jueves, 21 de julio de 2016

ORACIÓN DE LA MAÑANA


ORACIÓN DE LA MAÑANA


En el silencio de este día que comienza,
vengo a pedirte la paz,
la prudencia, la fuerza.

Hoy quiero mirar el mundo
con ojos llenos de amor,
ser paciente, comprensivo,
dulce y prudente.

Ver por encima de las apariencias,
a tus hijos como Tú mismo los ves,
y así no ver más que el bien
en cada uno de ellos.

Cierra mis oídos a toda calumnia,
guarda mi lengua de toda maldad,
que sólo los pensamientos caritativos
permanezcan en mi espíritu,
que sea benévolo y alegre,
que todos los que se acerquen a mí
sientan su presencia.

Revísteme de Ti, Señor,
y que a lo largo de este día yo te irradie.

Amén.

miércoles, 20 de julio de 2016

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 20 DE JULIO DEL 2016, LAS SEMILLAS CAEN EN DIFERENTE TIERRA


Las semillas caen en diferente tierra
Tiempo Ordinario

Mateo 13, 1-9. Tiempo Ordinario. Dejemos que Cristo siembre su amor en nuestro corazón. Que no sea un lugar áspero a sus semillas. 


Por: H. Jonas Massaneiro | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 13, 1-9
Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar. Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas. Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga».

Oración introductoria
Señor, hoy vengo a recibir tu Palabra, que es una pequeña semilla. Pero quiero que me hables claro sobre lo que necesito. No quiero, por mi parte, cerrar el corazón a esta pequeña semilla, sino recibirla con alegría. Para esto te pido fe, que me lleve a reconocer en tu semilla mi salvación y me permita acogerla. Necesito también confianza, para que tu semilla, Dios mío, crezca. Y por último pido amor, ese amor que hace fructificar en mi vida el ciento por uno. Así sea.

Petición
Señor, hazme dócil a tu Palabra; que te escuche con atención. Dame la "tierra buena", de la que tú hablas en el Evangelio, Señor. Que no sea sordo a tu voz.

Meditación del Papa
Señor arroja con abundancia y gratuidad la semilla de la Palabra de Dios, aun sabiendo que podrá encontrar una tierra inadecuada, que no le permitirá madurar a causa de la aridez, y que apagará su fuerza vital ahogándola entre zarzas. Con todo, el sembrador no se desalienta porque sabe que parte de esta semilla está destinada a caer en "tierra buena", es decir, en corazones ardientes y capaces de acoger la Palabra con disponibilidad, para hacerla madurar en la perseverancia, de modo que dé fruto con generosidad para bien de muchos.
La imagen de la tierra puede evocar la realidad más o menos buena de la familia; el ambiente con frecuencia árido y duro del trabajo; los días de sufrimiento y de lágrimas. La tierra es, sobre todo, el corazón de cada hombre, en particular de los jóvenes, a los que os dirigís en vuestro servicio de escucha y acompañamiento: un corazón a menudo confundido y desorientado, pero capaz de contener en sí energías inimaginables de entrega; dispuesto a abrirse en las yemas de una vida entregada por amor a Jesús, capaz de seguirlo con la totalidad y la certeza que brota de haber encontrado el mayor tesoro de la existencia. Quien siembra en el corazón del hombre es siempre y sólo el Señor, (Benedicto XVI, 21 de julio de 2009).

Reflexión 
Cristo se pone a la orilla del lago de nuestra vida y quiere entrar con su barca, no como extraño, sino como amigo que trae la paz. Y ¿de qué forma? Por su palabra y su presencia. En esto hay una relación muy estrecha entre la lectura y el Evangelio. Así como Dios dio alimento a los israelitas en el desierto, también Cristo quiere darse como alimento a nuestras almas. Él quiere que nos demos cuenta de las dos únicas fuentes de vida: su Palabra en el Evangelio y su cuerpo en la Eucaristía. Todo el evangelio se centra en nuestro primero alimento vital, que es ésta semilla lanzada a tu alma en particular. Pero el sembrador es el protagonista de la escena y no nuestro pobre terreno, con sus espinas y piedras, porque si miramos bien, no podemos trabajar la tierra sin la ayuda de Dios. Si nos creemos el centro de la escena, estaremos equivocados; pero si entendemos nuestro papel de colaboración con la obra de Dios, entonces hemos atinado en nuestra relación con Él.

Ahora bien, es bonito percibir el amor de Dios que lanza con cariño las semillas, y sentimos vergüenza de la aspereza con que recibimos su Palabra en el Evangelio, sin mejorar nuestra vida. Entonces ¿qué podemos hacer? Primero, analizar el grado de sintonía entre lo que yo quiero y lo que Dios quiere. Después, aceptar o no su voluntad, pero nunca estar indecisos porque nos mueve a la desesperación, y por último, llevar a cabo la Palabra de Dios en el día, esto es, vivirlos dos mandamientos de Dios: Amarlo a Él y al prójimo como a nosotros mismos. Vivir de cara a Dios, hablándole en la oración como amigo, esposo y Señor, respetando su cuerpo en la Eucaristía. Y al prójimo, preocupándonos por todo el que está a nuestro lado, prestando atención al que me habla, demostrando cariño a todos. Así Dios podrá producir el “ciento por uno” en nuestras almas.

Propósito
Trataré con respeto y cariño a todos los que vengan hablarme como si lo hiciera al mismo Cristo, Nuestro Señor.

Diálogo con Cristo
Señor, hoy me has hablado claro, sé que solo con escucharte y recibirte en la Eucaristía no pereceré en este desierto que es el mundo. También me has mostrado mi ingratitud para contigo, especialmente cuando no hago fructificar tus semillas: aquellas gracias y oportunidades para crecer en el amor y en la paciencia, porque he cerrado mi corazón. Pero ahora te pido de rodillas, que ya no dejes pasar mis días sin amarte, viendo en todo tu mano de Padre, y rezando con el corazón y no con la boca. Amaré a todos los que vea hoy como si fuese mi último día en la tierra, con amor y con cariño. Jesús, que nunca deje de te amar. Amén.

Como Jesús fue el anunciador del amor de Dios Padre, también nosotros lo debemos ser de la caridad de Cristo: somos mensajeros de su resurrección, de su victoria sobre el mal y sobre la muerte, portadores de su amor divino. (Benedicto XVI, 5 de abril de 2010).

SALMO 70, MI BOCA CONTARÁ TU SALVACIÓN, SEÑOR


Salmo
Sal 70

R/. Mi boca contará tu salvación, Señor

A ti, Señor, me acojo:
no quede yo derrotado para siempre;
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,
inclina a mí tu oído, y sálvame. R/.

Sé tú mi roca de refugio,
el alcázar donde me salve,
porque mi peña y mi alcázar eres tú.
Dios mío, líbrame de la mano perversa. R/.

Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,
en el seno tú me sostenías. R/.

Mi boca contará tu auxilio,
y todo el día tu salvación.
Dios mío, me instruiste desde mi juventud,
y hasta hoy relato tus maravillas. R/.

LIMITADO, GRANDE Y AMADO POR DIOS


Limitado, grande, y amado por Dios
Son tantas las señales que muestran lo mucho que Dios me ama


Por: P. Fernando Pascual, L.C. | Fuente: es.catholic.net 




Soy un ser limitado. Limitado por mi cuerpo, mis fuerzas, mis debilidades, mis enfermedades, mi memoria (buena o mala). Limitado por mi historia (con sus momentos malos y sus momentos buenos). Limitado por mis miedos (que muchas veces me paralizan y me impiden salir de mí mismo).

Soy limitado... y a la vez grande, abierto a mil posibilidades. Porque tengo una inteligencia para pensar, porque tengo una voluntad para amar, porque tengo un tiempo, este “ahora” maravilloso, para decidir que mi vida sea para Dios y para los demás.

Limitado y grande, cuento además con un don infinito: el hecho de ser amado por Dios. Continuamente me busca, me mira, me alimenta, me viste, me anima, me cura, me perdona, me salva...

Un desayuno, una comida, el viento, el agua, un día de frío o de calor, la hierba que crece sin murmullo, el mirlo que me despierta por las mañanas... Son tantas las señales que muestran lo mucho que Dios me ama.

En este día sentiré mis límites: el cansancio o el miedo aparecerán continuamente bajo las cortinas. Pero también pondré en marcha mi grandeza: esa mente y ese corazón que me permiten avanzar hacia la verdad y aspirar a la justicia.

Sobre todo, en este día me abriré al inmenso y cercano Amor de Dios. Un Amor tierno, detallista, paterno, personalizado. Un Amor que me ha librado tantas veces del peligro, que me ha levantado del pecado, que me ha dado la posibilidad de llamarle con el nombre más maravilloso: Padre nuestro.......

CARGAR PAPAS PODRIDAS


Cargar papas podridas



1)  Para saber
En la vida familiar se pueden dar situaciones donde alguien ofende a otro. Entonces caben dos opciones: permitir que un mal sentimiento penetre en nuestro corazón, que guardemos rencor por el mal recibido, “lo tomemos en cuenta”. O, por el contrario, que perdonemos intentando comprender la debilidad ajena e incluso busquemos una excusa para ese comportamiento, como cuando Jesús exclamó ante los que lo estaban crucificando: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34).
Uno mismo es quien decide qué actitud tomar. San Pablo nos recuerda que “el amor no toma en cuenta el mal”, no busca culpas, no es rencoroso. El peligro del rencor es que podemos hacerlo crecer cuanto queramos, dice el Papa Francisco, pues “la tendencia suele ser la de buscar más y más culpas, la de imaginar más y más maldad, la de suponer todo tipo de malas intenciones, y así el rencor va creciendo y se arraiga”. Es preciso evitar darle a todo la misma gravedad pues así se daña el vínculo amoroso y la estabilidad familiar.

2) Para pensar
En una ocasión el maestro pidió a sus alumnos que llevaran unas papas y una bolsa de plástico, pues les explicaría sobre el resentimiento. Ya en clase, se trataba de tomar una papa por cada persona a la que se le guardara resentimiento, escribir su nombre en ella y ponerla dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.

El ejercicio consistía en que durante una semana cada uno llevaría la bolsa de papas a todos lados donde se fuera. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo y hacía descuidar deberes por estar pendientes de ella. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento mostró claramente el peso espiritual de cargarla a diario. Al final todos arrojaron gustosos esa carga con las papas podridas. Los alumnos comprendieron lo pesado e inútil que era mantener el resentimiento por algo que ya pasó y no puede cambiarse.

A veces le damos mucha importancia a las promesas no cumplidas o a pequeños desaires, y nos llenan de resentimiento y malestar. Pensemos ahora en las papas que se pudren en nuestra "mochila" sentimental, para decidirnos a arrojarlas fuera de nosotros.

3) Para vivir
La solución para recuperar la paz es el perdón. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los beneficiados somos nosotros mismos.

El perdón es posible, pero no fácil, exige sacrificio, dice el Papa Francisco. Perdonar no significa aprobar lo que pasó o darle la razón a alguien que nos lastimó. Simplemente significa dejar de lado, “no tener en cuenta” aquello que nos causó dolor o enojo, pero solo será posible a partir del amor.

Muchas veces la persona más importante a la que tenemos que perdonar es a nosotros mismos. Esto supone la experiencia de ser perdonados por Dios, por un amor incondicional que nos estimula. “Entonces podremos amar más allá de todo, perdonar a los demás aun cuando hayan sido injustos con nosotros”, logrando que donde vivamos sea un lugar de comprensión, acompañamiento y estímulo.


* Pbro. José Martínez Colín

HOY 20 DE JULIO ES LA FIESTA DEL DIVINO NIÑO JESÚS, EN COLOMBIA


Hoy 20 de julio es la fiesta del Divino Niño en Colombia
Por Abel Camasca



 (ACI).- En el barrio “20 de Julio” de Bogotá (Colombia) se encuentra un gran santuario en honor al Divino Niño Jesús, devoción que se ha expandido por muchos países del mundo. En la actualidad no existe lugar donde su imagen no esté expuesta en parroquias, capillas, iglesias o casas.

Esta advocación está unida a la labor pastoral del P. Juan del Rizzo, salesiano italiano y misionero en Colombia.

En una ocasión el sacerdote, estando en Barranquilla, tenía dificultad para salir a pedir limosna por ser muy tímido y sintió que el pequeño Jesús, que María Auxiliadora lleva en brazos, lo reconfortó y animó. Luego prometió ser un gran propagador del Divino Niño Jesús.


Muchos años después, por el 1935 en Bogotá, mientras propagaba la devoción del Niño Jesús de Praga, encontró oposición por un grupo de asociados que decía tener la “exclusividad” del título de Praga.

El salesiano no se desanimó y continuó difundiendo el amor al pequeño Dios. Cierto día, buscando una imagen, le presentaron un Jesús infante parado sobre una nube con los brazos abiertos, túnica rosada y una enorme aureola en la cabeza. Pero hubo algo que no le agradó al salesiano.

Detrás de la imagen del pequeño había una cruz, por lo que el presbítero pidió que se la retiraran al tratarse de la imagen de Jesús niño. Luego se la llevó a los campos de la obra juvenil salesiana en el barrio “20 de Julio”.

De esta manera los fieles empezaron a venerar la imagen como el Divino Niño y son muchos los que hasta ahora dicen que al acogerse a esta advocación, han obtenido muchos milagros y conversiones.

La Fiesta del Divino Niño se celebra en Colombia el 20 de julio, de manera especial en el barrio "20 de julio", y en toda la Iglesia es el primer domingo de septiembre, al concluirse la tradicional novena de los 9 primeros domingos de mes.

SIETE COSAS QUE NO SABÍAS SOBRE LA DEVOCIÓN AL DIVINO NIÑO JESÚS


7 cosas que no sabías sobre la devoción al Divino Niño
Por Diego López Marina



 (ACI).- Si bien la Iglesia Universal celebra la Fiesta del Divino Niño en el mes de septiembre, este 20 de julio Colombia celebra a lo grande esta querida devoción cuya historia se remonta a los tiempos del mismo Cristo.

Aquí 7 cosas que quizás no conocías sobre la Devoción al Divino Niño

1. La confianza hacia el Divino Niño está fundada en la Biblia

Esta devoción tiene por objetivo transformarnos para ser cada vez más como Jesús, reconocer nuestra pequeñez y depender de Dios como niños:

“Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos”.  (Mateo 18,3)

La confianza puesta en Jesús se fundamenta en Sus propias palabras:

“Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”. (Juan 14,13)

2. La devoción al Divino Niño es muy antigua entre los católicos

Antiguos narradores cuentan que la devoción al Divino Niño empezó en el Monte Carmelo, en Israel. La tradición cuenta que a este monte, cercano a Nazaret, iba frecuentemente el Divino Niño acompañado de sus padres José y María y de sus abuelos San Joaquín y Santa Ana, a pasear y a rezar,


Los hombres que allí se reunían para orar le fueron tomando gran aprecio y cariño.

Después de que el Redentor subió al cielo, los religiosos moradores del Monte Carmelo siguieron recordando con gran cariño y devoción al Niño Jesús.

Luego cuando los Carmelitas se extendieron por Europa llevaron esta devoción a todo el mundo.

3. Varios santos difundieron la devoción

En el año 1200 San Antonio de Padua, y en el año 1500 San Cayetano, le tuvieron mucha devoción al Niño Jesús, y por eso en los cuadros se pinta a cada uno de estos dos santos, llevando en sus manos al Divino Niño.

San Antonio de Padua también fue un devoto entusiasta del Niño Jesús que según las imágenes que de él se conservan, mereció que el Divino Niño se le apareciera en una ocasión.

Otros santos que contribuyeron grandemente a difundir la devoción al Niño de Belén fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

4. “Por los méritos de la infancia de Jesús, nada te será negado”

En el año 1636 Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita del convento de Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento.

Cristo le dijo: “Todo lo que quieras pedir, pídemelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado”.

La monja, que falleció a los 29 años, recibió la misión de propagar especialmente la devoción a la divina infancia de Cristo.

5. Existen varias representaciones del Niño en el mundo entero

Desde hace unos 300 años la devoción al Niño Jesús se extendió rápidamente por Europa, América, Asia, África y Oceanía.

Entre las representaciones más conocidas se encuentran: El Niño Jesús de Praga, en Checoslovaquia; el Santo Niño de Atocha, en México; el Divino Niño de Arenzano, en Italia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en Colombia.

6. El P. Juan del Rizzo difundió esta devoción en Colombia

El sacerdote salesiano P. Juan del Rizzo llegó a Barranquilla (Colombia) en 1914 y con gran esfuerzo se dedicó a recaudar fondos para la construcción de un templo, aunque sin éxito. Fue entonces que tuvo la inspiración de pedir al Señor por los méritos de su infancia.

Desde entonces el éxito del sacerdote fue extraordinario y se convirtió en un gran devoto del Divino Niño, dedicando su vida a la propagación de la devoción.

En 1935 el P. del Rizzo fue trasladado a Bogotá, donde providencialmente se encontró con una preciosa imagen del Divino Niño; luego se la llevó a los campos de la obra juvenil salesiana en el barrio 20 de Julio.

De esta manera los fieles empezaron a venerar la imagen como el Divino Niño y son muchos los que hasta ahora dicen que al acogerse a esta advocación, han obtenido muchos milagros y conversiones.

7. El P. del Rizzo dio a conocer 4 condiciones para obtener favores del Divino Niño

En primer lugar ofrecer la Santa Misa durante Nueve Domingos, confesarse y comulgar al menos en uno de ellos.

2do. Dar una libra de chocolate (o equivalente en dinero o en comida) a los pobres.

3ro. Si la persona puede, que done víveres, o su equivalente en dinero, a las familias pobres.

4to. Propagar la devoción al Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus devotos, repartiendo novenas, estampas y almanaques.

POR FALTA DE VIGILANCIA


Por falta de vigilancia


Jesús llamó felices a los puros de corazón porque ellos verán a Dios. El salmista dijo que sólo los de manos limpias y puro corazón pueden presentarse delante del Señor. Esa limpieza del alma Dios nos la ha confiado a nosotros y nos presta toda la ayuda que le pidamos con tal finalidad. Vigila por lo tanto tus pensamientos y sentimientos.

Breno, caudillo galo, invadió Roma al frente de sus tropas. Algunos romanos se refugiaron en el Capitolio. Una noche con gran sigilo asaltaron los galos, pero los gansos que anidaban en las cornisas del edificio, despertaron con sus graznidos a los desprevenidos defensores que al punto rechazaron el ataque. Los sitiados, para dar a entender que no estaban acosados por el hambre, arrojaron a los galos gran cantidad de pan. Los perros del Capitolio no ladraron al escalar los enemigos la fortaleza. En castigo de su falta de vigilancia, en una fiesta anual, algunos perros eran sacrificados recordando el suceso.

La nobleza y belleza del alma dependen de la vigilancia sobre el corazón. Dios se apareció a Abrahán y le dijo: “Camina en mi presencia y sé perfecto”. Nada mejor pues que vivir en la presencia de aquél que “es luz y en quien no existe tiniebla alguna”: su luminosidad nos ayudará a tener un corazón recto, noble, justo.


* Enviado por el P. Natalio

BUENOS DÍAS!!!


martes, 19 de julio de 2016

SALMO 84, MUÉSTRANOS, SEÑOR, TU MISERICORDIA


Salmo
Sal 84,2-4.5-6.7-8

R/. Muéstranos, Señor, tu misericordia

Señor, has sido bueno con tu tierra, 
has restaurado la suerte de Jacob, 
has perdonado la culpa de tu pueblo, 
has sepultado todos sus pecados, 
has reprimido tu cólera, 
has frenado el incendio de tu ira. R/.

Restáuranos, Dios salvador nuestro; 
cesa en tu rencor contra nosotros. 
¿Vas a estar siempre enojado, 
o a prolongar tu ira de edad en edad? R/.

¿No vas a devolvernos la vida, 
para que tu pueblo se alegre contigo? 
Muéstranos, Señor, tu misericordia 
y danos tu salvación. R/.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 19 DE JULIO 2016 - QUIÉN ES MI MADRE Y MIS HERMANOS?


¿Quién es mi madre y mis hermanos?
Tiempo Ordinario

Mateo 12,46-50. Tiempo Ordinario. Los que hagan la voluntad de mi Padre... esos son mis hermanos y mi madre. 


Por: Edgar Pérez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 12, 46-50
En aquel tiempo, todavía estaba hablando Jesús a la muchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: ¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte. Pero él respondió al que se lo decía: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos. Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

Oración introductoria
El Evangelio no comenta cómo reaccionó Maria ante las palabras de Jesús porque sabemos que ella guardaba todo en su corazón. Dame esa luz y confianza, Señor, para ser una persona de oración, de reflexión, de acoger en el silencio tus inspiraciones, para luego meditar y vivir tu voluntad.

Petición
María, intercede por mí para que la voluntad de Dios sea todo en mi vida.

Meditación del Papa
Es importante en nuestra oración: debemos aprender a confiar más en la divina Providencia, pedirle a Dios la fuerza para salir de nosotros mismos para renovarle nuestro "sí", para repetirle "Hágase tu voluntad", para adecuar nuestra voluntad a la suya. Es una oración que hacemos a diario, ya que no siempre es fácil confiar en la voluntad de Dios, repetir el "sí" de Jesús, el "sí" de María. Los relatos del evangelio de Getsemaní muestran dolorosamente que los tres discípulos elegidos por Jesús para estar cerca a él, no fueron capaces de velar con Él, de compartir su oración, su adhesión al Padre, y se sintieron abrumados por el sueño.
Queridos amigos, pidamos al Señor ser capaces de velar con Él en la oración, de seguir la voluntad de Dios cada día, incluso si habla de Cruz, de vivir en intimidad cada vez mayor con el Señor, para traer a esta "tierra", un poco del "cielo" de Dios. Benedicto XVI, 1 de febrero de 2012.

Reflexión
¿Quién es mi madre y quiénes mis hermanos? Es una pregunta que aún hoy Cristo lanza a cada uno de los que le siguen por el camino de la donación total en el cristianismo. En aquella oportunidad Cristo no predicaba sólo a sus apóstoles sino a cuantos lo seguían y querían aprender de Él. Por tanto no se trata de una pregunta a alguno exclusivamente consagrados a su seguimiento sino que está dirigida a todos los bautizados. Es allí cuando de pronto llega la dulce madre y algunos de sus hermanos que en la usanza de esa cultura significaba los parientes y no únicamente los hermanos carnales. (Así se les decía a los primos hermanos)

Quieren hablar con Jesús. Se lo comunican. Cualquiera hubiera pensado que el Señor, como buen hijo, hubiera dejado todo para atender a los suyos. Realmente nada impide pensar que debió atender a su madre con premura y atención. Sin embargo, el texto evangélico no nos señala una gracia que sólo correspondía a los suyos sino que nos reporta la enseñanza que quiere sacar el Señor de eso tan banal como dejar la conversación y hablar con su mamá.

¿Quién es mi madre y quiénes mis hermanos?, preguntará a los atentísimos auditores. Nadie se lo esperaba. Ni siquiera nosotros si nos lo preguntara hoy, y, de hecho, nos lo pregunta porque el Evangelio es palabra viva de Cristo. Cuantos hicieren la voluntad de mi Padre... esos son mis hermanos y mis hermanas y mi madre. Nada más significativo ni más lógico. Si el Señor se hizo hombre para redimirnos, nosotros los hombres nos asemejaremos a Él en la medida en que nos igualemos en lo que más amó Cristo, como fue en cumplir la Voluntad de su Padre que está en los cielos.

Entonces, la pregunta sigue siendo viva y operante en cada uno de los que profesamos el nombre de cristianos: ¿Somos al presente hermanos verdaderamente de Cristo en el cumplimiento exquisito de la Voluntad Santísima de su Padre Celestial?

Propósito
Hacer diariamente un examen de previsión al iniciar el día, es decir, revisar si lo que voy a hacer es conforme a la voluntad de Dios.

Diálogo con Cristo
Señor, quiero ser parte de tu familia. Quiero que tu voluntad sea la norma de mi vida, sé que ése es el camino para la santidad. Te suplico por la gracia que me des a conocer el camino para conocer y vivir tu voluntad, porque es muy fácil decir que creo en ti y luego comportarme de otro modo. Es fácil cumplir el deber y olvidarme de que la única motivación de mis obras eres Tú. Quiero ser cada vez más auténtico, más íntegro, quiero creer en Ti y demostrarte con mis obras que te amo. Gracias, Señor, porque sé que cuento con tu ayuda.

A CIERTA EDAD


A cierta edad



Dicen que a cierta edad las personas nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años muy jóvenes, las figuras delgadas y espectaculares...

Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo... 
Es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia como ahora, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi existencia.

Descubrí que no soy un príncipe de cuento de hadas. 
(¡¡Por suerte!! debe ser muy aburrido) 
Descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas. 
Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecto, de estar lleno de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás.

Y a pesar de ello.... ¡quererme mucho!

Cuando me miro al espejo ya no busco al que fui... Sonrío al que soy... 
Celebro la posibilidad de elegir, a cada instante quien quiero SER, 
me alegro del camino andado, de la experiencia que me dieron estos años.

Asumo mis contradicciones. Valoro lo recorrido. 
Tan mal no me fue... ¡Estoy acá! 
¡Qué bien vivir sin la obsesión de la perfección! 
Después de todo cuando decidí, que no quería la perfección, comencé a accionar y a alcanzar objetivos, como bajar esos casi 45 kilos que tanto pesaban en mi vida! 

¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr permanentemente buscando que todos te quieran! 

¡¡¡Qué bueno está empezar a quererse y respetarse uno!!! 

¡Qué maravilloso reconocer que la felicidad está tan cerca nuestro, tan relacionada con nuestras búsquedas y nuestros mágicos encuentros interiores! 

¡Qué suerte haber comprendido que la magia y el poder no están en el afuera, sino en mí!

BUENAS NOCHES!!!


lunes, 18 de julio de 2016

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 18 DE JULIO 2016 - EL JUICIO DE LOS FARISEOS



El juicio de los fariseos
Tiempo Ordinario


Mateo 12, 38-42. Tiempo Ordinario. Nosotros podemos correr el peligro de pedir a Cristo que nos envíe una señal para seguir creyendo. 


Por: P. Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 12, 38-42
En aquel tiempo, un grupo de letrados y fariseos dijeron a Jesús: Maestro, queremos ver un milagro tuyo. Él les contestó: Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de la ballena, pues tres días y tres noches estará el Hijo del Hombre en el seno de la tierra. Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.

Oración introductoria
Señor, humildemente te suplico tu perdón por todas mis faltas. Ilumina mi oración para que no caiga en la mezquindad farisaica de pedir pruebas de tu amor. Creo en Ti, confío plenamente en tu misericordia y te amo sobre todas las cosas.

Petición
Jesús resucitado, dame la fe y tu gracia para crecer en el amor.

Meditación del Papa
Lo mismo ocurre siempre de nuevo en la Eucaristía: ante la oración de la Iglesia, el Señor anticipa en ella su segunda venida, viene ya, celebra ahora la boda con nosotros, nos hace salir de nuestro tiempo lanzándonos hacia aquella "hora". De esta manera comenzamos a entender lo sucedido en Caná. La señal de Dios es la sobreabundancia. Lo vemos en la multiplicación de los panes, lo volvemos a ver siempre, pero sobre todo en el centro de la historia de la salvación: en el hecho de que se derrocha a sí mismo por la mísera criatura que es el hombre. Este exceso es su "gloria". La sobreabundancia de Caná es, por ello, un signo de que ha comenzado la fiesta de Dios con la humanidad, su entregarse a sí mismo por los hombres. El marco del episodio -la boda- se convierte así en la imagen que, más allá de sí misma, señala la hora mesiánica: la hora de las nupcias de Dios con su pueblo ha comenzado con la venida de Jesús. Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, primera parte, pág. 102.

Reflexión
Vivimos en la era de internet, de las comunicaciones mundiales en tiempo real, de las empresas de mensajería que en menos de 24 horas mandan un paquete al otro extremo del globo terráqueo. El hombre moderno todo lo quiere ver, todo lo quiere tocar. Quiere pruebas de todo lo que se le dice.
Esto no es algo exclusivo de nuestro tiempo.

A Jesucristo también los judíos le pedían señales para creer. Querían ver y tocar. Y no es que Cristo no hubiese hecho señales, pues todos sabemos que curó a enfermos y libró a muchos de espíritus que les atormentaban. A los judíos de aquel entonces no les bastaba eso. Querían verlo por sus mismos ojos. Querían tocar, sentir el milagro.

Nosotros los cristianos podemos correr el peligro de pedir a Cristo que nos envíe una señal para seguir creyendo. Sabemos que Él es Dios, pero queremos dar gusto a nuestros sentidos. Queremos ver y tocar. ¿Queremos un Cristo "showman", un espectáculo que nos ahorre el esfuerzo de la fe? Nos olvidamos de que Dios no está en las grandes tempestades ni en los terremotos, no está en los telediarios ni en las primeras páginas de los periódicos.

Dios se hace presente en el susurro que se escucha en nuestras almas, en el momento de silencio en el que le buscamos tras una jornada de trabajo llena de dificultades y ajetreo, en el encuentro familiar de oración en el que le hacemos partícipes de nuestras cosas, en la paz del corazón de quien deja por un momento todas las cosas para escuchar de Aquel que le ama las palabras de amor que le ayudan a creer en Él con mayor certeza que si nos hubiese dado las señales que le pedíamos.
Propósito
No reducir mi oración a la petición, sino también contemplar, adorar y agradecer a Dios su amor.

Diálogo con Cristo
En vez de pedir pruebas debo exigirme medios concretos para crecer en la humildad y el amor, los mejores medios para evitar el pecado. Señor, cuando me arrepiento, reconozco que he fallado en mi amor, me remuerde haber correspondido tan miserablemente a quien es todo amor. Me olvido de que te tengo siempre en mi corazón, por la presencia de la gracia santificante en mi alma. Gracias por tu paciencia, quiero amarte más el día de hoy. Estaré más atento a hablar contigo durante el día.

El verdadero signo de Jonás es aquél que nos da la confianza de estar salvados por la sangre de Cristo. Francisco, 14. oct. 2013

DEJARÍA DE IR A CONSULTA POR UN MAL MÉDICO?


¿Dejaría de ir a consulta por un mal médico?
No debemos esperar todo del sacerdote, porque como laicos tenemos un aporte concreto y, por ende, original, pero juntos, sumando esfuerzos, podremos hacer un buen trabajo


Por: Carlos J. Díaz Rodríguez | Fuente: http://www.religionenlibertad.com 




El otro día, mientras estaba haciendo fila para entrar a un evento, me tocó escuchar a una persona expresarse muy mal de los sacerdotes en general. Dijo adjetivos tan fuertes e injustos que francamente me hizo voltear para ver qué pasaba. Pensé, quizá tuvo una mala experiencia con alguno, pero reiteraba con voz potente: “todos son tal cosa…” y así varias veces. Entonces, busqué una comparación o analogía. Supongamos que me siento mal del estómago y voy con un gastroenterólogo, cuya receta me deja peor de lo que estaba. ¿Preferiría quedarme con el dolor en vez de buscar una segunda opinión por creer o suponer que todos los médicos son iguales? Sin duda, haría lo posible por salir del problema y pensaría: el mal de uno, no puede atribuirse al conjunto. Pues lo mismo con los sacerdotes. No es defender lo indefendible, pero aceptar sistemáticamente que hay un mismo patrón de conducta no solo es injusto, sino también absurdo desde el punto de vista psicológico.

Recordemos todas las veces en las que un sacerdote nos ha escuchado y dado elementos para seguir. Nadie niega que los escándalos de abusos son un tema gravísimo que debe atenderse bajo el principio de tolerancia cero, pero de ahí a negar la coherencia de la inmensa mayoría, es demasiado. Ahora bien, ¿qué nos toca hacer? Desde luego, no vamos a ponernos a regañar a la gente por su variedad de opiniones, pero sí compartir los ejemplos positivos y, en muchos casos, realmente admirables, de tantos que han decidido dejarlo todo para estar al pendiente de las necesidades humanas y espirituales de cada uno de nosotros en el marco de la Iglesia y de la sociedad en general. Esto nunca es sinónimo de mirar para otro lado. Al contrario, debemos de trabajar por la coherencia (santidad) de los sacerdotes desde la oración y, en la medida de lo posible, contribuyendo materialmente en la mejora constante de la formación que reciben.

Necesitamos sacerdotes, hombres dispuestos a saber acompañar en las aventuras y desventuras de la vida. A veces, escuchamos a muchos católicos reconocer el déficit que hay, al tiempo que opinan estar en desacuerdo si alguno de sus hijos quisiera dar el paso de serlo. Tenemos que evitar tal disociación y sin presionar, trabajar por ofrecer la opción del sacerdocio. Está claro que no todos optaran por dicho camino. De hecho, sería un error grave proponerlo como única opción, pero hay que abrir puentes, promover, plantear, porque habrá quien, dentro de sí mismo, identifique que se trata de la opción que lo hará feliz. ¿Imaginamos lo que debe ser poder consagrar y dar paso al Cuerpo y a la Sangre de Cristo? Da emoción con solo pensarlo.

El V.P. Félix de Jesús Rougier, decía: “nada de lo que se refiere al sacerdocio nos debe ser indiferente” y es verdad. Ciertamente, no debemos esperar todo del sacerdote, porque como laicos tenemos un aporte concreto y, por ende, original, pero juntos, sumando esfuerzos, podremos hacer un buen trabajo.

ACTO DE CONFIANZA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, JULIO 18


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Julio 18



Todo templo tiene un altar; no sería templo sin el altar; el templo es para cobijar el altar.
Pero es que en nuestra vida debemos tener un altar allí en lo más recóndito del alma, guardado con todo respeto y veneración, y orientar hacia él todas las acciones cotidianas.

Frente al altar cabe una postura de entrega y de brazos abiertos. De labios en flor, que se abren a besos, a canciones y a oraciones. El beso al altar es palabra caliente de agradecimiento sincero; ese altar íntimo de tu alma debes besarlo con reiterado afecto, por cuanto en él está tu Dios, en él se manifiesta la bondad de tu Dios, que te sigue día a día, momento tras momento, pensando en ti, llamándote, esperándote. Haz de besar esa mano de Dios extendida hacia ti, esa ara sacral en la que haz de ofrendar tus sacrificios. Todo es de Dios y todo es para Dios; y todo eso lo debes ofrecer así: con sonrisas, con oraciones, con cantos e himnos de alabanza, con canciones y besos de gratitud y de amor reconocido y profundo.

“Harás también un altar para quemar el incienso… Este altar es una cosa santísima consagrada al Señor” (Ex 30,1-10). El altar en el que día a día debes ofrecer tu sacrificio al Señor ha de ser la mesa de tu trabajo, tu escritorio, tu herramienta, tu torno, tu cocina, tu tabla de planchar, etc. Todo debe ser ofrenda al Señor, ofrecida en todo lugar y en todo momento.

* P. Alfonso Milagro

LA PAZ DEL CORAZÓN


La paz del corazón



Defiende y cultiva la paz del corazón, porque es el clima indispensable para crecer en plenitud en todas las dimensiones de tu vida. Vigila lo que entra en tu corazón para que no se infiltre en él el polvo de la ansiedad, el ácido de la irritación, o el veneno del odio. Gozar de la paz profunda del alma merece estar en permanente alerta. Un mensaje de la Reina de la Paz:

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a que se decidan por Dios, pues el distanciamiento es fruto de la falta de paz en sus corazones. Sólo Dios es la paz: por eso, acérquense a Él por medio de la oración personal y vivan entonces la paz en sus corazones. De esa manera, la paz brotará desde sus corazones hacia todo el mundo. ¡No hablen de paz, sino que hagan la paz! Yo los bendigo a cada uno de ustedes y cada una de sus buenas decisiones. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

La agitación y el ritmo descontrolado de las ocupaciones pueden hacer que te olvides de las cosas esenciales de la vida. No te dejes perturbar por pequeñeces, que debes sobrevolar y olvidar. La serenidad de tu espíritu es un valor tan grande que no merece canjearla por insignificancias.


* Enviado por el P. Natalio

PATRONOS DE LA JMJ CRACOVIA 2016

Patronos de la JMJ Cracovia 2016
Santa Sor Faustina y San Juan Pablo II 


Fuente: Cracovia 2016 



Santa Sor Faustina y San Juan Pablo II son los patronos de la Jornada Mundial de la Juventud Cracovia 2016. Cuando en el verano de 1938 Karol Wojty?a, con 18 años vino a Cracovia para estudiar en la Universidad Jagiellonica, sor Faustina, con 33 años, vivía en un convento en Cracovia.  Murió allí poco después, el 5 de octubre, justo cuando Karol empezaba el primer curso de filología polaca. Aunque nunca se conocieron, la Divina Providencia juntó sus caminos. Juan Pablo II canonizó a sor Faustina y estableció el Domingo de la Misericorida para toda la Iglesia.
Estos dos Santos de Cracovia, los apóstoles de la Divina Misericordia, patrocinan la JMJ Cracovia 2016. Su vida es para nosotros el ejemplo de la profunda confianza en la Misericordia de Dios expresada en palabras: Jesús, en ti confío.
SAN JUAN PABLO II
Cracovia, específicamente la región de Ma?opolska, es la tierra natal de Karol Wojty?a, el papa Juan Pablo II. De esta tierra marchó a Roma para el cónclave y a esta tierra también regresaba a peregrinar con mucha ilusión por los recuerdos que de ella tenía: “Aquí, en esta tierra nací. Aquí, en Cracovia, pasé gran parte de mi vida (...) Aquí también sentí la vocación al sacerdocio (...) Aquí, en la Catedral de Wawel, fui consagrado obispo” – recordaba.
El papa Juan Pablo II venía de la región de Ma?opolska, allí creció, estudió y ahí se entregó al servicio sacerdotal y episcopal hasta que fue elegido Papa el 16 de octubre de 1978. Wadowice, Niegowi?, Cracovia, Kalwaria Zebrzydowska, Zakopane son los lugares en los que creció y maduró para convertirse en hombre, artista y sacerdote extraordinario.


Karol Wojty?a nació en Wadowice el 18 de mayo de 1920. En esta ciudad vivió hasta 1938, año en el que se mudó junto a su padre a Cracovia donde inició sus estudios de filología polaca en la Universidad Jaguelónica. En 1942 ingresó al Seminario Metropolitano de Cracovia, entonces clandestino durante la ocupación alemana, y el 1 de noviembre de 1946 fue ordenado sacerdote. Poco después se trasladó a Roma donde continuó sus estudios de doctorado hasta 1948. El mismo año, tras haber regresado a Polonia, fue enviado a una pequeña parroquia de Niegowi?, cerca Cracovia, donde pasó siete meses. Más tarde se convirtió en uno de los pioneros de la pastoral ”turística” de los jóvenes en la parroquia de San Florian de Cracovia; solía practicar el senderismo con los jóvenes, organizaba también descensos de varios días en kayak.
La personalidad de Karol Wojtyla, su disposición para hablar con los jóvenes y sus homilías atraían a muchos. Pronto se formó un grupo de personas que no sólo participaban en la liturgia (¡la misa de las 6 de la mañana!), sino que también juntos festejaban las fiestas del santo e iban de excursión. Siempre los acompañaba “Wujek”, “el Tío", así llamaban al padre Karol. Con el paso de tiempo las escapadas fuera de la ciudad se convirtieron en excursiones a las montañas de Bieszczady o en kayak a la región de los lagos de Masuria. Estos viajes fueron, sin duda, pioneros en aquellos tiempos. ”Se trata de saber hablar de todo, de películas, libros, trabajo, estudios científicos, grupos de jazz, de una manera adecuada” – explicaba Wojty?a.
En los años siguientes continuó sus estudios teológicos. En 1958 fue consagrado obispo. Poco después tomó parte activa en las preparaciones para el Concilio Vaticano II y en el mismo concilio. Tras la muerte del arzobispo Eugeniusz Baziak en 1963 fue nombrado arzobispo metropolitano de Cracovia y cuatro años más tarde el papa Pablo VI lo nombró cardenal. Pronto empezó a ser conocido, también fuera de Polonia, como autoridad de la Iglesia, filósofo, pensador y teólogo.
Karol Wojty?a, ya siendo el metropolitano de Cracovia, fue muy consciente de la importancia del movimiento juvenil polaco “Luz y Vida” constituido por el padre Francisco Blachnicki en 1969. La educación religiosa adquirida por los jóvenes durante los campamentos de verano llamados “Oasis” despertó sospechas de las autoridades comunistas. Empezaron las persecuciones. Muchos obispos se distanciaron del movimiento del padre Blachnicki para no poner en peligro a la Iglesia. El momento en el que el cardenal Wojty?a oficialmente incorporó los “Oasis” a la misión sacerdotal de la arquidiócesis de Cracovia dio pie a su rápida popularización. Además, en los tiempos del cardenal Wojty?a en Cracovia, se desarrollaba con gran intensidad la pastoral universitaria. El arzobispo a menudo asistía a las reuniones con los estudiantes, sin decir nada comparecía y se sentaba durante las reuniones en el confesionario. Además, apoyaba al sacerdocio financieramente de manera no oficial. El dinero era destinado principalmente a cofinanciar los campamentos de verano, a veces se le daba a los estudiantes más necesitados.
Tras la muerte de Juan Pablo I en septiembre de 1978, el día de 16 de octubre de 1978, por primera vez desde 456 años, se eligió a un papa no italiano sino que polaco. El pontificado de Juan Pablo II fue un pontificado extraordinario.
El día de la inauguración del pontificado, en su primera comparecencia desde la ventana del Palacio Apostólico, antes del rezo del Ángelus, Juan Pablo II invocó fervorosamente a los jóvenes: “¡Vosotros sois el futuro del mundo! ¡Vosotros sois la esperanza de la Iglesia! ¡Vosotros sois mi esperanza!”Las reuniones con la gente joven tenían gran importancia para el nuevo Papa. Fue él quien salió con la idea e inició la Jornada Mundial la Juventud.
 Juan Pablo II visitó su país nueve veces: en 1979, 1983, 1987, 1991, 1995, 1997, 1999. La última vez vino en agosto de 2002. Cada vez se reunía con los jóvenes y con los que se instalaban debajo de la famosa Ventana Papal de Cracovia en la calle Franciszkaska 3.
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