jueves, 27 de octubre de 2011

ORACIÓN POR LOS ENFERMOS - P. EMILIANO TARDIF

Oración por los Enfermos
Por: P. Tardif
 
 Señor Jesús...
Creemos que estás vivo y resucitado. Creemos que estás realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar y en cada uno de nosotros.

Te alabamos y te adoramos. Te damos gracias Señor, por venir hasta nosotros como pan vivo bajado del Cielo. Tú eres la plenitud de la vida.

Tú eres la resurrección y la vida. Tú eres, Señor la salud de los enfermos. Hoy te queremos presentar a todos los enfermos que están aquí, porque para ti no hay distancia ni en el tiempo ni en el espacio.

Tú eres el eterno presente y tu lo conoces.
Ahora, Señor, te pedimos que tengas compasión de ellos. Visítalos a través de tu Evangelio proclamado en la Santa Biblia, para que todos reconozcan que tu estás vivo en tu Iglesia de hoy; y que se renueve su fe y su confianza en ti. Te lo suplicamos Jesús.

Ten compasión de los que sufren en su cuerpo, de los que sufren en su corazón y de los que sufre en su alma que están orando y viendo los testimonios de lo que Tú estás haciendo por tu Espíritu Renovador en el mundo entero. Ten compasión de ellos, Señor.

Desde ahora te pedimos. Bendícelos a todos y haz que muchos vuelvan a encontrar la salud, que su fe crezca y se vayan abriendo a las maravillas de tu amor, para que también ellos sean testigos de tu poder y de tu compasión.
Te lo pedimos Jesús, por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y por tu preciosa sangre.

Sánalos Señor. Sánalos en su cuerpo, Sánalos en su corazón, Sánalos en su Alma.

Dales vida y vida en abundancia. Te lo pedimos por intersección de María Santísima, tu Madre, la Virgen de los Dolores, la que estaba presente, de pie, cerca de la cruz.

La que fue la primera en contemplar tus santas llagas y que nos distes por madre. Tú nos has revelado que ya has tomado sobre ti todas nuestras dolencias y por tu santas llagas hemos sido curados.

Hoy, Señor, te presentamos en fe todos los enfermos que nos han pedido oración y te pedimos que los alivies en su enfermedad y que les des la salud.
Te pedimos por la gloria del Padre del Cielo, que sanes a los enfermos que van a leer este libro.

Haz que crezcan en la fe, en la esperanza, y que reciban la salud para la gloria de tu Nombre.

Para que tu Reino siga extendiéndose más y más en los corazones, a través de los signos y prodigios de tu amor.

Todo esto te lo pedimos Jesús, porque tú eres Jesús. Tú eres el buen pastor y todos somos ovejas de tu rebaño. Estamos tan seguros de tu amor, que aún antes de conocer el resultado de nuestra oración, en fe te decimos Jesús por lo que tu vas hacer en cada uno de ellos.

Gracias por los enfermos que tu estás sanando ahora, que tu estás visitando con tu misericordia.

Que lo cubras de tu sangre divina, y que a través de este mensaje tu
corazón de buen pastor hable a los corazones de tantos enfermos que van a leerlo.

Gloria y alabanza a ti, Señor.

GRANDES METAS...

Grandes metas

Un maestro que quería enseñarles una lección a sus alumnos.
Les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes, uno de 50 preguntas, otro de 40 y un último de 30. 
  
A los que escogieron el de 30 les puso una "C" sin importar que hubieran contestado todas bien.
A los que escogieron el de 40, les puso una "B" aún y cuando más de la mitad estuvieran incorrectas.
Y a los que escogieron el de 50, les puso una "A" no obstante que se hubieran equivocado en casi todas.
Los estudiantes no entendían. El maestro respondió:
"Queridos alumnos, no estaba examinando sus conocimientos, pero "sí" su determinación de apuntarle a lo alto."
Le apunto a lo alto, sabiendo que así estaré más cerca de mis sueños, que si me conformo con pequeños objetivos.

Le apunto a lo alto, sabiendo que Dios me ha capacitado para florecer donde estoy ahora, si busco dar mi mayor esfuerzo.
Le apunto a lo alto, con fe en que Dios terminará la obra que comenzó en mí, si prosigo adelante con determinación y no me doy por vencido.
"Dios, según su bondadosa determinación, es quien hace nacer en ustedes los buenos deseos y quien los ayuda a llevarlos acabo."---Filipenses 2,13

PENSAMIENTO MARIANO 6


PENSAMIENTO  MARIANO


El Rosario es una espada llameante y una armadura impenetrable que nos pondrán a cubierto de los más temibles asaltos del mundo, del demonio y de la carne, y nos harán vencedores de todos los enemigos. 


Beato Alano de Rupe



OLVIDA EL PASADO...

Olvida el pasado
Autor: Torres Pastorino

Desenterrar los muertos del pasado no aporta ningún beneficio al presente.

¿Por qué mirar hacia atrás si estamos caminando hacia adelante?

El pasado es el cimiento del presente, así como los muros del primer piso construido hoy, son la sustentación de la azotea del mañana.

Quien está en el primer piso busca subir a la azotea, y no escarbar los cimientos.

Sube a contemplar las estrellas que te llaman desde tu futuro camino.

No escarbes en el pasado que ya se fue y no volverá jamás.

Lo que pasó, acabó. La vida pasada trae experiencia y aprendizaje, aprovechémosla.

miércoles, 26 de octubre de 2011

UNA SONRISA DE MARÍA...

Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
Una sonrisa de María vale más que todos los cariños
Meditaciones de las letanias del Rosario. Ella es la puerta del cielo y la causa de nuestra alegría.
 
Una sonrisa de María vale más que todos los cariños

Virgen poderosa
A la más poderosa de las Reinas, Dios no le niega nada. Se le llama La omnipotencia suplicante. Semper vivens ad interpellandum pro filiis suis: Que vive siempre para interceder por sus hijos.
“No tienen vino”, dijo en una boda. Y qué vino más exquisito se bebió en Caná. Los que se acogen a Ella no deben tener miedo a nada. Ni al demonio, ni a la muerte, ni a los peligros.
El rosario parece una oración frágil, y como propia de abuelitas, pero Dios ha querido que sirva para detener los cañones y las bombas. La tierna Virgencita es el terror del infierno entero. Por eso los devotos de María no tienen nada que temer.
Buscar una alianza perpetua con María de Jesús equivale a ser inexpugnable en la lucha por el cielo. Ella es la puerta del cielo y la causa de nuestra alegría. Los hijos de María son personas muy alegres, como su Madre. No se explica que los hijos e hijas de María Santísima se dejen morder por la serpiente de la desesperanza y del temor. No tienen ningún temor.

Virgen clemente
Lo aprendió de Jesús. Es la Madre del Hijo pródigo. Sabe curar las heridas, consolas las penas, enjugar las lágrimas, suavizar todo, perdonar todo. Como Ella no debe juzgar, sólo perdona e intercede por sus hijos.
Cualquier madre es clemente, pero María más que todas juntas. Buena falta nos hace, pues la clemencia la requieren los malhechores. Hemos de saber que los tales no son los que andan en las cárceles, pues cada uno de nosotros, sumando todas sus maldades es un verdadero malhechor que necesita clemencia.. Cuando María intercede ante el Juez divino por uno de sus hijos, obtiene el perdón.
Oh Madre del Hijo pródigo, que aprendiste de Jesús a perdonar, a hacer una fiesta cuando éste regresa a casa. He huido de casa muchas veces, creyendo ingenuamente que sin Dios la vida es más atractiva y emocionante. Cuantas veces he regresado a casa herido, decepcionado, miserable. Tú has sido, junto con Dios, la que me ha puesto un anillo en el dedo, nuevas sandalias a mis pies descalzos, una túnica, y has mandado hacer la fiesta del becerro gordo. Si en el corazón de Dios hay más alegría por un pecador que se convierte, también en el tuyo una de las más grandes alegrías es la de recuperar un hijo perdido, un hijo muerto.
Hay un momento crucial en el que clemencia me es absolutamente necesaria: el día del juicio particular. No dejes de asistir, como abogada defensora, a la cita definitiva en la que se decide mi eternidad.

Virgen fiel
Es uno de sus títulos más grandes. La fidelidad hecha carne de mujer. Fidelidad a Dios, demostrada en su fórmula favorita: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.
Fidelidad a sus hijos; aún a los hijos que se pierden los ha amado hasta el último segundo de su vida.
Estaba junto a la cruz... Ella no cayó en la tentación del sueño como Pedro y sus compañeros.
¿Qué más se te podía pedir, Virgen Fiel? Todo lo diste.

Espejo de justicia
Espejo de santidad...Es la Inmaculada. El tres veces Santo se refleja en Ella como en un espejo.
Pero no es espejo que, cuando la imagen desaparece, también del espejo desaparece. María es, más bien, una copia muy bien hecha, del Modelo, la más perfecta, hermosa y fiel que se haya dado. María nos aventaja con mucho. Irradia la santidad, la transmite. Quisiera que todos sus hijos se parecieran a Ella. Con más verdad que san Pablo puede decirnos:”Hijos, sed imitadores míos, como yo lo soy de Jesús”.
Debemos parecernos a nuestra Madre. “Sed santos como yo soy santa”, podría decir, al estilo de Jesús. Cualquier virtud adquiere un brillo y un encanto particular en María. Ella no hace amables practicar dichas virtudes. Es una Maestra incomparable que hace amar y apasionarse por la vida cristiana. Queremos ser discípulos en tu escuela, María.

Trono de sabiduría
Lugar donde se asienta la sabiduría. La sabiduría del arte de vivir: Maestra del vivir, porque es maestra del amor. Vivir, en su esencia más alta, es amar. Maestra en el arte del amor: Madre del amor hermoso se le llama. Maestra de todas las virtudes cristianas: Enséñame a ser un discípulo excelente.
Por ser la mejor discípula de Jesús se convirtió en la mejor Maestra de los hombres.
Ella nos enseña la sabiduría más alta, la de cumplir la voluntad de Dios, de la santidad. De acuerdo a la frase: “El que se salva sabe, y el que no, no sabe nada”.
Nos enseña la verdad de Dios en las Escrituras. Nos ha dado al Verbo, la Palabra de Dios, de una forma en que le podemos tocar, abrazar, mirar, comer. “Haced lo que Él os diga”. Esta frase pronunciada en las bodas de Caná resuena en todos los corazones de los cristianos. Si le hiciéramos más caso a Jesús, nos iría mucho mejor.
Es una sabiduría humilde. No es fácil hallar sabios humildes, porque la ciencia suele hinchar. María nunca reclamó a su esposo nada, nunca insistió en las preguntas, aceptaba las respuestas que le resolvían solo en parte los misterios.

Causa de nuestra alegría
Ella lo sabe. Se lo recordó a Juan Diego. “¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy yo la causa de tu alegría?”
¿Quién es esa persona? ¿Dónde vive? ¿Cómo se llama? Me muero por verla.
El que se junta con María es un ser alegre por contagio. Porque Ella contagia la alegría a los hijos de Dios.
Su sí a Díos abrió la puerta que estaba cerrada. Nos abrió la puerta de la felicidad eterna. Nos dará un abrazo y nos presentará a Jesús y al Padre.¡Qué ilusión me da el pensar en ese momento!
Las legítimas alegrías humanas tienen color y sabor mariano. Pienso en la sonrisa de María; lo más entrañable de su rostro. Una sonrisa de María vale más que todos los cariños humanos del mundo, por hermosos que sean.

Vaso espiritual, vaso digno de honor, vaso insigne de devoción
Se habla aquí de los vasos sagrados, como son el cáliz y la patena. María es un vaso sagrado, como una patena que ha encerrado al Verbo en sus entrañas; es un cáliz precioso, porque encerró en sus venas la sangre de Jesús, la que se derramaría en Getsemaní, en la flagelación y en el Calvario.
Vaso digno de ser honrado por todos. A María no se le puede faltar al respeto, es una ingratitud y una grosería sin nombre. Pienso en los que, con la Biblia en la mano, predican que María no es la Madre de Dios. Al llegar al cielo, les va a abrir María la puerta. Antes que nada tendrán que pedir atentas disculpas. Y al presentarse ante Dios las disculpas deben ser muy serias, porque, aunque de buena fe, toda la vida dijeron que la Madre de Dios no era su Madre. Eso es muy fuerte.
Cuando se habla de devoción a la Santísima Virgen, a esto se refieren. Por eso los que sinceramente tienen una gran devoción a María están en el justo y recto camino. Dios los bendice y los premia. Amar y bendecir a su Madre, es amarlo y bendecidlo a Él mismo. Si Él dijo: “Todo lo que hacéis a uno de mis hermanos más pequeños me lo hacéis a Mí”, ¿qué decir cuando se lo hacen a la hermana más grande y a su misma Madre? Se lo hacen a Él en persona. No tengan miedo, por tanto, los que aman a María, Madre de Dios. Sepan que cuentan con la bendición de Dios.
Vaso insigne de devoción, es decir que merece nuestra devoción, amor y cariño como nadie.

Letanias 1a. Parte
Letanias 2a. Parte
Letanias 3a. Parte
Letanias 4a. Parte
Letanias 5a. Parte


Comentarios al autor mdeblas@arcol.org

viernes, 21 de octubre de 2011

¿QUÉ ES EL DOMUND?

Autor: Amadeo Rodríguez Magro, Obispo de Plasencia | Fuente: www.diocesisplasencia.org
¿Qué es el Domund?
La misión de la Iglesia le da continuidad al amor mismo de Dios
 
¿Qué es el Domund?
¿Qué es el Domund?
Día del Domund
23 de octubre de 2011

“Así os envío yo” (Jn 21,21)


El lema del Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND), que es una oportuna, rica y hermosa cita, apunta al corazón mismo de la misión, que no es otro que el corazón de Dios. En efecto, Jesucristo comparte con nosotros su misión, y nos envía. Pero nos hace ver que la misión tiene su origen en el Padre. Eso es lo que nos dice con el “así”. Esta primera palabra del lema nos da la clave de la fuente misma del envío: procede del amor del Padre: “Como el Padre me ha enviado…”.

Este envío de Jesús con origen en el Padre marca nuestra conciencia misionera desde los orígenes mismos de la Iglesia. Ella sabe que su misión le da continuidad al amor mismo de Dios, sobre todo desde Pentecostés, cuando el Espíritu Santo, don amoroso del Padre y del Hijo, pone en acción a la Iglesia. Por tener esa fuente divina, ser misioneros es para nosotros, ante todo, una experiencia espiritual, como lo fue, por ejemplo, para Santa Teresita del Niño Jesús.

Cada año, en el DOMUND, renovamos la llamada inicial de Cristo y así se despierta de nuevo nuestra conciencia misionera universal. En el DOMUND niños, jóvenes, familias, es decir, todos, nos descubrimos como Iglesia en misión, que siente e interviene en la misión que otros, los misioneros, realizan directamente en las misiones. Se puede decir que el DOMUND ensancha nuestro corazón misionero y lo hace universal: nos hace abrir nuestros ojos creyentes, nuestro corazón que ve, hacia el ancho mundo de la misión, ese que creativamente nos nuestra el cartel del DOMUND 2011: desde la Iglesia española (observa el mapa) se nos invita a mirar hacia los cinco continentes.

Entiendo que a estas alturas no hay que insistir mucho en cómo situarse ante esta Jornada Misionera. De todos es sabido que nuestra vida en Cristo se forja con hondura en la oración, pues ésta nos pone en sintonía con el corazón mismo de Cristo. Se puede decir que la comunión misionera entre nosotros se cultiva especialmente en la oración que hacemos por las misiones y los misioneros. Es más, sin la oración difícilmente llegaríamos a comprender del todo qué significa ser y sentirse misioneros. Pero también es evidente que la oración nos empuja a una proyección misionera activa. En el Domando se nos pide, sobre todo, una cooperación económica, generosa con las misiones, como siempre ha sido.

En nuestras parroquias nos animarán con materiales y llamadas a colaborar con la labor de los misioneros. El obispo os anima hacerlo con generosidad y sentido de Iglesia. También quiero ayudaros a resolver algunas preguntas que quizás os hagáis ante estas campañas:


¿De quién es la iniciativa de llamarnos a colaborar en el DOMUND?

De la Santa Sede, del Santo Padre; porque nuestra colaboración con las misiones en esta Jornada del DOMUND es a través de la Iglesia universal y en favor de todos los territorios de misión, de los 1.100 que hay en todo el mundo (37% de la Iglesia católica).


¿Quién recoge y distribuye lo recaudado en el DOMUNDO?

Esta labor la hacen las Obras Misionales Pontificias (OMP), que tienen delegaciones en todas las Diócesis, en las naciones y su sede central en Roma. Cada año los Directores nacionales de las OMP se reúnen, en la Congregación para la evangelización de los pueblos, para determinar la distribución de lo recaudado, de acuerdo con los proyectos solicitados por los misioneros.


¿Es lo mismo el DOMUND que los hermanamientos que algunas parroquias tienen con proyectos o misioneros amigos?

En realidad no, aunque tengan un mismo destino misionero. El dinero del Domund llegará a todas las misiones de la Iglesia, sin distinción, y los hermanamientos se hacen con algunos misioneros concretos, a los que, por supuesto, recomiendo ayudar, pero con otras acciones y en otros momentos. Lo recaudado en el DOMUND ha de ir todo íntegro a las OMP para que los distribuyan entre todas las misiones. Si retuviéramos las colectas para nuestros proyectos apadrinados, estaríamos cometiendo una injusticia: unas misiones recibirían mucho y otras muy poco.


¿Qué destino tiene nuestra aportación económica?

Nuestros donativos van destinados a las tareas de las misiones: la transmisión de la fe, la educación, la salud y a la mejora de las condiciones de vida de las personas con las que conviven los misioneros, que en la mayoría de las ocasiones son de pobreza, malnutrición y enfermedades.

De corazón os animo a todos a que seáis generosos con las misiones, como siempre habéis sido. No olvidéis que la sensibilidad misionera muestra siempre un alto índice de fe, que, en sí misma, es un don que se ha de compartir. Pongamos, pues, nuestro grano de arena en la gran montaña de amor que están poco a poco formando nuestros misioneros.

Con mi afecto y bendición.

+ Amadeo Rodríguez Magro

Obispo de Plasencia

CAMBIAR EL MUNDO


Cambiar el mundo
Autor: José Luis Martín Descalzo

Llegó una vez un profeta a una ciudad y comenzó a gritar, en su plaza mayor, que era necesario un cambio de la marcha del país. El profeta gritaba y gritaba y una multitud considerable acudió a escuchar sus voces, aunque más por curiosidad que por interés.

Y el profeta ponía toda su alma en sus voces, exigiendo el cambio de las costumbres. Pero, según pasaban los días, eran menos cada vez los curiosos que rodeaban al profeta y ni una sola persona parecía dispuesta a cambiar de vida.  Pero el profeta no se desalentaba y seguía gritando. Hasta que un día ya nadie se detuvo a escuchar sus voces. Mas el profeta seguía gritando en la soledad de la gran plaza. Y pasaban los días. Y el profeta seguía gritando. Y nadie le escuchaba.

 Al fin, alguien se acercó y le preguntó: "¿Por qué sigues gritando? ¿No ves que nadie está dispuesto a cambiar?"
"Sigo gritando" -dijo el profeta- "porque si me callara, ellos me habrían cambiado a mí."

MADRE ENSEÑANOS A ORAR CONTIGO Y COMO TÚ LO HACÍAS

Autor: P Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
Madre enséñame a orar contigo y como Tú lo hacías
Meditaciones del Rosario. Tercer Misterio Glorioso. La venida del Espíritu Santo
 
Madre enséñame a orar contigo y como Tú lo hacías
Como la gallina a sus pollitos estabas con aquellos apóstoles asustados, infundiéndoles la fortaleza y el valor de una Madre. Les enseñaste a rezar, como Jesús les había enseñado, pues Tú eras una maestra insigne. Única. Bajo tu ejemplo ellos aprendieron a gustar la oración, a hacerlo de manera semejante a como Tú lo hacías. “Nosotros nos dedicaremos a la oración y a la predicación” diría más adelante Pedro a la comunidad de forma contundente.

Orar con María: Cuanto hubiera disfrutado estando allí, viéndola orar, asimilando por contagio la oración de la criatura más santa y humilde: contemplar su rostro, sus ojos cerrados o semicerrados o mirando hacia lo alto; escuchar su corazón cantando con su bellísima voz, imitar su forma de arrodillarse, de cerrar sus manos. Orar con Ella, junto a Ella, ¡qué gran privilegio!

Me imagino a los apóstoles, al verla orar tan extáticamente, suplicándole: “Enséñanos a orar contigo y como tú lo haces”. Oh Madre, yo también te digo: “Enséñame a orar contigo y como Tú lo hacías”. A los cristianos que se aburren en la oración o en la Misa, alcánzales el amor de los enamorados para que disfruten la alegría de orar.

Tú obtuviste la gracia del Espíritu Santo a los apóstoles. Pedro te necesitaba más que nadie. Después de las negaciones se había roto; estaba herido y necesitaba los cuidados de una Madre para con su hijo enfermo. Pedro necesitaba de una Madre como Juan Pablo II. También él llevaba, si no en su escudo, sí en su corazón, el “Totus tuus” del actual Vicario de tu Hijo.

Juan era el más parecido. Él de alguna manera compensaba y llenaba el hueco dejado por Jesús. “Ahí tienes a tu Madre”. Este encargo, hecho a todos, él se lo tomó infinitamente en serio.

Tomás: Yo sé que convertiste a aquel hombre duro para creer en un hijo de fe, por la forma tan bella como Tú le enseñaste a creer.

María Magdalena: Ya había comenzado su conversión, pero ella como mujer que era, y apasionada, copió mejor que los hombres tu hoguera de amor. Aquella que se había acostado en los basureros tenía ante sí un ejemplo de mujer pura, santa y toda amor. María Magdalena te copió con todas las fuerzas de su ser. Tu presencia la purificó totalmente y le hizo amar locamente la pureza y abominar del pecado.

Debes repetir el milagro de Pentecostés en la Iglesia y en cada uno de nosotros, en mí. Aunque no sea vea la llama de fuego, que me abrase todo; aunque no haya terremoto externo, que vibre por dentro y me vuelva loco de amor por Él y por Ti. Te lo pido encarecidamente. No te pido mas, pero no te pido menos.

Pusiste de rodillas a la Iglesia primitiva y así, de rodillas, recibió la fuerza del Espíritu Santo. Hoy debes también enseñar a rezar a los sacerdotes y religiosos, a los fieles, para salir del atolladero.

Salieron a predicar como leones. Pedro era un león, sentía dentro la fuerza de un león, ávido de presas. Echó las redes de su palabra en nombre de Cristo, y tres mil hombres quedaron atrapados. Los primeros cristianos entraron a la Iglesia por contagio de amor, de aquel amor que ardía en el corazón de los apóstoles. Así comenzó con buen pie la religión del amor, amando y haciendo amar, hasta el punto de arrancar a sus mismos enemigos la mejor alabanza que se pueda decir jamás de los cristianos: “Mirad cómo se aman”. Aprendieron muy bien la lección de Jesús.

Hoy... en muchos casos, ya no es así. La religión del amor se ha convertido para muchos en la religión del aburrimiento. Porque no aman, porque se han olvidado del amor que Cristo les ha demostrado. Tienes que hacernos como hiciste a los primeros, para seguir convenciendo a los hombres fríos de hoy. La religión del amor se contagia por calor, no por gélidas ideas.


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Mariano de Blas LC

    LA VIRGEN DE GUADALUPE


    jueves, 20 de octubre de 2011

    SALMO 46: PUEBLOS TODOS, BATID PALMAS


    LO QUE UN ENFERMO PUEDE ENSEÑARNOS

    Lo que el enfermo puede enseñarnos

    A valorar la salud... no se aprecia mientras se tiene.
    A saber qué es comer con ganas, con apetito.
    A saber qué es dormir a gusto, toda la noche.
    A saber qué es poder correr, saltar, vivir...

    Que todo en la vida es muy relativo: vida, placer, dinero...
    A dar importancia a las cosas pequeñas: un vaso de agua, una sonrisa, una palabra....
    A sentir la necesidad de los demás.
    A valorar cuánto vale tener una persona a tu lado, que esté contigo en los momentos difíciles.
    A valorar lo que supone tener a alquien que te escuche; que te diga unas palabras; que sepa callar cuando no sabe qué decir; silencio antes que acudir a frases hechas que no dicen nada.

    A valorar lo que supone sentir que alguien se te acerca, te quiere, te respeta, no te deja solo...
    A apreciar el que alguien sabe respetar tu intimidad y puedes confiar en él plenamente.
    A valorar que alguien a tu lado sepa respetar tus creencias religiosas aunque no las comparta.

    REQUISITOS PARA RECIBIR LA COMUNIÓN

    Requisitos para recibir la Comunión:

    a) Ser Católico: estar en comunión de fe con la Iglesia Católica
    b) Estar en gracia. Para lograrlo hay que confesar todo pecado mortal.
    c) Abstenerse de comer y beber por una hora antes (agua y medicinas están permitidas).

    TE LO PÌDO DE PERSONA A PERSONA


    Te lo pido de persona a persona...

    Por favor, ayúdame si te parece que me he perdido en el camino.
    Ayúdame si parece que no te comprendo.
    Ayúdame... Y yo, contigo, también haré lo mismo.
            
    Por favor, ayúdame si te parece que perdido la fe y la voluntad.
    Ayúdame si crees que no te escucho cuando me hablas.
    Por favor, ayúdame si el estar juntos no te hace feliz.
    Ayúdame si sientes que te estoy perdiendo...
    Y yo, contigo, también haré lo mismo.
            
    Te lo pido de persona a persona.
    Por favor, ayúdame se ves que mi vida va perdiendo el rumbo, si crees que me alejo de mi esencia.
    Ayúdame si ves que no encuentro guía ni consuelo,
    si crees que he perdido la humildad ante el triunfo
    o me he humillado ante el fracaso.
    Ayúdame, si ves que creo que no necesito de nadie,
    si dejo de ser agradecido, si dejo de ser escuchado.
            
    Te lo pido de persona a persona.
    Ayúdame cada día para que el compartir sea siempre nuevo y mejor.
    Ayúdame, por favor, y yo, contigo, también haré lo mismo.
            
    Te lo pido de persona a persona...

    PENSAMIENTO MARIANO 5

    Pensamiento Mariano

    Humillémonos diciendo como María: he aquí tu siervo, he aquí tu sierva, Señor, haz de mí lo que quieras. Humillémonos y la Sabiduría eterna bajará a habitar en nuestro corazón. 


    Miguel de Unamuno

    miércoles, 19 de octubre de 2011

    BUSCO UNA MOCHILA


    BUSCO UNA MOCHILA.




    Busco una mochila ni grande ni pequeña,
     donde quepa lo justo que necesito para el viaje.

    Busco una mochila sencilla, con capacidad para albergar todo lo que llevo en mi alma, lo que da sentido a mi vida, aquello que me mueve, que me invita a avanzar sin cansancio, a caminar con rumbo fijo.

    Busco una mochila resistente, que no se rompa en la adversidad, que pueda acoger mi vida y la de los demás.

    Busco una mochila con departamentos para poder organizar adecuadamente aquello que llevo para el viaje, para que no se envuelvan pensamientos, sentimientos, experiencias… donde pueda almacenar de forma rápida lo más urgente en los espacios más cercanos y pueda dejar en un lugar más oculto aquello que necesitaré solo en determinadas ocasiones.

    Busco una mochila amplia donde pueda meter a todos los que viajan conmigo, que no se quede ninguno fuera pues sin ellos mi camino no tiene el mismo sentido.

    Una mochila sin candados que aten, que me permitan ser libre,  llevar, traer, sacar,… que no aprisione mi corazón  y que me permitan ser tal cual soy, mostrarme a los demás con lo que soy y desde lo que soy.


    Una mochila con buenas y resistentes agarraderas
    para poder llevarla donde la necesite, donde me necesiten.
     Con ruedas que, en determinados momentos, faciliten su transporte para así centrarme en el camino sin pararme a pensar en el peso que llevo en el contenido de su carga.


    Una mochila bonita, alegre…
    que produzca una sonrisa en aquellos que la miren,
     en aquellos que me miren desde dentro porque valoran mi camino, porque da sentido también al suyo.

    Busco una mochila con un único contenido: DIOS.
    La razón de mi existencia. DIOS manifestado en cada una de las cosas que contiene, el motivo profundo de mi viaje.

    Quiero compartir mi mochila contigo… y también contigo…  con todos aquellos que hacen de ella un canto de alabanza a la amistad, a la solidaridad, al Amor verdadero.

    Una mochila sin viaje de poco sirve, un viaje sin mochila sería absurdo porque carecería de sentido… porque esa mochila soy yo y conmigo viaja todo lo que soy.


    Esté donde esté, haga lo que haga,
     la mochila viene conmigo porque deseo que así sea,
     porque da sentido a mi existencia  de la misma manera que le das  tú al caminar a mi lado.

    martes, 18 de octubre de 2011

    SEÑOR DE LOS MILAGROS - 28 DE OCTUBRE


    Historia del Señor de los Milagros
    El Señor de los Milagros, imagen venerada por peruanos y extranjeros en el Perú y alrededor del mundo, es una de las manifestaciones religiosas más numerosas del mundo católico.


    Historia del Señor de los Milagros

    En el siglo XVII, Lima contaba con una población de 35 mil habitantes, cantidad que se iba incrementando con la llegada de miles de personajes atraídos por la prosperidad y riqueza. Además, era común el tráfico de esclavos quienes llegaban procedentes de Africa Occidental, clasificados por castas: congos, mandingas, caravelíes, mondongos, mozambiques, terranovos, minas y angolas.

    Precisamente, los angolas fueron llevados a la zona de Pachacamilla en 1651 y al estar instalados, se organizaron para construir sus cabañas o callejones divididos en habitaciones, en donde rendían culto a distintas imágenes o santos. Estos actos les recordaban su libertad y cantaban siempre en su lengua nativa. Ellos también se preocupaban por los enfermos, y que tuvieran un entierro decente.

    Los negros angola eran el grupo más numerosos entre los esclavos negros, pero no eran muy valorados (eran los más baratos) porque eran considerados como pusilánimes, enfermizos y pocos propensos a la cristianización.

    Un grupo de negros construyeron una cofradía en el barrio de Pachacamilla, llamado así porque habitaron allí unos indígenas de la zona prehispánica de Pachacamac. En una de sus paredes de adobes, un negro angoleño, bajo inspiración divina, plasmó en 1651 la imagen de Cristo crucificado. La imagen fue pintada al templo en una pared tosca, cerca de una acequia de regadío y con un acabado imperfecto. El esclavo angoleño no tuvo estudios de pintura y ejecutó la obra por su propia fe y devoción a Cristo.

    El 13 de noviembre de 1655, a las 14:45 horas, un fuerte terremoto estremeció Lima y Callao, derrumbando templos, mansiones y las viviendas más frágiles, generando miles de víctimas mortales y damnificados. El temblor, afectó también la zona de Pachacamilla, donde todas las paredes del local de la cofradía se derrumbaron menos una: el débil muro de adobe donde estaba la imagen de Cristo, quedó intacto y sin ningún daño. Fue el primer milagro.

    Tras ese milagro, se efectuaron reuniones para venerar la imagen los viernes por la noche. Los pobladores llevaban flores, perfumaban el ambiente, entonaban plegarias y con el correr del tiempo fue aumentando la peregrinación. Viendo con malos ojos todos estos hechos el párroco de San Sebastián, José Laureano de Mena, hace de conocimiento al entonces virrey conde de Lemos, don Pedro Antonio Fernández de Castro que intervenga como autoridad, para que prohibiese las reuniones y que diera la orden irrevocable de borrar al Cristo, ya que, según su criterio, estaba fuera de los cultos religiosos

    El virrey mandó al promotor fiscal del Arzobispado José Lara y Galván, quien verificó la existencia de la imagen de Cristo Crucificado. Dictaminó que se borre la imagen entre los días 6 y 13 de setiembre de 1671. El primer en intentarlo fue un pintor indio, quien al momento de subir por la escalera, sintió temblores y escalofríos, teniendo que ser atendido para proseguir luego con su tarea. Pero fue tal su impresión que bajó raudamente y se alejó asustado del lugar.

    El segundo hombre se acercó a la imagen, pero algo vio en ella que le hizo desistir de raspar la imagen. El tercero, fue un soldado real de ánimo más templado, éste subió, pero bajó rápidamente explicando luego que cuando estuvo frente a la imagen, vio que ésta se ponía más bella y que la corona de espinas se tornaba verde.

    Ante la insistencia de las autoridades por borrar la imagen, la población manifestó su disgusto y comenzó a protestar. Por ello, el virrey y el vicario del Arzobispado, decidieron revocar la orden y el vicario autorizó su culto. Tras una visita del virrey, se dispuso el levantamiento de una ermita provisional y el 14 de setiembre se celebró la primera misa oficial en la ermita.

    El 20 de octubre de 1687, otro violento terremoto arrasó con Lima y el Callao, derribando la ermita edificada en honor al Cristo. Pero como sucedió anteriormente, la imagen del Señor quedó en pie, por lo que se ordenó la confección de una copia al óleo y que saliera por primera vez en andas por las calles de Pachacamilla. 

    IMAGINO...

    Imagino

    Imagino un mundo donde las personas se reconocen desde siempre por la transparencia de sus ojos y la tranquilidad de su sonrisa.

    Imagino que su corazón esta tan lleno de amor que resulta contagioso, de solo acercarse, de solo rozarse un brazo al momento de una oración.

    Imagino un mundo donde los abrazos casi que se dan a través de la envoltura de unas hermosas palabras.

    Imagino un mundo donde las personas se encuentran sin motivo aparente, donde el tiempo no existe, en el espacio donde pueden florecer .

    Imagino un mundo donde Dios se asegura que los encuentros no solo sean virtuales sino en la calle.

    Imagino un mundo como el de esta mañana.

    LUCAS, SANTO - 18 DE OCTUBRE - EVANGELISTA

    Autor: P. Angel Amo | Fuente: Catholci.net
    Lucas, Santo
    Evangelista, 18 de octubre




    Breves notas en las Cartas de San Pablo son las únicas noticias que la Sagrada Escritura nos presenta sobre San Lucas, el solícito investigador de la buena noticia y autor del tercer Evangelio y de los Hechos de los Apóstoles. Por sus apuntes de viaje, es decir, por las páginas de los Hechos en los que San Lucas habla en primera persona, podemos reconstruir parte de su actividad misionera. Fue compañero y discípulo de los apóstoles. El historiador Eusebio subraya: “... tuvo relaciones con todos los apóstoles, y fue muy solícito”. De esta sensibilidad y disponibilidad suyas hacia el prójimo nos da testimonio el mismo San Pablo, unido a él por grande amistad. En la carta a los Colosenses leemos: “Os saluda Lucas, médico amado...”.

    La profesión médica nos trace suponer que él se dedicó mucho tiempo al estudio. Su formación cultural se nota también por el estilo de sus libros: su Evangelio está escrito en un griego sencillo, limpio y bello, rico en términos que los otros tres evangelistas no tienen. Hay que hacer otra consideración sobre su Evangelio, a más del hecho estilístico e historiográfico: Lucas es el evangelista que mejor que lo otros nos pintó la humana fisonomía del Redentor, su mansedumbre, sus atenciones para con los pobres y los marginados, las mujeres y lo pecadores arrepentidos. Es el biógrafo de la Virgen y de la infancia de Jesús. Es el evangelista de la Navidad. Los Hechos de los Apóstoles y el tercer Evangelio nos hacen ver el temperamento de San Lucas, hombre conciliador, discreto, dueño de sí mismo; suaviza o calla expresiones que hubieran podido herir a algún rector, con tal que esto no vaya en perjuicio de la verdad histórica.
    Al revelarnos los íntimos secretos de la Anunciación, de la Visitación, de la Navidad, él nos hace entender que conoció personalmente a la Virgen. Algún exégeta avanza la hipótesis de que fue la Virgen María misma quien le transcribió el himno del “Magnificat”, que ella elevó a Dios en un momento de exultación en el encuentro con la prima Isabel. En efecto, Lucas nos advierte que hizo muchas investigaciones y buscó informaciones respecto de la vida de Jesús con los que fueron testigos oculares.

    Un escrito del siglo II, el Prólogo antimarcionista del Evangelio de Lucas, sintetiza el perfil biográfico del modo siguiente: “Lucas, un sirio de Antioquía, de profesión médico, discípulo de los apóstoles, más tarde siguió a San Pablo hasta su confesión (martirio). Sirvió incondicionalmente al Señor, no se casó ni tuvo hijos. Murió a la edad de 84 años en Beocia, lleno de Espíritu Santo”. Recientes estudios concuerdan con esta versión.

    ORACIÓN A SAN LUCAS


    lunes, 17 de octubre de 2011

    ATENCIÓN PERSONALIZADA



    Atención personalizada
    Autor:  Padre Guillermo Ortiz SJ.


    Aunque el egoísmo nos distraiga mucho tiempo ocupándonos enteros solo en nuestras propias ‘cositas’ personales, tarde o temprano descubrimos que necesitamos de los otros no para usarlos o sacarles provecho, sino para interactuar, trabajar juntos, acompañarnos en las dificultades, dialogar, unir fuerzas frente a la adversidad, proyectar algo más grande que nuestra sola visión personal corta y pobre cuando es solitaria.

    Desmigajado, el mundo se derrama en infinidad de fragmentos; en múltiples individualidades solitarias que no logran unirse en un proyecto común, que no encuentran la dirección de la solidaridad y la fraternidad que orienta en el sentido del bien común. Y por eso estas individualidades solitarias se chocan en infinitos desencuentros que plasman la injusticia, el dolor la miseria de este mundo roto.

    Por eso ya en los primeros párrafos de esas cartas de Dios que son los libros sagrados aparece la afirmación de Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo’, que Jesús asumirá hasta las últimas consecuencias hasta concretar su modo de ser y de vivir en un mandato universal: ‘ámense entre ustedes así como yo los amo’.

    Su ser es la plenitud de la apertura al otro, de la magnanimidad, del dar y ‘perder’ la vida en el servicio de amor.

    Si pudiéramos mirar en sus entrañas, en su corazón, nos veríamos como en un espejo, bien definidos con nuestros rasgos más profundos, nuestros deseos más hondos, nuestras penas y angustias más amargas. Porque toda la ‘carne’ de Jesús de Nazaret, sus huesos, cada célula de su piel le sirven para sentirnos, para percibirnos, para escucharnos, para mirarnos, para ocuparse de nosotros.
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