sábado, 13 de julio de 2013

¿QUÉ ES EL ESCAPULARIO DE LA VIRGEN DEL CARMEN?



¿Qué es el Escapulario de la Virgen del Carmen? 

Los seres humanos nos comunicamos por símbolos. Así como tenemos banderas, escudos y también uniformes que nos identifican. Las comunidades religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios. 

Los laicos no pueden llevar hábito, pero los que desean asociarse a los religiosos en su búsqueda de la santidad pueden usar el escapulario. La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella. Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda. Se usa bajo la ropa. Junto con el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es uno de los mas importantes sacramentales marianos. 

Dice San Alfonso Ligorio, doctor de la Iglesia: "Así como los hombres se enorgullecen de que otros usen su uniforme, así Nuestra Señora Madre María está satisfecha cuando sus servidores usan su escapulario como prueba de que se han dedicado a su servicio, y son miembros de la familia de la Madre de Dios." 


El escapulario es un sacramental. 

Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial. 

El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos. Las gracias nos vienen por nuestra respuesta de amor a Dios y de verdadera contrición del pecado, lo cual el sacramental debe motivar. 


¿Cómo surgió el escapulario? 

La palabra escapulario viene del Latín "scapulae" que significa "hombros". Originalmente era un vestido superpuesto que cae de los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo. Con el tiempo se le dio el sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo llevamos sobre nuestros hombros. Para los Carmelitas particularmente, pasó a expresar la dedicación especial a la Virgen Santísima y el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás. 


La Virgen María entrega el escapulario el 16 de julio de 1251. 

En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención de la Virgen, a la orden le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó "La flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le suplicó la protección para toda la comunidad. 

En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la siguiente promesa: 

"Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno" 

Aunque el escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida mas comprometida con la espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario, donde se agregaban muchos laicos por medio de la devoción a la Virgen y al uso del escapulario. La Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos. 


Explicación de la Promesa: 

Muchos Papas, santos como San Alfonso Ligorio, San Juan Bosco, San Claudio de la Colombiere, y San Pedro Poveda, tenían una especial devoción a la Virgen del Carmen y llevaban el escapulario. Santos y teólogos católicos han explicado que, según esta promesa, quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento). Por parte del devoto, el escapulario es una señal de su compromiso a vivir la vida cristiana siguiendo el ejemplo perfecto de la Virgen Santísima. 


El escapulario tiene 3 significados: 

El amor y la protección maternal de María: El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando nace Jesús lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus hijos. 

Envolver en su manto es una señal muy maternal de protección y cuidado. Señal de que nos envuelve en su amor maternal. Nos hace suyos. Nos cubre de la ignominia de nuestra desnudes espiritual. 

Vemos en la Biblia: 

-Dios cubrió con un manto a Adán y Eva después de que pecaron. (manto - signo de perdón) 

-Jonás le dio su manto a David: símbolo de amistad -Elías dio su manto a Eliseo y lo llenó de su espíritu en su partida.

-S. Pablo: revístanse de Cristo: vestirnos con el manto de sus virtudes. 

Pertenencia a María: Llevamos una marca que nos distingue como sus hijos escogidos. El escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración a María. 

Consagración: ´pertenecer a María´ es reconocer su misión maternal sobre nosotros y entregarnos a ella para dejarnos guiar, enseñar, moldear por Ella y en su corazón. Así podremos ser usados por Ella para la extensión del Reino de su Hijo. 

-En 1950 Papa Pío XII escribió acerca del escapulario: "que el escapulario sea tu signo de consagración al Inmaculado Corazón de María, lo cual estamos particularmente necesitando en estos tiempos tan peligrosos". Quien usa el escapulario debe ser consciente de su consagración a Dios y a la Virgen y ser consecuente en sus pensamientos, palabras y obras. Dice Jesús: "Cargad con mi yugo y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera". (Mt 11:29). El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar, pero que María nos ayuda a llevar. El escapulario es un signo de nuestra identidad como cristianos, vinculados íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación, lo que exige que seamos pobres, castos y obedientes por amor. 

Al usar el escapulario constantemente estamos haciendo silenciosa petición de asistencia a la Madre, y ella nos enseña e intercede para conseguirnos las gracias para vivir como ella, abiertos de corazón al Señor, escuchando su Palabra, orando, descubriendo a Dios en la vida diaria y cercanos a las necesidades de nuestros hermanos, y nos está recordando que nuestra meta es el cielo y que todo lo de este mundo pasa. En la tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden dice: "No lleguemos a la conclusión de que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos salvará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos...Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la omnipotencia suplicante de la Madre de la Misericordia." 


El suave yugo de Cristo: "Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana". (Mt 11:29-30) 

-El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar pero que María nos ayuda a llevar. 

Quién lleva el escapulario debe identificarse como católico sin temor a los rechazos y dificultades que ese yugo le traiga. 

Se debe vivir lo que significa 

El escapulario es un signo de nuestra identidad como católicos, vinculados de íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente según nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación. Esto requiere que seamos pobres (un estilo de vida sencillo sin apegos materiales), castos y obedientes por amor a Dios. 

En momentos de tentación, tomamos el escapulario en nuestras manos e invocamos la asistencia de la Madre, resueltos a ser fieles al Señor. 

Ella nos dirige hacia el Sagrado Corazón de su Hijo Divino y el demonio es forzado a retroceder vencido. 

Imposición del Escapulario: 

El primer escapulario debe ser bendecido por un sacerdote e impuesto por él mientras dice: 

"Recibe este escapulario bendito y pide a la Virgen Santísima que por sus méritos, lo lleves sin ninguna mancha de pecado y que te proteja de todo mal y te lleve a la vida eterna" 


¿Puede darse el escapulario a quien no es católico? 

Sí. El escapulario es signo de la Maternidad Espiritual de María y debemos recordar que ella es madre de todos. Muchos milagros de conversión se han realizado en favor de buenos no-católicos que se han decidido a practicar la devoción al escapulario. 


Conversiones. 

Un anciano fue llevado al Hospital de San Simón Stock en la ciudad de Nueva York, inconsciente y moribundo. La enfermera al ver al paciente con el Escapulario Carmelita llamó a un sacerdote. Mientras rezada las oraciones por el moribundo, éste recobró el conocimiento y dijo: "Padre, yo no soy católico". "¿Entonces, ¿por qué está usando el Escapulario Carmelita?", preguntó el sacerdote. "He prometido a mis amigos usarlo", explicó el paciente. "Además rezo un Ave María diariamente." "Usted se está muriendo" replicó el sacerdote. "¿Quiere hacerse católico?" ´Toda mi vida lo he deseado", contestó el moribundo. Fue bautizado, recibió la Unción de los Enfermos antes de fallecer en paz.


Alerta contra abusos: 

El escapulario NO salva por sí solo como si fuera algo mágico o de buena suerte, ni es una excusa para evadir las exigencias de la vida cristiana. Mons. Kilian Lynch, antiguo general de la Orden Carmelita nos dice: "No lleguemos a la conclusión que el escapulario está dotado de alguna clase de poder sobrenatural que nos salvará a pesar a pesar de lo que hagamos o de cuanto pequemos... Una voluntad pecadora y perversa puede derrotar la ´omnipotencia suplicante´ de la madre de la misericordia." 

Los Papas y Santos han muchas veces alertado acerca de no abusar de la promesa de nuestra madre como si nos pudiéramos salvar llevando el escapulario sin conversión. El Papa Pío XI nos advierte: "aunque es cierto que la Virgen María ama de manera especial a quienes son devotos de ella, aquellos que desean tenerla como auxilio a la hora de la muerte, deben en vida ganarse dicho privilegio con una vida de rechazo al pecado y viviendo para darle honor." 

Vivir en pecado y usar el escapulario como ancla de salvación es cometer pecado de presunción ya que la fe y la fidelidad a los mandamientos es necesaria para todos los que buscan el amor y la protección de Nuestra Señora. 

San Claude de la Colombiere advierte: "Tu preguntas: ¿y si yo quisiera morir con mis pecados?, yo te respondo, entonces morirás en pecado, pero no morirás con tu escapulario." 





EL EVANGELIO DE HOY: 13.07.2013

Autor: H. Miguel Alejandro Velázquez Rocha | Fuente: Catholic.net
No teman a los que matan el cuerpo, pero no el alma
Mateo 10, 24-33. Tiempo Ordinario. Dios nunca se deja ganar en generosidad. Como buen Padre, nos consiente y nos da toda clase de bienes.
 
No teman a los que matan el cuerpo, pero no el alma
Del Santo Evangelio según San Mateo 10, 24-33

El discípulo no es más que el maestro ni el servidor más que su dueño. Al discípulo le basta ser como su maestro y al servidor como su dueño. Si al dueño de casa lo llamaron Belzebul, ¡cuánto más a los de su casa! No les teman. No hay nada oculto que no deba ser revelado, y nada secreto que no deba ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas. No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena. ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros. Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo los reconoceré ante mi Padre que está en el cielo. Pero yo renegaré ante mi Padre que está en el cielo a aquel que reniegue de mí ante los hombres. 

Oración Introductoria

Aquí estoy ante ti, Jesús mío. Vengo ante ti para estar unos momentos contigo. Te pido que renueves mi amor, mi fe y mi confianza en ti. Además te quiero pedir una cosa más, que jamás me aparte de ti. Señor, ayúdame a sacar el mayor provecho posible de esta meditación.

Petición 

Jesús, ilumina mi alma y mi mente para escuchar tu voz, en la meditación, y seguirla.

Meditación del Papa

"¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros”. Dios nunca se deja ganar en generosidad. Como buen Padre, nos consiente y nos da toda clase de bienes, aun aquellos que no nos atrevemos a pedir; pero como buen Maestro, también nos educa y nos enseña a vivir confiados en Él, poniendo al mismo tiempo de nuestra parte para corresponder a su amor.
La confianza, es una virtud elemental en toda relación humana, y cuánta más confianza deberíamos tener en Dios.
Recuerden, cuando eran pequeños, aquella vez que paseaban por la ciudad. Caminaban de la mano de su pPadre, alegres. Como todo niño miraban a todas partes, no temían nada estando al lado de su padre. Voltearon a ver a su papá y le dijeron que lo querían, no con palabras sino tan solo con una mirada... se sentían seguros.
Sabían que su papá no dejaría que les ocurriera nada malo, nada que pudiera dañarlos. Pues Dios, que es nuestro Padre celestial, jamás va a permitir nada semejante para nosotros. Tenemos garantía en el Evangelio de que así será, y en el presente no es la excepción: "Ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros".
Ya lo decía Santa Teresita de Lissieux: "Lo que le duele a Dios, lo que hiere su corazón es la falta de confianza en Él".

"Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo los reconoceré ante mi Padre que está en el cielo".
¡Que Qué más queremos, si Jesús mismo intercede por nosotros ante el Padre! Tan solo hay una pequeña aunque costosa condición: Reconocerle abiertamente ante los hombres. Esta condición es pequeña pero difícil porque muchas veces preferimos "quedar bien" ante nuestros amigos, compañeros de trabajo, ante la sociedad...
Nuestra manera de reconocerle ante los hombres, y así no ser negados por Cristo ante el Padre, es dar testimonio de vida con cosas tan simples como ir a Misa, confesarse y -si llega el caso- defender la fe. De este modo Cristo estará feliz con nosotros y será nuestra garantía el día final.

Propósito

Hoy daré testimonio de mi fe invitando a un amigo a hacer una visita a la Eucaristía.

Diálogo con Cristo

Señor, te pido que me des la gracia de jamás negarte delante de los hombres. Te pido fortaleza, fe y amor para dar testimonio con mi vida. SeSé que me costará pero contigo a mi lado todo lo puedo. Te amo, Señor.


Tu deseo sea ver a Dios,; tu temor, si le haz de perder,; tu dolor, que no le gozas, y tu gozo lo que te puede llevar allá, y vivirás con gran paz. Sta. Teresa de Ávila.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Miguel Alejandro Velázquez Rocha 

    viernes, 12 de julio de 2013

    ORACIÓN A SANTA TERESA DE LOS ANDES


    EL EVANGELIO DE HOY: 12.07.2013

    Autor: H. José Pablo Poblete | Fuente: Catholic.net
    Yo los envío como a ovejas en medio de lobos
    Mateo 10,16-23. Tiempo Ordinario. Llevamos impreso en el alma el mandato misionero, y Cristo, nos infunde el ánimo que necesitamos.
     
    Yo los envío como a ovejas en medio de lobos
    Del Evangelio según san Mateo 10,16-23

    Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas. Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes que llegue el Hijo del hombre.

    Oración introductoria

    Puedo caminar seguro, Cristo, por esta vida, aún entre medio de lobos porque se sé que no estoy nunca sólo. Dame fuerzas para crecer en mi vida de unión contigo; que tenga más fe y esperanza para aceptar lo que me pidas, que tenga más amor para quererlo intensamente y que tenga fortaleza para llevarlo adelante. Quiero serte fiel, Señor, cuando llegue la prueba, dame tu gracia y eso me basta.

    Petición

    Dame la fuerza que necesito para ser testigo tuyo en medio de mis actividades.

    Meditación

    Cristo nos llama para ser sus testigos frente al mundo. Invita a salir del mezquino horizonte para ser evangelizadores en nuestra casa, trabajo y familia. ¿Seremos capaces? ¿Podemos llevar una cruz sobre los hombros a pesar de lo débiles que somos? Sí. Ya que Cristo le pide a cada hombre lo que está a su medida.

    Cuánta confianza inflama nuestro pecho al ver que no caminamos solos por este camino. Jesús lo recorrió primero y nos dejó su cuerpo bondadoso en la Eucaristía, para cumplir su promesa: N "no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes".

    Perseveremos en la evangelización de nuestro ambiente con energía y decisión, no sólo para salvarnos a nosotros sino también para prender una llama más en este mundo que lentamente va apagándose.

    Reflexión 

    Todo bautizado lleva impreso en el alma el mandato misionero, y Cristo, por sus palabras, nos infunde el ánimo que necesitamos. Es claro que el camino tiene incomprensiones de parte de aquellos que nos rodean, incluso de los más cercanos, pero "en Él somos fuertes". Jesús pasó por la cruz y luego resucitó, sigamos su mismo camino.

    Propósito

    Invitar a algún conocido del trabajo o familiar a hacer una oración juntos.

    Diálogo con Cristo

    Señor, tutú lo sabes todo, conoces lo débil y miserable que soy. Dame tu mano en este día para no tener miedo de decir que soy católico, para testimoniar tu amor a los hombres y ser capaz de quererte un poco más. Dame tu corazón para hablar bien de los demás y sembrar caridad. Dame tus ojos para ver al que sufre. Y, sobre todo, dame la gracia de ser cada vez un mejor hijo tuyo.


    Aférrate siempre a las manos de Dios y no las sueltes jamás. Madre Teresa de Calcuta.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • David Varela Flores 

    HAZ UN DOBLE CLICK EN TU VIDA


    HAZ UN DOBLE CLICK EN TU VIDA


    a. ARRASTRA a Jesús a tu DIRECTORIO PERSONAL.

    b. Guárdalo en todos tus ARCHIVOS PERSONALES.

    c. SELECCIÓNALO como tu DOCUMENTO MAESTRO.

    d. Que Él sea tu MODELO para FORMATEAR tu vida.

    e. JUSTIFÍCALO y ALINÉALO a la derecha y a la izquierda, sin INTERRUPCIONES en tu camino.

    f. Que Jesús no sea solamente un ICONO, un ACCESORIO, una HERRAMIENTA, un PIE DE PÁGINA,sino también el ENCABEZADO, la LETRA PRINCIPAL, la BARRA DE HERRAMIENTAS de tu caminar.

    g. Que Él sea la FUENTE de gracia para tu ÁREA DE TRABAJO, la BROCHA DE PINTURA para COLOREAR tu sonrisa, la CONFIGURACIÓN de tu vida.

    h. Que sea la NUEVA VENTANA para VISUALIZAR el TAMAÑO de su amor, el PANEL DE CONTROL para impedir tus RETROCESOS, compartir tus RECURSOS y ACCEDER al corazón de tus amistades.

    i. COPIA todo lo que es bueno, BORRA tus errores.

    j. No dejes al MARGEN a nadie, abre los BORDES de tu corazón, saca de él los VIRUS del egoísmo. Y antes de CERRAR, pon a Jesús en tus FAVORITOS y tu vida será el ACCESO DIRECTO a la felicidad.

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    LA ESCALERA MILAGROSA


    LA ESCALERA MILAGROSA

    En la ciudad de Santa Fe, estado de Nuevo México, Estados Unidos, existe una Capilla llamada de Loreto. Alberga un misterio desde hace casi 135 años y que atrae alrededor de 250.000 visitantes por año. 

    Lo que hace esta capilla diferente de todas las otras es el milagro ocurrido en su escalera. La capilla fue construida a finales del siglo XIX. Cuando estuvo acabada la capilla, las hermanas notaron  la necesidad  de una escalera que las llevara al segundo piso. Durante nueve días estuvieron rezando a San José, que era carpintero, para ver cómo podrían solucionar este inconveniente.

    Un desconocido llamó a la puerta de la capilla el último día. Dijo que era carpintero y que podría construir la escalera. Sin ayuda de nadie, esta persona construyó la escalera, que es considerada un prodigio de la carpintería por los expertos. Una vez concluída, el carpintero, que no usó ni clavos ni pegamento para construir la escalera, desapareció sin dejar rastro. Ni siquiera esperó a cobrar por su trabajo.

    La escalera se considera un prodigia, entre otras razones, porque nadie sabe cómo se sustenta. La escalera no tiene soporte central. Además, existen tres misterios sin resolver:

    El primer misterio es que no se sabe hasta hoy quién es el hombre que construyó la escalera. 

    El segundo misterio es que tanto arquitectos como ingenieros y científicos dicen que no entienden cómo la escalera se equilibra. 

    Y el tercer misterio: ¿de dónde vino la madera?. Se hicieron todo tipo de análisis y no existe nada parecido en la región. 

    Por estos motivos, se considera que el carpintero que la construyó fue el propio San José, enviado por Jesucristo para atender las súplicas de las hermanas. Desde entonces, la escalera pasó a ser llamada "milagrosa", y la Capilla se  transformó en un centro de peregrinación.

    Un detalle adicional es que la escalera tiene 33 peldaños, la edad de Cristo.

    LA SAGRADA BIBLIA


    jueves, 11 de julio de 2013

    EL EVANGELIO DE HOY: 11.07.2013

    Autor: H. Gastón Vicuña | Fuente: Catholic.net
    Instrucciones a los doce
    Mateo 10, 7-15. Tiempo Ordinario. Nosotros, apóstoles de nuestro tiempo, estamos también llamados a entregarnos gratuitamente a nuestros hermanos.
     
    Instrucciones a los doce
    Del santo Evangelio según san Mateo 10, 7-15

    En aquel tiempo, dijo Jesús a sus Apóstoles: Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca: curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni otra túnica, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que de deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquel pueblo.

    Oración introductoria

    Jesús, creo que estás aquí conmigo, que me escuchas y me hablas al corazón. Creo que todo lo que soy es regalo tuyo y que me amas más que nadie en este mundo. Enséñame a tomarme de tu mano y a vivir más confiado en ti, porque contigo no existe mal alguno. Ayúdame a abrirte mi corazón en esta oración, para aceptar con gozo tu voluntad y amarte en el cumplimiento fiel de tu querer.

    Petición

    Jesús, que sea el apóstol que quieres de mí.

    Meditación del Papa

    Por tanto, la verdadera libertad es un don gratuito de Dios, fruto de la conversión a su verdad, a la verdad que nos hace libres. Y dicha libertad en la verdad lleva consigo un modo nuevo y liberador de ver la realidad. Cuando nos identificamos con "la mente de Cristo", se nos abren nuevos horizontes. A la luz de la fe, en la comunión de la Iglesia, encontramos también la inspiración y la fuerza para llegar a ser fermento del Evangelio en este mundo. Llegamos a ser luz del mundo, sal de la tierra, encargados del "apostolado" de conformar nuestras vidas y el mundo en que vivimos cada vez más plenamente con el plan salvador de Dios.[...] ¿Qué otra ofrenda estamos llamados a realizar, sino la de dirigir todo pensamiento, palabra o acción a la verdad del Evangelio, o a dedicar toda nuestra energía al servicio del Reino de Dios? Sólo así podemos construir con Dios, sobre el cimiento que es Cristo. Sólo así podemos edificar algo que sea realmente duradero. Sólo así nuestra vida encuentra el significado último y da frutos perdurables. (Benedicto XVI, 20 de abril de 2008).

    Reflexión 

    Mateo ha grabado en su Evangelio estas instrucciones que Jesús dio a sus discípulos antes de enviarlos por los pueblos a predicar que el Reino de Dios estaba cerca. Los cristianos de todas las épocas han entendido que estas disposiciones no estaban dirigidas sólo a ellos, sino a todo cristiano que, en virtud de su bautismo, es también discípulo del Maestro y enviado a proclamar su mensaje a todos los hombres.

    ¿Y qué nos dice este pasaje a nosotros, dos mil años después? Las palabras de Jesús siguen siendo tan actuales como entonces, ya que vivimos igualmente en un mundo necesitado de testigos de Dios, que busca desesperadamente dónde está la verdad y el amor. Nosotros, apóstoles de nuestro tiempo, estamos también llamados a entregarnos gratuitamente a nuestros hermanos, en la ayuda desinteresada, el servicio franco y la donación personal sin medida. Jesucristo nos sigue insistiendo en la necesidad de no perdernos en las cosas y los métodos, para que así brille la luz que llevamos en el corazón. Nos previene contra el peligro de no alumbrar este mundo por estar muy distraídos con nosotros mismos. Él quiere que vivamos una vida de amor, de paz, de alegría y confianza en Él, una vida que sencilla y centrada en lo fundamental. Este es el testimonio que transforma, que convierte. Este es el estilo de vida de los primeros cristianos que cambió todo un mundo para Cristo.

    "Al entrar en una casa saludad; si la casa se lo merece, la paz que de deseáis vendrá a ella." Ser hombres de misión, de saludo y de paz. Hombres que llevan a Dios en los labios y en el corazón, pero sabiendo que mucho antes que las palabras, es el testimonio de la propia vida lo que convence y lo que arrastra a los demás hacia Dios.

    ¿Cuál es el testimonio que irradio a los demás? ¿Sé dejar el buen olor a Cristo con mi presencia, testimonio y conversaciones?, ¿o el respeto humano puede más en mí, y no soy capaz de dar ese testimonio que Cristo me pide?, ¿es mi comportamiento distinto frente a Dios y frente a los demás, o soy un hombre auténtico que actúa siempre de cara a Dios?

    Propósito 

    Daré testimonio de mi fe en una entrega alegre a los demás, siendo siempre un sembrador de paz.

    Dialogo con Cristo 

    Jesús, sé que me escuchas y me amas. Quiero oír tu voz en estas palabras del Evangelio. Sé que me llamas a ser tu testigo, a ser más tuyo y menos del mundo. Enséñame a darte siempre el primer lugar en mi vida, y servirte con alegría y desinterés en los demás. Te pido la gracia de nunca defraudar tu amor por mí, sino vivir esta vida que me regalas cumpliendo la misión que me tienes encomendada.


    «La misión de todos los apóstoles de Cristo, en todos los tiempos, consiste en ser colaboradores de la verdadera alegría.»
    Benedicto XVI, Miércoles 10 de septiembre de 2008


  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Gastón Vicuña 

    ANSÍO LA FELICIDAD


    Ansío la felicidad
    Autor: N. González


    Ansío la felicidad: saber, conocer, amar el bien absoluto... todo a la vez, sin dolor, sin fin. Me hallaba en mi rincón preferido en tarde apacible de verano. Lugar sin ruido de máquinas, con trino de pájaros y vuelo alegre de golondrinas. Junto a mí el trigal ya maduro, y el cielo limpio. ¡Eucaristía de la naturaleza! Mi alma se encontraba en el cuerpo como en mansión serena. Momentos de sosiego feliz, regalo de Dios para que siga elevando mi vista hacia las alturas.

    "Hagamos aquí tres tiendas", decía Pedro en la transfiguración. Yo, Señor, en mi jardín favorito, he colocado la mía - de campaña- y gusto en ella momentos de paz y de Tabor en las tardes tranquilas del estío.

    Poco necesito para ser feliz en este mundo; soledad a ratos junto a la naturaleza; un libro de cosas de Dios; visitar a Jesús con reposo en el Sagrario, "¡con ansias en amores inflamado!"; sentirme acariciado por el amor de una familia acogedora y de unos amigos que comparten toda mi vida espiritual. Y luego darme, entregarme día a día con pleno corazón en el trabajo y la brega apostólica... aceptando mis limitaciones y fracasos con espíritu sereno, como quien conoce la bondad y riqueza de su Padre.

    ¿Qué más puedo pedir para ser feliz en esta vida?

    ¡Qué bueno repetir con el santo!:

    "Quedéme y olvidéme; mi rostro recliné sobre el amado; cesó todo y dejéme, dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado."

    ¿Y el futuro? - "Tú eres, Señor, la parte de mi herencia y de mi premio. Tú quien me entregará la herencia prometida."

    EUCARISTÍA Y COMPROMISO DE CARIDAD


    Autor: P. Antonio Rivero LC | Fuente: Catholic.net
    Eucaristía y compromiso de caridad
    El cuerpo de Cristo en la Eucaristía se identifica con el 

    cuerpo necesitado de nuestros hermanos.


    Eucaristía y compromiso de caridad
    La eucaristía tiene que ser fuente de caridad para con nuestros hermanos. Es decir, la eucaristía nos tiene que lanzar a todos a practicar la caridad con nuestros hermanos. Y esto por varios motivos.


    ¿Cuándo nos mandó Jesús “amaos los unos a los otros”, es decir, cuándo nos dejó su mandamiento nuevo, en qué contexto? En la Última Cena, cuando nos estaba dejando la eucaristía. Por tanto, tiene que haber una estrecha relación entre eucaristía y el compromiso de caridad.

    En ese ámbito cálido del Cenáculo, mientras estaban cenando en intimidad y Jesús sacó de su corazón este hermoso regalo de la eucaristía, en ese ambiente fue cuando Jesús nos pidió amarnos. Esto quiere decir que la eucaristía nos une en fraternidad, nos congrega en una misma familia donde tiene que reinar la caridad.

    Hay otro motivo de unión entre eucaristía y caridad. ¿Qué nos pide Jesús antes de poner nuestra ofrenda sobre el altar, es decir, antes de venir a la eucaristía y comulgar el Cuerpo del Señor? “Si te acuerdas allí mismo que tu hermano tiene una queja contra ti, deja allí tu ofrenda, ante el altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y después vuelve y presenta tu ofrenda” (Mt 5, 23-24).

    Esto nos habla de la seriedad y la disposición interior con las que tenemos que acercarnos a la eucaristía. Con un corazón limpio, perdonador, lleno de misericordia y caridad. Aquí entra todo el campo de las injusticias, atropellos, calumnias, maltratos, rencores, malquerencias, resquemores, odios, murmuraciones. Antes de acercarnos a la eucaristía tenemos que limpiarnos interiormente en la confesión. Asegurarnos que nuestro corazón no debe nada a nadie en todos los sentidos.

    En este motivo hay algo más que llama la atención. Jesús nos dice que aún en el caso en que el otro tuviera toda la culpa del desacuerdo, soy yo quien debo emprender el proceso de reconciliación. Es decir, soy yo quien debo acercarme para ofrecerle mi perdón.

    ¿Por qué este motivo?

    Mi ofrenda, la ofrenda que cada uno de nosotros debe presentar en cada misa (peticiones, intenciones, problemas, preocupaciones, etc.) no tendría valor a los ojos de Dios, no la escucharía Dios si es presentada con un corazón torcido, impuro, resentido, lleno de odio.

    Ahora bien, si presentamos la ofrenda teniendo en el corazón esta voluntad de armonía, será aceptada por Dios como la ofrenda de Abel y no la de Caín. Éste era agricultor, y le ofrecía a Dios su ofrenda con corazón desviado y lleno de envidia y resentimiento al ver que su hermano Abel era más generoso y agradable a Dios, pues le presentaba generosamente las primicias de su ganado.

    Y hay otro motivo de unión entre eucaristía y compromiso de caridad. En el discurso escatológico, es decir cuando Jesús habló de las realidades últimas de nuestra vida: muerte, juicio, infierno y cielo, habló muy claro de nuestro compromiso con los más pobres.

    Jesús en la eucaristía nos dice “Esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros”. Y aquí, en este discurso solemne, nos pide que ese cuerpo se iguale con el prójimo más pobre, y por eso mismo es un cuerpo de Jesús necesitado que tenemos que alimentar, saciar, vestir, cuidar, respetar, socorrer, proteger, instruir, aconsejar, perdonar, limpiar, atender.

    San Juan Crisóstomo tiene unas palabras impresionantes: “¿Quieres honrar el cuerpo de Cristo? No permitas que Él esté desnudo y no lo honres sólo en la Iglesia con telas de seda, para después tolerar, fuera de aquí, que ese mismo cuerpo muera de frío y de desnudez”.

    Él que ha dicho “Esto es mi cuerpo”, ha dicho también “me habéis visto con hambre y no me habéis dado de comer” y “lo que no habéis hecho a uno de estos pequeños, no me lo habéis hecho a Mí”.

    Te dejo unas líneas para tu reflexión: “Pasé hambre por ti, y ahora la padezco otra vez. Tuve sed por ti en la Cruz y ahora me abrasa en los labios de mis pobres, para que, por aquella o por esta sed, traerte a mí y por tu bien hacerte caritativo. Por los mil beneficios de que te he colmado, ¡dame algo!...No te digo: arréglame mi vida y sácame de la miseria, entrégame tus bienes, aun cuando yo me vea pobre por tu amor. Sólo te imploro pan y vestido y un poco de alivio para mi hambre. Estoy preso. No te ruego que me libres. Sólo quiero que, por tu propio bien, me hagas una visita. Con eso me bastará y por eso te regalaré el cielo. Yo te libré a ti de una prisión mil veces más dura. Pero me contento con que me vengas a ver de cuando en cuando. Pudiera, es verdad, darte tu corona sin nada de esto, pero quiero estarte agradecido y que vengas después de recibir tu premio confiadamente. Por eso, yo, que puedo alimentarme por mí mismo, prefiero dar vueltas a tu alrededor, pidiendo, y extender mi mano a tu puerta. Mi amor llegó a tanto que quiero que tú me alimentes. Por eso prefiero, como amigo, tu mesa; de eso me glorío y te muestro ante todo el mundo como mi bienhechor” (San Juan Crisóstomo, Homilía 15 sobre la epístola a los Romanos).

    Estas palabras son muy profundas. Este cuerpo de Cristo en la eucaristía se iguala, se identifica con el cuerpo necesitado de nuestros hermanos. Y si nos acercamos con devoción y respeto al cuerpo de Cristo en la eucaristía, mucho más debemos acercarnos a ese cuerpo de Cristo que está detrás de cada uno de nuestros hermanos más necesitados.

    Quiera el Señor que comprendamos y vivamos este gran compromiso de la caridad para que así la eucaristía se haga vida de nuestra vida.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Antonio Rivero LC: 

    CAMINO


    Camino
    Autor: Paulo Coelho


    La tradición oral listó los diez pasos del Camino espiritual: 

    La inquietud: la persona percibe que precisa cambiar de vida, sea por tedio o por sufrimiento. 

    La Búsqueda: viene la decisión del cambio. La búsqueda se da con libros, cursos, encuentros. 

    La decepción: comienzan los cambios de camino. Aquel que está buscando percibe los problemas y defectos de los que enseñan. Por más que cambie de corriente filosófica, religión, o sociedad secreta, encuentra los problemas clásicos: vanidades y búsqueda de poder. 

    La negación: es común abandonar el camino después de constatar que los que están en ellos aún no resolvieron sus problemas. 

    La angustia: el camino fue abandonado, mas una simiente fue plantada: la fe. Y crece día y noche. La persona se siente disconforme, con una sensación de que descubrió algo y lo perdió.

    NO CORRERÉ TRAS EL VIENTO


    No correré tras el viento

    No correré tras el viento para huir de mi pasado,
    no correré tras el viento que me lleva a un futuro incierto,
    no correré tras el viento que me aleja de mi presente.

    Porque correr tras el viento es correr mas veloz que el yo interno,
    es correr para no enfrentarse al dolor del ayer, al fracaso no resuelto.
    Es correr mas veloz que la vida misma
    para no luchar por temor al sentimiento de culpa , al fracaso ,
    al yo que juzga severamente...
    Es convertirse en prisionero del pasado o de un sueño de un futuro incierto...

    Meditaré, me detendré,
    haré conciencia de que mi ser necesita descanso.
    Valoraré mis logros y perdonaré mis errores,
    dejaré correr con perdón y aceptación
    las experiencias del fracaso y dolor de mi ayer.

    Ya no correré tras el viento,
    sino que viviré mi hoy en paz
    miraré como las hojas caen,
    sentiré su brisa acariciando mi rostro
    o me sostendré en las ráfagas
    de las luchas imprevistas de cada día .

    ORACIÓN A MARÍA NUESTRA MADRE


    Oración a María, Nuestra madre


    A Tí que eres la Madre,
    que amas con ternura,
    venimos a ofrecerte nuestra vida
    y a decirte que te amamos;
    que somos tus hijos que confiamos
    en el poder de tu protección.

    Llévanos sobre tu corazón
    junto al Niño que descansa en tus brazos,
    consuélanos en la aflicción,
    fortalécenos en la tentación.

    Haznos crecer en la fe, en la esperanza,
    y en el amor a Dios y a los hermanos.
    Conserva en nuestro interior
    la alegría de ser hijos de la Iglesia.

    Impúlsanos para que seamos
    entusiastas evangelizadores del Reino.
    Y que tu bendición nos acompañe, Madre
    hasta ver la hermosura de Dios en el Cielo.

    Amén

    miércoles, 10 de julio de 2013

    EL EVANGELIO DE HOY: 10.07.2013

    Autor: H. Mario Carrillo Tapia | Fuente: Catholic.net
    Misión de los doce apóstoles
    Mateo 10, 1-7. Tiempo Ordinario. Ser mensajeros del amor de Dios con nuestra vida, nuestro modo de actuar, de hablar, de pensar.
     
    Misión de los doce apóstoles
    Del santo Evangelio según san Mateo 10, 1- 7

    Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia. Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó. A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: «No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.

    Oración introductoria

    Jesús, gracias por el don de la fe católica, porque podemos disfrutar de tu compañía y recibirte en la sagrada Eucaristía. Sabemos que no somos dignos pero tú así lo has querido en tu infinito amor de Padre. Ayúdanos para que en esta meditación nos llenemos de tu amor y podamos ir por todo el mundo y proclamar tus maravillas, contagiando con tu amor los corazones de cuantos encontremos en nuestro camino.

    Meditación del Papa 

    El mundo actual olvida en ocasiones los valores trascendentes de la persona humana: su dignidad y libertad, su derecho inviolable a la vida y el don inestimable de la familia, dentro de un clima de solidaridad en la convivencia social. Las relaciones entre los hombres no siempre se fundan sobre los principios de la caridad y ayuda mutua. Por el contrario, son otros los criterios dominantes, poniendo en peligro el desarrollo armónico y el progreso integral de las personas y los pueblos. Por eso los cristianos han de ser como el "alma" de este mundo: que lo llene de espíritu, le infunda vida y coopere en la construcción de una sociedad nueva, regida por el amor y la verdad. Homilía del Papa Juan Pablo II, 24 de Enero 1999

    Reflexión 

    Detengámonos brevemente en el primer versículo, cuando Jesús convoca a sus discípulos y ellos acuden a Él y reciben una serie de dones que ellos jamás se hubieran imaginado. Los discípulos creían ya tenerlo todo, se sentían contentos por estar con el Maestro. Pedro, que había dejado su casa, a su suegra y su barca, se sentía feliz. Lo mismo Mateo, quien había dejado todas sus riquezas. Y así cada uno había dejado todo para seguir al Maestro... y para servirle. Ya no podían esperar otro cambio de rumbo en sus vidas… pero, ese día el Señor se notaba distinto, se alegre y recogido a la vez. Les recordaba el día en que cada uno de ellos había sido llamado y les había invitado a dejar las redes y seguirle. Ya nada más podía pedirles Jesús. Sin embargo, ese día tan especial Jesús convoco a doce de los que le seguían de cerca y los envío a llevar su mensaje de amor y salvación a todos los hombres; les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad y dolencia.
    Hoy Cristo nos sigue convocando para que vayamos y demos testimonio. Pero necesita de nuestra docilidad a fin de que respondamos a esta convocatoria como lo discípulos. No es una invitación de grupo, sino individual, con nombres específicos: Pedro, Juan, Mateo. Solo que hoy son nuestros nombres los que se escuchan. No perdamos la oportunidad de estar atentos para escucharle y abiertos a lo que Él quiera de nosotros… aunque pensemos que ya no podemos dar o recibir más.
    La Iglesia nos necesita para ser luz en la tierra, necesita de hombres y mujeres, laicos y consagrados para la nueva evangelización.

    Propósito 

    Viviré con mayor delicadeza mi vida cristiana transmitiendo el amor de Cristo con mi testimonio, haciendo 2 actos de caridad ayudando a una persona.

    Dialogo con Cristo

    Jesús, quiero corresponder al don de la vida de gracia. ¡Qué sería de nuestras vidas sin tu presencia en nuestras almas! Ayúdanos a valorarla al máximo y a cuidarla con mucho cariño. Que demos testimonio de tu amor en medio de la sociedad que sufre por no conocerte. Te pedimos por todas aquellas almas que aún no te han conocido y andan en tinieblas para que algún día abran los ojos de sus corazones al amor de Dios. También te pido por aquellas personas que aun conociéndote no se acercan a ti.



    Jesús está siempre con nosotros. Sed los mensajeros del amor y de la paz que él trae a nuestro mundo.
    Juan Pablo II, X Jornada Mundial de la Juventud. Manila, domingo 15 de enero de 1995

    Celebramos la Fiesta de Nuestra Señora del Carmen el 16 de Julio. Puedes rezar la novena. 


  • Preguntas o comentarios al autor
  • H. Mario Carrillo Tapia 

    martes, 9 de julio de 2013

    ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN, SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES


    ORACIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN
    SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES

    "Tengo mil dificultades:
    ayúdame.
    De los enemigos del alma:
    sálvame.
    En mis desaciertos:
    ilumíname.
    En mis dudas y penas:
    confórtame.
    En mis enfermedades:
    fortaléceme.
    Cuando me desprecien:
    anímame.
    En las tentaciones:
    defiéndeme.
    En horas difíciles:
    consuélame.
    Con tu corazón maternal:
    ámame.
    Con tu inmenso poder:
    protégeme.
    Y en tus brazos al expirar:
    recíbeme.
    Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
    Amén."

    ¿QUIÉNES SOMOS PARA QUEJARNOS ANTE DIOS?

    Autor: Claudio de Castro | Fuente: Catholic.net
    ¿Quiénes somos para quejarnos ante Dios?
    Ocurre que de pronto piensas que Dios te ha olvidado. Te asedian tantos problemas y no los puedes comprender.
     
    ¿Quiénes somos para quejarnos ante Dios?
    Ocurre que de pronto piensas que Dios te ha olvidado. Te asedian tantos problemas y no los puedes comprender. Quedas envuelto en un torbellino del que parece no existir una salida.

    Recientemente pasé por algo parecido, y sentí una gran confusión. Procuraba estar tranquilo y confiar en Jesús.

    Solía visitarlo en el Sagrario para quejarme... ¿Hasta cuando?...

    Y oraba con el Salmo 6:

    Señor, no me reprendas en tu ira, ni me castigues si estás enojado.
    Ten compasión de mí que estoy sin fuerzas; sáname pues no puedo sostenerme.
    Aquí estoy sumamente perturbado, tú, Señor, ¿hasta cuando?...
    Vuélvete a mí, Señor, salva mi vida, y líbrame por tu gran compasión.


    Sentía entonces como si una voz interior me dijera:
    -Lee a Job.

    -¿Job?- me dije extrañado.

    Y fue lo que empecé a hacer, y lo que te recomiendo cuando no entiendas lo que te ocurre, y cuando sientas que no puedes más.

    Mientras escribo, tengo frente a mí una Biblia. Está abierta en el libro de Job. Ahora se ha vuelto un amigo entrañable. Me ayudó a comprender las enseñanzas de Nuestro Señor. ¿Quiénes somos para quejarnos ante Dios? ¿Acaso pensamos ofrecer nuestros sufrimientos por la salvación de las almas? No somos dignos de nada. Todo es gracia de Dios. Job lo supo bien:

    Reconozco que lo puedes todo, y que eres capaz de realizar todos tus proyectos. Hablé sin inteligencia de cosas que no conocía, de cosas extraordinarias, superiores a mí. Yo sólo te conocía de oídas; pero ahora te han visto mis ojos. Por eso retiro mis palabras y hago penitencia sobre el polvo y la ceniza.
    (Job 42,2-6)

    Comprendes de pronto lo pequeño e insignificante que eres ante la inmensidad y magnificencia de Dios.

    Parece como si Dios mismo te llevara al límite, para probar tu fe, fortalecerla y hacerte comprender que sin él nada podemos.

    Porque así como el oro se purifica en el fuego, así también los que agradan a Dios pasan por el crisol de la humillación. (Siracides 2,5)

    A Él le agradan los hombres humildes, sencillos, rectos de corazón. Y nos enseña a ser como desea que seamos.





  • Preguntas o comentarios al autor
  • Claudio de Castro
     

    ¡NECESITABA UN ABRAZO!


    ¡NECESITABA UN ABRAZO!

    Hace veinte años, yo trabajaba como taxista para subsistir. Lo hacía en el turno de la noche y mi taxi se convirtió en un confesionario móvil. Los pasajeros se subían, se sentaban detrás de mí en total anonimato, y me contaban acerca de sus vidas. Encontré personas cuyas vidas me asombraban, me ennoblecían, me hacían reír y me deprimían. Pero ninguna me conmovió tanto como la mujer que recogí en una noche de agosto. 

    Respondí a una llamada de unos pequeños edificios en una tranquila parte de la ciudad. Asumí que recogería a algunos saliendo de una fiesta o un trabajador que tenía que llegar temprano a una fábrica de la zona industrial de la ciudad. Cuando llegué a las 2:30 am el edificio estaba oscuro excepto por una luz en la ventana del primer piso. Aunque la situación se veía peligrosa, yo siempre iba hacia la puerta. Este pasajero debe ser alguien que necesita de mi ayuda, razoné para mí. 

    Por lo tanto caminé hacia la puerta y toqué... "un minuto" respondió una frágil voz. Pude escuchar que algo era arrastrado a través del piso, después de una larga pausa, la puerta se abrió. 
    Una pequeña mujer de unos ochenta años se paró enfrente de mí. Ella llevaba puesto un vestido floreado, y un sombrero con un velo, como alguien de una película de los años 40. A su lado, una pequeña maleta de nylon. El apartamento se veía como si nadie hubiera vivido ahí durante muchos años. Todos los muebles estaban cubiertos con sábanas, no había relojes en las paredes, ninguna baratija o utensilio. En la esquina había una caja de cartón llena de fotos y una vajilla de cristal. La señora repetía su agradecimiento por mi gentileza.
    - "No es nada", le dije. "Yo sólo intento tratar a mis pasajeros de la forma que me gustaría que mi mamá fuera tratada". 
    - "Oh, estoy segura de que es un buen hijo", dijo ella. Cuando llegamos al taxi me dio una dirección, entonces preguntó: - "¿Podría llevarme a través del centro?".
    - "Ese no es el camino más corto", le respondí rápidamente.
    - "Oh, no importa", dijo ella, "No tengo prisa, voy camino del asilo". La miré por el espejo retrovisor, sus ojos estaban llorosos. 
    - "No tengo familia"- ella continuó, "el doctor dice que no me queda mucho tiempo". Tranquilamente estiré mi brazo y apagué el taxímetro.
    - "¿Qué ruta le gustaría que tomara?", le pregunté. Por las siguientes dos horas, conduje  a través de la ciudad. Ella me enseñó el edificio donde había trabajado como operadora de elevadores. Me dirigí hacia el vecindario donde ella y su esposo habían vivido cuando ellos eran recién casados. Ella me pidió que nos detuviéramos enfrente de un almacén de muebles donde una vez hubo un salón de baile, al que ella iba a bailar cuando era joven. Algunas veces me pedía que pasara lentamente enfrente de un edificio en particular o una esquina y veía en la oscuridad, y no decía nada. Con el primer rayo de sol apareciéndose en el horizonte, ella repentinamente dijo:
    - "Estoy cansada, vámonos ahora". 

    Me dirigí en silencio hacia la dirección que ella me había dado. Era un edificio bajo, como una pequeña casa de convalecencia, con un camino para autos que pasaba bajo un pórtico. 
    Dos asistentes vinieron hacia el taxi tan pronto como pudieron. Debían haber estado esperándola. Yo abrí la cajuela y dejé la pequeña maleta en la puerta. La mujer estaba lista para sentarse en una silla de ruedas.
    - "¿Cuánto le debo?", ella preguntó, buscando en su bolsa.
    - "Nada", le dije.
    - "Tienes que vivir de algo", ella respondió.
    - "Habrá otros pasajeros", yo respondí. Casi sin pensarlo, me agaché y la abracé. Ella me sostuvo con fuerza, y dijo:
    - "¡¡¡Necesitaba un abrazo!!!".

    Apreté su mano, entonces caminé hacia la luz de la mañana. Atrás de mí una puerta se cerró, fue un sonido de una vida concluída. No recogí a ningún pasajero en ese turno, vagué sin rumbo por el resto del día. No podía hablar, ¿Qué habría pasado si a la mujer la hubiese recogido un conductor malhumorado o alguno que estuviera impaciente por terminar su turno?, ¿Qué habría pasado si hubiera rehusado a atender la llamada, o hubiera tocado el claxon una vez, y me hubiera ido? . En una vista rápida, no creo que haya hecho algo más importante en mi vida. Estamos condicionados a pensar que nuestras vidas están llenas de grandes momentos, pero los grandes momentos son los que nos atrapan bellamente desprevenidos, en los que otras personas pensarán que sólo son pequeños momentos. La gente tal vez no recuerde exactamente lo que tú hiciste o lo que dijiste... pero siempre recordarán cómo los hiciste sentir.

    EL CIEGO BARTIMEO


    EL CIEGO BARTIMEO

    Nos ha podido ocurrir en variadas y numerosas ocasiones. Hemos entrado a una óptica y, antes de sentarnos frente al oftalmólogo, hemos optado por contemplar y pensar en la montura que más nos gustaba como adorno y resorte de las lentes.

    Al leer detenidamente el relato evangélico de este domingo ordinario XXX concluyo que corremos ese riesgo: pedimos lo que es secundario para nuestra felicidad y obviamos aquello que, en verdad, nos la consigue.

    Bartimeo no se anduvo con chiquitas. Cuando Jesús se le acercó y le preguntó “¿qué quieres que haga por ti?”…podría haber pedido el oro y el moro, la luna a sus pies o el sol las veinticuatro horas del día:

    -Una mejor posición social

    -Una salida a su vida familiar

    -Una mayor comprensión en su entorno, etc.


    ¡ Pero... no !,  no se conformó con solicitar de Jesús Maestro unas simples y bonitas “monturas” para su vida. Pretendió, pidió y obtuvo lo más importante para su existencia: ¡VER! 

    Muchos de los amigos que nos rodean viven en una catarata crónica (incluso también nosotros); confundimos la realidad con la verdad, la salvación con la felicidad momentánea, la paz interior con el puro fuego de artificio que se disparan desde tantos cañones interesados y ruidosos. El viejo adagio “ojos que no ven, corazón que no siente” se convierte también en pauta para pasar de largo ante la miseria humana.



    ¡SEÑOR…QUE PUEDA VER!

    Que sea consciente de las cegueras que salen a mi encuentro.

    Que esté dispuesto, siempre que haga falta, a reconocer que el mejor oftalmólogo para mis ojos eres Tú; que la escucha del Evangelio es la mejor receta, la eucaristía el colirium más saludable y certero, la oración la mejor intervención quirúrgica para saber hacia dónde y cómo mirar, una iglesia la mejor consulta para la miopía.



    ¡SEÑOR…QUE PUEDA VER!

    Es el mundo quien al borde del camino… necesita una palabra de aliento.

    Es la humanidad despistada y envilecida… llena pero vacía.

    Es el ser humano que quiere… y no puede dirigirse en la dirección adecuada.

    Es la tierra que en un afán de verlo y entenderlo todo… se niega a la visión de Dios.

    Es el grito de aquellos que queremos estrenar “gafas nuevas” para andar por caminos nuevos sin miedo a caernos.


    Que no seamos como aquel hermano nuestro que, no reconociendo la disminución en su vista, al pasar por delante de una consulta médica y confundiendo un árbol con un peatón le dijo: “yo no necesito ningún oftalmólogo…gracias a Dios veo muy bien”.

    La FE, entre otras cosas, son los OJOS para situarse ante las personas, ante los acontecimientos de la vida, ante nosotros mismos, ante las dificultades o los éxitos, etc.,con una dimensión más profunda y verdadera: JESÚS.


    Autor del texto: Padre J. Leoz
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