domingo, 20 de mayo de 2018

PAPA FRANCISCO: LA SANTIDAD ES UNA VOCACIÓN PARA TODOS


La santidad es una vocación para todos, asegura el Papa Francisco
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




“En la actual fiesta de Pentecostés, culmina el tiempo Pascual”, anunció el Papa Francisco durante el rezo del Regina Coeli este domingo 20 de mayo. En su reflexión, el Santo Padre recordó que “la santidad no es un privilegio de unos pocos, sino una vocación para todos”.

Esta solemnidad, “nos hace revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y los demás discípulos, reunidos en oración con la Virgen María en el Cenáculo”. En aquel día, tuvo lugar el comienzo de la historia de la santidad cristiana, porque el Espíritu Santo es la fuente de la santidad, que no es un privilegio de pocos, sino una vocación de todos”.

De hecho, “por medio del Bautismo estamos todos llamados a participar en la misma vida divina de Cristo y, mediante la Confirmación, a convertirnos en sus testigos en el mundo”.

En los textos Bíblicos del Antiguo Testamento ya se puede ver cómo “por medio de los antiguos profetas, el Señor había anunciado al pueblo este diseño suyo”. Todas esas profecías “se cumplieron en Jesucristo, mediador y garante de la permanente efusión del Espíritu. Y hoy, es la fiesta de la efusión el Espíritu”.

“Desde aquel día de Pentecostés, y hasta el fin de los tiempos, esta santidad, cuya plenitud es Cristo, se entrega a todos aquellos que se abren a las intenciones del Espíritu Santo, y se esfuerzan a serles dóciles. Es el Espíritu el que hace experimentar una alegría plena”.

El Papa continuó señalando que “el Espíritu Santo, entrando en nosotros, derrota la sequedad, abre los corazones a la esperanza y estimula y fomenta la maduración interior en la relación con Dios y con el prójimo”.

Así lo dice San Pablo: “El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, magnanimidad, benevolencia, bondad, fidelidad, ternura, domino de sí”.

“Todo esto –finalizó Francisco– hace el Espíritu por nosotros. Por esto festejamos esta riqueza que el Padre nos da”.

SOPLO DIVINO, DOMINGO DE PENTECOSTÉS

Soplo Divino; Domingo de Pentecostés
Los que antes estaban asustados, apocados y escondidos, ahora se transforman en audaces misioneros


Por: Mons. Enrique Diaz, Obispo de la Diócesis de Irapuato | Fuente: Catholic.net 




Lecturas:

Hechos 2, 1-11: “Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar”

Salmo 103: “Envía, Señor, tu Espíritu a renovar la tierra. Aleluya.”

Gálatas 5, 16-25: “Los frutos del Espíritu”

San Juan 15, 26-27; 16, 12-15: “El Espíritu de la verdad los irá guiando hasta la verdad plena”.



Hoy celebramos el día de Pentecostés y los textos litúrgicos lo expresan con una gran efusión de signos que nos quieren indicar esta presencia dinámica, vital y renovadora del Espíritu en medio de la Iglesia. Son muchas “las señales” que emplea la Escritura para hablarnos de la irrupción del “Consolador”, prometido por Jesús a sus discípulos. Cada uno de estos signos encierra una gran enseñanza y nos habla, aunque parcialmente, de su actividad: el fuego, el viento y el rocío; el agua o la lluvia, la paloma y la nube, la lengua que todos comprenden. Pero el Espíritu es mucho más y no puede ser encerrado en un símbolo que se utiliza para representarlo. Quizás en diferentes etapas de nuestra vida y en diversas circunstancias nos llama más la atención una figura en especial. En estos días me he estado preguntando por qué se aparecerá con frecuencia bajo el signo del viento, en el día de Pentecostés como un viento huracanado, fuerte, estruendoso.

Para nosotros la palabra Espíritu no nos sonaría tan dinámica y tan llena de vida porque la hemos reducido más un sentido metafísico, designando un “no ser material”, pero ya desde inicio mismo del Antiguo Testamento la palabra que se usa en hebreo para designarlo, “ruaj”,  tiene el profundo significado de “aliento de vida”, de un modo especial su manifestación en la respiración, el hálito, el resuello, que manifiesta toda esa vitalidad interior que bulle por dentro de una persona y que es signo de su vida. Viento, vendaval, brisa, aire, aura, son expresiones que se quedan cortas cuando queremos expresar todo lo que es el Espíritu. Es una fuerza que arrastra, palpable y evidente, aunque los ojos no puedan ver más que sus efectos. Es el “soplo”  de Dios, su propio aliento, que infundido en la figura del barro la transforma en una persona a su imagen y semejanza. Es el viento poderoso que hace surgir a los jueces y los profetas en un pueblo urgido de esperanzas de salvación. Es la brisa suave y silenciosa que manifiesta presencia de Dios. Es el viento que sopla en Jesús, que se ve impulsado, “ungido por el Espíritu”, para realizar su misión: anunciar Buena Nueva, proclamar liberación, abrir los ojos y anunciar un año de gracia. Jesús es el hombre arrastrado por el Espíritu.  

Y en este día también se nos presentan los discípulos, aquella pequeña y desamparada comunidad, atemorizada ante un mundo hostil, pero que en un determinado momento sienten el mismo “viento”, el mismo Espíritu que impulsó a Jesús. Viento poderoso capaz de hacerles cambiar de vida, de mentalidad y de religión. Los que antes estaban asustados, apocados y escondidos que no pensaban más que en escapar de una muerte semejante a la de su Maestro, ahora se transforman en audaces misioneros capaces de enfrentarse al Sanedrín, de abrir fronteras, de expresarse en nuevos lenguajes, de dejar la seguridad del Cenáculo para explorar nuevos espacios donde resuene la Buena Nueva. Jesús, con su “soplo” y sus palabras de envío, confía a los discípulos  la misma misión que le otorgó el Padre, con todos sus compromisos y obligaciones, con todas sus manifestaciones, una de las cuales será el perdón y la reconciliación, la búsqueda de la justicia y de la verdad. Con el “soplo” de Jesús son transformados en misioneros y testigos de la Buena Nueva que los llevará por otros rumbos para manifestar los signos de su presencia. El Espíritu los conducirá a la verdad y podrán dar testimonio ante un mundo incrédulo y desconfiado.

A veces los cristianos damos la impresión de ser una barca anclada, impasible, que no quiere que la toque el viento y que permanece inmóvil, con apariencia de ser fiel, pero que no se deja impulsar, que no despliega sus velas porque tiene miedo descubrir nuevos horizontes. No son los grandes vientos los que más nos amenazan, sino la pasividad, la calma chicha, lo cotidiano, lo cómodo y la indiferencia. Permanecemos como aguas estancadas que al no removerse se contaminan y se pudren. Permanecemos asustados e indiferentes ante un mundo en cambio; nos instalamos en nuestros miedos y preocupaciones personales y no somos capaces de abrirnos al soplo del Espíritu. A veces en nuestro conformismo, nos dejamos llevar por vientos nocivos, destructores, con tal de seguir la corriente del mundo y su cultura de muerte.

Hoy debemos experimentar este “viento”. Hace falta que levantemos la cabeza y aspiremos profundo para que nos interiorice y haga brotar nuestra fuente profunda. Hoy hay viento, hay rumbo, hay destino, hay misión. Hoy debemos abrir de par en par nuestras puertas para que “el soplo del Espíritu” renueve y transforme. Hoy es un día muy especial para entrar un momento en nuestro interior y escuchar, más allá de lo cotidiano, lo acostumbrado y lo trivial, la voz de Dios y el viento, suave y poderoso, capaz de empujar nuestra nave a buenos puertos. Es día de pedir para cada uno de nosotros y para nuestra Iglesia, el “viento” de Jesús. Hoy es día para anunciar nueva reconciliación, nuevo lenguaje de paz, capaz de superar barreras y divisiones, hoy es día de nuevas actitudes frente al hermano. Es día para dejar escuchar dentro de nosotros al Espíritu de justicia y de verdad ¿Le abriremos nuestro corazón?

SIENTES MIEDO? PAPA FRANCISCO OFRECE ESTA SUGERENCIA EN PENTECOSTÉS


¿Sientes miedo? El Papa Francisco ofrece esta sugerencia en Pentecostés
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




Durante la Misa del Domingo de Pentecostés, celebrada este 20 de mayo en la Basílica de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco animó a confiar en el Espíritu Santo a aquellos que sienten sus corazones cerrados por el miedo.

El Pontífice comparó el Espíritu Santo con un viento fuerte que “entra en las situaciones y las transforma, cambia los corazones y camba los acontecimientos”.

El Santo Padre explicó que “el Espíritu libera los corazones cerrados por el miedo. Vence las resistencias. A quien se conforma con medias tintas, le ofrece ímpetus de entrega. Ensancha los corazones estrechos. Anima a servir a quien se apoltrona en la comodidad. Hace caminar al que se cree que ya ha llegado. Hace soñar al que cae en tibieza. He aquí el cambio del corazón”.

Frente a aquellos que “prometen períodos de cambio, nuevos comienzos, renovaciones portentosas”, la experiencia enseña que “ningún esfuerzo terreno por cambiar las cosas satisface plenamente el corazón del hombre”.

Por el contrario, “el cambio del Espíritu es diferente: no revoluciona la vida a nuestro alrededor, pero cambia nuestro corazón; no nos libera de repente de los problemas, pero nos hace libres por dentro para afrontarlos; no nos da todo inmediatamente, sino que nos hace caminar con confianza, haciendo que no nos cansemos jamás de la vida”.

“El Espíritu mantiene joven el corazón –esa renovada juventud. La juventud, a pesar de todos los esfuerzos para alargarla, antes o después pasa; el Espíritu, en cambio, es el que previene el único envejecimiento malsano, el interior”.

“¿Cómo lo hace?”, se preguntó el Pontífice: “Renovando el corazón, transformándolo de pecador en perdonado. Este es el gran cambio: de culpables nos hace justos y, así, todo cambia, porque de esclavos del pecado pasamos a ser libres, de siervos a hijos, de descartados a valiosos, de decepcionados a esperanzados. De este modo, el Espíritu Santo hace que renazca la alegría, que florezca la paz en el corazón”.

El Papa continuó explicando en su homilía que, tras cambiar los corazones, “el Espíritu cambia los acontecimientos. Como el viento sopla por doquier, así él llega también a las situaciones más inimaginables”.

En su homilía explicó que se trata de una mala señal cuando “se prefiere la tranquilidad doméstica a la novedad de Dios”. Esa mala señal quiere decir “que se busca resguardarse del viento del Espíritu. Cuando se vive para la auto-conservación y no se va a los lejanos, no es un buen signo. El Espíritu sopla, pero nosotros arriamos las velas”.

Sin embargo, “tantas veces hemos visto obrar maravillas. A menudo, precisamente en los períodos más oscuros, el Espíritu ha suscitado la santidad más luminosa. Porque Él es el alma de la Iglesia, siempre la reanima de esperanza, la colma de alegría, la fecunda de novedad, le da brotes de vida. Como cuando, en una familia, nace un niño: trastorna los horarios, hace perder el sueño, pero lleva una alegría que renueva la vida, la impulsa hacia adelante, dilatándola en el amor”.

De este modo, “el Espíritu trae un ‘sabor de infancia’ a la Iglesia. Obra un continuo renacer. Reaviva el amor de los comienzos. El Espíritu recuerda a la Iglesia que, a pesar de sus siglos de historia, es siempre una veinteañera, la esposa joven de la que el Señor está apasionadamente enamorado. No nos cansemos por tanto de invitar al Espíritu a nuestros ambientes, de invocarlo antes de nuestras actividades: “Ven, Espíritu Santo”.

El Papa Francisco finalizó su homilía pidiendo al Espíritu Santo que sople “sobre nosotros. Sopla en nuestros corazones y haznos respirar la ternura del Padre. Sopla sobre la Iglesia y empújala hasta los confines lejanos para que, llevada por ti, no lleve nada más que a ti. Sopla sobre el mundo el calor suave de la paz y la brisa que restaura la esperanza. Ven, Espíritu Santo, cámbianos por dentro y renueva la faz de la tierra”.

FELIZ PENTECOSTÉS!!!






sábado, 19 de mayo de 2018

LECTURAS BÍBLICAS DEL DOMINGO DE PENTECOSTÉS, 20 MAYO 2018


Lecturas del Domingo de Pentecostés
Domingo, 20 de mayo de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (2,1-11):

AL cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse.
Residían entonces en Jerusalén judíos devotos venidos de todos los pueblos que hay bajo el cielo. Al oírse este ruido, acudió la multitud y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Estaban todos estupefactos y admirados, diciendo:
«¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos, elamitas y habitantes de Mesopotamia, de Judea y Capadocia, del Ponto y Asia, de Frigia y Panfilia, de Egipto y de la zona de Libia que limita con Cirene; hay ciudadanos romanos forasteros, tanto judíos como prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 103,1ab.24ac.29bc-30.31.34

R/. Envía tu Espíritu, Señor, 
y repuebla la faz de la tierra

Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas. R/.

Les retiras el aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu espíritu, y los creas, 
y repueblas la faz de la tierra. R/.

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras;
que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R/.


Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (12,3b-7.12-13):

HERMANOS:
Nadie puede decir: «Jesús es Señor», sino por el Espíritu Santo.
Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Pues, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.

Palabra de Dios


Secuencia

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequia,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.



Lectura del santo evangelio según san Juan (20,19-23):


AL anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio del domingo, 20 de mayo de 2018
Fernando Torres cmf



Como un viento fuerte

      Hay tres celebraciones claves en la liturgia cristiana, tres Pascuas en el sentido más original del término que alude al “paso” de Dios cerca de nosotros. La primera Pascua fue la de la noche de la liberación en Egipto. Entonces fue Dios el que con su presencia liberó al pueblo de la esclavitud. Desde entonces, la Pascua a) siempre habla de la cercanía de Dios y b) trae consecuencias liberadoras para la humanidad. En la liturgia cristiana esas tres Pascuas son: la Encarnación –Dios se hace hombre, se hace uno de nosotros–, la Resurrección –Dios rompe la condena del pecado que era la muerte y nos abre a una nueva y más plena vida–, y Pentecostés, que es la que celebramos en este domingo. 

      El Espíritu de Dios invade de repente nuestro mundo. En el libro de los Hechos se cuenta que el Espíritu se hizo presente como viento y como fuego. Viento y fuego son fenómenos naturales que, desatados a su propia dinámica, pueden llegar a ser amenazadores para la vida de la humanidad. En este día simbolizan una destrucción y un renacimiento. Como siempre que la persona es tocada por Dios se produce un auténtico “bautismo de fuego”, una real transformación. Algo muere en la persona y algo nace. Lo nuevo es diferente. Es consecuencia de la acción del Espíritu.

      El paso del Espíritu por sus vidas tuvo consecuencias inmediatas para los discípulos de Jesús. Si hasta entonces habían estado encerrados (en el evangelio de Juan se alude más de una vez a que se encerraban por miedo a los judíos), ahora abren las puertas y las ventanas. Aquel encerramiento denotaba una falta de comunicación total entre la primera comunidad de los seguidores de Jesús y el mundo que les rodeaba. Ahora la comunicación se produce con una abundancia y claridad tal que todos los que están en Jerusalén, todos los que entran en contacto con ellos, los entienden como si les hablasen en su propia lengua. 

      El Espíritu, pues, hace que los creyentes salgan al mundo, entren en diálogo y lleven a todos la buena nueva de la salvación. El Espíritu actúa en todos los miembros de la comunidad, les hace confesar sin miedo su fe. El Espíritu promueve diversos carismas (servicios, funciones) dentro de la comunidad pero, al mismo tiempo, les hace ser una sola comunidad al servicio de una única misión: llevar la paz al mundo, anunciar la buena nueva, predicar el perdón y la reconciliación. Hoy celebramos que el Espíritu sigue llegando a los corazones de todos los cristianos, que nos hace una sola familia con una misión: seguir anunciando en el mundo de hoy la buena nueva del Evangelio. Hoy sentimos de nuevo en nosotros la llama y el viento del Espíritu que nos libera y nos envía. Porque en el mundo muchos siguen esperando el anuncio de que Dios les ama como hijos. 



Para la reflexión

      ¿Me da miedo decir que soy cristiano o comportarme como tal en algunas situaciones? Si es verdad que el Espíritu llena mi corazón, ¿cómo me debería comportar? ¿cómo debería hablar para que todos conociesen el amor con que Dios nos ama? 

NUEVA FESTIVIDAD MARIANA, LA MEMORIA DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA


Nueva festividad mariana
La memoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia



"La memoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia" debe ser de ahora en adelante "inscripta en el calendario romano y el lunes de Pentecostés celebrado anualmente". Así acaba de declarar por decreto del Vaticano, la Iglesia universal.

Esta decisión de Roma es importante. Es la primera vez que la Iglesia establece oficialmente una fiesta de la Virgen María como Madre de la Iglesia, ya que el Papa Pablo VI, en el Concilio Vaticano II, hizo agregar a la constitución dogmática Lumen Gentium, un párrafo que declara a "la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia". Desde entonces existía para celebrar a María Madre de la Iglesia, solo la posibilidad de las misas votivas, es decir, "dichas con una intención particular".

Al firmar este decreto, el Papa Francisco pone de relieve en gran medida la maternidad de María para toda la Iglesia, ya sea la Iglesia ministerial (religiosos consagrados y ordenados) o todos los laicos del pueblo de Dios.

Sabemos hasta qué punto el Santo Padre quiere darle toda su importancia al papel materno de María en la Iglesia, pero también al papel materno de la Iglesia misma frente al mundo, siguiendo el ejemplo de la Virgen. María. El establecimiento de esta hermosa festividad de María Madre de la Iglesia es, por lo tanto, un nuevo avance en la comprensión de la naturaleza de la Iglesia, como también en la comprensión del papel de la mujer en la Iglesia. Nuestra piedad mariana se ve fortalecida para permitirnos, como dijo San Luis Grignion de Montfort, ir a Jesús por María  

Se trata de una «Memoria obligatoria». En Liturgia se llama «Memoria» el grado de celebración litúrgica que sigue a la Solemnidad y a la Festividad. No solo la misa, sino el oficio deben ser celebrado en honor del santo. Entonces se habla de «Memoria obligatoria», por oposición a «Memoria facultativa», indicando la celebración de un santo del que se puede hacer memoria en el oficio, y en cuyo honor se puede celebrar la misa.




© Zenit

PARA CONFIAR MÁS EN DIOS


Para confiar más en Dios



Confiar en Dios, es depositar toda nuestra fe en él. Dejarle el cuidado de tus cosas. Permitirle disponer de tu futuro, porque sabes que te ama más que tú mismo. Reposar en él “como un niño en brazos de su madre” (Salmo 131). Y confiar sobre todo en las pruebas, cuando las cosas resultan incomprensibles.

Señor, quiero creer en tus promesas, quisiera confiar más en tu poder y en tu amor para que toda mi vida esté realmente en tus manos. Regálame, Señor, el don de la confianza. Así todo lo que me suceda será para mi bien y para el bien de los demás. Tómame en tus brazos y no permitas que me llene de temores inútiles. Quiero conocer la alegría de la libertad espiritual, el gozo de darte a ti el control de mi existencia. Pero también quiero elevar mis ojos hacia ti y dejar en tus brazos todos mis seres queridos. Protégelos, Señor, te los confío, te los entrego para que todo lo que les suceda tenga un buen fin. Dales también la fuerza de tu amor para que conozcan la verdadera alegría. Amén. (Víctor M. Fernández).

“Descarguen en el Señor todas sus inquietudes, ya que él se ocupa de ustedes”. Si lees y meditas la Biblia, encontrarás esta exhortación y otras semejantes. Te ayudarán a fortalecer tu confianza en Dios que te ofrece refugio “a la sombra de sus alas mientras vienen calamidades” de cualquier clase y magnitud. “No temas, contigo estoy. Yo te amo”, te asegura Dios.



* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO: REMOCIÓN DE PERSONAS NO ALCANZA PARA SOLUCIONAR PROBLEMAS EN CHILE


Papa Francisco: Remoción de personas no alcanza para solucionar problemas en Chile
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media / ACI Prensa




El pasado 15 mayo, al término de la primera reunión con los obispos de Chile, el Papa Francisco les entregó un texto de diez páginas con duras críticas al mal manejo de los casos de abusos sexuales, y en el que advierte que la remoción de personas no es suficiente para solucionar el problema en la Iglesia local.

“Los problemas que hoy se viven dentro de la comunidad eclesial no se solucionan solamente abordando los casos concretos y reduciéndolos a remoción de personas; esto –y lo digo claramente- hay que hacerlo, pero no es suficiente, hay que ir más allá. Sería irresponsable de nuestra parte no ahondar en buscar las raíces y las estructuras que permitieron que estos acontecimientos concretos se sucedieran y perpetuasen”, expresó el Papa en el texto que fue difundido por la prensa chilena.

En ese sentido, Francisco se detuvo en “tres situaciones que se desprenden” del informe “Misión especial” que elaboró Mons. Charles Scicluna luego de escuchar los testimonios que acusan a Mons. Juan Barros de encubrir los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima. Entre estos está la denuncia de “destrucción de documentos comprometedores”.

“La investigación demuestra –escribió el Papa– que existen graves defectos” en el modo de actuar ante las denuncias de abusos, no pocos “calificados muy superficialmente como inverosímiles” y otros que fueron “investigados solo a destiempo o incluso nunca investigados”, ocasionando escándalo en los denunciantes y en los que conocían los hechos.

Además, se detectaron “graves problemas” en la etapa de formación de muchos que después serían abusadores, con graves acusaciones “contra algunos Obispos o Superiores que habrían confiado dichas instituciones educativas (seminarios y noviciados) a sacerdotes sospechosos de homosexualidad activa”.

Además, el informe recogió declaraciones sobre “presiones” contra quienes “debían llevar adelante la instrucción de los procesos penales o incluso la destrucción de documentos comprometedores por parte de encargados de archivos eclesiásticos”.

Esto evidencia “una absoluta falta de respeto por el procedimiento canónico y, más aún, unas prácticas reprobables que deberán ser evitadas en el futuro”, señala el informe.

“En el informe de la ‘Misión especial’ mis enviados han podido confirmar que algunos religiosos expulsados de su orden a causa de la inmoralidad de su conducta y tras haberse minimizado la absoluta gravedad de sus hechos delictivos atribuyéndolos a simple debilidad o falta moral, habrían sido acogidos en otras diócesis e incluso, en modo más que imprudente, se les habrían confiado cargos diocesanos o parroquiales que implican un contacto cotidiano y directo con menores de edad”, criticó el Papa.

Ante esto, Francisco dijo que “duele constatar” que en los últimos años de la Iglesia en Chile  perdió fuerza la “inspiración profética” que pone a Cristo como centro, para dar lugar “a lo que podríamos denominar una transformación en su centro”.

“Dejó de mirar y señalar al Señor para mirarse y ocuparse de sí misma. Concentró en sí la atención y perdió la memoria de su origen y misión. Se ensimismó de tal forma que las consecuencias de todo este proceso tuvieron un precio muy elevado: su pecado se volvió el centro de atención”.

“La dolorosa y vergonzosa constatación de abusos sexuales a menores, de abusos de poder y de conciencia por parte de ministros de la Iglesia, así como la forma en que estas situaciones han sido abordadas, deja en evidencia este ‘cambio de centro eclesial’”, expresó.

El Pontífice exhortó a los obispos a cuidarse “de la tentación” de querer salvar la reputación y confesar comunitariamente la debilidad para así “encontrar juntos respuesta humildes, concretas y en comunión con todo el Pueblo de Dios”.

“La gravedad de los sucesos no nos permite volvernos expertos cazadores de ‘chivos expiatorios’. Todo esto nos exige seriedad y co-responsabilidad para asumir los problemas como síntomas de un todo eclesial que somos invitados a analizar y también nos pide buscar todas las mediaciones necesarias para que nunca más vuelvan a perpetuarse”, señaló.

“Sólo podemos lograrlo –afirmó– si lo asumimos como un problema de todos y no como el problema que viven algunos”.

Finalmente, Francisco alentó a “encontrar en las heridas de nuestro pueblo los signos de la Resurrección” y pasar de “ser una Iglesia centrada en sí, abatida y desolada por sus pecados, a una Iglesia servidora de tantos abatidos que conviven a nuestro lado”, capaz de poner en el centro “el servicio a su Señor en el hambriento, en el preso, en el sediento, en el desalojado, en el desnudo, enfermo, en el abusado”.

Los obispos chilenos estuvieron en Roma del 15 al 17 de mayo y sostuvieron cuatro encuentros con el Pontífice. Este viernes 18 dieron a conocer una declaración en la que los 34 prelados pusieron sus cargos en las manos del Papa Francisco “para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros”.

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 19 MAYO 2018


Lecturas de hoy Sábado de la 7ª semana de Pascua
Hoy, sábado, 19 de mayo de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (28,16-20.30-31):

Cuando llegamos a Roma, le permitieron a Pablo vivir por su cuenta en una casa, con un soldado que lo vigilase. 
Tres días después, convocó a los judíos principales; cuando se reunieron, les dijo: «Hermanos, estoy aquí preso sin haber hecho nada contra el pueblo ni las tradiciones de nuestros padres; en Jerusalén me entregaron a los romanos. Me interrogaron y querían ponerme en libertad, porque no encontraban nada que mereciera la muerte; pero, como los judíos se oponían, tuve que apelar al César; aunque no es que tenga intención de acusar a mi pueblo. Por este motivo he querido veros y hablar con vosotros; pues por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas.» Vivió allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían, predicándoles el reino de Dios y enseñando lo que se refiere al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbos.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 10,4.5.7

R/. Los buenos verán tu rostro, Señor

El Señor está en su templo santo,
el Señor tiene su trono en el cielo;
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres. R/.

El Señor examina a inocentes y culpables,
y al que ama la violencia él lo odia.
Porque el Señor es justo y ama la justicia:
los buenos verán su rostro. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (21,20-25):

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?» 
Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y éste ¿qué?» 
Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme.» 
Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?» Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy sábado, 19 de mayo de 2018
 Eguione Nogueira, cmf



¡Hermanas y hermanos! ¡Paz y bien!

Estamos por concluir el tiempo pascual, tiempo especial de gracia por el que escuchamos el testimonio de aquellos que fueron los testigos oculares de la Resurrección. En la primera lectura nos presenta Pablo en Roma, lugar de su martirio. Pero Lucas no nos dice cual a sido el destino de Pablo en los Hechos de los Apóstoles. Eso se explica porque, aunque los Hechos nos cuentan la historia de la Iglesia a través de Pedro y Pablo, en definitiva, lo que cuenta es la historia del anuncio de Jesús que, impulsada por el Espíritu Santo, resuena en todos los rincones del mundo. No hay cadenas, ni muerte que pueda contener la fuerza de la Palabra.

De igual modo encontramos, en la conclusión del Evangelio de Juan, la respuesta de Jesús a la pregunta de Pedro respecto a la suerte del Discípulo amado: «Señor, y éste ¿qué?». Esta pregunta, tal vez hecha por curiosidad o por el deseo de confronto con tal discípulo tiene una respuesta sin equívocos: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme». Cada uno es llamado a seguir Jesús personalmente y con un proyecto de vida propio. Lo decisivo es el seguimiento de cada persona y no el destino que les toca a los demás. Dios tiene la libertad del tiempo y el modo en dirigirse a cada uno de sus hijos.

No somos nosotros los que tenemos de decir a Dios lo que debe hacer. Eso pasa con frecuencia cuando los padres que intentan infundir una educación religiosa en sus hijos perciben que en algún momento estos toman otro rumbo. A la pregunta «¿Dónde nos equivocamos?, ¿Qué le va a pasar a nuestro hijo?», Dios posiblemente tiene otro modo de responder al rechazo que le tienen en algún momento de la vida muchos adolescentes y jóvenes. Costumbro decir a los padres que, si la semilla de la fe ha sido sembrada en sus vidas, en algún momento germinará. Lo más importante es testimoniar, como el Discípulo amado, nuestra experiencia profunda de encuentro con el Señor, de sentirnos como él, verdaderos «discípulos amados». La presencia del Espíritu Santo, don prometido por Jesús, es la certeza de ese amor.

Vuestro hermano en la fe,
Eguione Nogueira, cmf
eguionecmf@gmail.com

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 19 MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
19  mayo




El Evangelio deja constancia de que Jesús hizo lo que enseñó y por eso el libro de los Hechos dice: Lo que Jesús hizo y enseñó 
(Hch 1, 11).

Él nada pide a sus discípulos que no haya probado él primeramente, ninguna cruz que él no haya llevado, ninguna muerte que él no haya gustado.

Esto debe ser para ti motivo de aliento; no tienes más que seguir las pisadas de Jesús, poner tu pie en la huella que dejaron los suyos al precederte en tu camino al Padre.

Cuando sientas las molestias o el cansancio, levanta tu vista y fíjala en Jesús.


P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 18 MAYO


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
18 mayo




Seguir a Jesús; este debe ser tu plan y tu proyecto. Él es el Señor, el Maestro, el Jefe, el Mesías, el Salvador.

Seguir a Jesús en dos planos: en el plano íntimo y personal de tu santificación y en el plano de apostolado.

Santo como Jesús, con una santidad que no escatima esfuerzos por cumplir la voluntad del Padre; santidad que te vaya purificando cada vez más de tus deficiencias, a fin de que llegues a desaparecer tú y vaya apareciendo en ti el Espíritu de Dios.


P. Alfonso Milagro

FELIZ SÁBADO






viernes, 18 de mayo de 2018

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


Acto de Consagración a la Virgen María



¡Oh Señora mía, 
oh Madre mía!, 
yo me entrego del todo a Ti 
y en prueba de mi afecto, 
con amor filial 
te consagro en este día: 
todo lo que soy, todo lo que tengo. 
Guarda y protege, 
y también defiende a este hijo tuyo, 
que así sea.

MAYO, MES DE MARÍA, DÍA 18


Vigésimo octavo día: Explicación de las letanías




Regina Sacratissimi Rosarii

Reina del Santo Rosario. El Rosario es una cierta fórmula de oraciones en la cual distinguimos quince decenas de salutaciones angélicas, entremezcladas con oraciones dominicales. En cada una de esas decenas meditamos sobre los misterios. Estos misterios son en total quince, conformados en tres series: cinco misterios gozosos que son: 1) La Encarnación, la Visitación de la Santísima Virgen, la Natividad de Nuestro señor, La Presentación en el Templo y  el Encuentro de Jesús en medio de los Doctores 2) Cinco misterios dolorosos que son, el sudor de sangre en el Huerto de los Olivos, al Flagelación, la Coronación de espinas, Jesús cargado con la cruz y la Crucifixión. 3) Cinco misterios gloriosos que son: La Resurrección, la Ascensión, La venida del espíritu santo Paráclito, La Asunción de la Santísimima Virgen y su Coronación como reina de cielos y tierra. Se puede dividir el rosario en tres series de quince decenas cada uno, y en ese caso, se tiene cuidado de tomar alternativamente por asunto de meditación las tres series de  misterios.

El Termino rosario significa corona de rosas. Era costumbre en oriente ofrecer coronas de rosas a las personas  que se proponía honrar, y los cristianos de complacían en ofrecer estos presentes a la Santísima Virgen y a los Santos. San Gregorio Nacianceno sustituyó la corona material de rosas por una corona espiritual. Santa Brígida, en el siglo siguiente, tuvo la idea de poner esta corona al alcance de todos, haciéndola componer de las oraciones más ordinarias de la Iglesia. Pero el uso de recitar quince Pater y quince Ave María, se remonta a Santo Domingo.

Ejemplo.

San Carlo Borromeo tenía la más viva y la más tierna devoción por la Santísima Virgen, que recitaba todos los días, de rodillas el rosario y el oficio de esta Gloriosa Virgen; ayunaba, además, con pan y agua, en las vísperas de Nuestra Señora. Nadie fue más exacto que él en saludarla a la indicación de la campana; porque si se encontraba en la calle, aunque estuviese cubierta de barro, no dejaba de ponerse de rodillas cuando la campana advertía que era hora de recitar el Ángelus. Quiso tener en su catedral una capilla y una cofradía del Rosario. Mandaba hacer, además, todos los primeros domingos del mes una procesión solemne, en la que se trasladaba con mucha pompa una pintura de la Santísima Virgen; quiso que fuese la protectora de todas las fundaciones que hizo; ordenó que en toda su diócesis se honrara, con gestos de respeto, el sagrado nombre de María, ni bien se le escuchara pronunciar; hizo colocar en todas las portadas de todas las Iglesias parroquiales de su jurisdicción una imagen de la Madre de Dios, para hacer comprender al pueblo que no se puede entrar al templo de la gloria eterna sin el favor de aquella a la que la Iglesia llama puerta del cielo.

Rezando el Rosario, pensamos en los misterios del Rosario


Traducido del francés por José Gálvez Krüger para ACI Prensa

PAPA FRANCISCO: EL PASTOR NO METE LA NARIZ EN LA VIDA DE LOS OTROS


Papa Francisco: El pastor no mete la nariz en la vida de los otros
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




Durante la homilía de la Misa que presidió este viernes 18 de mayo en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco aseguró que el pastor no debe caer en la tentación de “meter la nariz en la vida de los otros”.

Al meditar en el pasaje del Evangelio que narra el último diálogo entre el Señor y Pedro, Francisco explicó que “el pastor ama, pastorea y se prepara para la cruz, para que lo desnuden: y no mete la nariz en la vida de los otros, no pierde el tiempo en los acordes eclesiásticos. Ama, pastorea y se prepara para no caer en la tentación”.


En su homilía, el Pontífice recordó que la actitud fundamental del discípulo es el amor que configura “la identidad de un obispo, de un sacerdote, de un pastor”.

“Ámame, pastorea y prepárate’. Ámame más que los otros, ámame como puedas, pero ámame. Es lo que el Señor pide a los pastores y también a todos nosotros. ‘Ámame’. El primer paso en el diálogo con el Señor es el amor”, dijo.

El Papa señaló luego que los que abrazan al Señor están destinados al “martirio”, a “llevar la cruz”, a ser conducidos adonde no quieren.

“Prepárate para las pruebas, prepárate a dejar todo para que venga otro y haga cosas distintas. Prepárate para la aniquilación de la vida porque te llevarán a un camino de humillación, tal vez al martirio”.

Francisco resaltó asimismo que “aquellos que cuando tú eras pastor te alababan y hablaban bien de ti ahora hablarán a tus espaldas porque el otro que viene parece más bueno. Prepárate para la cruz cuando te lleven donde no quieras. Ámame, pastorea, prepárate. Esta es la hoja de ruta de un pastor, la brújula”.

TODOS LOS OBISPOS DE CHILE PUSIERON SUS CARGOS A DISPOSICIÓN DEL PAPA FRANCISCO


Todos los obispos de Chile pusieron sus cargos a disposición del Papa Francisco
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




Los 34 obispos que se encontraron con el Papa Francisco del 15 al 17 de mayo en el Vaticano para tratar los casos de abusos sexuales, informaron en una declaración que pusieron sus cargos “en las manos del Santo Padre”.

En la declaración de este viernes 18, indicaron que “todos los obispos presentes en Roma, por escrito, hemos puesto nuestros cargos en las manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros”.

El Pontífice sostuvo cuatro encuentros con los 34 obispos chilenos que llegaron a Roma para tratar los casos de abusos sexuales en el país sudamericano.

En concreto, se profundizó en el informe elaborado por Mons. Charles Scicluna, luego de escuchar los testimonios que acusan a Mons. Barros, Obispo de Osorno, de haber encubierto los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima.

Al concluir los encuentros, el Papa les entregó a los obispos una carta en la que les agradeció su disponibilidad para “colaborar en todos aquellos cambios y resoluciones que tendremos que implementar en el corto, mediano y largo plazo, necesarias para restablecer la justicia y la comunión eclesial”.

En la declaración de este viernes, los prelados agradecieron al Papa “por su escucha de padre y su corrección fraterna. Pero especialmente, queremos pedir perdón por el dolor causado a las víctimas, al Papa, al Pueblo de Dios y al país por nuestros graves errores y omisiones”.

También agradecieron a “Mons. Scicluna y al Rev. Jordi Bertomeu por su dedicación pastoral y personal, así como por el esfuerzo invertido en las últimas semanas para intentar sanar las heridas de la sociedad y de la Iglesia de nuestro país”.

“Gracias a las víctimas, por su perseverancia y su valentía, a pesar de las enormes dificultades personales, espirituales, sociales y familiares que han debido afrontar, tantas veces en medio de la incomprensión y los ataques de la propia comunidad eclesial. Una vez más imploramos su perdón y su ayuda para seguir avanzando en el camino de la curación y cicatrización de las heridas”, prosiguieron.

Los obispos chilenos resaltaron que los encuentros con el Santo Padre “han sido un hito dentro de un proceso de cambio profundo, conducido por el Papa Francisco. En comunión con él, queremos restablecer la justicia y contribuir a la reparación del daño causado, para reimpulsar la misión profética de la Iglesia en Chile, cuyo centro siempre debió estar en Cristo”.

Tras pedir ayuda para recorrer este camino, los obispos concluyen la declaración implorando a “Dios que en estas difíciles y esperanzadoras horas, nuestra Iglesia sea protegida por el Señor y la Virgen del Carmen”.
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