Papa Francisco critica los ídolos que dan falsas esperanzas y llevan a la muerte
Por Álvaro de Juana
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa
VATICANO, 11 Ene. 17 / 04:24 am (ACI).- En la catequesis de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco criticó con dureza las “falsas esperanzas” que ofrecen algunos ídolos y que “en lugar de favorecer la vida conducen a la muerte”.
De nuevo ofreció una nueva catequesis sobre la esperanza cristiana y por eso nada más comenzar aseguró que “esperar es una necesidad primaria del hombre: esperar en el futuro, creer en la vida, el considerado ‘pensar positivo’. Pero es importante que esta esperanza sea puesta en aquello que verdaderamente puede ayudar a vivir y a dar sentido a nuestra existencia”.
“Por eso la Sagrada Escritura nos pone en alerta contra las falsas esperanzas que el mundo nos representa, desenmascarando su inutilidad y mostrando su insensatez”.
Francisco aseguró que esto lo hace de varias maneras, entre ellas “denunciando la falsedad de los ídolos en los que el hombre es continuamente tentado de poner su confianza”.
Así, a veces “el hombre experimenta la fragilidad de esa confianza y siente la necesidad de certezas diversas, de seguridades tangibles, concretas” y entonces ”estamos tentados a buscar consuelo también en lo efímero, en lo que parece que van a llenar el vacío de soledad y calmar el cansancio de creer”.
El Papa denunció que la confianza “pensamos ponerla en la seguridad que puede dar el dinero, en las alianzas con los potentes, en la mundanidad, en las falsas ideologías”.
Para explicarlo mejor, el Pontífice comentó el salmo 115 que precisamente denuncia los falsos ídolos que se hace el hombre. Pidió entender que también son ídolos “cuando nos fiamos de realidades limitadas que transformamos en absolutas, o cuando reducimos a Dios a nuestros esquemas y nuestras ideas de divinidad; un Dios que se nos asemeja, es comprensible, previsible, como los ídolos de los que habla el salmo”.
“El hombre, imagen de Dios, se fabrica un dios a su propia imagen, y también una imagen mal hecha: no siente, no actúa, y sobre todo no puede hablar”.
Es más, “las ideologías con su pretensión de lo absoluto, de las riquezas, el poder o el éxito, con su ilusión de eternidad o de omnipotencia, valores como la belleza física y la salud, cuando se convierten ídolos a los que sacrificar cada cosa, son todas realidades que confunden la mente y el corazón”.
El Papa aseguró por tanto que “quien pone la esperanza en los ídolos se convierte en uno de ellos: imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, bocas que no pueden hablar”.
“No se tiene nada que decir, uno se convierte en incapaz de ayudar, cambiar las cosas, sonreír, donarse, amar”.
Francisco alertó también de que los católicos no están exentos de “este riesgo” cuando “nos mundanizamos”. “Se necesita permanecer en el mundo pero defenderse de las ilusiones del mundo”, añadió.
Por último, invitó a confiar en el Señor porque así “uno se hace como Él, su bendición nos transforma en sus hijos, que comparten su vida”. “La esperanza en Dios nos hace entrar, por así decir, en el radio de acción de su recuerdo, de su memoria que nos bendice y nos salva”.