jueves, 17 de febrero de 2011

ORACIÓN A LA VIRGEN MARÍA


ORACIÓN POR LOS SACERDOTES



Oración por los sacerdotes 

Oh Jesús, Eterno Sacerdote ! guarda a tus sacerdotes al abrigo de tu Corazón. Guarda sin manchas sus manos consagradas que diariamente tocan tu santo Cuerpo, y limpios sus labios teñidos con tu preciosa Sangre.

Guarda puros sus corazones, marcados con el sello sublime del Sacerdocio, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine. Aumenta el número de tus apóstoles, que tu santo Amor los proteja de todo peligro.

Bendice sus trabajos y que el fruto de sus desvelos sea la salvación de muchas almas. que serán su consuelo aquí y su corona eterna. Amén.

LA COMUNIÓN ESPIRITUAL O COMUNIÓN DE DESEO

La Comunión espiritual o Comunión de deseo

Para cuando no se puede recibir a Jesús en la Eucaristía.

Consiste en orar con fe y con amor, expresando el deseo recibir a Nuestro Señor Jesucristo en el Sacramento de la Eucaristía y pidiendo recibirlo espiritualmente.


Oración personal para comunión espiritual

Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tu santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos.

LA EUCARISTÍA Y EL SACERDOTE




Eucaristía y sacerdote
Autor: P Antonio Rivero LC


El cura de Ars es ejemplo de amor a la Eucaristía. Se llamaba Juan María Vianney, nacido en Francia en 1786. Le tocó vivir toda la borrasca revolucionaria francesa y la epopeya de Napoleón. Entró al seminario y le costaron mucho sus estudios, pero la gracia de Dios hizo el resto. A los 29 años fue ordenado sacerdote.

Lo destinaron a Ars, un pueblito de 230 habitantes, pobres y decaídos, pues llevaban muchos años sin sacerdote, y unos salones de baile hacían sus estragos.

Llegó confiado en Dios y comenzó a rezar, a celebrar la santa Misa, a pasarse largos ratos ante el Sagrario. Después de diez años, Ars estaba completamente transformada.

Pobre, sufrido, asceta, piadoso, mortificado y probado por la furia de Satanás, al ver que su confesonario era un imán para muchos pecadores que venían de varias partes de Europa. Se pasaba quince horas diarias confesando.

Murió a los 63 años de edad, agotado por su intenso trabajo pastoral. Fue canonizado 76 años después de su muerte por Pío XI.

Se pueden destacar varias virtudes del Cura de Ars, que el beato Juan XXIII en 1959 recoge en una maravillosa encíclica llamada “Sacerdotii nostri primordia”, al festejar el centenario del Cura de Ars. El Papa presenta al cura de Ars como modelo de ascesis, oración y celo pastoral. Quiero detenerme aquí sólo en su oración eucarística.

Sus últimos treinta años de vida los pasó en la Iglesia, junto al Sagrario. Su devoción a Cristo Eucaristía era realmente extraordinaria. Decía él: “Está allí aquél que nos ama tanto, ¿por qué no le hemos de amar nosotros igual?”.

El Cura de Ars amaba tanto a Cristo Eucaristía y se sentía irresistiblemente atraído hacia el tabernáculo. “No es necesario hablar mucho, se sabe que el buen Dios está ahí en el Sagrario, se le abre el corazón, nos alegramos de su presencia. Y esta es la mejor oración”.

No había ocasión en que no inculcase a los fieles el respeto y el amor a la divina presencia eucarística, invitándolos a aproximarse con frecuencia a la Comunión, y él mismo daba ejemplo de esta profunda piedad. “Para convencerse de ello - refieren los testigos – bastaba verle celebrar la Santa Misa o hacer la genuflexión cuando pasaba ante el Sagrario”.

El ejemplo admirable del Cura de Ars conserva hoy todo su valor. Nada puede sustituir en la vida de un sacerdote, la oración silenciosa y prolongada ante el Sagrario.

En el Sagrario el sacerdote encuentra la luz para sus sermones y homilías. En el Sagrario el sacerdote encuentra la compañía que necesita para su corazón. ¿A dónde irá a consolar su corazón el sacerdote, si no es en el Sagrario? Cuando tiene que tomar alguna decisión importante, o afrontar algún problema, nada mejor que el Sagrario. Ahí lleva sus alegrías, sus penas, su familia, sus almas.

El Sagrario es para el sacerdote su lugar de descanso. Vive del Sagrario, de ahí saca la fuerza, el coraje, la decisión, la perseverancia en su vocación. El Sagrario es su punto de referencia para todo. “Él me mira y yo le miro”, como decía ese viejecito en Ars cuando se le preguntó que hacía tanto tiempo frente al Sagrario.

El Sagrario es escuela para el sacerdote. Ahí aprende de Jesús a inmolarse en silencio, a esconderse, a ser humilde.

miércoles, 16 de febrero de 2011

ALABANZA A LA VIRGEN MARÍA


Alabanza a la Virgen María

Virgen María, eres sosiego y ternura
eres la luz y la fe,
rezando tu Santo Rosario,
encuentro consuelo al dolor.
Perdona mi culpa
si en algo te falto,
pido al Señor vivir para alabarte.

Amén

CIEGA Y SORDA


Ciega y Sorda

Les cuento algo que pasó hace tiempo, pues estabamos, mis hijas y yo caminando por la calle, cuando derepente ví a una anciana parada en la orilla de la acera, nos extendió la mano, y dijó algo, que ni siquiera escuche, por que andaba en mis cosas., problemas y demás.
Sin pensarlo, ní intentar comprender lo que me dijó, automáticamente, puse mi mano al bolsillo y le dí unas monedas, y seguímos caminando a tomar nuestra movilidad.
Al dar la vuelta a la avenida para ir hacía donde nos dirijíamos, pude darme cuenta que la viejita extendía la mano a una persona y esta la ayudaba a cruzar.

ERA ESO LO QUE ELLA ME DIJÓ,
¡QUE LA AYUDARA A CRUZAR!

y yo ciega y sorda, no puse atención.

En ese instante, quería que retrocediera el tiempo y poder escuchar y ayudar a la anciana, y me preguntaba ¿Qué estarían sintiendo mis hijas?, ¿Cómo tomarían ellas la idea de ayudar a nuestros hermanos?, si yo que soy su madre, pues no les enseñó ese amor que debemos sentir hacía las personas, ¿Qué pensaría esa anciana?, que no pedía otra cosa más que AYUDA.

Saben, muchas veces andamos por la vida con esa actitud de no ver y no escuchar, solamente actuamas automáticamente a los hechos que nos parece entender, pero que lejos de la realidad, muchas veces hay personas que sólo necesitan un apoyo, una ayuda, sin considerar las cosas materiales, y que en ese momento pues no era necesario.
Fue como un coscorrón que me cayó y me hizo pensar, pensar un poco más en los sentimietos de las personas que me rodean, en la manera de tomar las cosas y pruebas que nos pone Dios a cada paso que damos.
A mi nunca me gustaría experimentar eso, que pida ayuda y me den unas monedas, como si con dinero lo pudieramos arreglar todo, ahora soy más sensible y demuestro eso a mis hijas, con las que camino siempre.
Le pido al Señor, poder ser un buen ejemplo para ellas ya que lo que sean ellas y los sentimientos que despierten, serán los sentimientos y enseñanzas que yo les he reflejado.
Y le pido también perdón a la anciana, por haber sido tan inhumana y no demostrarle el amor de Dios que tengo en mi corazón.

¡Gracias por atender esto, solo quería compartirlo con ustedes, para que no caminen por la vida ciegos y sordos, así como en alguna oportunidad lo hacía yo!

(autor desconocido)

JESÚS, CURA MI CEGUERA...


Jesús, me acerco a ti porque sé que Tú eres la Luz del mundo y que puedes iluminarme en mi ceguera y librarme de las tinieblas. Señor, ayúdame a ver. Te ofrezco esta meditación por todos aquellos que no pueden ver con los ojos del alma porque el pecado les ha cegado. Dios mío, devuélveme la vista espiritual para que pueda ver todo desde la perspectiva de tu santa voluntad.

Para encontrar a Dios hay que tratarle


Autor: P Llucià Pou Sabaté | Fuente: Catholic.net
Para encontrar a Dios hay que tratarle
Sentido de la misa del domingo. Un trato de corazón a corazón, fruto del amor y no de la costumbre, creando un "espacio interior".


Una mujer comenzó a ir con sus padres a Misa por costumbre. Después, al profundizar en la fe, vio que "empezaba a tener otro sentido, un sentido de compromiso, me sentí más implicada... descubrí el valor de la Eucaristía como un encuentro con Cristo..."

En nuestra sociedad actual, la asistencia a Misa depende de la costumbre del entorno familiar, de la fe que se ha recibido desde pequeños… y cuando se asiste a Misa por ejemplo en acontecimientos sociales o fiestas principales, incluso los que no saben "qué pasa ahí" sienten alguna motivación, el gusanillo de profundizar, pues no solo queremos vestirnos de fiesta sino que queremos participar en la fiesta, celebrarla. Como en las familias, que tienen un plato preferido para ciertas celebraciones. Queremos tener una relación viva y personal, maravillosa, con Jesús. Qué lástima, escuchar palabras y cantos, pero no gozar plenamente de las emociones estéticas en la música o en la belleza de las celebraciones, al no vivir la esencia de la Misa y de la comunión... Recuerdo un compañero de estudios que iba a la catedral de Córdoba a escuchar la Misa del domingo fascinado por la belleza de la liturgia y la música. Es difícil entender a Bach sin su fe, pues muchas composiciones están unidas a un sentimiento.

Hemos de conocer lo esencial de la vida. Muchas veces vamos por la vida buscando la felicidad, y no la encontramos... más tarde nos damos cuenta de que estaba allí al lado, en las cosas pequeñas de cada día, en las cosas obvias, que son las que olvidamos más fácilmente, y así nos va... Como el sentido religioso, el sentido trascendente de las cosas. Olvidamos las cosas que no proporcionan un inmediato beneficio práctico con la excusa de que "no sirven para nada", cuando son las que más sirven. Cuando faltan estas cosas, nos damos cuenta de que la vida no sirve para nada. Cuentan de una araña que se dejó caer por uno de sus hilos desde un árbol, para anclar los soportes alrededor de una rama y tejer su telaraña, esa malla que va engrandeciéndose con sucesivas vueltas, hasta completar su obra. Entonces, paseándose por su territorio, orgullosa de su realización, mira el hilo de arriba y dice: "éste es feo, vamos a cortarlo", olvidando que era el hilo por donde empezó todo, el que sustentaba todo. Al cortarlo, la araña desmemoriada cayó enredada en su red, prisionera de su obra. Así nosotros, encerrados en la obra de nuestra inteligencia o en el cuidado de tantas cosas... podemos olvidar la esencial, cuando cortamos el hilo de soporte. ¡No prescindamos de Dios! Es el soporte de todo lo invisible, los valores de amor y respeto a los demás, en definitiva, de la felicidad. Esta dimensión invisible de la vida. Si no, nos enmarañamos en cosas que nos hacen perder la libertad.

La necesidad de dar culto a Dios está en lo más profundo de nuestro interior (y cuando no le hacemos caso, se proyecta en forma de supersticiones varias, idolatrías de todo tipo, sectas variopintas pero peligrosas algunas de ellas, o una apatía brutal por la que no se ve sentido a nada...) Estamos en una época de "complejidad", en la que hay avances técnicos de todo tipo (en el campo científico, en el genético, en la informática...) y en medio del estado de bienestar, muchos de nuestros compañeros de viaje están prisioneros de la angustia ante el futuro, tienen miedo, incluso miedo a vivir. ¿Por qué tanta inseguridad? Porque quizá hoy se absolutiza el bienestar y éste no da respuesta al sentido de la vida, impide volar hacia arriba, mirar el cielo, en ese horizonte no hay Dios; es el gran ausente.

Todo ello causa el sentimiento de "insoportable ligereza del ser". En medio del pensamiento moderno que tiene tantas cosas buenas tenemos al hombre enfermo de frustración y un deseo de búsqueda de Dios, de ahí las profecías de que el siglo XXI sería "místico", porque es la única forma de recuperar el norte. Se intuye que la medicina es la misma: recuperar la idea de Dios, que sirve para cultos e ignorantes, enfermos y sanos, pobres y ricos...

Pero para hallar a Dios hay que tratarle, darle culto. Y no externo, sino que implique la conciencia, un trato de corazón a corazón, fruto del amor y no de la costumbre, creando un "espacio interior" en nuestra conciencia, solos ante el espejo ante el cual encontramos el sentido de la vida, la seguridad que nos falta.

La religión pertenece a las cosas importantes de la vida. Cuentan de un barquero que llevaba gente de un lado a otro de un gran río, y un día subió un sabiondo que empezó a increparle diciéndole: "¿conoces las matemáticas?" -"no", contestó el barquero. -"Has perdido una cuarta parte de tu vida. ¿Y la astronomía?" -"¿Esto se come o qué?", contestó el pobre. "-Has perdido dos cuartas partes de tu vida". -"¿Y la astrología?" -"Tampoco", dijo el barquero. "-¡Desgraciado, has perdido tres cuartas partes de tu vida!". En aquel momento la barca se hundió, y viéndolo que se lo llevaba la corriente, le dijo el barquero: -"¡Eh, sabio!, ¿sabes nadar?" -"¡No!", contestó desesperado. -"Pues has perdido las cuatro cuartas partes de tu vida, ¡toda tu vida!" Pues para quien va por un río, lo importante no es saber tantas cosas sino saber nadar. Así las cosas esenciales de la vida, muchas veces olvidadas, son saber quién soy, de dónde vengo y adónde voy, y descubrir el sentido religioso y -como dice el viejo refrán- al final de la vida el que se salva sabe y el que no, no sabe nada. Los peces se ahogan sin agua y los hombres se asfixian sin aire, así nuestra alma sufre asfixia si no tiene saciada esta sed de Dios, pues el corazón del hombre está inquieto y sin paz hasta que reposa en Él.

La religión es una experiencia personal de la que no podemos prescindir, es una necesidad. Y también es social, constituye una de las tradiciones no sólo culturales sino también basilares de la misma familia: la familia que reza unida permanece unida, dice el refrán. Ante una crisis familiar, para resistir ante las dificultades, es importante ver el cielo, recordar el sentido divino del contemplar el cielo.



Fragmento del Capítulo 1 del Libro "Mi Querida Misa. La belleza de la Eucaristía y del domingo"

martes, 15 de febrero de 2011

QUIERO ESCUCHAR TU VOZ

Quiero escuchar tu voz

Jesús,
quiero escuchar tu voz
y seguir tus enseñanzas.
Quiero conocer tu vida, tus palabras,
tus gestos de amor verdadero.
Quiero prestar mucha atención
a lo que nos decís cada domingo en la Misa.
Quiero aprender a vivir como discipulo
y seguir tus pasos.
Abrí mi corazón,
mis oídos y mi inteligencia,
para que pueda recibir tu mensaje
y cambiar mi vida.
Quiero escuchar tu voz
para vivir cada día
más cerca de Dios.

¡Que así sea, Señor!


Marcelo A. Murúa

UN AMIGO ES

Un amigo es...

Una mano que siempre sostiene la tuya, estés donde estés, sin que importe la cercanía o la distancia. Un amigo es alguien que siempre está ahí, siempre, siempre atento. Un amigo es una sensación de eternidad en el corazón.

Un amigo es la única puerta que siempre está abierta. Un amigo es alguien a quien puedes darle tu llave. Un amigo es una de las cosas más bellas que puedes tener y una de las mejores cosas que puedes ser...


GENTE NECESARIA

Gente necesaria
Autor: Hamlet Lima Quintana

Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales
que con solo sonreír entre los ojos
nos invitan a viajar por otras zonas
y nos hacen recorrer toda la magia

Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa
sirve el puchero, coloca guirnaldas

Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa

Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta los confines del alma
alimenta una flor, inventa sueños
hace cantar al vino en las tinajas
y se queda después como si nada

Y uno se va de novio con la Vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
Hay gente, que es así.......tan Necesaria

ECHARLE UNA MANO A DIOS



Autor: José Martín Descalzo | Fuente: Catholic.net
Echarle una mano a Dios
Pasamos la vida mirando al cielo y pedir a Dios que venga a resolver personalmente lo que es tarea nuestra mejorar y arreglar.



En una obra del escritor brasileño Pedro Bloch encuentro un diálogo con un niño que me deja literalmente conmovido.

— ¿Rezas a Dios? —pregunta Bloch.

— Sí, cada noche —contesta el pequeño.

— ¿Y que le pides?

— Nada. Le pregunto si puedo ayudarle en algo.

Y ahora soy yo quien me pregunto a mí mismo qué sentirá Dios al oír a este chiquillo que no va a Él, como la mayoría de los mayores, pidiéndole dinero, salud, amor o abrumándole de quejas, de protestas por lo mal que marcha el mundo, y que, en cambio, lo que hace es simplemente ofrecerse a echarle una mano, si es que la necesita para algo.

A lo mejor alguien hasta piensa que la cosa teológicamente no es muy correcta. Porque, ¿qué va a necesitar Dios, el Omnipotente? Y, en todo caso, ¿qué puede tener que dar este niño que, para darle algo a Dios, precisaría ser mayor que El?

Y, sin embargo, qué profunda es la intuición del chaval. Porque lo mejor de Dios no es que sea omnipotente, sino que no lo sea demasiado y que El haya querido «necesitar» de los hombres. Dios es lo suficientemente listo para saber mejor que nadie que la omnipotencia se admira, se respeta, se venera, crea asombro, admiración, sumisión. Pero que sólo la debilidad, la proximidad crea amor. Por eso, ya desde el día de la Creación, El, que nada necesita de nadie, quiso contar con la colaboración del hombre para casi todo. Y empezó por dejar en nuestras manos el completar la obra de la Creación y todo cuanto en la tierra sucedería.

Por eso es tan desconcertante ver que la mayoría de los humanos, en vez de felicitarse por la suerte de poder colaborar en la obra de Dios, se pasan la vida mirando hacia el cielo para pedirle que venga a resolver personalmente lo que era tarea nuestra mejorar y arreglar.

Yo entiendo, claro, la oración de súplica: el hombre es tan menesteroso que es muy comprensible que se vuelva a Dios tendiéndole la mano como un mendigo. Pero me parece a mi que, si la mayoría de las veces que los creyentes rezan lo hicieran no para pedir cosas para ellos, sino para echarle una mano a Dios en el arreglo de los problemas de este mundo, tendríamos ya una tierra mucho más habitable.

Con la Iglesia ocurre tres cuartos de lo mismo. No hay cristiano que una vez al día no se queje de las cosas que hace o deja de hacer la Iglesia, entendiendo por «Iglesia» el Papa y los obispos. «Si ellos vendieran las riquezas del Vaticano, ya no habría hambre en el mundo». «Si los obispos fueran más accesibles y los curas predicasen mejor, tendríamos una Iglesia fascinante». Pero ¿cuántos se vuelven a la Iglesia para echarle una mano?

En la «Antología del disparate» hay un chaval que dice que «la fe es lo que Dios nos da para que podamos entender a los curas». Pero, bromas aparte, la fe es lo que Dios nos da para que luchemos por ella, no para adormecernos, sino para acicateamos.

«Dios —ha escrito Bernardino M. Hernando— comparte con nosotros su grandeza y nuestras debilidades». El coge nuestras debilidades y nos da su grandeza, la maravilla de poder ser creadores como El. Y por eso es tan apasionante esta cosa de ser hombre y de construir la tierra.

Por eso me desconcierta a mi tanto cuando se sitúa a los cristianos siempre entre los conservadores, los durmientes, los atados al pasado pasadísimo. Cuando en rigor debíamos ser «los esperantes, los caminantes». Theillard de Chardín decía que en la humanidad había dos alas y que él estaba convencido de que «cristianismo se halla esencialmente con el ala esperante de la humanidad», ya que él identificaba siempre lo cristiano con lo creativo, lo progresivo, lo esperanzado.

Claro que habría que empezar por definir qué es lo progresivo y qué lo que se camufla tras la palabra «progreso». También los cangrejos creen que caminan cuando marchan hacia atrás.

De todos modos hay cosas bastante claras: es progresivo todo lo que va hacia un mayor amor, una mayor justicia, una mayor libertad. Es progresivo todo lo que va en la misma dirección en la que Dios creó el mundo. Y desgraciadamente no todos los avances de nuestro tiempo van precisamente en esa dirección.

Pero también es muy claro que la solución no es llorar o volverse a Dios mendigándole que venga a arreglarnos el reloj que se nos ha atascado. Lo mejor será, como hacía el niño de Bloch, echarle una mano a Dios. Porque con su omnipotencia y nuestra debilidad juntas hay más que suficiente para arreglar el mundo.


José Luis Martín Descalzo, "Razones para vivir".

lunes, 14 de febrero de 2011

DULZURA DE LOS ÁNGELES


DULZURA DE LOS ÁNGELES
(de la liturgia bizantina)

Dulzura de los ángeles, alegría de los afligidos,
abogada de los cristianos, Virgen madre del Señor, protégeme y sálvame de los sufrimientos eternos.
María, purísimo incensario de oro, que ha contenido a la Trinidad excelsa; en ti se ha complacido el Padre, ha habitado el Hijo, y el Espíritu Santo, que cubriéndote con su sombra, Virgen, te ha hecho madre de Dios.
Nosotros nos alegramos en ti, Theotókos; tú eres nuestra defensa ante Dios. Extiende tu mano invencible y aplasta a nuestros enemigos. Manda a tus siervos el socorro del cielo.

JESÚS EN TU CASA

Jesús en tu casa

Un día estaba un joven en su casa y alguien tocó la puerta. Al abrir como sorpresa encontró al diablo, quien lo agarró del pelo, lo pateó, lo golpeó y se luego se fue.

Y dijo el muchacho ¿que debo hacer?
De pronto cuando el diablo se había marchado vio pasar a Jesús y pensó...
¡Si Él estuviera en mi casa el diablo no podría entrar!

Entonces lo invitó a pasar y le mostró la casa y le dijo, puedes venir mañana cuando el diablo pase por aquí...?

Y Jesús le dijo que sí.
Al día siguiente el diablo volvió a tocar la puerta y ya Jesús estaba dentro de la casa.

El muchacho muy tranquilo abrió la puerta y el diablo volvió a darle una golpiza.
Entonces el muchacho muy molesto le reclamó a Jesús que por qué no hizo nada por defenderlo, y Él le dijo: No hice nada porque no estoy en mi casa, sólo estoy de visita.

El muchacho pensó un poco y lo invitó a vivir en su casa, le mostró su cuarto y dijo: -Vas a seguir viviendo aquí, éste será tu cuarto. Y Jesús aceptó.
Como era ya costumbre, al día siguiente tocaron nuevamente la puerta y era otra vez el diablo, el joven muy confiado abrió la puerta, pues ya Jesús vivía en su casa, y el diablo nuevamente le dio la golpiza.

El joven molesto fue donde Jesús y dijo: Ya vives en mi casa, ¿qué más deseas para defenderme?
Y Jesús contestó: -Yo sólo vivo en tu casa y habito en mi cuarto. Mientras no estés en mi cuarto no te puedo defender.

Entonces el joven reflexionó un poco y dijo:
-Te regalo mi casa, de hoy en adelante ésta es tu casa. Yo estaré aquí como un invitado si me lo permites... Y así fue.

Al otro día tocan nuevamente la puerta, pero esta vez no fue el joven quien abrió la puerta, pues ya no era él dueño de la casa. Al abrir Jesús la puerta el diablo se disculpó pues pensó que se había equivocado de casa.

AMISTAD




Amistad
Toda mi vida he buscado la amistad en mucha gente, la necesidad de ser querida y aceptada, y eso me esfuerzo a perseguirlo. Desde entonces me he esforzado siempre por dar lo mejor de mi,  y empecé a transformar lo que yo era en lo que yo pensé que seria aceptado.  Estoy aprendiendo a abrir los ojos de mi alma para poder reconocer todo lo que me rodea  y para poder saber lo que es la amistad para mi.

Que puedo decir?  Ahorita es un momento en el que estoy conectada con Dios. La amistad va creciendo poco a poco.  La amistad se ve con la vida, y es bonito tener un amig@ que camine por ella junto a mi. Para mi la amistad es un regalo que sale de un corazón que quiere y se que es agradecido.  Se da gratuitamente, salen de las personas que verdaderamente siente en ellas el amor de Dios.

No se compara y no se exige,  nace y se cultiva con lo que se da en esa amistad.  Es un amor concreto, que perdona, y acepta a la persona tal como es, la lleva en el corazón, en el pensamiento  y en las oraciones.  Yo siento que por medio de todos mis amig@s  Dios me esta amando.

La verdadera amistad, no se acaba con las pruebas,  NI CAMBIA POR LA DISTANCIA, mas bien CRECE,  se FORTALECE.  Me gusta pensar que otros reciban de mis mejores amigos La verdadera amistad no finge ni lleva la corriente,  nos enseña lo mejor de nosotros con amor.  La amistad esta siendo una reflexión del amor que  Dios nos tiene.

Todos somos billionarios, poseemos del mayor tesoro  que Dios nos da, que es el amor concretizado en la amistad. Yo siempre daré generosidad genuina,  siempre voy a compartir la sabiduría de mi alma,  siempre verdadera y bien intencionada,  toda mi persona corre a ayudar, a sostener y a apoyar.  No hay nada mejor que tener a un amigo  que este bien conectada con Dios o con su ser.  Por que otra vez de ella brota el amor  que Dios nos tiene.

Y nos lo da a nosotros, para que lo consideremos un DON.  No hay nada mejor que dar con amor y misericordia.  Solo sabiendo lo tanto que valgo,  podré valorar a las demás personas.

domingo, 13 de febrero de 2011

¿QUÉ ES EL DIÁLOGO?


¿Qué es diálogo?

* Diálogo es la capacidad de estar con los otros (esposo, esposa, hijos, familia...)
de modo que se den cuenta de nuestro interés por ellos.

* Diálogo es hacer sentir al otro que es aceptado, querido, valorado por mí,
aunque no esté de acuerdo con su opinión.

* Diálogo es acercarme al otro cuando está triste, preocupado, enfadado... y
tener gestos que expresen que estoy con él: una palmadita, una mirada
acogedora, un beso...

* Diálogo es expresar al otro con palabras o con gestos lo bueno que ha hecho,
animándole, y cuando hace algo mal, hablar con él con muchos respeto y
amor, sin reprocharle, mostrando siempre CONFIANZA en él, pero
invitándole a la reflexión, al cambio.

* Diálogo es ponerme siempre en el lugar del otro, haciéndole sentir que todo lo
de él me interesa, sin haciéndole sentir que todo lo de él me interesa, sin
dejarme llevar de mi buen o mal humor.

* Diálogo es expresar mis sentimientos y pensamientos y dejar que el otro los
exprese e invitarle a que lo haga, con respeto a su intimidad.

* Diálogo es MIRAR, ESCUCHAR, dejar que el otro se exprese sin cortarle
cuando está hablando.

* Diálogo es reconoce que me he equivocado y pedir disculpa, siendo
PACIENTE ante las dificultades de la vida diaria.


DIALOGA quien dedica:

– Tiempo a estar junto a su esposa, esposo e hijos.

– Tiempo para preguntarles e invitarles a contar sus preocupaciones,
alegrías..., con mucho amor e interés.

– Tiempo para jugar con ellos, hijos, esposo, esposa, familia...

– Tiempo para MIRARLOS y contar las propias preocupaciones, alegrías,
inquietudes...

– Tiempo para ESCUCHAR...

AMIGOS


Amigos...

Dice un libro de la Biblia no muy conocido, el Sirácida o Eclesiástico, que “El amigo fiel es seguro refugio, el que lo encuentra, ha encontrado un tesoro” (Sir 6,14) . Y es verdad. El amigo es como “mi doble”, el refugio, el aliento y el compañero fiel de la vida.

Una vida sin amigos es una vida vacía. Dicen que uno tiene los amigos que se merece. En parte sí y en parte no, pero qué duda cabe de que sólo tiene amigos quien es capaz de mantener una amistad. Los niños no tienen dificultades en jugar y pelearse (qué se le va a hacer, es su forma particular de hacer amigos) con el primer niño que se les presenta en el parque.

Pero conforme crecemos en la vida caemos en la cuenta de que mantener una amistad lleva su tiempo y su esfuerzo.

La amistad no se programa ni se planifica. Surge casi por accidente. Pero hay un momento en el que pide que la alimentemos, si no, termina por morir. Exige el trato, el crecimiento en confianza, la aceptación del amigo tal como es. Los que son amigos quieren estar juntos.

la vida ajetreada que muchos llevamos, es importante dedicar tiempo a los amigos, que no es tiempo perdido. Una amistad profunda cultivada con cuidado durante años y años produce muchas satisfacciones. Como las buenas fuentes de la sierra de Alcaraz, te da la misma agua fresca de siempre cuando la encuentras después de mucho tiempo.

La amistad a menudo debe pasar por la prueba. Puede surgir la tentación de la desconfianza o la traición por un malentendido o un error. Cuando se supera y, si es necesario, se pide perdón y se acepta, la amistad se fortalece. No hay amistad sin perdón, como no existe tampoco el matrimonio sin perdón.


Romper una amistad es romper el corazón. Hace daño. Por eso, nunca hay que romper una amistad fuerte. En todo caso, si no hay más remedio, ir como “destejiendo” poco a poco, sin desgarrones, con cuidado de no hacer daño.

(Descnozco Autor)

¿QUÉ CELEBRAS TÚ EL 14 DE FEBRERO ?


Autor: P. Mariano de Blas LC | Fuente: Catholic.net
¿Qué celebras tú el 14 de febrero?
Hay que rescatar un amor que dure, que resista, que no se rompa con el paso del tiempo.


El 14 de febrero se celebra el día del amor y la amistad. Lástima que una realidad tan hermosa se haya denigrado tanto. Porque hoy se llama amor a cosas sublimes y a cosas denigrantes. ¿Qué celebras tú el 14 de febrero?

Hay que rescatar el amor, ese valor maravilloso que existe en el mundo. Rescatar el verdadero amor en tantos noviazgos. Rescatar el auténtico amor en los esposos. Un amor que dure, que resista, que no se rompa con el paso del tiempo.

Y digo rescatar, porque se mezcla la perla con el barro, el egoísmo con el más puro amor. Y unos se quedan con el barro y otros se quedan con el amor. Por ello, hay que separar el oro del barro, hay que purificarlo. Porque el día que perdamos el amor, el día que no haya amor en la tierra, estaremos totalmente perdidos.

Todo depende de la fuente de ese amor, el corazón. Nadie da lo que no tiene. Si el corazón es limpio, si el corazón es puro, si el corazón está sano, el amor que de él proceda será auténtica perla, auténtico amor. Si el corazón está podrido, no podemos pedir que brote de él un amor auténtico sino puro egoísmo.

Preguntémonos: ¿Qué clase de amor es el que hay en nuestro corazón?

¿Dónde está el verdadero amor? Que me lleven allí, o me muero.

sábado, 12 de febrero de 2011

AHORRARSE EL PURGATORIO



Autor: José-Fernando Rey Ballesteros | Fuente: Conoze.com
Ahorrarse el purgatorio
Benedicto XVI nos acerca a la realidad más cercana e insoslayable: la trascendencia eterna de los actos realizados en esta vida


Ahorrarse el purgatorio
El Demonio es un gran anestesista. Su oficio no se limita, como creen algunos, a ofrecerle al hombre placeres terrenos a cambio de su alma inmortal. También conoce el arte de amortiguar dolores y paliar angustias, arte que ejercita por el mismo precio y que, en muchas ocasiones, le ha rendido mejores resultados que el catálogo de orgías con que sedujo al mismísimo Fausto.

Un claro ejemplo de ello es el modo en que ha extirpado, en las conciencias de muchos católicos, el miedo a su propia existencia. En la magistral película «Sospechosos habituales» (Bryan Singer, 1995), Kevin Spacey sentencia ante un atónito inspector de policía: «La mejor estrategia del Demonio ha sido convencer a la gente de que no existe». De este modo, el hombre no se defiende de él, y le abre las puertas de par en par. El resto del trabajo, para Satanás, en un mero paseo triunfal.

En la misma línea de acción, el gran anestesista ha logrado infiltrar en muchas mentes «piadosas» el lenitivo que apacigüe la angustia provocada por el gran drama de la vida: la salvación del alma. Lo ha logrado con un argumento tan burdo como tranquilizador: «Dios, que es muy bueno, no permitirá que nadie se condene. Al final, todos se salvarán y nadie irá al Infierno». Una vez que este pensamiento se ha alojado en la conciencia, la vivencia de la fe se transforma radicalmente.

Eliminado, por la vía de la anestesia, el «problema» del más allá, la religiosidad se centrará en el «más acá», y todo el discurso religioso versará sobre las realidades terrenas. El hombre ya no tiene que preocuparse por su salvación eterna; ese asunto está solventado gracias a la bondad de Dios. Lo que debe hacer el hombre es esforzarse por transformar el mundo presente en un lugar más justo.

No es urgente, en adelante, hablar de Dios a quienes no creen, puesto que su salvación está garantizada; lo que es urgente es paliar sus necesidades temporales y aliviar sus sufrimientos. De este modo, hemos transformado el sentimiento religioso en una mera inquietud social, y hemos convertido a la Iglesia en una enorme y milenaria ONG. En resumen, hemos decapitado la Fe, amputando en ella todo lo que se eleve por encima de nuestras cabezas.

Por eso se agradece que el Papa, a quien Cristo ha encargado confirmarnos en la Fe, nos ayude a eliminar de nuestra sangre la anestesia inyectada por el Maligno y nos invite a levantar la vista hacia el verdadero drama de la Historia: la salvación. Refiriéndose a Santa Catalina de Génova, aprovechó la ocasión para impartir una valiosa catequesis sobre el Purgatorio. En una Iglesia en que, para multitud de cristianos, la curación del cáncer de un familiar se presenta como más urgente que la confesión sacramental que ayude a ese enfermo a evitar el Infierno, las palabras del Pontífice no dejan de ser un soplo de aire fresco derramado a través de la azotea. Como en la curación de aquel paralítico que vio perdonados sus pecados en Cafarnaúm, alguien tenía que levantar las losetas del techo, y el Papa no ha dudado en hacerlo. Ahora vemos el Cielo.

«En Catalina, en cambio, el purgatorio no está presentado como un elemento del paisaje de las entrañas de la tierra: es un fuego no exterior, sino interior. Esto es el purgatorio, un fuego interior. La Santa habla del camino de purificación del alma hacia la comunión plena con Dios, partiendo de su propia experiencia de profundo dolor por los pecados cometidos, en contraste con el infinito amor de Dios».

Esquivando la simpleza de considerar el Purgatorio como un lugar más allá de las nubes o bajo la corteza terrestre, Benedicto XVI nos acerca a la realidad más cercana e insoslayable: la trascendencia eterna de los actos realizados en esta vida. El pecado ciega el alma y la incapacita para el goce de las realidades divinas. Aún alcanzado el perdón en el Sacramento de la Penitencia, la herida infligida no será cauterizada sin el fuego. Y ese fuego es el deseo insatisfecho de la contemplación de Dios, el querer ver su Rostro por el deseo natural del alma y no poder gozarlo por la ceguera causada tras el pecado. El mismo dolor, que es dolor de amor y arrepentimiento, representado en forma de fuego, al abrasar el alma anhelante de la contemplación divina, la va purificando y eliminando en ella todo apego a las realidades de este mundo. Ese dramático proceso de purificación es lo que conocemos como Purgatorio.

Tras la escucha de las palabras del Pontífice, debería encenderse, en muchos cristianos, una llama de ese mismo fuego que los llevase a liberarse de las ataduras de este mundo. La oración frecuente, la contemplación asidua, la meditación diaria de las realidades divinas va, en esta vida, desprendiendo el alma de los apegos y urgencias de la tierra para vincularla amorosamente a los gozos del Cielo. Unida a la santa práctica del ayuno y la mortificación, esa oración será la que nos permita, ahora, realizar la purificación que, de otro modo, sería necesario llevar a cabo tras la muerte.

Pero, claro… ¿Cuántas personas, hoy día, están preocupadas por «ahorrarse» el Purgatorio?

ÁMAME COMO ERES


Ámame como eres...

Jesús nos anima diciéndonos:

No desconozco tu miseria
veo las luchas y las tribulaciones de tu alma
veo también tus enfermedades físicas y el cansancio de tu cuerpo
conozco bien tus pecados, tu infidelidad, tus omisiones, tu vileza.
Yo te digo: ámame como eres!

Aunque caigas continuamente en tus mismas faltas
aunque cometas esas culpas que no quisieras cometer
aunque no cumplas con tu deber
aunque desprecies a tu prójimo
aunque tantas veces te consideres un villano.
Yo te digo: ámame como eres!

De todos los momentos de tu vida
en cualquier situación en que te encuentres
cuando tu alma esté llena de fervor
cuando tu corazón sea árido, seco, empedernido
incapaz de sentir y de amar.
Yo te digo: ámame como eres!

Si esperas ser un santo, o un ángel
para entregarte al amor, no me querrás nunca
quiero que tu amor salga de lo profundo de tu miseria
por eso, así te encuentres en la fidelidad o en la infidelidad
Yo te digo: ámame como eres!

Si me dices que no posees virtud y no tienes ciencia
si estás privado de talento y vestido de andrajos
si te sientes débil, indefenso, envilecido.
Yo te digo: ámame como eres!

Yo estoy a la puerta de tu corazón y llamo, ábreme!...
Déjame amarte, dame tu corazón
te doy mi Gracia y el Pan Vivo
te doy la fuerza para afrontar y superar las dificultades de la vida
te doy el Espíritu de verdad y la Sabiduría del Amor
te doy mi Madre que te estrecha contra su corazón inmaculado
no dudes de Mí , pero ten fe.
Yo te digo ahora y siempre: ámame como eres!

(Desconozco Autor)
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