viernes, 24 de abril de 2020

CONSEJOS PARA SOBRELLEVAR EL COVID-19



COVID - 19
Consejos para cuidadores



Si cuida a una persona con COVID-19 en entornos que no son de atención médica, siga estos consejos para protegerse y proteger a otras personas. Sepa qué hacer cuando una persona tiene síntomas de COVID-19 o cuando le diagnosticaron el virus. Esta información también alcanza a las personas con pruebas de laboratorio con resultado positivo que no manifiestan síntomas.

*Nota: Los adultos mayores o las personas de cualquier edad con afecciones subyacentes graves, como enfermedad pulmonar crónica, afecciones cardiacas graves o diabetes, corren mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19. Las personas con mayor riesgo de enfermarse gravemente deben llamar a sus médicos ni bien aparecen los síntomas.

Brinde apoyo y ayude a cubrir las necesidades básicas.

Ayude a la persona enferma a seguir las instrucciones de cuidado y medicamentos de su médico.

En la mayoría de los casos, los síntomas duran pocos días y las personas se sienten mejor después de una semana.

Pruebe si los medicamentos de venta sin receta médica, como el acetaminofeno, ayudan a la persona a sentirse mejor.

Procure que la persona enferma beba mucho líquido y descanse.

Ayúdela con las compras de comestibles, a surtir sus medicamentos y acceder a otros artículos que puedan necesitar. Evalúe recurrir a un servicio de entrega a domicilio de los artículos siempre que sea posible.

Cuide a sus mascotas y limite el contacto de la persona enferma con sus mascotas siempre que sea posible.

Esté atento a los signos de alarma

Tenga a mano el número de teléfono del médico de la persona que cuida.

Use la herramienta de autoverificación de los CDC, que puede ayudarle a decidir si es necesario pedir atención médica.
Si el estado de la persona empeora, llame a su médico. Para emergencias médicas, llame al 911 y dígale al operador de despacho que la persona tiene o podría tener COVID-19.

Las personas que manifiestan signos de advertencia de emergencia por COVID-19 deben llamar al 911 de inmediato. Los signos de advertencia de emergencia incluyen*:

Dificultad para respirar o falta de aire

Dolor o presión persistente en el pecho

Confusión o dificultad para despertarse de aparición reciente
Coloración azulada en los labios o el rostro 

*Estos no son todos los síntomas o signos de emergencia.


Protéjase si cuida a una persona enferma


El COVID-19 se propaga entre las personas en contacto estrecho (a una distancia de hasta aproximadamente 6 pies), a través de las gotitas respiratorias que una persona produce al hablar, toser o estornudar.

Siempre que sea posible, el cuidador no debe estar en contacto con una persona con mayor riesgo de enfermarse gravemente a causa del COVID-19.

Use una habitación y un baño separados: si es posible, la persona enferma debe permanecer en su propia "habitación o área para personas enfermas", alejada de las demás personas. Si es posible, la persona enferma debe usar otro baño.

Espacios compartidos: si debe compartir el espacio, procure que haya buena circulación de aire en el ambiente.

Abra la ventana y encienda un ventilador (si es posible) para aumentar la circulación de aire.

Mejorar la ventilación ayuda a eliminar las gotitas respiratorias del aire.

Evite recibir visitas: evite cualquier visita innecesaria, especialmente si se trata de personas con riesgo más alto de enfermarse gravemente.

Coman en habitaciones o áreas separadas.

Manténgase alejados: la persona enferma debe comer (o se la debe alimentar) en su propia habitación, siempre que sea posible.

Lave los platos y utensilios con guantes y agua caliente: use guantes para manipular los platos, tazas/vasos o cubiertos utilizados por la persona que está enferma. Lávelos con jabón y agua caliente o en el lavavajillas.

Límpiese las manos después de quitarse los guantes o manipular artículos usados.

Evite compartir artículos personales
No compartan cosas: no comparta platos, tazas/vasos, cubiertos, toallas, ropa de cama ni artículos electrónicos con la persona enferma.


Cuando usar una cubierta de tela para la cara o guantes

Persona enferma:
La persona enferma debe usar una cubierta de tela para la cara cuando está cerca de otras personas en el hogar y cuando sale (incluso antes de ingresar al consultorio del médico).

La cubierta de tela para la cara ayuda a evitar que una persona enferma propague el virus a otras personas. Contiene las gotitas respiratorias para que no lleguen a otras personas.

No se deben colocar cubiertas de tela para la cara a niños pequeños menores de 2 años, ni a personas con dificultad para respirar o que no estén en condiciones de quitarse la cubierta sin ayuda.


 Cuidador:
Use guantes al tocar o tener contacto con sangre, deposiciones o fluidos corporales como saliva, moco, vómito y orina. Bote los guantes en un cesto de basura con bolsa.

Un cuidador puede usar una cubierta de tela para la cara al cuidar a una persona enferma. Sin embargo, se desconoce el efecto de protección (es decir, qué eficacia tiene la cubierta de tela para la cara para proteger a las personas sanas de la inhalación del virus).

Para evitar enfermarse, recuerde poner en práctica las medidas preventivas cotidianas: lavarse las manos con frecuencia, evitar tocarse los ojos, la boca y la nariz si no se lavó las manos, limpiar y desinfectar superficies con frecuencia.

Nota: Durante la pandemia del COVID-19, las mascarillas de uso médico están reservadas para los trabajadores de la salud y cierto personal de respuesta a emergencias. Es posible que deba improvisar una cubierta de tela para la cara con una bufanda o un pañuelo. Conozca más aquí.




Límpiese las manos con frecuencia 

Lávese las manos: lávese las manos frecuentemente con agua y jabón por al menos 20 segundos. Instruya a todos los integrantes del hogar para que hagan lo mismo, especialmente después de haber estado cerca de la persona enferma.

Desinfectante de manos: si no hay agua y jabón disponibles, use un desinfectante de manos que contenga al menos un 60 % de alcohol. Cubra todas las superficies de las manos y frótelas hasta que sienta que se secaron.

No tocar: evite tocarse los ojos, la nariz y la boca sin haberse lavado las manos antes.



Limpie y luego desinfecte

En la casa

Limpie y desinfecte las superficies y artículos de "contacto frecuente" todos los días: esto incluye mesas, manijas de las puertas, interruptores de luz, manijas, escritorios, inodoros, grifos, lavabos y artículos electrónicos.

Si está sucia, limpie el área o el artículo con agua y jabón. Luego use un desinfectante de uso doméstico.

Recuerde seguir las instrucciones de la etiqueta para garantizar que está usando el producto de manera segura y eficaz. En el caso de muchos productos, la recomendación es mantener la superficie húmeda por unos minutos para eliminar los gérmenes. Muchos fabricantes de productos también recomiendan usar guantes, garantizar una buena circulación de aire o quitar el producto con un paño o enjuagarlo después del uso.

La mayoría de los desinfectantes de uso doméstico deberían ser eficaces. Puede ver un listado de los desinfectantes registrados en la EPA aquíícono de sitio externo.

Para limpiar artículos electrónicos, siga las instrucciones del fabricante de todos los productos de limpieza y desinfección. Si no hay indicaciones disponibles, use toallitas a base de alcohol o un rociador que contenga al menos un 70 % de alcohol.




Habitación y baño

Si usa una habitación y un baño separados: solo debe limpiar el área en torno a la persona enferma cuando sea necesario, por ejemplo cuando está sucia. Esto ayuda a limitar el contacto con la persona enferma.

Si se siente bien, la persona enferma puede limpiar su propio espacio. Entréguele a las persona enferma artículos de limpieza personales como pañuelos desechables, toallas de papel, productos de limpieza y desinfectantes registrados en la EPAícono de sitio externo.

Si comparten el baño: la persona enferma debe limpiarlo y desinfectarlo después de cada uso. Si esto no es posible, el cuidador y los miembros del hogar deben esperar el mayor tiempo posible para ingresar al baño y limpiarlo y desinfectarlo antes de usarlo.





Lave y seque la ropa sucia

No sacuda la ropa sucia.

Use guantes desechables para manipular la ropa sucia.

La ropa sucia de una persona enferma se puede lavar con la de otras personas.

Lave las prendas según las instrucciones de la etiqueta. Use la temperatura de agua máxima permitida.

Quítese los guantes y lávese las manos de inmediato.

Seque la ropa lavada, en configuración caliente de ser posible, y completamente.

Lávese las manos después de colocar la ropa en la secadora.
Limpie y desinfecte los botes para ropa sucia. Lávese las manos después de eso.


Use un cesto de basura con bolsa

Bote lo guantes desechables y otros artículos contaminados en un cesto de basura con bolsa.

Use guantes para retirar las bolsas de basura, y para manipular y desechar los residuos. Lávese las manos al terminar.

Bote todos los guantes y mascarillas desechables, así como otros artículos contaminados, en un cesto de basura con bolsa.

De ser posible, use un cesto de basura con bolsa exclusivo para los artículos de la persona enferma.



Monitoree su propia salud

Los cuidadores y contactos cercanos deben monitorear su salud para detectar síntomas de COVID-19.

Los síntomas frecuentes incluyen fiebre, tos y dificultad para respirar. La dificultad para respirar es el signo de advertencia más grave de que puede necesitar atención médica.

Use la herramienta de autoverificación de los CDC, que puede ayudarle a decidir si es necesario pedir atención médica.

Si tiene dificultad para respirar, llame al 911.

Llame a su médico o a la sala de emergencias e infórmeles sobre sus síntomas antes de salir. Le dirán qué debe hacer.

Cuándo es seguro estar en contacto con otras personas: final del aislamiento en casa


Las personas con COVID-19 o sus síntomas que:

se están recuperando en casa (u otro entorno no hospitalario) y
no se harán pruebas de detección para determinar si ya no son contagiosas pueden salir de su "habitación para enfermos" y de sus casas si:

No tuvieron fiebre por al menos 72 horas (esto significa tres días completos sin fiebre) sin tomar medicamentos para bajar la fiebre
Y

Mejoraron sus otros síntomas (por ejemplo, si mejoró su tos o dificultad para respirar)

Y

Pasaron al menos 7 días desde la aparición de sus síntomas

Las personas con COVID-19 o sus síntomas que:
se están recuperando en casa (u otro entorno no hospitalario) y
se harán pruebas de detección para determinar si ya no son contagiosas pueden salir de su "habitación para enfermos" y de sus casas si:

Ya no tienen fiebre (sin tomar medicamentos para bajar la fiebre)
Y

Mejoraron sus otros síntomas (por ejemplo, si mejoró su tos o dificultad para respirar)

Y

Se hicieron dos pruebas de detección con resultado negativo consecutivas, con 24 horas de diferencia
Las personas que NO tienen síntomas de COVID-19, pero el resultado de su prueba de detección fue positivo y que:
están cumpliendo el aislamiento voluntario en sus casas (u otro entorno no hospitalario) pueden dejar su "habitación para personas enfermas" y salir de sus casas si:

Pasaron al menos 7 días desde la fecha en que la prueba de detección fue positiva

Y

Siguen sin tener síntomas (no tienen tos ni dificultad para respirar) desde que se hicieron la prueba. Este grupo debe seguir limitando el contacto (mantener una distancia de 6 o más de otras personas) durante 3 días más y usar una cubierta para la cara que cubra su nariz y boca si hay otras personas presentes (incluso en casa).


Para TODAS las personas

Al salir de casa, se debe mantener una distancia de 6 pies con respecto a otras personas y usar una cubierta de tela para la cara cuando hay otras personas cerca.

Siga las guías de los proveedores de atención médica y el departamento de salud local. La decisión de suspender el aislamiento en casa se debe tomar en coordinación con su proveedor de atención médica y los departamentos de salud estatales y locales. Las decisiones locales dependen de las circunstancias locales.

DIEZ SECRETO PARA OBTENER LA ABUNDANTE FELICIDAD



Diez secretos para obtener la abundante felicidad




LA ACTITUD

La Felicidad es una elección que puedo hacer en cualquier momento y en cualquier lugar.

Mis pensamientos son los que me hacen sentir feliz o desgraciado, no mis circunstancias.

Se capaz de cambiarte a ti mismo, y el mundo cambiara contigo.

Recuerda que lo único que puedes controlar en el mundo son tus pensamientos y sentimientos.


EL CUERPO

Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz.

Mira hacia arriba y solo podrás reír, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.

EL MOMENTO

La Felicidad no esta en los años, meses, en las semanas, ni siquiera en los días.

Solo se puede encontrar en los momentos

Hoy es el mañana de ayer" ...

Además la vida siempre tiene derecho a sorprendernos, así que aprende a vivir el presente sin ninguno de los traumas del pasado ni las expectativas del futuro.

Disfruta de cada momento como si en él se combinaran tu pasado, tu presente y tu futuro.


NUESTRA PROPIA IMAGEN

Debo aprender a amarme a mi mismo como soy.

Creer en ti mismo da resultados.

Cuando más te conozcas, mayor será tu ventaja con respecto a los demás.

"El camino más difícil es el camino al interior" ...

pero, al menos una vez en la vida, debemos recorrerlo


LAS METAS

¿ Sabes cual es la diferencia entre un sueño y una meta ?

Una meta es un sueño con una fecha concreta para convertirse en realidad.

Un sueño es solo un sueño, algo que esta fuera de la realidad ...

Así que atrévete a soñar, pero atrévete también a lograr que esos sueños se hagan realidad.


EL HUMOR

La sonrisa es muy importante para mejorar la autoestima.

Dicen que una sonrisa cuesta menos que la electricidad, pero da más luz.

... Además, con cada sonrisa siembras una esperanza.


EL PERDÓN

Mientras tengas resentimientos y odios, será imposible ser feliz.

Lo maravilloso del perdón no es que libera al otro de su eventual culpa, sino que te libera a ti de un sufrimiento.


DAR

Uno de los verdaderos secretos para ser feliz es aprender a dar, sin esperar nada a cambio.

Las leyes de la energía te devolverán con creces lo que des.

Si das indiferencia, recibirás indiferencia, pero si das amor, recibirás invariablemente amor.

Solo el que aprende a dar esta en camino de descubrir la verdadera felicidad.


LAS RELACIONES

La sinergia es unir fuerzas y caminar juntos para conseguir cosas.

Siempre que dos o más personas se unen en un espíritu de colaboración y respeto, la sinergia se manifiesta en forma natural.

Entiende a las personas que te rodean, quiere a tus amigos como son, sin

intentar cambiarlos, por que cuando te sientas mal, el verdadero amigo estará allí para apoyarte y brindarte todo su amor.

¡¡Así que cultiva tus amistades, ellas son gratis!! ... La amistad, al igual que la mayoría de los sentimientos, debe fluir de manera natural; por ello la verdadera amistad no puede basarse en condiciones.



La Fé crea confianza, nos da paz mental Y libera al alma de sus dudas, las Preocupaciones, la ansiedad y el miedo.

Pero no te asustes cuando dudes, pues bien decía Miguel de Unamuno:

"Fé que no duda es fé muerta.

Convicción es la verdadera fé, tanto en lo divino como en lo humano.

Dicen que el hombre llega a ser sabio cuando aprende a reírse de si mismo.

CUÁNDO COMIENZA EL DÍA


Cuándo comienza el día



La buena convivencia comienza por el respeto. Respetas a una persona cuando la tienes por lo que es: un ser humano con toda su dignidad. Despreciar a los demás no ayuda a formar una comunidad fraterna. “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos” (Martin King).

Un sabio preguntó a sus discípulos: “Pueden determinar ¿cuándo termina la noche y comienza el día?”. Un oyente contestó: “Es cuando puedo desde lejos distinguir un pino de una palmera”. “No es así”. Respondió el maestro. Otro participante opinó: “Me parece que es cuando se puede distinguir una vaca de un caballo”. “Tampoco es exacto. Pero, entonces, ¿cuál es el momento preciso?” Insistió el pensador. Ante el silencio de los discípulos, el sabio afirmó: “Cuando miras un rostro humano, y descubres en él al hermano o a la hermana, entonces terminó la noche y comenzó el día”.

Hay un defecto corriente: la falta de comprensión por los que son distintos de nosotros. Esto se llama discriminación. Respetar y comprender son actitudes que están en la base de la convivencia humana. Jesús nos advirtió: “No hagas a otro lo que no te gustaría que te hagan a ti”. Sin comprensión y respeto se viene abajo el amor a los hermanos.



* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO: EL PODER DEL PASTOR ES EL SERVICIO AL PUEBLO DE DIOS


El poder del pastor es el servicio al pueblo de Dios, afirma el Papa Francisco
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco afirmó, durante la Misa celebrada este viernes 24 de abril en la Casa Santa Marta, que el poder del pastor es el servicio. El apóstol de Cristo, el obispo, el sacerdote, no tiene más poder que el servicio al pueblo de Dios, y cuando busca otro poder “se equivoca, arruina su vocación”.

El Santo Padre señaló que no es lo mismo ser un pastor que se un “gestor de empresas pastorales”. “La estructura no hace pastoral”, advirtió. En cambio, “el corazón de un pastor es el que hace la pastoral”. Ese corazón de pastor es el que Jesús trataba de enseñar a sus apóstoles.

En el Evangelio de este día se narra cómo, después de una intensa predicación, Jesús se retira con los apóstoles a una zona apartada a orillas del mar de Galilea para descansar y celebrar la Pascua.

Pero, como describió el Papa en su homilía, “la agente se da cuenta de adónde se dirigen por la trayectoria que seguían en el mar, y dieron la vuelta por tierra y les esperaron en el lugar al que se dirigían”.

“Los apóstoles”, señaló el Papa, “no estaban felices porque la gente les había arruinado la Pascua. Ya no podían hacer esa fiesta con el Señor”.

Al ver a la multitud congregada, “Jesús empezó a enseñar. Los apóstoles escuchaban, luego hablaban entre ellos. Pasaban las horas, y Jesús hablaba, y la gente feliz y los apóstoles decían: ‘Nuestra fiesta ha quedado arruinada, nuestro descanso, arruinado’”.

Sin embargo, “el Señor buscaba la cercanía con la gente”. Esa cercanía es la que trataba de transmitir, de enseñar a los apóstoles, “buscaba formar el corazón de los pastores a la cercanía con el pueblo de Dios, para servirlo”.

Para ello, explicó el Pontífice, Jesús ponía aprueba a los apóstoles, porque esa era la manera de enseñarles a ser pastores cercanos al pueblo.

El Papa señaló que a los apóstoles no les gustaban las multitudes, al contrario que a Jesús, que amaba estar cercano al pueblo.

“Una de las cosas que Jesús más amaba era estar con la multitud, porque también esto es un símbolo de la universalidad de la redención. Y una de las cosas que menos gustaba a los apóstoles era las multitudes, porque a ellos les gustaba estar cerca del Señor, escuchar al Señor, escuchar todo lo que el Señor decía…”.


Los apóstoles no entendían el modo de actuar del Señor, afirmó Francisco, ellos “se sentían elegidos. Se sentían uno un poco, privilegiados, una aristocracia cercana al Señor. Y muchas veces el Señor hacía gestos para corregirlos”.

“Es cierto que el pueblo de Dios cansa al pastor. Cuando hay un buen pastor, se multiplican las tareas porque siempre la gente acude donde el buen pastor, por un motivo o por otro”, y explicó una anécdota personal para ilustrarlo:

En una ocasión, “un gran párroco de un barrio sencillo, humilde, de la diócesis de Roma. Tenía la canónica como una casa normal, como las otras, y la gente llamaba a la puerta, o a la ventana a cualquier hora. Y una vez me dice: ‘Me gustaría tapiar la puerta y la ventana para que me dejen descansar’. Pero él era consciente de que era pastor y que debía estar con la gente”.

En ese espíritu, “Jesús forma enseña a los discípulos, a los apóstoles esta actitud pastoral que es la cercanía al pueblo de Dios. Y el pueblo de Dios cansa, porque siempre pide cosas concretas. Quizás equivocadas, pero te pide cosas concretas, y el pastor debe acudir a estas cosas”.

Esa enseñanza se revela en toda su plenitud en esta escena evangélica. Los apóstoles “cuando hacen ver a Jesús que han pasado las horas y que la gente debía marcharse porque comenzaba la oscuridad, le dicen: ‘Despide a la gente para que vayan a comprar para comer’”.

“Justo cuando ya estaba oscuro, cuando comenzaba la oscuridad. ¿Pero qué tenían en la cabeza?”, se preguntó el Papa. “Al menos hacer un poco de fiesta entre ellos. Ese egoísmo, no malo, pero se comprende, de estar con el pastor, de estar con Jesús. Y Jesús responde, para ponerlos a prueba: ‘dadles vosotros de comer’”.

El Evangelio explica cómo los apóstoles consiguieron únicamente cinco panes y dos peces. Ante la incredulidad de los apóstoles, Jesús bendice los panes y los peces y les ordena que den de comer a la multitud con esa escasa comida.

Entonces se produjo el milagro: no sólo comió todo el mundo hasta saciarse, sino que incluso sobraron doce cestos llenos de comida.

Es precisamente esa frase, la que “Jesús nos dice hoy a todos los pastores: ‘Dadles vosotros de comer. ¿Están angustiados? Dadles vosotros el consuelo. ¿Están perdidos? Dadles vosotros una vía de salida. ¿Están equivocados? Dadles vosotros lo necesario para resolver los problemas. Dádselo vosotros’”.

Sin embargo, también “muchas veces la multitud se equivoca, y aquí se equivocó”. Al ver el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, la gente intentó hacer rey a Jesús, pero Él “se retiró otra vez a la montaña solo”.

“No lo dice el Evangelio”, continuó el Papa, “pero quizás alguno de los apóstoles le habría dicho: ‘Pero Señor, aprovechémonos de esto y asumamos más poder’. Otra tentación. Y Jesús les hace ver que ese no es el camino”.

Porque, insistió el Papa Francisco, “el poder del pastor es el servicio, no tiene otro poder”.

El Papa concluyó la homilía animando a pedir al Señor “por los pastores de la Iglesia, para que el Señor los ame mucho: que siempre les hable, que les diga cómo son las cosas, que les explique y que, sobre todo, les enseñe a no tener miedo del pueblo de Dios, a no tener miedo de ser cercanos”.

A continuación, el Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Juan 6, 1-15

En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.

Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.

Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?».

Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.

Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».

Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero, ¿qué es eso para tantos?».

Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo».

Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil.

Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.

Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».

Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».

Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY VIERNES 24 DE ABRIL DE 2020


Lecturas de hoy Viernes de la 2ª semana de Pascua
Hoy, viernes, 24 de abril de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5,34-42):

EN aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó que sacaran fuera un momento a los apóstoles y dijo:
«Israelitas, pensad bien lo que vais a hacer con esos hombres. Hace algún tiempo se levantó Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, se dispersaron todos sus secuaces y todo acabó en nada.
Más tarde, en los días del censo, surgió Judas el Galileo, arrastrando detrás de sí gente del pueblo; también pereció, y se disgregaron todos sus secuaces.
En el caso presente, os digo: no os metáis con esos hombres; soltadlos. Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se disolverá; pero, si es cosa de Dios, no lograréis destruirlos, y os expondríais a luchar contra Dios».
Le dieron la razón y, habiendo llamado a los apóstoles, los azotaron, les prohibieron hablar en nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre. Ningún día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando la buena noticia acerca del Mesías Jesús.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 26,1.4.13-14

R/. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,1-15):

EN aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».
Jesús dijo:
«Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
«Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy viernes, 24 de abril de 2020
Eguione Nogeira, Misionero Claretiano


¡Queridos hermanos!


El hambre en la tierra es una realidad que acompaña la historia de la humanidad. La pregunta “¿Con qué compraremos panes para que coman estos?” (Jn 6,5) es una preocupación que sigue presente en las estrategias políticas y sociales de todos países, especialmente con la situación de la pandemia que golpea la economía global. Junto a los cuidados sanitarios, casi todos los gobiernos presentaron planes de ayuda económica a las familias, a los pequeños comerciantes, a las personas en paro… Es una respuesta necesaria, que nos lleva a pensar otro tipo de economía. Esto puede ser iluminado con el Evangelio de hoy.

Así como Moisés, Jesús sube al monte. Se trata de una experiencia de alianza. Jesús piensa de inmediato en el alimento de sus seguidores, y aunque sabe lo que va a hacer, interroga primeramente a Felipe. Éste piensa en el gran dispendio que supondría alimentar a tantos. El salario de doscientos días de trabajo no sería suficiente. Interviene Andrés comunicando que allí hay un muchacho que tienes cinco panes de cebadas y dos peces. En el Evangelio de Mateo, Jesús convoca a sus discípulos a participar en la solución: “dadles vosotros de comer” (Mt 14,16). En el Evangelio de hoy no es diferente: los discípulos buscan soluciones, pero son incapaces de ver más allá de lo que es posible humanamente. Lo que queda claro es que todos somos responsables en la solución.

Como en aquel día en el monte, frente al Mar de Galilea, Jesús quiere contar con nosotros, aunque sean solo cinco panes y dos peces lo que tenemos para ofrecer, es decir, Cristo nos llama a repartir la vida, ahí donde estemos, en las pequeñas cosas, las que tal vez ni se ven ni hacen ruido.

No se puede esperar una intervención divina cuando nosotros tenemos la posibilidad en hacer algo, aunque sea para descubrir que tenemos solo cinco panes y dos peces (Jn 6,9). Lo demás Dios se encarga, pues no espera de nosotros soluciones que superen nuestra capacidad humana. Desea que cada uno colabore como pueda. Lo que no puede es eludir de lo que es nuestra responsabilidad.

Junto a las graves consecuencias del COVID-19, vemos surgir una ola de solidaridad en diferentes ámbitos, desde personas que están haciendo la compra a los ancianos para que ellos no tengan que salir de casa, hasta la cooperación entre los diversos países. Desde estos gestos sencillos, Dios va multiplicando los pocos “panes” que disponemos para ayudar a los que necesitan.

Vuestro hermano en la fe,

Eguione Nogueira, cmf

EL PAPA FRANCISCO REZA POR LOS PROFESORES QUE DEBEN ENSEÑAR A DISTANCIA DURANTE EL CORONAVIRUS


El Papa reza por los profesores que deben enseñar a distancia durante el coronavirus
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media



El Papa Francisco pidió rezar, este viernes 24 de abril durante la Misa celebrada en Casa Santa Marta, por lo profesores que deben realizar su trabajo desde casa por medio de instrumentos telemáticos debido al confinamiento decretado en varios países por la pandemia de coronavirus.

“Rezamos hoy por los profesores que deben trabajar mucho para impartir las lecciones por internet y otras vías telemáticas, y rezamos también por los estudiantes que deben realizar los exámenes de un modo al que no están habituados. Acompañémoslos con la oración”, fueron las palabras del Santo Padre.


En los últimos días, el Papa Francisco ofreció la Misa celebrada cada día en la capilla de su residencia en Casa Santa Marta por las familias necesitadas (el jueves 23 de abril) que están padeciendo hambre por culpa de la pandemia de COVID 19 y que están a merced de la explotación de los usureros.

También ofreció la Misa el 22 de abril por la unidad de Europa, para que, a pesar de las tensiones entre los países europeos por la crisis del coronavirus, el viejo continente sepa mantener la unidad fraterna “soñada por los fundadores de la Unión Europea”.

Asimismo, el 20 de abril el Pontífice ofreció la Misa por los hombres y mujeres con vocación política, para que descubran que “la política es una forma de alta caridad” y que se pan gestionar la crisis del coronavirus buscando “el bien del país y no el bien de sus partidos políticos”.

SANTORAL DE HOY VIERNES 24 DE ABRIL DE 2020

Alejandro de Lyon, SantoAlejandro de Lyon, Santo
Mártir, 24 de abril
Antimo de Nicomedia y compañeros, SantosAntimo de Nicomedia y compañeros, Santos
Obispo y Mártir, 24 de abril
Melito de Canterbury, SantoMelito de Canterbury, Santo
Obispo, 24 de abril
Egberto de Iona, SantoEgberto de Iona, Santo
Presbítero, 24 de abril
Gregorio de Elvira, SantoGregorio de Elvira, Santo
Obispo, 24 de abril
Wilfrido de York, SantoWilfrido de York, Santo
Obispo, 24 de abril
María Isabel Hesselblad, SantaMaría Isabel Hesselblad, Santa
Religiosa Brigidina, 24 de abril
Benito Menni, SantoBenito Menni, Santo
Fundador, Abril 24
Salomé, SantaSalomé, Santa
Madre de los Apóstoles Santiago y Juan, 24 de abril
María de Santa Eufrasia Pelletier, SantaMaría de Santa Eufrasia Pelletier, Santa
Virgen y Fundadora, 24 de abril
María de Cleofás, SantaMaría de Cleofás, Santa
Discípula de Jesús, 24 de abril
Fidel de Sigmaringen, SantoFidel de Sigmaringen, Santo
Memoria Litúrgica, 24 de abril
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