lunes, 28 de septiembre de 2015

¿SABES CUANDO ES DE NOCHE?


¿Sabes cuando es de noche?



Un sabio Hindú preguntó a sus discípulos si sabían cuando acababa la noche y   empezaba el día.

Uno de ellos dijo:
--Cuando ves a un animal a distancia y puedes distinguir si es una vaca o un caballo.
--No, dijo el maestro.
--Cuando miras a un árbol a lo lejos y puedes distinguir si es un mango o un naranjo.
--Tampoco, repuso el sabio gurú.
--Está bien, dijeron los discípulos. Dinos cuándo es.
--Cuando miras a un hombre al rostro y reconoces en él a un hermano; cuando miras a la cara a una mujer y reconoces en ella a tu hermana. Si no eres capaz de esto, entonces, sea la hora que sea, aún es de noche.

CREO EN JESÚS... EL CRISTO


CREO EN JESÚS... EL CRISTO


Creo en Jesús el Cristo, cuya vida, desde el fondo de la tierra y desde Dios, sigue anunciando que ninguna criatura está nunca sola, nunca está abandonada.

Creo en Jesús, nuestro Señor, el que nos hace libres de todos los señores, de todos los poderes, de todos los temores que nos amenazan y encogen. Pues para que seamos libres nos ha liberado Cristo (Gal 5,1)

Creo en Jesús que lava los pies y sirve a la mesa y nos impone el único mandato del amor feliz de sí y del amor servicial mutuo.
Creo que Jesús nos devuelve la confianza en nosotros mismos, así como la confianza en el mundo de hoy con toda su complejidad, con toda su vulnerabilidad.

Creo en Jesús, Hijo único. El que impregnó su profecía y su rebeldía en la ternura de Dios. El que se supo plenamente amado, fundado, afirmado, enviado y sostenido por Dios en todo momento.
Creo que en él nos percibimos, aunque sólo sea a oscuras, como hijos e hijas amorosamente engendradas, pacientemente gestadas, incondicionalmente amadas.

Creo que con él aprendemos a llamar a Dios con infinita confianza y humildad: ¡Abbá! 


José Arregi

EL AMOR DE CRISTO NO TIENE LÍMITES


El amor de Cristo no tiene límites


Jesús nos amó hasta el final, dio la vida por nosotros. "Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (Jn 13,2).


Una de las características del amor de Cristo es que no tiene límites. Él se rompió amando, con sus palabras, con sus manos, con sus gestos, con sus actitudes. En aquella tarde, Jesús amó a los suyos como nadie los había amado hasta entonces, los amó, hasta el límite, hasta el fin, hasta el extremo, hasta dar la vida. Jesús demostró este amor al otro en el servicio y en el estar atento en las cosas pequeñas. "Se levantó de la mesa, se quitó los vestidos y, tomando una toalla se la ciñó luego echó agua en la jofaina, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a enjugárselos con la toalla que tenía ceñida” (Jn 13.5). Echar agua, lavar, secar los pies, era un oficio de esclavos. Y Jesús se convierte en esclavo, en servidor; se empobrece, se rebaja poniéndose a sus pies. Este servicio humilde y callado lo hizo Jesús con sus discípulos; quien no se deje lavar los pies por él, no tendrá parte en su reino.

Jesús fue un hombre especial, extraordinario en generosidad, bueno de verdad, que pasó haciendo el bien sobre la tierra y curando a los oprimidos por el mal, porque Dios estaba con él (Hch 10,38). Por eso Pablo aconsejaba a los cristianos como norma de vida: "Mantengamos fijos los ojos en Jesús" (Hb 12,2), para tener sus mismos sentimientos, para obrar como él. Fue enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres, a proclamar la liberación a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor (Lc 4,18-19). Él vino para los casos difíciles, para "salvar lo que estaba perdido" (Lc 19,10).

Jesús fue un hombre bueno, con una bondad de calado profundo, de inversión de valores, de búsqueda de lo esencial. Lo radical de su bondad estaba en el hecho de su estar "a la escucha" de las necesidades de los otros. Él dio su vida por todos, su entrega fue total, él no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por todos (Mc 10,45). Nunca condenó a nadie, trató de salvar a todos, de dar vida y de ser vida y fuente de agua viva. Toda la vida de Jesús fue una donación al Padre y se entregó como precio de nuestra liberación. El "amarás a Dios con todo tu corazón y toda tu alma", encuentra su nueva plenitud en la palabra y en vida de Jesús. Dios, para él, es el único bueno (Mc 10,18), el Padre amoroso (Mt 5, 45) que busca la oveja perdida (Lc 15,4-7), porque es un Dios que busca y acoge lo que se había perdido (Lc 15,2).

En sus enseñanzas repetía que lo más importante era buscar a Dios, su Reino, que no se preocuparan de lo demás. Mil veces invitaba a sus oyentes a no tener miedo, a no dudar, a creer de verdad (Jn 8,46). A todos les dio ejemplo de amor y el amor fue su único mandato. El amor se concretiza en las cosas pequeñas. Soñamos con lo imposible y no hacemos lo que está a nuestro alcance. "Atender a cosas aún menudas, y no hacer caso de unas muy grandes", porque "quedamos contentas con haber deseado las cosas imposibles y no echamos mano de las sencillas" (7M 4,14).

San Jerónimo escribió un comentario a las cartas de Juan, donde dice que cuando a Juan le preguntaban sus discípulos cristianos, constantemente respondía: "Hijos míos, amaos los unos a los otros". Cansados los discípulos de esa machacona insistencia, le preguntaron que por qué repetía tanto lo de "amaos". Su respuesta fue bien sencilla: "porque éste es el mandamiento del Señor, y si lo cumplimos es suficiente".

Efectivamente, quien comprende y experimenta lo que es el amor, no puede por menos de gritar como Francisco de Asís: Dios es amor, amor, amor. Dios es amor: quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (Jn 4,16) El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor (1Jn 4,8). Por eso insistía Juan: "Amigos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios" (1Jn. 4, 7). Esto mismo había encomendado Jesús a sus discípulos y les pide que se ayuden, se apoyen, se consuelen. Por eso Jesús insistirá: "Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros; igual que yo os he amado, amaos también entre vosotros. En esto conocerán que sois discípulos míos, en que os amáis unos a otros" (Jn 13,34-35).

Juan era un experto en la ciencia del amor, había comido junto a Jesús y había sentido el latir del corazón del Amado. En esto se ha manifestado el amor de Dios por nosotros, en que ha mandado a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros vivamos por él (1Jn 4,9). Para Juan el amor es la piedra angular del reino de Cristo (Jn 3,16) y exhorta siempre a los hermanos al amor recíproco (2Jn 5,6). El amor de Dios se ha revelado en un acontecimiento histórico: el hecho de Jesucristo, que inaugura el tiempo de la misericordia divina. Este acontecimiento histórico, revelación única y suficiente de Dios manifiesta también que Dios no sólo ha amado y ama, sino que "es amor" (1Jn 4,8).

Juan aprendió muy bien la lección del amor, como lo más importante y como lo único que merecía enseñarse e insistir. La primera carta de Juan es una joya. De ella entresaco algunos pensamientos.
- El que ama a su hermano, ése es hijo de Dios (3,10).
- Quien ama a su hermano ha pasado de la muerte a la vida (3,14).
- Amar de verdad es dar su vida por el hermano (4,10).
- El que ama comparte sus bienes con el hermano necesitado (4,17).
- Amarnos es cumplir lo que Jesús nos mandó (3,23).
- El que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios (4,7).
- Nuestro deber de amar se funda en que Él nos amó (4,11)
- Si amamos al hermano, Dios permanece en nosotros (4,12).
- Amemos, ya que Él nos amó primero (4,19).
- Quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve (4, 20).
- Si alguien ama a Dios, ame también a su hermano (4, 21).


Autor: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: Catholic.net

SAN JUAN DIEGO, PATRONO DE LOS FLORISTAS



San Juan Diego, Patrono de los floristas
25 septiembre 2015



Papa Francisco encomienda a los floristas a la protección de San Juan Diego, en un mensaje por la Fiesta de la Flor en Argentina


Por: Redacción AICA | Fuente: es.gaudiumpress.org 




San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el devoto indígena mexicano a quien se apareció la Santísima Virgen en el cerro del Tepeyac bajo la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe, fue llamado por el Papa Francisco "Patrono de los Floristas" en un mensaje a los participantes de la Fiesta Nacional de la Flor en Argentina. La imagen misma de la la Virgen de Guadalupe, milagrosamente impresa en la tilma de San Juan Diego y preservada a través de los siglos de forma igualmente milagrosa está asociada al signo de las flores, ofrecidas como prueba de la aparición sobrenatural.

"A todos los participantes de la Fiesta de la Flor. Que San Juan Diego, patrono de los floristas los bendiga abundantemente", afirmó el Pontífice en su saludo. "Rezo por Ustedes; por favor les pido que lo hagan por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide". Este sencillo mensaje reafirma ahora como Pontífice su decisión de encomendar a los floristas a la protección de San Juan Diego, hecha durante su ministerio como Arzobispo de Buenos Aires.

El entonces Cardenal afirmó: "No hubo ni habrá flores más bellas que las que le regaló Dios, a través de la Virgen de Guadalupe, a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin". Las flores son parte esencial del relato de las apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe, ya que serían la prueba del relato del Santo indígena al Obispo Zumárraga, en una temporada en la que sería imposible que florecieran las plantas del lugar. El vidente recolectó las flores en su tilma y al desplegarla ante el prelado apareció la imagen de la Santísima Virgen en la tela, milagro indiscutible que certificó el mensaje de Nuestra Señora y su voluntad de que se edificara un templo en su honor.

La primera vez que el hoy Papa Francisco veneró públicamente al Santo como Patrono de los floristas fue el 02 de agosto de 2002, dos días después de la canonización del vidente en México, realizada por San Juan Pablo II durante su última visita apostólica a ese país. El entonces Arzobispo de Buenos Aires celebró una Eucaristía en su honor en la parroquia de Todos los Santos y Ánimas, donde recomendó esta devoción a los floristas y a todos los relacionados al cultivo y comercialización de las flores.

EL PAPA FRANCISCO ASEGURA QUE CERRÓ PUERTA AL "DIVORCIO CATÓLICO" CON REFORMA DE PROCESO


El Papa Francisco asegura que cerró puerta al “divorcio católico” con reforma de procesos de nulidad.
Por Alvaro de Juana



VATICANO, 28 Sep. 15 / 09:47 am (ACI).- El Papa Francisco aseguró, en la rueda de prensa de regreso a Roma desde Filadelfia, que ha cerrado la puerta al mal llamado “divorcio católico” con la reforma de los procesos de nulidad matrimonial que anunció hace unas semanas y que se hará efectiva a partir del próximo 8 de diciembre.

El Pontífice aclaró que con este documento respondió a una petición de los Padres Sinodales para acelerar el proceso de nulidad. “Este documento, este Motu Proprio, facilita los procesos en el tiempo, pero no es un divorcio, porque el matrimonio es indisoluble cuando es sacramento, y esto la Iglesia no lo puede cambiar, es doctrina, es un sacramento indisoluble”.

El Papa recordó que el “procedimiento legal es para probar que eso que parecía un sacramento no era sacramento por falta de libertad por ejemplo, o por falta de madurez, o por enfermedad mental pero tantos son los motivos que llevan luego de un estudio, una investigación a decir: ‘no, ahí no hubo un sacramento por ejemplo, porque esa persona no era libre’”.

“Ustedes pueden buscarlo en el internet –añadió– están todas ahí, son muchas”.

Preguntado sobre si esta reforma desarrollada a través de un Motu Proprio cierra el debate sobre la nulidad, el Pontífice respondió: “en la reforma de los procesos, del modo, he cerrado la puerta a la vía administrativa, que era la vía por la cual podía entrar el divorcio”.

“Se puede decir que aquellos que piensan en el divorcio católico, se equivocan, porque este último documento ha cerrado la puerta al divorcio que podía entrar, y era más fácil, por la vía administrativa, siempre estará la vía judicial”, añadió.

Solo busca acelerar procesos

Sobre el documento, afirmó que “ha sido pedido por la mayoría de los padres sinodales en el Sínodo del año pasado” para “acelerar los procesos, porque hay procesos que duraban diez, quince años, en una sentencia, y luego otra sentencia, y una apelación y otra apelación y no se terminaba nunca”. Con los cambios que introdujo al procedimiento, la Iglesia puede decidir  la nulidad de una unión con más rapidez.

En concreto, el Papa decidió retirar la apelación automática que se generaba luego de que se tomaba la decisión de nulidad y darles a los obispos la potestad de decidir directamente cuando los casos de nulidad son particularmente evidentes. Hasta ahora, una vez que se decidía la nulidad de un caso, este debía pasar a otro tribunal, una práctica que muchos consideraban como una innecesaria postergación del proceso, particularmente cuando nadie contestaba esos resultados.

Con la reforma de Francisco solo se necesitará una sentencia, a menos que se haga una apelación. Si hay apelación, el Papa señala que ahora se podrá hacer en la arquidiócesis más cercana, conocida como la “sede metropolitana”, y ya no habrá necesidad de dirigirse a Roma.

El Santo Padre, a bordo del avión, manifestó que “la doble sentencia, cuando era válida y que no había apelo fue introducida por el Papa Lambertini, Benedicto XIV, porque en Centroeuropa, no digo el país, había algunos abusos, y para pararlos él introdujo esto (la doble sentencia), pero no es una cosa esencial al proceso”.

“Los procesos cambian y la jurisprudencia cambia y se mejora siempre, en ese momento era urgente hacerlo”, dijo sobre la reforma.


HOY SE INICIA LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, DEL 28 DE SEPTIEMBRE AL 6 DE OCTUBRE


Hoy se inicia la novena a Nuestra Señora del Santo Rosario
Por Abel Camasca



REDACCIÓN CENTRAL, 28 Sep. 15 / 12:07 am (ACI).- El 7 de octubre es fiesta de Nuestra Señora del Santo Rosario. Según la tradición fue la propia Madre de Dios quien un día se le apareció a Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), le enseñó a rezar el Santo Rosario y le pidió que se propagara esta práctica, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

A pocos días de la gran celebración en honor a Nuestra Señora del Santo Rosario, aquí una novena para pedir su intercesión.

Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración inicial

¡Oh Madre y clementísima Virgen del Rosario! Tú que plantaste en la Iglesia, por medio de tu privilegiado hijo Domingo, el místico árbol del Santo Rosario, haz que abracemos todos tu santa devoción y gocemos su verdadero espíritu; de suerte que aquellas místicas rosas sean en nuestros labios y corazón, por los pecadores medicina y por los justos aumento de gracia.

Primer día

"Dios te salve". ¡Cuánto mi alma se alegra, amantísima Virgen, con los dulces recuerdos que en mí despierta esta salutación! Se llena de gozo mi corazón al decir el "Ave María", para acompañar el gozo que llenó tu espíritu al escuchar de boca del Ángel, alegrándome de la elección que de ti hizo el omnipotente para darnos el Señor. Amén.

Segundo día

¡"María" nombre santo! Dígnate, amabilísima Madre, sellar con tu nombre el memorial de las súplicas nuestras, dándonos el consuelo de que lo atienda benignamente tu Hijo Jesús, para que alcancemos aburrimiento grande a todas las vanidades del mundo, firme afición a la virtud, y ansias continuas de nuestra eterna salvación. Amén.

Tercer día

"Llena eres de gracia". ¡Dulce Madre! Dios te salve, María, sagrario riquísimo en que descansó corporalmente la plenitud de la Divinidad: a tus pies se presenta desnuda mi pobre alma, pidiendo la gracia y amor de Dios, con el que fuiste enriquecida, haciéndote llena de virtud, llena de santidad, y llena de gracia. Amén.

Cuarto día

"El Señor es contigo". ¡Oh Santísima Virgen! Aquel inmenso Señor, que por su esencia se halla con todas las cosas, está en ti y contigo por modo muy superior. Madre mía venga por ti a nosotros. Pero ¿cómo ha de venir a un corazón de tan poca limpieza, aquel Señor, que para hacernos habitación suya, quiso con tal prodigio, que no se perdiese, siendo Madre tu virginidad? ¡Oh! muera en nosotros toda impureza para que habite en nuestra alma el Señor. Amén.

Quinto día

"Bendita tú eres entre todas las mujeres". Tú eres la gloria de Jerusalén: tú la alegría de Israel: tú el honor del pueblo santo de Dios. Obtenga por tu intercesión nuestro espíritu la más viva fe, para considerar y adorar con tu santo Rosario las misericordias que en ti y por ti hizo el Hijo de Dios. Amén.

Sexto día

"Bendito es el fruto de tu vientre Jesús". Lloro, oh Madre mía, que haya yo hecho tantos pecados, sabiendo que ellos hicieron morir en cruz a tu Hijo. Sea el fruto de mi oración, que no termine nunca de llorarlos, hasta poder bendecir eternamente aquel purísimo fruto de tu vientre. Amén.

Séptimo día

"Santa María, Madre de Dios". No permitas se pierda mi alma comprada con el inestimable precio de la sangre de Jesús. Dame un corazón digno de ti, para que amando el recogimiento, sean mis delicias obsequiártelo con el santo Rosario, adorando con él a tu Hijo, por lo mucho que hizo para nuestra redención, y por lo que te ensalzó, haciéndote Madre suya. Amén.

Octavo día

"Ruega por nosotros pecadores". ¡Madre de piedad! A ti solo dijo aquel Rey soberano de la gloria: Tú eres mi Madre. Alcánzame humildad y plena confianza, dispuesto de este modo, con el auxilio de Dios, a recibir los favores de la Divina misericordia, por los méritos de tu Hijo y Redentor nuestro. Amén.

Noveno día

"Ahora, y en la hora de nuestra muerte", estamos siempre expuestos a perder la gracia de Dios. Haz que no se aparte de mi memoria al último momento de la vida, que habrá de ser decisivo de mi eterna suerte. ¡Oh Madre de piedad! concédeme el consuelo de morir bajo tu protección y en el amor de mi Jesús. Amén.

Súplica a la Virgen

Madre, una gracia te pido, que me sanes en cuerpo y alma. Sé que debo despojarme de mi orgullo y de todos mis pecados, que lejos estaba de ti, que un negro velo cubría mi alma. Hoy te descubro y quiero vivir. Detén tu mano y pósala en mi corazón. Amén.

Se dicen las intenciones de la novena y se rezan tres padrenuestros, avemarías y glorias.

Consagración a la Virgen

¡Oh Madre quiero consagrarme a ti!
Virgen María hoy consagro mi vida a ti,
siento necesidad constante de tu presencia en mi vida
para que me protejas, me guíes y me consueles.
Sé que en ti mi alma encontrará reposo
y la angustia en mí no entrará.
Mi derrota se convertirá en victoria,
mi fatiga en ti fortaleza es. Amén.



Oración final

¡Oh Santísima Virgen, Madre de Dios, dulce refugio y consuelo piadoso de todos los afligidos! Por aquella confianza y autoridad de Madre con que puedes presentar nuestros ruegos al que es árbitro soberano de nuestro bien, intercede una y otra en favor nuestro. Consíguenos el reformar con el Santo Rosario nuestras vidas, estudiando en tan dulce libro la fiel imitación de tu Hijo Jesús, hasta que podamos adorarlo y amarlo por todos los siglos de los siglos. Amén.

Se sugiere rezar también el Santo Rosario o al menos una decena, correspondiente al día.

domingo, 27 de septiembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 27 DE SEPTIEMBRE DEL 2015


¿Es cuestión de fanatismo?
Tiempo Ordinario


Marcos 9, 38-43. 45. 47-48. Domingo 26o.Tiempo Ordinario B. Adoptar una actitud de autenticidad en nuestros comportamientos y de radicalidad en nuestras opciones de vida. 


Por: P. Sergio A. Córdova LC | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Marcos 9, 38-43. 45. 47-48

Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.» Pero Jesús dijo: «No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros.» «Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.» «Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que le echen al mar. Y si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna. Y si tu ojo te es ocasión de pecado, sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga.

Oración introductoria
En Ti, Señor, encuentro mi gozo y felicidad. Eres dulce huésped de mi alma. Estoy tan a gusto cuando experimento tu cercanía en mi oración, por ello te pido tu gracia para prepararme a vivir este momento de oración con fe, en la esperanza que no defrauda y en la caridad que no espera recompensa.

Petición
Señor Jesús, que haga todo por amor a Cristo, hoy y siempre, para tener algo que dar a los demás.

Meditación del Papa Francisco
'Quien escandalice a uno sólo de estos pequeños que creen en mí, uno sólo de estos hermanos, hermanas que tienen fe, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar'. Un cristiano incoherente hace mucho mal y el escándalo mata.
Muchas veces hemos escuchado: 'Pero padre, yo creo en Dios, pero no en la Iglesia, porque ustedes cristianos dicen una cosa y hacen otra. Y también: 'yo creo en Dios, pero en ustedes no. Y esto sucede por la incoherencia.
Si tú te encuentras delante --imaginemos-- de un ateo y te dice que no cree en Dios, tú puedes leerle toda la biblioteca, donde se dice que Dios existe y también probar que Dios existe, y él no tendrá fe. Pero si delante de este ateo tú das testimonio de coherencia de vida cristiana algo comenzará a trabajar en su corazón. Será precisamente tu testimonio lo que le traerá esta inquietud sobre la cual trabaja el Espíritu Santo. Es una gracia que todos nosotros, toda la Iglesia debe pedir: 'Señor, que seamos coherentes'.

Es necesario rezar porque para vivir en la coherencia cristiana, es necesaria la oración, porque la coherencia cristiana es un don de Dios y debemos pedirlo.  (Cf Homilía de S.S. Francisco, 27 de febrero de 2014, en Santa Marta).
Reflexión
Recuerdo lo que me sucedió hace ya muchos años, cuando vine a Roma por primera vez. Yo era un joven seminarista. Fui a la Plaza de San Pedro, al Vaticano, con un grupo de compañeros sacerdotes. Me tocó estar al lado de un señor napolitano y, al poco rato, comenzamos a platicar. Sin yo preguntarle nada, él me dijo que era muy católico y que creía mucho en Dios. Yo lo felicité y, después de algunos comentarios por el estilo, me atreví a hacerle una pregunta: - "Oiga, amigo -le dije- ¿usted va a misa todos los domingos?". Y el buen napolitano, entre extrañado y sobresaltado, me respondió: -"Padre, yo soy católico, pero no fanático". Me quedé de piedra.

Tristemente, yo creo que esto mismo es lo que piensan hoy en día muchos católicos... Tal vez no lo digan así, tan abiertamente, pero así viven. Sí, se proclaman católicos y muy creyentes, -¡no faltaba más!-, pero van a misa muy de vez en cuando, no frecuentan los sacramentos y dicen que sólo oran y van a la iglesia "cuando les nace". ¿Qué tipo de católicos tenemos en nuestra Iglesia? Y si esto sucede en América, desgraciadamente en los países de Europa la situación está muchísimo peor en este sentido...

En el Evangelio de hoy tal vez podemos encontrar una respuesta a este problema. Nuestro Señor no habla directamente del culto público de la religión o de la práctica de la fe. Pero creo que sus palabras nos pueden ofrecer una luz para iluminar esta situación. Nos dice: "Si tu mano te hace caer, córtatela, pues más te vale entrar manco en la vida que ir con las dos manos al abismo, al fuego que no se apaga. Y si tu ojo te hace caer, sácatelo, pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios que ser echado al abismo con los dos ojos, donde el gusasno no muere ni el fuego no se apaga". ¿Qué relación tienen estas palabras con la práctica religiosa? Es cierto que nuestro Señor está hablando aquí del escándalo, pero con un lenguaje tan claro y contundente que nos ayuda a entender bien su mensaje. Nos está invitando a adoptar una actitud de autenticidad en nuestros comportamientos y de radicalidad en nuestras opciones de vida; a no ser mediocres ni conformistas; a no contentarnos nunca con el "ahí se va" tan típico de nuestra cultura mexicana.

Y a propósito de esto, me viene ahora a la memoria una simpática historia que nos puede iluminar. Se cuenta que un hombre recién convertido iba un día caminando a toda prisa, mirando por todas partes, como buscando algo con ansiedad. Se acercó a un anciano que estaba sentado al borde del camino y le preguntó: -"Por favor, señor, ¿ha visto pasar por aquí a algún cristiano?". El anciano, encogiéndose de hombros, le contestó: -"Depende del tipo de cristiano que ande buscando". -"Perdone -dijo contrariado el joven-, pero soy nuevo en esto y no conozco los tipos de cristianos que hay. Sólo conozco a Jesús". Y el anciano añadió: -"Pues sí amigo; hay de muchos tipos y para todos los gustos. Hay cristianos por tradición, cristianos por cumplimiento y cristianos por costumbre; cristianos por superstición, por obligación, por conveniencia; y también hay cristianos auténticos..."
-"¡Los auténticos! ¡Esos son los que yo busco! ¡Los de verdad!"-exclamó el hombre emocionado.
-"¡Vaya! –dijo el anciano con voz grave-. Esos son los más difíciles de ver. Hace ya mucho tiempo que pasó uno de esos por aquí, y precisamente me preguntó lo mismo que usted".
-"¿Cómo podré reconocerle?". Y el anciano contestó tranquilamente: -"No se preocupe amigo. No tendrá dificultad en reconocerle. Un cristiano de verdad no pasa desapercibido en este mundo semipodrido. Lo reconocerá por sus obras. Allí donde va, siempre deja una huella".

Y esto, querido amigo lector, no es fanatismo, sino autenticidad y coherencia de vida. Es ser cristiano y católico de verdad, de cuerpo entero, y no mediocre y conformista. No sólo de los que se llaman cristianos, sino de aquellos que se han tomado en serio el Evangelio y lo testimonian con sus obras y con su vida. No tengamos miedo tomarnos nuestra fe en serio y ser cristianos como San Pablo o al estilo de los santos y de los mártires. ¿También tú dejas una huella allí por donde pasas? ¿o ni siquiera se dan cuenta los demás de que eres un cristiano auténtico? Pues ¡se debería notar, amigo mío!

Propósito
Hacer un sacrificio y oración especial por un miembro de mi familia que se encuentre alejado de la fe.

Diálogo con Cristo 
Señor, cuánto esfuerzo desperdiciado por malos entendidos o envidias. Cuánta influencia negativa por un testimonio contrario a la caridad. Los medios que la Iglesia ofrece para conocer y vivir nuestra fe son muchos. Dame tu gracia para vivir mi misión en la unidad, porque la salvación es para todos y la forma de vivir el camino para alcanzarla es variada. Quiero tener algo que dar a las demás personas con las que conviviré este día. No quiero ser un sagrario vacío, quiero llevar lo mejor, para su salvación, a los demás, y eso mejor eres Tú.

 
Preguntas o comentarios al autor  P. Sergio Cordova LC

¿QUÉ PUEDO HACER PARA MEJORAR EL MUNDO?


¿Qué puedo hacer para mejorar el mundo?



 Cualquier persona medianamente interesada por el resto de sus semejantes, se ha planteado en más de una ocasión esta pregunta: ¿Qué puedo hacer para mejorar el mundo?. En la actualidad, raro es el día en que las noticias no incitan a cuestionarse el propio comportamiento: ¿cómo puedo seguir llevando este estilo de vida cuando la gente está muriendo de hambre en muchos países, cuando los habitantes de una nación se matan entre sí, cuando el color de la piel o la carencia de pasaporte es un estigma que conduce a la muerte, cuando ... ?


Y la respuesta no suele ser otra que una desconsoladora confesión de impotencia. ¿Qué voy a hacer yo frente a problemas de tales dimensiones? Por eso razonamos de la siguiente manera: no estoy en condiciones de arreglar nada. ¡Falaz razonamiento! 

Aunque cueste creerlo, hay que contestar que sí. No se me pide que logre detener todas las guerras, solo que siembre un poco de amor a mi alrededor; no se me exige que calme la necesidad de todos los hambrientos, tan sólo que destine una buena parte de mis ahorros a quienes los necesiten; nadie me obliga a consolar a los millones de seres que necesitan apoyo, únicamente se me pide que sea un poco de alivio para cuantos están cerca de mí. Nada más se me puede exigir, y tampoco nada menos. Y con estas acciones conseguiremos hacer recapacitar a los que nos contemplan y quizá cunda el ejemplo...

LA SINCERIDAD


La sinceridad
Si cada uno se dedicara a exteriorizar, con palabras y con actos todo lo que piensa y siente, ninguna vida humana sería posible.


Por: Monseñor Antonio González 



Uno de los rasgos más sobresalientes de nuestra época consiste en poner en tela de juicio y en subvertir todos los valores tradicionales. Intentar hablar, en ciertos ambientes, de la verdad, la sabiduría o la virtud es considerado como un anacronismo. Sólo la sinceridad escapa a este naufragio universal; es el último valor aún admitido, el que permite todos los demás y ocupa el lugar de ellos.

He oído decir muchas veces, refiriéndose a un autor: «Es una obra básicamente pornográfica, pero es sincero...», con un acento lleno de indulgencia cercano a la aprobación...

No estoy seguro de que todos estos campeones de la sinceridad sean sinceros. La inconveniencia ha entrado en las convenciones, por lo tanto el exhibicionismo obsceno, como los actos o relatos de violencia, aseguran el éxito; la hipocresía puede muy bien consistir en fingir las peores audacias al igual que antes consistía en salvar las apariencias de la moralidad y del «buen tono».

El hombre sincero es el que expresa con verdad lo que piensa y siente. Esta definición del diccionario prueba que la sinceridad absoluta no existe. Si cada uno se dedicara a exteriorizar, con palabras y con actos todo lo que piensa y siente, ninguna vida humana sería posible. Los ejemplos abundan: ¿es sincero quien, bajo un bombardeo, temblando todos sus miembros, se esfuerza por no traslucir sus emociones y anima y tranquiliza a los otros? ¿No soy sincero cuando voy a trabajar y tengo, en un hermoso día, unas ganas inmensas de pasearme por el campo? ¿Y si al discutir con alguien que mantiene tesis absurdas, domino mi irritación, y sin romper la conversación continúo con calma, tratando de enseñarle a razonar? Solamente los animales y los niños muy pequeños son total y continuamente sinceros: gritan, golpean, comen o se niegan a comer siguiendo el impulso del momento.

Pero volvamos a los ejemplos citados: cuando el miedo se apodera de mí, ¿dónde está la verdad más profunda? ¿en mi cuerpo que tiembla o en mi espíritu que no cede ante el temblor?

Cuando trabajo, en vez de pasearme... ¿la sinceridad está en mi pereza o en mi fidelidad al deber de estado? Y finalmente, ¿dónde está mi verdad más profunda? ¿en mi irritación espontánea o en mi deseo de benevolencia hacia otras personas? Soy menos sincero en relación con mis emociones pero soy mas auténtico con relación a mis deberes. Enseño menos lo que soy, pero me acerco más a lo que debo ser.

Si se hace de la sinceridad, a cualquier nivel y a cualquier precio, un valor absoluto, se minan todas las virtudes sobre las que reposa el edificio individual y social: dominio de uno mismo, disciplina interior y exterior, pudor, etc. y la única verdad que permanece es el del caos...

IMÁGENES DEL PAPA FRANCISCO EN MISA DEL MADISON SQUARE GARDEN - NEW YORK





















DECÁLOGO DE LA SERENIDAD


DECÁLOGO DE LA SERENIDAD 



1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente al día, sin querer resolver los problemas de mi vida todos de una vez.

2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé criticar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.

3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.

4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos..

5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos a una buena lectura; recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.

6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.

7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.

8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.

9.- Sólo por hoy creeré firmemente -aunque las circunstancias demuestren lo contrario, que la buena Providencia de Dios se ocupa de mí, como si nadie más existiera en el mundo.

10.- Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.

MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 27 DE SEPTIEMBRE DEL 2015


MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY
DOMINGO 27 DE SEPTIEMBRE DEL 2015



Los discípulos informan a Jesús de un hecho que los ha molestado mucho. Han visto a un desconocido «expulsando demonios».  Está actuando «en nombre de Jesús» y en su misma línea: se dedica a liberar a las personas del mal que les impide vivir de manera humana y en paz. Sin embargo, a los discípulos no les gusta su trabajo liberador. No piensan en la alegría de los que son curados por aquel hombre. Su actuación les parece una intrusión que hay que cortar. Le exponen a Jesús su reacción: «Se lo hemos querido impedir porque no es de los nuestros». Aquel extraño no debe seguir curando porque no es miembro del grupo. No les preocupa la salud de la gente, sino su prestigio de grupo. Pretenden monopolizar la acción salvadora de Jesús: nadie debe curar en su nombre si no se adhiere al grupo.


Jesús reprueba la actitud de sus discípulos y se coloca en una lógica radicalmente diferente. Él ve las cosas de otra manera. Lo primero y más importante no es el crecimiento de aquel pequeño grupo, sino que la salvación de Dios llegue a todo ser humano, incluso por medio de personas que no pertenecen al grupo: «el que no está contra nosotros, está a favor nuestro». El que hace presente en el mundo la fuerza curadora y liberadora de Jesús está a favor de su grupo.


Jesús rechaza la postura sectaria y excluyente de sus discípulos que solo piensan en su prestigio y crecimiento, y adopta una actitud abierta e inclusiva donde lo primero es liberar al ser humano de aquello que lo destruye y hace desdichado. Éste es el Espíritu que ha de animar siempre a sus verdaderos seguidores.


Fuera de la Iglesia católica, hay en el mundo un número incontable de hombres y mujeres que hacen el bien y viven trabajando por una humanidad más digna, más justa y más liberada. En ellos está vivo el Espíritu de Jesús. Hemos de sentirlos como amigos y aliados, nunca como adversarios. No están contra nosotros pues están a favor del ser humano, como estaba Jesús.


José Antonio Pagola

DOS MADEROS


Dos maderos


Dos simples maderos, dos trozos de árbol unidos para toda la eternidad. La Cruz tiene un profundo sentido de Amor que nos cuesta descubrir. Nuestra ceguera nos impide ver más allá de lo que nuestros ojos perciben, y de éste modo no logramos comprender en toda su majestuosa profundidad el signo que la Cruz representa.

Un madero horizontal sujeta los brazos de Jesús, formando un abrazo que nos envuelve a todos los hombres, a todos los hermanos del Señor. Ese madero que corre paralelo a la superficie de la tierra marca el amor del Hombre-Dios por todos nosotros, es la unión en el amor fraterno, amor de miembros de la iglesia que Él mismo fundó sobre Su Sangre ¡La Cruz logra con este madero unirnos en hermandad! Dos clavos fueron suficientes para sujetar al amor hecho Criatura en un abrazo duradero por toda la eternidad. Desde el madero horizontal parten lazos de amor que nacen de una mano del Señor, barren la superficie de la tierra tocando a todos los hombres con el signo del amor entre hermanos, y vuelven a unirse a la otra mano de Jesús, cerrando el círculo. Al verlo en la Cruz, sujeto al madero con Sus brazos abiertos, sentimos que Jesús nos invita a unirnos a Su Humanidad, a ser como Él.

Pero si el madero horizontal representa la naturaleza humana de Jesús y Su mandamiento de amor entre hermanos, madero que envuelve la faz de la tierra, ¿cuál es entonces el significado del otro madero, el vertical? El madero vertical une el Cielo y la tierra, y es un signo de la Divinidad de Jesús, de Su naturaleza divina. Ese hombre clavado al madero, ¡es Dios! ¿Acaso comprendemos realmente lo que esto significa?

La Cruz no está completa sin este otro madero. Este leño vertical nos muestra el amor desde arriba (Dios) hacia abajo (hombre), y nos invita al amor desde abajo (hombre) hacia arriba (Dios) ¡Es el amor por Dios, y el amor de Dios por nosotros! Nos muestra el segundo camino del amor, el inmenso amor del Dios eterno e inmortal por Sus poco leales criaturas, y nos señala también el camino inverso: Jesús vino a recordarnos y a enseñarnos a amar a Su Padre, al Dios de los profetas. Este madero es una ruta de doble vía, del amor que sube y que baja, que se alimenta y realimenta desde nuestro amor al Padre que se eleva, y desciende multiplicado como más amor de Él por nosotros, hasta elevarnos espiritualmente hasta cumbres no exploradas antes por nuestras almas.

Ambos maderos se unen y forman la Cruz: es Jesús el que está en la intersección, porque es un hombre (el palo horizontal nos da la perspectiva humana de Cristo, porque Él es nuestro hermano que nos amó y nos ama inmensamente), pero también es Dios (el palo vertical nos da la perspectiva divina de Cristo, Él es Dios y como tal nos da Su amor derivado del amor de Su Padre). Jesús, Hombre y Dios, amor humano y amor divino, la Cruz como entrega de amor sublime de un Dios que dio hasta la última gota de Su sangre por nosotros, por nuestra salvación.

Dos maderos, dos ríos de amor. Dios quiso que estas dos sendas se crucen en el momento oportuno, y en el lugar oportuno. En el Gólgota, las dos rutas fueron unidas por un hombre que encontró Su cuerpo clavado a los dos maderos, configurando una Cruz, nuestra Cruz. El punto de unión no podía ser otra cosa más que una explosión de amor. Un estallido de amor que sacudió el universo, despertó a las estrellas más lejanas, porque fue el mismo Dios que las creó el que murió en ese instante. Jesús, regalo de amor del Padre, unió con Su propio cuerpo mutilado éstas dos rutas de amor, dejándonos claramente expuesto Su mensaje: “Amen a Dios por sobre todas las cosas, como Yo amo a Mi Padre, y ámense unos a otros con todo el corazón, como Yo los he amado también”.

En el punto de unión de los Dos maderos, en la Cruz, Jesús amó hasta el infinito. Dejó todo allí por nosotros. Su Padre lo envió para que nos salve, conociendo de antemano el precio de nuestra salvación. Sabiendo que Dos maderos iban a sujetar a todo el amor del universo por un breve instante en Palestina, cambiando para siempre la historia de la humanidad.

ORACIÓN A SAN VICENTE DE PAÚL, 27 DE SEPTIEMBRE



ORACIÓN A SAN VICENTE DE PAÚL

Oh apóstol insigne de la caridad, glorioso san Vicente de Paúl, que viviendo en el mundo os hicisteis a todo a todos, para ganarlos a Jesucristo, extendiendo vuestro celo por la salvación de los prójimos y remedio de sus necesidades a todas las clases de la sociedad y a toda especie de miserias; alcanzadme del divino Apóstol de nuestras almas, Cristo Jesús, un verdadero espíritu de caridad, animado del cual me entregue sin reserva a la práctica de las obras de misericordia, a fin de ser del número de aquellos de quienes está escrito: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Así sea.

SAN VICENTE DE PAÚL, FUNDADOR, 27 DE SEPTIEMBRE


Vicente de Paúl, Santo
Fundador, 27 de septiembre


Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net 




Fundador
27 de septiembre

Etimológicamente significa “vencedor”. Viene de la lengua griega.

Podemos titular la vida de este santo como la vida de los encuentros que fueron moldeando su personalidad hasta convertirla de pastor en el campo a fundador de una de las Congregaciones que más gloria y honra han dado y dan a la Iglesia con las “Hijas de la Caridad.”

Nació en Dax, muy cerca de la frontera española, en la región de las Landas. Sus padres eran muy pobres . Trabajó de pequeño en el campo como pastor.

Alguien que vio sus buenas cualidades, lo envió a estudiar a Zaragoza y a Toulouse. Tal fue su aprovechamiento que a los 19 años lo ordenaron de sacerdote. Una edad temprana para este ministerio.

Todo el mundo se le abría ante sus ojos como una forma de transformar la sociedad en la que vivía. Se entregó a los pobres de manera completa. En este ingente trabajo le ayudaba María Luisa de Marillac, también santa.

Con esta mujer, dotada de cualidades y de grandes virtudes, fundó la Sociedad de las Hijas de la Caridad (1632). Juntamente con esta Sociedad fundó otra para que se encargara de misionar a los habitantes del campo. Serían los “Sacerdotes de la Misión”(1625).

Por eso tuvo una gran preocupación por la formación de los apóstoles del Evangelio. Con este fin creó seminarios.

A cualquiera extraño a la obra de Dios en el mundo de las personas que se dejan permear por el Espíritu, esto les puede parecer algo extraño.

Vicente mantenía su calma en todo. Solía decir:"Estamos convencidos de que en todo y por todo somos un deshecho y de lo más apremiante, a causa de la oposición que ofrecemos de nuestra parte a la santidad y perfecciones de Dios".

Con esta actitud no tenía dificultades en ser amigo de los pobres y hasta del mismo rey Luis XIII.

Fue amigo y confidente de san Francisco de Sales del que aprendió – como D. Bosco – la dulzura en el trato con la gente. Murió diciendo estas palabras: ”¡Confianza! ¡Jesús!. Era el año 1660.

¡Felicidades a los Vicentes y a la Hijas de la caridad!

“¡Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado amarte, ¿por qué me diste un solo corazón y tan pequeño?” (San Felipe Neri)

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