martes, 23 de febrero de 2016

¿PARA QUE SIRVE UN MINUTO?

¿Para qué sirve un minuto?

Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida.

Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.

Un minuto sirve para escuchar el silencio.

Es en un minuto en que uno dice el sí, o el no que cambiará toda su vida.

Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.
Un minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.

En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar , esperar, creer, vencer y ser.

En un minuto se puede salvar una vida.

Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.

Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.

Minutos…….. cuantas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuantas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.
Con frecuencia decimos ”es un minuto” que nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo, como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, cómo nos llena de emoción ese minuto al que se entrega al hilo al nacer y como también que la vida otorgue más minutos a que la muerte separará físicamente y no veremos más.

Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.

Lo importante no es vivir la vida por qué sí, dejando pasar el tiempo.

Aprendamos a vivir la vida intensamente.

Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que sí no es hoy , será mañana . 
Recuerda que tu tiempo es hoy.
La vida es hoy.
Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.



María Julia La Fuente

LOS TRES PICAPEDREROS


Los tres picapedreros


Se ha escrito que un corazón sin ideales es como un cielo sin estrellas. Alimentar objetivos atrayentes y hermosos dinamizan la rutina diaria, alegran la vida y te impulsan a entregarte con todas tus capacidades a la tarea cotidiana, por modesta y sencilla que sea. Aquí tienes una anécdota que ejemplifica este principio.

Un transeúnte se detuvo un día ante una cantera en la que trabajaban tres compañeros. Preguntó al primero: "¿Qué haces, amigo?" Y éste respondió sin alzar la cabeza: "Me gano el pan". Preguntó al segundo: "¿Qué haces, amigo?" Y el obrero, acariciando el objeto de su tarea, explicó: "Ya lo ves, estoy tallando una hermosa piedra". Preguntó al tercero: "¿Qué haces, amigo?" Y el hombre, alzando hacia él unos ojos llenos de alegría, exclamó: "Estamos edificando una catedral". Y el caso es que los tres estaban realizando el mismo trabajo.

Es hermoso que alimentes en el corazón grandes ideales para movilizar tus ocultas energías. Pero, al mismo tiempo trata de ser realista cuidando los pequeños esfuerzos que te conducirán al logro de tus ilusiones. “Si quieres mantener tu surco derecho, ata tu arado a una estrella” (M. Hebrard).


* Enviado por el P. Natalio

CIENTÍFICOS AFIRMAN QUE REZAR REDUCE RIESGO DE ALZHEIMER

Científicos afirman que rezar reduce riesgo de Alzheimer
Los resultados apuntaron a que la oración influye de forma notablemente positiva en el cerebro.


Por: ACI Prensa | Fuente: ACI Prensa 



Un grupo de científicos de Estados Unidos e Israel concluyeron que rezar regularmente puede reducir, en el caso de las mujeres, hasta en 50 por ciento el riesgo de sufrir Alzheimer.
Los resultados, expuestos en junio en la Universidad de Tel Aviv (Israel), apuntaron a que la oración influye de forma notablemente positiva en el cerebro.
De acuerdo al profesor Rivka Inzelberg, que encabezó el estudio, “la oración es una costumbre en la que se emplea el pensamiento, y la actividad intelectual ocasionada podría constituir una medida de protección contra la enfermedad”.
“Cualquier trabajo intelectual influye positivamente al trabajo del cerebro”, señaló el científico.
La investigación experimentó dificultades al determinar la relación entre la oración y el Alzheimer entre hombres, ya que el 90 por ciento de varones aseguraron rezar diariamente, lo que imposibilitó tener una muestra adecuada.
Sin embargo, “entre las mujeres, sólo el 60 por ciento rezaba cinco veces al día, y 40 por ciento no rezaba regularmente, así que pudimos comparar la información”, indicó Inzelberg.

SEÑOR, AYÚDAME!!


SEÑOR, AYÚDAME!!


Señor, ayúdame a esparcir tu fragancia allí donde vaya.
Resplandece a través  de mí y sé en mí, para que todas las almas que me rocen sientan tu presencia en mi alma.
Deja que alcen la mirada y ya no me vean a mí, sino a ti, Señor.
Quédate conmigo y empezaré a brillar como Tú brillas, con un brillo que iluminará a los demás.
Y esa luz, Señor, saldrá de ti, no será mía: serás Tú, iluminando a los demás a través de mí.
Deja que predique sin predicar, no a través de la palabra, sino de mi ejemplo, de una fuerza arrebatadora, la influencia de la compasión en lo que hago, la patente plenitud que el amor de mi corazón te profesa.


* J. H. Newman

SIGUIENDO LOS PASOS DEL PRIMER PASTOR


Siguiendo los pasos del primer pastor
Pedro será el primer pastor de esa serie de sucesores, que durarán tanto como la roca, es decir, tanto como la humanidad.


Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 




Ayer celebramos la Cátedra de San Pedro y recordamos a San Pedro y a nuestro pastor el papa Francisco.

Frente a ti Señor, ante el Misterio del Sacramento Eucarístico me llega al pensamiento de la enorme gracia que es, primero, creer en ti, después saber que eres un Dios-Redentor... pero también toda la inmensa responsabilidad de testimonio de vida que esto implica.

Si siento que el creer en ti y en la Iglesia Católica me reviste de unas gracias muy especiales como hijo de Dios, portador de valores eternos y heredero del cielo... ¿Cómo ha de ser mi vida?.

Y la respuesta es: siendo fiel al Papa, hoy a nuestro Pastor el Papa Francisco y a la Iglesia porque como bien decía el Padre José Luís Descalzo: "El encargo a Pedro es algo más que un encargo puramente personal. Pedro no es inmortal. Las palabras de Jesús van a  recordarlo. La consigna, pues, que Cristo le da tienen que tener un significado especial, más largo que la vida personal de Pedro. Si Cristo habla de un rebaño permanente que va a prolongarse por los siglos, es claro que también habla de un pastoreo permanente, que durará después de la muerte de  este pastor concreto."

 Jesús, estabas realmente introduciendo en la historia religiosa de la Humanidad una institución llamada a durar tanto como la fe en ti. Más claro aún: estaba instituyendo  una dinastía de pastores.  No una dinastía carnal y transmisible por la sangre, pero si una dinastía del espíritu.



Pedro será el primer pastor de esa serie en la que nunca le faltarán sucesores. El pastoreo durará tanto como la roca, es decir, tanto como la humanidad...

Tu, Señor, viniste para mostrarnos el Camino.

Fuiste el Maestro y fuiste el Pastor... dejando todos los cabos bien atados, todas tus enseñanzas diáfanas, claras.  Nos enseñaste a orar, nos hablaste de las Bienaventuranzas, nos hablaste de los Mandamientos, del código del amor, que tomásemos la cruz para seguirte, nos aseguraste que cuando dos o más orásemos al Padre, El estaría allí, entre nosotros, que fuésemos generosos, pero no ostentosos en nuestras dádivas, sino que lo que la mano derecha haga no lo sepa la izquierda, que seguir tus pasos cuesta renuncias y valentía, pero que al final podremos contemplar tu rostro y nos llamarás "benditos de mi Padre".

Sabiendo todo esto ¿viviré como ignorándolo, haciéndome la loca, la indiferente y quizá pensando que ya que tu misericordia es infinita también tendré la infinita disculpa.... para mi desamor, para mi ingratitud...¡cuidado!.

Ya nos mostraste el Camino y apartarnos de él pudiera ser, que ni el arrepentimiento del "buen ladrón" nos alcance al final de la jornada a tocar a nuestra puerta, atrapada en el laberinto de las pasiones y del despreocupado vivir.

Ahora frente a ti y en el silencio de ese amor oculto parece que te oigo decir:- No pierdas más tiempo. Es hora del cambio, es hora de tomar la religión católica muy en serio y cumplir con los deberes de todo buen cristiano, de haceros apóstoles y llevar mi Mensaje a todos los que estén a vuestro lado con la palabra y con el ejemplo.

Aquí estoy, esperando que seaís valientes y que lleveis en el alma el legítimo orgullo de ser  católicos, portadores de la  Verdad.

Tendreis que seguir siendo pastores, tras los pasos del Primer Pastor, ahora los del presente Papa Francisco para que un día... ¡ HAYA UN SOLO REBAÑO !  cuyas ovejas no se aparten del Camino enseñado.

BUEN DÍA, QUE DIOS BENDIGA TU DIA!!!


lunes, 22 de febrero de 2016

¿QUIÉN DICE LA GENTE QUE SOY YO?


¿Quién dice la gente que soy yo?
Solemnidades y Fiestas
Mateo 16, 13-19. Fiesta de la Cátedra de San Pedro. La palabra cátedra es de origen griego y significa sede.


Por: Arturo López | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-19
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?». Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas». «Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?». Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo». Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Mesías.

Oración introductoria
Gracias Señor por permitirme el regalo de un día más. No sé que es lo que me tienes reservado para mi futuro sólo sé que quiero ofrecerte mi presente limitado, pero entusiasmado y sediento de conocerte para mejor amarte.

Petición
Espíritu Santo recibe mis manos abiertas para pedirte que mi confesión de amor por Dios no sea sólo con mis labios, sino que mis labios puedan confesar el deseo de vivir en conformidad con lo que conozco de Dios.

Meditación del Papa Francisco
En el Evangelio de hoy Jesús plantea dos preguntas a sus discípulos. La primera: “La gente, ¿quién dice que es el Hijo del hombre?” es una pregunta que demuestra en qué medida el corazón y la mirada de Jesús están abiertos a todos. A Jesús le interesa lo que piensa la gente no para complacerla, sino para poder entrar en comunicación en ella. Sin saber lo que la gente piensa, el discípulo se aísla y empieza a juzgar a la gente según sus pensamientos y convicciones.
Mantener un sano contacto con la realidad, con lo que la gente vive, con sus lágrimas y sus alegrías, es la única forma de poder ayudarle, de poder formarla y comunicar con ella. Es el único modo de hablar al corazón de las personas tocando su experiencia cotidiana: el trabajo, la familia, los problemas de salud, el tráfico, la escuela, los servicios sanitarios, etc... Es el único modo de abrir su corazón a la escucha de Dios. En realidad, cuando Dios quiso hablar con nosotros se encarnó. Los discípulos de Jesús nunca deben olvidar de dónde fueron elegidos, es decir de entre la gente, y nunca deben caer en la tentación de asumir actitudes distantes, como si lo que la gente piensa y vive no les afectase y no fuese importante para ellos. (Homilía de S.S. Francisco, 10 de noviembre de 2015).
Reflexión
Celebramos hoy, con la Iglesia universal, la fiesta de la Cátedra de San Pedro. La palabra cátedra es de origen griego y significa sede. Es el sitio ocupado por un maestro autorizado para la enseñanza.

Así, cuando se habla de una decisión “ex cátedra” del Papa, se trata de una decisión en la que el Sumo Pontífice habla como maestro universal de la Iglesia.
San Pedro, en el Evangelio de hoy, recibe una gran tarea: Jesús lo elige primer papa de la Iglesia.

Este texto evangélico nos habla del testimonio de Pedro sobre la persona de Cristo. A primera vista resulta normal que un discípulo de Cristo le testimonie como el Hijo de Dios. Ahora bien, nosotros, los nuevos apóstoles de Cristo, ¿qué hemos hecho para testimoniarlo? Escuchamos respuestas varias del hombre de nuestro tiempo que muchas veces se opone a dicho anuncio evangélico. ¿Mi respuesta personal va dirigida a Cristo? Hoy me está invitando Cristo a renovar este testimonio: en el puesto concreto donde me ha colocado y en la misión que esté desarrollando. Lo interesante no es tanto lo que yo diga de Jesús, sino lo que a partir de hoy estaré dispuesto a hacer por Él.
¡Ánimo, yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo! Nos asegura hoy también el Maestro.

No son las palabras las que mueven los corazones, son las actitudes y las palabras las que avalan un testimonio.
Propósito
Renovaré hoy en cinco minutos delante de un crucifijo mi deseo de coherencia con lo que sé que es verdadero y perenne.
Diálogo con Cristo
Si tú fuiste capaz de infundirle a Pedro el coraje que se requiere el testimoniarte, hoy dame a mí la gracia de hacer lo mismo con la alegría que sólo viene del que se entrega a ti.


Si vis mutare mores, muta amores
“Si quieres cambiar tus costumbres, cambia tus amores”
 (San Agustín).

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: LUNES 22 DE FEBRERO DEL 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Febrero 22


Con frecuencia leemos en el exterior de un Hospital ese letrero sugestivo: "¡Silencio, por favor!"
Y ponemos ese letrero para que no sufran los que están allí; y yo pienso que si muchos sufren en la vida, ¿no será porque ellos no han hecho suficiente silencio en su interior?
Hoy no se soporta casi ni "un minuto de silencio" en actos oficiales o deportivos; hoy cuesta mucho darle aunque no sea más que un minuto a Dios, al Señor, a la propia conciencia.
El mundo moderno, "tecnologizado" hasta en el campo, ya no es capaz de hacer silencio a su alrededor, y ya no soporta el silencio interior; sin embargo, el hombre de hoy necesita esas zonas de silencio en las que pueda refugiarse contra el ruido enervador y alienante que le impide su propia reconcentración.
Muchos se vuelcan a la enervante algarabía de los espectáculos públicos donde tratan de desaparecer en el anonimato; y, sin embargo, en ninguna parte se siente más solo el hombre que en medio de esa multitud amorfa y alborotada.
“¡Cuánto amo tu ley, todo el día la medito…! Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, porque siempre me acompañan” (Sal 119,97-99)

* P. Alfonso Milagro

LA CÁTEDRA DEL APÓSTOL SAN PEDRO, FIESTA, 22 DE FEBRERO


La Cátedra del Apóstol San Pedro
Fiesta, 22 de febrero
Fuente: ACIprensa.com 




Fiesta
Martirologio Romano: Fiesta de la cátedra de san Pedro, apóstol, al que el Señor dijo: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. En el día en que los romanos acostumbraban a recordar a sus difuntos, se celebra la sede de aquel apóstol, cuyo sepulcro de conserva en el campo Vaticano y ha sido llamado a presidir en la caridad a toda la Iglesia.

Hoy se celebra la festividad de la Cátedra de San Pedro, una ocasión solemne que se remonta al cuarto siglo y con la que se rinde homenaje y se celebra el primado y la autoridad de San Pedro.

La palabra "cátedra" significa asiento o trono y es la raíz de la palabra catedral, la iglesia donde un obispo tiene el trono desde el que predica. Sinónimo de cátedra es también "sede" (asiento o sitial): la "sede" es el lugar desde donde un obispo gobierna su diócesis. Por ejemplo, la Santa Sede es la sede del obispo de Roma, el Papa.

Hace no muchos años, antes de rezar el Ángelus en este día, el Papa Juan Pablo II recordó que "la festividad litúrgica de la Cátedra de San Pedro subraya el singular ministerio que el Señor confió al jefe de los apóstoles, de confirmar y guiar a la Iglesia en la unidad de la fe. En esto consiste el ´ministerium petrinum´, ese servicio peculiar que el obispo de Roma está llamado a rendir a todo el pueblo cristiano. Misión indispensable, que no se basa en prerrogativas humanas, sino en Cristo mismo como piedra angular de la comunidad eclesial". "Recemos -dijo- para que la Iglesia, en la variedad de culturas, lenguas y tradiciones, sea unánime en creer y profesar las verdades de fe y de moral transmitidas por los apóstoles".

La cátedra es en realidad el trono que Carlos el Calvo regaló al papa Juan VIII y en el que fue coronado emperador el día de Navidad del año 875. Carlos el Calvo era nieto de Carlomagno. Durante muchos años la silla fue utilizada por el papa y sus sucesores durante las ceremonias litúrgicas, hasta que fue incorporada al Altar de la Cátedra de Bernini en 1666.

Tradiciones, leyendas y creencias afirmaron durante muchos años que la silla era doble y que algunas partes se remontaban a los primeros días de la era cristiana e incluso que la utilizó San Pedro en persona. La silla ha sido objeto de numerosos estudios a lo largo de los siglos y la última vez que fue extraída del nicho que ocupa en el altar de Bernini fue durante un período de seis años, entre 1968 y 1974. Los análisis efectuados en aquella ocasión apuntaban a que se trataba de una sola silla cuyas partes mas antiguas eran del siglo VI. Lo que se había tomado por una segunda silla era en realidad una cubierta que servía tanto para proteger el trono como para llevarlo en procesión.

Todos los años en esta fecha, el altar monumental que acoge la Cátedra de San Pedro permanece iluminado todo el día con docenas de velas y se celebran numerosas misas desde la mañana hasta el atardecer, concluyendo con la misa del Capítulo de San Pedro.

TÚ ERES PEDRO, Y TE DARÉ LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS


Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los cielos
Celebramos hoy, con la Iglesia universal, la fiesta de la Cátedra de San Pedro. La palabra cátedra es de origen griego y significa sede.


Por: Padre Nicolás Schwizer | Fuente: Homilías del Padre Nicolás Schwizer 




Celebramos hoy, con la Iglesia universal, la fiesta de la Cátedra de San Pedro. La palabra cátedra es de origen griego y significa sede. Es el sitio ocupado por un maestro autorizado para la enseñanza. Así, cuando se habla de una decisión "ex cátedra" del Papa, se trata de una decisión en la que el Sumo Pontífice habla como maestro universal de la Iglesia.
San Pedro, recibe una gran tarea: Jesús lo elige primer papa de la Iglesia. Y le explica su misión por medio de dos símbolos: la piedra y las llaves.

1. La piedra
Pedro es LA PIEDRA, sobre la cual se edificará la Iglesia, la comunidad del pueblo de Dios. La Iglesia es como una construcción, que se edifica a partir de los cimientos. Y el cimiento, una vez colocado, debe quedar ahí para que el edificio no se venga abajo.
Pedro y sus sucesores, los Papas, son el fundamento visible de la construcción. Porque el fundamento invisible es el mismo Señor Jesucristo. Y ese doble cimiento es la garantía de la victoriosidad de la Iglesia a través de los siglos.

2. Las llaves
La otra imagen con la cual Jesús le explica a Pedro su tarea, es la de LAS LLAVES. Simboliza la autoridad sobre la casa, la potestad de disponer, de dejar entrar y de echar de la casa.
Así Pedro es nombrado mayordomo en el Reino de Dios. Sus decisiones realizadas en la tierra, quedan ratificadas en el cielo. Pedro, y con él sus sucesores, son intermediarios indispensables para el acceso normal al Reino de los Cielos. Cristo es la cabeza de la Iglesia, pero los Papas son sus vicarios, sus representantes visibles en la tierra.

También podemos ver el cayado
Se trata del CAYADO DEL PASTOR. El bastón que es guía y sostén del pastor durante sus interminables recorridos. Como bastón de mando o báculo del Papa es signo de poder y autoridad. Cristo, al volver al Padre, no pensó dejar al frente de los suyos un “líder” o un “director”, sino un pastor, tal como él lo había sido. Por eso pasó a Pedro su cayado pastoral, para que lo lleve hasta su muerte y lo legue, a su vez, a sus sucesores. Y es así como nació el papado.

Y no se le encargó a Pedro esta tarea en premio a su santidad, ni porque fuera mejor que los demás apóstoles. El papel de Pedro se debe únicamente a la voluntad amorosa de Cristo. Y lo mismo sus sucesores que continúan esa misión de pastoreo encomendada por Jesús. Ésta es la razón por la que las ovejas de hoy nos sentimos ligadas al Pedro actual.

¡Qué así sea!

sábado, 20 de febrero de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: SÁBADO 20 DE FEBRERO DEL 2016




Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan
Cuaresma y Semana Santa


Mateo 5, 43-48. Cuaresma. Saber perdonar es un don y una gracia, pero está al alcance ¡aunque nos parezca imposible! 


Por: Héctor Bárcenas Gómez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Mateo 5, 43-48 
Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial.

Oración introductoria
Aquí estoy, Señor, en tu presencia. Quiero estar contigo estos momentos para que llenes mi corazón de tu amor, de tu bondad. Tú conoces mi alma, sabes cuánto me cuesta salir de mí mismo y amar de verdad. Por eso, vengo a ti, que eres la fuente de amor, para que acercándome tanto a la hoguera de tu caridad, mi corazón y mi vida ardan en tu amor.

Petición
Señor, llena mi corazón de tu amor.

Meditación del Papa Francisco
La misericordia no es un sentimiento pasajero, sino la síntesis de la Buena Noticia; es la opción de los que quieren tener los sentimientos del Corazón de Jesús, de quien quiere seriamente seguir al Señor, que nos pide: “Sed misericordiosos como vuestro Padre”. El Padre Hermes Ronchi dice: “Misericordia: escándalo para la justicia, locura para la inteligencia, consuelo para nosotros, los deudores. La deuda de existir, la deuda de ser amados, sólo se paga con la misericordia”.
Así pues, que sea la misericordia la que guíe nuestros pasos, la que inspire nuestras reformas, la que ilumine nuestras decisiones. Que sea el soporte maestro de nuestro trabajo. Que sea la que nos enseñe cuándo hemos de ir adelante y cuándo debemos dar un paso atrás. Que sea la que nos haga ver la pequeñez de nuestros actos en el gran plan de salvación de Dios y en la majestuosidad y el misterio de su obra.
Para ayudarnos a entender esto, dejémonos asombrar por la bella oración, comúnmente atribuida al beato Oscar Arnulfo Romero, pero que fue pronunciada por primera vez por el Cardenal John Dearden. (Discurso de S.S. Francisco, 21 diciembre 2015)
Reflexión
La cadena de injusticia es como una fila donde diez personas están formadas. El primero de la fila se voltea y le pega al segundo, éste a su vez repite lo mismo con el que tiene atrás y así se siguen. Pero al llegar al quinto miembro de la fila, éste, al voltearse, le da un abrazo al de atrás y perdona al que le golpeó. Rompe la cadena de violencia. Absorbe violencia y responde con amor. Esto es lo que Cristo vino a enseñarnos, viviéndolo él en primera persona. Ante todas las ofensas que recibe, mías y de tanta otra genta, su respuesta siempre es la misma: amor y perdón. Y esto lo podemos vivir en las situaciones más ordinarias de nuestra vida, ante una queja, ante la crítica que recibimos, un mal gesto, una ofensa, al ser olvidados en algo importante u otra situación diaria. Pero esto requiere una profunda actitud de humildad, la cual sólo lograremos aprendiendo en la oración con Cristo.

Propósito
Responder con un gesto de amor (una sonrisa, la palabra "gracias", con paciencia, con perdón...) las ofensas que reciba el día de hoy.

Diálogo con Cristo
Jesús, Tú que eres manso y humilde de corazón, enséñame la virtud de saber amar a mis enemigos, a aquellos que me ofenden, a comprenderlos o tan sólo saber perdonarlos. Es difícil, pero sé que contigo nada es imposible. Llena mi corazón de tu amor a tal grado que pueda transmitir tu amor a todos los que me rodean. Que tu corazón, Señor, lata en mi pecho toda mi vida.

"La medida del amor es amar sin medida" (San Agustín)


Preguntas o comentarios al autor  Héctor Bárcenas Gómez, L.C.

HOY LA IGLESIA CELEBRA A LOS BEATOS FRANCISCO Y JACINTA, VIDENTES DE FÁTIMA, 20 DE FEBRERO


Hoy la Iglesia celebra a los Beatos Francisco y Jacinta, videntes de la Virgen de Fátima
Por Abel Camasca


 (ACI).- "Contemplar como Francisco y amar como Jacinta", fue el lema con el que estos dos videntes de la Virgen de Fátima fueron beatificados por San Juan Pablo II y cuya memoria se celebra el 20 de febrero.

Entérate de lo que pasó con ellos después de las apariciones, por quiénes ofrecieron sus sufrimientos y sus últimos consejos.

"Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, pues muchas almas van al infierno porque no hay quien se sacrifique y pida por ellas", les pidió la Virgen de Fátima a Francisco, Jacinta y Lucía.

Francisco nació en 1908 y Jacinta, dos años des pués. Desde pequeños aprendieron a cuidarse de las malas compañías y por eso preferían estar con su prima Lucía, quien solía hablarles de Jesús. Los tres cuidaban las ovejas, jugaban y rezaban juntos.

Del 13 de mayo al 13 de octubre de 1917 la Virgen se les apareció en varias ocasiones en Cova de Iría (Potugal). Durante estos sucesos, soportaron con valentía las calumnias, injurias, malas interpretaciones, persecuciones y la prisión. Ellos decían: “Si nos matan, no importa; vamos al cielo”.

Luego de las apariciones, Jacinta y Francisco siguieron su vida normal. Lucía fue a la escuela, tal como se lo pidió la Virgen, y era acompañada por Jacinta y Francisco. De camino pasaban por la Iglesia y saludaban a Jesús Eucaristía.

Francisco, sabiendo que no viviría mucho tiempo, le decía a Lucía: “Vayan ustedes al colegio, yo me quedaré aquí con Jesús Escondido”. A la salida del colegio, las chicas lo encontraban lo más cerca posible del Tabernáculo y en recogimiento.

El pequeño Francisco era el más contemplativo y quería consolar a Dios, tan ofendido por los pecados de la humanidad. En una ocasión Lucía le preguntó: "Francisco, ¿qué prefieres más, consolar al Señor o convertir a los pecadores?" Él respondió: "Yo prefiero consolar al Señor”.


“¿No viste qué triste estaba Nuestra Señora cuando nos dijo que los hombres no deben ofender más al Señor, que está ya tan ofendido? A mí me gustaría consolar al Señor y después, convertir a los pecadores para que ellos no ofendan más al Señor." Y siguió, "Pronto estaré en el cielo. Y cuando llegue, voy a consolar mucho a Nuestro Señor y a Nuestra Señora."

Jacinta participaba diariamente de la Santa Misa y tenía gran deseo de recibir la Comunión en reparación de los pobres pecadores. Le atraía mucho el estar con Jesús Sacramentado. "Cuánto amo el estar aquí, es tanto lo que le tengo que decir a Jesús", repetía.

Cierto día, poco después de la cuarta aparición, Jacinta encontró una cuerda y acordaron partirla en tres y ponérsela a la cintura, sobre la carne, como sacrificio. Esto los hacía sufrir mucho, contaría Lucía después. La Virgen les dijo que Jesús estaba muy contento con sus sacrificios, pero que no quería que durmieran con la cuerda. Así lo hicieron.



A Jacinta se le concedió la visión de ver los sufrimientos del Sumo Pontífice. "Yo lo he visto en una casa muy grande, arrodillado, con el rostro entre las manos, y lloraba. Afuera había mucha gente; algunos tiraban piedras, otros decían imprecaciones y palabrotas", contó ella.

Por esto y otros hechos, los niños tenían presente al Santo Padre y ofrecían tres Ave María por él después de cada Rosario. Asimismo, las familias acudían a ellos para que intercedieran por sus problemas.

En una ocasión, una madre le rogó a Jacinta que le pidiera por su hijo que se había ido como el hijo pródigo. Días después, el joven regresó a casa, pidió perdón y le contó a su familia que después de haber gastado todo lo que tenía, robado y estado en la cárcel, huyó a unos bosques desconocidos.

Cuando se halló completamente perdido, se arrodilló llorando, y rezó. En eso, vio a Jacinta que lo tomó de la mano y lo condujo hasta un camino. Así pudo regresar a casa. Luego interrogaron a Jacinta si se había encontrado con el muchacho y ella dijo que no, pero que sí había rogado mucho a la Virgen por él.

El 23 de diciembre de 1918, francisco y Jacinta enfermaron de una terrible epidemia de bronco-neumonía. Francisco se fue deteriorando poco a poco durante los meses posteriores. Pidió recibir la Primera Comunión  y para ello se confesó y guardó ayuno. La recibió con gran lucidez y piedad. Luego pidió perdón a todos.

“Yo me voy al Paraíso; pero desde allí pediré mucho a Jesús y a la Virgen para que os lleve también pronto allá arriba”, le dijo a Lucía y Jacinta. Al día siguiente, el 4 de abril de 1919, partió a la casa del Padre con una sonrisa angelical.

Jacinta sufrió mucho por la muerte de su hermano. Más adelante su enfermedad se complicó. Fue llevada al hospital de Vila Nova, pero regresó a casa con una llaga en el pecho. Luego le confiaría a su prima: "Sufro mucho; pero ofrezco todo por la conversión de los pecadores y para desagraviar al Corazón Inmaculado de María".

Antes de ser llevada al hospital de Lisboa le dijo a Lucía: “Ya falta poco para irme al cielo… Di a toda la gente que Dios nos concede las gracias por medio del Inmaculado Corazón de María. Que las pidan a Ella, que el Corazón de Jesús quiere que a su lado se venere el Inmaculado Corazón de María, que pidan la paz al Inmaculado Corazón, que Dios la confió a Ella”.

Operaron a Jacinta, le quitaron dos costillas del lado izquierdo y quedó una llaga ancha como de una mano. Los dolores eran espantosos, pero ella invocaba a la Virgen y ofrecía sus dolores por la conversión de los pecadores.

El 20 de febrero de 1920 pidió los últimos sacramentos, se confesó y rogó que le llevaran el Viático porque pronto moriría, pero poco después partió a la Casa del Padre con diez años de edad. Entre las cosas que le dictó a su madrina están:

Los pecados que llevan más almas al infierno son los de la carne

Las guerras son consecuencia del pecado del mundo. Es preciso hacer penitencias para que se detengan.

No hablar mal de nadie y huir de quien habla mal.

Tener mucha paciencia porque la paciencia nos lleva al cielo.

Los cuerpos de Francisco y Jacinta fueron trasladados al Santuario de Fátima. Cuando abrieron el sepulcro de Francisco, vieron que el Rosario que le colocaron sobre su pecho estaba enredado entre los dedos de sus manos. Mientras que el cuerpo de Jacinta, 15 años después de su muerte, estaba incorrupto.

LECTURAS BÍBLICAS PARA EL SEGUNDO DOMINGO DE CUARESMA, 21 DE FEBRERO DEL 2016


2 Domingo de Cuaresma – Ciclo C
Domingo 21 de Febrero de 2016

“Silencio y Escucha“

Primera lectura

Lectura del libro del Génesis (15,5-12.17-18):

En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo: «Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes.»
Y añadió: «Así será tu descendencia.» Abrán creyó al Señor, y se le contó en su haber.
El Señor le dijo: «Yo soy el Señor, que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta tierra.»
Él replicó: «Señor Dios, ¿cómo sabré yo que voy a poseerla?»
Respondió el Señor: «Tráeme una ternera de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.»
Abrán los trajo y los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres, y Abrán los espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso y vino la oscuridad; una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaban entre los miembros descuartizados.
Aquel día el Señor hizo alianza con Abran en estos términos: «A tus descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.»

Palabra de Dios    

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Salmo

Salmo Responsorial: 26,1.7-8a.8b-9abc.13-14

R/. El Señor es mi luz y mi salvación

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

Escúchame, Señor, que te llamo;
ten piedad, respóndeme.
Oigo en mí corazón:
«Buscad mi rostro.» R/.

Tu rostro buscaré, Señor,
no me escondas tu rostro.
No rechaces con ira a tu siervo,
que tú eres mi auxilio. R/.

Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.

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Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (3,17–4,1):

Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.

Palabra de Dios




Lectura del santo Evangelio según San Lucas 9,28b-36

En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.»
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

Palabra del Señor

Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Lc 9,28b-36

ESCUCHAR SOLO A JESÚS

La escena es considerada tradicionalmente como «la transfiguración de Jesús». No es posible reconstruir con certeza la experiencia que dio origen a este sorprendente relato, solo sabemos que los evangelistas le dan gran importancia pues, según su relato, es una experiencia que deja entrever algo de la verdadera identidad de Jesús.

En un primer momento, el relato destaca la transformación de su rostro y, aunque vienen a conversar con él Moisés y Elías, tal vez como representantes de la ley y los profetas respectivamente, solo el rostro de Jesús permanece transfigurado y resplandeciente en el centro de la escena.

Al parecer, los discípulos no captan el contenido profundo de lo que están viviendo, pues Pedro dice a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Coloca a Jesús en el mismo plano y al mismo nivel que a los dos grandes personajes bíblicos. A cada uno su tienda. Jesús no ocupa todavía un lugar central y absoluto en su corazón.

La voz de Dios le va a corregir, revelando la verdadera identidad de Jesús: «Este es mi Hijo, el escogido», el que tiene el rostro transfigurado. No ha de ser confundido con los de Moisés o Elías, que están apagados. «Escuchadle a él». A nadie más. Su Palabra es la única decisiva. Las demás nos han de llevar hasta él.

Es urgente recuperar en la Iglesia actual la importancia decisiva que tuvo en sus comienzos la experiencia de escuchar en el seno de las comunidades cristianas el relato de Jesús recogido en los evangelios. Estos cuatro escritos constituyen para los cristianos una obra única que no hemos de equiparar al resto de los libros bíblicos.

Hay algo que solo en ellos podemos encontrar: el impacto causado por Jesús a los primeros que se sintieron atraídos por él y le siguieron. Los evangelios no son libros didácticos que exponen doctrina académica sobre Jesús. Tampoco biografías redactadas para informar con detalle sobre su trayectoria histórica. Son «relatos de conversión» que invitan al cambio, al seguimiento a Jesús y a la identificación con su proyecto.

Por eso piden ser escuchados en actitud de conversión. Y en esa actitud han de ser leídos, predicados, meditados y guardados en el corazón de cada creyente y de cada comunidad. Una comunidad cristiana que sabe escuchar cada domingo el relato evangélico de Jesús en actitud de conversión, comienza a transformarse. No tiene la Iglesia un potencial más vigoroso de renovación que el que se encierra en estos cuatro pequeños libros.

LA PAZ INTERIOR


La paz interior



La paz del corazón es un tesoro tan grande que debes cuidarla y defenderla. La ambición desmedida, por ejemplo, puede entregarte de tal manera a una vida inquieta y agitada que, por lograr objetivos imprudentes, acabas destruido por dentro. Un mensaje de la Reina de la Paz para que aprecies y cultives la paz interior.

“¡Queridos hijos! Hoy los invito de manera especial a orar por la paz. Queridos hijos, sin la paz, ustedes no podrán experimentar la presencia de Jesús en su vida diaria. Por eso, oren al Señor de la Paz para que él los proteja con su manto y para que  los ayude a comprender la grandeza y la importancia de la paz en sus corazones. Yo estoy con ustedes e intercedo por ustedes ante Dios. Oren, porque Satanás quiere destruir mis planes de paz. Reconcíliense unos con otros y, por medio de sus vidas, ayuden a que la paz reine en toda la tierra. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

La paz interior tiene enemigos: son los pensamientos y sentimientos negativos que perturban y agitan el cielo tranquilo de tu corazón. Hombres sabios que sondearon su interior con la luz del Espíritu los han especificado: insatisfacción, ansiedad, irritación, miedo, odio, tristeza, autocompasión, duda, abatimiento, impaciencia… Vigila y no les abras la puerta.


* Enviado por el P. Natalio

DIEZ COSAS QUE OCURREN CUANDO VAS MÁS SEGUIDO A LA ADORACIÓN EUCARÍSTICA


10 cosas que ocurren cuando vas más seguido a la adoración eucarística
Encontrar tiempo para ir a adorar al Señor en la Eucaristía puede ser difícil, pero si vamos con un corazón abierto, los resultados serán sorprendentes.


Por: Ruth Baker | Fuente: http://catholic-link.com/ 




La Eucaristía se describe en el catecismo como la “fuente y cumbre” de nuestra fe. Encontrar tiempo para ir a adorar al Señor en la Eucaristía puede ser difícil, pero si vamos con un corazón abierto, los resultados serán sorprendentes.

«Durante la comida Jesús tomó pan, y después de pronunciar la bendición, lo partió y se lo dio diciendo: “Tomen, esto es mi cuerpo” Tomó luego una copa, y después de dar gracias, se la entregó y todos bebieron de ella. Y les dijo: ′Esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que será derramada por muchos′»(Marcos 14, 22-24).

En la cultura actual la idea del crecimiento interior es muy poco valorada, es considerada una pérdida de tiempo o una costumbre pasada de moda practicada por nuestros antepasados ​​ingenuos. Por lo general solo el crecimiento exterior y el más palpable vale algo. La principal diferencia entre estos dos progresos (material y espiritual) es que el material siempre está fuera de ti. Este te ofrecerá ciertas sensaciones positivas, sin embargo, siempre estará coloreado con una especie de efímera e inconsistente temporalidad. Un progreso interior, por otro lado, significa que eres tú el que cambia haciendo tu espíritu más fuerte. Te puede sorprender el cambio que producirá en ti el tiempo que pases en la adoración Eucarística, este puede cambiarte de estas diez maneras:

1. Desarrollarás un sentido de asombro y maravilla

No hay nada como la atmósfera de una capilla o iglesia tranquila, el olor del incienso y el esplendor de la custodia para ayudarte a entender la verdad de lo que está sucediendo en la adoración. Estamos verdaderamente ante Jesucristo: su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Cuanto más te hundes en el silencio frente a Él, más te darás cuenta de que la única respuesta es la admiración y el asombro ante la grandeza de nuestro Dios.

2. Experimentarás la paz en otras áreas de su vida

Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14, 27). La paz externa que podemos experimentar en la adoración (la tranquilidad y el silencio) llega mucho más profundo: nos llena de una paz interior que afecta a todas las áreas de nuestra vida. Esto no significa que todo será perfecto y sin sufrimiento, pero la paz de Cristo nos hace tener la certeza de que las tormentas de la vida no nos harán naufragar.



3. Comenzarás a mirar fuera de ti mismo

Jesús nos dijo: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Juan 13, 34). Pasar tiempo en adoración nos conecta con todo el mundo –después de todo, estamos gastando tiempo con el Creador de todas las cosas–. Pasar tiempo alabando y adorando a Dios te abrirá los ojos para poder mirar más allá de tus propias preocupaciones y ver las necesidades de los demás.

4. Algunas veces te aburrirás, pero…

Habrá momentos en los que no sentirás nada glorioso, estarás distraído y tu mente comenzará a divagar. Tal vez en un principio tu oración estaba llena de sentimientos maravillosos, pero luego, con el tiempo, no fue tan especial. Nuestra fe es más que un sentimiento. Con tu perseverancia Dios seguirá trabajando en ti y convirtiendo tu corazón. Ésta es la belleza de la Encarnación: Dios hecho hombre que entra en todas nuestras tensiones, miedos, problemas -También en el aburrimiento-. La adoración es un continuo volver a Él cada vez que (durante algunos minutos) nuestra mente divaga, dando a Dios el mejor regalo que podemos entregar: nuestro tiempo y compañía.

5. A pesar de que te cueste, estarás entusiasmado por ir

Estando delante de Jesús descubriremos que nos ama y que quiere pasar tiempo con nosotros, de esa forma ya no habrá ninguna excusa que te impida ir.  Si la adoración alguna vez se sintió como un deber, luego se convertirá en un acto de amor, en una necesidad; no solo por las cosas que podemos obtener, sino porque fuimos creados para adorar. Como decimos en la Misa, es “justo y necesario” darle gracias al Señor. La adoración se imprime en nuestros corazones y “nuestro corazón está inquieto hasta que encuentren nuestro descanso en Él” (San Agustín).

6. La Gracia entrará en tu vida

Es increíble como el simple gesto de darle un tiempo corto al Señor hace una gran diferencia en el resto de tu vida. Podemos llevar su presencia mucho después de dejar la iglesia o capilla. Su gracia es la que nos sostiene, sobre todo en los momentos de tentación, en los que nos será más fácil resistir cuando pasamos tiempo y nos llenamos de Él.

7. Te darás cuenta de lo afortunado que eres

Si es tan simple como coger el carro o incluso caminar a la capilla cercana, te das cuenta de lo afortunado que eres. Hay quienes les encantaría pasar más tiempo con Jesús pero no pueden hacerlo porque les es imposible salir de casa, están enfermos o muy ocupados. Luego están aquellos alrededor del mundo que arriesgan sus vidas por la Eucaristía en los lugares donde son perseguidos por su fe. Cuando te acuerdas de los que caminan durante horas o días en situaciones peligrosas con el fin de estar un ratito con Jesús, te das cuenta de que es un regalo poder orar abiertamente, y eso sin hablar de tener un sacerdote que pueda administrarnos los Sacramentos.

8. Descubrirás que Jesús tiene un muy buen sentido del humor

Cuanto más somos capaces de sentarnos y dejar que Dios nos hable (en lugar de gastar todo nuestro tiempo llenando el espacio de silencio hablando), nos daremos cuenta de que Dios tiene un muy buen sentido del humor: le gusta hacernos una broma o dos, y a veces esos momentos son lo suficientemente divertidos para que nos queramos  reír en voz alta.

9. Querrás ir a confesarte más seguido

Esto puede sonar aterrador, pero no lo es. La confesión nos permite experimentar el océano sin límite de la misericordia de Dios. Su misericordia abraza todos nuestros pecados y nos da una libertad sin miedo que nos permite dar el salto al amor y la bondad presentes en todos sus planes para nuestra vida. Una y otra vez acudir a la confesión nos hace renovarnos en la certeza de que estamos seguros en los brazos de un Padre que nos ama y “no se cansa de perdonarnos” (Papa Francisco).

10. Te enamorarás

Cuando pasamos mucho tiempo con el corazón abierto en adoración y dejamos que Cristo nos ame, entonces lo amaremos también. Ese amor nos define y nos permite ser nosotros mismos. “Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia” (Juan 10, 10).

Entonces, ¿qué esperas? ¡Haz una cita ahora con Jesús y deja que Él transforme tu vida!
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