viernes, 8 de enero de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: VIERNES 8 DE DICIEMBRE DEL 2016


Señor, si quieres, puedes limpiarme
Milagros


Lucas 5, 12-16. Navidad. Lo único que necesitas es acercarte humildemente a Cristo y pedírle lo que necesitas. 


Por: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 5, 12-16
Y sucedió que, estando en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra que, al ver a Jesús, se echó rostro en tierra, y le rogó diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme». El extendió la mano, le tocó, y dijo: «Quiero, queda limpio». Y al instante le desapareció la lepra. Y él le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: «Vete, muéstrate al sacerdote y haz la ofrenda por tu purificación como prescribió Moisés para que les sirva de testimonio». Su fama se extendía cada vez más y una numerosa multitud afluía para oírle y ser curados de sus enfermedades. Pero él se retiraba a los lugares solitarios, donde oraba.

Oración introductoria
Señor, vengo ante Ti como el leproso del Evangelio. Estoy necesitado de tu gracia. Tócame y sáname de todas mis lepras, de mi egoísmo, de mi soberbia, de mi vanidad. Conviérteme en un verdadero cristiano.

Petición
Señor, que pueda corresponder a tu gracia amando a los demás.

Meditación del Papa Francisco
La lepra era una condena de por vida y sanar a un leproso era tan difícil como resucitar a un  muerto. Y por eso eran marginados. Sin embargo, Jesús tiende la mano al excluido y demuestra el valor fundamental de una palabra: cercanía.
No se puede hacer comunidad sin cercanía. No se puede hacer paz sin acercarse, ni se puede hacer el bien sin acercarse. Jesús podía decirle: ¡sánate! Pero no, se acercó y le tocó. Es más, en el momento que Jesús tocó al impuro se convierte en impuro.
Este es el misterio de Jesús, tomar consigo nuestras suciedades, nuestras cosas impuras. Pablo lo explica bien: “Siendo igual a Dios, no estimó esta divinidad un bien irrenunciable, se aniquiló a sí mismo. Jesús se hace pecado. Jesús se excluye, ha tomado consigo la impureza por acercarse a nosotros”.
Muchas veces pienso que es, no digo imposible, pero muy difícil hacer el bien sin mancharse las manos. Y Jesús se manchó. Cercanía. Y después va más allá. Le dijo: “Ve donde los sacerdotes y haz lo que se debe hacer cuando un leproso es sanado”. Al que era excluido de la vida social, Jesús lo incluye: lo incluye en la Iglesia, lo incluye en la sociedad… “Ve para que todas las cosas sean como deben ser”. Jesús no marginaba nunca a nadie. Se marginaba a sí mismo, para incluir a los marginados, para incluirnos a nosotros, pecadores, marginados, con su vida. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 26 de junio de 2015, en Santa Marta).


Reflexión
Nadie hubiera pensado que curarse de la lepra fuera tan fácil. Lo único que precisó este enfermo, fue acercarse humildemente a Cristo y pedírselo. Él sabía que Cristo bien podía hacerlo. Además, cree con todo su corazón en la bondad del Maestro. Quizá por esto, es que se presenta tan tímido y sencillo a la vez: "Maestro, si quieres, puedes curarme". La actitud denota no sólo humildad y respeto, revela además, confianza...

La vida de muchas personas, y a veces la nuestra, se ve llena de enfermedades y males, sucesos indeseados y problemas de todos los tipos, que nos podrían orillar a perder la confianza en el Maestro, Buen Pastor. Quizá alguna vez, hemos pensado que Él nos ha dejado, que ya no está con nosotros; pues sentimos que nuestra pequeña barca ha comenzado a naufragar en el mar de la vida... Pero de esta forma, olvidamos que el primero en probar el sufrimiento y la soledad fue Él mismo, mientras padecía su muerte en la cruz. Y así, nos quiso enseñar que Dios siempre sabe sacar bienes de males, pues por esa muerte ignominiosa, nos vino la Redención.

La lección de confiar en Cristo y en su infinita bondad, no es esperar que nos quitará todos los sufrimientos de nuestras vidas. Sino que nos ayudará a saber llevarlos, para la purificación de nuestra alma, en beneficio de toda la Iglesia.

Propósito
Tener presente la preparación de mi siguiente confesión, no posponerla, decidirme.

Diálogo con Cristo
Señor, cuántas veces me creo sano y no me doy cuenta de que estoy enfermo espiritualmente. ¡Cúrame Jesús! Que a semejanza del leproso del Evangelio, la experiencia de tu amor, me dé toda la luz para hacer un buen examen de conciencia y un firme propósito de enmienda al acercarme al sacramento de la reconciliación.

OCHO REGALOS QUE NO CUESTAN UN CENTAVO


Ocho regalos que no cuestan un centavo



1.- El regalo de Escuchar. 
Pero realmente escuchar, sin interrumpir, bostezar, o criticar. Sólo 
escuchar. 

2.- El regalo del Cariño. 

Ser generoso con besos, abrazos, palmadas en la espalda y apretones de  manos, estas pequeñas acciones demuestra el cariño por tu familia y amigos. 

3.- El regalo de la sonrisa. 
Llena tu vida de imágenes con sonrisas, dibujos, caricaturas y tu 
regalo dirá: "me gusta reír contigo" 

4.- El regalo de las notas escritas. 

Esto puede ser un simple "gracias por ayudarme", un detalle como estos  puede ser recordado de por vida Y TAL VEZ CAMBIARLA. 

5.- El regalo de un cumplido. 
Un simple y sincero "te ves genial de rojo", "has hecho un gran 
trabajo" o "fue una estupenda comida" puede hacer especial un día. 

6.- El regalo del favor. 

Todos los días procura hacer un favor.

7.- El regalo de la soledad. 

Hay días que no hay nada mejor que estar solo. Sé sensible a aquellos  días y da este regalo o solicítalo a los demás. 

8.- El regalo de la disposición a la gratitud. 

La forma más fácil de hacer sentir bien a la gente es decirle cosas 
que no son difíciles de decir como "Hola" y "Muchas Gracias". 

Los amigos son raras joyas, que pueden hacerte enojar y sonreír, que  poco a poco aprenden a escuchar, a alentarte y ellos siempre abrirán su  corazón a nosotros. Demuéstrale a tus amigos lo mucho que los estimas  regalándoles este mensaje.

VENTAJAS DE CAMINAR


Ventajas de caminar


Caminar favorecerá tu respiración, comprimida muchas veces por la vida sedentaria. Ayudará a tu corazón al estimular una buena circulación de la sangre especialmente en los pies. Descansará tu mente ya que tu atención es atraída a todo tipo de percepciones sensoriales.

Andar es el ejercicio que no requiere gimnasia. Es una prescripción sin medicina, la regulación del peso sin dieta, el cosmético que no se vende en las perfumerías. Es un tranquilizante sin comprimidos, una terapia sin sicoanalista, una fuente de juventud que no es simple leyenda. Una caminata es una vacación que no nos cuesta un centavo.

Ayuda a quemar calorías. Disminuye el estrés: serena la mente y los nervios. Favorece el sueño. Regula el funcionamiento del aparato digestivo. Devuelve la capacidad de atención y concentración. Da vuelo a la creatividad.  Dinamiza si ha entrado la modorra. Es un tiempo propicio para rezar, reflexionar y programar. ¿Por qué no haces la prueba?


* Enviado por el P. Natalio

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: VIERNES 8 DE ENERO 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS 
Enero 8


No es tan fácil confesarse a sí mismo que uno "no quiere" hacer las cosas; es mucho más fácil buscar una excusa que nos exima de los compromisos de nuestros deberes.

La excusa más fácil es decir "no puedo", y con esa excusa ya quedamos tranquilos; pero en nuestro interior sabemos muy bien que no es cierto que no podemos; y así tratamos de serenarnos, diciéndonos a nosotros mismos que "no sabemos cómo hacer"; y como esta segunda excusa tampoco llega a serenar nuestra conciencia, recién entonces apuntamos a la realización, con un tímido "creo que no puedo".

Quedan finalmente los tres últimos tramos antes de llegar a la realización de la obra, que son: "puedo, quiero, hago".
Créeme, si hicieras todo cuanto puedes, tú mismo quedarías asombrado de lo que puedes; pero ahora te dejo mi pregunta: y, si puedes mucho más de lo que estás haciendo ¿no estarás obligado a hacerlo?

Si Cristo cuenta contigo, ¿puedes defraudarlo? No olvides que lo único santo que hay es la voluntad de Dios. Cuando Pablo es derribado del caballo por el Espíritu de Dios, responde: “¿Qué debo hacer, Señor?” (Hch 22,10). Acércate hoy mismo al Sagrario, pregúntale y escucha lo que Él te responde.


* P. Alfonso Milagro

CALENDARIOS RELIGIOSOS DE LA VIRGEN MARÍA, AÑO 2016




UNA PROFECÍA DEL PADRE PÍO SE CUMPLIRÁ EN PIETRELCINA CON LA AYUDA DEL PAPA FRANCISCO


Una profecía del Padre Pío se cumplirá en Pietrelcina con la ayuda del Papa Francisco
Por Walter Sánchez Silva



 (ACI).- El superior del convento de los capuchinos en Pietrelcina, P. Marciano Guarino, informó que los restos del Santo Padre Pío llegarán a esa localidad italiana 100 años después de que el fraile dejara su ciudad natal. Así se cumplirá la profecía que hizo sobre su regreso algunos años después de su muerte.

La urna con los restos del Padre Pío llegará a Pietrelcina para estar unos días allí luego de permanecer los primeros días de febrero en la Basílica de San Pedro en el Vaticano en ocasión del Jubileo de la Misericordia, gracias al Papa Francisco que ha querido que esto sea un importante signo de la misericordia de Dios.

En agosto de 1968, poco antes de su muerte, el Padre Pío conversaba con el Padre Mariano da Santa Croce, quien le dijo que volvería a su ciudad natal “algunos años después de su muerte (…) El Señor sabe… y lo llamará también a usted al Paraíso. Luego de su muerte, habrá signos, prodigios, milagros y la Iglesia lo elevará a los altares. Entonces traerán su cuerpo aquí y se hará una bella procesión hacia Pietrelcina ¿Lo he dicho bien?”

El Santo, señala el diario Avvenire de los obispos italianos, juntó sus manos y tras mover la cabeza dos veces le dijo al otro sacerdote: “Y así será”.



El 17 de febrero de 1916 y luego de un periodo de convalecencia que transcurrió en varios conventos de la zona y en Pietrelcina, el Padre Pío dejó su ciudad natal para ingresar a la comunidad religiosa de Santa Ana en Foggia, un lugar en donde “aprendió a convivir con las fuerzas demoníacas que lo atormentaban en su celda durante las noches”.

Luego de una temporada en Foggia partió a San Giovanni Rotondo en donde sirvió hasta su muerte el 23 de septiembre de 1968.

El P. Marciano Guarino dijo que ha llegado el momento para que “nuestro hermano regrese a ‘su’ Pietrelcina en donde ha nacido y ha respirado el aire de un barrio y una ciudad particular, elegida por Dios para ser cuna de un santo”.

Los restos del Santo estarán Pietrelcina del 11 al 13 de febrero, según informa Teleradio Padre Pio.

San Pío de Pietrelcina vivió entre 1887 y 1968. Aunque nació en Pietrelcina, este sacerdote de la Orden de los Frailes Capuchinos Menores ejerció su ministerio en San Giovanni Rotondo desde 1916 hasta su muerte.

También recibió los estigmas y tuvo visiones místicas de Cristo. El Santo tenía "la frente alta y serena, la mirada vivaz, dulce; y la expresión con visos de bondad y sinceridad". Era muy gentil con sus hermanos; muy amado por sus superiores; transcurría de 10 a 12 horas al día confesando y celebraba la Misa con gran devoción.

El Padre Pío fue beatificado en 1999 y canonizado en 2002 por el Papa San Juan Pablo II.

HOY DI: GRACIAS PADRE!!


Hoy di: ¡Gracias, Padre!
Gracias por el don de la existencia. Gracias por haberme hecho a tu imagen y semejanza. Gracias por el don gratuito de tu amor.
Por: P. Evaristo Sada LC 




Hoy sé un hijo agradecido
Levanta la mirada y dile gracias al Creador del universo:
Padre:

Gracias por el don de la existencia.
Gracias por haberme hecho a tu imagen y semejanza.
Gracias por el don gratuito de tu amor, gracias por amarme como soy.

Gracias porque me has dado ojos para ver,
oídos para escuchar, manos para acariciar,
inteligencia para conocer la verdad, voluntad para buscar el bien,
corazón para amar y para hacerlo tu morada.
¡Mi corazón: templo de la Trinidad! ¡Cosa maravillosa!

Gracias por la capacidad de asombro que me diste.
Gracias por mis padres, por mi familia, por tener un hogar que me cobija.
Gracias por los amigos fieles y también por los que me han hecho sufrir.
Gracias por los tiempos dolorosos de mi vida,
por dejarme sentir la soledad para venir luego a colmarla con tu misericordia.
Gracias por quienes rezan por mí.
Gracias por la vocación y misión que me confiaste.
Gracias por haber puesto tu mirada en mí, gracias por confiar en mí.
Gracias por tantas experiencias bellas de mi vida.
Gracias sobre todo por la experiencia del amor de Cristo.
Gracias por haberlo enviado a vivir con nosotros como uno de nosotros,
para revelarnos tu rostro, redimirnos y trazarnos el camino.
Nos amó hasta el extremo,
nos dio como Madre a María Santísima,
se quedó para siempre en la Eucaristía,
y al final nos entregó a su mismo Espíritu, fuente del mayor consuelo.
Gracias por mi bautismo, por mi Madre la Iglesia,
por mi ángel de la guarda y por esperarme con los brazos abiertos en el cielo.
Gracias por tu paciencia conmigo,
gracias por perdonarme siempre y por seguirme amando sin guardar resentimientos.
Gracias por la vida y por la eternidad que me espera.
Una y mil veces: ¡Gracias Padre!


¡Gracias Padre por este Año Nuevo que inicia!

FELIZ VIERNES!!!


jueves, 7 de enero de 2016

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 7 DE ENERO DEL 2016



Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy

Lucas 4, 14-22. ¿Cómo vamos recibir este mensaje y qué acogida vamos a darle en nuestras acciones? 


Por: Ignacio Lara | Fuente: Catholic.net 



Del santo Evangelio según san Lucas 4, 14-22
En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región. Él iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos. Vino a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy». Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?» 

Oración introductoria
Padre bueno, yo también digo que «el Espíritu del Señor está sobre mí» porque desde mi bautismo me has regalado la gracia de ser morada del Espíritu Santo. Abre mi mente y mi corazón para que esta oración me dé la sabiduría para comprender, vivir y trasmitir tu verdad.

Petición
Espíritu Santo, hazme dócil a todas tus inspiraciones.

Meditación del Papa Francisco
Quizás alguno de ustedes se preguntará: ¿Qué es este Año jubilar que se celebra en la Iglesia? El texto bíblico del Levítico 25 nos ayuda a comprender lo que significa un “jubileo” para el pueblo de Israel: Cada cincuenta años los hebreos oían el son de la trompeta (jobel) que les convocaba (jobil) para celebrar un año santo, como tiempo de reconciliación (jobal) para todos. En este tiempo se debía recuperar una buena relación con Dios, con el prójimo y con lo creado, basada en la gratuidad. Por ello se promovía, entre otras cosas, la condonación de las deudas, una ayuda particular para quien se empobreció, la mejora de las relaciones entre las personas y la liberación de los esclavos.
Jesucristo vino para anunciar y llevar a cabo el tiempo perenne de la gracia del Señor, llevando a los pobres la buena noticia, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos y la libertad a los oprimidos. En Él, especialmente en su Misterio Pascual, se cumple plenamente el sentido más profundo del jubileo. Cuando la Iglesia convoca un jubileo en el nombre de Cristo, estamos todos invitados a vivir un extraordinario tiempo de gracia. La Iglesia misma está llamada a ofrecer abundantemente signos de la presencia y cercanía de Dios, a despertar en los corazones la capacidad de fijarse en lo esencial. En particular, este Año Santo de la Misericordia “es el tiempo para que la Iglesia redescubra el sentido de la misión que el Señor le ha confiado el día de Pascua: ser signo e instrumento de la misericordia del Padre” (S.S. Francisco, Mensaje del Santo Padre para la XXXI Jornada Mundial de la Juventud, septiembre de 2015).
Reflexión
Jesús, como buen judío, acudía cada sábado a la sinagoga. Ese día le encargaron que leyera las páginas del profeta Isaías. Las leyó de pie y al terminar de leer, enrolló el códice y se lo devolvió al ayudante. A continuación la "homilía". Esto se permitía hacer con los laicos sólo si habían cumplido los 30 años y se trataba no de la ley sino de los profetas.

El pasaje de Isaías es central porque habla del futuro Mesías, lleno del Espíritu de Dios. Él es enviado a cumplir su misión para con los pobres, a dar la liberación a los oprimidos y anunciar el año de gracia de Señor. Pero lo que Lucas quiere señalar es aquella frase de Jesús: "hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír". Pues es de esta manera como se presenta a los de su pueblo: como el Mesías esperado.

En un principio podríamos imaginarnos que consigue la admiración y el aplauso de sus oyentes, pero una vez que escuchan las palabras de Jesús su aceptación de la palabra mesiánica ya no es de la misma forma. Nosotros estamos en el tiempo de la prolongación navideña, en que se suceden las diversas manifestaciones o epifanías de Jesús al inicio de su ministerio. ¿Cómo vamos recibir este mensaje y qué acogida vamos a darle en nuestras acciones?

Hoy se nos ha anunciado el programa mesiánico de Jesús, en el que destaca su preferencia por los pobres y oprimidos. Es el programa que Él cumplió a lo largo de su vida y el que propone a todos los que somos seguidores suyos.

Propósito
No ser indiferente a la inspiración del Espíritu Santo que me impulsa a encontrarme con los demás.

Diálogo con Cristo 
Señor, te pido me des la gracia para guiarme en todo por el Espíritu Santo, que Él me inspire lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo hacer, cómo debo obrar para procurar el bien de los hombres y el cumplimiento de mi misión. No puedo hacer nada sin la inspiración del Espíritu Santo, pongo en manos de María mi esfuerzo consciente y firme por trabajar y cooperar con Él sin límite ni reserva alguna.

BEATO MANUEL GONZÁLES, OBISPO PROMOTOR DE LA ADORACIÓN PERPETUA MÁS CERCA DE LA SANTIDAD


Beato Obispo promotor de la adoración perpetua más cerca de la santidad: Beato Manuel González 
Por Blanca Ruiz



 (ACI).- El Beato Manuel González, Obispo de Málaga (España), quien fuera uno de los principales promotores de la adoración perpetua del Santísimo Sacramento podría ser declarado santo pronto.

Según informó el Diario Norte de Castilla citando a la vicepostuladora de la causa, Sor Ana María Palacios, el Prelado podría haber intercedido para una curación inexplicable, algo que debe ser confirmado ahora por la comisión de cardenales.

El sacerdote Francisco Teresa León regaló en 1953 una reliquia y novena del Obispo a una joven desahuciada cuya curación fue luego el milagro para la beatificación. Posteriormente el mismo sacerdote también regaló en 2008 una reliquia y una novena al esposo de una mujer enferma de cáncer, cuya curación inexplicable podría convertirse en el milagro de la canonización.

Según informa Sor Palacios “de repente y sin tratamiento alguno, la mujer curó”.

La vida de Mons. González se caracterizó por su devoción al Santísimo Sacramento, por eso se le conoce como “el Obispo del Sagrario abandonado”.

Fue el fundador de la Unión Eucarística Reparadora y la Congregación de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret.

Su amor a la Eucaristía comenzó un año después de ordenarse sacerdote cuando descubrió un sagrario muy descuidado. Este hecho lo impresionó enormemente y lo hizo reflexionar sobre los malos tratos que recibe la Eucaristía en tantos lugares del mundo.

En 1931 huyó de Málaga (España) por la persecución religiosa y la destrucción del palacio episcopal. En 1935 fue nombrado Obispo de Palencia, donde cinco años después falleció.

LAS RELIQUIAS DE LOS REYES MAGOS


Las reliquias de los Reyes Magos 
Fue largo el camino que recorrieron las reliquias antes de llegar a su actual hogar. Todo inició en el año 300 de nuestra era cuando...


Por: Jesús Bustamante Ibarra | Fuente: boletinturistico.com 




En 1164, el emperador alemán Federico Barbarroja regaló a la ciudad de Colonia las reliquias de los Reyes Magos, mismas que fueron trasladadas desde la Tierra Santa a Milán, y desde ahí a Colonia. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia para ver el rico tesoro de los legendarios Reyes Magos. Así, en 1248 inició la construcción de una catedral que estaría a la altura de tal tesoro, la de Colonia. Hoy, dicha catedral es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa cuya construcción duró más de 600 años.

Fue largo el camino que recorrieron las reliquias antes de llegar a su actual hogar. Todo inició en el año 300 de nuestra era cuando la emperatriz Elena —madre del emperador romano Constantino— se dedicó a rescatar reliquias religiosas. Aunque no se sabe cómo, en Saba localizó los cadáveres de los Reyes Magos y ordenó su traslado a Constantinopla —la actual Estambul— donde permanecieron durante tres siglos en una capilla ortodoxa. Después, las reliquias fueron trasladadas a Milán para dar prestigio a dicha ciudad. Pero fue Federico Barbarroja quien, en sus guerras de conquista, saqueó el norte de Italia y la ciudad de Milán, y se llevó consigo las reliquias a Colonia en un accidentado viaje.

Los peregrinos, como los turistas en la actualidad, se asombraban al ver las dimensiones y los fastuosos decorados de la iglesia. Y es que sus torres se elevan 157 metros por encima de la ciudad, sus puertas de bronce son colosales, y su longitud es de 144 metros por 45 de ancho y 43 de altura, lo que la coloca entre las 10 iglesias más grandes del planeta. Además de todos los datos arquitectónicos colosales de la catedral, el Tesoro de los Reyes Magos es igualmente importante. Está situado detrás del altar mayor y es una pieza de orfebrería medieval en oro macizo finamente decorada con personajes bíblicos. Contiene los restos y reliquias de Melchor, Gaspar y Baltasar, los Reyes Magos.

El relicario en forma de basílica tiene proporciones gigantescas para esta clase de urnas: dos metros 20 centímetros de longitud de oro y plata macizos, esmaltes y joyas de incalculable valor. El relicario fue realizado por el mejor artista francés de la época, Nicolás Verdún, y los maestros orfebres de Colonia la terminaron hace 800 años. Dentro del relicario reposan los cráneos de Melchor, Gaspar y Baltasar, en tres cajas forradas de terciopelo y brocado. Cada hueso está envuelto en la seda más fina y se considera que es el sarcófago más grande del mundo, domina toda la catedral. Su peso es de 350 kilos de oro, plata y vermeil —una mezcla de metales perciosos—, incrustaciones con piedras preciosas, esmaltes y figuras de marfil ricamente adornadas que representan a la Virgen María, a los Reyes Magos y a los profetas. Por estas reliquias, Colonia se ha convertido, junto con Roma y Compostela, en uno de los grandes centros cristianos de peregrinación. En la Capilla de los Tres Reyes, frente al Tesoro, hay un maravilloso vitral, el célebre retablo de “La adoración de los Reyes”, de Dombild, y una serie de alegorías relativas al momento en que los Reyes Magos arriban a Belén a ofrecer sus presentes al recién nacido Niño Jesús.

SE DEJA TOCAR, COMER Y ABRAZAR POR QUIENES LO DESEAN


Se deja tocar, comer y abrazar por quienes lo desean
Pan y vino, comida y bebida para la vida corporal... Cuerpo y Sangre para la vida espiritual.


Por: Carlos M. Buela | Fuente: Instituto del Verbo Encarnado 




Sucedió en la vida de San Felipe Neri, como nos lo presenta un testigo en el proceso de canonización: Haber visto al Santo revestido con una vieja alba y unos pobrísimos ornamentos, retirándose con lágrimas porque se le impedía decir Misa. Debe ser lo más tremendo que le pueda suceder a un sacerdote: el que no se le deje celebrar la Santa Misa. Y una de las novedades de las cuales se lo acusaba injustamente a San Felipe Neri era precisamente ésa: la de exhortar a los sacerdotes a decir Misa todos los días y a los fieles a comulgar frecuentemente.
Por eso, que este ejemplo de su vida simplemente nos sirva para llegar a darnos cuenta de lo que significaba la Eucaristía para San Felipe Neri, y para tomar pie para seguir con nuestro tema: el por qué la Eucaristía da la gracia, por qué la Eucaristía da la vida.


En primer lugar, porque la Eucaristía, es el mismo Cristo. La Eucaristía no solamente nos da la gracia santificante y la gracia propia del sacramento, sino que, además, nos da al mismo Autor de la gracia, que se presentó a sí mismo como “la Vida”.

En segundo lugar, porque en la Eucaristía se nos da la víctima que se inmola. Por tanto, participamos -al recibir la víctima del sacrificio- del sacrificio eucarístico, del sacrificio del altar, que no es otro que el sacrificio de la Cruz, aunque en “especie aliena”, en especie ajena.

En tercer lugar, por lo cual la Eucaristía nos da la vida es por el modo mismo de este sacramento. ¿Cuál es ese modo? Este sacramento se nos da a modo de comida y bebida. Así entonces, de esta manera todo lo que hacen la comida y la bebida materiales en la vida corporal, hace este sacramento, comida y bebida espiritual, en orden a la vida espiritual de los cristianos. Y ¿qué es lo que hace la comida y la bebida material en orden al cuerpo para así entender lo que hace la comida y bebida espiritual en orden al alma?

La comida y bebida material hacen cuatro cosas: sustentar, aumentar, reparar y deleitar. Y esas cuatro cosas son las que hace este sacramento en nuestras almas:

1)  Sostiene nuestra vida espiritual, la conserva, la mantiene y la sustenta.

2)  Aumenta, pero con esta diferencia: así como es necesaria la comida material para que el cuerpo del hombre crezca hasta que llegue hasta su plenitud, pero luego comienza a decrecer, por el contrario, la comida y la bebida espirituales al hombre le hacen crecer durante toda su vida porque siempre le van produciendo un aumento de la gracia, que va llevando al hombre hasta la medida de la edad perfecta en Cristo.

3)  Repara. Ciertamente que, debido a los trabajos del día y al desgaste que hacemos de calorías, necesitamos reparar esas energías. Para eso está la comida y la bebida material, pero de manera especial, en la vida espiritual, los ataques del demonio, las tentaciones, las arideces, el polvo del camino en este peregrinar que se nos va pegando, las dificultades de adentro, de afuera, la carne, el mundo, el demonio, nos hacen perder fuerza espiritual. ¿Cómo recuperamos esas fuerzas espirituales? ¿Cómo se repara la pérdida que puede haber? Con la Eucaristía.

4)  Y por si fuese poco, la Eucaristía deleita. Por eso, la Eucaristía siempre es un manjar para el paladar del sacerdote, como tiene que ser un manjar para el paladar de aquél que se va preparando al sacerdocio. Y deleita la Eucaristía por ser el mismo Cristo y por ser el Cristo que es Víctima y por ser el Cristo que se nos da como comida y bebida de una manera inefable. Esto se ha mostrado de manera extraordinaria en algunos casos en la historia de la Iglesia; pero de manera ordinaria se manifiesta todos los días al recibir el Pan de los ángeles.

Por eso decía San Ambrosio: “este pan es de vida eterna, pues sustenta la sustancia de nuestra alma”.

Y San Juan Crisóstomo: “se deja tocar, comer y abrazar por quienes lo desean”.

No por nada dijo el Señor: “Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida”.

Pidámosle a la Virgen, que fue la que dio vida a Jesús, el comprender como ese Jesús, que es Vida, nos da vida a nosotros a través de la Eucaristía.

LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: JUEVES 7 DE ENERO DEL 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Enero 7




Saber hablar y saber callar; no sabemos qué será más fácil o más difícil, más conveniente o más meritorio.

Callar de sí mismo es humildad; no hablar de sí, cuando siente uno el deseo de exponer los propios méritos o las propias ideas o iniciativas, es signo de verdadera humildad.

Callar los defectos ajenos es caridad;  no criticar a los demás, sus actitudes, sus intenciones, sus actos;  no emitir juicios comparativos, no hablar tanto de los otros, siempre con un dejo de crítica o pesimismo, es ciertamente caridad.

Callar a tiempo es prudencia; no hablar cuando nos sentimos con el impulso de la reacción, cuando nos viene a la punta de la lengua toda una serie de palabras, invectivas o denuestos, eso es prudencia.
Callar en el dolor es heroísmo; no tratar de volcar en los corazones de los demás las penas propias, los dolores íntimos; hacerles partícipes no tanto de los dolores, cuanto de las alegrías, reservándonos las penas, eso es heroísmo.

Los enemigos de Cristo lo acusan falsamente; pero “Él permanecía en silencio y no respondía nada” (Mc 14,61). “El hombre inteligente sabe callar” (Prov 11,12). “Uno se calla y es tenido por sabio y el otro se hace odioso por hablar demasiado… El sabio guarda silencio hasta el momento oportuno, pero el fanfarrón y el necio no se fija en el momento” (Eclo 20,5-8)


* P. Alfonso Milagro

CALENDARIOS RELIGIOSOS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, AÑO 2016



LOS CINCO MINUTOS DE DIOS: MIÉRCOLES 6 DE ENERO DEL 2016


LOS CINCO MINUTOS DE DIOS
Enero 6



Dijo Mahatma Gandhi que el hombre no es más que el resultado de sus pensamientos; lo que él piensa es lo que llega a ser.
De ahí la importancia que tiene el cultivar buenos y rectos pensamientos; el que tú vayas formando tu conciencia día a día, con la reflexión seria de lo que eres y de lo que es la vida. De lo que eres en la vida y de lo que la vida debe ser para ti.

La idea siempre tiende al acto, nos afirma la filosofía; el hombre siente según lo que piensa y vive según lo que siente; porque si el hombre no vive según lo que piensa y siente, pronto pensará y sentirá según como vive.

Cultivar pensamientos serios, nobles, rectos, plenos de bondad, ha de ser tu principal cuidado; día tras día deberás oxigenar tu mente, purificar tu espíritu, limpiar tu conciencia, aclarar la vista de tu alma, rectificar la orientación de tu vida.

Para eso, nada mejor que un minuto para Dios, un minuto para ti, un minuto para la reflexión, para tu propia introspección.
“Los pensamientos tortuosos apartan de Dios, y el Poder, puesto a prueba, confunde a los insensatos. La sabiduría no entra en un alma que hace el mal, no habita en un cuerpo sometido al pecado, porque el santo espíritu que nos educa huye de la falsedad, se aparta de los pensamientos insensatos y se siente rechazado cuando sobreviene la injusticia” (Sab 1,3-5)


* P. Alfonso Milagro

EMPIEZA EL NUEVO AÑO, SEÑOR, Y VUELVO A BUSCAR TU COMPAÑÍA


Empieza el nuevo año, Señor, y vuelvo a buscar tu compañía
Tenemos las alforjas vacías y las vamos a ir llenando de cosas buenas, de cosas santas, de perdones y mucho amor.
Por: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 




Ya estamos en el mes de enero.

Empieza el nuevo año, Señor, y vuelvo a buscar tu compañía. Hoy es jueves y de nuevo ante Ti, todavía un poco agitada de tanto correr, de tanto ajetreo, de tantos abrazos y felicitaciones,... unos alegres, otros... con las mismas penas y preocupaciones. Ya pasó todo y ahora vamos a empezar la "cuesta de enero".

Ya se fueron las fiestas. Ya se fueron los abrazos, los bailes, el chocar de las copas, los convivios y el jolgorio. Supimos tener la excelancia en esos momentos de gozo. Ahora la excelancia nos tiene que acompañar en el trabajo y en el esfuerzo.

Pero ahora las caras son serias, el entrecejo fruncido, los labios apretados y el andar cansino para subir "la cuesta de enero".
El dinero se gastó y el bolsillo está vacío. Los buenos propósitos...¡cómo cuesta poderlos cumplir! levantarse temprano, no fumar, no comer golosinas, no extralimitarse en la bebida, ser amable, no irritarse por cualquier cosa, estar en paz, no criticar, hacer ejercicio, saludar con una sonrisa al vecino, ser generosos, trabajar con honestidad y buen ánimo, pagar deudas, etcétera, etcétera, y así este mes de enero, serio y formal, se nos antoja un Everest cuya cima es casi inalcanzable. Visto así es normal que esto nos desanime y nos desaliente pero hay que buscarle un truco, algo que nos de ánimo en el desaliento, algo que nos de fuerza para poder alcanzar la meta que nos propusimos.

Al mirar el horizonte y juntar estos doce meses que nos esperan, si Tu nos das vida, nos sentimos abrumados, es demasiado.

Es muy dificil, es verdad. Pero si pensamos: Solo por hoy...va a ser más fácil. El hoy, el ahora que es el presente nos da la fuerza que necesitamos. El plazo breve para vencer las tentaciones es más efectivo que la cadena de días en el mismo esfuerzo. Solo por hoy. Solo por este momento, solo en este momento si puedo hacerlo y lo voy a hacer. Así momento tras momento, día tras día.

Y al llegar la noche, en la hora íntima de estar a solas con uno mismo, cuando realmente somos auténticos, repasar nuestro día que termina y hacer un buen balance.

Si en el día caímos, si no tuvimos voluntad suficiente, pedirte Señor perdón y fuerzas para el nuevo día. Y así con el -SOLO POR HOY, el camino se allana, el sendero se endulza y pierde su aridez, nuestros pasos son más seguros y firmes en ese Hoy que será el mañana de días y meses que nos darán la victoria al cabo del año andado.

Empezamos el año con las alforjas vacías y las vamos a ir llenando de cosas buenas, de cosas santas, de perdones, de sonrisas, de ternura, de generosidad, de alegría, de buenos modos, de fe, de ilusiones, de esperanza, de trabajo y de mucho amor.

Con todo esto iremos caminando por el nuevo año y seguro que siempre, en los días de sol y en los días grises, tal vez de llanto, buscaremos en nuestra alforja y vamos a encontrar todo aquello que será vital para esos momentos y que nos darán la fuerza para ser felices con Tu bendición.

Invítanos todos los dias a visitarte en la Eucaristía, frente a Ti, de rodillas ante en el Santísimo Sacramento, nuestro camino este año será lleno de alegría y paz.

FELIZ JUEVES!!


miércoles, 6 de enero de 2016

FELIZ DÍA DE REYES, A TODOS LOS LECTORES DE NUESTRO BLOG CATÓLICO GOTITAS ESPIRITUALES

FELIZ DÍA DE REYES 
A TODOS LOS LECTORES
DEL BLOG CATÓLICO GOTITAS ESPIRITUALES.

Regalemos al Niño Jesús nuestro corazón
para que Él lo transforme.

Que el Niño Jesús te llene de bendiciones
hoy y siempre!!

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 6 DE ENERO DEL 2016 - LA EPIFANÍA DEL SEÑOR


Día litúrgico: La Epifanía del Señor



Texto del Evangelio (Mt 2,1-12): Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle». En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén. Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo. Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta: ‘Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel’». 

Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella. Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle».

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el Niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra. Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.

«Entraron en la casa; vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron»


Rev. D. Joaquim VILLANUEVA i Poll - (Barcelona, España)

Hoy, el profeta Isaías nos anima: «Levántate, brilla, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti» (Is 60,1). Esa luz que había visto el profeta es la estrella que ven los Magos en Oriente, con muchos otros hombres. Los Magos descubren su significado. Los demás la contemplan como algo que les parece admirable, pero que no les afecta. Y, así, no reaccionan. Los Magos se dan cuenta de que, con ella, Dios les envía un mensaje importante por el que vale la pena cargar con las molestias de dejar la comodidad de lo seguro, y arriesgarse a un viaje incierto: la esperanza de encontrar al Rey les lleva a seguir a esa estrella, que habían anunciado los profetas y esperado el pueblo de Israel durante siglos.

Llegan a Jerusalén, la capital de los judíos. Piensan que allí sabrán indicarles el lugar preciso donde ha nacido su Rey. Efectivamente, les dirán: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta» (Mt 2,5). La noticia de la llegada de los Magos y su pregunta se propagaría por toda Jerusalén en poco tiempo: Jerusalén era entonces una ciudad pequeña, y la presencia de los Magos con su séquito debió ser notada por todos sus habitantes, pues «el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén» (Mt 2,3), nos dice el Evangelio.

Jesucristo se cruza en la vida de muchas personas, a quienes no interesa. Un pequeño esfuerzo habría cambiado sus vidas, habrían encontrado al Rey del Gozo y de la Paz. Esto requiere la buena voluntad de buscarle, de movernos, de preguntar sin desanimarnos, como los Magos, de salir de nuestra poltronería, de nuestra rutina, de apreciar el inmenso valor de encontrar a Cristo. Si no le encontramos, no hemos encontrado nada en la vida, porque sólo Él es el Salvador: encontrar a Jesús es encontrar el Camino que nos lleva a conocer la Verdad que nos da la Vida. Y, sin Él, nada de nada vale la pena.

Evangeli.net

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR, 6 DE ENERO


SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
6 de enero



El Evangelio de San Mateo (2,1-12) relata la historia de los magos. 

Epifanía significa "manifestación". Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos:

Su Epifanía ante los Magos de Oriente: Se trata de una manifestación a los paganos, para poner de relieve que el Niño Dios que nace, viene para salvarnos a todos, independientemente de nuestra raza.

Su Epifanía del Bautismo del Señor: Manifestación a los judíos por medio de San Juan Bautista. 

Su Epifanía de las Bodas de Caná: Manifestación a Sus discípulos y comienzo de Su vida pública por intercesión de su Madre María.


LOS OBSEQUIOS

Melchor, que representa a los europeos, ofreció al Niño Dios un presente de oro que atestigua su realeza. Gaspar, representante de los semitas de Asia, cuyo bien más preciado es el incienso, lo ofreció al Niño como símbolo de su divinidad. Y por último, Baltasar, negro y con barba, se identifica con los hijos de Cam, los africanos, que entregan la mirra, en alusión a su futura pasión y resurrección.


LA ADORACIÓN DE LOS REYES MAGOS
según las visiones de la Beata Ana Catalina Emmerich.

"Vi la caravana de los tres Reyes llegando a una puerta situada hacia el Sur.
Un grupo de hombres los siguió hasta un arroyo que hay delante de la ciudad, volviéndose luego. Cuando hubieron pasado el arroyo, se detuvieron un momento para buscar la estrella en el cielo. Habiéndola divisado dieron un grito de alegría y continuaron su marcha cantando. La estrella no los conducía en línea recta, sino por un camino que se desviaba un poco al Oeste.


La gran estrella
"La estrella, que brillaba durante la noche como un globo de fuego, se parecía ahora a la luna vista durante el día; no era perfectamente redonda, sino como recortada; a menudo la vi oculta por las nubes (...) El camino que seguían los Reyes era solitario, y Dios los llevaba sin duda por allí para que pudieran llegar a Belén durante la noche, sin llamar demasiado la atención.
Los vi ponerse en camino cuando ya el sol se hallaba muy bajo. Iban en el mismo orden, en que habían venido ; Ménsor, el más joven, iba delante; luego venía Saír, el cetrino, y por fin Teóceno, el blanco, que era también el de más edad.
"Les hablaron del valle de los pastores como de un buen lugar para levantar sus carpas. Ellos se quedaron durante largo rato indecisos. Yo no les oí preguntar nada acerca del rey de los judíos recién nacido. Sabían que Belén era el sitio designado por la profecía; pero, a causa de lo que Herodes les había dicho, temían llamar la atención.

"Pronto vieron brillar en el cielo, sobre un lado de Belén, un meteoro semejante a la luna cuando aparece; montaron entonces nuevamente en sus cabalgaduras, y costeando un foso y unos muros ruinosos, dieron la vuelta a Belén, por el Sur, y se dirigieron al Oriente hacia la gruta del Pesebre, que abordaron por el costado de la llanura donde los ángeles se habían aparecido a los pastores (...) "El campamento se hallaba en parte arreglado, cuando los Reyes vieron aparecer la estrella, clara y brillante, sobre la colina del Pesebre, dirigiendo hacia ella perpendicularmente sus rayos de luz. La estrella pareció crecer mucho y derramó una cantidad extraordinaria de luz (...)


Un gran júbilo

"De pronto sintieron un gran júbilo, pues vieron en medio de la luz, la figura resplandeciente de un niño. Todos se destocaron para demostrar su respeto; luego los tres Reyes fueron hacia la colina y encontraron la puerta de la gruta. Ménsor la abrió, viéndola llena de una luz celeste, y al fondo, a la Virgen, sentada, sosteniendo al Niño, tal como él y sus compañeros la habían visto en sus visiones.
³Volvió sobre sus pasos para contar a los otros lo que acababa de ver (...) Los vi ponerse unos grandes mantos, blancos con una cola que tocaba el suelo. Tenían un reflejo brillante, como si fueran de seda natural; eran muy hermosos y flotaban ligeramente a su alrededor. Eran éstas las vestiduras ordinarias para las ceremonias religiosas. En la cintura llevaban unas bolsas y unas cajas de oro colgadas de cadenas, cubriendo todo esto con sus amplios mantos. Cada uno de los Reyes venía seguido por cuatro personas de su familia, además de algunos servidores de Ménsor que llevaban una mesa pequeña, una tapete con flecos y otros objetos.
"Los Reyes siguieron a San José, y al llegar bajo el alero que estaba delante de la gruta, cubrieron la mesa con el tapete y cada uno de ellos puso encima las cajas de oro y los vasos que desprendieron de su cintura :
eran los presentes que ofrecían entre todos.


En el pesebre

"Ménsor y los demás se quitaron las sandalias, y José abrió la puerta de la gruta. Dos jóvenes del séquito de Ménsor iban delante de él; tendieron una tela sobre el piso de la gruta, retirándose luego hacia atrás ; otros dos los siguieron con la mesa, sobre la que estaban los presentes.

Una vez llegado delante de la Santísima Virgen, Ménsor los tomó, y poniendo una rodilla en tierra, los depositó respetuosamente a sus plantas. Detrás de Ménsor se hallaban los cuatro hombres de su familia que se inclinaban con humildad. Saír y Teóceno, con sus acompañantes, se habían quedado atrás, cerca de la entrada.
"María, apoyada sobre un brazo, se hallaba más bien recostada que sentada sobre una especie de alfombra, a la izquierda del Niño Jesús, el cual estaba acostado en el lugar en que había nacido; pero en el momento en que ellos entraron, la Santísima Virgen se sentó, se cubrió con su velo y tomó entre sus brazos al Niño Jesús, cubierto también por su amplio velo.

Entre tanto, María había desnudado el busto del Niño, el cual miraba con semblante amable desde el centro del velo en que se hallaba envuelto; su madre sostenía su cabecita con uno de sus brazos y lo rodeaba con el otro.

Tenía sus manitas juntas sobre el pecho, y a menudo las tendía graciosamente a su alrededor (...)  Vi entonces a Ménsor que sacaba de una bolsa, colgada de su cintura, un puñado de pequeñas barras compactas, pesadas, del largo de un dedo, afiladas en la extremidad y brillantes como el oro; era su regalo, que colocó humildemente sobre las rodillas de la Santísima Virgen al lado del Niño Jesús (...) Después se retiró, retrocediendo con sus cuatro acompañantes, y Saír, el Rey cetrino, se adelantó con los suyos y se arrodilló con una profunda humildad, ofreciendo su presente con palabras conmovedoras. Era un vaso de oro para poner el incienso, lleno de pequeños granos resinosos, de color verdoso; lo puso sobre la mesa delante del Niño Jesús.

Luego vino Teóceno, el mayor de los tres. Tenía mucha edad; sus miembros estaban endurecidos, no siéndole posible arrodillarse; pero se puso de pie, profundamente inclinado, y colocó sobre la mesa un vaso de oro con una hermosa planta verde. Era un precioso arbusto de tallo recto, con pequeños ramos crespos coronados por lindas flores blancas: era la mirra (...) Las palabras de los Reyes y de todos sus acompañantes eran llenas de simplicidad y siempre muy conmovedoras. En el momento de prosternarse y al ofrecer sus presentes, se expresaban más o menos en estos términos: «Hemos visto su estrella; sabemos que Él es el Rey de todos los reyes; venimos a adorarlo y a ofrecerle nuestro homenaje y nuestros presentes». Y así sucesivamente (...)


Dulce y amable gratitud

La madre de Dios aceptó todo con humilde acción de gracias; al principio no dijo nada, pero un simple movimiento bajo su velo expresaba su piadosa emoción. El cuerpecito del Niño se mostraba brillante entre los pliegues de su manto.

Por fin, Ella dijo a cada uno algunas palabras humildes y llenas de gracia, y echó un poco su velo hacia atrás. Allí pude recibir una nueva lección.

Pensé: «con qué dulce y amable gratitud recibe cada presente! Ella, que no tiene necesidad de nada, que posee a Jesús, acoge con humildad todos los dones de la caridad. Yo también, en lo futuro, recibiré humildemente y con agradecimiento todas las dádivas caritativas» ¡Cuánta bondad en María y en José! No guardaban casi nada para ellos, y distribuían todo entre los pobres
(...)

Los honores solemnes rendidos al Niño Jesús, a quien ellos se veían obligados a alojar tan pobremente, y cuya dignidad suprema quedaba escondida en sus corazones, los consolaba infinitamente. Veían que la Providencia todopoderosa de Dios, a pesar de la ceguera de los hombres, había preparado para el Niño de la Promesa, y le había enviado desde las regiones más lejanas, lo que ellos por sí no podían darle: la adoración debida a su dignidad, y ofrecida por los poderosos de la tierra con una santa magnificencia. Adoraban a Jesús con los santos Reyes. Los homenajes ofrecidos los hacían muy felices (...)


Agasajo

"Entre tanto, José, con la ayuda de dos viejos pastores, había preparado una comida frugal en la tienda de los tres Reyes. Trajeron pan, frutas, panales de miel, algunas hierbas y frascos de bálsamo, poniéndolo todo sobre una mesa baja, cubierta con un tapete. José había conseguido estas cosas desde la mañana para recibir a los Reyes, cuya venida le había sido anunciada de antemano por la Santísima Virgen (...) En Jerusalén vi hoy, durante el día, a Herodes leyendo todavía unos rollos en compañía de unos escribas, y hablando de lo que habían dicho los tres Reyes. Después todo entró nuevamente en calma, como si se hubiera querido acallar este asunto.

"Hoy por la mañana temprano vi a los Reyes y a algunas personas de su séquito, visitando sucesivamente a la Sagrada Familia. Los vi también, durante el día, cerca de su campamento y de sus bestias de carga, ocupados en hacer diversas distribuciones. Estaban llenos de júbilo y de felicidad, y repartían muchos regalos. Vi que entonces, se solía siempre hacer esto, en ocasión de acontecimientos felices.
"Por la noche, fueron al Pesebre para despedirse. Primero fue sólo Ménsor.

María le puso al Niño Jesús en los brazos; él lloraba y resplandecía de alegría.

Luego vinieron los otros dos, y derramaron lágrimas al despedirse. Trajeron todavía muchos presentes; piezas de tejidos diversos, entre los cuales algunos que parecían de seda sin teñir, y otros de color rojo o floreados; también trajeron muy hermosas colchas. Quisieron además dejar sus grandes mantos de color amarillo pálido, que parecían hechos con una lana extremadamente fina; eran muy livianos y el menor soplo de aire los agitaba.

Traían también varias copas, puestas las unas sobre las otras, cajas llenas de granos, y en una cesta, unos tiestos donde había hermosos ramos de una planta verde con lindas flores blancas. Aquellos tiestos se hallaban colocados unos encima de otros dentro de la canasta. Era mirra. Dieron igualmente a José unos jaulones llenos de pájaros, que habían traído en gran cantidad sobre sus dromedarios para alimentarse con ellos.


La despedida

"Cuando se separaron de María y del Niño, todos derramaron muchas lágrimas.

Vi a la Santísima Virgen de pie junto a ellos en el momento de despedirse.

Llevaba sobre su brazo al Niño Jesús envuelto en su velo, y dio algunos pasos para acompañar a los Reyes hasta la puerta de la gruta; allí se detuvo en silencio, y para dar un recuerdo a aquellos hombres excelentes, desprendió de su cabeza el gran velo transparente de tejido amarillo que la envolvía, así como al Niño Jesús, y lo puso en las manos de Ménsor. Los Reyes recibieron aquel presente inclinándose profundamente, y un júbilo lleno de respeto hizo palpitar sus corazones, cuando vieron ante ellos a la Santísima Virgen sin velo, teniendo al pequeño Jesús. ¡Cuántas dulces lágrimas derramaron al abandonar la gruta! El velo fue para ellos desde entonces la más santa de las reliquias que poseían.
"Hacia la medianoche, tuve de pronto una visión. Vi a los Reyes descansando en su carpa sobre unas colchas tendidas en el suelo, y cerca de ellos percibí a un hombre joven y resplandeciente. Era un ángel que los despertaba y les decía que debían partir de inmediato, sin volver por Jerusalén, sino a través del desierto, siguiendo las orillas del Mar Muerto.

"Los Reyes se levantaron enseguida de sus lechos, y todo su séquito pronto estuvo en pie. Mientras los Reyes se despedían en forma conmovedora de san José una vez más delante de la gruta del Pesebre, su séquito partía en destacamentos separados para tomar la delantera, y se dirigía hacia el Sur con el fin de costear el Mar Muerto atravesando el desierto de Engaddi.

"Los Reyes instaron a la Sagrada Familia a que partiera con ellos, porque sin duda alguna un gran peligro la amenazaba; luego aconsejaron a María que se ocultara con el pequeño Jesús, para no ser molestada a causa de ellos.

Lloraron entonces como niños, y abrazaron a san José diciéndole palabras conmovedoras; luego montaron sus dromedarios, ligeramente cargados, y se alejaron a través del desierto. Vi al ángel cerca de ellos, en la llanura, señalarles el camino. Pronto desaparecieron. Seguían rutas separadas, a un cuarto de legua unos de otros, dirigiéndose durante una legua hacia el Oriente, y enseguida hacia el Sur, en el desierto.

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