jueves, 18 de septiembre de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: JUEVES 18 DE SEPTIEMBRE DEL 2014

Autor: Misael Cisneros | Fuente: Catholic.net
La pecadora arrepentida
Lucas 7,36-50 Tiempo Ordinario. ¿Quieres saber cuánto vales? No cuentes lo que tienes, mira solamente lo que amas.
 
La pecadora arrepentida
La pecadora arrepentida
Del santo Evangelio según san Lucas 7,36 - 50

En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella ciudad, cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo, tomó consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás de Jesús, y comenzó a llorar, y con sus lágrimas bañaba sus pies; los enjugó con su cabellera, los besó y los ungió con el perfume. Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar: «Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer es la que lo está tocando; sabría que es una pecadora». Entonces Jesús le dijo: «Simón, tengo algo que decirte». El fariseo contestó: «Dímelo, Maestro». Él le dijo: «Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro, cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?». Simón le respondió: «Supongo que aquel a quien le perdonó más». Entonces Jesús le dijo: «Has juzgado bien». Luego, señalando a la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de saludo; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no ungiste con aceite mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por lo cual, Yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado perdonados, porque ha amado mucho. En cambio, al que poco se le perdona, poco ama». Luego le dijo a la mujer: «Tus pecados te han quedado perdonados». Los invitados empezaron a preguntarse a sí mismos: «¿Quién es éste que hasta los pecados perdona?». Jesús le dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado; vete en paz.

Oración introductoria

Dios mío, al igual que la mujer del Evangelio, te busco con una gran fe en esta oración. Soy consciente de mis miserias y necesito tu perdón. No permitas que me aparte de Ti, porque en Ti tengo puesta toda mi esperanza. Te amo y deseo ardientemente compartir este amor con los demás.

Petición

Señor, ayúdame a reparar mis faltas con esta oración sincera y humilde.

Meditación del Papa Francisco

[Jesús] Si hablaba con alguien, miraba sus ojos con una profunda atención amorosa: “Jesús lo miró con cariño”. Lo vemos accesible cuando se acerca al ciego del camino, y cuando come y bebe con los pecadores, sin importarle que lo traten de comilón y borracho. Lo vemos disponible cuando deja que una mujer prostituta unja sus pies o cuando recibe de noche a Nicodemo. La entrega de Jesús en la cruz no es más que la culminación de ese estilo que marcó toda su existencia.
Cautivados por ese modelo, deseamos integrarnos a fondo en la sociedad, compartimos la vida con todos, escuchamos sus inquietudes, colaboramos material y espiritualmente con ellos en sus necesidades, nos alegramos con los que están alegres, lloramos con los que lloran y nos comprometemos en la construcción de un mundo nuevo, codo a codo con los demás. Pero no por obligación, no como un peso que nos desgasta, sino como una opción personal que nos llena de alegría y nos otorga identidad. (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium n. 269) .

Reflexión

Cada hombre vale lo que puede valer su amor. El amor, lo dijo alguien hace muchos siglos, no tiene precio. Se atribuye al rey Salomón esta frase: "Si alguien quisiese comprar todo el amor con todas sus riquezas se haría el más despreciable entre los hombres". Un empresario multimillonario puede comprar las acciones de muchas empresas más débiles que la suya, pero no puede lograr, con todos sus miles de millones de dólares, comprar la sonrisa amorosa de su esposa o de sus hijos. Y si el amor es algo inapreciable, si vale más que todos los diamantes de Sudáfrica, vale mucho más la persona, cada hombre o mujer, capaces de amar.

Por eso podemos decir que no existe una cifra que nos diga lo que vale cada ser humano. Mejor aún: tiene un precio que sólo se puede comprender cuando entramos en la lógica del "banco del amor", cuando aprendemos a mirar a los demás con los ojos de quien descubre que todos nacemos y vivimos si nos sostiene el amor de los otros, y que nuestra vida es imposible el día en que nos dejen de amar y en el que nos olvidemos de amar.

¿Quieres saber cuánto vales? No cuentes lo que tienes. Mira solamente si te aman y si amas, como esta mujer pecadora que amaba a Cristo y Cristo la amaba porque sabía que le daba no sólo un valioso perfume sobre sus pies, sino un valioso amor que vale más que todas las riquezas del fariseo. El fariseo dejaba de lado a todos aquellos que él consideraba pecadores pero no sabía que en el corazón de Cristo no hay apartados. Él ama a todos los hombres y espera ser correspondido por cada uno de ellos. De igual forma en nuestra vida, amemos a los hombres sin considerar su fealdad o belleza, su condición social o sus defectos.

El amor cubre una multitud de pecados, por eso ella puede escuchar de labios de Jesús: ¡vete en paz! Es un atrevimiento y un escándalo para quien está falto de amor, pues sólo desde el amor se entiende el perdón. Si no, que lo diga una madre dispuesta siempre a perdonar los extravíos de su hijo.

El amor es la fuerza del alma y la llave que abre todas las puertas.

Propósito

Evitar, hoy, juzgar a los demás para mantener un corazón generoso y misericordioso como el de Cristo.

Diálogo con Cristo 

Dios Padre misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia, ten compasión de tus hijos pecadores y apiádate de las obras de tus manos para que podamos permanecer en pie el día de tu venida gloriosa. 

ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA


¿A QUIÉN HE DE TEMER?


¿A quién he de temer?

Un grupo de científicos y botánicos  se encontraban explorando 
remotas regiones de los Alpes  en busca de nuevas especies de flores.

Un día notaron, a través de sus binoculares,  una flor tan rara y tan bella  que su valor a la ciencia era incalculable. 

Sin embargo, la flor se hallaba  en lo profundo de una cañada 
que tenía despeñaderos a ambos lados. 

Para agarrar la flor, alguien tenía que bajar por el despeñadero sostenido de una cuerda. 

Por allí cerca había un muchacho curioso  observando la escena. Los científicos le dijeron  que le pagarían bien si se dejaba bajar 
por el despeñadero  para arrancar la flor que había en el fondo. 

El muchacho echó un largo vistazo  al profundo y vertiginoso precipicio y dijo: "Regreso en un minuto." 
Al poco rato volvió,  seguido de un hombre de pelo canoso. 
Se acercó al botánico y le dijo:

"Bajaré por el despeñadero y les traeré la flor 
con la condición de que este hombre sostenga la cuerda.
Es mi papá." 

¡Ojalá que Dios nos dé la fe de ese muchacho! 
¿Has aprendido a confiar en el Señor así?  Si alguna otra persona sostiene la cuerda, no me atrevo a ir. 

Pero puesto que es Jesús el que me mantiene firme,  no puedo dudar.  ¿Estás dispuesto a decir: 
"Si mi Padre sostiene la cuerda no temeré"? 

El temor se desvanece cuando confiamos en nuestro Padre.

A LA SOMBRA DE TU IDEAL


A la sombra de tu ideal


Un día Diógenes, el cínico , fue al mercado y puso un puesto, y encima, un letrero que decía :

" AQUÍ SE VENDE SABIDURÍA ".

Un Griego que leyó el letrero se echó a reír y dándole a su criado tres sestercios de sabiduría( sesenta centavos ), le dijo :

- Anda y dile a Diógenes que te venda tres sestercios de sabiduría,
Diógenes tomó el dinero y dijo al criado:

-Di a tu amo, que en todo lo que haga mire si no contradice a su ideal.

Agradó tanto la sentencia al amo, que la hizo esculpir en la puerta de su casa...

Yo te la he escrito estas líneas. Si la quieres no necesitas dinero.
Tómala y grábala en tu espíritu, y sea entonces tu vida, un eco de tu ideal.

Cuida que tus acciones no sean un a contradicción con tu manera de pensar.

Pon a la sombra de tu ideal toda la variada actividad de tu vida.
Esto es ser conciente con tus principios.

Esta es la verdadera sabiduría práctica.

Esto es vivir en el mundo de las conquistas espirituales y no en los campos fantásticos de las quimeras.

Sólo así llegarás a la altura de los triunfos. No lo olvides, sólo así...
Si sabes ser consecuente con tu ideal

ORACIÓN POR LOS SACERDOTES - JUEVES EUCARÍSTICOS


ORACIÓN POR LOS SACERDOTES

"Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño,
te rogamos que por el inmenso amor y misericordia
de Tu Sagrado Corazón,
atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.

Te pedimos que retomes en Tu Corazón
todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino,
que enciendas de nuevo el deseo de santidad
en los corazones de aquellos sacerdotes
que han caído en la tibieza,
y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes
el deseo de una mayor santidad.

Unidos a tu Corazón y el Corazón de María,
te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial
en la unidad del Espíritu Santo. Amén."


JESUCRISTO !AYÚDAME!


Jesucristo ¡ayúdame!

En cada necesidad déjame acercarme a ti con humildad diciendo: Jesucristo ¡ayúdame!

En todas mis dudas, perturbaciones y tentaciones: Jesucristo ¡ayúdame!

En mis horas de soledad, cansancio y pruebas: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando mis planes y esperanzas fracasen; en los disgustos, problemas y pesadumbres: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando otros me fallen y solamente tu gracia me auxilie: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando acuda a ti en busca de tu amor como Padre y Salvador: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando mi corazón se sienta derrumbado por el fracaso y al ver que mis esfuerzos son inútiles: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando me sienta desesperado y mi cruz se haga mas pesada: Jesucristo ¡ayúdame!

Cuando me sienta solo y enfermo y mi cabeza y manos ya no funcionen: Jesucristo ¡ayúdame!

Siempre, siempre, a pesar de mis debilidades: Jesucristo ¡ayúdame!
y nunca me abandones, Jesús mío. Amén.

NOS HACE FALTA LA VIRTUD DE LA ESPERANZA, SEÑOR


Autor: Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net 
Nos hace falta la virtud de la esperanza, Señor
La esperanza es la luz que puede romper las negras sombras cuando parece que todo está perdido.


Nos hace falta la virtud de la esperanza, Señor


Hoy es jueves, Señor, y vengo con el alma en sombras, sombras que se llegan a convertir en oscuridad si nos falta la virtud de la Esperanza.... 

Cuando eso sucede hay noches en las que parece que el tiempo se ha detenido y jamás veremos el amanecer... en ellas oímos el palpitar de nuestro corazón y cada latido nos duele. 

Noches de negrura espiritual en las que todo parece agrandarse, nuestra pena, nuestra angustia y nuestro malestar. 

Nos pesa la vida y en el silencio de esa noches nos parece que no hay pena como nuestra pena.

Pero...si hay un poco de esperanza en nuestro corazón, estamos salvados. 

Sabemos de casos que esa gran "desesperanza" ha llegado a tal límite, a tal profundidad que no se ha encontrado otra solución que el buscar la "puerta falsa". Es el escape, el terminar con algo que pesa demasiado y el sentirse sumergido en las tinieblas de una noche "sin mañana"... sin esperanza. ¡Eso fue lo que les faltó a esas vidas, LA ESPERANZA. 

La esperanza es un mañana mejor, la esperanza es la luz que puede romper las negras sombras cuando parece que todo está perdido.

Sin esperanza no se puede vivir.

Cuando hay Esperanza a pesar de la desilusión y del dolor, siempre habrá otro camino que no sea el de la desesperación y el total aniquilamiento del verdadero yo. 

Es cierto que hay situaciones en la vida que son como la más oscura de las noches, noches en que las horas parecen no pasar...pero cuando hay fe, cuando sabemos que tenemos un Dios Padre que sabe de nuestro sufrimiento, cuando nos sabemos amados por El, a pesar de que nuestro sentimiento de soledad sea inmenso, si nos dejamos arropar y abandonar en sus brazos y en los de nuestra Madre María Santísima, la Esperanza, de saber que Dios nos ama, llegará con su luz que sabe consolar. 

Quien se siente amado no puede caer en la desesperación y Dios nos ama.

La ESPERANZA, es una virtud que tenemos que cultivar como la flor más delicada y valiosa. Tres son las virtudes teologales : Fe, Esperanza y Caridad, cuyo objeto directo es Dios Sin ellas es muy difícil caminar por la vida y no podemos olvidar que la Esperanza siempre será la luz en nuestras noches cuando las penas y las dificultades las hagan muy oscuras. 

Estos momentos ante Ti, Jesús, te pedimos que nos llenes de esperanza y que recordemos que el Papa Benedicto XVI ha dedicado una Carta encíclica «Spe salvi», para hablarnos de la esperanza: " (...) se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino.

PAPA FRANCISCO DENUNCIA QUE ESTAMOS VIVIENDO UNA "TERCERA GUERRA MUNDIAL"


Autor: . | Fuente: ForumLibertas 
El Papa Francisco denuncia que estamos viviendo una 
“tercera Guerra Mundial”
Lo dijo en una visita a dos cementerios de ambos bandos en el norte de Italia en el centenario del inicio de la primera gran conflagración. Criticó las ansias de poder, las ideologías y el comercio de armas que empujan a los conflictos



El Papa Francisco advirtió este sábado, 13 de septiembre, de que en la actualidad puede hablarse de una tercera Guerra Mundial combatida "por partes", azuzada por intereses espurios como la codicia y permitida por una suerte de indiferencia cainita que ya consintió las atrocidades del pasado.

Esta es la síntesis de la encendida homilía que Bergoglio pronunció durante su visita a los cementerios de Fogliano Redipuglia, que albergan los restos de los miles de caídos en este frente del nordeste de Italia durante la Gran Guerra, de cuyo inicio se conmemora este año el primer centenario.

Serio, visiblemente emocionado y con un tono de voz creciente, el pontífice dijo que la guerra es "una locura" alimentada por conceptos como "la avaricia, la intolerancia y la ambición de poder" que a menudo encuentran justificación en la ideología y que lo destruye y lo trastorna todo.

Además criticó la indiferencia instalada en la sociedad, que ilustró con la respuesta con la que Caín negó ante Dios conocer el paradero de su hermano asesinado: "A mi qué me importa?". "Sobre la entrada a este cementerio se alza el lema desvergonzado de la guerra: "A mí qué me importa?". Todas estas personas, cuyos restos reposan aquí, tenían sus proyectos, sus sueños... (...) La humanidad dijo: "A mí qué me importa?", recordó.

Una situación que parece estar repitiéndose en la actualidad, momento en el que, según refirió el obispo de Roma, podría decirse que se vive una tercera Guerra Mundial combatida por etapas mediante crímenes, masacres y destrucciones de toda índole.

Este belicismo globalizado se debe a que en la "sombra" de la sociedad convergen lo que denominó como "planificadores del terror", o lo que es lo mismo, "intereses, estrategias geopolíticas, codicia de dinero y de poder" y una industria armamentística cuyo corazón está "corrompido" por "especular con la guerra".

El Papa instó a los fieles "con corazón de hijo, de hermano y de padre", a "llorar", es decir, a reaccionar ante el belicismo y a abandonar la postura de Caín, que tras asesinar a Abel no derramó ninguna lágrima.

Tal y como hiciera san Juan Pablo II en 1992, sus palabras de paz repicaron esta lluviosa mañana en los páramos de dicha región norteña de Italia que hace exactamente un siglo se cuartearon de trincheras convirtiéndose en uno de los frentes más encarnados del conflicto.

El Papa ha dado numerosas muestras de sensibilidad por los episodios bélicos que se suceden en el mundo y en sus distintas apariciones públicas no ha dudado en exigir el cese de las armas en zonas como Ucrania, Oriente Medio, Libia o la República Centroafricana.

Pero la primera Guerra Mundial permanece especialmente en su memoria por las "dolorosas historias" que le narró su abuelo, Giovanni Bergoglio, soldado en la batalla de Piave (en este mismo frente) y cuyo historial militar le fue entregado por parte de Roberta Pinotti, ministra de Defensa de Italia.

Para conmemorar esta trágica efeméride, el Papa llevó a cabo este viaje pastoral de apenas cinco horas en el que visitó los camposantos de ambas partes beligerantes.
En primer lugar rezó en solitario el cementerio austrohúngaro, donde yacen en suelo italiano 14.550 combatientes del Eje Central y por último acudió al sagrario militar de Redipuglia, que contiene los restos de 100.000 soldados de nacionalidad italiana.

Este último fue el escenario donde Francisco llevó a cabo su misa y su homilía, en la que participaron los cardenales de Viena y Zágreb, además de obispos de Austria, Croacia, Hungría y Friuli-Venecia Julia y de autoridades civiles y militares.
A ellos les fue entregada la conocida como "luz de San Francisco", una pequeña lámpara de cristal cedida por el monasterio de Asís y en la que aparece inscrito el salmo franciscano "donde haya tinieblas ponga yo la luz".

Esta lámpara, que constituye un símbolo por sí misma en el que el cristal representa la pureza y la llama la fuerza, deberá permanecer encendida en todas las conmemoraciones de la Gran Guerra que los obispos oficien en sus respectivas diócesis.

La guerra, “una locura de la cual la humanidad no ha aprendido la lección”

En la misma línea, concluido el rezo del Ángelus del domingo, 14 de septiembre, el Papa Francisco reiteró su llamada a la paz, y aseguró que la guerra es una locura de la cual la humanidad aún no ha aprendido la lección.

El Santo Padre expresó su satisfacción porque “mañana, en la República Centro Africana, oficialmente se dará inicio a la Misión anhelada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para buscar la pacificación de este país y proteger a la población civil, que está sufriendo gravemente las consecuencias de los conflictos en curso”.

“Mientras les aseguro el compromiso y la oración de la Iglesia católica, animo el esfuerzo de la Comunidad Internacional, que sale en ayuda de los Centroafricanos de buena voluntad”.

El Santo Padre alentó “que lo antes posible la violencia ceda el paso al diálogo; que los despliegues opuestos dejen de lado los intereses particulares y se preocupen para que cada ciudadano, perteneciente a cualquier etnia y religión, pueda colaborar para la edificación del bien común”.

ORACIONES A SAN JOSÉ DE CUPERTINO










SAN JOSÉ DE CUPERTINO, RELIGIOSOS PRESBÍTERO, SEPTIEMBRE 18


Autor: . | Fuente: www.EvangelioDelDIA.org 
José de Cupertino, Santo
Religioso Presbítero, Septiembre 18


José de Cupertino, Santo
Patrón de los estudiantes

Martirologio Romano: En Osimo, en la región Picena, en Italia, san José de Cupertino, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Conventuales, célebre, en circunstancias difíciles, por su pobreza, humildad y caridad para con los necesitados de Dios (1663).

José nació en 1603 en el pequeño pueblo italiano llamado Cupertino. Sus padres eran sumamente pobres. El niño vino al mundo en un pobre cobertizo pegado a la casa, porque el papá, un humilde carpintero, no había podido pagar las cuotas que debía de su casa y se la habían embargado.-

A los 17 años pidió ser admitido de franciscano pero no fue admitido. Pidió que lo recibieran en los capuchinos y fue aceptado como hermano lego, pero después de ocho meses fue expulsado porque era en extremo distraído. Dejaba caer los platos cuando los llevaba para el comedor. Se le olvidaban los oficios que le habían puesto. Parecía que estaba siempre pensando en otras cosas. Por inútil lo mandaron para afuera.-

Al verse desechado, José buscó refugio en casa de un familiar suyo que era rico, pero él declaró que este joven "no era bueno para nada", y lo echó a la calle. Se vio entonces obligado a volver a la miseria y al desprecio de su casa. La mamá no sintió ni el menor placer al ver regresar a semejante "inútil", y para deshacerse de él le rogó insistentemente a un pariente que era franciscano, para que lo recibieran al muchacho como mandadero en el convento de los padres franciscanos.-

Sucedió entonces que en José se obró un cambio que nadie había imaginado. Lo recibieron los padres como obrero y lo pusieron a trabajar en el establo y empezó a desempeñarse con notable destreza en todos los oficios que le encomendaban. Pronto con su humildad y su amabilidad, con su espíritu de penitencia y su amor por la oración, se fue ganando la estimación y el aprecio de los religiosos, y en 1625, por votación unánime de todos los frailes de esa comunidad, fue admitido como religioso franciscano.-

Lo pusieron a estudiar para presentarse al sacerdocio, pero le sucedía que cuando iba a presentar exámenes se trababa todo y no era capaz de responder. Llegó uno de los exámenes finales y el pobre Fray José la única frase del evangelio que era capaz de explicar completamente bien era aquella que dice: "Bendito el fruto de tu vientre Jesús". Estaba asustadísimo pero al empezar el examen, el jefe de los examinadores dijo: "Voy a abrir el evangelio, y la primera frase que salga, será la que tiene que explicar". Y salió precisamente la única frase que el Cupertino se sabía perfectamente: "Bendito sea el fruto de tu vientre".-

Llegó al fin el examen definitivo en el cual se decidía quiénes sí serían ordenados. Y los primeros diez que examinó el obispo respondieron tan maravillosamente bien todas las preguntas, que el obispo suspendió el examen diciendo: ¿Para qué seguir examinando a los demás si todos se encuentran tan formidablemente preparados?" y por ahí estaba haciendo turno para que lo examinaran, el José de Cupertino, temblando de miedo por si lo iban a descalificar. Y se libró de semejante catástrofe por casualidad.-

Ordenado sacerdote en 1628, se dedicó a tratar de ganar almas por medio de la oración y de la penitencia. Sabía que no tenía cualidades especiales para predicar ni para enseñar, pero entonces suplía estas deficiencias ofreciendo grandes penitencias y muchas oraciones por los pecadores. Jamás comía carne ni bebía ninguna clase de licor. Ayunaba a pan y agua muchos días. Se dedicaba con gran esfuerzo y consagración a los trabajos manuales del convento (que era para lo único que se sentía capacitado).-

Desde el día de su ordenación sacerdotal su vida fue una serie no interrumpida de éxtasis, curaciones milagrosas y sucesos sobrenaturales en un grado tal que no se conocen en cantidad semejante con ningún otro santo. Bastaba que le hablaran de Dios o del cielo para que se volviera insensible a lo que sucedía a su alrededor. Ahora se explicaban por que de niño andaba tan distraído y con la boca abierta. Un domingo, fiesta del Buen Pastor, se encontró un corderito, se lo echó al hombro y al pensar en Jesús, Buen Pastor, se fue elevando por los aires con cordero y todo.-

Los animales sentían por él un especial cariño. Pasando por el campo, se ponía a rezar y las ovejas se iban reuniendo a su alrededor y escuchaban muy atentas sus oraciones. Las golondrinas en grandes bandadas volaban alrededor de su cabeza y lo acompañaban por cuadras y cuadras.-

Sabemos que la Iglesia Católica llama éxtasis a un estado de elevación del alma hacia lo sobrenatural, durante lo cual la persona se libra momentáneamente del influjo de los sentidos, para contemplar lo que pertenece a la divinidad. San José de Cupertino quedaba en éxtasis con mucha frecuencia durante la Santa Misa, cuando estaba rezando los salmos de la S. Biblia. Durante los 17 años que estuvo en el convento de Grotella sus compañeros de comunidad presenciaron 70 éxtasis de este santo. El más famoso sucedió cuando 10 obreros deseaban llevar una pesada cruz a una montaña y no lo lograban. Entonces Fray José se elevó por los aires con cruz y todo y la llevó hasta la cima del monte.-

El Papa Benedicto XIV que era rigurosísimo en no aceptar como milagro nada que no fuera en verdad milagro, estudió cuidadosamente la vida de José de Cupertino y declaró: "Todos estos hechos no se puede explicar sin una intervención muy especial de Dios".-

Los últimos años de su vida, José fue enviado por sus superiores a conventos muy alejados donde nadie pudiera hablar con él. La gente descubría donde estaba y corrían hacia allá. Entonces lo enviaban a otro convento más apartado aún. El sufrió meses de aridez y sequedad espiritual (como Jesús en Getsemaní) pero después a base de mucha oración y de continua meditación, retornaba otra vez a la paz de su alma. A los que le consultaban problemas espirituales les daba siempre un remedio: "Rezar, no cansarse nunca de rezar. Que Dios no es sordo ni el cielo es de bronce. Todo el que pide, recibe".-

Murió el 18 de septiembre de 1663 a la edad de 60 años.
Que Dios nos enseñe con estos hechos tan maravillosos, que Él siempre enaltece a los que son humildes y los llena de gracias y bendiciones.-

miércoles, 17 de septiembre de 2014

NOVENA EN HONOR A SAN PÍO DE PIETRELCINA: DEL DOMINGO 14 AL LUNES 22 DE SEPTIEMBRE 2014




NOVENA EN HONOR A SAN PÍO DEL PIETRELCINA

Del Domingo 14  al Lunes 22 
de Septiembre del 2014


 Día  Primero
EL AMOR DEL PADRE PÍO HACIA DIOS
Domingo 14 de Septiembre del 2014

Reflexión: Dios es amor; Dios es un Padre bueno y misericordioso, lento a la cólera y pronto al perdón.

Dios nos ama –decía el padre Pío- y una de las pruebas que nos ama es el hecho de que nos tolera en el momento mismo en que lo ofendemos. Dios es Padre de todos; pero lo es, de modo especialísimo, para los desgraciados y de modo todavía más singular lo es para ti

El padre Pío escribía a su director espiritual:Me siento devorado por el amor de Dios. Dios está, para mí, fijo en mi mente e impreso en mi corazón. Nunca lo pierdo de vista; admiro su belleza, sus sonrisas, sus misericordias.

El principal atributo de Dios es la misericordia que perdona y remedia los pecados de sus creaturas. Él es rico en misericordia. Su misericordia brota de su amor desinteresado y gratuito hacia los que no son amables ni merecen ser amados.

Siento cada vez la imperiosa necesidad –decía el Santo- de entregarme con más confianza a la misericordia divina y de poner sólo en Dios toda mi esperanza. Y repetía: Yo no deseo otra cosa que morir o amar a Dios: o la muerte o el amor, pues la vida sin este amor es peor que la muerte.

Recuerda –escribía a una hija espiritual- que el gozne sobre el que gira la perfección es el amor; quien vive del amor, vive en Dios, porque Dios es amor, como dijo el Apóstol.



Día  Segundo
AMOR DEL PADRE PÍO AL PRÓJIMO
Lunes 15 de Septiembre del 2014

Reflexión: Quien ama a Dios, tiene que amar también al prójimo. El amor a Dios y el amor al hermano forman un solo mandamiento.

La caridad –decía el padre Pío- es la perla de las virtudes. Del mismo modo que las perlas se mantienen unidas por el hilo, así las virtudes por la caridad. Y así como las perlas se caen si se rompe el hilo, de igual modo, disminuye la caridad y las virtudes desaparecen.

El padre Pío no podía soportar ni la crítica ni el hablar mal de los hermanos. La murmuración le daba náusea.Teniendo tantos defectos que criticar en nosotros, ¿para qué perdernos en contra de los hermanos?.

Movido por este amor para con los hombres sus hermanos, exclamaba ante Dios como Moisés: “¡O perdonas a tu pueblo o bórrame del libro de la vida!.
Su amor al hombre lo lleva a dar vida a dos grandes obras: la Casa Alivio del Sufrimiento y los grupos de oración. Hablando de la Casa Alivio del Sufrimiento decía: Háganla tan bonita como el paraíso, porque en ella va a habitar Cristo enfermo. A los médicos y enfermeros recomendaba: Ustedes tienen la misión de curar al enfermo; pero si no llevan amor al lecho de los enfermos, no creo que las medicinas sirvan de mucho. Sean portadores de Dios para los enfermos; eso será más útil que cualquier otro cuidado.
Los grupos de oración tenían que ser de apoyo a la Casa Alivio del Sufrimiento.

Oremos: Dios todopoderoso y eterno, escucha con bondad la oración de tus fieles, y por la intercesión de san Pío de Pietrelcina, dígnate visitar con tu consuelo a nuestros hermanos enfermos y haz que recobren pronto la salud y te den gracias en la Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



Día  Tercero
AMOR DEL PADRE PÍO A LA PALABRA DE DIOS
Martes 16 de Septiembre del 2014

Reflexión: Uno de los deberes del sacerdote es la predicación de la Palabra de Dios. Los presbíteros, en virtud del sacramento del Orden, han sido consagrados para predicar el Evangelio. El sacerdote está acreditado oficialmente por la Iglesia para predicar la palabra como maestro.
Por eso el obispo, en la ceremonia de ordenación, le dijo: “Recibe el Espíritu Santo”.
Cuando el padre Pío llegó a San Giovanni Rotondo, el provincial lo encargó de la educación de unos treinta muchachitos que se preparaban a la vida religiosa capuchina. El superior, el Padre Paulino, nos describe así las ocupaciones en las que empleaba sus horas el padre Pío: “Se dedica a la lectura de libros espirituales, de modo especial a la lectura de la Sagrada Escritura”.
Uno de los niños de aquel tiempo, el padre Manuel de San Marco escribió:

“La forma de hablar del padre Pío en las conferencias era tan expresiva y conmovedora, que superaba todo lo imaginable, porque todo cuanto decía le salía de su misma vida, de su propio corazón. ¡Con qué dulzura nos hablaba de Jesús, Camino, Verdad y Vida! ¡Con qué ternura se expresaba cuando citaba textualmente las palabras del Señor!”
Todos los que conocieron al padre Pío y lo oyeron predicar, afirman que lo hacía con ardor y eficacia.

Oremos: Dios todopoderoso y eterno, escucha la oración de tu pueblo, da fuerza a cuantos predican el Evangelio en el mundo y concédenos que así como san Pío de Pietrelcina fue en la tierra un ardiente y humilde predicador de tu palabra, ahora en el cielo sea nuestro poderoso intercesor. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.



Día  Cuarto
EL AMOR DEL PADRE PÍO A LA EUCARISTÍA
Miércoles 17 de Septiembre del 2014

Reflexión: La Eucaristía es la acción de gracias por las maravillas que Dios ha hecho por nosotros con la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo. Jesús ha querido quedarse con nosotros real y sustancialmente con su cuerpo, sangre, alma y divinidad como sacrificio, es decir, memorial de su muerte y como alimento espiritual en la comunión sacramental.
Dios llamó al padre Pío a ser sacerdote y víctima. Gentes de todo el mundo acudían a San Giovanni Rotondo para ver de cerca al estigmatizado padre Pío celebrar la santa misa.
Cristo crucificado se hacía presente visiblemente en la persona de su ministro: su pasión y su muerte se reflejaba durante la celebración del sacrificio del Calvario, celebrada por un sacerdote que en aquel momento le prestaba voz, manos y corazón.
Lo que más me hiere –escribe el padre Pío a su director espiritual- es el abandono en que se encuentra Jesús en el Santísimo Sacramento. Mi corazón se siente como atraído por una fuerza superior antes de unirme a él al comulgar. Siento tanta hambre y sed de recibirlo, que falta poco para que no muera de ansia.
A veces voy a recibirlo como con fiebre. Y esta hambre y sed en lugar que se apague, después que lo he recibido, se acrecientan siempre más en mí, al grado de decirle a Jesús: ¡Basta!, Porque no aguanto más.



Día Quinto
LA PRUDENCIA
Jueves 18 de Septiembre del 2014

Prudentísimo Padre San Pío de Pietrelcina. Tú que tanto amas y nos enseñastes a amar a las Almas del Purgatorio; por las que te has ofrecido como víctima que expió sus penas. Ruega a Dios Nuestro Señor, para que ponga en nuestros corazones sentimientos de compasión y amor por estas almas. También nosotros ayudaremos a las Almas del Purgatorio y reduciremos sus tiempos de destierro y de gran aflicción. Ganaremos para Ellas, con sacrificios y oración, el descanso eterno de sus almas; y las santas Indulgencias necesarias para sacarlas del lugar del sufrimiento. 

"Oh Señor, Padre Jesucristo; te suplico viertas sobre mí, todos los castigos que son para los pecadores y las ánimas benditas del purgatorio; multiplica sobre mí los sufrimientos, conque conviertes y salvas a los pecadores, y lìbralos pronto del tormento del purgatorio ". Padre Pío

A continuación se reza la Novena que el Padre Pío dedicaba al Sagrado Corazón de Jesús, cuyo texto es:

¡Oh, Jesús mío! que dijiste: "en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá" He aquí que, confiado en tu Palabra divina llamo, busco y te pido la gracia...

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío

Oremos: Padre celestial, para la mayor gloria de tu santo nombre y por el mayor bien de las almas, te suplicamos por intercesión de san Pío de Pietrelcina, que multipliques el número  de tus sacerdotes. Derrama sobre ellos tu divino Espíritu, enamóralos de la cruz y haz muy fecundo su apostolado. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén



Día  Sexto
AMOR DEL PADRE PÍO A LA VIRGEN MARÍA.
Viernes 19 de Septiembre del 2014

Reflexión: Desde niño el padre Pío tuvo siempre una tierna, afectuosa y confiada devoción a la Virgen María.
Cuando sacerdote  se consagró totalmente a ella y la consideró “Dulcísima Madre de los sacerdotes, mediadora y dispensadora de todas las gracias”.
Cuando pasaba ante una imagen de la Virgen, decía: “Te saludo, María, saluda a Jesús de mi parte”.
Festejaba el mes de mayo con mucho fervor. Decía: El mes de mayo para mí es el mes de las gracias. Quisiera tener una voz poderosa para invitar a todos los pecadores del mundo a amar a la Virgen.

Su amor a la Virgen era muy grande –cuenta un
sacerdote-. Recuerdo que una vez le pedimos al padre Pío, en la fiesta de la Asunción, que nos diera un pensamiento sobre la fiesta. Se le iluminó el rostro y sollozando dijo: “Hijos míos, amemos a la Virgen, ella es nuestra Madre”. Se emocionó y se puso a llorar. También nosotros nos pusimos a llorar, confundidos ante tanto amor.
Llamaba el rosario su arma preferida. Lo llevaba enrollado en la mano o en el brazo, como si fuera un arma siempre empuñada.

Su devoción a la Virgen era concreta y profunda, que lo llevaba a Cristo. La Virgen Dolorosa lo llevaba al misterio de la cruz, a embriagarse en los padecimientos de Jesús.
La Virgen lo introdujo también en el misterio eucarístico. Escribió: ¡Pobre madrecita, cuánto me quiere! ¡Con qué cariño me ha acompañado esta mañana hasta el altar! Me ha parecido que ella no tuviera ni siquiera en quién pensar sino sólo en mí, al llenarme el corazón de santos afectos.

Oremos: Dios omnipotente y eterno, que has hecho grandes maravillas en la Virgen María, madre de tu Hijo y madre nuestra, por intercesión de san Pío de Pietrelcina, renueva en nosotros las maravillas del Espíritu para que podamos bendecir eternamente tu nombre. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


Día  Séptimo
AMOR DEL PADRE PÍO A LOS SANTOS ÁNGELES
Sábado 20 de Septiembre del 2014

Reflexión: Los ángeles de la guarda son seres espirituales que Dios envía a los hombres con la misión de custodiarnos y protegernos física y espiritualmente.
El ángel de la guarda no nos abandona nunca –decía el padre Pío-. Él es nuestro amigo más sincero y fiel.
El padre Pío le tenía mucha confianza y familiaridad y con frecuencia le daba encargos especiales. A quien iba a saludarlo antes de emprender un viaje, le decía: “El ángel de Dios te acompañe”.

A sus hijos espirituales repetía con frecuencia: “cuando me necesites y no puedas venir a verme, mándame a tu ángel de la guarda con el mensaje”.

El padre Agustín, su confesor, escribió: “El padre Pío no conoce ni el griego ni el  francés, su ángel de la guarda le explica todo”.

En el libro Envíame a tu ángel de la guarda, el padre Alejo Parente nos cuenta este hecho asombroso: “Una vez el padre Pío estaba en la veranda y parecía estar hablando con alguien, mientras que en realidad yo no veía a nadie. Me acerqué a él para entregarle algunas cartas. El padre me dijo bruscamente: “¿No ves que estoy ocupado?”.

Me quedé mortificado y me retiré un poco. Al poco tiempo, el padre Pío me llamó y me dijo: “¿No has visto estos ángeles de la guarda que estaban alrededor? Eran los ángeles de la guarda de mis hijos espirituales que venían a traerme sus mensajes. Debía yo darles las respuestas”.

El padre Pío no era un hombre que inventara extrañezas o fuera preso de fantasías neuróticas. Ahora que la Iglesia ha reconocido su santidad, estas “extrañezas” se vuelven verdaderas enseñanzas para nosotros.


Oremos: Te pedimos, Señor, que tus santos ángeles, nos ayuden en el peregrinar de esta vida y nos conduzcan después a la patria eterna.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

Día  Octavo
EL AMOR DEL PADRE PÍO A LA IGLESIA Y AL PAPA
Domingo 21 de Septiembre del 2014

Reflexión: Ante el “Fenómeno” padre Pío, los fieles de todo el mundo llegaban a él en mayores grupos para oír sus misas y confesarse con él.
Sin embargo, desde diferentes sectores de la misma Iglesia surgieron calumnias y falsos informes sobre su vida y actividad, y hasta el mismo Santo Oficio de Roma le prohibió durante un tiempo celebrar en público y confesar.

¿Cómo reacciona el padre Pío? Con humildad, silencio y oración. Nos cuenta un cohermano suyo: “Al recibir la noticia de la prohibición de celebrar y confesar en público, el padre Pío dejó entrever unas lágrimas y un gesto de profundo dolor. Se retiró a la tribuna del coro y a los pies del crucifijo estuvo orando hasta la medianoche”.
Luego él mismo dijo: La Iglesia es una madre a la que hay que amar y más cuando nos pega.

A un admirador e hijo espiritual que quería llevar una protesta públicamente,  dijo: “Si en verdad me amas, no debes continuar lo que estás haciendo por mí. No se puede amar al hijo, mortificando a la madre Iglesia”.
El padre Pío amaba al Papa como a Cristo en la tierra, y diariamente ofrecía su vida por él. Mi primer recuerdo de cada día en la oración de la mañana –decía- es por el Papa.

La fundación de los grupos de oración tiene como primera y principal intención orar por la Iglesia y por el Papa. Yo quiero que mis grupos de oración –decía- oren siempre según las intenciones del Papa, a quien amo tanto, tanto, como al mismo Jesucristo.

Oremos: Oh Dios, nuestro refugio y fortaleza, escucha benignamente las oraciones de tu Iglesia y, por la intercesión de san Pío de Pietrelcina, concédenos con abundancia cuanto te pedimos con fe. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


Día  Noveno
LA ORACIÓN DEL PADRE PÍO.
Lunes 22 de Septiembre del 2014

Reflexión: El padre Pío repetía con frecuencia: Se busca a Dios en los libros, pero se lo encuentra en la oración. Si hoy no se cree, se debe a la falta de oración. Más se ora, más aumenta la fe y se encuentra a Dios.
El padre Gabriel Amorth, amigo e hijo espiritual del padre Pío, dijo: “El padre Pío, cuanto más avanzaba en edad, más sentía la necesidad de aumentar la oración. La necesidad de la oración le era sugerida por la conciencia de saberse indigno, se sentía un gran pecador, con el riesgo de poder perder la fe. Por ello ha sido siempre un gran pedigüeño de oración. Yo sabía que sí quería verlo iluminado de gozo, no tenía más que decirle: “Padre rezo por usted”.
El padre Pío se había definido a sí mismo: Un fraile que ora. Sus biógrafos lo definen como a san Francisco de Asís. “Un hombre hecho oración”.
Los continuos llamados del Papa Pío XII a la oración para que terminara la guerra, encontraron en el padre Pío una respuesta concreta. Él fundó sus ya famosos grupos de oración, que definió: “Semilleros de fe, hogares de amor en los cuales Cristo mismo está presente cada vez que se reúnen para la oración bajo la guía de sus directores espirituales”.

La oración principal que se reza en estos grupos, es el santo rosario y una breve reflexión sobre algún mensaje espiritual y los ejemplos de la vida santa del padre Pío.

Pronto tuvieron mucha difusión en Italia y en todo el mundo. El mismo Santo Padre, Juan Pablo II, dijo que los grupos de oración son una de las herencias espirituales más preciosas que nos dejó el santo.

Oremos: Dios todopoderoso y eterno, que nos diste en san Pío de Pietrelcina un modelo insigne de oración, haz que nuestra vida transcurra en una constante y ferviente unión contigo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.





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