martes, 26 de agosto de 2014

LA FE DE LA VIRGEN MARÍA



La Fe de la Virgen María
San Alfonso María de Ligorio

Así como la santísima Virgen es madre del amor y de la esperanza, así también es madre de la fe. "Yo soy la madre del amor hermoso y del temor, del conocimiento y de la santa esperanza" (Ecclo 24,17). Y con razón, dice san Ireneo, porque el daño que hizo Eva con su incredulidad, María lo reparó con su fe. Eva, afirma Tertuliano, por creer a la serpiente contra lo que Dios le había dicho, trajo la muerte; pero nuestra reina, creyendo a la palabra del ángel al anunciarle que ella, permaneciendo virgen, se convertiría en madre del Señor, trajo al mundo la salvación. Mientras que María, dice san Agustín, dando su consentimiento a la encarnación del Verbo, por medio de su fe abrió a los hombres el paraíso. Ricardo, acerca de las palabras de san Pablo: "El varón infiel es santificado por la mujer fiel" (1Co 7,14), escribe: Esta es la mujer fiel por cuya fe se ha salvado Adán, el varón infiel, y toda su posteridad. Por esta fe, dijo Isabel a la Virgen: "Bienaventurada tú porque has creído, pues se cumplirán todas las cosas que te ha dicho el Señor" (Lc 1,45). Y añade san Agustín: Más bienaventurada es María recibiendo por la fe a Cristo, que concibiendo la carne de Cristo.

Dice el P. Suárez que la Virgen tuvo más fe que todos los hombres y todos los ángeles juntos. Veía a su hijo en el establo de Belén y lo creía creador del mundo. Lo veía huyendo de Herodes y no dejaba de creer que era el rey de reyes; lo vio nacer y lo creyó eterno; lo vio pobre, necesitado de alimentos, y lo creyó señor del universo. Puesto sobre el heno, lo creyó omnipotente. Observó que no hablaba y creyó que era la sabiduría infinita; lo sentía llorar y creía que era el gozo del paraíso. Lo vio finalmente morir en la cruz, vilipendiado, y aunque vacilara la fe de los demás, María estuvo siempre firme en creer que era Dios. "Estaba junto a la cruz de Jesús su madre" (Jn 19,25). San Antonino comenta estas palabras: Estaba María sustentada por la fe, que conservó inquebrantable sobre la divinidad de Cristo; que por eso, dice el santo, en el oficio de las tinieblas se deja una sola vela encendida. San León a este propósito aplica a la Virgen aquella sentencia: "No se apaga por la noche su lámpara" (Pr 31,18). Y acerca de las palabras de Isaías: "Yo solo pisé el lagar. De mi pueblo ninguno hubo conmigo" (Is 63,3), escribe santo Tomás: Dice "ninguno" para excluir a la Virgen, en la que nunca desfalleció la fe. En ese trance, dice san Alberto Magno, María ejercitó una fe del todo excelente: Tuvo la fe en grado elevadísimo, sin fisura alguna, aun cuando dudaban los discípulos.

Por eso María mereció por su gran fe ser hecha la iluminadora de todos los fieles, como la llama san Metodio. Y san Cirilo Alejandrino la aclama la reina de la verdadera fe: "Cetro de la fe auténtica". La misma santa Iglesia, por el mérito de su fe atribuye a la Virgen el poder ser la destructora de todas las herejías: Alégrate, virgen María, porque tú sola destruiste todas las herejías en el universo mundo. Santo Tomás de Villanueva, explicando las palabras del Espíritu Santo: "Me robaste el corazón, hermana mía, novia; me robaste el corazón con una mirada tuya" (Ct 4,9), dice que estos ojos fueron la fe de María por la que ella tanto agradó a Dios.

San Ildefonso nos exhorta: Imitad la señal de la fe de María. Pero ¿cómo hemos de imitar esta fe de María? La fe es a la vez don y virtud. Es don de Dios en cuanto es una luz que Dios infunde en el alma, y es virtud en cuanto al ejercicio que de ella hace el alma. Por lo que la fe no sólo ha de servir como norma de lo que hay que creer, sino también como norma de lo que hay que hacer. Por eso dice san Gregorio: Verdaderamente cree quien ejercita con las obras lo que cree. Y san Agustín afirma: Dices creo. Haz lo que dices, y eso es la fe. Esto es, tener una fe viva, vivir como se cree. "Mi justo vive de la fe" (Hb 10,38). Así vivió la santísima Virgen a diferencia de los que no viven conforme a lo que creen, cuya fe está muerta como dice Santiago: "La fe sin obras está muerta" (St 2,26).

Diógenes andaba buscando por la tierra un hombre. Dios, entre tantos fieles como hay, parece como si fuera buscando un cristiano. Son pocos los que tienen obras de cristianos, porque muchos sólo conservan de cristianos el nombre. A éstos debiera decirse lo que Alejandro a un soldado cobarde que también se llamaba Alejandro: O cambias de nombre o cambias de conducta. Más aún: a estos infieles se les debiera encerrar como a locos en un manicomio, según dice san Juan de Ávila, pues creyendo que hay preparada una eternidad feliz para los que viven santamente y una eternidad desgraciada para los que viven mal, viven como si nada de eso creyeran. Por eso san Agustín nos exhorta a que lo veamos todo con ojos cristianos, es decir, con los ojos de la fe. Tened ojos cristianos. Porque, decía santa Teresa, de la falta de fe nacen todos los pecados. Por eso, roguemos a la santísima Virgen que por el mérito de su fe nos otorgue una fe viva. Señora, auméntanos la fe.

CALIDAD HUMANA


Calidad humana


En esta época todos hablan de calidad de  productos, de   calidad de procesos, calidad de servicios, calidad de   sistemas... Muy poca gente habla de calidad humana, calidad de vida... y sin ella, todo lo demás es apariencia, sin fundamento.

Hablar de calidad humana es cuidar nuestros vínculos con los demás. Necesitamos rehacer nuestros vínculos humanos.

De nada sirve trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos amigos y llegar cansados a un hogar en el que nadie se interesa en saber cómo nos fue. ¿Para qué trabajar tanto si nos sentimos solos?.

Es triste leer un libro y no tener a alguien con quien comentarlo, es doloroso sentirse preocupado y no contar con una persona a quien abrirle el corazón.

De nada vale estar al frente de una cancha de tenis, de fútbol o frente a un juego de salón si no tenemos con quien jugar, con quien disfrutar ese momento.

¿Para qué tener lo que no se puede compartir?. Ni las cosas ni el dinero poseen valor intrínseco. El valor de lo material esta en su aplicación, en el servicio a alguien más o la convivencia con alguien más.

La belleza de tener está en compartir. La magia de luchar por una prosperidad económica, estriba, ni más ni menos, en poder ver sonreír a alguien a quien le damos el privilegio de disfrutar lo que ganamos.
Eso es parte de la naturaleza humana: dar, convivir, amar, servir...
ayudar. ¡HAZLO!.

En muchas ocasiones estamos asustados, asustados de lo que tal vez no podemos hacer; asustados de lo que pensaría la gente si tratamos.

Permitimos que nuestros miedos se interpongan en nuestros sueños.
Decimos no, cuando queremos decir si.
Murmuramos cuando queremos gritar, después... después gritamos y a quien no teníamos que hacerlo: ¿por qué?.

Después de todo cruzamos por esta vida una sola vez, no hay tiempo para tener miedo. Así que intenta... intenta aquello que no has hecho, arriésgate, participa en el maratón, escribe aquella carta, enfréntate como ganador a las cosas cotidianas.

Habla en contra de lo que no te gusta, visita pueblos que no conozcas, llámale y dile cuánto le amas, pero sin fingir.
El no regresa.
No tienes nada que perder y todo... ¡Todo que ganar!.

Que esto sea una realidad en tu vida...

NADA TE PERTENECE


Nada te pertenece
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB



Cuanto tienes en este momento, lo has recibido de tus antecesores. Lo que tú has hecho – y muy bien, por cierto- es transformar cuanto has heredado. Esta es tu riqueza y tu aportación al mundo en el que te desenvuelves felizmente.
Tu generación, sea la que sea, posee una preciosa misión en la vida: cambiar y mejorar la preexistente.

Hace dos mil y pico de años fueron pronunciadas estas palabras:”Bienaventurados los limpios de corazón”. Te suenan y las sabes de memoria.
Pero posiblemente, con tu vida transida de mil preocupaciones, no has caído en la cuenta de su hondo significado, y sobre todo de su riqueza cuando la vives a niveles profundos en el mar de corazón.

Puede que hayas heredado casas, campos, dineros, coches, electrodomésticos, pisos...Sin embargo, la felicidad de tu corazón limpio es tarea tuya personal.

Cuando quieres mantenerte alegre, dichoso, relajado...sientes la necesidad de hacer una purificación y una obra transformadora de tu intimidad, de aquellos secretos que nadie sabe excepto tú mismo y Dios.

En la medida en que mantengas en tu corazón la sencillez, la transparencia y la limpieza, en esa misma medida irá naciendo cada día en ti una fuente que mana agua hasta la misma vida eterna.

Ser una persona de corazón limpio, te lleva a sentirte feliz ante as imágenes que estás viendo; jubiloso ante la música que escuchan tus oídos; y pensativo y dichoso interiormente ante la voz amiga que te habla a tu propia interioridad. Hay gente que tiene el corazón manchado porque todo lo ensucian. No saben emocionarse ante estas imágenes: no saben gustar cada momento con fruición.
¡Vive hoy feliz!

lunes, 25 de agosto de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: MARTES 26 DE AGOSTO DEL 2014






Autor: Edgar Pérez | Fuente: Catholic.net
Ay de vosotros, escribas y fariseos
Mateo 23, 23-26. Tiempo Ordinario. Jesús conoce las intenciones y por eso recuerda que la principal tarea es la del amor misericordioso.
Ay de vosotros, escribas y fariseos
Del santo Evangelio según san Mateo 23, 23-26

En aquel tiempo Jesús habló diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello! hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña e intemperancia! ¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!

Oración introductoria

Oh, Espíritu Santo, Espíritu de Verdad, limpia mi conciencia para que pueda convivir permanente con tu gracia, te lo pido por intercesión de la Inmaculada Virgen María que supo actuar siempre de cara a la verdad.

Petición

Jesús, ayúdame a vivir según esta regla: «Es bueno lo que me ayuda a cumplir la voluntad de Dios, y malo lo que me estorba».

Meditación del Papa Francisco

¡Estamos en el camino de la santificación, aunque hay que tomarlo en serio! Debemos hacer las obras de justicia, obras simples: adorar a Dios: ¡Dios es el primero siempre! Y luego hacer lo que Jesús nos aconseja: ayudar a los demás. Estas obras son las obras que Jesús hizo en su vida: obras de justicia, obras de re-creación.
Cuando damos de comer a un hambriento, volvemos a crear en él la esperanza. Y así, con los otros. Si aceptamos la fe y luego no la vivimos, somos cristianos solo de memoria.
Sin esta conciencia del antes y del después ¡nuestro cristianismo no le sirve a nadie! Y más aún: va en el camino de la hipocresía. "¡Me llamo cristiano, pero vivo como un pagano!". A veces decimos "cristianos a medias", que no toman esto en serio. Somos santos, justificados, santificados por la sangre de Cristo: asumir esta santificación y llevarla adelante ¡Pero no se toma en serio! Cristianos tibios: "Pero, sí, sí; pero..., no, no". Así como decían nuestras madres: "cristianos de agua de rosas, no" Un poco así... Un poco de pintura de cristiano, un poco de pintura de catequesis... Pero en el interior no hay una verdadera conversión. (Cf. S.S. Francisco, 24 de octubre de 2013, homilía en Santa Marta).

Reflexión

Jesús se irrita con los escribas y fariseos porque no ponen en práctica los dictámenes más importantes de la ley: la justicia, la misericordia, la fidelidad, la comprensión.

Como jefes espirituales del pueblo judío parece que han hecho de la religión un "club" en el que sólo tienen acceso unos cuantos hombres instruidos y elegidos entre ellos, mientras que el resto del pueblo forman parte de la plebe ignorante.

Jesús conocía sus intenciones y por eso les recuerda que su principal tarea es la del amor misericordioso y la de la fidelidad del testimonio. ¿Cuántas veces en nuestra vida puede sucedernos algo similar, en donde siendo los líderes espirituales de una familia, de un grupo de amigos, convertimos la fe en un conjunto de leyes que los demás deben cumplir pero que no les ayudamos a vivir mejor su fe con nuestro testimonio en el amor?

No olvidemos que es el amor lo que da sentido a toda nuestra vida y que sin él, como dijo san Pablo "no somos nada". Saquemos de este evangelio la lección del amor y compresión a los demás y busquemos hacer un acto de caridad o un favor a quien sea.

Propósito

Buscar «ser» más y mejor persona, en vez de hacer cosas para «parecer» buen cristiano.

Diálogo con Cristo 

Oh, Espíritu de santidad, ven y renueva mi corazón en esta oración. Ven, Espíritu de amor, de paz, y enséñame a ser auténtico y coherente con mi fe para llegar a ser benevolente, lleno siempre de amor y comprensión con todos, especialmente con los más cercanos. Ayúdame a corresponderte con un amor fiel, verdadero y apasionado. 

ORACIÓN A SAN RAFAEL ARCÁNGEL


¿PODEMOS SACAR COPIAS DE JESUCRISTO?


Autor: Pedro García, Misionero Claretiano | Fuente: Catholic.net
¿Podemos sacar "copias" de Jesucristo?
Tenemos permiso, autorización, y hasta mandato, de sacar cuantas más y mejores copias se puedan.



Uno de los fenómenos más comunes entre las personas que se aman es aquel que podríamos llamar mimetismo. O sea, el afán por asemejarse a la persona querida. Se le quiere imitar en todo: en la manera de pensar, de hablar, de expresarse, de actuar. Se tiende a hacer siempre lo mismo que ella. 

Este hecho, comprobado tantas veces, tiene una aplicación muy grande en el orden espiritual de la fe. 

Desde el momento que nuestra religión se centra en Jesucristo conocido, amado, vivido, todo el afán del cristiano es asemejarse lo más posible a Él. La ilusión más grande es salir una copia perfecta de Nuestro Señor Jesucristo. 

De ahí ha nacido la expresión tan cristiana de la Imitación de Cristo, que ha dado incluso el título al libro mejor que ha nacido en el seno de la Iglesia. 

Aquellos dos jóvenes artistas eran ciertamente muy ambiciosos, y se hicieron una apuesta: uno debía pintar la Mona Lisa de Vinci y el otro las Meninas de Velázquez, obras cumbres de la pintura universal. Las copias habrían de resultar tan fieles que fuera después imposible distinguirlas de los cuadros originales. 

Otro estudiante ya había conseguido eso mismo en literatura: de tal manera imitó a Teresa de Ávila, que los miembros del jurado colegial hubieron de repasar las obras de la gran Doctora, para comprobar que el escrito del discípulo no había sido un plagio. 

Esta nota curiosa de los tres muchachos atrevidos, los dos pintores y el literato, se convierte en un signo bello de la principal tarea cristiana. 

¿Quién es un cristiano? La respuesta es clara si examinamos el plan de Dios, el cual nos eligió para ser en todo iguales a su Hijo, el Señor Jesucristo. San Pablo es en esto terminante: 
- Pues, a los que había previsto, los eligió a ser copias exactas de la imagen que es el tipo, o modelo, su Hijo, Cristo Jesús. 

Aquí observamos una diferencia esencial entre el concurso de Dios y los concursos artísticos en la sociedad. 

En una exposición de pintura, de fotografía, de escultura..., en un certamen de literatura, de poesía..., en un desfile de modas..., no se admiten imitaciones. Quien es sorprendido en un plagio, no solamente es descalificado, sino acusado y multado por robo a la propiedad intelectual de otro. Las obras deben ser plenamente originales. 

Esta es la razón de ser de esos avisos al pie de tantas publicaciones: 
- Prohibida la reproducción total o parcial. Cualquier infracción será castigada según la ley. 

En el concurso convocado por Dios ocurre todo lo contrario, porque en él no caben las originalidades. 

El primer premio del certamen se lo llevará aquel que resulte la copia más fiel de Jesucristo, que es el tipo, la imagen, el modelo propuesto por Dios a toda la Humanidad redimida. 

Tanto es así, que cuando Pablo les invita a los primeros cristianos a imitarle en todo lo bueno que hayan visto en su persona pues les dice: imitadme a mí, se encarga muy bien de añadir: como yo imito a Cristo. El prototipo no es Pablo, sino Jesucristo. 

En los concursos de Dios, el aviso a los ladrones de copias sería muy diferente. Podría Dios formularlo de esta manera: 
- Permiso, autorización, y hasta mandato, de sacar cuantas más y mejores copias se puedan. Grandes premios a las reproducciones más fieles... 

Es el caso de los que llamamos Santos por antonomasia, los reconocidos y proclamados tales por la Iglesia, y venerados en los altares. 

Son hombres y mujeres como nosotros, pero que fueron unos imitadores perfectos de Jesucristo. 

Se puede recordar, por ejemplo, a un San Vicente de Paúl, el cual, ante cualquier cosa que había de hacer, se detenía unos instantes, y se preguntaba: 
- ¿Qué haría Cristo aquí y ahora, en mi lugar? 

Como es natural, Vicente resultó una copia perfecta del Señor. 

Si somos buenos observadores cuando se nos dirige en la Iglesia la Palabra de Dios, habremos notado que la predicación de la Iglesia, notablemente mejorada en comparación de épocas pasadas, se dirige a esto: a presentarnos al Jesucristo del Evangelio como el único modelo a quien imitar. 

¿La vida de familia? Como la de Jesús con su Madre y con José. 
¿La oración? Como la de Jesús, constante, confiada, ininterrumpida. 
¿El trabajo? Como el de Jesús por los campos y en el taller de Nazaret. 
¿El trato con los demás, el amor, la comprensión? Como los de Jesús, de una exquisitez, delicadeza y elegancia como del Hombre más perfecto... 

Esta tarea tan interesante y tan hermosa es de todos, y no de unos privilegiados. 

El día en que nuestro trabajo, nuestra plegaria, nuestra relación con los demás y todo nuestro quehacer en la vida sean como los de Jesucristo y estén animados por sus mismos sentimientos, quedaríamos mejor clasificados como cristianos que los valientes alumnos de Teresa, de Vinci y de Velázquez como literatos o pintores.... 

Histórico. El estudiante, Daniel Ruiz Bueno, fue después traductor de clásicos en la BAC. - Rom. 8,29. 1Cor. 11,1. 

ENOJADOS CON DIOS


Autor: P. Eduardo María Volpacchio | Fuente: Algunas Respuestas 
Enojados con Dios
En nuestros días es frecuente encontrar personas –demasiadas– enojadas con Dios...


El motivo concreto puede ser muy variado: porque se ha muerto un ser querido, se tiene una enfermedad, las finanzas tocan fondo, no se tiene el trabajo que se desearía... Es decir, culpan a Dios por lo que les hace sufrir. 

Esto los lleva a mirarlo con desconfianza y recelo, apartarse de Él, sentirse ofendidos porque se sienten maltratados por Dios. Por tanto, no se sienten obligados a rendirle culto, ni amarlo: es como si pensaran que Dios los ha odiado primero…
No niegan su existencia, sino que la rechazan de su vida; saben que existe, pero no quieren saber nada con Él. Es como si pusieran a Dios en penitencia… Le exigen explicaciones y que los trate mejor.

Pero… hay más de un problema… Con esta actitud inmadura –caprichosa– se perjudican a sí mismos. Es como el chiquito que enojado con sus padres, les dice ofendido “y ahora no como”, como si el no cenar causara un daño a sus progenitores… Así se impiden a sí mismo encontrar el sentido del sufrimiento que los agobia y conseguir la paz; y se alejan de quien puede hacerlos felices.

Analicemos en cuatro pasos la respuesta a estos enojos:

1. Dios no tiene la culpa... de las enfermedades, de la maldad de los hombres, de los desastres naturales... 
Si crees en Dios y lo que Dios ha revelado en el cristianismo, entonces deberías saber que Dios creó el hombre para ser feliz, y que el pecado original introdujo en el mundo la muerte, el dolor, el error y el desorden interior en la persona humana. Ese mundo feliz creado por Dios ha sido ensuciado y arruinado por el pecado del hombre (el de todos, incluyendo los tuyos y los míos). La culpa no es de Dios, es de Adán, de Eva y de todos los que pecamos…

Dios ha hecho al hombre libre. Y eso es bueno, ya que sólo así podemos amar y alcanzar la plenitud, aunque suponga un riesgo... El mal uso que el hombre haga de su libertad no es culpa de Dios.

2. Dios no es ajeno a nuestro dolor: quiso asumir el sufrimiento. 

Lejos de desentenderse de los hombres después de su pecado, Dios se propuso repararlo. Para eso lo asumió, se hizo hombre para sufrir con nosotros y para nosotros. No tenemos un Dios que no sabe lo que es sufrir... sino un Dios que experimentó el sufrimiento en su naturaleza humana. Por eso nos entiende, sabe lo que es sufrir. Pero además, ese sufrimiento suyo no fue estéril, sino redentor: lo convirtió en un acto de amor (Dios es amor, por eso todo lo que "toca" lo convierte en amor). Y así lo hizo valioso: a partir de Jesús, quien sufre, puede unir su dolor al suyo, y así -convirtiéndolo en un acto de entrega personal por amor- salvar a los hombres con su dolor. 

En el problema del dolor más que el por qué, lo que interesa, lo esencial, es el para qué... 
Quien sufre no está solo, Dios está cerca de él. Su cercanía supone un gran consuelo y llena de paz. El enojo con Él, sólo nos priva de esta liberación.

3. El sufrimiento tiene sentido y valor. 

El dolor angustia y aplasta cuando no tiene salida… cuando un queda encerrado en su propio sufrimiento. 
Mucho depende de cómo se viva el dolor: si se lo vive con bronca y resentimiento, resulta destructivo. Si se lo vive con sentido y amor, es liberador. 

La esperanza hace una gran diferencia: un dolor cerrado en mí mismo, sin salida, se hace insoportable; o un dolor con sentido, lleva más allá de nosotros mismos, se sabe fecundo; entonces, es posible sufrirlo serenamente, llenos de paz.
En el Calvario había tres cruces. En el medio, la de Jesús, que fue a ella voluntariamente: “Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo” (Jn 10,18). A su lado, dos condenados. A la derecha, uno alcanza el paraíso (gracias a la cruz resultó ser un condenado muy poco condenado…, allí encontró la liberación definitiva). A la izquierda, otro se muere de asco y odio... Dos cruces junto a Jesús, el mismo sufrimiento físico, dos actitudes distintas, dos modos de vivir el dolor, dos resultados diametralmente opuestos. Cada uno elige qué actitud tomar…

El sufrimiento tiene sentido: hay que encontrarlo. Cuesta… ya que el dolor obnubila la mente y oscurece la visión. No es fácil, pero Dios está más cerca del que sufre: quien lo busca, lo encuentra.



Como enseña el Papa Francisco: 

“La luz de la fe no disipa todas nuestras tinieblas, sino que, como una lámpara, guía nuestros pasos en la noche, y esto basta para caminar. Al hombre que sufre, Dios no le da un razonamiento que explique todo, sino que le responde con una presencia que le acompaña, con una historia de bien que se une a toda historia de sufrimiento para abrir en ella un resquicio de luz. En Cristo, Dios mismo ha querido compartir con nosotros este camino y ofrecernos su mirada para darnos luz”. (Enc. Lumen Fidei, n. 57).

4. Enojarse con Dios no solo carece de sentido sino que es muy contraproducente... 

Solo en Dios podemos encontrar la felicidad, de manera que enojarse con Dios es enojarse con la fuente de nuestra propia felicidad... y esto no parece una cosa muy inteligente para hacer…

Es entendible que una persona que sufre esté shockeada, y que sienta una gran rebeldía. Pero debería serenarse y procurar manejar razonablemente esa rebeldía. 
¿Cómo superar estos enojos…?
Buscar en la luz de la fe, la luz para encontrar su sentido. Por ese camino –marcado por la humildad– encontrará primero resignación (paso fundamental); entonces la esperanza despertará la aceptación, que llevará a ofrecer el dolor y ofrecerse a uno mismo en él. Y entonces, brillará el amor: encontrará el amor de Dios, que siempre estuvo a tu lado, también cuando nosotros procurábamos espantarlo con nuestro enojo…

No parece que nos convenga enfrentarnos con quien puede dar sentido y valor a nuestro sufrimiento, con quien puede darnos la fortaleza para llevarlo y con quien nos promete la felicidad absoluta si lo vivimos con amor.

Buenos Aires, 24 de agosto de 2014

IMÁGENES DE SANTA ROSA DE LIMA PARA COLOREAR





EL EVANGELIO DE HOY: LUNES 25 DE AGOSTO DEL 2014




Autor: P Clemente González | Fuente: Catholic.net

Maldiciones contra escribas y fariseos
Mateo 23, 13-22. Tiempo Ordinario. ¿Qué puede hacer Dios con alguien que no quiere recibir su amor, su perdón y su misericordia?
 
Maldiciones contra escribas y fariseos
Del santo Evangelio según san Mateo 23, 13-22


En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que devoráis los bienes de las viudas con pretexto de largas oraciones! Vuestra sentencia será por eso más severa.¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros!¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga"! ¡ Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: "Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga." ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo, jura también por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.

Oración introductoria

Ven, Espíritu Santo. Dame tu luz porque soy ciego e insensato cuando pretendo vivir alejado de tu gracia. Te pido que esta oración me revele tu verdad y me ayude a ser dócil a tus inspiraciones para experimentar tu amor y el conocimiento vivo de tu Persona.

Petición

Jesús, concédeme un conocimiento personal y profundo de Ti.

Meditación del Papa Francisco

¡Ay de ustedes, maestros de la ley, que han suprimido la llave del conocimiento! Cuando vamos por la calle y nos encontramos delante de una iglesia cerrada, sentimos algo extraño, porque una iglesia cerrada no se entiende. A veces, se nos dan explicaciones que no son tales: son pretextos, son justificaciones, pero la realidad es que la iglesia está cerrada y la gente que pasa por delante no puede entrar. Y, peor aún, el Señor que está dentro no puede salir.
Esta imagen de la clausura es la imagen de aquellos cristianos que tienen la llave, pero se la llevan, no abren la puerta. Peor aún, se paran frente a la puerta y no dejan entrar, y al hacerlo ni siquiera ellos entran. La falta de testimonio cristiano es lo que hace esto y cuando ese cristiano es un presbítero, un obispo o un papa es aún peor. Pero, ¿cómo es que un cristiano cae en esta actitud de puerta cerrada con la llave en el bolsillo?
La fe pasa, por así decirlo, a través de un alambique y se convierte en ideología. Y la ideología no convoca. En las ideologías no está Jesús: ni su ternura, su amor y mansedumbre. Y las ideologías son rígidas, siempre. De cada signo: rigidez. Y cuando un cristiano se convierte en un discípulo de la ideología, ha perdido la fe: ya no es un discípulo de Jesús, es discípulo de este tipo de pensamiento... Y por eso Jesús les dice: "Ustedes se han llevado la llave del conocimiento". El conocimiento de Jesús se transforma en un conocimiento ideológico e incluso moralista, porque estos cerraron la puerta con una gran cantidad de reglas. (Cf. S.S. Francisco, 17 de octubre de 2013, homilía en Santa Marta).

Reflexión

El mensaje de las Bienaventuranzas está dedicado a las personas de corazón sencillo, humilde. Sin embargo, el texto que hoy se nos presenta viene a desvelar la maldad que anida en el interior de los corazones soberbios.

Decía el doctor de la Iglesia, Santo Tomás de Aquino, que entre todos los pecados, el peor es el de la soberbia. Porque los otros alejan de Dios, pero éste lo rechaza.

La soberbia es la actitud del que considera a los demás como inferiores, y a sí mismo como perfecto. Piensa que no necesita ni siquiera de la ayuda de Dios. Entonces, ¿qué puede hacer Dios con alguien que no quiere recibir su amor, su perdón y su misericordia?

Una característica del soberbio es que está ciego ante las inspiraciones del Espíritu Santo y es capaz de vivir en un mundo de "aparente santidad" descuidando lo que realmente importa a Dios.

Por desgracia, todos llevamos algo de soberbia en nuestro interior. Pero no hay que alarmarse. Con calma, debemos detectar en nosotros toda actitud de ese tipo y ser capaces de superarnos un poco cada día. Y pedirle mucho a Dios que nos conceda la gracia de ser humildes.

Propósito

Los talentos que Dios me dio, ¿los uso sólo para mí? Fijarme una meta concreta para poner estos dones al servicio de Dios y de los demás.

Diálogo con Cristo

Gracias, Señor, por redimirme y por este momento de intimidad contigo. Es tan fácil caer en esas actitudes farisaicas que empobrecen o, incluso, envilecen a tal grado mi testimonio de vida, que éste influye para que otras personas se alejen de tu amor. Necesito fortalecer mi fe, llenarme de tu amor para ser un fiel discípulo y misionero, realmente convencido de que sin Ti, sin tu gracia, mi vida está incompleta. 

PUENTES



PUENTES

Los puentes son como ciertas personas:
Su importancia se valora cuando ya no están, o cuando están rotos y no se los puede usar.......

Existe una cantidad impresionante de puentes:
Cortos y largos, anchos y estrechos, seguros e inseguros, caros y económicos.....

Todos tienen sin embargo, algo en común:
Sirven para unir dos orillas......

Atravesándolos, uno siente que, de algún modo, lleva un mensaje al otro lado......

También las personas estamos llamadas a ser puentes, para facilitar el encuentro, para superar aflicciones, para estimular el perdón......

Hacer de puente a veces cuesta, pero cuando da resultado, la gratificación es grande......

Quiero ser para ti como un puente sobre el río...

Del lado de acá está tu hoy..... Del lado de allá tu mañana......

Entre los dos lados, el río de la vida, a veces sereno, a veces turbulento, a veces traicionero y a veces profundo y revuelto......

ES NECESARIO ATRAVESARLO......

No soy Dios ni pretendo jugar a ser Dios..
Sólo Él puede llevarte con seguridad al otro lado......
Pero yo quiero ser el puente que haga más fácil la travesía......

Si crees que no es bueno pasar sólo, usa mis hombros...

Si me balanceara, no tengas temor...Dios me ha colocado en tu camino para ayudarte a cruzar el río......

No dudes en utilizarme, y cuando llegues, déjame, si quieres......

Si, me entiendes bien, déjame donde estoy. Otros han pasado por medio de mi, igual como tu pasaron......

Pero quiero que continúes tu marcha......

Soy tu puente para muchas travesías de la vida, pero aún tengo otro nombre......


SOY UN PUENTE LLAMADO AMISTAD

LLEGA UN REGALO



Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Llega un regalo
Detrás de ese regalo percibo una ternura que llega a lo íntimo de mi alma. Porque alguien pensó en mí.



Acaba de llegar un regalo. Ese regalo tiene un precio, tal vez una utilidad. Pero, sobre todo, manifiesta un tesoro maravilloso: el cariño de quien me ama. 

Detrás de ese regalo percibo una ternura que llega a lo íntimo de mi alma. Porque alguien pensó en mí. Porque buscó cómo podría darme algo que me recordase su cariño. Porque deseaba abrirme un espacio de felicidad. 

Si el regalo que recibo de otro llega muy hondo, ¿no sería el momento de descubrir que también Dios me ofrece miles de regalos? 

Existe el peligro de vivir con la mirada indiferente ante los continuos dones de Dios. Porque son dones de Dios el sol y la luna, las nubes y la lluvia, la nieve y el viento, el mar y la montaña, la golondrina y el grillo, la abeja y la miel. 

Sobre todo, es regalo de Dios mi propia vida y la vida de tantos hombres y mujeres que caminan cerca o lejos. Cada existencia surge desde un estupendo sueño de Amor, desde lo más íntimo de un Dios que se deleita con los hijos de los hombres (cf. Prov 8,31). 

Lo he escuchado tantas veces: todo es don, todo es gracia. Necesito recordarlo mientras camino: me rodean miles de señales, de regalos, que me hablan de la ternura de un Dios bueno. 

Ha llegado un regalo a mis manos. Quien me lo ofrece con una sonrisa amistosa, con una mirada llena de afecto, me permite abrirme al mundo del amor, que da y que recibe, que nace de Dios y que lleva a Dios. Sólo entonces buscaré también yo qué puedo hacer para alegrar, con un regalo, a quienes viven a mi lado. 

¿POR QUÉ LA IGLESIA ES CATÓLICA?


Autor: corazones.org | Fuente: corazones.org /El trabajo de Dios 
¿Por qué la Iglesia es católica?
Sabemos que la Iglesia Católica es la misma que el Señor fundó sobre Pedro -La roca-


La palabra católico/a viene del griego "kath´holon" que significa "de acuerdo con el todo". Esta palabra hace su primera aparición en la literatura cristiana con San Ignacio de Antioquía, por el año 110 dc. En su carta Ad Smyr dice: "Allí donde está Cristo está la Iglesia católica". Los estudiosos discuten si "católico" en este contexto significa "universal" o "verdadera/auténtica." La mayoría de los estudiosos favorecen el primer significado, razonando que así como el Obispo preside la Iglesia local, así mismo Cristo preside la Iglesia universal. 

El Martirio de Policarpo, escrito cincuenta años después, utiliza la palabra en ambos sentidos: tres veces significando iglesia universal y una vez con el sentido de auténtica. Describe a San Policarpo como "Obispo de la Iglesia Católica de Esmirna." 

-San Pacián de Barcelona, 375 A.D. dijo: "Cristiano es mi nombre, y católico mi apellido. El primero me denomina, mientras que el otro me instituye específicamente. De esta manera he sido identificado y registrado... Cuando somos llamados católicos, es por esta forma, que nuestro pueblo se mantiene alejado de cualquier nombre herético." -Carta a Sympronian.

El concepto es desarrollado por San Cirilo de Jerusalén, quien dice: 

La Iglesia es católica porque está esparcida por todo el mundo; enseña en plenitud toda la doctrina que los hombres deben conocer; trae a todos los hombres a la obediencia religiosa; es la cura universal para el pecado y posee todas las virtudes -(Catechesis 18:23). 

Los dos significados que prevalecen en el período de los Padres de la Iglesia son los de universalidad y ortodoxia. San Agustín utiliza en sus escritos el nombre de "católica" 240 veces entre los años 388 y 420 dc. 

Los dos significados de la palabra católico, coexistieron por mil años, pero con el cisma del Este-Occidente, la Iglesia Latina se continuó llamando "Católica" mientras que la iglesia del Este adoptó el nombre de "Ortodoxa". 

En el período medieval encontramos que emergen las bases para una más profunda teología sobre la catolicidad, ayudado este hecho por la expresión dominante de Iglesia como la "reunión de los fieles" (congregatio fidelium), la cual está abierta a la noción de universal. 

Santo Tomás de Aquino desarrolla los diversos elementos de la teología de la catolicidad. La Iglesia es universal en tres sentidos: 

1. Se encuentra en todos los lugares (cf. Rom 1:8), teniendo tres partes: en la tierra, en el cielo y en el purgatorio.
2. Incluye personas de todos los estados de vida. (Gal 3:28)
3. No tiene límite de tiempo desde Abel hasta la consumación de los siglos. 


Fundación de la Iglesia 
Nuestro Señor le dijo a Pedro: [Mateo 16, 17-19] 

Bendito eres tu, Simón Bar-Jona: porque no ha sido carne y sangre que te han revelado, (Que yo soy el Cristo, el Hijo del Dios vivo,) sino mi Padre que esta en el Cielo. 

Y yo te digo que tu eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. 

Y te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que amarres en la tierra será amarrado en el cielo y todo lo que desamarres en la tierra también será desamarrado en el Cielo. 

Así, que sabemos que estamos en buenas manos cuando conocemos que la Iglesia es Una, Santa, Católica y Apostólica. El Papa es el Vicario de Cristo, el sucesor de Pedro el Apóstol. 


Escritura y Tradición 

La Iglesia tiene bajo su custodia las Sagradas Escrituras, toda revelación que ha sido dada por Dios a su gente, y su explicación se basa en las Sagrada Escrituras. La Sagrada Tradición también es parte de sus bases y nosotros nos adherimos a la Tradición para poder respetar la autoridad de la Iglesia. Nuestro Señor le dijo a los apóstoles "El que les escucha a ustedes me escucha a mi, el que les rechaza a ustedes me rechaza a mi. Aquel que me rechaza, rechaza a aquel que me envió". 

Muchos han cuestionado las enseñanzas de la Iglesia a través de la historia, ellos han desecrado la verdad por eso han recibido el nombre de herejes. 

La Iglesia en su Sabiduría ha tenido varios concilios para proclamar ciertas enseñanzas como Dogmas, los cuales quieren decir verdades definitivas o principios que no pueden ser cambiados. 

El Protestantismo ha desafiado las enseñanzas de la Iglesia y se ha alejado de la doctrina sólida trasmitida por los Apóstoles. 

Los Protestantes niegan el Sacerdocio, el poder del Sacerdote para perdonar los pecados. Ellos no creen en la verdadera Presencia de Cristo en la Sagrada Eucaristía, no creen en la autoridad del Papa, no aceptan los dogmas de la Iglesia Católica, no creen en la Santidad de La Virgen María y en el poder de su intercesión, no creen en la intercesión de los santos, no creen en el Purgatorio; en síntesis ellos no creen lo que nosotros los Católicos creemos en nuestro Credo. Existen miles de diferentes denominaciones cristianas reclamando ser la verdadera Iglesia, pero nosotros sabemos que el Señor dijo: "Sobre ti Pedro, la roca, Yo fundo mi Iglesia", no mis iglesias. 

No podemos basar nuestra fe solamente en las Escrituras, porque aun San Pablo, refiriéndose a la Sagrada Eucaristía, dice: "Lo que yo he recibido del Señor también les trasmito a ustedes..."; en la segunda carta a los Tesalonicenses 2:15 El dice, "Así hermanos y hermanas , párense firmes y aférrense a las tradiciones que nosotros les enseñamos, ya sea de palabra o por carta." 

Muchos Cristianos reclaman que la Biblia es su única autoridad, pero eso no es lo que nos enseña la Biblia, realmente en la Segunda carta de Pedro 1:20-21 leémos: "Entendiendo ésto primero, que no profecía de Escritura se puede hacer a través de la interpretación privada" (En otras palabras ninguna profecía o escritura es asunto para nuestra interpretación única o personal).

Extracto del artículo publicado por "El trabajo de Dios" (www.theworkofgod.org)


Cristo llamó a la Iglesia, "MI IGLESIA", ésto es lo que aparece en el Nuevo Testamento, pero por la tradición de los Apóstoles y de los Padres que fueron discípulos de los Apóstoles y directamente instruidos por ellos, ha llegado hasta nosotros el nombre de católica.

Sabemos que la Iglesia Católica es la misma que el Señor fundó sobre Pedro, "La roca". Jesús comisionó los Apóstoles para proclamar el Evangelio, para hacer discípulos de todas las naciones y para bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

La Iglesia de hoy es la misma de hace 2000 años, todavía tenemos las mismas enseñanzas que el Señor le entregó a los apóstoles y poseemos la misma fuente de Gracia para nuestra Salvación: los Sacramentos. 

PROTÉGETE CON LA PALABRA DE DIOS


domingo, 24 de agosto de 2014

EL EVANGELIO DE HOY: DOMINGO 24 DE AGOSTO DEL 2014




Autor: P. Sergio A. Córdova LC | Fuente: Catholic.net

Tú eres Pedro y sobre esta piedra...
Mateo 16, 13-20. Tiempo Ordinario En el Papa tenemos un punto firme y seguro de nuestra fe.
 
Tú eres Pedro y sobre esta piedra...
Del santo Evangelio según san Mateo 16, 13-20

Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas». Él les dijo: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos». Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que Él era el Cristo. Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, y ser matado y resucitar al tercer día. Tomándole aparte Pedro, se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso!» Pero Él, volviéndose, dijo a Pedro: «¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!

Oración preparatoria 

Jesucristo, creo que Tú eres mi Redentor y Salvador, espero que este momento de oración me impulse a buscar transformar mi vida en clave de amor, para ser discípulo y misionero de tu Iglesia.

Petición 

Te amo Dios mío, ayúdame a corresponder a la gracia santificante que me ofreces.

Meditación del Papa Benedicto XVI

Pedro hace la propia confesión de fe a Jesús reconociéndolo como Mesías e Hijo de Dios; la hace también en nombre de los otros apóstoles. Como respuesta, el Señor le revela la misión que desea confiarle, la de ser la "piedra", la "roca", el fundamento visible sobre el que está construido todo el edificio espiritual de la Iglesia [...]
Así se manifiesta la tensión que existe entre el don que proviene del Señor y la capacidad humana; y en esta escena entre Jesús y Simón Pedro vemos de alguna manera anticipado el drama de la historia del mismo papado, que se caracteriza por la coexistencia de estos dos elementos: por una parte, gracias a la luz y la fuerza que viene de lo alto, el papado constituye el fundamento de la Iglesia peregrina en el tiempo; por otra, emergen también, a lo largo de los siglos, la debilidad de los hombres, que sólo la apertura a la acción de Dios puede transformar.
En el Evangelio de hoy emerge con fuerza la clara promesa de Jesús: "el poder del infierno", es decir las fuerzas del mal, no prevalecerán. (Benedicto XVI, 29 de junio de 2012). 

Reflexión

El Evangelio del día de hoy nos presenta precisamente esta verdad fundamental de nuestra fe, sobre la cual se basan nuestras certezas y seguridades sobrenaturales: ¡Jesucristo fundó realmente su Iglesia y colocó a Pedro y a sus sucesores como piedra angular de la misma!: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. A ti te daré las llaves del Reino de los cielos, y lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo; y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo". ¡Esto es lo que da fuerza y solidez a nuestra fe, y por eso nos proclamamos, con santo orgullo, "católicos, apostólicos y romanos"!

Este es un punto fundamental que, tristemente, niegan los hermanos separados, que se autodenominan "cristianos"– y que, dicho claramente– han abandonado la fe católica para pasarse a las diversas denominaciones protestantes.

En el Papa los católicos tenemos un punto firme y seguro de nuestra fe porque Jesucristo quiso edificar su Iglesia sobre Pedro y sus sucesores. En sus enseñanzas y en su Magisterio pontificio hallamos una roca inconmovible de frente a los oleajes de confusión doctrinal que hoy en día se arremolinan por doquier, sobre todo en todas esas sectas que quieren asolar y engañar a los fieles católicos. En el Papa, en los Obispos y en los sacerdotes fieles –es decir, en todos aquellos que reconocen la autoridad del Romano Pontífice, siguen su Magisterio y transmiten sus enseñanzas– encontramos al mismo Cristo, Buen Pastor, que guía a sus ovejas a los pastos del cielo. ¡Escuchemos su voz, sigamos sus huellas, imitemos su ejemplo de amor, de santidad y de entrega incondicional para el bien de todos los hombres, nuestros hermanos.

Propósito

Que éste sea hoy nuestro compromiso: de vivir, defender y proclamar nuestra fe católica, en obediencia al Papa y a nuestros pastores; y, si Dios lo permitiera, también pedirle la gracia de morir por ella, como lo hicieron un día los cristeros y todos nuestros mártires. Que Dios así nos lo conceda y desde ahora proclamemos nuestra fe con nuestras propias obras.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Sergio Cordova LC 

    DE QUÉ BARRO ESTOY HECHO



    Autor: P. Dennis Doren LC | Fuente: Catholic.net
    De qué barro estoy hecho
    Tu vida interior te da la fuerza que necesitas para convertir tu vida en una vasija útil.

    De qué barro estoy hecho

    A todos nosotros nos toca aguantar los golpes de la vida. ¿Quién de nosotros no ha tenido que sufrir desencantos, decepciones, tristezas e infortunios?, y al mismo tiempo ¿quién de nosotros no ha experimentado el amor, la fuerza de la oración, la gracia de Dios que actúa en nuestra vida? 

    A lo largo de la historia ha habido un utensilio muy importante: las vasijas; sí, las vasijas de barro, aquellas que han sido moldeadas por las manos humanas y que tan necesarias se convirtieron en siglos pasados. Te comparto esta breve reflexión para que entiendas tu vida desde esta perspectiva. 

    Las vasijas de barro, de todas formas y tamaños, eran utensilios valiosos en los hogares de la antigüedad. Nuestros antepasados usaban grandes tinajas para almacenar agua y aceite; empleaban cántaros para acarrear agua y frascos de terracota para guardar perfumes. 

    Las vasijas de barro, para almacenamiento, se llenaban de granos y otros alimentos. Las amas de casa usaban cazuelas de barro para cocinar. En las comidas, usaban utensilios de barro como platos y tazones; en la noche, iluminaban las casas con lámparas de barro. 

    Los alfareros que fabricaban estos utensilios tan necesarios eran parte muy importante de la economía de los antiguos pueblos y ciudades. 

    Un alfarero, en un momento de inspiración, describió así su artesanía: 

    Mis dos manos dieron forma a esta vasija. Y el lugar en el que se forma en realidad es uno de tensión entre la presión aplicada en el exterior y la presión de la mano del interior; es un verdadero arte manejar ambas manos, mientras una presiona, la otra va moldeando con suavidad y cariño. Así ha sido mi vida. Tristeza, muerte e infortunio, amistad y todas las cosas que me han sucedido que ni siquiera elegí. Todas influyeron en mi vida. Son las manos que me han ido formando por fuera y hacen que hoy sean parte de lo que soy. Sin embargo, hay cosas que creo que tengo dentro de mí: mi fe en Dios y el cariño y respeto de algunos amigos que actuaron en mí. Mi vida, al igual que esta vasija, es el resultado de lo que ocurrió en el exterior y de lo que sucede en el interior de mi vida. La vida, como esta vasija, se forma en lugares de tensión. 

    A lo largo del día quizá nos sintamos regulados por las tensiones y demandas de los demás, abrumados por las responsabilidades y presionados por los retos que nos acosan desde el exterior. Sin fortaleza de espíritu en nuestro interior, sin esos momentos de fe, de oración, de esperanza, esas dificultades nos llevarán al derrumbe, porque la tensión externa es muy fuerte. 

    Recuerda: tu vida interior te da las fuerzas que necesitas para convertir tu vida en una vasija útil, grata a los ojos del alfarero y gratas a los ojos de los que la utilizan. Así es, estamos llamados a que a través de nosotros se haga el bien, se viva en la verdad y se trasmita el amor, hoy es tu oportunidad. Por eso, no nos desanimemos: pues aunque por fuera nos vamos deteriorando, por dentro nos renovamos día a día (2 Corintios 4:16) 

    NUESTRA SEÑORA SALUD DE LOS ENFERMOS - 24 DE AGOSTO



    NUESTRA SEÑORA SALUD DE LOS ENFERMOS, UNIVERSAL ( 24 DE AGOSTO)


    María es Salus Infirmorum porque es Inmaculada Concepción. Así es venerada en la comunidad de los creyentes desde tiempos antiguos, aunque el actual título se afirmará en siglos posteriores. En Roma, desde la segunda mitad del siglo III, la Bienaventurada Virgen María es saludada "auxilium et solamen nostrae infirmitatis". El Papa Esteban I, escribiendo el ano 256 al Obispo de León y Astorga, Basílides, explica que "ante lavacrum salutare lapsi omoes sunt et quidem primum fideles absolvuntur passione Christi, dein meritis beatue Deiparae: ille ad unitatem filiorum Dei reducit, haec vero sanitatem ac uniusquisque sanctitatem redonat". 

    Y de la misma manera se expresan otros Pontífices en los siglos siguientes. La Virgen de la Salud es oriunda de Molinara, Italia. Varias iglesias italianas, aunque con diferentes figuras, invocan a María como Madre de la Salud. También en la India, María de la Salud es faro en medio de las tempestades de la vida. 

    La imagen de Nuestra Señora de la Salud de Vailankanni, se celebra el 8 de septiembre, según una historia que cuenta la salvación de un naufragio de pescadores portugueses que invocaban a María en el peligro de la tormenta. En el templo más importante de Pátzcuaro, Desde 1580 se venera a la Virgen de la Salud, patrona de la población, en el estado de Michoacán, México. Su estatua está moldeada en pasta de caña de maíz y miel de orquídeas, mezcla utilizada por los indígenas en la fabricación de imágenes durante el siglo XVI.

    EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA 

    Lo mismo encontramos en los Santos Padres de la Iglesia, Latinos y Orientales, que, si bien no exponen la doctrina de la Inmaculada Concepción, profundizada y madurada con el pasar del tiempo, consideran a María Madre de Dios la "llena de gracia" (Lc 1,28), defensa de la salud del Hombre. Así, Pedro Crisólogo afirma que "...la Virgen se ha convertido verdaderamente en madre de los vivientes mediante la gracia, Ella que era madre de quienes por naturaleza estaban destinados a la muerte". En el siglo V, Sedulio escribe que "una sola ha sido la mujer por la que se abrió la puerta a la muerte y una sola es también la mujer a través de la cual vuelve la vida". Y es de Venancio Fortunato este maravilloso Himno: "Oh excelente belleza, oh mujer que eres la imagen de la salvación, potente por causa del fruto de tu parto y que gustas por tu virginidad, por tu medio la salvación del mundo se ha dignado nacer y restaurar el género humano que la soberbia Eva ha traído al mundo". Entre los Padres Latinos, Fulgencio di Ruspe escribe: "...la bondad divina ha realizado este plan para redimir al género humano: por medio de un hombre, nacido de una sola mujer, a los hombres les ha sido restituida la vida". Hay mayor riqueza de textos en los escritos de los Padres y de la Liturgia Oriental. Cirilo de Jerusalén: "Por medio de la Virgen Eva entró la muerte; era necesario que por medio de una virgen, es decir, de la Virgen, viniera la vida...". El Pseudo-Gregorio Niceno: "...de la Virgen Santa ha florecido el árbol de la vida y de la gracia... De hecho, la Virgen Santa se ha hecho manantial de vida para nosotros... En María solamente, inmaculada y siempre virgen, floreció para nosotros el retono de la vida, ya que sóla ella fue tan pura en el cuerpo y en el alma, que con mente serena respondió al ángel...". 

    Romano el Melode: "Joaquín y Ana fueron liberados de la verguenza de la esterilidad y Adán y Eva de la corrupción de la muerte, oh Inmaculada, por tu natividad. Esta festeja hoy tu pueblo, rescatado de la esclavitud de los pecados, clamando a ti: "La estéril da a luz a la Madre de Dios, madre de nuestra vida". Proclo de Constantinopla: "Ha sido sanada Eva... Por eso le decimos: 

    "Bendita tú entre las mujeres" (Lc 1,42), la sola que has curado el dolor de Eva, la sola que enjugaste las lágrimas de la atribulada...". En la Liturgia de la Iglesia Oriental del I al VI siglo, abundan los textos. Reproducimos sólo algunos: "Por Eva la corrupción, por ti la incorruptibilidad; por aquella la muerte, por ti, en cambio, la vida... 

    ¡El Médico, Jesús, ha venido a nosotros por ti!, para curarnos a todos, como Dios, y salvarnos... Ave. Inmaculada y Pía, salve, baluarte del mundo...". "Inmaculada Madre de Cristo, orgullo de los ortodoxos, a ti te ensalzamos. Eres Vida, oh Casta, por ti has dado la vida a quienes te ensalzan...". "Ave, por ti el dolor se extingue... Ave, tesoro inagotado de vida... Ave, medicina de mis miembros: Ave, salvación de mi alma". "...Oh, Virgen doncella inmaculada, salva a quienes en ti buscan refugio". "Inmaculada Madre de Dios (...) nosotros, que hemos conseguido tu protección, oh Inmaculada, y que por tus oraciones hemos sido liberados de los peligros y custodiados en todo tiempo por la Cruz de tu Hijo, nosotros todos, como se debe, con piedad, te ensalzamos... 

    Nuestro refugio y nuestra fuerza eres tú, oh Madre de Dios, socorro poderoso del mundo. Con tus plegarias proteges a tus siervos de toda necesidad, oh sola bendita". Concluímos esta rápida visita a los testimonios de los primeros siglos de la Iglesia con un tropario de la himnografia griega que hace de síntesis: "Santísima Madre de Dios, no me abandones durante el tiempo de mi vida y no me confies a ninguna protección humana, sino tú misma encárgate de curarme y ten piedad de mi". 


    PATRONA DE LA CONGREGACIÓN SIERVAS DE MARÍA

     La Congregación nació el 15 de Agosto de 1851, en Madrid, España. Su carisma es llevar ternura y misericordia a los más necesitados, a los pobres enfermos. Los rasgos característicos de su espiritualidad son: Contemplativas en la acción. Abandonadas a la Divina Providencia. Cooperadoras con Cristo y María en la salvación de los hombres. Como familia religiosa, unidas en Cristo, continúan la misión sanadora de Cristo, teniendo como modelo a la Santísima Virgen en el momento de la Visitación (Lc.1,39-45) y llevando con Ella, renovada esperanza y gozo a aquellos a quienes sirven. Hay actualmente 2,000 Siervas de María distribuidas en los 123 conventos existentes alrededor del mundo, incluyendo Europa, América, África y Asia; con casas de misiones en Camerún, Filipinas y México.

    MEDITACIÓN DEL PAPA FRANCISCO PARA HOY DOMINGO 24 DE AGOSTO



    Texto completo de las palabras del papa Francisco en el ángelus
    Jesús nos invita como con Pedro, a ser piedras vivas de la comunidad que Cristo quiere construir, de la cual Él es piedra angular y Pedro fundamento visible de la unidad

    Ciudad del Vaticano, 24 de agosto de 2014 (Zenit.org) 

    Antes de rezar la oración mariana, ante una plaza de San Pedro repleta, el santo padre Francisco dirigió las siguientes palabras.



    «Queridos hermanos y hermanas, el evangelio de este domingo es la celebre parte central de la narración de san Mateo, cuando Simón en nombre de los doce, profesa su fe en Jesús como “el Cristo, el Hijo del Dios viviente”; y Jesús llama 'beato' a Simón por esta fe que tiene, reconociendo en ésta un don especial del Padre, y le dice: 'Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia'.

    Detengámonos un momento justamente sobre este punto, sobre el hecho que Jesús atribuye a Simón este nuevo nombre: 'Pedro', que en el idioma de Jesús se dice 'Kefa', una palabra que significa 'roca'. En la biblia este término 'roca' se refiere a Dios. Jesús lo atribuye a Simón no por sus cualidades o méritos humanos, pero por su fe genuina y sólida que le viene desde lo alto.

    Jesús siente en su corazón una gran alegría, porque reconoce en Simon la mano del Padre, la acción del Espíritu Santo. Reconoce que Dios Padre le dio a Simón una fe en la que se puede confiar, sobre la cual Jesús podrá construir su Iglesia, o sea su comunidad. Como en todos nosotros.

    Jesús tiene en su ánimo dar vida a su Iglesia, un pueblo fundado no más sobre la descendencia, sino sobre la fe, o sea sobre la relación con Él mismo, una relación de amor y de confianza. Nuestra relación con Jesús construye la Iglesia.

    Y por lo tanto para iniciar con su Iglesia Jesús tiene necesidad de encontrar en los discípulos una fe sólida, confiable. Es esto que Él debe verificar en este punto del camino.

    El señor tiene en mente la imagen del construir, la imagen de la comunidad como un edificio. Por ello cuando escucha la profesión de fe simple de Simón, lo llama 'roca', y manifiesta la intención de construir su Iglesia sobre esta fe.

    Hermanos y hermanas, lo que sucedió de manera única con san Pedro, sucede también con cada cristiano que madura una fe sincera en Jesús el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

    El evangelio de hoy interpela también a cada uno de nosotros: ¿Cómo va tu fe? Cada uno dé una respuesta en su corazón. ¿Cómo va tu fe, cómo es?

    ¿Qué encuentra el Señor encuentra en nuestro corazón?, un corazón firme como la roca o un corazón arenoso, o sea dubitativo, desconfiado, incrédulo. Nos hará bien durante el día de hoy pensar sobre esto.

    Si el Señor encuentra en nuestro corazón una fe, no digo perfecta, pero sincera, genuina, entonces Él ve también en nosotros a piedras vivas con las cuales puede construir su comunidad. De esta comunidad, la piedra fundamental es Cristo, piedra angular y única. Por su parte Pedro es piedra, en cuanto fundamento visible de la unidad de la Iglesia. Pero cada bautizado está llamado a ofrecer a Jesús la propia fe, pobre pero sincera, de manera que Él pueda seguir a construir su Iglesia, hoy y en cada parte del mundo.

    También en nuestros días la gente piensa que Jesús sea un gran profeta, un maestro de sabiduría, un modelo de justicia... Y también hoy Jesús le pregunta a sus discípulos, o sea todos nosotros: '¿Quienes dicen que yo sea?, ¿un profeta?, ¿un maestro de sabiduría?, ¿un modelo de Justicia?

    ¿Qué responderemos?, pensemos, pero sobretodo recemos a Dios Padre, para que nos dé la respuesta. Y por intercesión de la Virgen María pidamos que nos dé la gracia de responder con corazón sincero: Tú eres el Cristo, el Dios vivo. Esta es una confesión de fe, este es el Credo propiamente. Podemos repetirlo tres veces todos juntos: 'Tu eres el Cristo el hijo del Dios vivo' ». (Repite tres veces).

    Ángelus...

    «Queridos hermanos y hermanas, mi pensamiento va de manera particular a la amada tierra de Ucrania, que hoy celebra su fiesta nacional, a todos sus hijos e hijas, a sus deseos de paz y serenidad amenazados por una situación de tensión y de conflicto que no indica querer disminuir, generando tanto sufrimiento entre la población civil. Confiamos toda esta nación al Señor Jesús y a la Virgen, y rezamos unidos especialmente por las víctimas, sus familiares y por todos los que sufren.

    Saludo cordialmente a todos los peregrinos romanos y a los que llegan desde diversos países, en particular a los fieles de Santiago de Compostela (España), los niños de Maipú (Chile), i los jóvenes de Chiry- Ourscamp (Francia) y a todos los que participan al encuentro internacional promovido por la diócesis de Palestrina.

    Saludo con afecto a los nuevos seminaristas del Pontificio Colegio Norteamericano, que llegaron a Roma para realizar estudios teológicos.

    Saludo a los 600 jóvenes de Bérgamo, que a pié junto a su obispo, llegaron a Roma desde Asís. Queridos jóvenes, vuelvan a casa con el deseo de dar testimonio a todos sobre la belleza de la fe cristiana. Saludo a los jóvenes de Verona, Montegrotto Terme y del Valle Liona, así como a los fieles de Giussano y Bassano del Grappa.

    Y a todos les deseo “buona domenica” y “buon pranzo”».

    (24 de agosto de 2014) © Innovative Media Inc.
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