jueves, 12 de enero de 2017

7 PRENDAS DE VESTIR QUE DEBES EVITAR PARA ASISTIR A MISA

7 prendas de vestir que debes evitar para asistir a Misa
¿Está bien si voy a misa usando esto?



Por: H. Edgar Henríquez Carrasco, LC. | Fuente: Catholic-link.com 





«La moda no incomoda» dicen por ahí, pero hay “modas”que son ciertamente inoportunas dependiendo del lugar, del ambiente y de las personas. ¡Cuánto más cuidado pondremos en un ambiente cristiano!
Quisiera a través de este artículo darles a conocer las 7 prendas más inadecuadas para asistir a la Santa Misa. Se podrían enumerar más, pero quisiera que estas siete quedaran en nuestra memoria para evitarlas en un futuro. Algunos se sorprenderán (no es mi intención causar revuelo), pero sí quisiera dar algunas pautas para vestirse mejor durante la celebración Eucarística. Se trata principalmente de formar un criterio general para ayudar, sobretodo a quienes deben catequizar a otros sobre el respeto y el amor que tenemos los católicos a la Eucaristía.
¡Ojo! Antes de mencionarlos, es importante resaltar que estos son algunos criterios básicos, corresponde a cada uno hacer un discernimiento maduro de lo que es más adecuado dependiendo de las circunstancias que cada uno viva

¿Qué debemos evitar vestir cuando vamos a Misa?

1. Camisas deportivas (equipos de fútbol)

camiseta
Si quiero ir al estadio a ver fútbol, permitido. Si quiero pasear por el parque, permitido. Pero, ¿para ir a encontrarme con el Señor? Imagínense una exhibición de camisetas deportivas en la Iglesia, colores y equipos por doquier, viendo a “Messi” o “Vidal” decenas de veces cuando miro hacia el altar porque están en las espaldas de mis hermanos. Esto puede crear rivalidad, disgusto, distracción o molestias en la asamblea. Además es bien sabido que una prenda deportiva se usa en un ambiente deportivo, por ende debemos evitar llevarlo a Misa.

2. Short muy corto o minifalda

mini
Para la playa está bien. El sol cuando calienta puede ser insoportable, pero ¿en la iglesia? El calor no es excusa para vestir como queramos, es más, si tenemos calor, podremos ofrecerlo al Señor como muestra de amor por Él. Un short o una minifalda (en el caso de una dama) es una prenda que llama bastante la atención en un grupo humano, ¡cuánto más dentro de la iglesia! Ya me podrán decir ustedes sobre diseños, tamaños o colores, eso no importa tanto. Vestir una falda esta bien, pero una mini-falda, no.

 3. Chanclas de playa

chanclas
Aunque muchos no lo crean, sucede. Sobre todo en ambientes veraniegos donde ir a Misa está de paso entre mi casa y la playa. ¡Siempre dignos! No lo olvidemos. Aunque me lleve más tiempo cambiarme de ropa y calzado, lo haré por amor al Señor. Las chanclas de verano son para la playa, no para la iglesia. Te pones un calzado más discreto para ir a Misa y luego te los quitas para ir a la playa, ¿cuál es el problema?Que la pereza o la comodidad no intervengan en la dignidad y sobriedad que predomina en un templo católico.

 4. Sombreros o gorras

sombrero
Mi madre decía: «dentro de la casa no se usa gorra», y ahí va de nuevo, ¡cuánto más en la casa de Dios! Además de evitar tapar la vista a los demás hermanos es un gran signo de respeto. Cuando se está con alguien importante nos sacamos el sombrero o la gorra y saludamos, por lo menos así era antes y es algo que no podemos perder.Los sombreros son para protegerse del sol, pero dentro de una iglesia, ¿de qué querríamos protegernos? Es mejor evitarlo. Te lo puedes quitar y dejarlo a un lado de tu asiento o bajo el reclinatorio. Llevarlos a la iglesia está bien, usarlos dentro es inapropiado.

 5. Escotes o camisas abiertas

destapado
Esto es parte de la moda de este siglo. Al parecer la premisa es que «mientras más muestres tu cuerpo, mejor»No es así entre cristianos. Sabemos que el cuerpo es un don de Dios, es el templo del Espíritu Santo, por lo tanto lo protegemos con cautela. No andamos mostrándonos a todo el mundo, esto podría incitar distracción y provocación en los demás. Sinceramente disgusta un poco ver por la calle desfiles de jóvenes vestidos así, ¡cuanto más en la iglesia!. Vamos bien arreglados, pero dignos. Ropa abierta, medio transparente, es mejor dejarla en casa. Nuestra premisa es «mientras más dignos, mejor».

 6. Joyas, lujos y anillos exuberantes

Joyas
Esto casi no habría que explicarlo. Sabemos todos que a la iglesia no vamos a exhibir nuestros bienes o a aparentar un cierto status social. ¡Nosotros vamos a encontrarnos con Jesús! por ende todas las joyas y ornamentos exuberantes sobran en la Misa. Mientras más sobrios mejor. Algunos me dirán: «para Dios lo mejor», claro que sí ¡pero para Dios!, no para que tú hagas alarde de tus posesiones. Es admirable ver cómo grandes empresarios van a Misa, a veces, incluso pasando desapercibidos por su forma de vestir o de tratar a los demás. Tener o no tener dinero no te va llevar al cielo. La caridad con los hermanos y el amor a Dios ¡eso sí!. Así que ya sabes, las joyas en la casa bien guardadas. Así, además de evitar posibles robos, nos hacemos uno más en la asamblea de Dios, donde nadie tiene preferencias, todos somos hijos de Dios. Santiago, en su carta, nos da más luz acerca de este punto: «Supongamos que entra en vuestra asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido sucio; y que dirigís vuestra mirada al que lleva el vestido espléndido y le decís: “Tú, siéntate aquí, en un buen lugar”; y en cambio al pobre le decís: “Tú, quédate ahí de pie”, o “Siéntate a mis pies”. ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y ser jueces con criterios malos?» (Santiago 2,2-4).

7. Zapatos de fútbol 

zapatos
Todos sabemos el concepto de calzado deportivo. Aquí vamos de nuevo, es deportivo. Como ya sabemos lo deportivo se usa en un contexto de deporte, pero ¿en la iglesia?, ¿para qué? Cuando organicemos un partido de fútbol parroquial, permitido. Pero para la santa misa es inadecuado. Mejor usar calzado formal y discreto. Porque ir con zapatos de montaña a jugar fútbol es inútil, lo mismo en la iglesia, asistir a Misa con zapatos deportivos es inútil.
Estas medidas no son para “encajar en un ambiente social”, como muchos podrán creer, sino para hacer de la Santa Misa un verdadero encuentro con el Señor, un lugar digno de recibirle, un lugar santo. Como cristianos y católicos estamos llamados a buscar la perfección, por ende el vestido no debería constituir ocasión para retroceder en la virtud y en la identificación con Cristo. La limpieza, el decoro, los modales y la distinción son hábitos básicos que debemos ir inculcando a las futuras generaciones, más aún en un mundo muchas veces permisivo.
«Cada Santa Misa tiene un valor infinito, inmenso, que nosotros no podemos comprender del todo: alegra a toda la corte celestial, alivia a las pobres almas del purgatorio, atrae sobre la tierra toda suerte de bendiciones y da más gloria a Dios que todos los sufrimientos de los mártires juntos, que las penitencias de todos los santos, que todas las lágrimas por ellos derramadas desde el principio del mundo y todo lo que hagan hasta el fin de los siglos» (Santo Cura de Ars).
¡Vayamos dignos al Encuentro del Señor!
Artículo originalmente publicado en Catholic-link

PAPA FRANCISCO: SI HOY MORIMOS, TENEMOS EL CORAZÓN ABIERTO AL SEÑOR?


Papa Francisco: Si hoy morimos, ¿tenemos el corazón abierto al Señor?
Por Miguel Pérez Pichel
Foto L'Osservatore Romano



VATICANO, 12 Ene. 17 / 06:37 am (ACI).- El Papa Francisco reflexionó, en su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, sobre esta frase de la carta a los hebreos: “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones”. El “hoy” y el “corazón” centraron la enseñanza del Santo Padre.

Ese “hoy” del que habla la carta es “nuestra vida”, explicó el Papa. Se trata de un “hoy” “después del cual no habrá un recomenzar, un mañana. Un hoy en el cual hemos recibido el amor de Dios, la promesa de Dios de encontrarlo. Un hoy en el que tenemos la oportunidad de renovar nuestra alianza con la fidelidad de Dios”.


“¿Tenemos el corazón abierto al Señor en nuestro ‘hoy’?”, preguntó. Por eso, el Pontífice resaltó la importancia de rechazar la tentación de dejar las cosas para mañana, “la tentación del mañana que no se hará”.

En este sentido recordó la parábola de las diez vírgenes, cinco de las cuales no habían llevado con ellas el aceite para las lámparas, por lo que tuvieron que salir a comprarlo, y cuando regresaron encontraron la puerta cerrada.

“Esto no lo digo para asustarlos –explicó Francisco–, sino, simplemente para decir que nuestra vida es un hoy: hoy o nunca. Pienso en ello. El mañana será el mañana eterno, sin poniente, con el Señor para siempre, si soy fiel en este hoy. La petición que les hago es la que hace el Espíritu Santo: ‘¿Cómo vivo en este hoy?’”.

En cuanto a la segunda palabra sobre la que reflexionó: el “corazón”, el Papa dijo que con él “encontramos al Señor”.

“En nuestros corazones es donde se juega el ‘hoy’. ¿Está nuestro corazón abierto al Señor? A mí siempre me impresiona cuando encuentro a una persona anciana, muchas veces un sacerdote o una hermana, que me dice: ‘Padre, rece por mi perseverancia final’. ‘Pero has hecho el bien toda la vida, cada día de tu hoy lo has dedicado al servicio en el Señor. ¿De qué tienes miedo?’. ‘No, no. Mi vida no se ha desperdiciado, quiero vivirla plenamente. Rece para que el hoy llegue pleno, con el corazón fuerte en la fe y no arruinado por el pecado, el vicio o la corrupción’”.

“El ‘hoy’ no se repite: la vida es esta. Y el corazón debe estar abierto, abierto al Señor, no cerrado, no duro, no endurecido, no sin fe, no perverso, no seducido por el pecado”.

El Papa se remontó a los tiempos en que Jesús predicaba y puso a los doctores de la ley que perseguían al Señor como ejemplo de personas con el corazón cerrado. “El Señor ha encontrado a muchos con el corazón cerrado: los doctores de la ley, toda aquella gente que lo perseguía, que lo ponía a prueba para condenarlo…, y finalmente lo lograron”.

El Santo Padre pidió mirarse uno mismo y comprobar si estamos abiertos al Señor: “volvamos a casa con esas dos palabras. ¿Cómo es mi hoy? Nuestra puesta de sol puede producirse hoy mismo, este día, o dentro de muchos días. Pero, ¿cómo es mi hoy en la presencia del Señor?”.


“¿Cómo está mi corazón? ¿Permanece abierto? ¿Permanece firme en la fe? ¿Se deja conducir por el amor del Señor? Con estas dos preguntas pedimos al Señor la gracia de la cual cada uno de nosotros estamos necesitados”, cuestionó finalmente.

Evangelio comentado por el Papa en su homilía:

Marcos 1:40-45
40 Se le acerca un leproso suplicándole y, puesto de rodillas, le dice: «Si quieres, puedes limpiarme.»
41 Compadecido de él, extendió su mano, le tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio.»
42 Y al instante, le desapareció la lepra y quedó limpio.
43 Le despidió al instante prohibiéndole severamente:
44 «Mira, no digas nada a nadie, sino vete, muéstrate al sacerdote y haz por tu purificación la ofrenda que prescribió Moisés para que les sirva de testimonio.»
45 Pero él, así que se fue, se puso a pregonar con entusiasmo y a divulgar la noticia, de modo que ya no podía Jesús presentarse en público en ninguna ciudad, sino que se quedaba a las afueras, en lugares solitarios. Y acudían a él de todas partes.

LAS VISITAS A CRISTO Y A LA VIRGEN MARÍA


Las visitas a Cristo y a la Virgen
Ellos están ahí, cerca de tu puerta, con una sonrisa cada día, con amor cada hora, con las manos repletas de bendiciones para ti.


Por: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net 





Las visitas a la Santísima Virgen y a Jesucristo, realizadas con fe y fervor, infunden no pocos ánimos. En tu ciudad viven, a unos pasos de tu calle; no cuesta gran cosa visitarles un minuto, darles los buenos días, pedirles una misericordia para la jornada. Esas pequeñas visitas, esos pequeños momentos, robados a tu abultada agenda, inyectarán vigor a tu alma triste; ve a visitarles con más frecuencia, con más amor y menos prisa, que son los amigos de tu alma, los que ponen suavidad y eficacia en tus actividades febriles.

María Santísima y Jesús están ahí, cerca de tu puerta, con una sonrisa cada día, con amor cada hora, con las manos repletas de bendiciones para ti.

Jesús y María son dos antiguos amigos desaprovechados; siempre los tuviste, siempre los tendrás muy cerca de ti, a total disposición, con un amor que, si supieras... pero conocer es el arte que pocos aprenden; si conocieras quién es... suena a dulce reto.

Si el arte de vivir es amar y ser amado, ahí tienes dos amigos que siempre te han querido y a los que no has sabido amar.

Una breve visita, un corto detenerse, un pequeño gesto de cariño, un mirar y ser mirado, un alargar la mano y dar la diaria limosnita de amor.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 12 DE ENERO


Los cinco minutos de María
Enero 12



La  Virgen Santísima, que vivió en una permanente contemplación de Dios, no descuidó sin embargo el cumplimiento de sus deberes diarios, la atención de Jesús y de José, que integraban su hogar, las tareas domésticas, el arreglo de su pobre casa.
Todo eso lo hizo y lo hizo perfectamente, y lo hizo sin perder por ello la comunicación personal y afectiva con su Dios.
Mucho tendremos que aprender nosotros, tanto en un sentido como en otro.
María, ayúdanos a vivir con la mirada dirigida al cielo y los brazos extendidos hacia nuestros hermanos.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ JUEVES!!!


miércoles, 11 de enero de 2017

EL LABRADOR Y LA VÍBORA


El labrador y la víbora


“No hay en el mundo fruta más sabrosa que la sensación de descanso y alivio que se siente al perdonar, así como no hay fatiga más desagradable que la que produce el rencor. Vale la pena perdonar, aunque sea solo por interés, porque no hay terapia más liberadora que el perdón” (Larrañaga).

Una víbora se acercó arrastrándose donde estaba el hijo de un labrador, y lo mató. Sintió el labrador un dolor terrible y, tomando su hacha, se puso al acecho junto al nido de la serpiente, dispuesto a matarla tan pronto como saliera. Asomó la víbora la cabeza y el labrador le dio un hachazo, pero falló el golpe, partiendo en dos a la vecina piedra. Temiendo después la venganza del reptil, intentó reconciliarse con ella; pero ésta repuso:  —Ni yo puedo alimentar hacia ti buenos sentimientos viendo el hachazo en la piedra, ni tú hacia mí contemplando la tumba de tu hijo. (Esopo)

Vivir la caridad cristiana no es fácil. En verdad está por encima de nuestras fuerzas. Por eso es indispensable suplicar con humildad al Señor el don de la fraternidad para poder elevarnos sobre nuestros egoísmos y rencores. Pero cuando el amor de Dios nos invade podemos perdonar, soportar y esperar sin límites.


* Enviado por el P. Natalio

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 11 DE ENERO DEL 2017


Se busca
Marcos 1, 29-39, Miércoles I Tiempo Ordinario. Ciclo A.



Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Permíteme acompañarte un momento, Señor. Quiero rezar contigo y hacerlo como Tú, que en tantas ocasiones te retirabas a hacer oración. Cristo, Tú eres la medicina para mi enfermedad, el pan que me alimenta y da las fuerzas para trabajar. Por eso, Señor, te pido que me acompañes en este día, que no me dejes solo y me ayudes a transmitir tu Evangelio a mi alrededor. Amén.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 1, 29-39
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que 1os demonios hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: “Todos te andan buscando”. Él les dijo: “Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”. Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Salir al encuentro es el corazón de la fe cristiana. Cristo, antes de nosotros, ha tomado la iniciativa de acercarse. Vino al mundo, vivió entre nosotros, salió a las calles. Vino a buscar amigos, como Santiago, Juan, Simón, Andrés. Vino a curar a los enfermos, a compartir la Buena Noticia.
Cristo ni siquiera piensa en su propio descanso, pues en el Evangelio lo vemos curando y predicando todo el día. Y cuando todavía es de madrugada, no se queda durmiendo hasta que lo despierten otros: sale de casa y dedica esas preciosas horas de soledad para su Padre en oración. En definitiva, dio su vida por los demás, con el corazón hacia fuera, es decir, para su Padre y para cada uno de nosotros.
Su cercanía nos sana, como sucede con la suegra de Pedro. La salvación que nos ofrece nos invita, a su vez, a seguir su ejemplo. Nos levanta para que podamos salir de nosotros mismos. Nos sana para poder atender a otros que lo necesitan. Nos libera para ir en busca de hombres y mujeres que viven aún en algún tipo de esclavitud. Pues la gracia de Cristo es como el agua de un río: si se estanca sólo produce suciedad y enfermedades, pero cuando fluye, da vida a lo largo de todo su recorrido.
No nos cansemos de buscar a Cristo, la fuente de vida eterna. Dejémonos encontrar por Él, que nos ha buscado primero. Y una vez que lo encontramos, salgamos al camino, y transmitamos el Agua de Vida a todos aquellos que aún la están buscando.
«Hoy más que nunca se traduce principalmente en salir al encuentro de las heridas del hombre, llevando la presencia fuerte y sencilla de Jesús, su misericordia que consuela y anima. Dios desea habitar entre los hombres, pero puede hacerlo solamente a través de hombres y mujeres que, al igual que los grandes evangelizadores del continente, estén tocados por él y vivan el Evangelio sin buscar otras cosas.»
(Discurso de S.S. Francisco, 6 de mayo de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Voy a salir al encuentro de alguien que me necesite hoy en casa o en el trabajopara ayudarle.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

ORACIÓN A SAN JOSÉ


Oración a San José 



San José, 
casto esposo de la Virgen María; 
intercede para obtenerme
el don de la pureza

Tú que a pesar de tus inseguridades personales, 
supiste aceptar dócilmente el Plan de Dios tan pronto supiste de él, ayúdame a tener esa misma actitud para responder siempre y en todo lugar a lo que el Señor me pida.

Varón prudente, que no te apegas a las seguridades humanas,
sino que siempre estuviste abierto a responder a lo inesperado, obténme el auxilio del divino Espíritu para que viva yo también en prudente desasimiento de las seguridades terrenales.

Modelo de celo, de trabajo constante, de fidelidad silenciosa, de paternal solicitud, obténme esas bendiciones para que pueda crecer cada día más en ellas y así asemejarme, día a día, al modelo de la plena humanidad: el Señor Jesús.

Amén

PAPA FRANCISCO CRITICA LOS ÍDOLOS QUE DAN FALSAS ESPERANZAS


Papa Francisco critica los ídolos que dan falsas esperanzas y llevan a la muerte
Por Álvaro de Juana
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 11 Ene. 17 / 04:24 am (ACI).- En la catequesis de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco criticó con dureza las “falsas esperanzas” que ofrecen algunos ídolos y que “en lugar de favorecer la vida conducen a la muerte”.

De nuevo ofreció una nueva catequesis sobre la esperanza cristiana y por eso nada más comenzar aseguró que “esperar es una necesidad primaria del hombre: esperar en el futuro, creer en la vida, el considerado ‘pensar positivo’. Pero es importante que esta esperanza sea puesta en aquello que verdaderamente puede ayudar a vivir y a dar sentido a nuestra existencia”.

“Por eso la Sagrada Escritura nos pone en alerta contra las falsas esperanzas que el mundo nos representa, desenmascarando su inutilidad y mostrando su insensatez”.

Francisco aseguró que esto lo hace de varias maneras, entre ellas “denunciando la falsedad de los ídolos en los que el hombre es continuamente tentado de poner su confianza”.

Así, a veces “el hombre experimenta la fragilidad de esa confianza y siente la necesidad de certezas diversas, de seguridades tangibles, concretas” y entonces ”estamos tentados a buscar consuelo también en lo efímero, en lo que parece que van a llenar el vacío de soledad y calmar el cansancio de creer”.

El Papa denunció que la confianza “pensamos ponerla en la seguridad que puede dar el dinero, en las alianzas con los potentes, en la mundanidad, en las falsas ideologías”.

Para explicarlo mejor, el Pontífice comentó el salmo 115 que precisamente denuncia los falsos ídolos que se hace el hombre. Pidió entender que también son ídolos “cuando nos fiamos de realidades limitadas que transformamos en absolutas, o cuando reducimos a Dios a nuestros esquemas y nuestras ideas de divinidad; un Dios que se nos asemeja, es comprensible, previsible, como los ídolos de los que habla el salmo”.

“El hombre, imagen de Dios, se fabrica un dios a su propia imagen, y también una imagen mal hecha: no siente, no actúa, y sobre todo no puede hablar”.

Es más, “las ideologías con su pretensión de lo absoluto, de las riquezas, el poder o el éxito, con su ilusión de eternidad o de omnipotencia, valores como la belleza física y la salud, cuando se convierten ídolos a los que sacrificar cada cosa, son todas realidades que confunden la mente y el corazón”.

El Papa aseguró por tanto que “quien pone la esperanza en los ídolos se convierte en uno de ellos: imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, bocas que no pueden hablar”.


“No se tiene nada que decir, uno se convierte en incapaz de ayudar, cambiar las cosas, sonreír, donarse, amar”.

Francisco alertó también de que los católicos no están exentos de “este riesgo” cuando “nos mundanizamos”. “Se necesita permanecer en el mundo pero defenderse de las ilusiones del mundo”, añadió.

Por último, invitó a confiar en el Señor porque así “uno se hace como Él, su bendición nos transforma en sus hijos, que comparten su vida”. “La esperanza en Dios nos hace entrar, por así decir, en el radio de acción de su recuerdo, de su memoria que nos bendice y nos salva”. 

SEÑOR JESÚS...


Señor Jesús...



Señor Jesús, hoy me regalas este nuevo día, te entrego cada una de mis acciones para realizarlas con firmeza y valentía, sin desfallecer  y sin mirar atrás el rostro de la desilusión. 

Que me invada la alegría en el corazón, te pido que extiendas tu mano poderosa para apartar el mal de mi camino. Quiero también suplicarte bendiciones para mi familia. Creo en tu poder misericordioso que me hace ser libre de todo lo que me ata a mis malas inclinaciones que no me permiten crecer y desarrollarme como Tú lo deseas. 

En Ti creo, sé que no hay imposibles para los que tienen fe, para los que confían de corazón en tu generosidad. Debo hacer de mi vida una oración, pues tu Palabra bien lo dice: “Si alguien está afligido, que ore. Si está alegre, que cante salmos” (Santiago 5,13) Entonces, me pongo a orar, Señor mío, porque en la oración, Tú me confortas.

¡Hoy elijo vivir y luchar por ser feliz al lado de mi Madre María; hoy vuelvo a darme la oportunidad de amar y ser amado. “El Señor es un escudo para los que se refugian en él” (Salmo 18,31).

ADIVINOS Y ECHADORES DE CARTAS? PAPA FRANCISCO COMENTA ANÉCDOTA


¿Adivinos y echadores de cartas? Una estupidez, dice el Papa al recordar una anécdota
Por Álvaro de Juana



VATICANO, 11 Ene. 17 / 05:12 am (ACI).- Una curiosa anécdota sobre videntes, adivinos y echadores de cartas fue parte de la catequesis que el Papa Francisco ofreció en la Audiencia General del miércoles en la que habló sobre las “falsas esperanzas” que ofrecen “falsos ídolos” a los que muchas veces acuden los hombres.

El Papa denunció que muchas veces “pensamos encontrar (consuelo) en la seguridad que da el dinero, en las alianzas con los potentes, en la mundanidad, en las falsas ideologías”.


“A veces lo buscamos en un dios que pueda plegarse a nuestras exigencias y mágicamente intervenir para cambiar la realidad y hacerla como nosotros la queremos; un ídolo que en cuanto tal no puede hacer nada, es impotente y engañoso”.


En este punto, Francisco improvisó y contó la historia:

“A nosotros nos gustan los ídolos, nos gustan mucho. Una vez en Buenos Aires tenía que ir de una iglesia a otra, unos mil metros más o menos, y los he hecho caminando. Hay un parque en el medio. En el parque había mesas pequeñas, había muchas, donde estaban sentados los videntes".

"Estaba lleno de gente e incluso hacían cola, había mucha gente. Y tú le dabas la mano y él comenzaba a mirarla. El discurso es siempre el mismo: ‘Hay una mujer en tu vida, hay una sombra que llega... pero al final todo irá bien’. Y después pagas. Y esto te da seguridad. Es la seguridad de, permítanme la palabra, de una estupidez", narró el Papa.

"Esto es un ídolo. ‘He ido al vidente o al echador de cartas…’ –yo sé que ninguno de ustedes hace estas cosas ¿eh?–, ‘me ha hecho salir mejor de lo que estaba’. Te hacen pagar para que te den una falsa esperanza. Esto es el ídolo. Y nosotros estamos muy apegados. Compramos falsas esperanzas”.

ES VERDAD QUE NO HAY QUE TENER MIEDO?


¿Es verdad que no hay que tener miedo?
En medio de la oscuridad, en medio del desierto no temo, María, porque tú estás conmigo.


Por: H. Javier Ayala, | Fuente: Catholic.net 




Mamá. Es la primera palabra que aprenden los niños. Los niños crecen seguros cuando han logrado estrechar una relación con su madre. No importa que no la vean, saben que está ahí y por eso no tienen miedo.

¿Quién es esta Mujer? Juan Pablo II la invocaba: «totus tuus ego sum et omnia mea tua sunt». Y la tenía en su escudo y en su corazón.

¿Quién es esta Mujer? Se le apareció a una niñita en una cueva y le dijo: «Yo soy la Inmaculada Concepción». ¿Quién es esta Mujer?

Miguel Ángel la esculpió en mármol de Carrara.

¿Quién es esta Mujer? París puso su nombre a su catedral.

¿Quién es esta Mujer? Éfeso le dio el título más grande que jamás ha recibido alguna mujer.

¿Quién es esta Mujer? En torno a Ella la Iglesia primitiva perseveraba unida en la oración.

¿Quién es esta Mujer? El ángel le dijo: «no temas».

Mujer, tú que escuchaste del ángel del Señor: «no temas», dinos: ¿es verdad? ¿Es verdad que no hay que tener miedo? Mira el mundo… Mira la Iglesia… Mira mi vida… Mira mi pecado… ¿Es verdad, Mujer? ¿Es verdad que no hemos de temer?

Dinos, Mujer, ¿qué le dijiste a san Juan Diego en el Tepeyac? ¿Qué le dijiste al joven Karol Wojtyla que después, siendo Papa, tantas veces nos repitió «no tengáis miedo»?

Respóndenos, Mujer, dinos algo… ¿quién eres?

No temas esta enfermedad, ni ninguna otra enfermedad, ni cosa difícil o aflictiva. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?.

Si es así, si eres mi Madre, si estás aquí… no temo, María. En medio de la oscuridad, en medio del desierto no temo, María, porque tú estás conmigo. Estoy a punto de comenzar una misión y no sé lo que me espera, pero no temo porque tú estás conmigo. En unos meses pueden pasar muchas cosas pero no temo porque tú estás conmigo.

Tengo una responsabilidad muy grande sobre mis hombros, no sé si puedo, pero no temo porque tú estás conmigo. Entonces, mi última palabra en la hora de mi muerte será la misma que la primera que pronuncié de niño… «Mamá».

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 11 DE ENERO


Los cinco minutos de María
Enero 11


La Virgen María siempre amó la verdad y el bien, porque ella no tuvo en su vida otro norte que hacer y cumplir en todo la voluntad de Dios, voluntad divina que es verdadera y buena.
Si tú quieres construir en este mundo el Reino de Dios, deberás construir un mundo fundamentado en la verdad y en el bien. Para ello, para que cuanto hagas sea verdadero y bueno, realízalo conforme a la voluntad del Señor, tu Dios.
María, ayúdanos a caminar por la vida sembrando la verdad y el bien, sobre todo allí donde reinan la mentira y el mal.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ MIÉRCOLES!!!


martes, 10 de enero de 2017

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 10 DE ENERO DEL 2016


Fuente de confianza sobrenatural
Marcos 1, 21-28. Martes I Tiempo Ordinario. Ciclo A. 



Por: H. Iván Yoed González Aréchiga LC | Fuente: www.missionkits.org 




En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Gracias por llamarme a estar contigo, Señor. Quiero ponerme en tu presencia. Sé que siempre vivo bajo tu mirada de amor y por ello ahora deseo renovar esta conciencia. Me pongo también en tus manos, Madre mía.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 1, 21-28
En aquel tiempo, llegó Jesús a Cafarnaúm y el sábado siguiente fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: “¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”. Jesús le ordenó: “¡Cállate y sal de él!” El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él. Todos quedaron estupefactos y se preguntaban: “¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen”. Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.
Palabra de Dios.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Y hasta entonces no había existido hombre que hablase con tal autoridad. Jesucristo, te manifestaste entre los tuyos de modo que incluso causabas confusión para tu misma familia. No sin razón varias veces saltaba la pregunta «¿no es éste hijo del carpintero?». Sí, aquel joven que antes se dedicaba a reparar las mesas o a construir alguna cosilla artesanal, ahora era un hombre. Y no era uno cualquiera, sino que incluso se proclamaba Hijo de Dios.
En verdad había un tanto de extrañeza entre los tuyos. ¿Un joven artesano, sencillo, convertido en una personalidad así?, ¿el hijo de María, el niño que no pocas veces pude haber visto por el pueblo, andando de la mano de su madre? Pero lo que más me desconcierta es que encuentro una obscura relación entre sus palabras y sus obras. No me da la impresión de que esté loco; pero me cuesta aceptar este mensaje que trae entre sus labios…
Dios mío, cuando me pides dar un salto hacia el vacío, cuando me pides confiar en el sol con tal sólo ver una lucecita, a pesar de que tantas veces te he dicho sí, los nuevos pasos que me pides me vuelven a costar. ¿Quizá en eso consiste el amor? Consiste en renovar mi libertad, mi entrega, mi sí, en cada instante; y en gozar de la conciencia de tu amor por mí. Y en gozar en dar mi vida en lo que me has mostrado es tu Voluntad.
He entregado mi vida, no a un cualquiera, no a un ídolo de barro, no a una persona como yo, sino al mismo Dios, al Amor. Y he aquí la fuente de mi confianza sobrenatural.
«Nosotros queremos, muchas veces, que la doctrina segura tenga esa seguridad matemática que no existe, ni con el laxismo, de manga ancha, ni con la rigidez. Pensemos en Jesús: la historia es la misma, se repite. Jesús, cuando hablaba a la gente, la gente decía: “Este habla no como nuestros doctores de la ley, habla como uno que tiene autoridad”. Esos doctores conocían la ley, y para cada caso tenían una ley específica, para llegar al final a unos 600 preceptos.»
(Discurso de S.S. Francisco, 16 de junio de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Identificar algún miedo que aún deba superar y buscar afrontarlo lleno de confianza en Ti, Señor.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

EL ABECEDARIO DE DIOS


ABECEDARIO DE DIOS




Acéptate como eres y acepta a los demás.

Busca siempre a Dios.

Conoce profundamente a tus amigos.

Divisa siempre un bello mañana.

Entrega siempre lo mejor de ti.

Fundamenta tu vida en la FE en Dios.

Gana un amigo al día.

Haz algo bueno por alguien.

Invita a alguien a tu hogar.

Juega con los niños y con tus amigos.

Kilos de amor para todos los que te rodean

Limítate a hacer el bien y no juzgar.

Mientras hay vida hay esperanza.

Nunca digas no puedo, mejor di todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Ofrece tu mano al caído

Perdona los errores...para que Dios perdone los tuyos
Quiere a tantos como puedas.

Ruega a Dios por los demás...ellos o alguien más, lo hará por ti.

Sonríe, Cristo te ama y yo también.

Toma la vida con calma... un día a la vez.

Une a tu familia y a tus amistades.

Vete acostumbrando a que la gente falla, acéptalos con todos sus errores.

Su crucifixión me trajo la salvación.

Yo amo a Cristo porque Él me amó primero.

Zurce tu corazón y cicatriza las heridas que te hayan hecho.

SANTA FAUSTINA KOWALSKA


Santa Faustina Kowalska



Santa Faustina, de sus 33 años de vida, 13 los pasó en el convento, donde ascendió a un alto grado de unión con Dios. Recibió dones místicos, como visiones, don de profecía, estigmas ocultos, conocimiento de las conciencias, etc. Dios le confió la misión de propagar la Divina Misericordia (DM), mediante la imagen de Jesús misericordioso, la fiesta, la hora y la coronilla de la DM.

“La fiesta de la DM ha salido de mis entrañas, deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua. Anhelo que esta fiesta sea refugio y amparo para todas las almas y especialmente para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de mi misericordia. Derramo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. Que ningún alma tema acercarse a mí aunque sus pecados sean como la escarlata. La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la fuente de mi Misericordia” (Diario 699).

La Madre Maestra, al final del noviciado le dijo: “Que tu alma, hermana, se distinga en especial por la sencillez y la humildad. Camina por la vida como una niña, siempre confiada, contenta de todo, feliz de todo”. Recordó siempre este consejo: “Como las aguas descienden desde las montañas a los valles, las gracias de Dios bajan sólo sobre las almas humildes”.


* Enviado por el P. Natalio

EL BROCHAZO


El brochazo



Un artista estaba pintando la bóveda de un templo y con frecuencia daba unos pasos hacia atrás en el andamio para contemplar su obra. Se encontraba tan absorto contemplando su trabajo, que no se había dado cuenta de que iba a caer en el pavimento que estaba a gran altura del andamio.

Otro pintor, hermano de aquel, viéndolo en peligro y comprendiendo que una palabra podría apresurar su caída, arrojó una brocha sobre el cuadro que contemplaba el artista que estaba en peligro. Este pintor, sorprendido y enojado, violentamente se dirigió hacia adelante, salvándose así de una caída que hubiera sido mortal. De esta manera, Dios algunas veces destruye también las halagadoras esperanzas de nuestro corazón, para advertirnos el grave peligro en que estamos por causa del pecado, y para salvar nuestras almas.

Muchas veces no entendemos que por estar tan absortos en nuestros propios logros, éxitos y ambiciones, damos pasos en falso que podrían destruir nuestras propias vidas y Dios, en su misericordia, interviene para despertar nuestra conciencia dormida. A veces, Él lanza su brocha contra el cuadro de nuestra vanidad para demostrarnos que nos ama y que más que estar interesado en nuestros éxitos , Él está interesado en nosotros como sus hijos.

La proxima vez que Su brocha manche tu cuadro, dale gracias a Dios, porque quizá te haya librado de caerte del andamio.



Web católico de Javier
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