miércoles, 9 de septiembre de 2015

EL EVANGELIO DE HOY: MIÉRCOLES 9 DE SEPTIEMBRE DEL 2015


Bienaventurados seréis cuando...
Tiempo Ordinario


Lucas 6, 20-26. Tiempo Ordinario. Salir de nuestros egoísmos para acercarnos a los otros; reír con los que ríen y llorar con los que lloran. 


Por: María Cruz | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la 23a. Semana del Tiempo Ordinario,  del domingo 6 al sábado 12 de septiembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Lucas 6, 20-26
En aquel tiempo Jesús alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis. Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas». «Pero ¡ay de vosotros, los ricos!, porque habéis recibido vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis hartos!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que reís ahora!, porque tendréis aflicción y llanto. ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de vosotros!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas. 

Oración 
Gracias, Señor, por este momento de oración. Qué dicha y alegría el poder experimentar tu presencia, tu cercanía. Humildemente te pido, ¡ven Señor Jesús! Ilumina mi oración para que crezcan mi fe y mi fortaleza para saber escogerte siempre a Ti.

Petición
Jesús, dame la sabiduría para saber reconocer en dónde y cómo se encuentra la felicidad.

Meditación del Papa Francisco

 
Se rinde un culto idolátrico al dinero. Porque se ha globalizado la indiferencia!, se ha globalizado la indiferencia: a mí ¿qué me importa lo que les pasa a otros mientras yo defienda lo mío? Porque el mundo se ha olvidado de Dios, que es Padre; se ha vuelto huérfano porque dejó a Dios de lado.
Algunos de ustedes expresaron: Este sistema ya no se aguanta. Tenemos que cambiarlo, tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro y que sobre ese pilar se construyan las estructuras sociales alternativas que necesitamos. Hay que hacerlo con coraje, pero también con inteligencia. Con tenacidad, pero sin fanatismo. Con pasión, pero sin violencia. Y entre todos, enfrentando los conflictos sin quedar atrapados en ellos, buscando siempre resolver las tensiones para alcanzar un plano superior de unidad, de paz y de justicia. Los cristianos tenemos algo muy lindo, una guía de acción, un programa, podríamos decir, revolucionario. Les recomiendo vivamente que lo lean, que lean las bienaventuranzas que están en el capítulo 5 de San Mateo y 6 de San Lucas, y que lean el pasaje de Mateo 25. Se los dije a los jóvenes en Río de Janeiro, con esas dos cosas tiene el programa de acción.  (Discurso de S.S. Francisco a los participantes del Encuentro Mundial de los Movimientos Populares, octubre de 2014).
 
Reflexión
Si miramos a nuestro mundo vemos gentes que son pobres, que pasan hambre, que sufren, que son excluidos y proscritos... y a nadie se nos ocurre llamarlos dichosos ni tampoco ellos mismos se sienten como tales. Por el contrario vemos gente rica, que disfruta de todas las comodidades posibles y goza el momento presente como si poseyera el mayor tesoro, y todo los miramos con cierta envidia y los calificamos como gente con suerte.

¿Cómo entender el Evangelio? ¿Dónde está el contraste? ¿Cómo explicar estas antinomias?
El Evangelio es una fuerza revolucionaria que trastorna la mentalidad de este mundo presente; las personas que se dejan alcanzar por su influjo se abren a nuevas dimensiones y son capaces de descubrir la riqueza del compartir, de gozar la alegría de la entrega, de experimentar la paz en medio del desconcierto...

Todos necesitamos hacernos pobres de ambicionar cosas superfluas; salir de nuestros egoísmos para acercarnos a los otros; reír con los que ríen y llorar con los que lloran.

Propósito
Que mi cercanía y apoyo a una persona que sufre, le haga experimentar el amor de Cristo.
Diálogo con Cristo
Dios de cielos y tierra que alimentas los pájaros del campo y no olvidas nada de lo que has creado, te pido por todos los hombres que pasan hambre para que descubran en tu Palabra la fuerza que los conforte y encuentren hermanos que sacien su necesidad.

CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ ANTE LAS TRIBULACIONES

CONSAGRACIÓN A SAN JOSÉ 
ANTE LAS TRIBULACIONES


¡Oíd, querido San José, una palabra mía !... Yo me veo abrumada de aflicciones y cruces, y a menudo lloro... Despedazada bajo el peso de estas cruces, me siento desfallecer, ni tengo fuerzas para levantarme y deseo que mi Bien me llame pronto. En la tranquilidad, empero, entiendo que no es cosa difícil el morir... pero si el bien vivir. ¿A quién, pues, acudiré sino a Vos, que sois tan bueno y querido, para recibir luz... consuelo… y ayuda? A Vos, pues, consagro toda mi vida, y en vuestras manos pongo las congojas, las cruces, los intereses de mi alma… de mi familia… de los pecadores… para que, después de una vida tan trabajosa, podamos ir a gozar para siempre con Vos de la bienaventuranza del Paraíso. Amén.

Jaculatoria. San José, Protector de atribulados y de los moribundos, rogad nosotros.

EL SECRETO DE LA FELICIDAD


EL SECRETO DE LA FELICIDAD





Cierto mercader envió a su hijo con el más sabio de todos los hombres para que aprendiera el Secreto de la Felicidad. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto, hasta que llegó a un hermoso castillo, en lo alto de la montaña. Allí vivía el sabio que buscaba. 

Sin embargo, en vez de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entró en una sala y vio una actividad inmensa; mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los más deliciosos manjares de aquella región del mundo.

El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas para que lo atendiera. 
El sabio escuchó atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la Felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde. 
-Pero quiero pedirte un favor- añadió el sabio entregándole una cucharita de té en la que dejó caer dos gotas de aceite-. Mientras caminas, lleva esta cucharita y cuida que el aceite no se derrame. 

El joven comenzó a subir y bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cuchara. Pasadas las dos horas, retornó a la presencia del sabio. 

¿Qué tal?- preguntó el sabio- ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín que el Maestro de los Jardineros tardó diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi biblioteca? 
El joven avergonzado, confesó que no había visto nada. Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado. 
Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo -dijo el Sabio-. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa. 

Ya más tranquilo, el joven tomó nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes.
Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. 
De regreso a la presencia del Sabio, le relató detalladamente todo lo que había visto. 
¿Pero dónde están las dos gotas de aceite que te confié? -preguntó el Sabio-. 
El joven miró la cuchara y se dio cuenta de que las había derramado. 
Pues éste es el único consejo que puedo darte - le dijo el más Sabio de todos los Sabios-.

El Secreto de la Felicidad está en mirar todas las maravillas del mundo, pero sin olvidarse nunca de las dos gotas de aceite en la cuchara. 


CONSEJOS PARA LA ECONOMÍA DEL HOGAR


Consejos para la economía del hogar
La práctica de virtudes y valores para enseñar en el hogar a fomentar el ahorro
Por: Francisco Gras 




La vida en la familia tiene que estar presidida, entre otras cosas, por la práctica de las virtudes y valores humanos de los padres, para que su ejemplo refuerce las enseñanzas a los hijos.

Virtudes y valores humanos que deben quedar reflejadas en los ingresos, gastos, ahorros y objetivos financieros que tenga la familia. Éstos tienen que ser irremediablemente muy claros y realistas, y estar debidamente plasmados por escrito en un plan para conseguirlos, que puede denominarse “Plan 125”, es decir, a 1, 2 y 5 años vista, e irlo controlando y adecuando mensual o anualmente, para en su caso, modificar también las metas u objetivos previstos.


La familia debe contar con un presupuesto de ingresos, fijos y variables, previsibles en el tiempo y en las circunstancias. La posibilidad de tener otros ingresos adicionales, o de mejorar los actuales estará en función de:

Que los dos cónyuges puedan trabajar a tiempos totales o parciales, sin olvidar el tiempo necesario para la educación de los hijos, su propia formación profesional y el equilibrio entre ingresos y calidad de vida.

Que uno o los dos cónyuges trabajen más horas.
Trabajar desde la casa para ahorrar los costos de transporte y comidas fuera del hogar.

Formación de un negocio trabajado desde la casa a tiempo total o parcial, en función de los conocimientos y plan de vida previsto.

La mejor manera de aumentar los ingresos para poder cumplir los objetivos previstos es asumiendo el costo económico y el sacrificio dedicado a obtener una mejor formación académica, realizando un programa de educación continua o certificaciones para conseguir trabajos mejor retribuidos.

Es una decisión que requiere el profundo análisis de las características de cada persona, en relación con sus posibilidades, cualidades, reservas económicas, capacidad de endeudamiento, situación de la economía, lugar donde se vive, y sobre todo, de la viabilidad del proyecto, etcétera.

Los cónyuges deben considerar los tipos de gastos calculados en cada fecha prevista y balanceados con los ingresos y sus fechas, para tomar decisiones.

Gastos fijos o variables obligatorios (las deudas en tarjetas de crédito o de hipotecas de interés variable, es un concepto prioritario en muchos casos).

Gastos fijos imprescindibles.

Gastos variables opcionales.

Gastos extraordinarios opcionales (compra de libros, aparatos que mejoren la capacidad educativa de los hijos).

Gastos extraordinarios imprevistos (hacer un remanente para casos de enfermedades, accidentes, aumento de estudios, etcétera).

Lo ideal es que solamente haya una cuenta bancaria, donde queden reflejados todos los gastos e ingresos, desechando esa mala costumbre de algunos cónyuges, de tener cuentas bancarias, ingresos y gastos separados, haciéndose cada uno responsable de administrarlos. Los bancos facilitan resúmenes de cuentas mensuales, con el desglose de todos los gastos realizados, lo que ayuda muchísimo a compararlos con los presupuestos.

La política sobre la inversión de los ahorros familiares debe consultarse con los expertos, pues hay muchos conceptos a tener en cuenta, que algunas veces marcan las prioridades. Por ejemplo, la disminución de impuestos con el pago de intereses hipotecarios, prepararse para la jubilación, beneficiarse de los incentivos que ofrecen las empresas con los planes de ahorros para la jubilación, para los estudios universitarios de los hijos, la compra de acciones, prepararse para los estudios de los hijos, disponibilidad inmediata para emergencias, riesgos asumidos, rentabilidad, seguridad, etcétera.

Las tarjetas de crédito, solamente se deberían utilizar para casos de emergencia y siempre de común acuerdo entre los cónyuges, para evitar el consumismo que acarrea tantos males. Previamente a utilizar la tarjeta de crédito, tiene que haber un plan sobre la forma de pagar lo gastado. Los gastos, preferentemente, deberían ser hechos por medio de tarjetas de débito, para no poder pasarse de los límites que cada uno se impone.

Gastar menos debería ser una prioridad familiar cuando la diferencia entre los ingresos, gastos y ahorros previsibles en las fechas indicadas no permite seguir llevando el modelo de vida que utiliza la familia, o no se pueden cumplir los objetivos familiares previstos.

Todas las acciones que la familia tome tendrán que ser pasadas por la criba de ese presupuesto de ingresos, gastos y ahorros mencionados, para adecuar sus acciones de forma que converjan en los fines propuestos.

Ya se han terminado las épocas donde se gastaba según se quería sin ningún miramiento y cuando la diferencia se cargaba a la tarjeta de crédito, esperando a que algún día pudiera pagarse. Ahora todos quieren que esta crisis pase cuanto antes, para volver a lo de antes, a los felices tiempos de los gastos descontrolados. No para actuar de acuerdo con lo aprendido de los derroches realizados.

Virtudes y valores humanos, que los padres deberán practicar e inculcar a sus hijos, para conseguir los objetivos propuestos: Abnegación. Aceptación Arrepentimiento. Austeridad. Autodisciplina Disciplina. Coherencia. Colaboración. Compromiso. Constancia Control. Cooperación Desprendimiento Disposición. Ejemplo. Esfuerzo Familia. Fortaleza. Generosidad Habito Humildad. Moderación Mortificación. Orden. Paciencia. Prevención. Responsabilidad. Sacrificio. Sencillez. Templanza. Trabajo, etcétera. La práctica de estas virtudes y valores humanos serán una buena herramienta, para romper las malsanas costumbres o perniciosos hábitos, que impiden a las familias alcanzar los objetivos previstos.

Padres e hijos deben estar completamente al corriente, según sus edades, de todas las decisiones que se tomen. Cada uno debe hacer lo que mejor sepa en beneficio de la familia y tiene que asumir la responsabilidad que voluntaria u obligatoriamente le corresponda.

Entre todos tienen que darse soporte, para poder llevar a efecto lo que hayan acordado, que aunque en un principio alguien disienta, después de que han llegado a un acuerdo, todos tienen que luchar en equipo para conseguirlo.

UN VASO DE LECHE




UN VASO DE LECHE 




Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar sus estudios universitarios, encontró que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos y tenía hambre.

Decidió que pediría comida en la próxima casa. Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso de agua.

Ella pensó que el joven parecía hambriento, así que le trajo un gran vaso de leche.
El lo bebió despacio, y entonces le preguntó:
-¿Cuánto le debo?-
-No me debes nada- contestó ella. -Mi madre siempre nos ha enseñado a no aceptar nunca un pago por un acto de caridad-.
El le dijo... -Entonces, se lo agradezco de todo corazón...!-




Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió más fuerte, si no que también su fe en Dios y en los hombres era más fuerte. El había estado a punto de rendirse y dejarlo todo.

Años después, esa mujer enfermó gravemente. Los doctores locales estaban confundidos. Finalmente le enviaron a la gran ciudad. Llamaron al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando este oyó el nombre del pueblo de donde venía la paciente, una extraña luz lleno sus ojos.

Inmediatamente, el Dr. Kelly subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla y la reconoció enseguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo máximo posible para salvar su vida. Desde ese día, él prestó la mejor atención a este caso. Después de una larga lucha, ella ganó la batalla..! Estaba totalmente recuperada..!

Como la paciente ya estaba sana y salva, el Dr Kelly pidió a la oficina de
administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para aprobarla.
Él la revisó y la firmó. Además, escribió algo en el borde de la factura y la envió al cuarto de la paciente.

La cuenta llegó al cuarto de la paciente, pero ella temía abrirla, porque sabía que le tomaría el resto de su vida para poder pagar todos los gastos. Finalmente la abrió, y algo llamó su atención: En el borde de la factura leyó estas palabras...

"Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche". (Firmado) Dr. Howard Kelly

Lágrimas de alegría inundaron sus ojos y su feliz corazón oró así: "Gracias, Dios, porque tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones humanos".

EL SEÑOR Y LA VIRGEN DEL MIILAGRO EN SALTA, ARGENTINA

El Señor y la Virgen del Milagro

El origen de las imagenes se remonta al año 1592, época en que el Obispo de Tucumán fray Francisco de Victoria concretara la donación al pueblo de Salta de la imagen de Cristo crucificado, cuyo destino sería la Iglesia Matriz de la ciudad. La llegada a tierras americanas de la imagen fue según los relatos auténticamente milagrosa.



En junio de 1592 la imagen llegó flotando en un cajón al puerto de El Callao, Perú, junto a otro que contenía una imagen de la virgen del Rosario destinada al convento de Sto. Domingo, en Córdoba. Jamás se supo qué embarcación las trajo desde España.

Desde Lima emprendieron viaje a su destino a lomo de mula y una vez en Salta, la imagen del Cristo fue depositada en la sacristía de la iglesia matriz y no fue objeto de veneración por espacio de cien años.

En el año 1692 la imagen de Inmaculada Concepción de María, que luego se llamaría Virgen del Milagro, se encontraba a tres metros de altura en un nicho del retablo del Altar Mayor. Cuenta la historia que aquel 13 de septiembre, después de los fuertes y reiterados temblores que destruyeron la ciudad de Esteco y fueron percibidos con singular intensidad en la ciudad de Salta,, se encontró la imagen de la Inmaculada en el suelo sin que sufrieran daño su rostro y manos y según la tradición perdió los colores del rostro que quedó pardo y macilento. La imagen fue llevada a la casa del alcalde Bernardo Diez Zambrano donde se oró toda la noche. Al día siguiente, 14 de septiembre, se colocó la imagen, que todos querían venerar, en el exterior de la Iglesia Matriz donde continuaron los cambios de colores del rostro y fue entonces cuando muchos fieles comenzaron a llamarla “del Milagro”. Una nueva historia empezaba para esta sencilla imagen y para los salteños., que jamás abandonarían su culto y su devoción Según la tradición oral y el exhorto de Chávez y Abreu, el padre jesuita José Carrión recibe la revelación de que el Santo Cristo Crucificado de la Iglesia Matriz, que tenían sin devoción y sin sacarlo en procesión, habría perdonado a Salta a pedido y súplica de la Madre de Dios del Milagro. Los padres jesuitas recordaron al Santo Cristo y lo liberaron de su encierro; lo colocaron frente a la iglesia que la Compañía de Jesús tenía en el centro de la ciudad. La imagen fue sacada en procesión por los fieles salteños con el ruego de que cesaran los temblores, lo que finalmente ocurrió.


Cuadro de Aristene Papi (Primera Procesión – 1939)

Al amanecer del día 14 la tierra dejó de temblar, volvió a estremecerse a la noche, en medio de procesiones y rogativas. Al cesar los estremecimientos, el día 15 renació la calma y con ella se comenzó a hablar del "milagro", designando a la Inmaculada como Virgen del Milagro.

En 1902 y por iniciativa del Obispo Linares, las imágenes fueron coronadas en presencia de altas autoridades de la Iglesia, venidas desde Roma.

El Milagro es pues la más antigua y también la más actual manifestación de fe de Salta, la cual no conoce otro acontecimiento festivo de la antigüedad, masividad y capacidad de inclusión de éste.

Hasta la llegada de Monseñor Tavella las imágenes del Señor y Virgen del Milagro estaban tapadas por una cortina que se corría los viernes y sábados respectivamente porque se consideraba que este culto no era cosa de todos los días. Y así llegamos a nuestros días, en que el culto a las imágenes del Milagro es la festividad más importante para la Ciudad, a la que no solo asisten todos los salteños, sino fieles de Provincias vecinas y la imagen de la Virgen se ha convertido en la Protectora de la Ciudad.

Los cultos del Milagro se celebran entre los días 6 y 15 de septiembre de cada año. La Novena, ha sido compuesta en 1760 por el Presbítero Dr. Francisco Javier Fernandez, y su rezo tiene lugar entre los días 6 y 14 de septiembre. El solemne Triduo se realiza en la Catedral Basílica de Salta los días 13, 14 y 15 de septiembre de cada año.

Los días 15 de septiembre, las Santas Imagenes recorren en procesión las calles de la ciudad, acompañadas de cientos de miles de fieles, en una de las expresiones populares más importantes de la Argentina



La imágen de la Virgen:

La imagen de la Virgen del Milagro representa a María de pie sobre la luna en cuarto creciente aplastando el dragón que enrosca por delante su cabeza y cola aseteada (con forma de flecha).

La procedencia de la imagen no está determinada, pero su análisis muestra que la cabeza y las manos son de distinto origen al cuerpo tallado, al que fueron añadidas.

Inicialmente la Virgen del Milagro fue una Inmaculada de bulto completo con manto, todo tallado en madera. Esta imagen fue labrada nuevamente para hacerla articulada y poder vestirla con indumentarias de tela. Al respecto, Monseñor Toscano escribió: “La novedad que todo lo invade, comenzó por ponerle vestidos de tela, costumbre que se ha perpetuado hasta hoy, desperfeccionándosele, con este motivo, algo de la cabeza para acomodarle pelo postizo, y los brazos para hacerlos susceptibles de ser cubiertos de ropa”.
El ajuste a la nueva moda fue realizado por Tomás Cabrera, como consta en la tarjeta orlada sobre el pecho que dice: “Tomás Cabrera, la encarnó. Año 1795”. (Encarnar significa darle color carne a las esculturas, y nada tiene que ver con el tallado del cuerpo completo). La túnica tallada está ornamentada con finas líneas de oro sobre pintura que simulan brocato y una ancha faja de pan de oro en su borde inferior.



Catedral Basílica de Salta

Las coronas

La corona de la Virgen del Milagro es una corona inperial de oro, constituida por cerco y diademas formados por dos rebordes en perilla y circunferencia de turquesas, con un espacio tachonado de esmeraldas y amatistas, un orbe de Lapislázuli, y coronamiento de la cruz con brillantes y esmeraldas.

La corona del Señor es una Real de oro de 24 kilates, con engarce de esmeraldas, rubíes y amatistas, constituida en cerco y diademas.

El cercos está divididos en tres zonas: su base es una circunferencia de laureles que divide un paño lisado superior, también circular, con roleos entrelazados y espaciados por una flor de extremos flordelisados, guarnecidos por una esmeralda, dando paso a ocho diademas, formadas por roleos entrelazados que conforman una cuasi flor de Liz en la punta. Entre estas diademes, hay siete diademas menores con motivos fitomorfos.

Las Coronas de flores

Cada septiembre engalanan las Santas Imágenes 
Elaborarlas cada año obedece a una antigua tradición familiar que viene desde fines del siglo diecinueve.

Fue aproximadamente en 1.890, cuando doña Florencia González Sarberry de Ovejero Zerd, esposa de don Sixto Ovejero Zerda - fundador del ingenio “Ledesma” en la provincia de Jujuy y gobernador de Salta cuando la invasión de las montaneras al mando de Felipe Valera, dispuso elaborar esas ofrendas en su casa de Florida 62, actual sede de la Municipalidad capitalina, empleando flores que hacía traer de su quinta “La Noria”, parte de cuya “sala” se conserva hasta hoy en Pueyrredón al 500, vereda Oeste. A la muerte de doña Florencia, ocurrida en marzo de 1.920, la responsabilidad de esta tarea se dividió entre sus hijas doña Adelaida O. Gonzáles de Tamayo, quien se hizo cargo de la del Señor, y doña Electa O. González de Figueroa Ovejero, la de la Virgen.



La señora de Tamayo falleció en noviembre de 1.949, sustituyéndola su hija doña Graciela Tamayo Ovejero de Mendióroz, quien murió hace alrededor de cinco años, quedando a cargo desde entonces su hija doña Cecilia Mendióroz Tamayo de Durand Cornejo, hasta el presente, elaborándose la corona del Señor en el domicilio de esta última, situado en Buenos Aires 181.

En cuanto a la corona de la Virgen, la señora de Figueroa Ovejero falleció en julio de 1.924, quedando a cargo de la tarea su hija mayor, doña María Luisa Figueroa Ovejero de López, la que al fijar su residencia en Buenos Aires fue remplazada por una de sus hijas, doña Alicia López Figueroa de Alderete, la que cedió la responsabilidad a su tía y segunda hija de doña Electa, doña Elvira Figueroa Ovejero de Zavalía Esteves, quien al fallecer en junio de1.991 dejó a cargo a su sobrina doña María Hortencia Figueroa, la que a su vez fue sustituida dos años más tarde por una de las nietas de doña María Luisa, doña Martha Alicia Alderete López de Puló García, quien en la actualidad dirige la tarea en casa de una de sus hijas, doña Mariana Puló Alderete de Goytia Etchevehere, en barrio Tres Cerrito.

Las flores

El arreglo floral del Señor del Milagro

lleva, aproximadamente,

diez mil claveles rojos,

y el de la Virgen,

unas ocho mil flores blancas.

Respondiendo a un especial pedido de un descendiente directo de doña Florencia González Sarberry de Ovejero Zerda, la valiosa colaboración que en la confección de las coronas prestaron siempre la señora Elisa Salguero de Ebber (ya fallecida), sus hijas Josefina y Herminia y sus nietas, quienes dan el toque final a las artística ofrendas.

UN INCENDIO PROVIDENCIAL


Un incendio providencial
A veces pensamos que Dios se olvida de nosotros, y es todo lo contrario


Por: Redacción Catholic.net | Fuente: salvadmereina.co.cr 




Edgard se levantó muy contento aquella mañana.

Su nuevo barco de pesca, recién salido del astillero, le prometía un provechoso día de trabajo. Y el tiempo era perfecto para estrenarlo. El cielo amaneció azul, con algunas nubes, es verdad, pero éstas acabarían por darle un poco de protección contra el Sol. Las redes estaban limpias y bien dobladas. El delicioso aroma del café matutino, cuidadosamente preparado por Adelaida, su esposa, le invitaba a apresurarse. Salió de casa tras el desayuno.

Mientras se alejaba rumbo a la playa, veía a Luisa y Marcelo, que decían adiós a su padre, ufano de su nuevo barco. Esperaba regresar con muchos peces y hacer un buen negocio en la feria semanal del día siguiente, a la que llegaba gente de toda la comarca.

Haciendo la señal de la cruz y besando su medalla de la Virgen del Carmen, de la cual nunca se separaba, Edgard elevó el ancla y zarpó. Silbaba contento, mientras manejaba con destreza el timón de su pesquero. No tardó en llegar a una zona bien conocida por la cantidad de peces. Pero… ¡cosa extraña! No encontró allí a ninguno de sus amigos pescadores. Por más que los buscaba, no veía ni siquiera un barco. Desconfiando de alguna sorpresa desagradable, escrutó el cielo en todas las direcciones. El tiempo continuaba estable, apenas con algunas nubes espesas. No le pareció que hubiera peligro de lluvia.

Lanzó las redes. Curioso… No había peces…

— ¿Qué está sucediendo? —Se preguntó, hablando solo.

El mar más tarde le dio la respuesta: las aguas comenzaron a moverse con más fuerza, las nubes espesas se acumularon rápidamente, oscureciendo el cielo. ¡Jamás vio armarse tan de repente una tempestad!

— ¡Será por eso que no hay peces!…

—dijo para sí.

Marinero, sin temor y experimentado, Edgard no se atemorizó. Puso en marcha el motor e intentó dirigir el barco de nuevo hacia la playa.

Pero éste no obedecía a los movimientos del timón, las olas cada vez más fuertes lo arrastraban en sentido contrario. En ese momento, vio pasar a lo lejos a su amigo Luis, pescador también, que avanzaba penosamente rumbo a tierra firme y le gritaba:

— ¡Edgard! ¡Media vuelta! La tempestad va a ser tremenda…

Casi no lo podía oír… El viento era demasiado fuerte, usó toda su pericia para tomar la dirección correcta, pero inútilmente: el barco bogaba como si no tuviese timón y la corriente lo alejaba más y más de tierra firme.

Una lluvia torrencial vino a agravar la situación.

En la inminencia de una tragedia inevitable, Edgard se encomendó a la Virgen Santísima. No podía hacer nada más, sino rezar. Golpeado por una gran ola, el barco giró violenta mente, Edgard sintió un fuerte golpe y cayó sin sentido.

Cuando volvió en sí, se encontraba en una playa. Estaba atontado, le dolía la cabeza, todo el cuerpo. Con mucho esfuerzo pudo ponerse de pie, miró alrededor y le pareció estar en alguna isla desconocida. De su barco, apenas vio algunos restos esparcidos por la playa.

¿A quién pedir ayuda? Sólo le quedaba pedir ayuda al Cielo. Se quitó del cuello la medalla de la Virgen del Carmen, se arrodilló y rezó fervorosamente.

Después de esa oración, sintió que le volvían las fuerzas. Caía la tarde. Recogió lo que quedaba del barco e hizo una cabañita, cubriéndola con ramajes de palmera, para protegerse del frío durante la noche.

A la mañana siguiente, fue despertado por el ruido de una alegre bandada de gaviotas que pescaban. Tenía mucha hambre y no había nada que comer. Resolvió explorar “su isla” a la búsqueda de frutas.

Anduvo, anduvo, anduvo… no encontró nada que llevarse a la boca, pero reconoció el lugar donde se encontraba: era una isla rocosa y desértica, que no estaba en la ruta de ningún barco pesquero, mucho menos de algún navío.

¡El Sol estaba más alto en el cielo y el hambre aumentaba!

Decidió pescar. Encontró entre los restos del barco un pedazo de hilo y un pedazo de alambre con el que improvisó un anzuelo, y pronto… el resto era cuestión de habilidad. Con eso y algunos moluscos sirviendo de cebo no le fue difícil arrastrar cuatro peces hasta tierra firme.

Después de varias tentativas fracasadas, consiguió hacer fuego junto a la cabaña. En uno de los lados protegido del viento. Asó dos peces grandes, sazonados con la sal del mar. Le parecieron deliciosos, hasta mejores, que los que su esposa, Adelaida, tan bien le preparaba.

Después de saciada el hambre, decidió explorar el otro lado de la isla.

¡Quién sabe si avistaría algún barco!…

Caminó mucho, subió y bajó roquedales, pero a cierta altura sintió un fuerte olor a quemado. Lleno de desconfianza por lo que estaría sucediendo, corrió afligido de vuelta a la playa. Llegando allí, vio la cabaña toda quemada y una columna de humo que subía de una montaña de hojas secas alcanzada por las llamas.

Edgard, que hasta ese momento se había mantenido firme, no aguantó más. Se sentó en la arena, con la cabeza entre las manos, y no consiguió contener el desánimo y las lágrimas.

¡Había pedido ayuda a los Cielos y Dios parecía haberlo abandonado!

Por fin, cansado de toda la tensión de aquel día, se adormeció allí mismo en la playa, bajo el Sol inclemente de la tarde. Cuánto tiempo durmió, nadie lo sabe. Fue despertado por alguien que le tocaba el brazo y le llamaba:

— ¡Edgard!

— Era Luis, su amigo pescador.

Levantándose de un salto, Edgard lo abrazó y dijo:

— ¡Luis! ¿Cómo has llegado hasta aquí? Esta isla no está en la ruta de ningún barco…

Pasada la tempestad, me lancé de nuevo al mar, decidido a encontrarte.

Busqué sin descanso por todos nuestros rincones conocidos, y ya estaba regresando, pues la tarde estaba llegando al fin, y en la oscuridad sería imposible proseguir la búsqueda. Inesperadamente, vi una columnita de humo subiendo por detrás de esos roquedales. Dejé el barco anclado y vine a nado, pues no es posible navegar entre esas piedras. ¡Vamos, hombre, dentro de poco será de noche! ¡Tu familia te espera!

En el viaje de vuelta a casa, Edgard meditaba con profunda gratitud sobre la manera por la que la Virgen Santísima llevó hasta Dios sus oraciones: aquel incendio, que le parecía la desgracia completa… ¡había salvado su vida!

* * *

A veces, Dios actúa así con nosotros, pareciendo haberse olvidado de nosotros. Sin embargo Él permite la aparente derrota, o hasta la desgracia, para de ahí sacar un bien mayor. Por tanto, aunque no entendamos, confiemos, pues ¡Él nunca nos abandona! ¡Hay males que vienen para bien!

martes, 8 de septiembre de 2015

¿POR QUÉ Y CÓMO DAR LIMOSNA?


¿Por qué y cómo dar limosna?
La limosna llega a su plenitud cuando el bien que compartimos ayuda al prójimo a mejorar su condición.


Por: GabrielGonzález Nares | Fuente: Encuentra.com 




"La limosna evangélica no es simple filantropía: es más bien una expresión concreta de la caridad, la virtud teologal que exige la conversión interior al amor de Dios y de los hermanos, a imitación de Jesucristo". Benedicto XVI
¿Por qué dar limosna?

El Papa Benedicto XVI nos enseñó que "La limosna nos ayuda a vencer esta constante tentación (la avaricia) educándonos a socorrer al prójimo en sus necesidades y a compartir con los demás lo que poseemos por bondad divina. Las colectas especiales en favor de los pobres, que en Cuaresma se realizan en muchas partes del mundo, tienen esta finalidad. De este modo, a la purificación interior se añade un gesto de comunión eclesial al igual que sucedía en la Iglesia primitiva" [1].

"Según las enseñanzas evangélicas no somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: por tanto, no debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un medio de su providencia hacia el prójimo" [2].

En breve, digamos que el sentido principal de la limosna es hacer presente en el mundo la caridad divina a través de nosotros. Con este ejercicio comunicamos la caridad divina, pues buscamos con sinceridad el bien y la integridad del prójimo.

¿La limosna debe ser material?

Al hablar de limosna nos referimos a la dádiva de un bien que nos es valioso y el cual necesitamos. Es decir, la limosna no es lo que nos sobra. Incluso si diéramos grandes sumas de dinero que no necesitáramos esa dádiva no sería limosna, pues con ella no compartimos lo que realmente necesitamos para sobrevivir.

En este sentido, no importa la cantidad de lo que demos, sino el sentido de generosidad y el compartir lo que verdaderamente lo que no nos sobra, sino que es para nosotros un bien valioso. Por tanto, podemos compartir tiempo, ayuda, consejos, y no sólo alimentos y dinero.

Asegurarnos que la limosna ayude al prójimo

Muchas veces las personas de buenas intenciones dejan de dar limosna a los pobres porque saben que el dinero dado será gastado en drogas, jerarquías delictivas o que, en general, no será de provecho para los necesitados.

Ante esto podemos responder ayudando a los necesitados a través de organizaciones o fundaciones que administran óptimamente los bienes, a fin de que los pobres puedan ayudarse con ellos.

Naturalmente, la acción de la limosna llega a su plenitud cuando el bien que compartimos ayuda al prójimo a mejorar su condición. Sin embargo, lo que el necesitado haga con los bienes compartidos no es directamente responsabilidad de quien da, sino de quien recibe los bienes.

RECEMOS POR LOS CRISTIANOS PERSEGUIDOS NOS DICE EL PAPA FRANCISCO


EL AMOR DE CRISTO NO TIENE LÍMITES


El amor de Cristo no tiene límites
El amor está en las cosas pequeñas. Soñamos con lo imposible y no hacemos lo que está a nuestro alcance.


Por: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: Catholic.net 




Jesús nos amó hasta el final, dio la vida por nosotros. “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (Jn 13,2).

Una de las características del amor de Cristo es que no tiene límites. Él se rompió amando, con sus palabras, con sus manos, con sus gestos, con sus actitudes. En aquella tarde, Jesús amó a los suyos como nadie los había amado hasta entonces, los amó, hasta el límite, hasta el fin, hasta el extremo, hasta dar la vida. Jesús demostró este amor al otro en el servicio y en el estar atento en las cosas pequeñas. “Se levantó de la mesa, se quitó los vestidos y, tomando una toalla se la ciñó luego echó agua en la jofaina, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a enjugárselos con la toalla que tenía ceñida” (Jn 13.5). Echar agua, lavar, secar los pies, era un oficio de esclavos. Y Jesús se convierte en esclavo, en servidor; se empobrece, se rebaja poniéndose a sus pies. Este servicio humilde y callado lo hizo Jesús con sus discípulos; quien no se deje lavar los pies por él, no tendrá parte en su reino.

Jesús fue un hombre especial, extraordinario en generosidad, bueno de verdad, que pasó haciendo el bien sobre la tierra y curando a los oprimidos por el mal, porque Dios estaba con él (Hch 10,38). Por eso Pablo aconsejaba a los cristianos como norma de vida: "Mantengamos fijos los ojos en Jesús" (Hb 12,2), para tener sus mismos sentimientos, para obrar como él. Fue enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres, a proclamar la liberación a los cautivos, a dar vista a los ciegos, a dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor (Lc 4,18-19). Él vino para los casos difíciles, para "salvar lo que estaba perdido" (Lc 19,10).

Jesús fue un hombre bueno, con una bondad de calado profundo, de inversión de valores, de búsqueda de lo esencial. Lo radical de su bondad estaba en el hecho de su estar "a la escucha" de las necesidades de los otros. Él dio su vida por todos, su entrega fue total, él no vino a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por todos (Mc 10,45). Nunca condenó a nadie, trató de salvar a todos, de dar vida y de ser vida y fuente de agua viva. Toda la vida de Jesús fue una donación al Padre y se entregó como precio de nuestra liberación. El “amarás a Dios con todo tu corazón y toda tu alma”, encuentra su nueva plenitud en la palabra y en vida de Jesús. Dios, para él, es el único bueno (Mc 10,18), el Padre amoroso (Mt 5, 45) que busca la oveja perdida (Lc 15,4-7), porque es un Dios que busca y acoge lo que se había perdido (Lc 15,2).

En sus enseñanzas repetía que lo más importante era buscar a Dios, su Reino, que no se preocuparan de lo demás. Mil veces invitaba a sus oyentes a no tener miedo, a no dudar, a creer de verdad (Jn 8,46). A todos les dio ejemplo de amor y el amor fue su único mandato. El amor se concretiza en las cosas pequeñas. Soñamos con lo imposible y no hacemos lo que está a nuestro alcance. “Atender a cosas aún menudas, y no hacer caso de unas muy grandes”, porque “quedamos contentas con haber deseado las cosas imposibles y no echamos mano de las sencillas” (7M 4,14).

San Jerónimo escribió un comentario a las cartas de Juan, donde dice que cuando a Juan le preguntaban sus discípulos cristianos, constantemente respondía: “Hijos míos, amaos los unos a los otros”. Cansados los discípulos de esa machacona insistencia, le preguntaron que por qué repetía tanto lo de “amaos”. Su respuesta fue bien sencilla: “porque éste es el mandamiento del Señor, y si lo cumplimos es suficiente”.

Efectivamente, quien comprende y experimenta lo que es el amor, no puede por menos de gritar como Francisco de Asís: Dios es amor, amor, amor. Dios es amor: quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (Jn 4,16) El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor (1Jn 4,8). Por eso insistía Juan: “Amigos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios” (1Jn. 4, 7). Esto mismo había encomendado Jesús a sus discípulos y les pide que se ayuden, se apoyen, se consuelen. Por eso Jesús insistirá: “Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros; igual que yo os he amado, amaos también entre vosotros. En esto conocerán que sois discípulos míos, en que os amáis unos a otros” (Jn 13,34-35).

Juan era un experto en la ciencia del amor, había comido junto a Jesús y había sentido el latir del corazón del Amado. En esto se ha manifestado el amor de Dios por nosotros, en que ha mandado a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros vivamos por él (1Jn 4,9). Para Juan el amor es la piedra angular del reino de Cristo (Jn 3,16) y exhorta siempre a los hermanos al amor recíproco (2Jn 5,6). El amor de Dios se ha revelado en un acontecimiento histórico: el hecho de Jesucristo, que inaugura el tiempo de la misericordia divina. Este acontecimiento histórico, revelación única y suficiente de Dios manifiesta también que Dios no sólo ha amado y ama, sino que “es amor” (1Jn 4,8).

Juan aprendió muy bien la lección del amor, como lo más importante y como lo único que merecía enseñarse e insistir. La primera carta de Juan es una joya. De ella entresaco algunos pensamientos.
- El que ama a su hermano, ése es hijo de Dios (3,10).
- Quien ama a su hermano ha pasado de la muerte a la vida (3,14).
- Amar de verdad es dar su vida por el hermano (4,10).
- El que ama comparte sus bienes con el hermano necesitado (4,17).
- Amarnos es cumplir lo que Jesús nos mandó (3,23).
- El que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios (4,7).
- Nuestro deber de amar se funda en que Él nos amó (4,11)
- Si amamos al hermano, Dios permanece en nosotros (4,12).
- Amemos, ya que Él nos amó primero (4,19).
- Quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve (4, 20).
- Si alguien ama a Dios, ame también a su hermano (4, 21).

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 8 DE SEPTIEMBRE DEL 2015 - LA NATIVIDA DE LA VIRGEN MARÍA


Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús
Solemnidades y Fiestas



Mateo 1, 18-23. Fiesta de la Natividad de la Santísima Virgen. Bendito el día que vio nacer a la Santísima Virgen. ¡Feliz cumpleaños, María! 


Por: P . Clemente González | Fuente: Catholic.net 



Te adelantamos las Reflexiones del Evangelio de la 23a. Semana del Tiempo Ordinario,  del domingo 6 al sábado 12 de septiembre 2015.
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Del santo Evangelio según san Mateo 1, 18-23 
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros. 

Oración 
A María el Evangelio la llama bienaventurada, porque siempre creyó en el cumplimiento de la Palabra. Te suplico, Señor, que tu Santísima Madre, cuyo nacimiento celebramos hoy, interceda por mí para que sepa escucharte y creer en lo que hoy me quieres decir.

Petición
Dios mío, aumenta mi fe, para poder imitar a María en su fidelidad.

Meditación del Papa Francisco
El tema central en el Evangelio de Jesús es el Reino de Dios. Jesús es el Reino de Dios en persona, es el Emmanuel, Dios-con-nosotros. Es en el corazón del hombre donde el Reino, el señorío de Dios, se establece y crece. El Reino es al mismo tiempo don y promesa. Ya se nos ha dado en Jesús, pero aún debe cumplirse en plenitud. Por ello pedimos cada día al Padre: “Venga a nosotros tu reino”. […]Queridos jóvenes, elMagnificat, el cántico de María, pobre de espíritu, es también el canto de quien vive las Bienaventuranzas. La alegría del Evangelio brota de un corazón pobre, que sabe regocijarse y maravillarse por las obras de Dios, como el corazón de la Virgen, a quien todas las generaciones llaman “dichosa”. Que Ella, la madre de los pobres y la estrella de la nueva evangelización, nos ayude a vivir el Evangelio, a encarnar las Bienaventuranzas en nuestra vida, a atrevernos a ser felices. (Mensaje del Santo Padre Francisco para la XXIX Jornada Mundial de la Juventud 2014).
Reflexión
Según la liturgia, fue en el mes de septiembre que, hace más de veinte siglos, vino al mundo la Mujer destinada a ser Madre del Divino Salvador. Al recordar este nacimiento, venturoso entre todos para el género humano, lo invitamos a meditarlo en breve reflexión.

El nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo representó una honra incomparable para toda la humanidad. Guardadas las proporciones, también la venida de la Santísima Virgen al mundo dotó de particular nobleza al género humano. Fue Ella la creatura más perfecta hasta entonces nacida, concebida sin pecado original, a quien le fue dada, desde el primer instante de su ser, una superabundancia de gracias.

De esta manera se comprende, la afirmación de que María Santísima está para Nuestro
Señor, así como la luna para el sol: Ella representa la suave y amena luminosidad de la luna, y Él, la omnipotente y deslumbrante claridad del sol.

Hay sin duda, inmensa belleza en el despuntar del día del fulgurante astro. No obstante, en ciertas ocasiones, el aparecimiento de la luna tiene su encanto también, su poesía y su grandeza. La natividad de Nuestra Señora fue, para toda la humanidad, como un magnífico nacer de la luna: sol de las sombras, sol del reposo, sol de las largas meditaciones y de los extensos ejercicios del espíritu...

El cumpleaños del padre o de la madre son siempre un motivo de alegría que reúne a toda la familia para celebrarlo. Cada uno deja sus ocupaciones y trata de hacer feliz al festejado. Este signo externo trata de reflejar un sentimiento más profundo como es la gratitud y el amor. A nuestros padres debemos la vida. Ellos fueron el instrumento de Dios para concebirnos. Hoy celebramos el cumpleaños de nuestra madre del cielo, la Santísima Virgen María.

Como toda buena familia, la Iglesia se reúne para celebrar, festejar y agasajar a María.

Cuántas veces en nuestra vida familiar se suceden acontecimientos que, humanamente, carecen de una explicación lógica.

Cuántas veces en nuestras vidas no vemos claro, nos falta luz. Y sin embargo, Dios está ahí, como estuvo hace dos mil años en la vida de la Sagrada Familia de Nazaret.

Propósito
Celebrando el cumpleaños de la Virgen María, aprovechemos para renovar nuestra fe. Unámonos en familia en torno a ella y pidámosle que nos ayude a descubrir siempre la mano de Dios en nuestra vida. Que al igual que María y José, sepamos confiar en la Providencia buscando en todo servir y agradar a Dios.

Diálogo con Cristo
Gracias Jesús por dejarnos a María como madre y modelo de santidad. Quiero acercarme más a Ella para poder seguir mejor su ejemplo y así lograr que todo momento de mi existencia sea un paso para crecer en el amor a Dios y a mis hermanos.

lunes, 7 de septiembre de 2015

EL DIFÍCIL PERO NECESARIO ARTE DE IR CONTRACORRIENTE



El difícil pero necesario arte de ir contracorriente

En varias ocasiones los Papas han hablado a los jóvenes, y junto con ellos a todos nosotros, sobre la necesidad de ir “contracorriente.” Es evidente que los valores y el estilo del mundo asfixian y quieren robar la semilla preciosa que Cristo ha traído a esta tierra. Pero, ¿qué es vivir contracorriente, y cómo se puede poner en práctica?


Por: Fray Nelson | Fuente: blog/mundoescorinto 




* En varias ocasiones los Papas han hablado a los jóvenes, y junto con ellos a todos nosotros, sobre la necesidad de ir “contracorriente.” Es evidente que los valores y el estilo del mundo asfixian y quieren robar la semilla preciosa que Cristo ha traído a esta tierra. Pero, ¿qué es vivir contracorriente, y cómo se puede poner en práctica?

* La estrategia del mosquito es el nombre que damos a la actitud de los que consideran que basta con liberarse del fastidio presente imaginando que los problemas a la larga se resolverán por sí mismos, y las cosas volverán a una cierta “normalidad.”

* La estrategia del mosquito cree que el enemigo, como un perro rabioso, se va a calmar si le lanzo una salchicha; la verdad es que cada salchicha hace más fuerte al oponente. Todavía más grave el caso si el enemigo tiene un plan para subir cada vez más sus pretensiones y exigencias, como de hecho sucede en nuestros días.

* Nuestros tres grandes errores, compañeros de la fallida estrategia del mosquito, son la pereza, la cobardía y la ingenuidad. Dos ejemplos notables del daño que causa esa pasividad son los avances del lobby gay y las atrocidades a que lleva la legislación permisiva sobre el aborto. En el primer ejemplo, se pasa de legalizar el matrimonio gay a indoctrinar el pansexualismo en los niños. En el aborto, después de aprobado para situaciones “extremas” (como la violación) luego se considera “daño para la madre” todo lo que lastime supuestamente su sicología, como por ejemplo, tener que parir un hijo varón queriendo una niña.

* Podemos resumir diciendo que nuestra “estrategia del mosquito” resulta escandalosamente derrotada por la “estrategia del caballo de Troya,” que bien saben usar los que manejan con astucia sus agendas de aprobación legal y de manipulación de derechos en conflicto.

* Veamos primero lo que hay que evitar:

(1) No vale hundirse en la tristeza y la amargura.

(2) No sirve la nostalgia, que además encubre muchas mentiras e injusticias sobre el pasado.

(3) No surge nada del escapismo al estilo milenarista.

(4) No construye el volverse simplemente un cazador de herejías.

* ¿Qué hacer entonces?

(1) Experiencias vivas y gozosas de conversión; no puedes vencer la corriente del mundo si no te conduce una corriente más fuerte, la del Espíritu Santo. Es requisito la alegría. En la tristeza de los que solo denuncian quizás se esconde el deseo de pecar impunemente.

(2) Necesitamos estar bien alimentados. Con oración, ante todo. Con ansia de la gloria de Dios. Con claridad sobre nuestra necesidad de los sacramentos.

(3) Necesitamos baluartes: espacios para rehacer nuestras fuerzas; lugares de descanso y de renovar las fuerzas. A los cristianos del siglo I les tocó ir a las catacumbas. Esto implica también cuidar el baluarte.

(4) Formación permanente: estar actualizados sin estar obsesionados. Hablar de estos temas con amigos, relacionados y sobre todo con la propia familia. Esto incluye gozarse en la estatura y claridad de nuestra doctrina católica.

(5) Actitud de abnegación generosa para dejar lo que no construye y para tener una sana disciplina, mirando a la Cruz.
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