lunes, 13 de febrero de 2012

LAS FLORECILLAS DEL CAMPO...

 Las florecillas del campo


Paseando por el prado me distraje mirando las pequeñas florecillas del campo, sencillas, humildes, tímidas, pero bellas... alegres mirando el sol de frente, sin titubeos.

Mirando las flores del campo entendí que en ellas está el secreto de la vida y sus misterios, y comprendí cuántas cosas no vemos por no saber mirarlas y descubrir su sabiduría...

Esas minúsculas florecillas están siempre allí, luciendo sus colores y su belleza, vi alguna un poco caída, marchita, pero sin dejar de ser hermosas, ni esconderse a llorar.

Mirando esas pequeñas florecillas del campo pude entender que la felicidad llega en cualquier instante y se queda o se va, según nosotros la tratemos; que todo termina en esta vida, aún las flores más bellas y la sonrisa más franca, que de nada sirve el orgullo, la soberbia, si no aprendes a “vivir con...”

Mirando esas pequeñas florecillas del campo me acordé del amor y descubrí que en ellas están los sueños, los besos, y todo el tiempo que perdí llorando.

Comprendí que el amor tiene sus maneras y sus verdades aunque no las veamos, aunque duelan sus tropiezos, aunque sea larga la espera, aunque esté enredada en suspiros...

Mirando esas florecillas del campo encontré muchas respuestas a mis por qués: que vale la pena vivir, porque vale la pena amar, aunque sea un imposible, que en el aprender a vivir como ellas, simple y humildemente entre otras florecillas está el secreto de la vida, de sus vidas y de nuestras vidas, aprender a vivir-con, es CONVIVIR, y esto requiere mucho AMOR.

¡Este es el secreto que debemos develar!

Ninfa Duarte


AMAR Y SER AMADO...

 Amar y ser amado...

 Es un grito y un don que las personas llevamos dentro. Lo que nos alegra es el amor hecho detalle, hecho realidad cotidiana. Lo que más duele es el desamor, la falta de amor.

Jesús añade un “pequeño” matiz: “como yo os he amado”. Tenemos un modelo y una forma de amar: amar como Jesús ama.

Hay que estar continuamente referidos a Jesús para captar su modo de amar, para entender la profundidad de su amor.

Amar como Jesús es novedad, es algo que nos tenía que revelar Jesús. No brota sin más. Lo vamos aprendiendo mirándole a Él.

CONSEJOS...

Consejos 

Primero: No pierdas el barco.

Segundo: Recuerda todos estamos en el mismo barco.

Tercero: Anticípate... no llovía cuando Noé comenzó a construir el arca.

Cuarto: Mantente en forma, cuando tengas 60 años alguien puede pedirte que hagas algo grande.

Quinto: No oigas las críticas, sólo dedícate al trabajo que se tiene que realizar.

Sexto: Construye tu futuro en tierras altas.

Séptimo: Por seguridad, viaja en pareja.

Octavo: La velocidad no es siempre una ventaja, los caracoles estaban a bordo junto con las gacelas.

Noveno: Cuando estés estresado, flota un momento.

Décimo: Recuerda que el arca fue construida por amateurs, el Titanic por profesionales.

Onceavo: No importa la tormenta, siempre hay un Arco Iris esperando....

Que tengas un día maravillosa... ¡sabiendo que depende de nosotros que así sea!

No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas...

 

LA CONFESIÓN Y LA FE

Autor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
La confesión y la fe
La confesión, es un auténtico milagro de fe. Dios nos ilumina, nos acompaña, nos da fuerzas, nos permite reconocer lo que está mal, nos abre a la esperanza.


La confesión y la fe

¿Existen relaciones entre el sacramento de la penitencia y la fe? Podemos encontrar ayuda para la respuesta si vemos un momento qué pasa cuando alguien se confiesa.

Lo primero que ocurre en cada confesión es que una persona reconoce que ha pecado. La idea de pecado sólo se entiende, en su sentido auténtico, si descubrimos que tenemos una relación profunda con Dios. Nuestra vida y nuestros actos le interesan, también cuando se trata de algo tan sencillo e íntimo como el pensar o el desear algo.

Sólo en relación con Dios existe la noción de pecado, que podemos definir como un acto que ofende a nuestro Creador, que hiere el corazón del Padre de los cielos, y que también, de modos no siempre visibles, daña las relaciones con nuestros hermanos y con la Iglesia.

Una segunda dimensión que se da en las confesiones consiste en recordar que Dios tiene un deseo muy grande de perdonarnos, de limpiar todo pecado. La fe nos enseña que Dios no desea la muerte del pecador, sino que se convierta y que viva (cf. Ez 18,23; 33,11). Busca a la oveja perdida, hace todo lo posible por rescatar al hijo descarriado, tiende la mano a quien está caído, como leemos en el Evangelio.

Luego, llega el momento del siguiente paso en la fe: no me limito a pensar que Dios puede y quiere perdonar mis pecados, sino que descubro cómo ilumina mi conciencia para denunciarlos, mueve mi corazón para rechazarlos, y refuerza mi voluntad para acudir al sacramento del perdón.

La fe nos lleva, además, a buscar el perdón en la Iglesia, que ha recibido del Señor el poder de atar y de desatar (cf. Mt 16,19; Jn 20,23). Cada vez que acudimos a un sacerdote, a un elegido y consagrado para servir el altar y para hacer presente la misericordia en nuestro tiempo, reconocemos y confesamos nuestra fe en la acción salvadora de Cristo, vivo y cercano en quienes han sido elegidos como ministros del perdón.

La confesión, por lo mismo, es un auténtico milagro de fe. Dios nos ilumina, nos acompaña, nos da fuerzas, nos permite reconocer lo que está mal, nos abre a la esperanza. Luego, desde la fe recibida, acudimos a acoger, celebrar y vivir profundamente el milagro de la misericordia. Desde ella cualquier pecador, tocado por la gracia, puede empezar el camino maravilloso de la conversión, puede incluso llegar a ser santo.

Entonces, en los cielos, inicia una fiesta inmensa. Un hijo ha regresado a casa. El Padre lo acoge y lo abraza gracias a la obediencia llena de Amor de su Hijo muy amado.





  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Fernando Pascual LC

    LA BELLEZA

    La belleza del rostro es frágil, es una flor pasajera, pero la belleza del alma es firme y segura. 

    Jean-Baptiste Poquelin Molière

    domingo, 12 de febrero de 2012

    ELEVEMOS NUESTRAS ORACIONES POR SU ETERNO DESCANSO...
    DESCANSA EN PAZ WHITNEY HOUSTON

    JESÚS SE CONMOVIÓ...

    JESÚS SE CONMOVIÓ...

    Sin duda alguna, en la época de Jesús lso leprosos serían un grupo de enfermos especialmente sufrientes. No sólo por las molestias naturales de una enfermedad incómoda como lo es la lepra, sino sobre todo por la soledad que esas personas debían vivir, como nos expresa el libro del Levítico, hoy.

    Jesús, que tiene una gran capacidad de compasión pues es el Hijo del Padre compasivo y misericordioso, realiza un hermoso milagro con un leproso, el mismo que nos lo relata el evangelio de hoy. Un leproso, quebrando la ley del aislamiento acercándose a Jesús, solicita al Maestro con humildad y confianza: "Si quieres puedes limpiarme". Cautiva ese modo humilde de pedirle el milagro al Señor. El leproso no impone ni exige, simplemente suplica. Y suplica dejando claro que él cree que Jesús tiene la potestad de hacer el milagro y está convencido de que puede hacerlo. Pero se somete a la voluntad del Señor, sabiendo que no merece nada; si Jesús decide obrar, eso es gracia, don inmerecido. 
    !Qué bien viene aprender esta actitud doble del leproso! Por una parte confianza cierta en el poder del Señor. Pero por otra parte, se sabe ubicar. Sabe que él no puede presionar al Señor sino suplicar con humildad.

    Con cierta frecuencia los cristianos podemos encontrarnos ante la situación de confiar en el poder del Señor y por eso pretender exigir sus favores. !Nada más errado! Ante el Señor nadie ha de exigir, hay que dejar a Dios la libertad de obrar como Él sabe actuar. Esto en la certeza de que todo cuánto Él hace es lo mejor.  Cuando nos situamos con confianza y a la vez humildad ante Dios, realizamos nuestro ser de auténticos seres creados por Él.


    Pbro. Pedro Hidalgo Díaz

    EL AMOR DE DIOS ES...


    EL AMOR DE DIOS ES...

    El amor de Dios es incondicional, no se espanta de nuestras miserias, errores, pecados, ni limitaciones. Para Él nosotros somos realmente importantes y valiosos. Él está dispuesto siempre a tocarnos y sanarnos. Sea el corazón, el alma, el cuerpo o la mente. Y no tiene vergüenza de nosotros..

    sábado, 11 de febrero de 2012

    NUESTRA MADRE TE BENDIGA


    ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

    Oración a  Nuestra Señora de Lourdes

    Oh María, que te apareciste a Bernardita en la cavidad de la roca;
    al frío y a las sombras del invierno
    tú les trajiste el calor de tu presencia y el resplandor de tu belleza.

    Infunde la esperanza, renueva la confianza
    en el vacío de nuestras vidas, tantas veces sumidas en la sombra, y en el vacío de nuestro mundo,en el que el Mal hace valer su fuerza.

    Tú, que eres la Inmaculada Concepción, socórrenos, pues somos pecadores.
    Danos humildad para la conversión y valor para la penitencia.

    Enséñanos a rezar por todos los hombres.
    Guíanos a la fuente de la verdadera vida.
    Ayúdanos a caminar como peregrinos en el seno de la Iglesia.
    Estimula en nosotros el hambre de la Eucaristía, pan del caminante, el Pan de Vida.

    Oh María, el Espíritu Santo hizo en ti maravillas:

    Él, con su poder, te ha colocado junto al Padre,en la gloria de tu Hijo, el Viviente.
    Vuelve tu maternal mirada a nuestras miserias del cuerpo y del espíritu.

    Que tu presencia, como luz reconfortante, brille a nuestro lado en el trance de la muerte.

    Queremos rezarte, oh María, con sencillez de niños, como Bernardita.
    Que entremos, como ella, en el espíritu de las Bienaventuranzas; así podremos, ya aquí abajo, empezar a conocer las alegrías del Reino y cantar contigo tu Magníficat.

    ¡Gloria a Ti, Virgen María, dichosa servidora del Señor, Madre de Dios, morada del Espíritu Santo! ¡Amén!

    BLANCO Y NEGRO

    Blanco y negro


    Son sólo dos tonalidades...

    ¿Por qué alguna gente se empeña en separarlos?

    ¿Qué importa el color de la piel, si Dios nos quiere a todos por igual? Si todos terminaremos siendo polvo, y el polvo que quedará es de los huesos; no de la piel...

    Los seres humanos, todos somos especiales. Somos diferentes. Cada uno de nosotros, tenemos algo que nos distingue. Todos tenemos diferentes formas de pensar, de ver la vida, de caminar; hasta respiramos diferente y eso no quiere decir que debamos rechazarnos...

    Vivimos en un mundo materialista y frío en el cual todo es más importante que los sentimientos. Debemos poner nuestro granito de arena y así cambiar el mundo. Debemos poner nuestras fuerzas en amarnos los unos a los otros, sin importar el color de la piel, ni la religión , ni el sexo; mucho menos nuestros ideales políticos.

    Debemos poner más nuestro corazón al hacer las cosas y menos nuestros intereses. A veces no es tanto el color de la piel; sino quién es el portador de ese color...

    Debemos separar el materialismo de lo verdaderamente importante. Nuestro interior, nuestro propio ser, lo que hacemos por los demás; la mano que tendemos en el momento preciso a la persona que lo necesita; independientemente de quién sea esta persona.

    Si el color importara tanto...,¿habría creado Dios, tantas razas diferentes? Por supuesto que no. Nos hubiera creado a todos del mismo color para evitar separaciones...

    Así que, unámonos como hermanos que somos; sin importar nuestras diferencias y seamos los prójimos que debemos ser. Pongamos todo nuestro empeño en valorar más los sentimientos, el alma, la verdad, la justicia, la caridad, la bondad, el buen juicio y el corazón de las personas; ¡así seremos un mundo mejor, un paraíso terrenal...!

    LA ADVOCACIÓN DE LA VIRGEN DE LOURDES.

    LA ADVOCACIÓN DE LA VIRGEN DE LOURDES.

    La advocación católica de Nuestra Señora de Lourdes toma ese nombre debido a que, de acuerdo al testimonio de santa Bernadette Soubirous (1844-1879), las 18 apariciones de la Virgen María sucedieron en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave, en las afueras de la población de Lourdes, en las estribaciones de los Pirineos. Ya en vida de Bernadette Soubirous, multitudes de católicos creyeron en las apariciones de la Virgen María como vehículo de la gracia de Dios, y el Papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1962, unos diecisiete años antes de la muerte de Bernadette. Bernadette Soubirous fue canonizada como "santa" por Pío XI el 8 de diciembre de 1933, durante el Jubileo de la Redención. Desde entonces, la advocación de la Virgen María como Nuestra Señora de Lourdes fue motivo de peregrinaciones para millones de católicos de todo el mundo y su santuario ha sido estimado popularmente como un lugar emblemático en el que se conjugan el sufrimiento, la fe expresada en plegaria, la curación y la conversión.

    La Iglesia Católica considera a Nuestra Señora de Lourdes la patrona de los enfermos por antonomasia.

    MARÍA PROVOCA LA PRIMERA SEÑAL

    Autor: P. Fintan Kelly | Fuente: Catholic.net
    María provoca la primera "señal"
    Además de la gran confianza que María mostró en su Hijo, ella fue el medio que Dios usó para dar comienzo a la manifestación de Jesús.
     
    María provoca la primera

    Ojalá puedas leer en el Evangelio Jn 2, 1-12, cuando María le pide a su Hijo que les falta el vino en una boda donde fueron invitado en Caná.

    A mí me llama poderosamente la atención ese detalle de María de acercarse a visitar a su prima santa Isabel tras tener conocimiento de su estado de gestación, también su fina observación en las bodas de Caná, en una situación de tanto embarazo para aquellos jóvenes esposos. Todo ello habla de un corazón amable, sencillo, bondadoso, atento, comprensivo, servicial en nuestra madre del cielo".

    Una contemplación superficial del episodio de la boda de Caná nos dice que lo más milagroso fue el hecho de que Jesús mostró su dominio absoluto sobre la materia, convirtiendo agua en vino. Sin embargo, el Evangelista nos da a entender que no fue así al decir "Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzó a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos" (Jn 2, 11).

    Según el Evangelista la finalidad intrínseca de este milagro fue el convencer a sus discípulos que Él era lo que decía que era: el Hijo de Dios. Así manifestó su "gloria" que era su divinidad, pues María le obligó a "hacer llegar su hora" de mostrar su gloria o divinidad.

    Independientemente de la gran confianza que María mostró en su Hijo, como hemos comentado antes, está el hecho de que ella fue el medio que Dios usó para dar comienzo a la manifestación de Jesús de Nazaret como su Hijo. Aquí María aparece como aquella que hace conocer a Cristo. Uno podría pensar que tal vez su misión fuese solamente traer al Hijo al mundo y después dejarlo manifestarse como le pareciera mejor. Dios en su providencia quería hacer las cosas de otra manera: quería dar a conocer a su Hijo al mundo por medio de su Madre. Nosotros podemos no estar de acuerdo con esta metodología, pero no se puede negar que Él quiso adoptarla para manifestar a su Hijo.

    Parece ser que el Padre sigue usando esta metodología para dar a conocer a su Hijo. Son elocuentes las múltiples apariciones de la Virgen en estos dos últimos siglos. Pensemos en Lourdes, Fátima...

    jueves, 9 de febrero de 2012

    ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES


    ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN
    DE LOS SACERDOTES

    (S.S. PAPA PÍO XII)

    Oh Jesús, Pontífice Eterno, Buen Pastor, Fuente de vida, que por singular generosidad de tu dulcísimo Corazón nos has dado nuestros sacerdotes para que podamos cumplir plenamente los designios de santificación que tu gracia inspira en nuestras almas; te suplicamos: ven y ayúdalos con tu asistencia misericordiosa.

    Sé en ellos, oh Jesús, fe viva en sus obras, esperanza inquebrantable en las pruebas, caridad ardiente en sus propósitos. Que tu palabra, rayo de la eterna Sabiduría, sea, por la constante meditación, el alimento diario de su vida interior. Que el ejemplo de tu vida y Pasión se renueve en su conducta y en sus sufrimientos para enseñanza nuestra, y alivio y sostén en nuestras penas.

    Concédeles, oh Señor, desprendimiento de todo interés terreno y que sólo busquen tu mayor gloria. Concédeles ser fieles a sus obligaciones con pura conciencia hasta el postrer aliento. Y cuando con la muerte del cuerpo entreguen en tus manos la tarea bien cumplida, dales, Jesús, Tú que fuiste su Maestro en la tierra, la recompensa eterna: la corona de justicia en el esplendor de los santos. Amén.

    INTIMIDAD...

    Intimidad
    Autor: Phil Bosmans


    Cada hombre que viene al mundo pasa la vida en busca de intimidad. Quiere encontrar un "lugar suyo", un rincón de seguridad y de calor humano.

    Quien no encuentra la intimidad es un hombre partido, fallido, un infeliz, alguien que no se siente a gusto en su propia piel.

    Un niño debe encontrar una intimidad dulce y tierna junto al padre y a la madre. ¿Comprendes la terrible responsabilidad de dos seres que transmiten la vida a un niño?
    Un joven busca intimidad cerca de una muchacha y viceversa y los hombres buscan la intimidad en el matrimonio o en la amistad.

    El fundamento de toda intimidad se llama. ¡amor!
    La falta de amor y el egoísmo estorban toda intimidad y, poco a poco, hacen del hombre un "sin techo", un solitario, un ser gastado, siempre atareado y nunca satisfecho.
    El drama de nuestro tiempo es que nosotros no sabemos ya ofrecemos los unos a los otros en la intimidad. No podemos ya hospedarnos, darnos un "lugar nuestro" porque hemos abandonado al "amor"; porque hemos abandonado la fuente de todo amor: ¡Dios! Nosotros mismos no estamos ya en la intimidad.

    ALABANZAS AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

    ALABANZAS AL SANTISIMO SACRAMENTO

    Bendito sea Dios.
    Bendito sea su Santo Nombre.
    Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre.
    Bendito sea el Nombre de Jesús.
    Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
    Bendita sea su Preciosísima Sangre.
    Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
    Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
    Bendita sea María Santísima la excelsa Madre de Dios
    Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
    Bendita sea su gloriosa Asunción.
    Bendito sea el nombre de Maria Virgen y Madre.
    Bendita sea María Santísima Madre de la Iglesia.
    Bendito sea su castísimo esposo San José.
    Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.

    UNA LUZ EN LA NOCHE


    Autor: Ma Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
    Una luz en la noche
    Hoy es jueves, Señor, y vengo con el alma en sombras, sombras que se llegan a convertir en oscuridad si nos falta la virtud de la esperanza.


    Una luz en la noche

    Hoy es jueves, Señor, y vengo con el alma en sombras, sombras que se llegan a convertir en oscuridad si nos falta la virtud de la Esperanza....

    Cuando eso sucede hay noches en las que parece que el tiempo se ha detenido y jamás veremos el amanecer... en ellas oímos el palpitar de nuestro corazón y cada latido nos duele....

    Noches de negrura espiritual en las que todo parece agrandarse, nuestra pena, nuestra angustia y nuestro malestar. Nos pesa la vida y en el silencio de esa noches nos parece que no hay pena como nuestra pena.

    Pero...si hay un poco de esperanza en nuestro corazón, estamos salvados.

    Sabemos de casos que esa gran "desesperanza" ha llegado a tal límite, a tal profundidad que no se ha encontrado otra solución que el buscar la "puerta falsa". Es el escape, el terminar con algo que pesa demasiado y el sentirse sumergido en las tinieblas de una noche "sin mañana"... sin esperanza. ¡Eso fue lo que les faltó a esas vidas: LA ESPERANZA.

    La Esperanza es un mañana mejor, la Esperanza es la luz que puede romper las negras sombras cuando parece que todo está perdido.

    Sin Esperanza no se puede vivir.

    Cuando hay Esperanza a pesar de la desilusión y del dolor, siempre habrá otro camino que no sea el de la desesperación y el total aniquilamiento del verdadero yo.

    Es cierto que hay situaciones en la vida que son como la más oscura de las noches, noches en que las horas parecen no pasar... pero cuando hay fe, cuando sabemos que tenemos un Dios que sabe de nuestro sufrimiento, cuando nos sabemos amados por El, a pesar de que nuestro sentimiento de soledad sea inmenso, si nos dejamos arropar y abandonar en sus brazos y en los de nuestra Madre María Santísima, la Esperanza, de saber que Dios nos ama, llegará con su luz que sabe consolar.

    Quien se siente amado no puede caer en la desesperación y Dios nos ama.

    La ESPERANZA, es una virtud que tenemos que cultivar como la flor más delicada y valiosa. Tres son las virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad, cuyo objeto directo es Dios Sin ellas es muy difícil caminar por la vida y no podemos olvidar que la Esperanza siempre será la luz en nuestras noches cuando las penas y las dificultades las hagan muy oscuras.




  • Preguntas o comentarios al autor
  • Ma. Esther de Ariño

    EL PENSAMIENTO DEL DÍA

    ¿Por qué he de preocuparme? No es asunto mío pensar en mi. Asunto mío es pensar en Dios. Es cosa de Dios pensar en mi.

    Simone Weil

    miércoles, 8 de febrero de 2012

    A MI CRISTO ROTO...

    A Mi Cristo Roto

    Estás así, Señor, por nuestras culpas,
    por tantos signos de egoísmo en nuestras vidas,
    por las muchas faltas de caridad que cometemos,
    porque no te amamos tanto como debemos.

    Estás así, Señor, por nuestra indiferencia,
    porque no nos conmueve el sufrimiento ajeno,
    ni el de las viudas, los huérfanos y
    los desplazados, ni el dolor y la angustia
    de una madre que llora,
    ni la desesperanza de las gentes sin techo.

    Estás así, Señor, porque no nos aceptamos,
    por la falta de amor en las familias,
    porque no dialogamos,
    porque no comprendemos,
    porque no hemos aprendido a perdonar.

    Estás así, Señor, por nuestra salvación
    porque desde siempre nos amaste
    y por nosotros te vejaron, te maltrataron,
    se burlaron de Ti y te crucificaron...
    por eso estás así, mi Cristo Roto.

     

    UNA PEQUEÑA ROSA ROJA...


    Una pequeña rosa roja


    Caminaba un día por la calle, cuando observé  como unas nubes oscuras se juntaban en el cielo, y vi luego como la lluvia empezó a caer,  rápidamente busqué refugio, al mismo tiempo que la suave lluvia se convertía poco a poco en tormenta.Encontré refugio bajo una cornisa,  a la entrada de una casa, en el momento en que la tormenta caía con más fuerza y estruendo.

    Vi entonces una pequeña rosa roja, golpeada y encorvada
    por las grandes gotas de agua que constantemente le azotaban;
    y a pesar de esto no se rompía, sino que soportaba con increíble resistencia el gran embate de la lluvia y cada uno de sus golpes;
    manifestado en grandes y pesadas gotas de agua.

    Me sorprendí al ver como a pesar del viento y lluvia,
    la pequeña rosa roja soportaba el gran castigo, sin ceder ni un ápice.
    En muchos momentos, pensé verla caer, derrotada por la furia del agua, mas sin embargo, volvía a enderezar su ya doblado tallo por la lluvia.

    Al pasar la lluvia, y ver como el sol salía de entre las oscuras nubes,
    noté con asombro como la pequeña y frágil rosa roja, estaba aún en su lugar, con su tallo erguido hacia el cielo, mostrando con orgullo sus bellos pétalos rojos, en señal de su victoria ante las fuerzas de la misma naturaleza, a la cuál pertenece.

    Esto me hizo reflexionar acerca de mi vida;
    pues al recordar como la indefensa rosa luchaba por seguir en pié ante la tempestad,  y después de observar cuán dura había sido su lucha,  me recordó las dificultades que había tenido en mi vida,
    y de como muchas veces, había sentido que ya no podía más,
    pero al ver la rosa roja, en pié y victoriosa,recordé aquel pasaje de la Biblia, donde Jesús nos dice que nosotros valemos más que las flores del campo y los pajarillos del cielo, y pensé:

    "Si Jesús dio fuerza a esa pequeña rosa roja para pasar la tempestad;
    ¿por qué he yo de temer a las adversidades? Pues si Jesús no dejó que esa rosa que no ama, no camina y no tiene razón soportara la tormenta, ¿cuánto más cuidará de mí, hijo de Dios y heredero de la vida eterna?”.

    Desde entonces no dejo que nada me asuste,atemorice o desanime,
    y cada vez que siento desfallecer; recuerdo aquella pequeña rosa roja, la cuál me mostró cuánto valgo y lo duro que he de pelear en este mundo,pero también recuerdo el amor que me tiene Aquel que dio fuerza a la rosa, para que pudiera resistir.

     

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