jueves, 11 de agosto de 2011

ORACIÓN A SANTA CLARA DE ASÍS

Oración a Santa Clara de Asís

Oh amable Santa Clara, tú que siguiendo las huellas de la virgen María, fuiste madre del cuerpo místico de Cristo; danos tu amor por la iglesia y por todos hermanos.

Tú, que con tus últimas palabras has bendecido al Señor por haberte creado; haz que comprendamos el gran don que es la vida. Intercede para que en nuestras familias haya concordia, serenidad en el trabajo, alegría en el estar juntos; haz que un día podamos reunirnos para alabar y cantar eternamente contigo la misericordia del Señor.
Amen.

miércoles, 10 de agosto de 2011

PENSAMIENTO DE SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE


"Entra en este Sagrado Corazón como convidado al banquete de amor de tu único y perfecto amigo, que quiere embriagarte con el deleitoso vino de su puro amor."

(Sta. Margarita Marìa de Alacoque)

EL PENSAMIENTO NEGATIVO...



 EL PENSAMIENTO NEGATIVO...

El pensamiento negativo es, quizás, el más exorbitante despilfarro imaginable. Es algo que ningún ser humano debería permitirse. El precio del pensamiento negativo es algo que jamás se recupera, porque se paga con la vida misma. ¿Cómo puede alguien recuperar un momento, un día o un año vivido en negativo?
Y más allá de las oportunidades perdidas que conlleva, el pensamiento negativo es lisa y llanamente destructivo. No sirve para nada, a pesar de ser carísimo. Afortunadamente, el pensamiento negativo es totalmente innecesario. Y está absolutamente bajo tu control. No tienes que utilizarlo si no lo deseas. Y realmente, ¿por qué querrías hacerlo?
No importa lo que se presente en tu camino, tú siempre puedes decidir cómo responder. Hasta en las situaciones más desesperadas, lo mejor que uno puede hacer es mantenerse enfocado en lo positivo, en aquello que uno sí puede hacer, en la diferencia que uno sí puede marcar. ¿Por qué querría alguien hacer lo contrario?


                                                    

VIRGEN MARÍA



VIRGEN MARÍA

"Nuestra Señora -decía Teresa de Calcuta- me acompaña en todos los viajes; la llamo mi Compañera desde que un día, en Berhampur, le dije al capellán de las Hermanas que me regalase una imagen de María Milagrosa con las manos abiertas, derramando gracias sobre el mundo. Aceptó encantado, embaló la imagen y la llevó a la estación. Era una imagen muy grande, casi de tamaño natural, así que el jefe de estación quería que la facturase y pagase la correspondiente tarifa. Pero yo tenía un pase en los ferrocarriles para mí y una compañera, así que le dije: "ésta es mi compañera..." y me dejó viajar con la imagen sin pagar nada por ello. Desde entonces, la Virgen me acompaña siempre en mis desplazamientos. Nunca viajo sola"

Es ahora cuando puedes hablar con Santa María. Si quieres puedes empezar diciéndole lo escrito a continuación; luego comenta algo más con Ella.

María, necesito que me acompañes, que estés conmigo todo el día. Me gustaría darme más cuenta de que realmente te tengo a mi lado en todo momento; aprovecharé si me ayudas cada imagen tuya que vea para decirte algo, recordarlo y contar contigo. Gracias, "Compañera".

 



SILENCIO Y ESCUCHA DE LA PALABRA

utor: P. Fernando Pascual LC | Fuente: Catholic.net
Silencio y escucha de la Palabra
Hagamos silencio para escuchar la Palabra de Dios y meditarla, para que ella siga morando, viviendo y hablándonos a lo largo de todos los días.
 
Silencio y escucha de la Palabra



El mundo moderno nos bombardea con noticias y ruidos, con músicas y discusiones, con “blogs” y mensajes de todo tipo. Al mismo tiempo, nuestros corazones generan pensamientos y emociones que aturden y arrastran, que encandilan y casi “drogan” nuestro espíritu.

La semilla no puede dar fruto si el alma vive prisionera de mil preocupaciones, angustias, apegos, zozobras. Para que la semilla empiece su camino vigoroso, antes hay que escardar, limpiar, zanjar, proteger el terreno del espíritu.

Escuchar la Palabra, el mensaje de Dios a los hombres, es imposible si nos faltan espacios de silencio. Como explica el Papa Benedicto XVI, “la palabra sólo puede ser pronunciada y oída en el silencio, exterior e interior. Nuestro tiempo no favorece el recogimiento, y se tiene a veces la impresión de que hay casi temor de alejarse de los instrumentos de comunicación de masa, aunque sólo sea por un momento. Por eso se ha de educar al Pueblo de Dios en el valor del silencio. Redescubrir el puesto central de la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia quiere decir también redescubrir el sentido del recogimiento y del sosiego interior” (exhortación apostólica postsinodal “Verbum Domini”, n. 66).

Si adoptamos una sana actitud de silencio, el corazón empieza a estar abierto a la acogida de la Palabra de Dios, como la Virgen, como los santos. Así lo explica el Papa: “La gran tradición patrística nos enseña que los misterios de Cristo están unidos al silencio, y sólo en él la Palabra puede encontrar morada en nosotros, como ocurrió en María, mujer de la Palabra y del silencio inseparablemente. Nuestras liturgias han de facilitar esta escucha auténtica: Verbo crescente, verba deficiunt” (“Verbum Domini”, n. 66).

Esto vale, como señala Benedicto XVI en el texto antes citado, de modo especial para la Liturgia: “Este valor ha de resplandecer particularmente en la Liturgia de la Palabra, que «se debe celebrar de tal manera que favorezca la meditación». Cuando el silencio está previsto, debe considerarse «como parte de la celebración». Por tanto, exhorto a los pastores a fomentar los momentos de recogimiento, por medio de los cuales, con la ayuda del Espíritu Santo, la Palabra de Dios se acoge en el corazón” (“Verbum Domini”, n. 66).

Si pasamos a través de los dinteles del silencio y del recogimiento, interno y externo, entramos en la escuela en la que habla el verdadero Maestro, Jesucristo. Él está, respetuosamente, junto a la puerta de nuestros corazones. “Estoy a la puerta llamando: si alguien oye y me abre, entraré y comeremos juntos” (Ap 3,20).

Por eso, al finalizar el texto de la exhortación “Verbum Domini”, el Papa invita a todos los católicos a fomentar un clima adecuado a la escucha con la ayuda del silencio.

“Hagamos silencio para escuchar la Palabra de Dios y meditarla, para que ella, por la acción eficaz del Espíritu Santo, siga morando, viviendo y hablándonos a lo largo de todos los días de nuestra vida. De este modo, la Iglesia se renueva y rejuvenece siempre gracias a la Palabra del Señor que permanece eternamente (cf. 1Pe 1,25; Is 40,8). Y también nosotros podemos entrar así en el gran diálogo nupcial con que se cierra la Sagrada Escritura: «El Espíritu y la Esposa dicen: ‘¡Ven!’. Y el que oiga, diga: ‘¡Ven!’... Dice el que da testimonio de todo esto: ‘Sí, vengo pronto’. ¡Amén! ‘Ven, Señor Jesús’» (Ap 22,17.20)” (“Verbum Domini” n. 124).


  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Fernando Pascual LC

    PENSAMIENTO DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA



    Pensamiento 

    El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.  

    Beata Madre Teresa de Calcuta

    martes, 9 de agosto de 2011

    LAS PERSONAS...

    Las Personas.. 
     
    Las personas que comparten un mismo rumbo y tienen sentido de comunidad pueden llegar adonde lo deseen más fácil y rápidamente, porque van apoyándose mutuamente.

    Cuando nos mantenemos uno al lado del otro, apoyándonos y acompañándonos, podemos conformar un verdadero equipo, entonces podremos afrontar todo tipo de situaciones.

    Cuando entendemos el verdadero valor de la amistad, la vida será más simple y el vuelo de cada año más placentero.

    Necesitamos trabajar en equipo; lo que uno no tiene lo tiene el otro y de esa manera nos complementamos.

    La madre Teresa dijo “Yo puedo hacer lo que tu no puedes, y tu puedes hacer lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas”.

    Del libro "Cómo Alcanzar tu Máximo Potencial"
    de Bernardo Stamateas
     

    JOYAS DEL PENSAMIENTO


     Joyas del pensamiento

    1. Los caminos del hombre llevan a un fin sin esperanza… los de Dios, a una esperanza sin fin.

    2. El mucho arrodillarnos nos mantendrá en buena condición.

    3. Quien se arrodilla delante de Dios puede estar de pie frente a todos.

    4. ¡Ejercitémonos diariamente! Caminemos con el Señor.

    5. En la narración de la vida, el diablo podrá ser una coma, pero nunca le permitamos ser el punto.

    6. No pongamos un signo de interrogación donde Dios ha colocado un punto.

    7. Al orar, no demos instrucciones a Dios, simplemente pongámonos a Su servicio.

    8. No esperemos que seis hombres fuertes nos lleven a la iglesia.

    9. Advertencia: la exposición al Hijo pudiera prevenir que nos quemásemos.

    10. No pretendamos cambiar el mensaje de Dios… permitamos que este nos cambie a nosotros.

    11. Cuando Dios ordena, Él sustenta.

    12. La mayoría de la gente quiere servir a Dios, pero en un rol asesor.

    13. Nunca le demos al diablo un aventón… él siempre querrá conducir.

    14. La preocupación es el cuarto de revelado en el que lo negativo se revela.

    15. Nada arruina tanto la verdad como el estirarla.

    16. Seamos pescadores de hombres… nosotros los pescamos y Dios los limpia.

    Dios no llama a los calificados, sino que califica a los llamados.

    Estas frases son joyitas del pensamiento que se centra en Dios y sus bondades y reconocen cuán significativo es mantener una relación con nuestro Salvador en medio de una cultura que pareciera darle la espalda cada vez con más frecuencia.

    Ahora bien, comprendo que para algunos, el problema consiste en una falta de claridad en cuanto a qué quiere Dios de sus vidas. Permitamos al Espíritu Santo utilizar las Sagradas Escrituras para revelarnos precisamente eso: ¡qué quiere Dios de nosotros!

    Lo maravilloso con el Señor es que… ¡nunca es demasiado tarde!


    Raúl Irigoyen





    ¿De verdad se puede dialogar con Dios? ¿Cómo?

    Autor: P Evaristo Sada LC | Fuente: www.la-oracion.com
    ¿De verdad se puede dialogar con Dios? ¿Cómo?
    Nos explican que orar es escuchar a Dios, pero a Dios no le escuchamos como oímos los sonidos, ni como escuchamos las palabras de un amigo...
     
    ¿De verdad se puede dialogar con Dios? ¿Cómo?


    Nos dicen que busquemos a Dios en todas las cosas, pero en realidad no lo vemos de la misma manera en que vemos a las demás personas. Nos explican que orar es escuchar a Dios, pero a Dios no le escuchamos como oímos los sonidos, ni como escuchamos las palabras de un amigo en una conversación.

    Efectivamente, sólo vemos y escuchamos a Dios mediante la fe y el amor.

    Alcanzar lo invisible a través de medios visibles

    Dios se vale de algunos medios para que le alcancemos a Él, que es invisible, a través de algunas realidades visibles y tangibles. Él se nos revela a través de algunos medios, como son Su Palabra, la Sagrada Eucaristía, las creaturas, la historia, los símbolos e imágenes, etc. De diversas maneras descubrimos Su presencia y escuchamos Su voluntad a través de estos medios. Alcanzamos lo invisible mediante lo visible.

    La Palabra de Dios

    Me refiero ahora a uno de estos medios que tenemos a nuestro alcance para escuchar a Dios y dialogar con Él: la Palabra de Dios. En ella lo veneramos y en ella lo vamos conociendo cada día más, tal y como Él quiso revelarse

    “La novedad de la revelación bíblica consiste en que Dios se da a conocer en el diálogo que desea tener con nosotros. (…) Dios se nos da a conocer como misterio de amor infinito en el que el Padre expresa desde la eternidad Su Palabra en el Espíritu Santo. (…) El Verbo, que desde el principio está junto a Dios y es Dios, nos revela al mismo Dios en el diálogo de amor de las Personas divinas y nos invita a participar en él.” (Verbum Domini, 6)

    Dios ha hablado y sigue hablando

    Pero la Palabra de Dios no es estática o muerta. La Palabra de Dios encierra una riqueza y una virtualidad inmensas que el Espíritu Santo nos va descubriendo a cada uno personalmente en la oración. Se nos revela, se nos da a conocer a lo largo de la historia, de nuestra historia y en el interior de nuestra conciencia cuando hacemos de la Palabra de Dios objeto privilegiado de nuestra meditación diaria. La oración centrada en la Palabra de Dios tiene sello de garantía y autenticidad.

    “Dios invisible, movido de amor, habla a los hombres como amigos, trata con ellos para invitarlos y recibirlos en su compañía” (Dei Verbum, 2)

    Interiorizar y actualizar la Palabra

    Cuando meditamos la Palabra de Dios y la hacemos materia de nuestra oración en la intimidad del propio corazón, se da una conversación personal entre Dios y cada uno de sus hijos. Es como una carta que Dios me escribe personalmente a mí. Nuestra tarea en la oración consiste en leerla con atención, meditarla y contemplarlo a Él interiorizando la Sagrada Escritura en nuestra conciencia y nuestro corazón y actualizándola en el aquí y el ahora de nuestra historia.

    Al interiorizar la Palabra de Dios, el Espíritu Santo me habla a mí personalmente. Al actualizar la Palabra de Dios, se aplica y toma sentido en mi existencia. Se convierte en vida. Es así como se da el diálogo entre Dios y sus hijos.

    “En los libros sagrados, el Padre, que está en el cielo, sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos. Y es tan grande el poder y la fuerza de la Palabra de Dios, que constituye sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual.” Dei Verbum, 21.

    Un ejemplo: carta de amor del Padre

    Vamos a poner un ejemplo, valiéndonos de esta “Carta de amor del Padre” que cayó en mis manos hace algunos meses. Es una recopilación de textos y referencias de la Sagrada Escritura en clave del amor del Padre.

    Esta carta de amor del Padre ofrece materia de meditación y contemplación para muchas horas de oración. A mí me ha servido para dialogar con Dios de manera íntima, profunda y provechosa. Su Palabra me interpela personalmente conforme la voy interiorizando y actualizando, sin prisas.

    Es probable que no me conozcas, pero yo te conozco perfectamente bien... Salmos 139.1
    Sé cuando te sientas y cuando te levantas... Salmos 139.2
    Todos tus caminos me son conocidos... Salmos 139.3
    Pues aún tus cabellos están todos contados... Mateo 10.29-31
    Porque fuiste creado a mi imagen... Génesis 1.27
    En mi vives, te mueves y eres… Hechos 17.28
    Porque linaje mío eres... Hechos 17.28
    Antes que te formase en el vientre, te conocí… Jeremías 1.4-5
    Fuiste predestinado conforme a mi propósito… Efesios 1.11-12
    No fuiste un error... Salmo 139.15
    En mi libro estaban escritos tus días… Salmos 139.16
    Yo determiné el momento exacto de tu nacimiento y donde vivirías… Hechos 17.26
    Tu creación fue maravillosa… Salmos 139.14
    Te hice en el vientre de tu madre… Salmos 139.13
    Te saqué de las entrañas de tu madre… Salmos 71.6
    He sido mal representado por aquellos que no me conocen… Juan 8.41-44
    No estoy enojado ni distante de ti; soy la manifestación perfecta del amor… 1 Juan 4.16
    Y deseo derramar mi amor sobre ti... 1 Juan 3.1
    Simplemente porque eres mi hijo y yo soy tu padre… 1 Juan 3.1
    Te ofrezco mucho más de lo que te podría dar tu padre terrenal… Mateo 7.11
    Porque soy el Padre perfecto… Mateo 5.48
    Toda buena dádiva que recibes viene de mi… Santiago 1.17
    Porque yo soy tu proveedor que suple tus necesidades… Mateo 6.31-33
    Mi plan para tu futuro está lleno de esperanza… Jeremías 29.11
    Porque te amo con amor eterno… Jeremías 31.3
    Mis pensamientos sobre ti se multiplican más que la arena en la orilla del mar… Sal 139,17-18
    Y me regocijo sobre ti con cánticos… Sofonías 3.17
    Nunca me volveré atrás de hacerte bien… Jeremías 32.40
    Tú eres mi especial tesoro… Éxodo 19.5
    Deseo afirmarte de todo corazón y con toda mi alma… Jeremías 32.41
    Y te quiero enseñar cosas grandes y ocultas que tú no conoces… Jeremías 33.3
    Me hallarás, si me buscas de todo corazón… Deuteronomio 4.29
    Deléitate en mí y te concederé las peticiones de tu corazón… Salmo 37.4
    Porque yo inspiro tus deseos… Filipenses 2.13
    Yo puedo hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pides o entiendes… Efesios 3.30
    Porque yo soy quien más te alienta… 2 Tesalonicenses 2.16-17
    Soy también el Padre que te consuela en todos tus problemas… 2 Corintios 1.3-4
    Cuando tu corazón está quebrantado, yo estoy cerca a ti… Salmos 34.18
    Como el pastor lleva en sus brazos a un cordero, yo te llevo cerca de mi corazón… Isaías 40.11
    Un día enjugaré toda lágrima de tus ojos… Apocalipsis 21.3-4
    Y quitaré todo el dolor que has sufrido en esta tierra… Apocalipsis 21.3-4
    Yo soy tu Padre, y te he amado como a mi hijo, Jesucristo… Juan 17.23
    Porque te he dado a conocer mi amor en Jesús… Juan 17.26
    Él es la imagen misma de mi sustancia... Hebreos 1.3
    Él vino a demostrar que yo estoy por ti y no contra ti… Romanos 8.31
    Y para decirte que no tomaré en cuenta tus pecados… 2 Corintios 5.18-19
    Porque Jesús murió para reconciliarnos... 2 Corintios 5.18-19
    Su muerte fue mi máxima expresión de amor por ti… 1 Juan 4.10
    Entregué todo lo que amaba para ganar tu amor… Romanos 8.31-32
    Si recibes el regalo de mi Hijo Jesucristo, me recibes a mí… 1 Juan 2.23
    Y nada te podrá volver a separar de mi amor… Romanos 8.38-39
    Vuelve a casa y participa en la fiesta más grande que el Cielo ha celebrado… Lucas 15.7
    Siempre he sido y por siempre seré tu Padre… Efesios 3.14-15
    Mi pregunta es... ¿Quieres ser mi hijo? Juan 1.12-13
    Aquí te espero… Lucas 15.11-32

    Con amor, tu Padre

    BASÍLICA DE GUADALUPE


    BASÍLICA DE GUADALUPE

    Un hecho extraordinario se produjo, en México, durante la mañana del 14 de diciembre de 1921, cuando la Basílica de Guadalupe se encontraba vacía de feligreses.

    Luciano Pérez, un gigantesco obrero de la construcción, entró en la iglesia llevando un ramo de flores muy grande, proporcionado a su enorme tamaño. De haberse encontrado en aquellos momentos algún observador en la basílica, quizá se hubiera sorprendido de que Luciano Pérez llevara el ramo con las dos manos y los músculos contraídos, dada la extraordinaria fuerza física que se le atribuía; tanta fuerza tenía, se decía, que le permitía arrojar con facilidad un ladrillo hasta el tercer piso de una casa en construcción. En efecto, le pesaba tanto porque el interior del ramo contenía una pesadísima carga de dinamita.

    Luciano Pérez, subió las gradas del altar y depositó a los pies de la Virgen de Guadalupe la ofrenda floral. Se marchó y poco después explotó la potentísima carga de dinamita. El mármol de las gradas del altar quedó hecho añicos, los candelabros y objetos de metal se doblaron y retorcieron como si fueran de goma, todos los cristales se rompieron incluidos los de los edificios vecinos, pero el cristal de la Virgen de Guadalupe ni siquiera se agrietó: "Este hecho -concluyen los expertos- no puede ser explicado científicamente".

    ¿Por qué Dios quiere estos hechos milagrosos? Para decirnos bien claro que la Virgen existe y que el amor de los cristianos hacia Ella nada podrá destruirlo.

    Santa María, ya se ve que Dios tiene interés en dejarnos muy claro a los hombres que Él tiene una predilección grande por Ti. Es incapaz de negarte nada: por algo eres su Madre. Confío en Ti más que en nadie.

    Ahora puedes seguir hablando, amarla con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.


    Texto escrito por José Pedro Manglano Castellary (Sacerdote)

    ABRAZOTERAPIA...


    Abrazoterapia

    Abrazoterapia es una sesión de abrazos que, además de hacernos sentir bien, nos permite reafirmar una aceptación como personas. También aliviar dolor, depresión y ansiedad.
     
    Parece increíble todo lo que puede curar, compensar, mejorar y prevenir un simple y amoroso abrazo.
     
    El contacto físico va mucho más allá del tema sexual; este tiene poderes curativos y amplía nuestro bienestar emocional.
    Sería bueno recordar cuando éramos chicos y, al caernos y estar llorando, papá o mamá venían, nos abrazaban y, casi por arte de magia, el dolor desaparecía.
     
    El abrazo nos ayuda a expresar lo que sentimos más allá de las palabras, nos permite usar la sabiduría intuitiva, esa que no tiene palabras y nos hace escuchar con el corazón.

    Los abrazos, además de hacernos sentir bien, se emplean para aliviar el dolor, la depresión y la ansiedad. Esto ha sido comprobado. Además, provocan alteraciones fisiológicas positivas en quien toca y en quien es tocado. Por si fuera poco, acrecienta la voluntad de vivir a muchos enfermos.


    lunes, 8 de agosto de 2011

    LOS AMIGOS DE INTERNET


    LOS AMIGOS DE INTERNET

    Uno de los mejores regalos que nos hace la vida son los amigos .Los encontrás donde quieras que estés. 

    Pero no todos nuestros amigos son iguales , hay unos muy particulares. 
    Estos amigos especiales que nunca se han mirado a los ojos, que carecen del abrazo apretado, de una palmada en el hombro se han encontrado sin duda en un plano donde los intereses no existen, donde no hay compromiso alguno más que el de la propia voluntad .

    Se encuentran a diario porque realmente lo desean, se buscan desesperados porque necesitan saber uno del otro. Se apoyan, se ayudan, se consuelan. Conocen del otro tanto como de sí mismos: sus gustos, sus sentimientos, sus actividades diarias, sus entornos, sus familias, todo lo que tienen y lo que es mejor y por lo general no tan expuesto,  conocen sus sueños más profundos .

    Estos amigos que tal vez jamás se encuentren ni siquiera a tomar un café, se quieren y hacen de la amistad un culto. Ellos son los AMIGOS DE INTERNET, los que tenemos la suerte de tener uno o muchos de ellos sabemos lo importante  que es sentir que a pesar de todos los problemas que podamos tener o lo solos que nos podamos sentir en esta vida , ellos siempre están para alentarnos y acariciarnos el corazón con las palabras más bellas del mundo .

    A MIS AMIGOS Y AMIGAS VIRTUALES con todo mi amor y mi más profundo agradecimiento .

    * Por ayudarme a aflorar lo mejor de mí y aún cuando ven lo peor me aceptan y me quieren . 

    * Por crear juntos momentos divertidos y reírnos hasta el cansancio . 

    * Por consolarme en los momentos difíciles y secar mis lágrimas con tanto cariño 

    * Por compartir " el tiempo " , ese pedacito de vida tan preciado e inolvidable en el cual nos hicimos " TAN GRANDES AMIGOS . "





    CUANDO EL MUNDO GRITA:!NO TE CONVIERTAS!

    Autor: Oscar Schmidt | Fuente: www.reinadelcielo.org
    Cuando el mundo grita: ¡No te conviertas!
    No te dejes confundir, sigue adelante. Las cosas del mundo no son importantes, son temporales y perecederas.
     
    Cuando el mundo grita: ¡No te conviertas!
    Mucha gente, en algunos casos hasta con supuestas buenas intenciones, obra de freno a la conversión de quieres descubren de forma fulminante la necesidad de vivir para y por Dios. Y se escuchan argumentaciones que confunden y muchas veces frenan el camino del crecimiento espiritual. Hemos recogido algunas frases que deseamos compartir, a modo de advertencia y consuelo, a quienes luchan por sostenerse en el camino de la fe:

    • ¿Porqué rezas tanto?. Con un poco es suficiente, eso no es normal.
    • Estás cambiado, tu vida es distinta. Ya no haces las cosas que hacías antes, nos has dejado solos, solo hablas de Dios, ¡eso no es normal!.
    • No hables así, casi nadie lo hace. Tendrás problemas en tu trabajo si tu jefe se da cuenta que piensas de ese modo, ¡eso no es normal!.
    • ¿Por qué llevas medallas, tu Rosario y tu escapulario?. ¿No puedes pensar en las cosas en que piensa todo el mundo y actuar normal?.
    • ¿Por qué estás tan preocupado por tu alma?. Dios es un papá bueno, nada malo nos puede pasar, solo debemos vivir.
    • ¿Por qué hablas del demonio y del infierno?. ¡Dios no podría permitir la existencia de cosas tan espantosas!.
    • ¿Cómo que ayunas?. ¡Debes cuidar más tu cuerpo!.
    • Tú no haces mal a nadie, ¿por qué te preocupas tanto de tu salvación?. ¡Que me quedaría a mi entonces!.
    • ¿Por qué vas a Misa tan seguido y oras tanto?. ¿Estás acaso enfermo, te pasa algo malo?.
    • A ti que rezas tanto e igual te acosan los problemas, ¿no te protegen desde arriba?.
    • Oye, me da mucho miedo verte así, ¿Qué te pasa?. ¡Ya no eres el de antes!.
    • No te veo normal, tengo miedo que estés en algo raro, ¿con qué personas te estás reuniendo últimamente?.


    Esta fuerza que trata de frenar la conversión, planteándola como algo anormal y ajeno a lo que la gente espera de uno, puede minar las mejores intenciones.

    Pero algo nos debe quedar en claro: en un mundo que se ha alejado totalmente de Dios, no hay cabida sencilla para vivir entregando la Voluntad al Creador. La existencia de dificultades es una evidencia clara que indica que el camino parece ser el correcto, y ello debe fortalecernos. Nada que se haga para la obra de Dios es fácil, siempre encuentra resistencias.

    Cuanto más buenos los efectos salvíficos, más dificultades pondrá el mundo.

    Cuanto el acoso amenace con tumbar tu brote de fe renovada, mírate en tu interior y observa:

    Oro, amo, imploro, pido perdón y me esfuerzo por hacer lo que Dios espera de mi, aunque muchas veces no esté seguro de estarlo haciendo realmente. Busco conocer a Dios, sobre Sus revelaciones, leo sobre los santos como modelo a seguir, gozo la Eucaristía como encuentro renovado en Cristo. Me beneficio del Sacramento de la Confesión. Sin dudas puedo cometer errores, pero:

    ¿Acaso puede Dios no estar contento con mis esfuerzos?.

    No te dejes confundir, sigue adelante. Solo busca trabajar y orar. Ora y labora, las cosas del mundo no son importantes, son temporales y perecederas.

    ¡Solo Dios basta!.



  • Preguntas o comentarios al autor
  • Oscar Schmidt

    ORACIÓN A DIOS: MI OFRENDA


    Ofrenda

    Soy tuyo(a), Señor, tómame toda:
    Mis manos vacías de esperanza, para que Tú la llenes,mis labios mudos de plegaria, enséñame a rezar,mis ojos ciegos de rocíos, enjúgalas Señor,mi alma desnuda de quereres, llénalas de amor...

    Te entrego mi alma, con todos sus secretos,y con siete llaves, ¡cuídalas Señor!Borra las palabras que retumban en mi oído,cesa los latidos que tercos me recorreny llena mis ojos con luces de tu sol...

    Soy tuyo(a), Señor, tómame toda:
    No dejes que se filtren aquellos recuerdos,arrulla mis insomnios con tus dulces sueños;no tengas pena de mis atardeceres,la soledad contigo es fresco manantial,lléname de Ti mi dulce dueño...

    Ninfa Duarte
    -Paraguay-
     
               

    EL REZO DEL ÁNGELUS

     


    EL REZO DEL ÁNGELUS

    El rezo del Ángelus es muy antiguo; data del tiempo de Las Cruzadas, en los siglos XI y XII, en que los cristianos que marchaban a reconquistar la Tierra Santa se encomendaban a la Santísima Virgen rezando tres Avemarías por la mañana, al mediodía y al atardecer.

    Más tarde, se introdujeron delante de cada Avemaría unas jaculatorias que recuerdan el momento más excelso de la historia, la Encarnación del Hijo de Dios.

    Durante el tiempo Pascual (los días que siguen al Domingo de Resurrección) en lugar del Ángelus se reza el "Reina del Cielo", que nos recuerda la alegría de la Santísima Virgen por la Resurrección de su Hijo.

    ¡Qué gozada, a las doce en punto, en el momento central del día, unirte al Papa y a todos los cristianos, desde donde estés, para recordar a María el momento más grande de su vida! ¡Es un gran detalle con Ella! Ponte la alarma del reloj o algo que te lo recuerde, y dale esa alegría.

    ¡Madre mía hasta las doce de todos los días!

    Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído. Después termina con una oración final
    .
     
     




    VIVIR COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA ...


    Vivir como si fuera el último día

    Un chico nació con cáncer, un cáncer que no tenía cura. Él tenía 17 años y podría morir en cualquier momento. Siempre vivió en su casa, bajo el cuidado de su madre. Ya estaba harto y decidió salir solo por una vez. Le pidió permiso a su madre y ella aceptó.

    Caminando por su calle vio muchas tiendas. Al pasar por una de música y, al ver el mostrador, notó la presencia de una niña muy guapa, de su edad: fue amor a primera vista. Abrió la puerta y entró sin mirar nada que no fuera ella. Acercándose poco a poco llegó al mostrador donde se encontraba ella. Lo miró y le dijo sonriente.

    "¿Te puedo ayudar en algo?".

    Mientras él pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en toda su vida, sintió el deseo de besarla en ese mismo instante. Tartamudeando le dijo:

    "Sí, eeehhh... uuuhhh... mmm... me... me gustaría comprar un... CD".

    Sin pensar tomó el primero que vio y le dio el dinero.

    "¿Quieres que te lo envuelva?" -preguntó la niña sonriendo de nuevo.

    Él respondió que sí moviendo la cabeza, y ella fue al almacén para volver con el paquete envuelto y entregárselo. Él lo tomó y salió de la tienda. Se fue a su casa y, de ese día en adelante visitó la tienda todos los días para comprar un CD. Siempre se los envolvía la niña para, luego, llevárselos a su casa y meterlos en una caja. Él era muy tímido para invitarla a salir y, aunque lo intentaba, no podía.

    Su mamá se enteró de esto e intentó animarlo a que se aventurara; así que al día siguiente se armó de valor y se dirigió a la tienda. Como todos los días, compró otra vez un CD y, como siempre, ella se fue atrás para envolverlo. Él tomó el CD y, mientras ella no estaba mirando, rápidamente dejó su teléfono en el mostrador y salió corriendo de la tienda.

    Al día siguiente el muchacho no fue a la tienda y ella le llamó. Su mamá contestó. La madre desconsolada comenzó a llorar mientras decía:

    "¿No lo sabes? Mi hijo murió ayer".

    Hubo un silencio prolongado, excepto los lamentos de la madre. Días más tarde, la mamá entró en el cuarto de su hijo para recordarlo. Decidió empezar por ver su ropa, así que abrió su armario. Para su sorpresa se encontró con montones de CD's envueltos. Ni uno estaba abierto. Le causó curiosidad ver tantos, y no se resistió; tomó uno y se sentó sobre la cama para verlo. Al hacer esto, un pedazo de papel salió de la cajita de plástico.

    La mamá lo recogió para leerlo y decía:
    "¡Hola! Estás súper guapo. ¿Quieres salir conmigo? Te quiero mucho. Sofía"

    De tanta emoción la madre abrió otro y otro pedazo de papel y todos decían lo mismo.


    Moraleja: Así es la vida. No esperes demasiado para decirle a ese alguien especial lo que sientes; díselo hoy, mañana puede ser tarde.
    (Colaboración de Yaileen
    Enviado por Martha Patricia Ramirez)

     
     

    domingo, 7 de agosto de 2011

    LA FUERZA DE LA FE...

    LA FUERZA DE LA FE...
     
    Jesús acababa de realizar el milagro de la multiplicación de panes y peces. Hoy nos dice el evangelio que “obligó a sus discípulos a marcharse en la barca mientras El despedía a la gente”. Este es un gesto severo por parte de Jesús, que realiza cuando tiene alguna tentación. La tentación, según nos cuenta el evangelista san Juan, era que la gente, después del milagro, quería proclamar a Jesús como rey. No habían entendido el sentido mesiánico de la vida de Jesús sufriente y servidor. Pensaban en un Mesías triunfante, que, como entonces, les pudiera dar siempre de comer. Jesús sabía que los apóstoles no estaban lejos de esas ideas y que se unirían a la idea de proclamarlo rey material. Por eso les obliga a marcharse y con paciencia procura tratar de convencer a la gente para que se vayan en paz. Jesús entonces se retira al interior de aquel monte a orar. Pediría fuerzas a su Padre para continuar en su misión.

    Se nos habla después de la tormenta que se suscita en torno a la barca donde iban los apóstoles. Según el modo oriental de escribir, aquí de manera simbólica quiere hablar de varias tormentas. En primer lugar la tormenta que había en el alma de los apóstoles. Luchaban con la idea que habían aprendido siempre sobre el sentido de grandeza humana que se daba al Mesías y lo que veían hacer y decir a Jesús. En su alma se mezclaba la fe con la duda. También en nosotros hay fe y hay tempestades. El poder de Jesús no consiste en que no se levanten tempestades, sino en que se haga sentir en medio de ellas. Por eso Jesús se hace presente en medio de la tempestad.

    Dice el evangelio que Jesús se acercó caminando sobre el agua. El agua, según el lenguaje simbólico de la Biblia, representa muchas veces las fuerzas del mal. Jesús siempre está por encima del mal para darnos la paz en el bien. Dios siempre nos da la paz. Todo lo que produce intranquilidad no es de Dios, sino del diablo. Los apóstoles creen que es un fantasma y gritan; pero Pedro, que es el más voluntarioso, cuando ha escuchado la voz de su Maestro, que les quiere dar confianza, le pide su permiso para caminar hacia El y Jesús le dice: “Ven”.

    En nuestra vida también hay momentos donde se nos hace difícil tomar una decisión, porque nos parece que todo está en contra. Si escuchamos la voz de Dios que nos dice: “ven”, vayamos con valentía. La fe serena en el Señor nos da las fuerzas para no hundirnos en nuestros temores e inseguridades.

    Y san Pedro comenzó a hundirse. Su fe se tambaleó ante las dificultades: Dejó de mirar a Jesús y se fijó más en las dificultades que lo rodeaban. Pero gritó: “Señor, sálvame”. Este es el gran ejemplo para nuestra vida. Habrá momentos en que todo parece que se hunde y aun las cosas que creemos haber hecho para la gloria de Dios. En esos momentos tengamos al menos la suficiente fe como para clamar a Dios: “Sálvame”. Y en verdad que sentiremos la mano amorosa de Jesús que como a Pedro nos levanta. Quizá oigamos, como lo oyó Pedro, la voz cariñosa que nos advierte: “¿Por qué has dudado?”. Nosotros le digamos con amor: “Jesús, en ti confío”.

    Y subiendo Jesús a la barca, se calmó el viento. A través de los  comentaristas más antiguos este pasaje es símbolo de lo que pasa en la Iglesia. Quizá san Mateo lo escribía pensando ya en lo que pasaba en su comunidad cristiana. A través de la historia ha tenido y tiene la Iglesia muchas dificultades que provienen desde el interior y del exterior de ella. Ha habido muchos escritores que han creído que esa barca eclesial estaba ya a pique. Pero desconocían la fuerza de la presencia de Jesús en ella. No es sólo una presencia simbólica y externa, como puede ser representada en la jerarquía, que puede fallar o la pueden hacer desaparecer por cierto tiempo, sino es una presencia real, positiva, que a veces se deja sentir en medio de una gran tormenta o que a veces se presenta en ella y en cada uno de nosotros de una manera suave como la brisa. Así se manifiesta la presencia de Dios al profeta Elías en la primera lectura de hoy, cuando está perseguido y cree que todo está hundido

    Enviado por el P. Silverio Velasco (España)






    PENSAMIENTO DE MADRE TERESA DE CALCUTA

    Nuestros sufrimientos...

     Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.
     
    Madre Teresa de Calcuta. 

    ORACIÓN A SAN CAYETANO


    ORACIÓN  A SAN CAYETANO

    Glorioso San Cayetano,
    aclamado por todos los pueblos
    padre de providencia porque socorres con grandes milagros
    a cuantos te invocan en sus necesidades:
    acudo a tu altar,  suplicando que presentes al Señor
    los deseos que confiadamente deposito en tus manos.

    (Aquí se expresan las gracias que se desea obtener)


    Haz que estas gracias,

    que ahora te pido, me ayuden a buscar siempre el Reino de Dios y su Justicia,  sabiendo que Dios
    (que viste de hermosura las flores del campo
    y alimenta con largueza las aves del cielo)
    me dará las demás cosas por añadidura.
    Amén.

    sábado, 6 de agosto de 2011

    INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA - BENDÍCENOS


    LA TRANSFIGURACIÓN DE JESÚS

    LA TRANSFIGURACIÓN 

    Hoy, el Evangelio nos habla de la Transfiguración de Jesucristo en el monte Tabor. Jesús, después de la confesión de Pedro, empezó a mostrar la necesidad de que el Hijo del hombre fuera condenado a muerte, y anunció también su resurrección al tercer día. En este contexto debemos situar el episodio de la Transfiguración de Jesús. Atanasio el Sinaíta escribe que «Él se había revestido con nuestra miserable túnica de piel, hoy se ha puesto el vestido divino, y la luz le ha envuelto como un manto».

    El mensaje que Jesús transfigurado nos trae son las palabras del Padre: «Éste es mi Hijo amado; escuchadle» (Mc 9,7). Escuchar significa hacer su voluntad, contemplar su persona, imitarlo, poner en práctica sus consejos, tomar nuestra cruz y seguirlo.

    Con el fin de evitar equívocos y malas interpretaciones, Jesús «les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre hubiera resucitado de entre los muertos» (Mc 9,9). Los tres apóstoles contemplan a Jesús transfigurado, signo de su divinidad, pero el Salvador no quiere que lo difundan hasta después de su resurrección, entonces se podrá comprender el alcance de este episodio. Cristo nos habla en el Evangelio y en nuestra oración; podemos repetir entonces las palabras de Pedro: «Maestro, ¡qué bien estamos aquí!» (Mc 9,5), sobre todo después de ir a comulgar.

    El prefacio de la misa de hoy nos ofrece un bello resumen de la Transfiguración de Jesús. Dice así: «Porque Cristo, Señor, habiendo anunciado su muerte a los discípulos, reveló su gloria en la montaña sagrada y, teniendo también la Ley y los profetas como testigos, les hizo comprender que la pasión es necesaria para llegar a la gloria de la resurrección». Una lección que los cristianos no debemos olvidar nunca.

    Rev. D. +Joan SERRA i Fontanet (Barcelona, España)

    ORACIONES A LA VIRGEN MARÍA


    ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS


     
    Oración de San Francisco de Asís

    Señor, hazme un instrumento de tu paz.
    Donde haya odio, siembre yo amor;
    donde haya injuria, perdón;
    donde haya duda, fe;
    donde haya tristeza, alegría;
    donde haya desaliento, esperanza;
    donde haya sombras, luz.

    ¡Oh, Divino Maestro!
    Que no busque ser consolado sino consolar; que no busque ser amado sino amar; que no busque ser comprendido sino comprender; porque dando es como recibimos; perdonando es como Tú nos perdonas; y muriendo en Ti, es como nacemos a la vida eterna.



    LA TRANSFIGURACIÓN CAMBIA LA VIDA

    Autor: Pedro García, Misionero Claretiano | Fuente: Catholic.net
    La Transfiguración cambia la vida
    Los padecimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria que un día se nos revelará.
     
    La Transfiguración cambia la vida

    El hecho de la Transfiguración de Jesús en el monte Tabor tiene en los Evangelios una importancia muy grande. Como la tiene después para la vida de la Iglesia, que le consagra hoy una fiesta especial, la cual reafirma nuestra esperanza en el Señor Resucitado, pues sabemos que, cuando se nos manifieste, transformará nuestros cuerpos mortales, eliminando de ellos todas las miserias, y configurándolos con su cuerpo glorioso e inmortal...

    Lo que pasó en el Tabor lo sabemos muy de memoria.
    Jesús, al atardecer de aquel día, deja a los apóstoles en la explanada galilea y, tomando a los tres más íntimos --Pedro, Santiago y Juan--, se sube a la cima de la hermosa montaña.
    Pasa el Señor la noche en oración altísima, dialogando efusivamente con Dios su Padre, mientras que los tres discípulos se la pasan felices rendidos al profundo sueño...

    Al amanecer y espabilar sus ojos los discípulos, quedan pasmados ante el Maestro, que aparece mucho más resplandeciente que el sol...

    Se le han presentado Moisés y Elías, que le hablan de su próxima pasión y muerte...

    Se oyen los disparates simpáticos de Pedro, que quiere construir tres tiendas de campaña y quedarse allí para siempre...

    El Padre deja oír su voz, que resuena por la montaña y se esparce por todos los cielos: -¡Éste es mi Hijo queridísimo!...

    Y la palabra tranquilizante de Jesús, cuando ha desaparecido todo: -¡Animo! ¡No tengáis miedo! Y no digáis nada de esto hasta que yo haya resucitado de entre los muertos...

    Pedro recordará muchos años después en su segunda carta a las Iglesias:
    - Si os hemos dado a conocer la venida poderosa de nuestro Señor Jesucristo, no ha sido siguiendo cuentos fantasiosos, sino porque fuimos testigos de vista de su majestad. Cuando recibió de Dios Padre honor y gloria, y de aquella magnifica gloria salió la poderosa voz: ¡Éste es mi Hijo amadísimo en quien tengo todas mis delicias! Y fuimos nosotros quienes oímos esta voz cuando estábamos con él en la montaña santa.

    Este hecho del Tabor tuvo muchas repercusiones en la vida de Jesús y de los apóstoles.

    Sí, en la de Jesús ante todo. Porque Jesús no era insensible al dolor que se le echaba encima con la pasión y la cruz. La vista de la gloria que le reservaba el Padre por su obediencia filial fue para Jesús un estímulo muy grande al tener que enfrentarse con la tragedia del Calvario.

    Para los apóstoles, ya lo sabemos también. Acabamos de escuchar a Pedro. Y sabemos cómo la visión del Resucitado ante las puertas de Damasco fue para Pablo una experiencia extraordinaria, que supo transmitir después en sus cartas a las Iglesias: -¡Nuestro cuerpo, ahora sujeto a tantas miserias, será transformado conforme al cuerpo glorioso del Señor!...

    Así lo es también para nosotros. Porque la vida no se nos ofrece siempre risueña, sino que muchas veces nos presenta unas uñas bien aceradas.

    En esos momentos de angustia, recordamos con la visión del Tabor la palabra del apóstol San Pablo:
    - Comprendo que los padecimientos del tiempo presente no pueden compararse con la gloria que un día se nos revelará.

    Cuando todo nos va bien en la vida, solemos decir con Pedro --del que dice el Evangelio que no sabía lo que se decía--: ¡Qué bien se está aquí!...

    Pero es cuestión de dejar el Tabor para después. Ahora hay que subir a Jerusalén con Jesús. Es decir, hay que cargar con la cruz de cada día, porque en el Calvario nos hemos de encontrar con el Señor, para encontrarnos seguidamente con Él en el sepulcro vacío...

    La Transfiguración fue un paréntesis muy breve, aunque muy intenso, en la vida de Jesús. Detrás quedaban casi tres años de apostolado muy activo, en los que había predicado y hecho muchos milagros. Ahora había que enfrentarse con Getsemaní, la prisión, los tribunales, los azotes y el Gólgota. Pero la experiencia del Tabor le anima a seguir adelante sin decaer un momento.

    Para nosotros, es cuestión de mirar a nuestro Jefe y Capitán, Cristo Jesús.

    Hay que tener fe en Dios, cuando nos brinda la misma gloria que a Jesucristo.

    Porque si Dios nos ofrece el mismo cáliz que a su Hijo, es decir, la misma suerte en sus sufrimientos, es porque nos tiene destinados también a la misma gloria y felicidad que las de Jesucristo.

    Jesús se manifiesta en el Tabor, más que en ninguna otra ocasión, como el esplendor de la gloria del Padre. Nadie ha visto la gloria interna de Dios. Pero mirando a Jesús envuelto en una luz que opaca y anula del todo la luz del sol, nosotros llegamos a barruntar lo que es ese Dios que un día veremos cara a cara y que nos envolverá con sus esplendores. Esplendores que son ya ahora una realidad que llevamos dentro, aunque no los vemos. La Gracia del Bautismo nos ha transformado en esa luz que nos hace gratos, ¡y tan gratos!, a los ojos divinos...

    ¡Señor Jesucristo! ¡Qué grande, qué amoroso, y qué humilde, te muestras en el Tabor! ¿Cuándo, pero cuándo nos será dado gozar de aquel espectáculo que enloqueció a los discípulos?...

    Ya vemos que nos preparas cosa buena de verdad. El caso es que sepamos merecerla....

  • Preguntas o comentarios al autor
  • P. Pedro García Cmf
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