martes, 11 de febrero de 2020

OFICIO DE LECTURA DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES

Oficio de Lectura 
NUESTRA SEÑORA DE LOURDES 2020


En el año 1858 la Virgen María Inmaculada se apareció a Bernardita Soubirous, cerca de Lourdes (Francia), dentro de la cueva de Massabielle. Por medio de esta humilde jovencita, María llama a los pecadores a la conversión, suscitando un gran celo de oración y amor, principalmente como servicio a los enfermos y pobres.

El siguiente es el formulario que corresponde a oficio de lectura de la liturgia de las horas para NUESTRA SEÑORA DE LOURDES el día de hoy, martes, 11 de febrero de 2020. Otras celebraciones del día: MARTES V SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO .


Si el Oficio de lectura se reza antes de Laudes, se empieza con el Invitatorio, como se indica al comienzo. Pero si antes se ha rezado ya alguna otra Hora del Oficio, se comienza con la invocación mostrada en este formulario.

Cuando el Oficio de lectura forma parte de la celebración de una vigilia dominical o festiva prolongada (Principios y normas generales de la Liturgia de las Horas, núm. 73), antes del himno Te Deum se dicen los cánticos correspondientes y se proclama el evangelio propio de la vigilia dominical o festiva, tal como se indica en Vigilias.

Además de los himnos que aparecen aquí, pueden usarse, sobre todo en las celebraciones con el pueblo, otros cantos oportunos y debidamente aprobados.

Si el Oficio de lectura se dice inmediatamente antes de otra Hora del Oficio, puede decirse como himno del Oficio de lectura el himno propio de esa otra Hora; luego, al final del Oficio de lectura, se omite la oración y la conclusión y se pasa directamente a la salmodia de la otra Hora, omitiendo su versículo introductorio y el Gloria al Padre, etc.

Cada día hay dos lecturas, la primera bíblica y la segunda hagiográfica, patrística o de escritores eclesiásticos.
Cuando el salmo 23 se ha dicho en el Invitatorio, aquí se dice el Salmo 94.


Invocación
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Himno
Himno 1
Alabemos a Dios que, en su Palabra,
nos revela el designio salvador,
y digamos en súplica confiada:
«Renuévame por dentro, mi Señor.»
No cerremos el alma a su llamada
ni dejemos que arraigue el desamor;
aunque dura es la lucha, su palabra
será bálsamo suave en el dolor.
Caminemos los días de esta vida
como tiempo de Dios y de oración;
él es fiel a la alianza prometida:
«Si eres mi pueblo, yo seré tu Dios.»
Tú dijiste, Jesús, que eras camino
para llegar al Padre sin temor;
concédenos la gracia de tu Espíritu
que nos lleve al encuentro del Señor. Amén.

Salmodia
Antífona 1: María ha recibido la bendición del Señor y la misericordia de Dios, su salvador.

Salmo 23
ENTRADA SOLEMNE DE DIOS EN SU TEMPLO

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos.
— ¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
— El hombre de manos inocentes
y puro corazón,
que no confía en los ídolos
ni jura contra el prójimo en falso.
Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
— Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.
— ¿Quién es ese Rey de la gloria?
— El Señor, héroe valeroso;
el Señor, héroe de la guerra.
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las antiguas compuertas:
va a entrar el Rey de la gloria.
— ¿Quién es ese Rey de la gloria?
— El Señor, Dios de los ejércitos.
Él es el Rey de la gloria.

Antífona 2: El Altísimo consagra su morada.


Salmo 45
DIOS, REFUGIO Y FORTALEZA DE SU PUEBLO

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra,
y los montes se desplomen en el mar.
Que hiervan y bramen sus olas,
que sacudan a los montes con su furia:
el Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios lo socorre al despuntar la aurora.
Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;
pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra.
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del Señor,
las maravillas que hace en la tierra:
Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,
rompe los arcos, quiebra las lanzas,
prende fuego a los escudos.
"Rendíos, reconoced que yo soy Dios:
más alto que los pueblos,
más alto que la tierra".
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Antífona 3: ¡Qué pregón tan glorioso para ti, Virgen María!

Salmo 86
HIMNO A JERUSALÉN, MADRE DE TODOS LOS PUEBLOS

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios!
"Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí".
Se dirá de Sión: "uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado".
El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
"Éste ha nacido allí".
Y cantarán mientras danzan:
"todas mis fuerzas están en ti"

Versículo
V. Dichosos los que escuchan la palabra de Dios.
R. Y la cumplen.

Lecturas
Primera Lectura
Del primer libro de las Crónicas 17, 1-15

ORÁCULO DEL PROFETA NATÁN

En aquellos días, morando ya David en su casa, dijo a Natán, profeta: «Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el arca de la alianza del Señor está bajo pieles.» Respondió Natán a David: «Haz todo cuanto tienes en tu corazón, porque Dios está contigo.» Pero aquella misma noche vino la palabra de Dios a Natán en estos términos: «Vete y di a mi siervo David: Así dice el Señor: No serás tú quien me edifique Casa para que habite yo en ella. Pues no he habitado en casa alguna desde el día en que hice subir a los israelitas hasta el día de hoy; sino que he andado de tienda en tienda y de morada en morada. En todo el tiempo que he ido de un lado para otro con todo Israel, ¿he dicho acaso a alguno de los Jueces de Israel, a los que mandé me apacentaran a mi pueblo: Por qué no me edificáis una Casa de cedro? Di, pues, ahora esto a mi siervo David: Así habla el Señor de los ejércitos: Yo te he tomado del pastizal, de detrás del rebaño, para que seas caudillo de mi pueblo Israel. He estado contigo donde quiera que has ido, he eliminado a todos tus enemigos de delante de ti y voy a hacerte un nombre grande como el nombre de los grandes de la tierra. Fijaré un lugar a mi pueblo Israel, y lo plantaré allí para que more en él; no será ya perturbado, y los malhechores no seguirán oprimiéndole como al principio, y como en los días en que instituí Jueces sobre mi pueblo Israel. Someteré a todos tus enemigos. El Señor te anuncia que te edificará una casa. Cuando se cumplan tus días para ir con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas y consolidaré su reino. Él me edificará una casa y
yo afirmaré su trono para siempre. Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo, y no apartaré de él mi amor, como le aparté de aquel que fue antes de ti. Yo le estableceré en mi casa y en mi reino para siempre, y su trono estará firme eternamente.» Conforme a todas estas palabras, y conforme a toda esta visión, habló Natán a David.

Responsorio Breve
R. Bienaventurada eres, Virgen María, por haber llevado al Señor, creador del mundo. * Engendraste al que te hizo, y permaneces virgen para siempre.

V. Alégrate, María, llena de gracia; el Señor está contigo.

R. Engendraste al que te hizo, y permaneces virgen para siempre.


Segunda Lectura
De una carta de santa María Bernarda Soubirous, virgen
(Carta al padre Gondrand, año 1861: cf. A. Ravier, Les ècrits de sainte Bernadette Soubirous, París 1961, pp. 53-59)

LA SEÑORA ME HABLÓ

Cierto día fui a la orilla del río Gave a recoger leña con otras dos niñas. En seguida oícomo un ruido. Miré a la pradera; pero los árboles no se movían. Alcé entonces la cabeza hacia la gruta y vi a una mujer vestida de blanco, con un cinturón azul celeste y sobre
cada uno de sus pies una rosa amarilla, del mismo color que las cuentas de su rosario. Creyendo engañarme, me restregué los ojos. Metí la mano en el bolsillo para buscar mi rosario. Quise hacer la señal de la cruz, pero fui incapaz de llevar la mano a la frente.
Cuando la Señora hizo la señal de la cruz, lo intenté yo también y, aunque me temblaba la mano, conseguí hacerla. Comencé a rezar el rosario, mientras la Señora iba desgranando sus cuentas, aunque sin despegar los labios. Al acabar el rosario, la visión se desvaneció.
Pregunté entonces a las dos niñas si habían visto algo. Ellas lo negaron y me preguntaron si es que tenía que hacerles algún descubrimiento. Les dije que había visto a una mujer vestida de blanco, pero que no sabía de quién se trataba. Les pedí que no lo
contaran. Ellas me recomendaron que no volviese más por allí, a lo que me opuse. El Domingo volví, pues sentía internamente que me impulsaban... Aquella Señora no me habló hasta la tercera vez, y me preguntó si querría ir durante quince días. Le dije que sí, y ella añadió que debía avisar a los sacerdotes para que edificaran allí una capilla. Luego me ordenó que bebiera de la fuente. Como no veía ninguna fuente, me fui hacia el río Gave, pero ella me indicó que no hablaba de ese río, y señaló con el dedo la fuente. Me acerqué, y no había más que un poco de agua entre el barro. Metí la mano, y apenas podía sacar nada, por lo que comencé a escarbar y al final pude sacar algo de agua; por tres veces la arrojé y a la cuarta pude beber. Después desapareció la visión y yo me marché.
Volví a ir allí durante quince días. La Señora se me apareció como de costumbre, menos un Lunes y un Viernes. Siempre me decía que advirtiera a los sacerdotes que debían edificarle una capilla, me mandaba lavarme en la fuente y rogar por la conversión de los pecadores. Le pregunté varias veces quién era, a lo que me respondía con una leve sonrisa. Por fin, levantando los brazos y los ojos al cielo, me dijo: «Yo soy la Inmaculada Concepción.» En aquellos días me reveló también tres secretos, prohibiéndome absolutamente que los comunicase a nadie; lo que he cumplido fielmente hasta ahora.


Lc 1, 46. 49. 48
R. Proclama mi alma la grandeza del Señor, * porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
V. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones.
R. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.

Oración
Oremos:

Dios de misericordia, remedia con el amparo del cielo nuestro desvalimiento, para que, cuantos celebramos la memoria de la inmaculada Virgen María, Madre de Dios, podamos, por su intercesión, vernos libres de nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

Amén.

Conclusión
Después de la oración conclusiva, por lo menos en la celebración comunitaria, se añade:

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

PELICULA BERNADETTE EL MILAGRO DE NUESTRA SEÑORA DE LOURDES ✅�� || PELICU...

FELIZ MARTES !!!






lunes, 10 de febrero de 2020

IMÁGENES DE TARJETAS FELIZ SAN VALENTÍN






























¿DAR O RECIBIR?


¿Dar o recibir?
En la vida diaria estamos llamados a dar a los demás el don más grande que hemos recibido, Jesucristo.


Por: Andrés Orellana, L.C. | Fuente: Virtudes y Valores




¿Dar o recibir? Frecuentemente en nuestra vida nos encontremos ante este dilema. ¿Dejar que mi hermano se sirva primero o servirme yo antes? ¿Ceder el paso al coche que quiere cambiar de carril o meterme yo primero para ganar tiempo? ¿Ofrecer mi ayuda en la parroquia o ver cuál es la que me “da más a mí”? Cada uno tiene sus propios dilemas, muy personales, en los que tiene que decidir, consciente o inconscientemente, si quiere dar o recibir. Pasamos horas calculando cómo puedo ganar más. El peligro está en sólo pensar en cómo ganar y vivir en una constante angustia, una profunda insatisfacción. Al final no conseguimos eso que tanto buscamos: la paz del alma.

El Amor de Cristo es gratis. ¿Quién te dio la oportunidad de escuchar sobre Cristo? ¿Quién decidió dónde nacer? ¿Por cuál mérito has visto su testimonio? “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.” (Benedicto XVI, Deus Cáritas Est). La verdad es que creemos en Cristo porque la Fe se nos ha dado, gratis. No hicimos nada para merecerla. Fue Dios quien nos hizo nacer en una familia cristiana, o quien de algún modo se ha revelado a nosotros.

“Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, os han perturbado con sus palabras, trastornando vuestros ánimos, hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos donde vosotros, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que son hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo” (Hch 15, 24-26). Los Hechos de los Apóstoles nos hablan de Pablo y Bernabé, “que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo”. Gracias a su generosidad los cristianos de Antioquia, Siria y Cilicia conocieron el amor de Dios. Nosotros también hemos recibido la fe por medio de muchos apóstoles, sacerdotes, religiosos, religiosas, y personas que han dedicado su vida al nombre de Jesucristo. Hemos recibido su Amor, no por mérito nuestro, sino totalmente gratis.

El Amor de Cristo es gratis, pero es muy valioso. ¿Qué nos quedará al final de la vida? No será tu dinero, ni tu fama. Mucho menos los placeres de ésta vida. Todo eso se desvanece como humo. Como las nubes, pasa. Tus momentos de alegría, tus risas, tus tristezas, tus lágrimas; todo eso pasará, pero el que haga la Voluntad de Dios, quedará para siempre. Fuimos creados para amar. Al final de la vida, lo único que queda es lo que has hecho por Amor a Cristo y a tus hermanos. Pero nuestro corazón humano, para amar, necesita primero ser amado. Necesitamos el Amor de Cristo. No podemos vivir sin Él. Sin Cristo, todo es tristeza, todo parece difícil. Con Él todo es alegría, la carga se hace ligera y el yugo suave. El Amor de Cristo es muy valioso.

Pero ¿cómo obtenerlo? ¿Cómo recibir su amor? Ése es el misterio de Cristo: es amando como se recibe. Amor no es sentimiento, amor no es emoción. Amor es donación, es entrega. Amor es dar, dar, dar, olvidarse de sí mismo, vivir para Cristo, quien vive en los demás. Para recibir, hay que dar. Dale a Cristo tu confianza. Dale tu Fe. Dale tu tiempo. Dale tus manos, tu esfuerzo, tu trabajo. Dale tu amor, y ya verás, que Dios nunca se deja ganar en generosidad.

Es dando como más se recibe. Dale a Cristo lo que te pida, y recibirás aquello que tanto buscas: recibirás el único amor que puede llenar tu corazón. Haz la voluntad de Dios, y recibirás la Paz del Alma. No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos. Si quieres dar la vida por Cristo, haz su voluntad. ¿Cuál es la voluntad de Dios? “Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros”. La Voluntad de Dios es que vivamos la Caridad. Sólo piensa: Tu vida tiene sentido: amar a Cristo, llegar al cielo. Esto tiene que llenar tu alma de felicidad, de una profunda paz, y de un gran celo por transmitirlo a los demás.

Hay muchas personas cuyas vidas no tienen sentido. Viven en la oscuridad, en el miedo. No saben para qué viven, y a ti se te ha dado gratis. El mayor acto de Caridad es dar a Cristo. En esto reconocerán que son mis discípulos, en que se aman los unos a los otros. “Lo que has recibido gratis, dadlo gratis”. En un mundo tan agresivo, ¡Qué difícil puede ser perdonar, hacer un acto de caridad, ayudar a alguien que lo necesita, o incluso, hablarle a alguien sobre Jesucristo! Pero no hay que tener miedo, Cristo está con nosotros hasta el final del mundo, y miren: ¡Él ha vencido al mundo!

CUATRO FORMAS DE TOLERANCIA


Cuatro formas de tolerancia



La mayor fuerza de la humanidad no consiste en armas de fuego, puños, ni en un poderío militar, sino en la capacidad de tolerancia. Todo tipo de fuerza debe inclinarse delante de quien tolera.

Hay cuatro principios para la tolerancia:

1 - No responder a las blasfemias

Cuando somos insultados, provocados o acusados injustamente debemos responder con el silencio. Si respondemos de la misma forma cuando somos víctimas de la blasfemia, nos igualamos con aquellos que nos insultan, rebajando nuestro nivel. Si nos mantenemos en silencio usándolo como arma contra las blasfemias, evocando la conciencia de quien las pronunció, esta fuerza es, naturalmente, mayor.

2 - Mantenerse calmo frente a los infortunios

Cuando nos encontramos con personas que nos quieren incomodar derrumbar u oprimir, debemos enfrentarlas con calma, evitando cualquier confrontación. No responder con un puñetazo cuando se recibe uno, ni responder con un puntapié cuando se recibe otro, pues de esta confrontación nadie sale vencedor. Si la intención es buscar venganza de un odio momentáneo, no alcanzará el éxito de grandes hazañas.

3 - Compasión frente a la envidia y el odio

Frente a la envidia y el odio de otros no debemos responder igualmente con odio y envidia, sino con corazón abierto y alma compasiva, ofrecer nuestra amistad y mostrarles nuestra intención pacífica, demostrando así, con educación, nuestra superioridad.

4 - Gratitud frente a las difamaciones

Si alguien lo insulta y difama, no se enoje con quien lo provocó, sino acuérdese de los beneficios que esa persona le proporcionó en el pasado y sea agradecido por eso. Principalmente, no se olvide de que en el fango más inmundo crece la impecable flor de loto. Cuanto más oscuro es el lugar, mayor es la necesidad de mantener encendida la luz del alma. Por lo tanto, ante las difamaciones, aquellos que nos difaman deben ser influenciados con ética, compasión y misericordia; solamente así la superaremos, con moralidad y tolerancia.

El verdadero vencedor tiene la fuerza de la tolerancia y el coraje de asumirla frente a los insultos, opresiones.

PARTICIPA DE LA SEGUNDA FECHA DEL ROSARIO MUNDIAL POR LA PAZ 2020


Participa de la segunda fecha del Rosario mundial por la paz 2020
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Mater Fátima Brasil



El próximo 20 de febrero de 2020, el movimiento Mater Fátima realizará la segunda fecha de la oración mundial del Rosario, cuando se cumplan 100 años de la muerte de Santa Jacinta Marto; y cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo, podrá unirse.

El movimiento Mater Fátima está compuesto por laicos, sacerdotes, obispos, religiosos y todos aquellos que desean vivir y difundir el mensaje de la Virgen Fátima.

El 4 de abril de 2019, en el marco del centenario de la muerte de San Francisco Marto, la oración mundial por la paz se celebró por primera vez en la parroquia de Fátima (Portugal), con transmisión a todo el mundo. Esta vez, la iniciativa tendrá lugar el 20 de febrero, conmemorando los cien años de partida de Santa Jacinta Marto.

Como se explicó a ACI Digital -agencia en portugués del Grupo ACI-, Evelly Andressa, miembro de Mater Fátima Brasil, la iniciativa “tiene la intención de hacer una peregrinación a todos los santuarios marianos de todo el mundo. Por este motivo, este año, el sitio elegido para la transmisión del Rosario Mundial fue el Santuario de Guadalupe, en México”.

Sin embargo, enfatizó que, “a pesar de que la transmisión se realizó desde allí, todos los católicos, sacerdotes, obispos y laicos están invitados a unirse al mundo entero con sus parroquias y comunidades”.

En este sentido, indicó que cualquiera que quiera unirse a la oración mundial puede “hablar con su párroco para que el 20 de febrero, un jueves, tenga una Hora Santa, es decir, una hora de adoración a Jesús, y durante esta hora, todos rezan el Santo Rosario por las intenciones de Nuestra Señora, y terminan con una Consagración al Inmaculado Corazón”.

Además, dijo, “si no hay Hora Santa en su parroquia o comunidad, puede unirse espiritualmente y rezar” en grupos o individualmente.

Este año, las intenciones de cada misterio del Rosario para Mater Fátima serán: Por los niños, por el fin del aborto y por todas las madres que abortaron; por los jóvenes, por la castidad, por las vocaciones; por familias, por parejas, por familias destruidas; por el Papa y por todos los sacerdotes y religiosos; y por la conversión de todos los pecadores, por la paz en el mundo y por la consagración del mundo entero a los Sagrados Corazones de Jesús y María.


Como explica Mater Fátima Brasil, este movimiento “es la respuesta de nuestro tiempo a la llamada de Nuestra Señora, hecha hace más de cien años, a los tres pastores pequeños”.

También recuerda que “Nuestra Señora de Fátima, como una verdadera Madre, nos dejó algunas recomendaciones maternas con su visita: Que recemos el Santo Rosario todos los días, hagamos penitencias, ayunemos y adoremos a Jesús en el Santísimo Sacramento (como una forma de reparación por tantos pecados)”. Por ello, indica, que “Mater Fátima parece tomar el llamado de esta Madre a los corazones”.

Para obtener más información sobre esta iniciativa visite materfatima.org.

7 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE SAN JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO

7 cosas que debes saber sobre San José Sánchez del Río
Redacción ACI Prensa






“San Joselito”, como se le conoce al pequeño testigo de Cristo San José Sánchez del Río, fue torturado y asesinado el 10 de febrero de 1928 por oficiales del gobierno de Plutarco Elías Calles porque se negó a renunciar a su fe.

La guerra cristera en México se inició tras la legislación anticlerical de 1926 promovida por Calles. Los católicos que se levantaron en armas en defensa de la fe fueron llamados Cristeros.

A continuación, 7 cosas que debes saber de la vida de San Joselito, explicadas por el postulador de su causa de canonización, P. Fidel González Fernández, en diálogo con el periódico El Pueblo Católico.

1.- Pidió a Dios la gracia de morir mártir

Cuando su familia se trasladó a Guadalajara, José fue a la tumba del abogado Anacleto González Flores, martirizado el 1 de abril de 1927. Allí el muchacho pidió a Dios poder morir como Anacleto en defensa de la fe católica.

Uno de los 27 testigos en su proceso indicó que el joven tomó la decisión de unirse a los cristeros en esa visita-peregrinación. Su resolución se hizo más fuerte y rogó a sus padres que lo dejasen unirse a los cristeros.

Al inicio se negaban por su corta edad. Incluso llegó a decirle a su madre: “nunca ha sido tan fácil como ahora ir al paraíso”. Al final, le dieron su permiso y bendición.

2.- Dio la vida por un cristero

José sirvió a los cristeros -que en un principio no quisieron aceptarlo porque era joven y por el peligro al que se exponía- como portaestandarte de la imagen de la Virgen de Guadalupe, pero no llegó a tomar parte activa en los enfrentamientos armados.

El 6 de febrero de 1928 durante un enfrentamiento entre las tropas del gobierno y los cristeros, le dispararon al caballo del jefe cristero Luis Guízar Morfín.

Joselito se bajó del suyo y “en un acto heroico” para que no fuera hecho prisionero se lo ofreció diciéndole: “mi gene­ral, tome usted mi caballo y sálvese; usted es más necesario y hace más falta a la causa que yo”.

Así Guízar Morfín pudo escapar y el joven fue capturado junto con su amigo Lázaro.

3.- El lugar de su bautizo fue su prisión

Luego de ser capturado el 7 de febrero de 1928 Joselito fue encerrado en el baptisterio de la iglesia de Santiago Apóstol en Sahuayo, que había sido convertida en una cárcel y en caballeriza de las tropas del gobierno. Así el lugar donde fue bautizado se convirtió en su prisión.

4.- Defendió una iglesia convertida en gallinero

El postulador contó que el tabernáculo y el presbiterio de la iglesia donde estaba prisionero fue convertido en un gallinero donde se entrenaban los gallos de pelea del gobernador.

José “reaccionó con fuerza matando a los gallos, y sin miedo a las amenazas de muerte”. Allí le dijo al carcelero: “la casa de Dios es para rezar, no para usarla como un establo de animales. Estoy dispuesto a todo.  Puede fusilarme. Así me encontraré enseguida en la presencia de Dios y podré pedirle que le confunda”.

5.- Vivió su fe sin temor al peligro

El presidente Plutarco Elías Calles promulgó varias restricciones a la Iglesia y los que se atrevían a desobedecer y profesar su fe eran enviados a la cárcel y ejecutados.

“Acudía al catecismo y se distinguía por su compromiso en las difíciles actividades parroquiales, (…) se acercaba a los sacramentos, cuando podía, porque el culto público estaba prohibido, poniendo en peligro su vida; rezaba cada día el santo Rosario junto con su familia. A pesar de ser todavía muy joven, José sabía muy bien lo que estaba viviendo México en aquella persecución”, indicó el postulador.

“La etapa de la adolescencia -explicó el sacerdote- tiene características particulares muy conocidas: es tiempo de búsqueda de un modelo para identificarse y de un ideal que fundamente toda la vida. José lo encontró en Cristo y su an­helo más grande fue entregarse totalmente en favor de la Iglesia ultrajada”.

6.- Su padrino de primera comunión mandó asesinarlo

Según recordó el postulador, el padrino de primera comunión de Joselito fue Rafael Picazo Sánchez. Incluso estaban emparentados y era amigo de la familia.

Fue él quien, influenciado por el presidente Calles y su odio a la Iglesia, ordenó asesinarlo. Se le considera “el autor intelectual” de su martirio.

7.- Le arrancaron la piel de los pies

Al inicio, Rafael Picazo no quería asesinarlo así que le hizo varias propuestas tentadoras para hacerlo renegar de su fe. Le ofreció inscribirlo en la prestigiosa escuela militar del régimen e incluso mandarlo a Estados Unidos. Sin embargo él las rechazó.

Entonces Picazo pidió a la familia la suma de 5 mil pesos de oro para su rescate. Su padre reunió el dinero, pero José le pidió que no pagara el rescate porque ya había ofrecido su vida a Dios y “su fe no estaba a la venta”.

Dos testigos de su martirio contaron que ya en el mesón, los soldados le arrancaron la piel de la planta de los pies con un cuchillo. Después lo hicieron caminar hasta el cementerio mientras lo golpeaban.

El P. González dijo que “querían obligarlo a apostatar de la fe con las torturas, pero no lo lograron. Sus labios solamente se abrían para gritar ‘¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!’.

En el cementerio, el jefe de los soldados ordenó apuñalarlo para que no se oyeran los disparos. Con cada puñalada José gritaba: “¡Viva Cristo Rey!”, “¡Viva Santa María de Guadalupe!”. Después el jefe le disparó dos veces en la cabeza. Eran las 11:30 p.m del 10 de febrero de 1928.

HOY ES LA FIESTA DE SAN JOSÉ SÁNCHEZ DEL RÍO, MÁRTIR, 10 DE FEBRERO

José Sánchez del Río, Santo
Mártir, 10 de febrero


Por: n/a | Fuente: ACI Prensa




Niño Mártir

Martirologio Romano: En Guadalajara, México, San José Sánchez del Río, de catorce años, mártir, que murió apuñalado dando vivas a Cristo Rey y a Santa María de Guadalupe, durante la Guerra Cristera († 1928).

Fecha de beatificación: 20 de noviembre de 2005, por el Papa Benedicto XVI, como parte de un grupo formado por él y otros 8 mártires méxicanos.
Fecha de canonización: 16 de octubre de 2016, por S.S. Francisco

Breve Biografía

Mártir con catorce años. Así se resume la vida de José Luis Sánchez del Río, quien fue beatificado junto a otros doce mártires por disposición del Papa Benedicto XVI.

Nacido en Sahuayo, Michoacán, el 28 de marzo de 1913, hijo de Macario Sánchez y de María del Río, José Luis fue asesinado el 10 de febrero de 1928, durante la persecución religiosa de México por pertenecer a «los cristeros», grupo numeroso de católicos mexicanos levantados en contra la opresión del régimen de Plutarco Elías Calles.

Un año antes de su martirio, José Luis se había unido a las fuerzas «cristeras» del general Prudencio Mendoza, enclavadas en el pueblo de Cotija, Michoacán.

El martirio fue presenciado por dos niños, uno de siete años y el otro de nueve años, que después se convertirían en fundadores de congregaciones religiosas. Uno de ellos revela el papel decisivo que tendría para su vocación el testimonio de José Luis, de quien era amigo.

«Fue capturado por las fuerzas del gobierno, que quisieron dar a la población civil que apoyaba a los cristeros un castigo ejemplar», recuerda el testigo que entonces tenía siete años. «Le pidieron que renegara de su fe en Cristo, so pena de muerte. José no aceptó la apostasía. Su madre estaba traspasada por la pena y la angustia, pero animaba a su hijo», añade.

«Entonces le cortaron la piel de las plantas de los pies y le obligaron a caminar por el pueblo, rumbo al cementerio --recuerda--. Él lloraba y gemía de dolor, pero no cedía. De vez en cuando se detenían y decían: "Si gritas ´Muera Cristo Rey´" te perdonamos la vida. "Di ´Muera Cristo Rey´". Pero él respondía: "Viva Cristo Rey"».

«Ya en el cementerio, antes de disparar sobre él, le pidieron por última vez si quería renegar de su fe. No lo hizo y lo mataron ahí mismo. Murió gritando como muchos otros mártires mexicanos "¡Viva Cristo Rey!"».

«Estas son imágenes imborrables de mi memoria y de la memoria del pueblo mexicano, aunque no se hable muchas veces de ellas en la historia oficial».

El otro testigo de los hechos fue el niño de nueve años Enrique Amezcua Medina, fundador de la Confraternidad Sacerdotal de los Operarios del Reino de Cristo, con casas de formación tanto en México como en España y presencia en varios países del mundo.

En la biografía de la Confraternidad que él mismo fundara, el padre Amezcua narra su encuentro --que siempre consideró providencial-- con José Luis.

Según comenta en ese testimonial, haberse cruzado con el niño mártir de Sahuayo --a quien le pidió seguirlo en su camino, pero que, viéndolo tan pequeño le dijo: «Tú harás cosas que yo no podré llegar a hacer»--, determinó su entrada al sacerdocio.

Más tarde, al seminario de formación de los Operarios en Salvatierra, Guanajuato lo bautizó como Seminario de Cristo Rey y su internado se llamó «José Luis», en honor a la memoria de este  santo mexicano.

Los restos mortales de José Luis descansan en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en su pueblo natal.



El grupo de los 9 mártires beatificados por Benedicto XVI el 20 de Noviembre de 2005, es completado por:

Anacleto Gonzalez Flores, Laico, 1 abril
José Dionisio Luis Padilla Gómez, Laico, 1 abril
Jorge Ramon Vargas González, Laico, 1 abril
Ramón Vicente Vargas González, Laico, 1 abril
José Luciano Ezequiel Huerta Gutiérrez, Laico, 3 abril
José Salvador Huerta Gutiérrez, Laico, 3 abril
Miguel Gómez Loza, Laico, 21 marzo
Luis Magaña Servin, Laico, 9 febrero
José Sanchez Del Rio, Laico, 10 febrero

Ese mismo día también fueron beatificados los mártires:
Andrés Sola Molist, Sacerdote, 25 abril
José Trinidad Rangel Montano, Sacerdote, 25 abril
Leonardo Pérez Larios, Laico, 25 abril
Dario Acosta Zurita, Sacerdote, 25 julio

(Las fechas indicadas corresponden a la de sus mártirios)

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 10 DE FEBRERO DE 2020


Lecturas de hoy Lunes de la 5ª Semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 10 de febrero de 2020



Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (8,1-7.9-13):

En aquellos días, Salomón convocó a palacio, en Jerusalén, a los ancianos de Israel, a los jefes de tribu y a los cabezas de familia de los israelitas, para trasladar el Arca de la Alianza del Señor desde la Ciudad de David (o sea Sión). Todos los israelitas se congregaron en torno al rey Salomón en el mes de Etanín (el mes séptimo), en la fiesta de los Tabernáculos. Cuando llegaron los ancianos de Israel, los sacerdotes cargaron con el Arca del Señor, y los sacerdotes levitas llevaron la Tienda del Encuentro, más los utensilios del culto que había en la Tienda. El rey Salomón, acompañado de toda la asamblea de Israel reunida con él ante el Arca, sacrificaba una cantidad incalculable de ovejas y bueyes. Los sacerdotes llevaron el Arca de la Alianza del Señor a su sitio, el camarín del templo, al Santísimo, bajo las alas de los querubines, pues los querubines extendían las alas sobre el sitio del Arca y cubrían el Arca y los varales por encima. En el Arca sólo había las dos Tablas de piedra que colocó allí Moisés en el Horeb, cuando el Señor pactó con los israelitas al salir del país de Egipto, y allí se conservan actualmente. Cuando los sacerdotes salieron del Santo, la nube llenó el templo, de forma que los sacerdotes no podían seguir oficiando a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba el templo. Entonces Salomón dijo: «El Señor quiere habitar en las tinieblas; y yo te he construido un palacio, un sitio donde vivas para siempre».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 131, 6-7. 8-10

R/. Levántate, Señor, ven a tu mansión

Oímos que estaba en Éfrata,
la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada,
postrémonos ante el estrado de sus pies. R/.

Levántate, Señor, ven a tu mansión,
ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala,
que tus fieles vitoreen.
Por amor a tu siervo David,
no niegues audiencia a tu Ungido. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,53-56):

En aquel tiempo, cuando Jesús y sus discípulos terminaron la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza, y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.

Palabra del Señor.




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 10 de febrero de 2020
Alejandro Carbajo Olea, cmf


Queridos hermanos, paz y bien.

Comenzamos las reflexiones de esta semana contemplando el arca de la alianza en el templo de Jerusalén, por un lado, y por otro, a Jesús en camino.

El templo de Jerusalén era un lugar de peregrinación, alrededor del cual se reunían los fieles. Un símbolo, el símbolo mucho tiempo esperado. La culminación del éxodo, de la liberación del pueblo de Israel, y la llegada a la tierra prometida. Y depositar en este templo el Arca de la Alianza era el culmen, tan largamente esperado. Ofrendas, sacrificios, bailes, cánticos… Un gran día de fiesta, sin duda.

La superación del templo de Jerusalén, su culminación, fue Jesús. Todo lo que el templo representaba en el Antiguo Testamento, lo encarna Jesús en el Nuevo. Lo vemos en este pasaje evangélico de hoy. Su fama se ha extendido, y todos quieren verlo, y que sane a los enfermos. Se arremolinan a su alrededor. Y Jesús se pone a ello, como siempre, en cuerpo y alma. Basta con tocar el borde de su manto para ser sanado.

Los hebreos reconocían la presencia divina en las Tablas de la Ley, guardadas en el Arca y por ello respetaban el templo y acudían allí a orar. Hoy no necesitamos un lugar concreto para dar gloria a Dios. Gracias a Él, en todas partes podemos encontrarlo. Por supuesto que hay lugares sagrados, las iglesias, las capillas, pero es posible adorarlo en cualquier lugar. Es un buen día para plantearse con qué ánimo y dónde busco a Jesús. ¿Lo busco siempre, en todos los momentos de mi vida, o solo cuando me encuentro mal? ¿Lo veo presente en los acontecimientos de mi vida? ¿Comienzo la jornada en su presencia, con una oración? Que no se nos olvide. Aprovechemos que Dios se encuentra siempre cerca de nosotros.

Que no se nos olvide, por otra parte, que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. Tenemos que cuidarlo, evitar aquello que nos perjudica, y dar gracias por todo lo que podemos hacer. Hay cosas que nos dañan, y hay otras que nos ayudan. Cada uno sabe lo que es. E, igual que vamos al médico cuando nos duele algo, podemos ir al sacramento de la Reconciliación, si tenemos dolor en el alma.

Hoy celebramos la memoria de santa Escolástica, hermana de san Benito. Aquí puedes leer algo de su vida. Un ejemplo para todos nosotros.

Vuestro hermano en la fe, Alejandro, C.M.F.

FELIZ SEMANA!!!





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