viernes, 31 de octubre de 2014

¿QUÉ ES UN OBISPO Y PARA QUÉ SIRVE?


¿Qué es un obispo y para qué sirve?
El ministerio de obispo tiene la suerte de conocer de cerca el secreto trabajo del Espíritu en el seno de la comunidad eclesial


Por: Mons. Joan Enric Vives Sicilia 


Esta inocente pregunta que me dirigió hace ya tiempo una chica joven en una visita a una escuela, me motivó una improvisada respuesta sobre todo lo que es el ministerio del Obispo, en contacto estrecho con los presbíteros, sus colaboradores, al servicio de todo el pueblo de Dios. Intenté dar una visión de testigo de la fe apostólica más que de gestor eclesial, o todavía peor, de jerarca alejado de las necesidades y anhelos de una chica cristiana joven, que a veces son tópicos bastante extendidos. Reconozco que fue el inicio de un diálogo provechoso con aquella veintena de jóvenes que veían por primera vez a un obispo de cerca, a quien podían comunicar lo que les preocupaba y que intentaba interesarse sinceramente por lo que ellos vivían y por las dificultades que encontraban a la hora de testimoniar su fe.

De todas maneras hay que reconocer que no es demasiado fácil compartir una respuesta breve de lo que supone hoy la vida de un Obispo. Muchas cosas de lo que somos y de lo que hacemos los obispos ya las sabéis los fieles diocesanos, claro está, y por eso me atrevo a deciros sólo algunas de las cosas que más me han impresionado hasta ahora. Tomadlas con buen ánimo... ¡ahora que estamos en verano!

Lo primero que os quiero decir es que percibo el gran regalo de una amistad honda con Jesucristo. Por una presencia viva del Espíritu Santo, que da calor en mi interior, y sin saber explicar demasiado bien el cómo, pero el Señor ha encontrado la manera de hacérseme todavía más próximo, más amigo, más compañero de ruta, en quien puedo confiar del todo. ¡Cómo me impresiona y cómo me consuela leer que Jesús nombra a los apóstoles "mis hermanos" (Jn 20,17)!. Soy hermano suyo, con un encargo de amor para pastorear su rebaño. Su Espíritu me guarda y me precede allí donde voy. Me defiende y da vida a mi pobre servicio episcopal. Desea que le prepare sus caminos en el corazón de las personas, que fortalezca la esperanza de las comunidades, que anime todo lo que es bueno, justo, amable, de buena reputación... Que sea un elemento de comunión y de paz.

Siento que debería dedicar más tiempo a la oración y a la lectura, y obtener aquel descanso que hace fructificar las horas... El ideal de ser "contemplativos en la acción" cuesta de alcanzar. Las dedicaciones a la Diócesis y a reuniones de Obispos, Delegaciones, el Principado de Andorra... me hacen caer en la cuenta de que seguramente la pobreza evangélica ahora, para mi, se concreta en vivir dando todo mi tiempo a los demás, sin guardármelo para mí. Ya no soy mío sino de la Iglesia. Ahora vivo, y entiendo más, que el sacerdote tiene que ser, a imagen de Cristo, el hombre que no se pertenece en sí mismo.

Me emociona poder ser "centinela" del pueblo, como dice el profeta Ezequiel (33,7), y poder "ver" mucho más de cerca la riqueza de dones, de ministerios, de servicios, de sufrimientos y de esperanzas, de amor, que hay en nuestra Iglesia. Cuántas confidencias he escuchado ya durante estos años; cuántas visitas realizadas que me han ofrecido una visión más real de muchos lugares que antes eran desconocidos para mi y que ahora me son próximos, porque allí viven y trabajan, por el Reino de Dios, mis amigos, los presbíteros, los religiosos y religiosas, y muchas comunidades fervorosas y comprometidas de laicos y de familias cristianas. ¡La vida eclesial es tan rica en dones!

El ministerio de obispo tiene la suerte de conocer de cerca el secreto trabajo del Espíritu en el seno de la comunidad eclesial, y por esto doy continuamente gracias al Padre del cielo. Jesús continúa enseñándome que son los pequeños los que conocen al Padre y acogen su Reino (cf. Mt 11,25).

Además está el gran tema de Andorra: compaginar el ser Obispo y Copríncipe -Jefe de Estado- de una pequeña nación que siempre ha encontrado en su Copríncipe episcopal al valedor de sus derechos. Yo esto intento vivirlo como una extensión de mi ministerio pastoral. Es para ayudar a los andorranos por lo que acepto ser Copríncipe y ejercer las tareas de Jefe de Estado tan bien como puedo. Y me preparo, y me reviso...

También están las dificultades y la cruz. Todo aquello que hace sufrir en el ejercicio de mi ministerio. Veo, por ejemplo, que no puedo llegar a todos los que yo quisiera, y que el Señor no es suficientemente conocido ni amado. Me doy cuenta de los efectos de la crisis cultural que golpea especialmente a la gente joven. También descubro que nos faltan vocaciones sacerdotales y vocaciones de especial consagración a dar la vida por Cristo, del todo y para siempre. Y también hacen sufrir las debilidades propias y las de los otros, así como ciertas críticas y descalificaciones, sobre todo por lo que revelan de poca esperanza cristiana y porque vuelven a aparecer los profetas de desventuras, de los que hablaba Juan XXIII.

¡Cuesta tanto hacer entender lo que llevas dentro, y hacer las cosas a gusto de todo el mundo! Pero es Cristo quien me tiene que juzgar y encontrar aceptable. Yo no sé si acierto siempre en las maneras, pero deseo ser fiel a Cristo y servir a la Iglesia, a las personas y a las comunidades. A todos los hombres, y preferentemente a los más solos y necesitados. Y espero que el que me ha llamado a servirlo en el ministerio sacerdotal, me perdonará las carencias y me dará las fuerzas necesarias para "guardar el tesoro de la fe" (1Tim 6,20), "llegar a la madurez y estar siempre a punto para toda buena obra " (2Tim 3,17).


Mons. Joan Enric Vives Sicilia,
Obispo de Urgell



Foto: Monseñor Ángel Francisco Simón Piorno
Obispo de la Diócesis de Chimbote - Perú

ORACIÓN DE VISITA AL CEMENTERIO POR UN SER QUERIDO FALLECIDO


ORACIÓN DE VISITA AL CEMENTERIO POR UN FALLECIDO

Yo me postro sobre esta tierra donde reposan los restos mortales de mis queridos padres, parientes, amigos, y todos mis hermanos en la fe que me han precedido en el camino de la eternidad. Mas ¿que puedo hacer yo por ellos? 

¡Oh divino Jesús, que padeciendo y muriendo por nuestro amor nos comprasteis con el precio de vuestra sangre la eterna vida; yo se que vivís y escuhais mis plegarias y que es copiosísima la gracia de vuestra redención. 

Perdonad, pues oh Dios misericordioso, a las almas de estos mis amados difuntos, libradlas de todas las penas y de todas las tribulaciones, y acogedlas en el seno de vuestra Bondad y en la alegre compañía de vuestros Ángeles y Santos para que, libres de todo dolor y de toda angustia, os alaben, gocen y reinen con Vos en el Paraíso de vuestra gloria por todos los siglos de los siglos. Amén.

jueves, 30 de octubre de 2014

IMÁGENES DE LOS FIELES DIFUNTOS




EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 30 DE OCTUBRE DEL 2014

Herodes quiere matarle

Tiempo Ordinario
Lucas 13, 31-35. Tiempo Ordinario . La voluntad de Dios es, a fin de cuentas, lo único que nos cuenta en esta vida. 


Por: P Clemente González | Fuente: Catholic.net




Del santo Evangelio según san Lucas 13, 31-35
En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos, y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte». Y él les dijo: «Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado. Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén. «¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! Pues bien, se os va a dejar vuestra casa. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»

Oración introductoria
Gracias, Padre, por mostrarme la pasión y la valentía con las que debo cumplir tu voluntad. Te suplico con humildad que aumentes mi fe y mi esperanza.

Petición
Padre Santo, te pido que no rechase tu Amor, que esté siempre cerca de Ti como los polluelos a la gallina. Que mi libertad sea siempre elegirte a Ti.

Meditación del Papa Francisco
'Creo en Dios Padre...' Nos hace pensar en la paternidad de Dios. ¡Dios es así con nosotros! 'Pero, padre, ¡Dios no llora!' ¡Cómo que no! Recordemos a Jesús, cuando ha llorado en Jerusalén. '¡Jerusalén, Jerusalén!' ¡Cuántas veces he querido recoger a tus hijos, como la gallina reúne a sus pollitos bajo las alas!' ¡Dios llora! ¡Jesús ha llorado por nosotros! Y ese llanto de Jesús es precisamente la figura del llanto del Padre, que nos quiere a todos con Él.
En los momentos difíciles el Padre responde. Recordemos a Isaac, cuando va con Abrahán a hacer el sacrificio: Isaac no era tonto, se había dado cuenta que llevaban leña, el fuego, pero no la oveja para el sacrificio. ¡Tenía angustia en el corazón! ¿Y qué dice? '¡padre!' Y en seguida: '¡Aquí estoy hijo!' El padre responde. (Cf. S.S. Francisco, 4 de febrero de 2014, homilía en Santa Marta)

Reflexión
Este pasaje está situado en la última subida de Cristo hacia Jerusalén. Sabe que va allí para morir de la manera más horrible. Sin embargo va decidido y declara que debe seguir adelante hoy, mañana y pasado porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén, es decir, tiene interés en llegar a tiempo a la cita que tiene con la muerte, en la que dará gloria a su padre y nos mostrará su amor. Ante esta premura no le importan los poderes políticos (Herodes que lo amenaza de muerte) ni sociales. (los fariseos que le invitan a irse de sus dominios)

Durante la persecución religiosa en España, en el año de 1936, un grupo de milicianos llegó a un convento de carmelitas descalzas con la orden de subir a todas las monjas a un camión y llevarlas a fusilar. La sorpresa de los soldados fue mayúscula cuando escucharon a la madre superiora comunicar a las religiosas que "estos señores nos llevan al cielo porque nos van a hacer mártires, como los primeros cristianos" y acto seguido ver a las monjas felicitarse alegremente porque recibían el mayor don de Dios. A los ojos de Cristo eran de las pocas que habían entendido lo que significa amar a Dios hasta dar la vida por él.

Cristo va subiendo a Jerusalén decidido; lleva prisa. En otro pasaje del Evangelio se nos dirá que en este su último viaje «iba delante de los discípulos». No tiene miedo, sino premura. Sabe que la voluntad de Dios es, a fin de cuentas, lo único que nos cuenta en esta vida, y sabe que muchos cristianos a lo largo de la historias sabrán renunciar a muchas cosas, incluso a su vida misma, por cumplir fielmente la voluntad de Dios. Jesús está loco, porque es el amor.

Por eso todo amor que se precie ha de llevar un dosis de locura e incomprensión. Locura porque lo que se hace no tiene sentido desde el punto de vista humano, parece ir en contra de lo natural y de lo que es razonable. Incomprensión porque no sólo va a estar teñido de un color que las personas que no entiendan, sino que provocará sorpresa por lo desconocido que es y desatará todo tipo de opiniones desde las risas y tachaduras de tontos hasta las más incisivas y violentas. Jesús con su vida provoca, ha llegado la hora de preguntarse qué pasa con nuestra vida, que reacción provocamos en los demás, ojalá que la respuesta no sea indiferencia.

Propósito
Repetir el versículo del Evangelio durante el día: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! para estar conciente que quiero estar siempre cerca de Dios.

PAPA FRANCISCO ENCENDERÁ EL ÁRBOL DE NAVIDAD MÁS GRANDE DEL MUNDO


Papa Francisco encenderá el 'árbol de Navidad' 
más grande del mundo



El papa Francisco encenderá el próximo 7 de diciembre el árbol de Navidad más grande del mundo, que se encuentra en el municipio italiano de Gubbio, a través de una aplicación instalada en una tablet. Gracias a las técnicas desarrolladas por la domótica moderna y a los circuitos de control remoto, el Pontífice argentino podrá hacerlo directamente desde el Vaticano. Se repetirá así la experiencia de 2011, cuando Benedicto XVI accionó la instalación eléctrica pulsando simplemente un botón desde su residencia en el Palacio Apostólico.


El abeto de Gubbio entró en el Guinness de los Récords en 1991 por ser el árbol de Navidad más grande del mundo, aunque no es un árbol natural. Se trata de un conjunto de más de 8.000 cables con luces que se coloca en la falda del monte Igino.

La colosal composición luminosa tiene una altura de 650 metros, una base de 350 metros de ancho y está coronada con una estrella de 1.000 metros cuadrados. Mantiene un trazado idéntico al de un abeto natural y está formada por 270 luces de grandes dimensiones y más de 1.300 enchufes. 

La idea nació en 1981 cuando algunos habitantes del pueblo de Gubbio decidieron celebrar la Navidad construyendo un árbol eléctrico gigante en la falda de la montaña. Esta iniciativa se ha convertido en una tradición que sigue viva gracias al trabajo de muchos voluntarios, ya que no es nada fácil montar un abeto de semejantes características.




ORACIÓN A JESÚS SACRAMENTADO


Oración a Jesús Sacramentado


Oh, amado Jesús.
Ayúdame a esparcir Tu fragancia
por donde quiera que vaya.
Inunda mi alma con Tu Espíritu y Vida.
Penetra y posee todo mi ser tan completamente, que mi vida entera sea un resplandor de la Tuya.
Brilla a través de mi y permanece tan dentro de mi, que cada alma
con que me encuentre pueda sentir Tu presencia en la mía.
¡Permite que no me vean a mi sino solamente a Jesús!

Quédate conmigo y empezaré a resplandecer como Tú, a brillar
tanto que pueda ser una luz para los demás. La luz oh, Jesús, vendrá toda de Tí, nada de ella será mía;
serás Tú quien resplandezca
sobre los demás a través de mi.
Brillando sobre quienes me rodean,
permíteme alabarte como mas te gusta.

Permíteme predicarte sin predicar,
no con palabras sino a través de mi ejemplo,
a través de la fuerza atractiva,
de la influencia armoniosa de todo lo que haga,
de la inefable plenitud del amor
que existe en mi corazón por Tí.

Amen.
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