miércoles, 8 de mayo de 2013

EL EVANGELIO DE HOY -

Autor: H. Edgar Suárez | Fuente: Catholic.net
El Espíritu Santo es la vida del cristiano
San Juan 16, 12-15. Pascua. El Espíritu es el don que Jesús pide al Padre para nosotros, que nos ha obtenido con su Resurrección y Ascensión.
 
El Espíritu Santo es la vida del cristiano
Evangelio del santo Evangelio según San Juan 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Tendría que decirles muchas cosas más, pero no podrían entenderlas ahora. Cuando venga el espíritu de la verdad, los iluminará para que puedan entender la verdad completa. El no hablará por su cuenta, sino que dirá únicamente lo que ha oído, y les anunciará las cosas venideras. El me glorificará, porque todo lo que les dé a conocer, lo recibirá de mí. Todo lo que tiene el padre, también es mío; por eso les he dicho que todo lo que el Espíritu les dé a conocer, lo recibirá de mí.

Oración Introductoria

Señor mío, gracias por darme al Espíritu Santo. Tú me conoces muy bien y sabes que muchas cosas que me suceden no las entiendo y busco explicaciones. Jesús, yo quiero ser templo del Espíritu Santo.

Petición

Señor Jesús, que el Espíritu Santo me consuele y me haga ver las cosas como Tú las ves, con mucha fe. Te pido Señor, que me des el don de la amistad con el Espíritu Santo. Él es el dulce huésped de mi alma, que me guía, me consuela y me da fuerzas para no abandonar el camino del bien.

Meditación del Papa

En la celebración solemne de Pentecostés se nos invita a profesar nuestra fe en la presencia y en la acción del Espíritu Santo y a invocar su efusión sobre nosotros, sobre la Iglesia y sobre el mundo entero. Por tanto, hagamos nuestra, y con especial intensidad, la invocación de la Iglesia: Veni, Sancte Spiritus! ¡Ven Espíritu Santo!. Una invocación muy sencilla e inmediata, pero a la vez extraordinariamente profunda, que brota ante todo del corazón de Cristo. En efecto, el Espíritu es el don que Jesús pidió y pide continuamente al Padre para sus amigos; el primer y principal don que nos ha obtenido con su Resurrección y Ascensión al cielo. Homilía del Santo Padre Benedicto XVI en la solemnidad de Pentecostés en Roma, Domingo 23 de mayo de 2010.

Reflexión

El Espíritu Santo es un don que Jesús nos trae después de su resurrección. Jesucristo nos conoce muy bien y porque nos conoce nos da este gran regalo. Jesús sabe que nuestra vida en la tierra tiene sus dificultades, sus momentos de prueba, sus momentos en que parece que no vemos con claridad a Dios junto a nosotros. Sin embargo, su Espíritu está dentro de nosotros y Él nos irá guiando para tomar las decisiones correctas y más prudentes. No dudemos ni tengamos miedo porque con Él todo lo podemos.
Ahora bien, todo don exige una gran responsabilidad. Cada uno de los católicos debemos cuidar que nuestro cuerpo y alma estén siempre lo mejor dignamente posible para que allí habite el Espíritu Santo, tenemos que cultivar nuestra vida de gracia.
Dios nos ama y no duda nunca en atender a nuestras suplicas. No obstante, Dios nos quiere fieles y entregados confiadamente a Él. Ojalá que cada día, Dios ocupe el primer lugar en nuestra casa, en la oficina y sobre todo en nuestro corazón.

Propósito

Comenzaré mi día pidiendo luz al Espíritu Santo, para que me guíe a lo largo del día y me ayude a obrar y tomar decisiones correctas y buenas.

Diálogo con Cristo

Jesús, gracias por este inmenso don. Yo quiero cuidarlo y acrecentarlo. A partir de ahora viviré con la conciencia de que dentro de mí está el dulce huésped del ama. ¡Espíritu Santo, amigo mío, ven y acompáñame siempre!


Todo buen consejo acerca de la salvación de los hombres viene del Espíritu Santo Santo Tomás, Sobre el Padrenuestro, l. c., 153



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Edgar Suárez, L.C.

    LOS CINCO MINUTOS DE DIOS - 8 DE MAYO DEL 2013


    LOS  CINCO MINUTOS DE DIOS
    8 DE MAYO DEL 2013 

    Dios al hombre lo hizo erecto, mirando hacia arriba; sólo el bruto animal tiene inclinada su cabeza hacia la tierra. A veces te olvidas de esto y te arrastras por la tierra llevado por tus instintos; te arrastras empujado por tus inclinaciones; te arrastras sin horizontes y sin alturas.
    Otras veces te dejas arrastrar por los demás; por los que tú juzgas más avivados que tú, más entendidos en las cosas del mundo y de la vida que tú, por los que ves que triunfan con triunfos más visibles y beneficioso; te dejas seducir por los que tienen más arrastre que tú, sin pensar si ese arrastre es para el bien o para el mal.
    No debes dejarte arrastrar; has de caminar erecto, con un ideal bien claro y bien fijo, que oriente todas tus acciones y sea la explicación de todos tus móviles; siempre hacia arriba y siempre con deseo de mejoramiento, de propia superación.
    "Renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el siglo presente, aguardando la feliz esperanza y la manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo" (Tito, 2, 12- 13).

    Extraído del Libro: "Los cinco Minutos de Dios"  de Alfonso Milagros

    UN MINUTO MARIANO - 8 DE MAYO 2013



    UN MINUTO MARIANO

    María fue concebida sin la menor mancha por la gracia de Dios poderoso porque Dios habiéndola escogido desde toda la eternidad para ser su Madre no ha permitido ni querido que su bendito germen fuera un solo instante mancillado o concebido en pecado.

     María de Santa Teresa Petyt

    CAMBIA UNA VIDA


    Cambia una vida

            Cuantas veces llegas a tu casa en las noches y solamente puedes pensar en todo el tiempo que invertiste en esto o en aquello, muchas veces sin frutos porque las cosas no salieron como esperabas.
            Y pasamos nuestro día sin dar una palabra de aliento, sin ayudar con un dinero al que menos tiene, sin invitar al menos afortunado a nuestra casa.

            Hoy puede ser un día diferente para tu historia. Hoy, puedes cambiar una vida para siempre y hacer la diferencia para alguien mas. ¿Deseas trascender? ¿Quieres sentir que has hecho algo por alguien?
            Este es el día que puede marcar la diferencia. Haz el propio de cambiar una vida. Detente un momento a saludar al que pide en la calle, recuérdale que Dios le ama y ayúdalo con algo que marque la diferencia, no con aquello que te sobra, sino que sacrifica tu salida a comer, la película que ibas a ver o la camisa o el perfume que ibas a comprar.

            Invita a alguien a comer en tu casa, y recíbelo con el mismo amor que Jesús lo haría contigo. A partir de hoy detente un momento a hablar con esa anciana a quien todos ignoran. A partir de hoy, haz como Jesús y cambia la vida de todos los que se crucen en tu camino en cada momento.

            Busca la forma, el medio, la oportunidad de hacer algo realmente importante que cambie una vida. Puedes pasar por este mundo como han pasado muchos, o puedes hacer la diferencia y trascender para siempre sabiendo que hiciste un bien de proporciones realmente cristianas a una persona. Si cada uno lo
            hace, el mundo en poco tiempo será otro. No pierdas tu oportunidad, y HOY cambia una vida.

    ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LUJAN


    Oración a Nuestra Señora de Lujan

    ¡Oh, Santísima Virgen María! ¡Coronada Reina de Luján! Dios me ha creado para la gloria eterna.
    ¡Ah! ¿Quién me diera alas de paloma para volar a esa morada de felicidad?
    ¿Quién me abriera las puertas del cielo, y me ayudara a subir hasta el pie del Trono del Altísimo?
    Concédele, oh! Santísima Virgen de Luján, vuestra protección a este hijo tuyo que gime en medio de este valle de lágrimas y sólo recibe consuelo celebrando vuestras glorias. Ayúdame a fin de que después de haberte honrado en la tierra merezca alabarte en el Cielo, por los siglos de los siglos.
    Así sea.

    JESUCRISTO


    LA VIRGEN CUSTODIA NUESTRA SALUD

    Autor: Papa Francisco | Fuente: vatican.va
    La Virgen custodia nuestra salud
    El Papa Francisco en la basílica de Santa María la Mayor de Roma ante la imagen de la Virgen Protectora del Pueblo Romano (Salus Populi Romani), el sábado 4 de mayo de 2013
     
    La Virgen custodia nuestra salud
    La Virgen custodia nuestra salud
    Esta tarde estamos aquí ante María. Hemos rezado bajo su guía maternal para que nos conduzca a estar cada vez más unidos a su Hijo Jesús, le hemos traído nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, nuestras esperanzas y nuestras dificultades, la hemos invocado con la bella advocación de "Salus Populi Romani", pidiendo para todos nosotros, para Roma y para el mundo que nos done la salud. Sí, porque María nos da la salud, es nuestra salud.

    Jesucristo, con su Pasión, Muerte y Resurrección, nos trae la salvación, nos dona la gracia y la alegría de ser hijos de Dios, de llamarlo en verdad con el nombre de Padre. María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno. La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres.


    Los cuidados de la Virgen nos ayudan a crecer

    Una mamá ayuda a los hijos a crecer y quiere que crezcan bien, por ello los educa a no ceder a la pereza - que también se deriva de un cierto bienestar – a no conformarse con una vida cómoda que se contenta sólo con tener algunas cosas. La mamá cuida a los hijos para que crezcan más y más, crezcan fuertes, capaces de asumir responsabilidades, de asumir compromisos en la vida, de tender hacia grandes ideales. El Evangelio de san Lucas dice que, en la familia de Nazaret, Jesús " iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él " (Lc 2, 40). La Virgen hace precisamente esto con nosotros, nos ayuda a crecer humanamente y en la fe, a ser fuertes y a no ceder a la tentación de ser hombres y cristianos de una manera superficial, sino a vivir con responsabilidad, a tender cada vez más hacia lo alto.


    Los cuidados de la Virgen nos ayudan a afrontar la vida

    Una mamá además piensa en la salud de sus hijos, educándolos también a afrontar las dificultades de la vida. No se educa, no se cuida la salud evitando los problemas, como si la vida fuera una autopista sin obstáculos. La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los problemas de la vida y a no perderse en ellos, sino a afrontarlos con valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano equilibrio que una madre "siente" entre las áreas de seguridad y las zonas de riesgo. Y esto una madre sabe hacerlo. Lleva al hijo no siempre sobre el camino seguro, porque de esta manera no puede crecer. Pero tampoco solamente sobre el riesgo, porque es peligroso. Una madre sabe equilibrar estas cosas. Una vida sin retos no existe y un chico o una chica que no sepa afrontarlos poniéndose en juego ¡no tiene columna vertebral! Recordemos la parábola del buen samaritano: Jesús no propone la conducta del sacerdote y del levita, que evitan socorrer al hombre que había caído en manos de ladrones, sino el samaritano que ve la situación de ese hombre y la afronta de una manera concreta. María ha vivido muchos momentos no fáciles en su vida, desde el nacimiento de Jesús, cuando para ellos "no había lugar para ellos en el albergue" (Lc 2, 7), hasta el Calvario (cfr. Jn 19, 25). Y como una buena madre está cerca de nosotros, para que nunca perdamos el valor ante las adversidades de la vida, ante nuestra debilidad, ante nuestros pecados: nos da fuerza, nos muestra el camino de su Hijo. Jesús en la cruz le dice a María, indicando a Juan: "¡Mujer, aquí tienes a tu hijo!" y a Juan: "Aquí tienes a tu madre"(cfr. Jn 19, 26-27). En este discípulo todos estamos representados: el Señor nos confía en las manos llenas de amor y de ternura de la Madre, para que sintamos que nos sostiene al afrontar y vencer las dificultades de nuestro camino humano y cristiano. No tener miedo de las dificultades. Afrontarlas con la ayuda de la madre


    Los cuidados de la Virgen nos ayudan a ser libres

    Un último aspecto: una buena mamá no sólo acompaña a los niños en el crecimiento, sin evitar los problemas, los desafíos de la vida, una buena mamá ayuda también a tomar las decisiones definitivas con libertad. Esto no es fácil. Pero una madre sabe hacerlo, en este momento en que reina la filosofía de lo provisorio. Pero, ¿qué significa libertad? Por cierto, no es hacer todo lo que uno quiere, dejarse dominar por las pasiones, pasar de una experiencia a otra sin discernimiento, seguir las modas del momento; libertad no significa, por así decirlo, tirar por la ventana todo lo que no nos gusta. La libertad se nos dona ¡para que sepamos optar por las cosas buenas en la vida! María como buena madre nos educa a ser, como Ella, capaces de tomar decisiones definitivas, con aquella libertad plena con la que respondió "sí" al plan de Dios para su vida (cfr. Lc 1, 38).

    Queridos hermanos y hermanas, ¡qué difícil es, en nuestro tiempo, tomar decisiones definitivas! Nos seduce lo provisorio. Somos víctimas de una tendencia que nos empuja a lo efímero... ¡como si deseáramos permanecer adolescentes para toda la vida! ¡No tengamos miedo de los compromisos definitivos, de los compromisos que involucran y abarcan toda la vida! ¡De esta manera, nuestra vida será fecunda! Y ¡esto es libertad! Tener el coraje de tomar decisiones con grandeza.

    Toda la existencia de María es un himno a la vida, un himno de amor a la vida: ha generado a Jesús en la carne y ha acompañado el nacimiento de la Iglesia en el Calvario y en el Cenáculo. La Salus Populi Romani es la mamá que nos dona la salud en el crecimiento, para afrontar y superar los problemas, en hacernos libres para las opciones definitivas; la mamá que nos enseña a ser fecundos, a estar abiertos a la vida y a ser cada vez más fecundos en el bien, en la alegría, en la esperanza, a no perder jamás la esperanza, a donar vida a los demás, vida física y espiritual.

    Es lo que te pedimos esta tarde, Oh María, Salus Populi Romani, para el pueblo de Roma, para todos nosotros: dónanos la salud que sólo tú puedes donarnos, para ser siempre signos e instrumentos de vida.

    martes, 7 de mayo de 2013

    LOS CINCO MINUTOS DE DIOS - 07 DE MAYO DEL 2013


    LOS  CINCO MINUTOS DE DIOS
    07 DE MAYO DEL 2013

    No me cabe ninguna duda de que tú quieres ser sabio y quieres ser santo: inteligente y bueno. Para ser inteligente y sabio, deberás estar mucho tiempo solo, estudiando, leyendo, meditando, profundizando en tus conocimientos; para ser santo y bueno, deberás estar con los demás, a fin de moldear tu carácter y de brindarles cuanto eres y cuanto tienes; y, al mismo tiempo, necesitarás ciertos momentos de soledad para penetrar en tu interior, a fin de irte perfeccionando.
    Y tanto para ser sabio e inteligente como para llegar a ser bueno y santo, necesitarás estar siempre con Dios, que es la verdadera Inteligencia y la Santidad por esencia.
    Y si llegas a ser sabio y santo, ¿me puedes decir qué más puedes anhelar en tu vida? Ya has cumplido tu misión, ya te has realizado ante tu conciencia, ante tus prójimos y ante Dios.
    No pienses ser bueno, si no te entregas a Dios incondicionalmente; no pienses ser bueno sólo porque no hagas el mal; todavía te queda mucho por hacer.

    "Yo soy Yahvéh, vuestro Dios; santificaos y sed santos, pues yo soy santo" (Lev, 11, 44). Tres veces repetimos "Santo, Santo, Santo", es decir: santísimo es nuestro Dios; sus hijos no podemos menos de asemejarnos al Padre, pues tenemos su misma naturaleza, que es la gracia, es decir, la santidad. 

    Extraído del Libro: "Los cinco Minutos de Dios"  de Alfonso Milagros

    UN MINUTO MARIANO - 7 DE MAYO 2013


    UN MINUTO MARIANO
     
    Antes de morir Jesús ofrece al apóstol Juan aquello más precioso que posee: su Madre, María, quien «a los pies de la Cruz, en Juan, acoge en su corazón a toda la humanidad». 
     
    Juan Pablo II

    EL BUEN HUMOR...

    El Buen Humor


    EL BUEN HUMOR:

       - Ayuda a mantener la salud: física y psicológica;
       - Distiende las facciones duras del rostro.
       - y quita las arrugas del espíritu.

    EL BUEN HUMOR:

       - Ayuda a una buena digestión, quita el estrés y
       - rebaja la tensión sanguínea

    EL BUEN HUMOR:


       - Quita hierro al percance, desintoxica nuestro interior;
       - Rejuvenece el alma y nos devuelve la alegría de vivir.

    EL BUEN HUMOR:

       - Relativiza los problemas de cada día;
       - Es una ayuda para tener paz con uno mismmo y
       - saberla transmitir a los demás.

    EL BUEN HUMOR:


       - Predispone a tender puentes, quitar escollos y
       - seguir por el camino emprendido.

    EL BUEN HUMOR:

       - Evita crispaciones, enfrentamientos, mallos modos;
       - Hace aflorar la bondad, la comprensión, el perdón;
       - Beneficia la convivencia y la buena armonía.

    RETRATO DE UNA MADRE

    Retrato de una Madre
    Autor: Monseñor Ramón Ángel Jara.


    Hay una mujer que tiene algo de Dios por la inmensidad de su amor y mucho de ángel por la incansable solicitud de sus cuidados.

    Una mujer que siendo joven, tiene la reflexión de la anciana; y en la vejez, trabaja con el ardor de la juventud.

    Una mujer que si es ignorante, descubre los secretos de la vida con más acierto que un sabio; y si es instruida, se acomoda a la simplicidad de los niños.

    Una mujer que siendo pobre, se satisface con la felicidad de los que ama; y siendo rica, daría con gusto todo su tesoro por no sufrir en su corazón la herida de la ingratitud.

    Una mujer que siendo vigorosa, se estremece con el vagido de un niño; y siendo débil, se reviste con la bravura de un león.

    Una mujer que mientras vive, no la sabemos estimar porque a su lado todos los dolores se olvidan; pero después de muerta, daríamos todo lo que tenemos por mirarla sólo un instante, por recibir de ella un solo abrazo, por escuchas un solo acento de sus labios.

    De esta mujer no me exijáis el nombre, si no queréis que empañe con lágrimas estas paginas… porque ya la ví pasar en mi camino.

    Cuando crezcan vuestros hijos, leedles estas páginas y ellos cubriendo de besos vuestra frente, os dirán que un humilde viajero, en pago del suntuoso hospedaje recibido, ha dejado aquí para vos y para ellos, un boceto del retrato de una madre.

    DARÉ MI VIDA...


    Daré mi vida

    San Juan Crisóstomo fue condenado al destierro por el emperador. Al saber tal noticia, un inmenso  gentío se reunió en la catedral, y Juan Crisóstomo pronunció uno de sus más hermosos sermones.
    Decía: “¿Que me destierran? ¿A qué sitio me podrán enviar que no esté mi Dios allí cuidando de mí? 

    ¿Que me quitan mis bienes? ¿Qué me pueden quitar si ya los he repartido todos? ¿Que me matarán? Así  me vuelvo más semejante a mi Maestro Jesús, y como Él, daré mi vida por mis ovejas…”.

    lunes, 6 de mayo de 2013

    UN MINUTO MARIANO - 6 DE MAYO 2013



    María es nuestra Madre, la causa de nuestra alegría. Por ser Madre, yo jamás he tenido dificultad alguna en hablar con María y en sentirme muy cercana a Ella. 


     Madre Teresa de Calcuta

    LOS CINCO MINUTOS DE DIOS - 06 de Mayo del 2013


    LOS  CINCO MINUTOS DE DIOS
      06 de Mayo del 2013
     
    El dolor tiene su aspecto amargo, pero también lo tiene dulce; todo dependerá del lado que nosotros miremos.
    Es duro trabajar muchos días sembrando la semilla y cuidándola; pero es agradable recoger la cosecha; es duro pasar horas estudiando, pero es agradable recibir el título y la aprobación; es duro realizar esfuerzos y más esfuerzos para construir la casa, pero es agradable poseer luego su propio hogar; es duro realizar cualquier esfuerzo, pero es luego muy agradable gozar del fruto de los esfuerzos realizados.
    Para llegar a ser bueno de veras, hay que hacer también grandes esfuerzos, conseguir duras victorias, pero luego podemos gozar de la alegría de llegar a ser lo que debemos ser. No nos desalienten los esfuerzos que haya que realizar; aliéntennos más bien los resultados conseguidos por esos esfuerzos.

    Dios permitirá éxitos y fracasos; pero no nos pide ni unos ni otros; Dios solamente nos pide nuestra acción apostólica; lo demás corre por su cuenta. "Ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que hace crecer" (1 Cor. 3, 7).

    Extraído del Libro: "Los cinco Minutos de Dios"  de Alfonso Milagros

    ORACIÓN DE LA MAÑANA: LAS SIETE SONRISAS


    Oración de la mañana

    Las Siete Sonrisas


    El coloquio de las siete sonrisas es una devoción personal creada para que entres en intimidad con tu Padre del cielo, Jesús, El Espíritu Santo y con toda la familia celestial.

    PASOS A SEGUIR:
    1. Señal de la cruz.
    2. Recita cada una de las oraciones. (La puedes hacer en cualquier momento del día, pero preferiblemente en la mañana).
    OBSERVACIÓN: Si el tiempo no te alcanza, basta con que les brindes una sencilla sonrisa… debes saber que Dios te ama y lo único que espera es una palabra Cariñosa salida desde lo más profundo de tu corazón, Pero recuerda: Obras son Amores y no buenas Razones.

    SONRISA PARA TU PAPÁ DEL CIELO
    Gracias Padre, por haberme creado. Si existo es porque Tú, Padre Bueno, me soñaste y quieres tenerme un día contigo en el cielo. Como hijo tuyo que soy, quiero esforzarme hoy al máximo por ser tierno y fiel, hacer siempre lo que te agrada, para que estés siempre conmigo y no causarte nunca un disgusto.

    SONRISA A JESÚS
    Gracias Hijo, por haber muerto en la cruz por mis pecados. Por ofrecerte a mí como la verdad sobre el camino hacia la vida, porbrindarme tu Cuerpo y tu Sangre, y por esperar, ¡Oh Divino Prisionero de Amor!; una visita mía en cada sagrario donde estás abandonado. Prometo acatar tus enseñanzas y aprovechar tus Sacramentos, mostrarte a tí, Médico Divino: mis llagas y aceptar tu yugo. Quiero ofrecerte hoy las flores de mis pequeños sacrificios para que revivas en mi cuerpo tu pasión, y nadie se pierda de aquellos que Tú me has confiado.

    SONRISA AL ESPÍRITU SANTO
    Gracias Espíritu Santo, por vivir dentro de mí desde el día de mi bautismo, haciéndome templo de Dios; y por no cansarte nunca en querer hacer de mí un santo. Quiero hoy irradiar tu luz, tu fuerza, tu amor sobre todos aquellos que me pondrás en el camino.
    SONRISA A LA MAMÁ DEL CIELO
    Gracias Mamá Maria por haberme aceptado como hijo (a) al pie de la cruz. Que nunca tengas que llorar por mi culpa. Quiero mas bien hacerte llorar de alegría. Seas hoy y siempre mi dulce madre espiritual dando a luz a Jesús en mí.
    SONRISA PARA TÚ SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA
    Gracias Ángel de mi guarda, por custodiarme y defenderme tan asiduamente. Prometo oír tu voz, acatar tus indicaciones que me indicarán la voluntad divina y dejarme guiar por ti. Porque sé que escuchando tu voz no me equivocaré.

    SONRISA PARA LOS SANTOS DEL CIELO
    Gracias hermanos del cielo, por haberme mostrado en este tierra la manera de agradar a Dios, y por mostrarme cuan bueno y generoso es Él, con aquellos que le aman y cumplen sus mandatos. Os pido intercedan por mí, para que yo también llegue a la santidad y pueda estar un día con ustedes en la inmensa felicidad de contemplar el rostro de nuestro Padre Dios.

    SONRISA PARA LAS ALMAS DEL PURGATORIO
    Gracias almitas del purgatorio por todos los favores que me hacen; ya que ustedes no pueden acumular meritos a su favor, agradezco que me los regaléis y ayudéis así a no cometer las mismas faltas por las que ustedes están en etapa de purificación, a cambio de todo esto, pediré por ustedes durante las eucaristías a las que asista y en mis oraciones, para que pronto puedan alcanzar la dicha del Cielo.
    Estas sonrisas las puedes hacer en las mañanas al levantarte o en cualquier momento del día.
    RECUERDA: tan solo necesitas una mirada al cielo para que desde allá te escuchen.
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    sábado, 4 de mayo de 2013

    EL EVANGELIO DEL DIA

    Autor: Francisco Sunderland | Fuente: Catholic.net
    Volverán a encontrarse con el Padre
    Juan 14, 6-14. Fiesta de Felipe y Santiago Apóstoles. Jesús es la vida que da la paz, la alegría y la fuerza que tanto deseamos.
     
    Volverán a encontrarse con el Padre
    Del santo Evangelio según san Juan 14, 6-14.


    En aquel tiempo dijo Jesús a Tomás: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto. Le dice Felipe: Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Le dice Jesús: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.

    Oración introductoria

    Ven, Espíritu Santo, inspira este momento de oración, para descubrir o confirmar el camino, la verdad y el estilo de vida que me propone Cristo Resucitado y pueda vivir así, en plenitud, la voluntad de Dios.

    Petición

    Concédeme, Padre Bueno, vivir ese amor unitivo con Cristo, que Tú concedes a quienes te lo piden.

    Meditación del Papa

    El cristianismo, religión del Logos, no relega la fe al ámbito de lo irracional, sino que atribuye el origen y el sentido de la realidad a la Razón creadora, que en el Dios crucificado se manifestó como amor y que invita a recorrer el camino del quaerere Deum: "Yo soy el camino, la verdad y la vida". Comenta aquí santo Tomás de Aquino: "El punto de llegada de este camino es el fin del deseo humano. Ahora bien, el hombre desea principalmente dos cosas: en primer lugar el conocimiento de la verdad que es propio de su naturaleza. En segundo lugar, la permanencia en el ser, propiedad común a todas las cosas. En Cristo se encuentran ambos... Así pues, si buscas por dónde pasar, acoge a Cristo porque él es el camino". El Evangelio de la vida ilumina, por tanto, el camino arduo del hombre, y ante la tentación de la autonomía absoluta, recuerda que "la vida del hombre proviene de Dios, es su don, su imagen e impronta, participación de su soplo vital". Y es precisamente recorriendo la senda de la fe como el hombre se hace capaz de descubrir incluso en las realidades de sufrimiento y de muerte, que atraviesan su existencia, una posibilidad auténtica de bien y de vida. (Benedicto XVI, 3 de mayo de 2012)..

    Reflexión

    Toda la vida de Jesús gira en torno a su Padre. Se puede decir que está realmente enamorado de Él. Busca complacerlo en todo y hacer de su voluntad la primera prioridad de su vida. "Señor, enséñanos al Padre y eso nos bastará". ¿Por qué pide esto Felipe que es el mismo discípulo que dijo a Jesús "enséñanos a orar?" Tal vez sea porque ve a Jesús tan alegre en su quehacer cotidiano de frente al Padre, porque ve que el estar con el Padre le da tanta energía y entusiasmo. Tal vez sea porque él mismo quisiera experimentar esa felicidad que ve Jesús cuando está con el Padre.

    Jesús responde que el secreto de su gozo, es decir, estar con el Padre, no es tan oculto como parece. La clave está en estar con Jesús que siempre está cercano a nosotros, dispuesto a venir cuando lo llamemos.

    Propósito

    Al final del Evangelio dice Jesús que aquello que pidamos en su nombre lo concederá. Que la primera petición sea justamente esa: Jesús, quiero estar contigo, permíteme conocerte más.

    Diálogo con Cristo

    Jesús, eres camino, camino al Padre. Jesús eres verdad, verdad de que podemos conocer a Dios y amarlo. Jesús eres vida, vida que da la paz, la alegría y la fuerza que tanto deseamos como Felipe.


    Conoce más acerca de la Fiesta de Felipe y Santiago Apóstoles

    LOS CINCO MINUTOS DE DIOS - 04 de Mayo 2013


    LOS  CINCO MINUTOS DE DIOS
    04 de Mayo 2013
     
    Cuando niños hemos jugado varias veces a "cara o cruz"; y ahora que somos adultos debemos vivir a "cara y cruz".
    Porque la vida está así constituida: con muchas caras y no pocas cruces; y pretender prescindir de la cara, para mirar solamente las cruces, es ser pesimistas y volverse misántropo y fatalista. Aunque pretender cerrar los ojos a la cruz, para mirar solamente a la cara, es ingenuo y termina por desilusionar.
    El cristiano debe admitir ambas: la cara y la cruz; la cara bonita del amor y la cruz fea del dolor; la cara grata del gozo y la cruz ingrata del sufrimiento; la cara sonriente de la alegría y la cruz aristada de las lágrimas; la cara agradable del bien y la cruz desagradable del mal.
    Y todo: cara y cruz, viene de Dios; pero es preciso saber descubrir los caminos por los que llegan a nosotros la cara y la cruz, que no son los caminos de la fatalidad, sino los de la Providencia amorosa del Señor.

    La mano derecha y la mano izquierda de Dios, ambas son manos de Dios, y Dios tanto te ama cuando te toca con la mano derecha como cuando te prueba con la izquierda. “A la nave la inventó el afán de lucro y la sabiduría fue el artífice que la construyó, y es tu Providencia, Padre, quien la guía... mostrando que de todo peligro puedes salvar"(Sa b, 14,2-4).

    Extraído del Libro: "Los cinco Minutos de Dios"  de Alfonso Milagros

    AMISTAD: GRATITUD DE UN AMIGO

     
    Amistad: gratitud de un amigo
     
    Por la amistad que me manifiestas, por mis defectos que no percibes, por mis valores que tú acrecientas, por mi fe que tú alimentas, por esta paz que nos trasmitimos, por este pan de amor que repartimos, por el silencio que lo dice casi todo, por esa mirada que dice: Amigo, sigue adelante.

     Porque tú no callas y no consientes; por la pureza de esos sentimientos, por la presencia en todos los momentos, por estar presente aunque estés ausente, por ser feliz cuando me ves contento, por entristecerte cuando yo estoy triste, por reír conmigo cuando estoy risueño, por reprenderme cuando cometo errores, por mi secreto siempre bien guardado, por tu secreto que sólo yo conozco y por parecerte que sólo yo merezco, por dirigirte a Dios en todo instante, por ese amor fraterno tan constante, por todo eso y mucho más, yo digo:

            QUE DIOS TE BENDIGA, MI QUERIDO AMIGO.

    AMOR POR ODIO

    Amor por odio
    Autor: Padre Eusebio Gómez Navarro OCD



            Un hombre de Marsella, caminando a la par del padre Calage, el gran amigo de los pobres, le grito bruscamente:
     
    – ¡Te odio!
    – Pues si supieras cuánto te amo... le respondió el humilde sacerdote.

                        Si nos dejamos llevar por los primeros impulsos, fácilmente cometeremos errores. “No te vengarás ni guardarás rencor contra los hijos de tu pueblo” (Lv 19,18). Quien no se venga no es un cobarde; al contrario, se necesita mucha valentía para no responder con la misma moneda y ser capaz de detener la espiral de la violencia. “Ya llegará el tiempo en que verás arruinados a los que arruinaron la tierra” (Ap 11,18), pues “el que hiera mortalmente a cualquier ser humano, morirá” (Lv 24,17).

                        En lugar de la venganza, es mejor acercarse al otro y darle un abrazo. Esto es lo que manda Jesús. “Habéis oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente’. Pues yo os digo: No resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra; al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica, déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla, vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda” (Mt 5,38-42).

                        Amar a los amigos es fácil; eso lo hacen también los paganos. Para ser hijos de Dios, hay que amar también a los enemigos, orar por los que nos persiguen y ser perfectos como Él que hace salir el sol sobre malos y buenos (Mt 5,44-48).

                        A la violencia se la vence con la no violencia, no con la fuerza bruta. San Pablo enseña cómo tratar al que nos ha ofendido: “Bendecid a los que os persiguen, no maldigáis... No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien” (Rm 12,14.21).

                        No es fácil vencer el mal con el bien; sólo los que se apoyan en Jesús y cuentan con la gracia de Dios pueden hacerlo. Pero es la única forma de acabar con la violencia.
            ¿Quién iba a decir que un hombre tan pequeño como Ghandi, no usando la violencia, iba a ser capaz de doblegar al imperio Británico?
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