegaria más sagrada del judaísmo y que repiten diariamente, se encuentra en Deuteronomio  6, 4-9, empieza así: Escucha Israel...

    Pero es frecuente que, al escuchar, pongamos como unos filtros en las orejas, de modo que escuchamos selectivamente: lo que está de acuerdo con nuestras ideas, lo que no nos inquieta, lo que nos interesa, lo que nos da tranquilidad, lo que confirma nuestras ideas... Con respecto a los demás, ¡y con respecto a Dios y su Palabra! Tener circuncidado el oído significa dejarse juzgar, cuestionar, afectar, alterar, cambiar los criterios y la mente... conforme a lo que nos va «diciendo» Dios. 

    Es más: el pueblo, los ancianos y los escribas no habían sido capaces (o no les daba la gana) de reconocer la Palabra de Dios que venía por boca de sus profetas, así que los perseguían y eliminaban. Con tal de no cambiar la vida, los comportamientos erróneos, con tal de no dejarse cuestionar y exigir, se cerraba la boca de los mensajeros persiguiéndolos y eliminándolos. Esto es lo que hicieron con Jesús, y lo que Esteban sabe que van a hacer con él. Si persiguieron al Maestro, también perseguirán a sus discípulos. El propio Jesús ya lo había advertido. 

El Papa Francisco (17 de Abril de 2013), hablando del Concilio Vaticano II, se preguntaba:  ¿Hemos hecho todo lo que nos dijo el Espíritu Santo en el Concilio?». «No», fue su respuesta. 

«Festejamos este aniversario» casi levantando «un monumento» al Concilio, pero nos preocupamos sobre todo de «que no nos dé fastidio. No queremos cambiar». Y hay algo más: existen voces que quieren retroceder. Esto se llama “ser testarudos”, esto se llama querer “domesticar al Espíritu Santo”, esto se llama convertirse en necios y lentos de corazón».

También entre nosotros se manifiesta esa resistencia al Espíritu Santo. Para decirlo claramente: el Espíritu Santo nos da fastidio. Porque nos mueve, nos hace caminar, impulsa a la Iglesia a ir adelante. Y nosotros somos como Pedro en la Transfiguración: “Ah, que bueno es que estemos aquí, todos juntos”. Pero que no nos dé fastidio. Queremos que el Espíritu Santo se amodorre. Queremos domesticar al Espíritu Santo. Y esto no funciona. Porque Él es Dios y Él es ese viento que va y viene, y tú no sabes de dónde. Es la fuerza de Dios; es quien nos da la consolación y la fuerza para seguir adelante. ¡Pero sigamos adelante! Y esto incomoda. La comodidad es más bonita. 

«También en nuestra vida personal, en la vida privada sucede lo mismo: el Espíritu nos impulsa a seguir un camino más evangélico, y nosotros: “Pero no, es así, Señor...”». 



Pues sí: sigue habiendo quienes le echan la culpa a aquella «reunión» de casi todos los males de la Iglesia de hoy, y quisieran dar marcha atrás al tiempo, recuperar lo que «perdieron», reivindicar las sacrosantas tradiciones y modos de tiempos pretéritos, sin «creerse» que el Espíritu sigue hablando y guiándonos hoy.  

    En otro momento, decía el Papa: "el hombre debe tener el corazón siempre abierto. El «siempre se ha hecho así» es un corazón cerrado y Jesús nos ha dicho: ‘os enviaré el Espíritu Santo y Él os conducirá a la verdad plena’. Si tienes el corazón cerrado a la novedad del Espíritu Santo, ¡nunca llegarás a la verdad plena! Y tu vida será una vida mitad y mitad, una vida remendada con cosas nuevas, pero sobre una estructura que no está abierta a la voz del Señor. Un corazón cerrado, porque no eres capaz de cambiar los odres". Cerrado o incircunciso.

Y atentos también a nuestra propia vida personal: por dónde nos empeñamos en ir, estar o hacer... y por dónde quisiera llevarnos el Espíritu Santo.

           Por eso, concluimos esta reflexión, con los deseos del Papa: «esta es la gracia que hoy quisiera que todos nosotros pidiéramos al Señor; la docilidad al Espíritu Santo, al Espíritu que viene a nosotros y nos hace seguir adelante por el camino de la santidad, esa santidad tan bella de la Iglesia. La gracia de la docilidad al Espíritu Santo».

(¿Qué más voy a añadir yo, si mejor que el Papa no soy capaz de decirlo? La cosa es... hacerlo, ponerlo en práctica).

Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

BUENOS DÍAS





lunes, 16 de abril de 2018

LA PAZ DEL CORAZÓN


La paz del corazón




La paz del corazón es un tesoro tan grande que debemos cuidarla y defenderla. La ambición desmedida puede entregarnos de tal manera a una vida inquieta y agitada que, por lograr objetivos imprudentes, acabamos destruidos por dentro. Aquí tienes una oración responsorial que, con sus reiteraciones, te invita a entrar en un sueño apacible al amparo de Dios.

- En paz me acuesto y enseguida me duermo.
- En paz me acuesto y enseguida me duermo.

- Porque tu sólo, Señor, me haces vivir tranquilo.
- Enseguida me duermo.

- Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
- En paz me acuesto y enseguida me duermo.

La agitación y el ritmo descontrolado de las ocupaciones pueden hacerte olvidar las cosas esenciales de la vida. No te dejes perturbar por excesos o las preocupaciones cotidianas. La serenidad de tu espíritu es un valor tan grande que no merece canjearse por las cosas materiales.



* Enviado por el P. Natalio

EN EL CAMPO DE BATALLA


En el campo de batalla




El Señor te ha regalado la luz de la fe para que la irradies a tu alrededor, con el ejemplo y con la palabra. Cada uno tiene posibilidades distintas, pero no menos importantes aunque parezcan restringidas. Dios ha dispuesto que las almas vayan iluminando otras almas, como si fueran antorchas.

El capellán se acercó al soldado herido, en medio del fragor de la batalla, y le preguntó: — ¿Quieres que te lea la Biblia? —Primero dame agua, que tengo sed, dijo el herido.  El capellán le convidó el último trago de su cantimplora, aun sabiendo que el agua distaba kilómetros. — ¿Ahora, puedo leerte la palabra de Dios?, preguntó de nuevo. —Antes dame de comer, suplicó el herido. El capellán le dio el último mendrugo de pan que guardaba en su mochila. —Tengo frío, fue el siguiente clamor, y el hombre de Dios se despojó de su abrigo de campaña, pese al frío que le calaba los huesos, y cubrió al lesionado.  —Ahora sí, le dijo al capellán. Habla de ese Dios que te hizo darme tu último trago de agua, tu mendrugo y tu único abrigo. Quiero conocerlo.

Un refrán dice “las palabras mueven, pero los ejemplos arrastran”. El poder del testimonio es enorme y decisivo. Las palabras están devaluadas. Nunca el mensaje de Jesús tuvo tanta fuerza como cuando pregonó el amor desde la cruz. Para construir a tu alrededor una civilización del amor aporta cada día gestos de servicio, de humildad y generosidad.



* Enviado por el P. Natalio
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