miércoles, 7 de diciembre de 2016

IMÁGENES DE FONDOS DE PANTALLA NAVIDEÑOS























SAN JUAN BOSCO CONFESOR


San Juan Bosco confesor



Con relación a su primera comunión nos dice Don Bosco mismo en su Autobiografía: Mi madre, durante la Cuaresma, me había llevado a confesarme tres veces. Me repitió varias veces: "Juan mío, Dios te prepara un gran regalo. Procura prepararte bien, confesarte y no callar nada en la confesión. Confiésalo todo, arrepentido de todo, y promete a Dios ser mejor en lo porvenir". Todo lo prometí... La mañana de mi primera comunión no me dejó hablar con nadie, me acompañó a la sagrada mesa e hizo conmigo la preparación y acción de gracias. 

Entre otras cosas, me repitió mi madre muchas veces estas palabras: "Mi querido hijo, éste es un día muy grande para ti. Estoy persuadida de que Dios ha tomado verdadera posesión de tu corazón. Prométele que harás cuanto puedas para conservarte bueno hasta el fin de la vida. En lo sucesivo, comulga con frecuencia, pero guárdate bien de hacer sacrilegios. Dilo todo en la confesión: sé siempre obediente, vete de buen grado al catecismo y a los sermones; pero, por amor de Dios, huye como de la peste de aquellos que tienen malas conversaciones”.

Después que se ordenó sacerdote, se confesaba todas las semanas con Don Cafasso, su confesor ordinario. Y uno de los principales ministerios de su vida fue confesar. Por eso, se le puede considerar como apóstol de la confesión al igual que otros santos insignes en este punto como san Juan María Vianney y san Pío de Pietrelcina.


* Enviado por el P. Natalio 

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 7 DE DICIEMBRE DEL 2016



Ven y aprende
Mateo 11, 28-30. Miércoles II de Adviento. Ciclo A. Mi yugo es suave y mi carga es ligera


Por: H. Rubén Tornero, LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Jesús, te agradezco de todo corazón por todo lo que Tú me has dado. Creo en Ti, pero aumenta mi fe para que realmente te trate como la persona más importante de mi vida. Espero en Ti, pero ayúdame a abandonarme a tus brazos amorosos. Te amo, pero ayúdame a que mi amor se traduzca en obras concretas a fin de establecer tu reino y hacer que más personas te conozcan.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús, Tú me conoces mejor que nadie. Sabes cuáles son mis problemas, mis preocupaciones, mis tristezas. Tengo tantas heridas en mi corazón, Jesús, tantos sueños rotos, tantos pecados que me duelen y te ofenden.
Perdóname, Jesús, porque soy esa oveja que se ha apartado de Ti por seguir sus caprichos. He caminado mucho persiguiendo mis pasiones, efímeros espejismos, que cuando parecía que por fin los iba a alcanzar, se han alejado dejándome rodeado de espinas y cardos. Me he alejado tanto de Ti… y ahora estoy cansado de caminar, de tanto cargar con mis pecados.
Tú bien podrías rechazarme, pues soy yo quien te ha ofendido y no al revés. Podrías abandonarme a mi suerte o simplemente esperar a que yo vuelva a Ti y luego imponerme grandes castigos por mis pecados, pero no es así…
Tú vienes hasta mí, me buscas sin descanso y, una vez que me has encontrado, me dices:
«Ven. Ven, tú que estás cansado de tanto caminar por esta vida, que yo te llevaré en mis brazos. Ven, tú que estás agobiado por la carga de tus problemas, de tus pecados, de todo eso que te hace sufrir… Ven, deja que yo te alivie con mi perdón; cambia el áspero y rudo leño de todo lo que te lastima y toma el yugo ligero de mi gracia que te hará plantar semillas de amor y esperanza por donde quiera que vayas.
Ven y aprende de mí que soy manso y humilde, ya que no he venido hasta aquí para regañarte o golpearte, sino para curarte y darte todo mi amor. Ven y aprende esto, para que tú también seas manso y humilde con tus hermanos, a fin que también ellos puedan encontrarme en ti.»
«El yugo de Jesús es yugo de amor y, por tanto, garantía de descanso. A veces nos pesa la soledad de nuestras fatigas, y estamos tan cargados del yugo que ya no nos acordamos de haberlo recibido del Señor. Nos parece solamente nuestro y, por tanto, nos arrastramos como bueyes cansados en el campo árido, abrumados por la sensación de haber trabajado en vano, olvidando la plenitud del descanso vinculado indisolublemente a Aquel que hizo la promesa.»
 (Homilía de S.S. Francisco, 23 de septiembre de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy voy a imitar la humildad de Cristo pidiendo perdón a las personas que me rodean, sobre todo a aquella que no me cae bien.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!       
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

VARÓN DE DOLORES Y QUE SABE DE TRABAJOS


“Varón de dolores y que sabe de trabajos”. 



Así llamó el profeta Isaías a Jesucristo, hombre de dolores. Sí, porque este hombre fue engendrado para padecer, y desde niño comenzó a sufrir los mayores dolores que jamás habían sufrido los otros. 

El primer hombre, Adán, tuvo algún tiempo en que gozó en esta tierra las delicias del paraíso terrenal. Pero el segundo Adán, Jesucristo, no tuvo momento alguno de su vida que no estuviese lleno de afanes y agonías; habiéndole ya afligido desde niño la vista funesta de todas las penas é ignominias que debía padecer en su vida, y especialmente después en su muerte, sumergido en una tempestad de dolores y oprobios; como ya predijo David por aquellas palabras: He llegado a alta mar, y la tempestad me vio anegado. “Y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz” (Flp. 2, 8)

Jesucristo desde el vientre de María aceptó la obediencia dada a él por el Padre, acerca de su pasión y muerte, pues que desde el vientre de María previó los azotes, y ofreció a estos sus carnes: previó las espinas y les ofreció su cabeza: previó las bofetadas y ofreció sus mejillas: previó los clavos y ofreció las manos y los pies: previó la cruz y ofreció su vida. 

De aquí fue, que nuestro Redentor desde la primera infancia, en todos los momentos de su vida padeció un continuo martirio, y este le ofreció sin cesar por nosotros al eterno Padre. Pero lo que más le afligió fue la vista de los pecados que debían cometer los hombres, aun después de su penosa redención. 

Conocía bien con su luz divina la malicia de todos los pecados, y para quitarlos venia al mundo; mas viendo además un número grande que se habían de cometer después, esto dio mayor pena al corazón de Jesús, que las penas que han padecido y padecerán todos los hombres de la tierra. 


(San Alfonso María Ligorio)

PAPA FRANCISCO: LA VIDA PUEDE SER HERMOSA SI NO PERDEMOS LA ESPERANZA


Papa Francisco: La vida puede ser hermosa si no perdemos la esperanza
Por Miguel Pérez Pichel
 Foto: Lucía Ballester / ACI Prensa




VATICANO, 07 Dic. 16 / 05:05 am (ACI).- El Papa Francisco, en su catequesis de la Audiencia General del miércoles, habló de la esperanza que necesita el mundo de hoy.

“La vida es con frecuencia un desierto, y es difícil caminar en él”, reconoció el Santo Padre, “pero si nos apoyamos en Dios, puede llegar a ser hermosa y ancha como una autopista. Basta con no perder la esperanza, basta con seguir creciendo, siempre, a pesar de todo”.

El Pontífice llamó a ser pequeños, pero grandes en la fe, porque “son los pequeños, que se han hecho grandes por medio de la fe, los que saben esperar. Ellos son los que transforman el desierto del exilio, la soledad desesperada, el sufrimiento, en una carretera plana sobre la que caminar para cumplir con la gloria del Señor”.


“Esperemos la venida del Señor, y cualquiera que sea el desierto de nuestra vida, se convertirá en un jardín florido”, afirmó en el Aula Pablo VI del Vaticano

Con esta catequesis, Francisco comenzó un nuevo ciclo sobre el tema de la esperanza cristiana, “y ahora, especialmente en este tiempo de Adviento, es importante reflexionar sobre la esperanza”.

A partir de la lectura del libro del profeta Isaías, y de la escena del Evangelio en la que Juan Bautista bautiza en el río Jordán, el Papa reflexionó sobre la esperanza en el desierto, cuando, como el pueblo de Israel en Babilonia, "nos sentimos exiliados y lejos de nuestra patria".

El Obispo de Roma señaló que vivimos en un tiempo en el que reina la desesperanza. “Nos sentimos tan necesitados en estos tiempos que aparecen oscuros, donde a veces nos sentimos perdidos frente al mal y a la violencia que nos rodea, delante del dolor de tantos de nuestros hermanos".

"Nos sentimos perdidos y también un poco desanimados, porque nos encontramos impotentes y nos parece que esta oscuridad no va a terminar nunca”.

Pero frente a esos sentimientos, “no dejemos que la esperanza nos abandone, porque Dios, con su amor, camina con nosotros, no nos deja solos, y el Señor Jesús ha vencido el mal y nos ha abierto el camino de la vida”, recordó.

“El consuelo, para el pueblo, comienza con la posibilidad de caminar por el sendero de Dios, un sendero nuevo y transitable, un sendero para atravesar el desierto, para poder atravesarlo y regresar a nuestra patria”, subrayó.

MILAGROS EUCARÍSTICOS REVELARÍAN TIPO DE SANGRE DE JESÚS


¿Coincidencia divina? Milagros eucarísticos revelarían tipo de sangre de Jesús
Por Church POP




 (ACI).- La ciencia ha permitido conocer el tipo de sangre que habría tenido Jesús, gracias a la investigación de diversos milagros eucarísticos ocurridos a lo largo de la historia.

En el siglo VIII, un sacerdote que dudaba de la presencia real de Cristo en la Eucaristía, pudo ver en el momento de la consagración en la Misa que la hostia se convertía en carne y sangre.

Este milagro aún puede verse en la Iglesia San Francesco en Lanciano, Italia, donde ocurrió.


En las décadas de 1970 y 1980, algunos investigadores analizaron el milagro y definieron, entre otras cosas, que el tipo de sangre era AB.

En el siglo XIII, unos 500 años después de Lanciano, otro sacerdote que dudaba de la presencia de Cristo en la Eucaristía contempló cómo la hostia consagrada derramaba sangre sobre el corporal, la tela que se coloca sobre el altar para poner allí los vasos sagrados usados en la comunión.

El corporal donde quedó la huella de este milagro puede venerarse en la Catedral de Orvieto, en Italia. En la década de 1990, los investigadores que analizaron el tipo de sangre indicaron que era AB, al igual que el milagro eucarístico de Lanciano.

Este tipo de sangre también es el que los científicos habrían encontrado en la Sábana Santa de Turín, la túnica que según la tradición cubrió el cuerpo de Cristo en el sepulcro luego de la crucifixión.

Algunos reportes también señalan que el tipo de sangre AB se ha encontrado en la sangre que ha brotado de algunas imágenes de la Virgen María. Los grupos sanguíneos fueron descubiertos recién en el siglo XX, mucho antes de que estos milagros ocurrieran.

Toda esta información permite deducir, entonces, que el tipo de sangre del Señor Jesús fue efectivamente AB.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ChurchPop

ES POSIBLE ENCONTRAR A DIOS EN EL DOLOR?


¿Es posible encontrar a Dios en el dolor?
Todo ser humano necesita encontrar un sentido para el dolor, que inevitablemente llega


Fuente: LaFamilia.info 




Resulta complejo para el ser humano la comprensión del dolor y el sufrimiento. Por desgracia, quien resulta en el banquillo de los acusados es Dios, a sabiendas que Él en su amor infinito, siempre quiere lo mejor para sus hijos.

Todo ser humano necesita encontrar un sentido para el dolor, que inevitablemente llega. Para los cristianos es más fácil encontrar este significado.

¿A quién le gusta sufrir? Se supone que a nadie, pero lo cierto es que la vida, en su camino hacia la felicidad, se encuentra colmada de tropiezos inesperados, algunos determinados por nuestro actuar como otros ajenos a nuestra voluntad. Este recorrido, a ciencia cierta, se hace más llevadero si el Señor acompaña cada paso del andar, puesto que la fe todo lo puede.

Juicios no justos

Nada más apropiado al tema, que el pensamiento del Papa Juan Pablo II acerca del dolor humano, expresado en la Carta apostólica Salvifici Doloris:

“Dentro de cada sufrimiento experimentado por el hombre, y también en lo profundo del mundo del sufrimiento, aparece inevitablemente la pregunta: ¿por qué? Es una pregunta acerca de la causa, la razón; una pregunta acerca de la finalidad (para qué); en definitiva, acerca del sentido. Esta no sólo acompaña el sufrimiento humano, sino que parece determinar incluso el contenido humano, eso por lo que el sufrimiento es propiamente sufrimiento humano. (…) Y es bien sabido que en la línea de esta pregunta se llega no sólo a múltiples frustraciones y conflictos en la relación del hombre con Dios, sino que sucede incluso que se llega a la negación misma de Dios.”

En igual orden, el escritor Jesús David Muñoz de Virtudes y Valores anota:

“Es normal hacernos la pregunta: ¿por qué Dios no quitó el sufrimiento del mundo? ¿Por qué dejó algo que nos molesta tanto?... Sin embargo, esta posición de la criatura que juzga al creador no es en nada justa. Decirle a Dios lo que debe hacer y lo que no debe hacer suena a broma, pero es muchas veces la manera en la que reaccionamos. Nuestra actitud ante el dolor no debe ser la de juzgar a Dios y darle consejos de cómo ser Dios, sino más bien la de buscar encontrar lo qué quiere enseñarnos, las lecciones que quiere que saquemos. ¡Se puede sacar tanto bien de las situaciones adversas y de los sufrimientos!”



El amor le gana al dolor

El sufrimiento en sí mismo, no se puede definir como algo bueno, pues es difícil disfrutar de algo tormentoso, no obstante, lo que hace la diferencia es la actitud del ser humano frente a éste, el provecho, el aprendizaje y los hallazgos que se presenten a través del dolor, en definitiva, el alimento espiritual a través del amor de Dios.

Un ejemplo claro que ilustra lo anterior: “la Madre Teresa de Calcuta no se sentó a contar cuántos pobres había en la India y a suspirar por esta triste situación. No, ella se puso a trabajar y aprendió a amar. (…) Ante la realidad del dolor podemos vivir amargados, renegando o incluso odiando a Dios toda la vida o puede convertirse en una oportunidad para ejercitarnos en el amor.”

Dios es bueno, pero esto no significa que no exista el sufrimiento y el dolor. Dios es tan bueno, que incluso de lo malo puede sacar un bien mayor. Incluso del mal, del dolor más atroz, Dios puede sacar algo mejor. Es cuestión de estar atentos a descubrirlo.”

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 7 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Diciembre 7



Hay quienes dudan de la existencia de Dios, o simplemente la niegan; nosotros quizá nos esforzamos por convencerlos de que Dios existe; quizá no lo logramos.
¿Por qué no lo logramos? ¿Por qué Dios no existe o por qué nosotros no sabemos demostrar su existencia?
Al mundo hay que decirle que Dios existe, no tanto con argumentos, cuanto con obras; hay que presentar un Dios vivo y vivificante; al fin y al cabo, como Él es.
En todo cuanto toquemos, pongamos la marca de Dios; en todo lo que digamos, transparentemos a Dios; en todo cuanto hagamos, vivamos nosotros a Dios... y pronto los demás verán esas marcas de Dios, oirán esos sonidos de Dios, sentirán esa presencia de Dios.
Y sobrarán los argumentos; como el niño no necesita argumentos para amar a su madre, el hombre no debe necesitarlos para creer en Dios ni para amarlo.
“¿Cómo invocarlo sin creer en Él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de Él? ¿Y cómo oír hablar de Él, si nadie lo predica? ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía?” (Rom 10,14-15). Eres tú el que estás enviado por Dios para dar a conocer su existencia y su bondad a todos cuantos lo ignoran; si tú le fallas, ¿cómo van ellos a llegar al conocimiento del verdadero Dios?


* P. Alfonso Milagro

FELIZ MIÉRCOLES!!!



martes, 6 de diciembre de 2016

CÓMO NACIÓ EL PESEBRE



Cómo “nació” el pesebre



El pesebre lo creó o fue una idea de San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza, en la Navidad de 1223, hace muchos años ya, en el pueblecito de Greccio, en Italia.

Francisco estaba débil y enfermo, y pensando que tal vez aquella sería su última Navidad en la tierra, quiso celebrarla de una manera distinta y muy especial.

Un amigo de Francisco, el señor Juan Velita, era dueño de un pequeño bosque en las montañas de Greccio, y en el bosque había una gruta que a Francisco se le parecía mucho a la cuevita donde nació Jesús, en los campos de Belén, y que él había conocido hacía poco en su viaje a Tierra Santa.

Francisco habló con su amigo, le contó su idea de hacer allí un “pesebre vivo”, y juntos lo prepararon todo, en secreto, para que fuera una sorpresa para los habitantes del pueblo, niños y grandes.

Entre la gente del pueblo, Francisco y Juan escogieron algunas personas para que representaran a María, a José, y a los pastores; les hicieron prometer que no dirían nada a nadie antes de la Navidad, y, siguiendo el relato del Evangelio de San Lucas, prepararon la escena del nacimiento. ¡Hasta consiguieron un hermoso bebé para que representara a Jesús!

La noche de Navidad, cuando todas las familias estaban reunidas en sus casas, las campanas de la iglesia empezaron a tocar solas…  ¡Tocaban y tocaban como si hubiera una celebración especial!… Pero nadie sabía qué estaba pasando… El Párroco del pueblo no había dicho que fuera a celebrar la  Misa del Gallo… la Misa de Medianoche….

Sorprendidos y asustados a la vez, todos los habitantes de Greccio salieron de sus casas para ver qué estaba sucediendo… Entonces vieron a Francisco que desde la montaña los llamaba, y les indicaba que subieran donde él estaba.

Alumbrándose con antorchas, porque la noche estaba muy oscura y hacía mucho frío, todos se dirigieron al lugar indicado, y cuando llegaron quedaron tan admirados, que cayeron de rodillas, porque estaban viendo algo que nunca habían pensado poder ver. Era como si el tiempo hubiera retrocedido muchos, muchos años, y se encontraran en Belén, celebrando la primera Navidad de la historia: María tenía a Jesús en sus brazos, y José, muy entusiasmado, conversaba con un grupo de pastores y pastoras, que no se cansaban de admirar al niño que había acabado de nacer…

Después, cuando todos se calmaron, el sacerdote, que había sido cómplice de Francisco y de Juan Velita en aquel secreto, celebró la Santa Misa, y Jesús se hizo presente en el Pan y el Vino consagrados, como pasa siempre que se celebra una Misa en cualquier lugar del mundo.

Terminada la Eucaristía, Francisco, lleno de amor y de alegría, les contó a todos los presentes, con lujo de detalles, la hermosa historia de la Navidad, y Jesús, “luz del mundo”, llenó sus corazones de paz y de amor.

Tres años más tarde, Francisco de Asís murió, dejándonos esta hermosa costumbre de hacer el pesebre todos los años, que a todos nos gusta tanto

DE SAN NICOLÁS A SANTA CLAUS



De San Nicolás a Santa Claus
Su legendaria caridad es el origen del personaje conocido universalmente como Santa Claus o Papá Noel 


Por: P. Jordi Rivero | Fuente: Catholic.net 




Poco se sabe con certeza de San Nicolás más allá de los siguientes datos: nació en Parara de Licia, una antigua provincia del Asia Menor; en su juventud hizo una peregrinación a Egipto y Palestina. Poco tiempo después de su regreso fue nombrado obispo de Mira, capital de Licia, junto al mar Mediterráneo; echado en prisión durante la persecución de Diocleciano por confesar su fe, fue liberado al subir al trono el emperador Constantino.

Posiblemente San Nicolás participó en el Concilio de Nicea en el año 325, donde se condenó la herejía arriana que ponía en duda la divinidad de Jesucristo y se instituyó el credo Nicenciano, el cual es una fuente para el credo posterior que se reza en las misas dominicales. Por otra parte, su nombre no aparece en las antiguas listas de los obispos que participaron en el concilio.

San Metodio afirma que "gracias a las enseñanzas de Nicolás, la metrópolis de Mira fue la única que no se contaminó con la herejía arriana y la rechazó firmemente, como si fuese un veneno mortal". San Nicolás tomó también medidas severas contra el paganismo y lo combatió incansablemente. Su celo por la justicia es legendario. Cuando el gobernador Eustacio había sido sobornado para condenar a tres inocentes, Nicolás se presentó en el momento de la ejecución, detuvo al verdugo y puso en libertad a los prisioneros. Reprendió entonces a Eustacio, hasta que éste reconoció su crimen y se arrepintió. En esa ocasión habían presentes tres oficiales que más tarde, al verse ellos mismos en peligro de muerte le rezaron a San Nicolás. Esa misma noche el santo se apareció en sueños a Constantino y le ordenó que pusiese en libertad a los tres inocentes. Constantino interrogó a los tres y al darse cuenta por ellos de que habían invocado a San Nicolás, los envió libres al santo obispo con una carta en la que le rogaba que orase por la paz del mundo.

Durante mucho tiempo ese fue el milagro mas famoso de San Nicolás, y prácticamente lo único que se sabía de él en la época de San Metodio quién murió en el 847. Devoción a San Nicolás Después de su muerte el 6 de diciembre, de 345 o 352, creció su devoción y aumentaron los reportes de sus milagros. Se convirtió en el patrón de los niños y marineros.

En el siglo VI, el emperador Justiniano construyó una Iglesia en Constantinopla en su honor. Su popularidad en esa ciudad (hoy día Estambul) se propagó por todo el Cristianismo. Fue nombrado patrono de Rusia y, gracias a los zares, su devoción aumentó hasta tener mas iglesias dedicadas a su nombre en Rusia que ningún otro santo fuera de la Virgen María.

Es interesante que San Nicolás es popular en Rusia siglos antes de que fuera conocido en el continente Americano. En Alemania la devoción a San Nicolás comenzó bajo Otto II, posiblemente por su esposa Theophano, quien era griega. El obispo Reginald de Eichstaedt (991) escribió "Vita S. Nicholai." El 9 de mayo, de 1087 sus huesos fueron rescatados de Mira que había caído bajo la invasión musulmana. Se llevaron a Bari, en la costa adriática de Italia. Fue posiblemente en ese tiempo en que se propagó su devoción en Italia donde se le conoce como San Nicolás de Bari. Sus reliquias todavía se preservan en la Iglesia de San Nicola de Bari, Italia. En Mira, se decía que "el venerable cuerpo del obispo, embalsamado en el aceite de la virtud, sudaba una suave mirra que le preservaba de la corrupción y curaba a los enfermos, para gloria de aquél que había glorificado a Jesucristo, nuestro verdadero Dios". El fenómeno no se interrumpió con la translación de los restos; según se dice, un aceite conocido como el Manna di S. Nicola, sigue brotando de su cuerpo.

San Nicolás es honrado como patrón en los siguientes lugares: Rusia; Nápoles y Sicilia, Italia; Campen, Holanda; Freiburg en Suiza; Lorena; la Diócesis de Liège; también en ciudades de Alemania, Austria y Bélgica. En diferentes lugares es patrón de marineros, mercantes, panaderos, niños y viajeros. Los marineros del mar Egeo y los del Jónico, siguiendo la costumbre del oriente, tienen una "estrella de San Nicolás" y se desean buen viaje con estas palabras: "que San Nicolás lleve tu timón".

Su imagen se representa en el arte en diferentes formas según sus milagros. En Demre (Turquía), la Basílica de San Nicolás está ahora en ruinas y hay dudas sobre cual es su tumba original. Ya no quedan cristianos en la ciudad, pero los negociantes musulmanes han fundado una organización caritativa en su honor que cada año da un premio de paz.

Tratándose de un santo muy popular no faltaron las maravillosas historias que se acumularon a través de los siglos...



Leyenda de los marineros

Durante una hambruna, el santo pidió que se organizara una flota para llevar grano a un pueblo que sufría hambre.

La flota sobrevivió una terrible tormenta gracias a la bendición del obispo. En otra ocasión, San Nicolás convenció a unos mercaderes para que entregasen todos los alimentos que tuviesen en su barca. Al llegar a su destino, estos encontraron todos los alimentos en su lugar original.


Leyenda de las tres doncellas 

Se cuenta que en la diócesis de Mira un un vecino de San Nicolás se encontraba en tal pobreza que se decidió a exponer a sus tres hijas vírgenes a la prostitución para sacar de ese vil mercado el sustento para él y para ellas.... Sin dinero no podían pagar la dote de una, por lo que ninguna se podía casar. Para evitar aquel inhumano lenocinio, San Nicolás tomó una bolsa con monedas de oro y, al amparo de la oscuridad de la noche, la arrojó por la chimenea de la casa de aquel hombre. Con el dinero se casó la hija mayor. San Nicolás hizo lo mismo para favorecer a las otras dos hermanas. En la segunda ocasión, tras ser tirada la bolsa sobre la pared del patio de la casa del pobre, esta se enredó en la ropa que se tendía para secar... El padre se puso al acecho en la ventana, descubrió a su bienhechor y le agradeció su caridad.

Se narra también que San Nicolás resucitó a tres niños que habían sido asesinados y desechados en un barril de sal.

Las antiguas leyendas de los niños y los regalos por la chimenea y las medias dieron lugar en Alemania, Suiza y los Países Bajos a la leyenda del "niño obispo" y sobre todo a la costumbre de que San Nicolás trae secretamente regalos para los niños el 6 de diciembre, día en que la Iglesia celebra su fiesta. Dicha costumbre fue popularizada en los Estados Unidos por los protestantes holandeses de Nueva Amsterdam, que convirtieron al santo "papista" en un mago nórdico.

Su nombre fue abreviado, no solo a San Nic, sino también a Sint Klaes o Santa Claus. Lamentablemente el Santa Claus moderno ha sido paganizado. La mitra de obispo fue remplazada por el hoy famoso gorro rojo, su cruz pectoral desapareció por completo.

Se mudó de Turquía al Polo Norte, de donde viene por la nieve con venados. El Santa Claus pagano cautivó la imaginación de agentes publicitarios en el occidente.

Como San Nicolás era obispo, se le representa vestido en rojo. Hoy día, "Santa Claus" se utiliza para vender toda clase de cosas y casi nadie recuerda su verdadera historia. Es hora que los cristianos recuperemos a nuestro santo y le enseñemos a nuestros niños que la Navidad es la celebración del Nacimiento de Dios hecho niño. Recordemos pues que San Nicolás fue un santo obispo que se preocupaba por los pobres, especialmente los niños y se hizo famoso por su caridad.

SAN NICOLAS de Mira, también llamado San Nicolás de Bari, murió el 6 de diciembre, del 345 o 352. Su legendaria caridad es el origen del personaje conocido universalmente como "Santa Claus" o "Papá Noel". Cinco papas han llevado el nombre de Nicolás, pero el santo de nuestra historia no fue papa sino obispo. Su fiesta es el 6 de diciembre. 

IMÁGENES DE SAN NICOLÁS DE BARI







SAN NICOLÁS DE BARI, 6 DE DICIEMBRE



San Nicolás, patrono de los niños, marineros y viajeros
6 de diciembre 


 (ACI).- “Sería un pecado no repartir mucho, siendo que Dios nos da tanto”, solía decir San Nicolás, patrono de los niños, los marineros, los viajeros y de Rusia, Grecia y Turquía. Un aceite milagroso brota de sus restos, que ha servido para la curación de los enfermos. Su fiesta se celebra cada 6 de diciembre.

Al tratarse de un santo de los primeros siglos, poco se sabe con certeza de él, salvo que nació en Licia (actual Turquía), y en una familia muy rica. Tenía un tío Obispo que lo ordenó sacerdote.

Sus padres murieron atendiendo a los enfermos de una epidemia y dejaron a San Nicolás una fortuna. sin embargo, el joven decidió repartirla entre los pobres e ingresar a un monasterio como monje. Más adelante peregrinó a Egipto y Palestina, donde conoció Tierra Santa.

A su regreso, llegó a la ciudad de Mira, en Turquía, donde los obispos y sacerdotes discutían en el templo sobre quién debía ser elegido como nuevo Obispo de la ciudad. Al final decidieron que sería el próximo sacerdote que ingresara al recinto. En ese momento entró San Nicolás y fue elegido como Prelado por aclamación de todos.

Sin embargo, se desató una persecución contra los cristianos y es encerrado en una prisión, de la que es liberado por el emperador Constantino, cuando éste subió al trono.

"Gracias a las enseñanzas de Nicolás, la metrópolis de Mira fue la única que no se contaminó con la herejía arriana la cual rechazó firmemente, como si fuese un veneno mortal", decía San Metodio. El arrianismo negaba la divinidad de Jesucristo. Así mismo San Nicolás combatió incansablemente el paganismo.


Defensor de la justicia, salvó a tres jóvenes de ser ejecutados, víctimas de un soborno del gobernador Eustacio, quien luego se arrepintió al ser reprendido por San Nicolás.

Tres oficiales fueron testigos de estos hechos y posteriormente, cuando estaban en peligro de muerte, rezaron a San Nicolás. El Santo se le apareció en sueños a Constantino y le ordenó que los liberase porque eran inocentes.

El emperador, luego de que los soldados le dijeran que ellos habían invocado a San Nicolás, los envió libres y con una carta al Santo Obispo, en la que le pedía que orase por la paz en el mundo.

Es patrono de los marineros porque en medio de una tempestad unos marineros empezaron a  clamar: “Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos”. En ese momento, se cuenta, apareció San Nicolás sobre el barco, bendijo el mar y este se calmó. Luego el Obispo desapareció.

Según la costumbre de oriente, los marineros del mar Egeo y del Jónico tienen una “estrella de San Nicolás” y se desean buen viaje diciendo: “Que San Nicolás lleve tu timón”.

Se narra también que tres niños fueron asesinados y arrojados en un barril de sal. Sin embargo, por la oración de San Nicolás los infantes volvieron a la vida. Por ello es patrono de los niños y se le suele representar con tres pequeños a su costado.

Otra leyenda narra que en la Diócesis de Mira había un vecino en extrema pobreza que decidió exponer a sus tres hijas vírgenes a la prostitución para que todos ellos puedan subsistir.

San Nicolás, buscando evitar que esto sucediera y en la oscuridad de la noche, arrojó por la chimenea de la casa de aquel hombre una bolsa con monedas de oro. Con el dinero se casó la hija mayor.


Quiso el Santo hacer lo mismo en bien de las otras dos, pero en la segunda ocasión, después de tirar la bolsa sobre la pared del patio de la casa, San Nicolás se enredó con la ropa que estaba tendida para secar y el padre descubrió a su bienhechor y le agradeció su caridad.

San Nicolás partió a la Casa del Padre un 6 de diciembre, pero no sabe con exactitud si fue en el año 345 o en el 352. Más adelante su devoción aumentó y se reportaron numerosos milagros.

En el S. VI, el emperador Justiniano construyó una Iglesia en Constantinopla (hoy Estambul) en su honor, y se hizo popular en todo el cristianismo. San Nicolás es patrono de Rusia, Grecia y Turquía. Además es honrado en ciudades de Italia, Holanda, Suiza, Alemania, Austria y Bélgica.

En 1087 sus huesos fueron rescatados de Mira, que había caído bajo invasión musulmana, y se llevaron a Bari, en la costa adriática de Italia. Por esto es llamado San Nicolás de Mira o San Nicolás de Bari. Sus reliquias reposan en la Iglesia de “San Nicola de Bari”.

De sus restos brota un aceite conocido como el “Manna di S. Nicola”. En Mira, se decía que "el venerable cuerpo del obispo, embalsamado en el aceite de la virtud, sudaba una suave mirra que le preservaba de la corrupción y curaba a los enfermos, para gloria de aquél que había glorificado a Jesucristo, nuestro verdadero Dios".

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Biografía de San Nicolás de Bari

Por haber sido tan amigo de la niñez, en su fiesta se reparten dulces y regalos a los niños, y como en alemán se llama "San Nikolaus", lo empezaron a llamar Santa Claus, siendo representado como un anciano vestido de rojo, con una barba muy blanca, que pasaba de casa en casa repartiendo regalos y dulces a los niños. De San Nicolás escribieron muy hermosamente San Juan Crisóstomo y otros grandes santos, pero su biografía fue escrita por el Arzobispo de Constantinopla, San Metodio.

Desde niño se caracterizó porque todo lo que conseguía lo repartía entre los pobres. Unos de sus tíos era obispo y fue éste quien lo consagró como sacerdote, pero al quedar huérfano, el santo repartió todas sus riquezas entre los pobres e ingresó a un monasterio.

Según la tradición, en la ciudad de Mira, en Turquía, los obispos y sacerdotes se encontraban en el templo reunidos para la elección del nuevo obispo, ya que el anterior había muerto. Al fin dijeron: "elegiremos al próximo sacerdote que entre al templo". En ese momento sin saber lo que ocurría, entró Nicolás y por aclamación de todos fue elegido obispo. Fue muy querido por la cantidad de milagros que concedió a los fieles.

En la época del Licino, quien decretó una persecución contra los cristianos, Nicolás fue encarcelado y azotado. Con Constantino fueron liberados él y los demás prisioneros cristianos. Se dice que el santo logró impedir que los herejes arrianos entrasen a la ciudad de Mira.

El santo murió el 6 de diciembre del año 345. En oriente lo llaman Nicolás de Mira, por la ciudad donde fue obispo, pero en occidente se le llama Nicolás de Bari, porque cuando los mahometanos invadieron a Turquía, un grupo de católicos sacó de allí, en secreto, las reliquias del santo y se las llevó a la ciudad de Bari, en Italia.

En esta ciudad se obtuvieron tan admirables milagros por su intercesión, que su culto llegó a ser sumamente popular en toda Europa. Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía.

DIOS ME BUSCA SIN DESCANSO


Dios me busca sin descanso
Sigues, hoy como hace muchos años, en busca de tu oveja, con una insistencia amorosa y llena de esperanza.


Por: P.Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net 




¿Por qué Dios busca mi regreso? ¿Por qué sigue tras mis huellas? ¿Por qué llama de mil maneras a las puertas de mi alma?

Cada ser humano es hijo, aunque a veces lo olvidamos, aunque a veces perseguimos sombras de grandeza o brillos de placeres vanos.

Mientras nos encandila un espejismo, mientras dejamos que el corazón quede aprisionado en amores falsos, Dios sigue cada uno de mis pasos, Dios espera mi arrepentimiento, Dios suspira que le suplique sus cuidados.

¿Qué gana Dios si dejo mi pecado? ¿Cuál es el motivo de su insistencia? ¿Por qué no deja perecer a quien, ingrato, camina lejos de la casa paterna, a quien busca libertades huecas?

El poeta preguntaba, en medio de su asombro: "¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?" Su pregunta es también la mía: ¿por qué no te rindes ante mi pecado, mi egoísmo, mis ingratitudes, mis bajezas? ¿Por qué me buscas sin descanso?

Dios responde con la insistencia de su Hijo, con los reclamos de un Pastor que va tras la oveja rebelde. Como expresaba, en su teatro poético, Tirso de Molina, el deseo de Cristo de recuperar la oveja es tan grande que la acoge también si ha dejado de ser blanca:

(...) mas la gran clemencia
de mi mayoral
dice que, aunque vuelvan,
si antes fueron blancas,
al rebaño negras,
que las dé mis brazos,
y sin extrañeza
requiebros las diga
y palabras tiernas (Tirso de Molina, "El condenado por desconfiado").

Sigues, hoy como hace muchos años, en busca de tu oveja, con una insistencia amorosa y llena de esperanza. Como si tu dicha dependiese de mi regreso, de mis lágrimas, de mi conversión sincera.

No puedo seguir con mi respuesta dura, indiferente, distraída. Llega la hora de darte la alegría de permitirte celebrar la fiesta. Descubriré, entonces, que ese gozo tuyo, inmenso, divino, es también el mío...

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS, 6 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Diciembre 6



Dios no puede ser más bondadoso con el hombre: le otorga tantos beneficios, le concede tantas gracias; realmente, Dios ya no puede hacer más por el hombre.

En cambio, el hombre ¡qué desagradecido suele ser con Dios! No solamente no le agradece lo que recibe de Él, sino que incluso emplea los mismos dones de Dios para revelarse contra Él.

Dios no puede hacer más; el hombre no pudo hacer menos.

Dios no pudo dar más; el hombre no pudo responder menos.

Dios no pudo ofrecer más; el hombre no pudo rebajarse menos.

Pero Dios está empeñado en sacar luz de las tinieblas, vida de la muerte, generosidad de la negociación; ojalá ahora Dios salga con la suya, y nosotros no salgamos con la nuestra.

“El que siembra mezquinamente, tendrá una cosecha muy pobre; en cambio, el que siembra con generosidad, cosechará abundantemente. Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría” (2 Cor 9,6-7). La medida de tu generosidad la tiene que dar tu corazón, tu amor a Dios; es regla de proporción directa; a mayor amor, mayor generosidad.


* P. Alfonso Milagro

BUENAS TARDES


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