lunes, 13 de marzo de 2017

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 13 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 13



María presenció la muerte del Hijo de Dios con una fe firme y con la convicción de que Dios nunca abandona a los que caminan en su presencia. Aquella fe de María sostuvo a los discípulos del Crucificado.

Tú también debes ser ante el mundo testigo de la resurrección del Señor, debes ser el convincente testimonio de que Dios vive y actúa en el mundo a través de tu vida.

Dios vive en ti y tú puedes darlo a conocer a través de nuestro testimonio de vida, el mundo podría reconocer y comprender que Jesús resucitado vive y está presente entre nosotros.
Como María Santísima, confirma a tus hermanos en la fe y en el amor.

María, enséñanos lo que aprendiste al pie de la cruz: cómo el dolor cristiano es redentor y florece en la esperanza de la resurrección a una vida nueva.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 13 DE MARZO DEL 2017


Ante caminos rocosos de la vida es difícil imitar tu constancia Señor
San Lucas 6, 36-38. II Lunes de Cuaresma


Por: H. Adrián Olvera de la Cruz LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, vengo ante Ti así como soy, con todo lo que tengo y también con deseos de darte aquello que no tengo… Así me pongo ante Ti hoy… Te amo, Señor.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Lucas 6, 36-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Es difícil seguir tu camino y tus pasos; es difícil sonreírle a aquel que me ha lastimado, pero ¿quién dijo que el camino del amor era fácil?
Se hace más difícil el camino cuando busco la medida de los hombres… cuando río para recibir una sonrisa de ellos. Cuando doy y espero gratificación; cuando espero perfección de aquello que es imperfecto.
Es difícil, Señor, pues Tú bien sabes que soy débil… conoces mi carácter, mi personalidad, en fin, conoces todo de mí.
Si espero algo de alguien es de Ti, Señor. Por Ti sonrío, por Ti ayudo y trato de hacer el bien. Por Ti amo aunque ese amor no sea correspondido.
Tú eres la única medida…Tú eres el único por el que quiero ser medido. Tú eres la medida del amor… Tú eres la perfección de mi imperfección. Gracias, Señor.
«En Jesús no sólo podemos tocar la misericordia del Padre, sino que somos impulsados a convertirnos nosotros mismos en instrumentos de misericordia. Puede ser fácil hablar de misericordia, mientras que es más difícil llegar a ser testigos de esa misericordia en lo concreto. Este es un camino que dura toda la vida y no debe detenerse. Jesús nos dijo que debemos ser “misericordiosos como el Padre”. Y esto toma toda la vida.»
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Si hay algo que perdonar o que pedir perdón éste día va ser el mejor momento.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

FELIZ LUNES


domingo, 12 de marzo de 2017

A LOS JÓVENES ESPOSOS


A los jóvenes esposos



Cuando Dios regala a una familia un hijo, la alegra con una preciosa donación, confiando que los padres de la criatura la cuidarán con responsabilidad hasta la edad adulta. Se ha escrito mucho sobre cómo educar a los niños y a los adolescentes. Por eso, cuando encuentro sobre el tema una orientación luminosa, breve y perfecta, siento el deseo de compartirla para que todos aprovechen ese condensado de sabiduría. Lee y medita.

Si el supremo Creador te da un hijo, tiembla por el sagrado depósito que confía a tus cuidados. Haz que ese hijo hasta los diez años, te admire. Hasta los 20, te ame. Y hasta la muerte, te respete. Sé para ese hijo hasta los diez, su padre. Hasta los 20 años, su maestro y hasta la muerte, su amigo.

Qué metas simples pero exigentes: ser para el hijo un padre, un maestro y un amigo, poniendo sin embargo el acento hasta los diez años, en la paternidad protectora, hasta los veinte en la docencia del difícil arte de vivir honestamente, y hasta la muerte en la amistad que todo lo comparte con humildad y sabiduría. Gracias, hermano/a, por acercarte a este sitio web. Hasta mañana.


* Enviado por el P. Natalio

PAPA FRANCISCO: LA CRUZ NO ES UN ADORNO PARA LLEVAR, SINO EL SÍMBOLO DE LA FE CRISTIANA


Papa Francisco: La cruz no es un adorno para llevar, sino el símbolo de la fe cristiana
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 12 Mar. 17 / 06:58 am (ACI).- En sus palabras previas al rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco invitó a los fieles a que en Cuaresma se contemple “devotamente la imagen del crucifijo”, porque no es un adorno más para llevar, sino “el símbolo de la fe cristiana, es el símbolo de Jesús, muerto y resucitado por nosotros”.

“La cruz cristiana no es un utensilio de la casa o un adorno para llevar, sino la cruz cristiana es un recordatorio del amor con que Jesús se sacrificó para salvar a la humanidad del mal y del pecado”, expresó el Santo Padre a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.


En sus palabras previas a la oración mariana, Francisco reflexionó sobre el Evangelio del segundo domingo de Cuaresma, que relata el episodio de la Transfiguración del Señor.

Jesús “toma a parte a tres apóstoles: Pedro, Santiago y Juan. Sale con ellos a un monte alto y viene este singular fenómeno: el rostro de Jesús ‘brilló como el sol y sus vestimentas se tornaron blancas como la luz’”.

De este modo, indicó Francisco, “el Señor hizo resplandecer en su propia persona aquella gloria divina que se podía recibir con la fe, en su predicación y en sus gestos milagrosos. Y a la transfiguración le acompaña, sobre el monte, la aparición de Moisés y de Elías, ‘que conversaban con Él’”.

El Papa explicó que “la luminosidad que caracteriza este evento extraordinario simboliza su finalidad: iluminar las mentes y los corazones de los discípulos a fin de que puedan comprender claramente quién es su Maestro”.

Esta luz, dijo el Papa, ilumina toda persona de Cristo, quien quiere preparar a los suyos frente a lo que sucederá en Jerusalén.

“Ahora firmemente en el camino de Jerusalén, donde tendrá que sufrir la pena de muerte por crucifixión, Jesús quiere preparar a los suyos para este escándalo demasiado fuerte para su fe y, al mismo tiempo, anunciar su resurrección, manifestándose como el Mesías, el Hijo de Dios”, señaló.

“De hecho, Jesús se estaba mostrando como un Mesías diferente a lo esperado, a aquel que se imaginaban: no un rey poderoso y glorioso, sino un siervo humilde y desarmado; no un señor de gran riqueza, un signo de bendición, sino como un hombre pobre que no tiene donde reclinar la cabeza; no un patriarca con una numerosa descendencia, sino un célibe sin casa y sin nido”.

“Es realmente una revelación de Dios al revés”, afirmó el Papa, e indicó que “el signo más desconcertante” es la cruz.

“Pero precisamente a través de la cruz, Jesús alcanzará la gloriosa resurrección” y que será definitiva. “Jesús transfigurado en el monte Tabor quiso mostrar a sus discípulos su gloria, no para evitarles pasar por la cruz, sino para indicar a dónde lleva la cruz. El que muere con Cristo, con Cristo resucitará. Y la cruz es la puerta de la resurrección. Quien lucha junto a Él, con Él triunfará”, afirmó.

Francisco dijo que “este es el mensaje de esperanza que la cruz de Jesús contiene, exhortando a la fortaleza de nuestra existencia”.

Por ello, animó a los cristianos para que en este tiempo de Cuaresma, contemplen “devotamente la imagen del crucifijo: es el símbolo de la fe cristiana, es el símbolo de Jesús, muerto y resucitado por nosotros. Nos aseguramos de que la cruz marque las etapas de nuestro camino cuaresmal para comprender cada vez más plenamente la gravedad del pecado y el valor del sacrificio con el que el Redentor nos ha salvado, a todos nosotros”.

“La Virgen ha sabido contemplar la gloria de Jesús escondida en su humanidad. Ella nos ayude a estar con Él en la oración silenciosa, a dejarnos iluminar por su presencia, para llevar en el corazón, a través de las noches más oscuras, un reflejo de su gloria”, concluyó.

TRANSFIGURACIÓN, LO QUE CRISTO ES

Transfiguración, lo que Cristo es
Segundo domingo Cuaresma. ¿Sabemos nosotros llenar esos pozos de tristeza con la auténtica felicidad, que es Cristo?


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




La Transfiguración del Señor es particularmente importante para nosotros por lo que viene a significar. Por una parte, significa lo que Cristo es; Cristo que se manifiesta como lo que Él es ante sus discípulos: como Hijo de Dios. Pero,además, tiene para nosotros un significado muy importante, porque viene a indicar lo que somos nosotros, a lo que estamos llamados, cuál es nuestra vocación.

Cuando Pedro ve a Cristo transfigurado, resplandeciente como el sol, con sus vestiduras blancas como la nieve, lo que está viendo no es simplemente a Cristo, sino que, de alguna manera, se está viendo a sí mismo y a todos nosotros. Lo que San Pedro ve es el estado en el cual nosotros gloriosos viviremos por la eternidad.

Es un misterio el hecho de que nosotros vayamos a encontrarnos en la eternidad en cuerpo y alma. Y Cristo, con su verdadera humanidad, viene a darnos la explicación de este misterio. Cristo se convierte, por así decir, en la garantía, en la certeza de que, efectivamente, nuestra persona humana no desaparece, de que nuestro ser, nuestra identidad tal y como somos, no se acaba.
Está muy dentro del corazón del hombre el anhelo de felicidad, el anhelo de plenitud. Muchas de las cosas que hacemos, las hacemos precisamente para ser felices. Yo me pregunto si habremos pensado alguna vez que nuestra felicidad está unida a Jesucristo; más aún, que la Transfiguración de Cristo es una manifestación de la verdadera felicidad.

Si de alguna manera nosotros quisiéramos entender esta unión, podríamos tomar el Evangelio y considerar algunos de los aspectos que nos deja entrever. En primer lugar, la felicidad es tener a Cristo en el corazón como el único que llena el alma, como el único que da explicación a todas las obscuridades, como dice Pedro: "¡Qué bueno es estar aquí contigo!". Pero, al mismo tiempo, tener a Cristo como el único que potencia al máximo nuestra felicidad.

Las personas humanas a veces pretendemos ser felices por nosotros mismos, con nosotros mismos, pero acabamos dándonos cuenta de que eso no se puede. Cuántas veces hay amarguras tremendas en nuestros corazones, cuántas veces hay pozos de tristeza que uno puede tocar cuando va caminando por la vida.

¿Sabemos nosotros llenar esos pozos de tristeza, de amargura o de ceguera con la auténtica felicidad, que es Cristo? Cuando tenemos en nuestra alma una decepción, un problema, una lucha, una inquietud, una frustración, ¿sabemos auténticamente meter a Jesucristo dentro de nuestro corazón diciéndole: «¡Qué bueno es estar aquí!»?

Hay una segunda parte de la felicidad, la cual se ve simbolizada en la presencia de Moisés y de Elías. Moisés y Elías, para la mentalidad judía, no son simplemente dos personaje históricos, sino que representan el primero la Ley, y el segundo a los Profetas. Ellos nos hablan de la plenitud que es Cristo como Palabra de Dios, como manifestación y revelación del Señor a su pueblo. La plenitud es parte de la felicidad. Cuando uno se siente triste es porque algo falta, es porque no tiene algo. Cuando una persona nos entristece, en el fondo, no es por otra cosa sino porque nos quitó algo de nuestro corazón y de nuestra alma. Cuando una persona nos defrauda y nos causa tristeza, es porque no nos dio todo lo que nosotros esperábamos que nos diera. Cuando una situación nos pone tristes o cuando pensamos en alguien y nos entristecemos es porque hay siempre una ausencia; no hay plenitud.

La Transfiguración del Señor nos habla de la plenitud, nos habla de que no existen carencias, de que no existen limitaciones, de que no existen ausencias. Cuántas veces las ausencias de los seres queridos son tremendos motivos de tristeza y de pena. Ausencias físicas unas veces, ausencias espirituales otras; ausencias producidas por una distancia que hay en kilómetros medibles, o ausencias producidas por una distancia afectiva.

Aprendamos a compartir con Cristo todo lo que Él ha venido a hacer a este mundo. El saber ofrecernos, ser capaces de entregarnos a nuestro Señor cada día para resucitar con Él cada día. "Si con Él morimos -dice San Pablo- resucitaremos con Él. Si con Él sufrimos, gozaremos con Él". La Transfiguración viene a significar, de una forma muy particular, nuestra unión con Cristo.

Ojalá que en este día no nos quedemos simplemente a ver la Transfiguración como un milagro más, tal vez un poquito más espectacular por parte de Cristo, sino que, viendo a Cristo Transfigurado, nos demos cuenta de que ésa es nuestra identidad, de que ahí está nuestra felicidad. Una felicidad que vamos a ser capaces de tener sola y únicamente a través de la comunión con los demás, a través de la comunión con Dios. Una felicidad que no va a significar otra cosa sino la plenitud absoluta de Dios y de todo lo que nosotros somos en nuestra vida; una felicidad a la que vamos a llegar a través de ese estar con Cristo todos los días, muriendo con Él, resucitando con Él, identificándonos con Él en todas las cosas que hagamos.

Pidamos para nosotros la gracia de identificarnos con Cristo como fuente de felicidad. Pidámosla también para los que están dentro de nuestro corazón y para aquellas personas que no son capaces de encontrar que estar con Cristo es lo mejor que un hombre o que una mujer pueden tener en su vida.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 12 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 12



Dios toma la iniciativa y sale al encuentro del hombre para salvarlo. Pero Dios no salva al hombre sin la colaboración del hombre. “El que te creó a ti, no te va a salvar sin ti” decía San Agustín.

María vio en el ángel al enviado de Dios y sus palabras fueron escuchadas por María como palabras de Dios. Por eso su respuesta no fue dirigida tanto al ángel cuanto a Dios, a cuya disposición su puso incondicionalmente.

María, enséñanos a ponernos a disposición de Dios y a colaborar en nuestra salvación y en la de nuestros hermanos.


* P. Alfonso Milagro

ESCUCHAR A JESÚS - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY 12 MARZO 2017 - LA TRANSFIGURACIÓN


ESCUCHAR A JESÚS

El centro de ese relato complejo, llamado tradicionalmente la «transfiguración de Jesús», lo ocupa una voz que viene de una extraña «nube luminosa», símbolo que se emplea en la Biblia para hablar de la presencia siempre misteriosa de Dios, que se nos manifiesta y, al mismo tiempo, se nos oculta.

La voz dice estas palabras: «Este es mi Hijo, en quien me complazco. Escuchadlo». Los discípulos no han de confundir a Jesús con nadie, ni siquiera con Moisés o Elías, representantes y testigos del Antiguo Testamento. Solo Jesús es el Hijo querido de Dios, el que tiene su rostro «resplandeciente como el sol».

Pero la voz añade algo más: «Escuchadlo». En otros tiempos, Dios había revelado su voluntad por medio de los «diez mandamientos» de la Ley. Ahora la voluntad de Dios se resume y concreta en un solo mandato: «Escuchad a Jesús». La escucha establece la verdadera relación entre los seguidores y Jesús.

Al oír esto, los discípulos caen por los suelos «aterrados de miedo». Están sobrecogidos por aquella experiencia tan cercana de Dios, pero también asustados por lo que han oído: ¿podrán vivir escuchando solo a Jesús, reconociendo solo en él la presencia misteriosa de Dios?

Entonces Jesús «se acerca, los toca y les dice: “Levantaos. No tengáis miedo”». Sabe que necesitan experimentar su cercanía humana: el contacto de su mano, no solo el resplandor divino de su rostro. Siempre que escuchamos a Jesús en el silencio de nuestro ser, sus primeras palabras nos dicen: «Levántate, no tengas miedo».

Muchas personas solo conocen a Jesús de oídas. Su nombre les resulta tal vez familiar, pero lo que saben de él no va más allá de algunos recuerdos e impresiones de la infancia. Incluso, aunque se llamen cristianos, viven sin escuchar en su interior a Jesús. Y sin esa experiencia no es posible conocer su paz inconfundible ni su fuerza para alentar y sostener nuestra vida.

Cuando un creyente se detiene a escuchar en silencio a Jesús, en el interior de su conciencia escucha siempre algo como esto:

«No tengas miedo. Abandónate con toda sencillez en el misterio de Dios. Tu poca fe basta. No te inquietes. Si me escuchas, descubrirás que el amor de Dios consiste en estar siempre perdonándote. Y, si crees esto, tu vida cambiará. Conocerás la paz del corazón».

En el libro del Apocalipsis se puede leer así: «Mira, estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa». Jesús llama a la puerta de cristianos y no cristianos. Podemos abrirle la puerta o rechazarlo. Pero no es lo mismo vivir con Jesús que sin él.

Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mt 17,1-9

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 12 DE MARZO 2017 - LA TRANSFIGURACIÓN


II Domingo de Cuaresma – Ciclo A
Domingo 12 de Marzo de 2017

“Jesús es Dios“





Primera lectura
Lectura libro del Génesis (12,1-4a):

En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.»
Abrán marchó, como le había dicho el Señor.

Palabra de Dios    

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Salmo

Salmo Responsorial: 32,4-5.18-19.20.22

R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti

La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.

Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R/.

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Segunda lectura

Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1,8b-10):

Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.

Palabra de Dios

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Lectura del Santo Evangelio según san Mateo (17,1-9):

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»

Palabra del Señor

FELIZ DOMINGO


sábado, 11 de marzo de 2017

EXPERIENCIAS DEL MÁS ALLÁ


“Experiencias del más allá”



Este es el título de un libro del P. Ángel Peña sobre experiencias de personas dadas clínicamente por muertas, que han podido vislumbrar un poco del más allá. El infierno existe, al igual que el cielo y el purgatorio. Esto se comprueba de modo existencial, no con documentos de la Iglesia o vidas de santos. Que sepas aprovechar estos testimonios para vivir de cara a la eternidad.

Dorothy estaba para dar a luz, y dice: “Mientras estaba tendida en la mesa de operaciones, esperando a que el médico me hiciera la cesárea, empecé a desfallecer. Se lo dije al anestesista y me dio oxígeno, pero eso no me sirvió de nada. Recuerdo haber oído que le gritaba al doctor que me estaba bajando la presión... Y me encontré en el cielo. Allí todo era maravilloso. Había una paz infinita. Jesús empezó a hablarme y me decía: “Dottie, te dejo aquí en la tierra con una finalidad”. En ese momento, me lo explicó todo. Mientras me hablaba, yo pensaba por qué me habría elegido a mí para revelarme esas cosas. Cuando terminó de hablar, me alejé flotando de ese hermoso lugar y volví a sentir mi cuerpo en la mesa de operaciones. Me llevaron otra vez a la habitación”.

En la actualidad, este tema ha sido estudiado por investigadores de todo el mundo, cardiólogos, siquiatras, pediatras, anestesistas, sicólogos, teólogos, sociólogos y otros  especialistas médicos o estudiosos de otras disciplinas. Todos están de acuerdo en que estas experiencias son reales y que no son fruto de alucinaciones o de imaginaciones arbitrarias. Que reafirmen tu fe.


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 11 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 11


Según leemos en el Evangelio, una buena mujer alabó a María por ser la madre de Jesús. Jesús no negó aquella alabanza, pero puntualizó que era más dichosa aún por escuchar la Palabra de Dios y practicarla (Lc 11, 27-28).

Nuestra vida debe acomodarse al espíritu del Evangelio; sus máximas y normas son las que deben regir nuestra vida; nuestros criterios han de ir por las líneas que nos traza. Debemos juzgar los acontecimientos con la escala de valores que el Evangelio nos propone.

María, ayúdanos a escuchar la Palabra de Dios en las Escrituras y en los acontecimientos de nuestra vida.


* P. Alfonso Milagro

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 11 DE MARZO DEL 2017


Lo extraordinario del Amor
San Mateo 5, 43-48. I Sábado de Cuaresma.


Por: H. Javier Castellanos LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
"Señor y Padre eterno, haz que se conviertan a ti nuestros corazones a fin de que, viviendo consagrados enteramente a tu servicio, te busquemos siempre a ti y nos dediquemos a la práctica de las obras de misericordia". Amén (Oración de la misa del día)
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Amar es entregarse. No es solamente un contrato, «dar para recibir». Más bien, quien ama de verdad no espera que le paguen. Dedica su tiempo, aun sabiendo que el tiempo no vuelve, y da su propia vida porque sabe que es un don supremo e irremplazable.
Así ama Dios. Él da a todos la vida, sabiendo que no podemos pagarle un don tan grande. Incluso se da a sí mismo, haciéndose hombre como nosotros. Y más aún: Cristo, Dios y hombre, muere en la cruz por todos, para salvar a los pecadores. Sabe que no todos le aman, y que no todos le agradecen, pero no le importa. Él ama y su alegría está más en dar que en recibir.
Cristo nos invita cada cuaresma a aprender de su manera de amar. Tal vez no nos encontraremos todos los días con enemigos que atenten contra nuestra vida o nos odien seriamente. Pero siempre podemos crecer en la práctica que san Pablo recomienda: «Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Por el contrario, sean mutuamente buenos y compasivos, perdonándose los unos a los otros como Dios los ha perdonado en Cristo.» (Efesios 4, 31-32)
Pidamos a Cristo que nos ayude a amar como Él. Aunque sean cosas pequeñas y sencillas, pidámosle la alegría de amar gratuitamente. Que Él nos conceda la gracia de reproducir su imagen en nuestra vida y en cada una de nuestras acciones.
Amar es bello, es el camino para ser felices. Pero no es fácil, es desafiante, supone esfuerzo. Por ejemplo, pensemos cuando recibimos un regalo: nos hace felices, pero para preparar ese regalo las personas generosas han dedicado tiempo y dedicación y, de ese modo, regalándonos algo, nos han dado también algo de ellas mismas, algo de lo que han sabido privarse. Pensemos también al regalo que vuestros padres y animadores os han hecho, al dejaros venir a Roma para este Jubileo dedicado a vosotros. Han programado, organizado, preparado todo para vosotros, y esto les daba alegría, aun cuando hayan renunciado a un viaje para ellos. Esto es amor concreto. En efecto, amar quiere decir dar, no sólo algo material, sino algo de uno mismo: el tiempo personal, la propia amistad, las capacidades personales.
(Homilía de S.S. Francisco, 24 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Buscaré hoy estar atento a mi manera de hablar: que sea de bondad y comprensión a ejemplo de Cristo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

CUARESMA... EN RESUMEN


Cuaresma… en resumen



I.  Cuarenta días de trabajo

1. Cuaresma significa "cuarenta" y se aplica a los 40 días de intensa preparación a la fiesta de PASCUA.

2. Jesús se retiró durante 40 días. Moisés aguardó 40 días antes de subir al Sinaí. Elías caminó durante 40 días hacia el Horeb. Y la marcha de los judíos por el desierto duró 40 años.

3. "40" es pues, un número simbólico que expresa víspera, "preparación" intensa de algo importantísimo que, para nosotros, es la PASCUA

4. No se entiende la Cuaresma si no es en función de la PASCUA.

5. El tiempo de Cuaresma empieza el Miércoles de Ceniza y acaba el Domingo de Ramos. En ese período no se canta el "Aleluya" ni se recita el "Gloria".

6. En los primeros tiempos, la Cuaresma era un período de preparación intensiva al Bautismo, que se celebra en la noche de Pascua.
7. El ser bautizado exige una coherencia y un cambio de mentalidad.

II. Tiempo de cambio

1. El Miércoles de Ceniza se nos dice: "Convertíos y creed en el Evangelio". La Cuaresma es pues, un tiempo de conversión.

2. Convertirse significa "volver", "cambiar", "corregir el camino" "Renovarse"

3. El cambio que queremos es pasar del "hombre viejo" al "hombre nuevo"

4. "Hombre viejo" es el que vive a espaldas de Cristo y del Evangelio. "Hombre nuevo" es el que sigue a Jesús y vive según el Evangelio.

5. ¿Tú eres un "hombre viejo" o un "hombre nuevo"? Piénsalo bien, ¡hombre!

6. Algunos cristianos creen que la conversión es sólo para los paganos y herejes… Y, claro, no necesitan la Cuaresma.

7. Otros piensan que con no comer carne los viernes o dejar de fumar ya han cumplido... ¡No! Si no hay cambio, no hay Cuaresma.
8. Cuaresma es cambiar de vida.

III. Cambiar el corazón

1. El Miércoles de Ceniza es día de ayuno y abstinencia. Los Viernes de Cuaresma son días de abstinencia.

2. Ayunar por ayunar no tiene sentido y no hace a la gente mejor... Sobre todo en un mundo en que muchos ayunan, no porque es Cuaresma, sino porque no tienen qué comer.

3. Abstenerse de comer carne es un signo que tiene su importancia por lo que significa.

4. El ayuno y la abstinencia son "signos de conversión". No son "la conversión".

5. El ayuno es signo de que tú:
   - quieres "ayunar de pecados"
   - te solidarizas con los hambrientos
   - prefieres el pan de la Palabra
   - frenas el consumismo
   - quieres compartir lo tuyo.

6. La abstinencia es signo de que tú:
   - quieres abstenerte del pecado
   - no te comes el pan de los pobres
   - te "mantienes en forma" por dentro.

7. Lo que interesa es cambiar el corazón.

IV. "Convertíos y creed en el Evangelio"

1. La Cuaresma es un tiempo de renovación para la comunidad. O la hacemos todos juntos o no es Cuaresma.

2. Hace Cuaresma: la pareja, la familia, el grupo, la parroquia, la comunidad. Nadie hace la Cuaresma solo.

3. Si los creyentes de este país cambian, todo el país hará el cambio. La Cuaresma ayuda a cambiar la sociedad.

4. El modelo del cambio está en el Evangelio, la Palabra de Dios. Cuaresma es un tiempo favorable para el anuncio y la escucha de la Palabra.

5. San Jerónimo decía: "Ignorar el Evangelio es ignorar a Cristo".

6. Jesús decía: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de mi Padre".

7. La lectura del Evangelio en familia, las convivencias, los Ejercicios Espirituales, los cultos de las Hermandades... son momentos privilegiados para escuchar la Palabra de Dios. No cierres tus oídos a la Palabra.

V. La Cuaresma y el hombre de hoy

1. El hombre de hoy es un poco autosuficiente y algo olvidado de Dios. Confía demasiado en la razón y, a veces se cierra a la fe, ¿no te parece?

2. El hombre de hoy piensa que la Cuaresma es para los "carrozas" y los "carcas": "ya no se estila".

3. Dicen que el hombre de hoy ha perdido la conciencia de pecado. ¿Será verdad que ya no hay pecados?

4. ¿0 será que el hombre de hoy necesita más que ningún otro convertirse?

5. Lo que pasa es que convertirse es algo complicado.

6. Cuando el hombre de hoy comprenda lo serio que es cambiar de vida y poner en cuarentena el corazón, entonces se dará cuenta que necesita la Cuaresma.

7. El hombre de hoy es el hombre del evangelio, porque el evangelio siempre es de hoy.

8. Todos somos hombres de hoy, que necesitamos una Cuaresma de "hoy".




© Web Católico de Javier

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 10 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 10



Si María es toda ella modelo para nuestra vida, lo es especialmente en la oración. La oración de María se resume en aquella palabra “fiat” (“hágase”), con la que respondió al Ángel y aceptó ser Madre del Dios Redentor.

Ella pronunció la oración perfecta: “Aquí está la humilde esclava del Señor, la servidora del Señor, para hacer su voluntad”
Así tiene que ser nuestra oración: dispuestos a aceptar la voluntad de Dios, dejemos que el Señor desarrolle en nosotros sus planes y los proyectos que Él tiene sobre nuestra vida.

María, maestra de la fe, ábrenos los ojos para descubrir que el Señor quiere hacer en nosotros cosas maravillosas.


* P. Alfonso Milagro

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 9 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 9




La comunión con nuestros hermanos, los hombres, se realiza en el amor de nuestra Madre, en su Corazón.

Si los hermanos cristianos estamos separados, es nuestra Madre la que debe conseguirnos la unidad; solamente ella podrá alcanzarnos que cumplamos el precepto que su Hijo nos dejó: “Ámense los unos a los otros”.

No olvidemos que, para acercarnos a Dios, es preciso acercarnos primero a los hermanos; para comulgar con Dios, previamente hay que comulgar con los hermanos.

María, contágianos tu confianza en Dios, para que seamos servidores de su proyecto.


* P. Alfonso Milagro

FELIZ FIN DE SEMANA



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