domingo, 5 de marzo de 2017

NUESTRA GRAN TENTACIÓN - DOMINGO 5 DE MARZO 2017


NUESTRA GRAN TENTACIÓN

La escena de las «tentaciones de Jesús» es un relato que no hemos de interpretar ligeramente. Las tentaciones que se nos describen no son propiamente de orden moral. El relato nos está advirtiendo de que podemos arruinar nuestra vida si nos desviamos del camino que sigue Jesús.

La primera tentación es de importancia decisiva, pues puede pervertir y corromper nuestra vida de raíz. Aparentemente, a Jesús se le ofrece algo inocente y bueno: poner a Dios al servicio de su hambre. «Si eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes».

Sin embargo, Jesús reacciona de manera rápida y sorprendente: «No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». No hará de su propio pan un absoluto. No pondrá a Dios al servicio de su propio interés, olvidando el proyecto del Padre. Siempre buscará primero el reino de Dios y su justicia. En todo momento escuchará su Palabra.

Nuestras necesidades no quedan satisfechas solo con tener asegurado nuestro pan material. El ser humano necesita y anhela mucho más. Incluso, para rescatar del hambre y la miseria a quienes no tienen pan, hemos de escuchar a Dios, nuestro Padre, y despertar en nuestra conciencia el hambre de justicia, la compasión y la solidaridad.

Nuestra gran tentación es hoy convertirlo todo en pan. Reducir cada vez más el horizonte de nuestra vida a la satisfacción de nuestros deseos; vivir obsesionados por un bienestar siempre mayor o hacer del consumismo indiscriminado y sin límites el ideal casi único de nuestras vidas.

Nos engañamos si pensamos que ese es el camino que hay que seguir hacia el progreso y la liberación. ¿No estamos viendo que una sociedad que arrastra a las personas hacia el consumismo sin límites y hacia la autosatisfacción no hace sino generar vacío y sinsentido en las personas y egoísmo, insolidaridad e irresponsabilidad en la convivencia?

¿Por qué nos estremecemos de que vaya aumentando de manera trágica el número de personas que se suicidan cada día? ¿Por que seguimos encerrados en nuestro falso bienestar, levantando barreras cada vez más inhumanas para que los hambrientos no entren en nuestros países, no lleguen hasta nuestras residencias ni llamen a nuestra puerta?

La llamada de Jesús nos puede ayudar a tomar más conciencia de que no solo de bienestar vive el ser humano. También los hombres y mujeres de hoy necesitamos cultivar el espíritu, conocer el amor y la amistad, desarrollar la solidaridad con los que sufren, escuchar nuestra conciencia con responsabilidad, abrirnos al Misterio último de la vida con esperanza.


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mt 4,1-11

QUÉ HACE UN JOVEN ALEGRE?



¿Qué hace un joven alegre?




Alguien escribió bellamente: “Un joven sin ideales, es un cielo sin estrellas”. No bien encuentres el sentido de tu vida, percibirás que creces como persona. Eso es tener una estrella que orienta y estimula a jugarse por algo que merece la pena. Entonces sabrás seleccionar amigos, diversiones, lecturas, programas con sabiduría. Tomarás decisiones responsables y coherentes que te acercarán a la meta soñada.

¿Qué hace un joven alegre? El canto está siempre en sus labios. El canto que alegra y purifica como el agua, como la luz como el sol, y se traduce en risa franca y confiada. Canta en el templo. Canta en el hogar. Canta cuando la pena ronda su alma. Canta cuando trepa las cordilleras. ¡Las cumbres y el mar! Ahí están sus preferencias: ellas reflejan su alma. Alta como los Andes. Ancha, serena, profunda como el Pacífico que baña las costas de su Patria. (San Alberto Hurtado).

Leonardo da Vinci escribió: “El que tiene los ojos fijos en un estrella no se vuelve atrás”. Ésa es precisamente la fuerza irresistible que tiene una vocación o ideal que ha movilizado el corazón de un joven. Otro escritor sugiere: “Si quieres mantener tu surco derecho, ata tu arado a una estrella”. ´Surco derecho´  hace pensar en una vida recta, honesta, sin extravíos…


* Enviado por el P. Natalio

7 CONSEJOS PARA QUE LOS JÓVENES AMEN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


7 consejos para que los Jóvenes amen
 al Sagrado Corazón de Jesús
La persona y el mensaje de Jesucristo ejercen una poderosa fascinación sobre los jóvenes


Por: P. Evaristo Sada LC | Fuente: laoracion.com 




Cuando los jóvenes escuchan hablar de Jesucristo con ardor, con sinceridad y sencillez, quedan cautivados. Jesucristo es la persona más atractiva que existe. La persona y el mensaje de Jesucristo ejercen una poderosa fascinación sobre los jóvenes, pero es necesario hablarles de Él, ponerlos en contacto personal y vital con Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Recordemos los encuentros del Papa Juan Pablo II con los jóvenes.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús centra la atención en el amor de Jesucristo a la humanidad. Y ese es el amor que los jóvenes necesitan: un amor genuino, el de un amigo que da la vida por sus amigos, con un amor sin límites, audaz como ninguno; el amor de un amigo fiel a toda prueba. El amor de Cristo es un Amor que te sigue amando igual aún cuando le olvidas o traicionas, un Amor que te abraza en las buenas y en las malas, a quien tienes y tendrás siempre a tu lado.

En mi adolescencia y juventud tuve la gracia de contar con la amistad y guía de un gran líder espiritual: el P. James McIlhargey, L.C. También viví mi juventud en tiempos de Juan Pablo II; de quien aprendimos cómo suscitar y reavivar la fe en los jóvenes.

Haciendo memoria de mi experiencia personal con ellos y analizando el fenómeno de tantos grupos juveniles, menciono algunos medios para promover hoy la devoción al Sagrado Corazón de Jesús entre los jóvenes:

Compartir con ellos la propia experiencia de la amistad y el amor de Cristo: "Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí" (Ga 2, 20). Hacerlo con naturalidad, honestidad, frescura y pasión.

Darles testimonio de la alegría de conocer a Cristo, de ser amigo suyo y seguirle; irradiar y contagiar la paz de vivir en gracia de Dios. Ofrecerles así "un encuentro vivo de ojos abiertos y corazón palpitante con Cristo resucitado" (Juan Pablo II, Santo Domingo, 26 de enero de 1979)

Hablarles de la persona de Cristo, que se encarnó y murió por nosotros para mostrarnos la grandeza de su amor misericordioso y salvarnos. San Juan nos dio a conocer a Cristo sobre todo desde la perspectiva del amor: "Porque tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga Vida eterna" (Jn 3, 16). Que la predicación y los eventos giren sobre todo en torno a la persona de Cristo. Preparar el camino, poner las condiciones para la conversión y la efusión del Espíritu Santo.

Presentar el ideal del cristianismo sin glosa, sin dulcificar su exigencia; una Iglesia donde lo más importante es conocer, amar e imitar a Jesucristo. Que conozcan un cristianismo que se caracteriza por la caridad evangélica y el ardor por encender el mundo con el fuego del amor de Dios. "La caridad de Cristo nos urge" (2 Cor 5,14)

Ayudarles a entender y vivir la misa; que las misas sean bellas, celebradas con fervor. Si siempre "se ha de propiciar el encuentro con Jesucristo" (D.A. 278 a), en la misa debe hacerse de manera muy especial. Que tengan la oportunidad de encontrarse con frecuencia con Cristo Eucaristía, en la adoración eucarística y la comunión frecuente. Que el contacto directo con Cristo Eucaristía sea el camino principal para ayudar a los jóvenes a entablar un diálogo personal con Él.

Que cada vez que acuden a la confesión descubran y aviven la experiencia del amor misericordioso de Dios Padre.

Ayudarles a formar grupos de amigos que disfruten juntos, oren juntos, hagan el bien juntos, en un clima de caridad fraterna; propiciar comunidades de vida donde experimenten la belleza de ser Iglesia al estilo de los primeros cristianos.
Todo esto supone que los sacerdotes y misioneros cultivemos una relación personal y genuina con Cristo, que nuestra vida de oración sea fervorosa y profunda de manera que podamos desbordar lo que antes hemos vivido: la experiencia del amor de Cristo.

Está comprobado: si ayudamos a los jóvenes a disponer sus corazones para acoger el amor de Cristo y promovemos la devoción al Sagrado Corazón de Jesús entendida como un encuentro vital con Cristo, un conocimiento experiencial de Él y la imitación de sus virtudes, el Espíritu Santo se encargará de actuar a fondo en ellos y transformarlos en hombres nuevos.

En síntesis: lo que los jóvenes y todos necesitamos es un cristianismo que sea sobre todo experiencia y encuentro existencial con Cristo.

DIEZ IDEAS DEL PADRE PÍO PARA CUARESMA


Diez ideas del Padre Pío para Cuaresma




1 – En primer lugar, la necesidad de la guerra espiritual
Que nosotros siempre tengamos ante nuestros ojos el hecho de que aquí en la tierra estamos en un campo de batalla y que en el paraíso es que recibiremos la corona de la victoria; que este es un banco de pruebas y el premio será otorgado arriba; que ahora estamos en una tierra de exilio, mientras que nuestra verdadera patria es el Cielo a la que debemos aspirar continuamente.
Satanás es un león rugiente buscando a quien devorar y debemos tener esto siempre en mente durante la Cuaresma.

2 – El Rosario es el arma recomendada para la batalla
Sujetar con firmeza el Rosario. Ser agradecidos a la Virgen porque fue ella la que nos dio Jesús. Por amor a la Virgen y para merecer su amor, siempre rezar el Rosario y tan a menudo como sea posible.

3 – No tener miedo de humildad
La humildad es interminable. La pureza es poder. Imaginar la pureza y seguirla.
Estas también son armas en la batalla. La humildad y la pureza son las alas que nos llevan a Dios y nos hacen casi divinos.

4 – No hay que esperar un éxito inmediato
La vida espiritual es un viaje largo. Es el trabajo de toda una vida. Tomar un día a la vez y un paso a la vez. Si tropieza y caes, levántate de inmediato y sigue adelante. Nunca te rindas.
En la vida espiritual, debes dar un paso adelante cada día en una línea vertical, de abajo hacia arriba.

5 – Tu infelicidad no es todo y tampoco tu felicidad es todo
No permitas que tus sentimientos determinen tus pensamientos sobre si estás haciendo progreso espiritual o no.
Las normas del mundo sobre la felicidad y el “éxito” son completamente diferentes del progreso espiritual.
Mantén tus ojos fijos en Él, que es tu guía a la patria celestial, donde Él te está guiando.
¿Qué te importa si Jesús desea guiarte hacia el cielo a través del desierto o por el prado, siempre y cuando él está siempre contigo y llegues a una feliz eternidad?

6 – Apaga las pantallas para la Cuaresma (detén la televisión, Facebook, la computadora)
Lee buenos libros. Alimenta el alma.
Dijo el Padre Pío: No me considero demasiado exigente si te pido una vez más que establezcas una actividad de gran importancia, ir a los libros sagrados y leer tanto como sea posible. Esta lectura espiritual es necesaria para ti como el aire que respiras.

7 – Presta atención a la Misa
El Señor está presente. No se trata sólo de una “comida familiar” o una charla en la que decidamos cómo vamos a hacer del mundo un lugar mejor.
Es el umbral del cielo y el único sacrificio completo y final puesto en el momento presente, con sus beneficios aplicados a nuestras necesidades.
Renueva tu fe asistiendo a misa. Mantén tu mente enfocada en el misterio que se está desarrollando ante tus ojos.
El ojo de tu mente te transportará al Calvario y medita sobre la víctima que se ofrece a la Justicia Divina, pagando el precio por tu redención.
Si sólo supiéramos cómo Dios se refiere a este sacrificio, no arriesgaríamos nuestras vidas por no estar presentes en una sola misa.

8 – Tu disciplina durante la Cuaresma es un paso para que puedas amar adecuadamente las cosas que son eternas
Por lo tanto, no te desanimes. Haz pequeños sacrificios, pero dales de su importancia.
El que se apega a la tierra permanece unido a ella. Es por la violencia que a veces hay que salir de ella. Es mejor desprenderse un poco a la vez, en lugar de todo a la vez. Tenemos siempre que pensar en el cielo.

9 – No te desanimes, piensa que estás haciendo un buen trabajo porque Dios lo está haciendo dentro de ti
Cuando te des cuenta de esto vas a esforzarse aún más en cooperar con la voluntad de Dios y esto te llevará más lejos en el camino y con más velocidad.
Humillémonos y confesemos que si Dios no fuera nuestra armadura y escudo seríamos traspasados por todo tipo de pecados. Es por eso que tenemos que vivir en Dios, perseverando en nuestras prácticas, y aprender a servirle a nuestro costo.

10 – Debes estar totalmente comprometido con el Señor y que Él no fallará
Recuerda el pasaje de la Biblia: Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. En todos sus caminos reconócelo y Él dirigirá tu camino.
Vamos a tratar de servir al Señor con todo nuestro corazón y voluntad. Él siempre nos dará más de lo que merecemos.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 4 y 5 DE MARZO


Los Cinco Minutos de María - P. Alfonso Milagro
4 de Marzo





Toda la comunidad necesita un corazón que la aliente y en la comunidad celestial ese corazón es María; así como no podríamos concebir una comunidad sin corazón, así no podríamos pensar en una comunidad celestial sin María.

Si el Papa Pablo VI la proclamó Estrella de la evangelización, la doctrina teológica la tuvo siempre como Madre de la Iglesia, y así la proclamó también el mismo Sumo Pontífice.

El sentido comunitario y celestial debe animar todas las obras del cristiano devoto de María y vivir esa interrelación; por María ir a la Iglesia y por la Iglesia ir a María; al fin y al cabo, donde está María está la Iglesia y donde está la Iglesia, allí encontramos a María.

María es la realización práctica y perfecta de la Palabra de Jesús.

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Los cinco minutos de María
Marzo 5



La caridad es el amor que brota del corazón de Dios y anida en la tierra del corazón de las madres.

María, como Madre de Dios y Madre espiritual de los hombres, es, por lo tanto, doblemente expresión del amor; de ahí que, después de Dios, no podamos suponer a nadie tan bondadoso y lleno de amor como la Virgen.

El cristiano es también un hombre que está llamado a vivir el amor a Dios y al prójimo, es decir, el amor teologal o la caridad; no puede, pues, dejar de vivir ese amor a Dios y a los hermanos.
María, que pronunciaste el sí de la anunciación, sé nuestra guía en la entrega y el servicio.


* P. Alfonso Milagro

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY PRIMER DOMINGO DE CUARESMA 5 DE MARZO DEL 2017


I Domingo de Cuaresma – Ciclo A
Domingo 5 de Marzo de 2017

“Jesús es hombre”



Primera lectura
Lectura libro del Génesis (2,7-9;3,1-7):

EL Señor Dios modeló al hombre del polvo del suelo e insufló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en ser vivo.
Luego el Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado.
El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos para la vista y buenos para comer; además, el árbol de la vida en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y el mal.
La serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor había hecho. Y dijo a la mujer:
«¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?».
La mujer contestó a la serpiente:
«Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios:
“No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”».
La serpiente replicó a la mujer:
«No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal».
Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió. Luego se lo dio a su marido, que también comió.
Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.

Palabra de Dios    

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Salmo
Salmo Responsorial: 50,3-4.5-6a.12-13.14.17

R/. Misericordia, Señor: hemos pecado

V/. Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R/.

V/. Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces. R/.

V/. Oh, Dios, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R/.

V/. Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R/.

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Segunda lectura
Comienzo de la primera carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5,12-19):

Hermanos:

Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron…
Pues, hasta que llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no había ley. Pese a todo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que tenía que venir.
Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios y el don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos.
Y tampoco hay proporción entre la gracia y el pecado de uno:
pues el juicio, a partir de uno, acabó en condena, mientras que la gracia, a partir de muchos pecados, acabó en justicia.
Si por el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado a través de uno solo, con cuánta más razón los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo.
En resumen, lo mismo que por un solo delito resultó condena para todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para todos.
Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.

Palabra de Dios

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Lectura del Santo Evangelio según san Mateo (4,1-11):

En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre.
El tentador se le acercó y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes».
Pero él le contestó:
«Está escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”».
Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”».
Jesús le dijo:
«También está escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios”».
De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los
reinos del mundo y su gloria, y le dijo:
«Todo esto te daré, si te postras y me adoras».
Entonces le dijo Jesús:
«Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”».
Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.

Palabra del Señor

FELIZ DOMINGO!!


viernes, 3 de marzo de 2017

DIOS PERMITE QUE EL DEMONIO TIENE A SACERDOTES PARA QUE CREZCAN EN LA FE


Papa Francisco: Dios permite que el demonio tiente a sacerdotes para que crezcan en la fe
Por Miguel Pérez Pichel
Captura de Youtube




VATICANO, 02 Mar. 17 / 02:05 pm (ACI).- En un encuentro mantenido con el clero de la Diócesis de Roma, en la Basílica de San Juan de Letrán, con motivo del comienzo de la Cuaresma, el Papa Francisco puso como ejemplo a seguir para los sacerdotes la fe de Simón Pedro, constantemente sometida a prueba por el demonio. Esta clase de pruebas “Dios no las manda directamente, pero tampoco las impide”.

Este jueves 2 de marzo, el Santo Padre destacó que “la fe de Simón Pedro tiene un carácter especial: es una fe probada, con la cual tiene la misión de confirmar y consolidar la fe de sus hermanos, nuestra fe”.


Pedro es probado para crecer en la fe y así ayudar a que crezca la fe del pueblo: “El Señor preparó a Simón Pedro de manera paradigmática, para que con su fe probada nos confirmase a todos nosotros que amamos a Cristo sin haberlo visto”.

“La fe de Simón Pedro es sometida a prueba en la tensión entre el deseo de ser leal, de defender a Jesús, y el deseo de ser el más grande y la negación, la cobardía y el sentirse el peor de todos. El Señor reza para que Satanás no oscurezca la fe de Simón en ese momento, en el que pasa de verse a sí mismo como el más grande, a despreciarse y permanecer desconcertado y perplejo”.

Por ese motivo, “toda la vida de Simón Pedro puede verse como un progreso en la fe gracias al acompañamiento del Señor, que le enseña a discernir en el propio corazón aquello que procede del Padre y lo que procede del demonio”.


“Quizás, la tentación más grande del demonio fue esta: insinuar en Simón Pedro la idea de no ser digno de ser amigo de Jesús porque lo había traicionado”, indica el Pontífice. “Pero el Señor es fiel. Siempre. Y renueva siempre su fidelidad”.

En el Evangelio se observa que las tentaciones a Pedro son constantes, incluso contra Juan, “su mejor amigo”. Pedro tiene la tentación de inmiscuirse en la amistad entre Jesús y Juan. “El Señor lo corrige severamente y le dice: ‘¿A ti que te importa? Tú sígueme’”.

Francisco explicó que “la fe de Simón Pedro es menor que la de muchos pequeños del pueblo fiel de Dios. Incluso hay algunos paganos, como el centurión, que tienen una fe más grande que la suya en el momento de implorar por la curación de un enfermo de su familia. La fe de Simón es más lenta que la de María Magdalena y que la de Juan. Juan cree con solo ver el signo del sudario, y reconoce al Señor junto a la ribera del lago con solo escuchar sus palabras”.

No obstante, “la fe de Simón Pedro tiene momentos de grandeza, como cuando confiesa que Jesús es el Mesías, pero a estos momentos le siguen casi inmediatamente otros de gran error, de extrema fragilidad y de total desconcierto, como cuando quiere alejar al Señor de la cruz, o cuando se hundía en el lago, o cuando quiere defender al Señor con la espada. Por no hablar del momento vergonzoso de las tres negaciones ante los siervos”.

Por lo tanto, “vemos cómo la tentación está siempre presente en la vida de Simón Pedro. Nos muestra en primera persona cómo progresa la fe confesando y dejándose someter a prueba. Y muestra además que también el pecado mismo está implicado en el progreso de la fe. Pedro cometió el peor de los pecados: renegar del Señor. Y a pesar de ello fue Papa”.

El Pontífice dijo luego que “es importante para un sacerdote saber situar la misma tentación y el mismo pecado en el ámbito de la oración de Jesús para que no disminuya nuestra fe, para que no nos falte la fe, para que la fe madure y para que sirva para fortalecer la fe de aquellos que nos han sido confiados”.

“Me gusta repetir que un sacerdote o un obispo que no se siente pecador, que no se confiesa, que no se interroga a sí mismo, no progresa en la fe. Hace falta estar atentos a que la confesión y el discernimiento de la propia tentación incluya y tenga en cuenta esta intención pastoral que el Señor desea otorgar”, destacó.

Aunque Dios permite las tentaciones, no deja a los hombres solos ante ellas. Afirma el Papa Francisco que “el hecho de que el Señor diga expresamente que reza por Simón es extremadamente importante, porque la tentación más insidiosa del demonio es hacernos pensar que Jesús nos ha abandonado, que en cierto modo nos ha dejado solos y que no nos ayuda como debería”.


“El Señor mismo lo experimentó y derrotó esta tentación. Primero en el huerto, y luego en la cruz, entregándose en las manos del Padre cuando se sentía abandonado. Es en este punto de la fe cuando tenemos necesidad de estar especialmente fortalecidos y confirmados”.

La forma en que Jesús actúa contra los demonios es diferente según cada situación: “si en las pruebas que se originan en nuestra carne el Señor nos alienta y nos fortalece, obrando muchas veces milagros de curación, en las tentaciones que vienen directamente del demonio el Señor obrará de una manera más compleja”.

El Santo Padre explicó que “vemos que hay algunos demonios que expulsa directamente y sin demora; a otros los neutraliza haciéndolos callar; a otros los hace hablar, les pregunta su nombre, como a aquel que se llamaba ‘Legión’; a otros les responde ampliamente con la Escritura, sosteniendo un largo proceso, como en el caso de las tentaciones en el desierto”.

El orgullo, la soberbia, se encuentran en el centro del origen del mal, dijo el Pontífice a los sacerdotes: “el mal tiene su origen en un acto de orgullo espiritual y nace de la soberbia de una criatura perfecta, Lucifer. Después, contagia a Adán y Eva apoyándose en su deseo de ser como dioses, no en su fragilidad”.

En el caso de Simón Pedro, precisó el Papa, “el Señor no teme por su fragilidad de hombre pecador ni en su miedo a caminar sobre el agua en medio de una tempestad. Teme, sobre todo, la discusión sobre cuál es el más grande”.

EL EVANGELIO DE HOY PRIMER VIERNES DE MES, 3 DE MARZO 2017

Tan rico es el amor
San Mateo 9,14-15, Viernes después de Ceniza


Por: H. Iván Yoed González Aréchiga LC | Fuente: www.missionkits.org 



En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cristo, Rey nuestro. ¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Dios mío, tienes todo mi querer. Si me alejase de Ti, no olvides mi querer. Jamás querré conscientemente apartarme de Ti. Si me apartase de Ti, no olvides mi querer. Úneme a Ti, y enséñame a vivir cerca de Ti.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Mateo 9,14-15
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos si ayunamos?". Jesús les respondió: "¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que les quitarán al esposo, y entonces si ayunarán".
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.
Si alguna vez me preguntasen por qué las capillas, por qué los templos, por qué las iglesias son tan majestuosas, con franca sencillez habría de responder: «porque son la casa de nuestro Dios».
No hay momento más bello que el de celebrar como pueblo de Dios la Santa Misa, donde Tú te haces presente, Señor, y visitas nuestro corazón por la ventana de la fe. Realmente presente, realmente frente a mí, y entonces yo digo «amén», «creo», «quiero recibirte», «quiero amarte», mi único deseo».
Más bello que una creatura dirigiéndose a su creador, no existe alguna cosa. Semejante al noble amor que lleva al novio en busca de la novia paraa dedicarle un canto, donde no hay gesto que no valga la pena para expresar afecto. Así, Señor, te cantan en la misa nuestros corazones, te cantan siempre que se encuentran frente a Ti.
¿Mi corazón te canta así?, ¿qué le habrá sucedido, si no disfruta cantando a su creador?, ¿qué le habrá sucedido, si le preocupa el tiempo? Tan rico es el amor, que pareciera que comprase todo el tiempo para siempre amar.
Así, si los discípulos habrían de ayunar, habrían de hacerlo aquellos dignos días de polvo misionero por las calles, mas no mientras se hallasen con su Dios. No mientras el novio está con ellos.
Nada que ver con esos que huelen a perfume caro y te miran de lejos y desde arriba (cf. ibíd., 97). Somos los amigos del Novio, esa es nuestra alegría. Si Jesús está pastoreando en medio de nosotros, no podemos ser pastores con cara de vinagre, quejosos ni, lo que es peor, pastores aburridos. Olor a oveja y sonrisa de padres... Sí, bien cansados, pero con la alegría de los que escuchan a su Señor decir: «Venid a mí, benditos de mi Padre.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de abril de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Señor, te prometo que voy a poner los medios necesarios para acordarme, en la siguiente misa, de cantarte con fervor. En los actos sencillos se transforma el corazón.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!

Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 3 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 3




La Virgen fue elevada a la dignidad de Madre de Dios; la elevó así sobre todas las criaturas, porque cuanto más el hombre se acerca a Dios, más se eleva sobre sí mismo y nadie más cerca de Dios que su Madre Santísima.

Todo hombre tiene ansias de ser más y mejor; algunos colman esas ansias no tanto en el orden material cuanto en el espiritual. Ojalá pusiéramos en el orden espiritual tanto empeño y afán como ponemos en lo material y temporal.

María, que diste comienzo a la nueva creación por el Espíritu, enséñanos a ser dóciles al Espíritu de vida.


* P. Alfonso Milagro

LA LIMOSNA


La limosna



Interrogado el papa Francisco sobre si hay que dar una limosna a quien la pide por la calle, respondió: “Hay muchos argumentos para justificarse a si mismo cuando no se da una limosna”. Lo explicó en una entrevista al mensual “scarp de tenis” de la Cáritas de Milán, señalando que uno de ellos es: “¿Cómo le voy a dar dinero si después él se lo gasta para tomarse un vaso de vino?”.

Y Francisco responde, que si es esa la única felicidad que tiene en la vida “está bien así”. E invitó a preguntarse “más bien ¿qué hace uno a escondidas?, ¿cuál es la felicidad que uno busca escondido?”.

“O más bien, a diferencia de él uno es más afortunado, tiene una casa, una esposa, hijos, ¿Qué te lleva a decir, ‘Ocúpense ustedes de él’? Una ayuda siempre es justa. Desde luego, no es bueno lanzar al pobre solo algunas monedas. Es importante el gesto, ayudar a los que piden mirándoles a los ojos y tocando sus manos. Echar el dinero y no mirarlos en los ojos no es un gesto cristiano”, señala el Santo Padre.

¿Cómo educar a la limosna? El Santo Padre contó la anécdota de una señora que conoció en Buenos Aires y que era mamá de cinco niños. El papá se encontraba en el trabajo, ellos “estaban almorzando y sienten golpear a la puerta. El más grande va a abrir: ‘Mamá, hay un hombre que pide comida. ¿Qué hacemos?’. Los tres, la más pequeña una niña de cuatro años estaban comiendo una milanesa. La mamá dice: ‘Cortemos por la mitad nuestra milanesa’. Y la niña dice que no porque hay otra. ‘Es para papá esta noche. Se la tenemos que dar, tenemos que darle la nuestra’”.

“Con pocas y simples palabras –prosiguió Francisco– aprendieron que se da de lo propio, lo que uno nunca querría dejar. Dos semanas después, la misma señora fue a la ciudad para realizar algunas gestiones y dejó a los niños en la casa, ellos tenían que hacer deberes, les dejó la merienda lista. Cuando regresó encontró a los tres hijos con un mendigo en la mesa con quien estaban comiendo la merienda. Habían aprendido bien y demasiado rápido, y seguramente les había faltado la prudencia”.

Y el Pontífice concluye explicando que “enseñar  la caridad no es descargar las propias culpas, pero es un acercarse, un mirar a una miseria que llevo dentro de mí y que el Señor comprende y salva. Porque todos tenemos miserias dentro”.


©Zenit

DEJAR QUE CRISTO ENTRE EN EL CORAZÓN


Dejar que Cristo entre en el corazón
Viernes después de Ceniza. La conversión no es simplemente obras de penitencia. La conversión es el cambio del corazón.


Por: P. Cipriano Sánchez LC | Fuente: Catholic.net 




El tema del corazón contrito, de la conversión del corazón es el tema que debería de recorrer nuestra Cuaresma. Es el tema que debería recorrer toda nuestra preparación para la Pascua. La liturgia nos insiste que son importantes las formas externas, pero más importantes son los contenidos del corazón. La Iglesia nos pide en este tiempo de Cuaresma, que tengamos una serie de formas externas que manifiesten al mundo lo que hay en nuestro corazón, y nos pide que el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo hagamos ayuno, y que todos los viernes de Cuaresma sacrifiquemos el comer carne. Pero esta forma externa no puede ir sola, necesita para tener valor, ir acompañada con un corazón también pleno.

El profeta Isaías veía con mucha claridad: "¿es lo que Yo busco: que inclines tu cabeza como un junco, que te acuestes en fango y ceniza?" Dios Nuestro Señor lo que busca en cada uno de nosotros es la conversión interna, que cuando se realiza, se manifiesta en obras, que cuando se lleva a cabo, tiene que brillar hacia fuera; pero no es solamente lo externo. De qué poco serviría haber manchado nuestras cabezas de ceniza, si nuestro corazón no está también volviéndose ante Dios Nuestro Señor. De qué poco nos serviría que no tomásemos carne en todos los viernes de Cuaresma, si nuestro corazón está cerrado a Dios Nuestro Señor.

La dimensión interior, que el profeta reclama, Nuestro Señor la toma y la pone en una dimensión sumamente hermosa, cuando le preguntan: ¿Por qué ustedes no ayunan y sin embargo los discípulos de Juan y nosotros si ayunamos? Y Jesús responde usando una parábola: "¿Pueden los amigos del esposo ayunar mientras está el esposo con ellos?" Jesús lo que hace es ponerse a sí mismo como el esposo. En el fondo retoma el tema bíblico tan importante de Dios como esposo de Israel, el que espera el don total de Israel hacia Él.

Esta condición interior, el esfuerzo por que el pueblo de Israel penetre desde las formalidades externas a la dimensión interna, es lo que Nuestro Señor busca. El ayuno que Él busca es el del corazón, la conversión que Él busca es la del corazón y siempre que nos enfrentemos a esta dimensión de la conversión del corazón nos estamos enfrentando a algo muchas veces no se ve tan fácilmente; a algo que muchas veces no se puede medir, pero a algo que no podemos prescindir en nuestra vida. ¿Quién puede palpar el amor de un esposo a su esposa? ¿Quién puede medir el amor de un esposo a su esposa? ¿Cómo se palpa, cómo se mide? ¿Solamente por las formas externas? No. Hay una dimensión interior en el amor esponsal del cual Jesucristo se pone a sí mismo como el modelo. Hay una dimensión que no se puede tocar, pero que es también imprescindible en nuestra conversión del corazón. Tenemos que ser capaces de encontrar esa dimensión interior, una dimensión que nos lleva profundamente a descubrir si nuestra voluntad está o no entregada, ofrecida, dada como la esposa al esposo, como el esposo a la esposa, a Dios, Nuestro Señor.

La conversión no es simplemente obras de penitencia. La conversión es el cambio del corazón, es hacer que mi corazón, que hasta el momento pensaba, amaba, optaba, se decidía por unos valores, unos principios, unos criterios, empiece a optar y decidirse como primer principio, como primer criterio, por el esposo del alma que es Jesucristo.

Sólo cuando llega el corazón a tocar la dimensión interior se realiza, como dice el profeta, que "Tu luz surgirá como la aurora y cicatrizarán de prisa tus heridas, se abrirá camino la justicia y la gloria del Señor cerrará tu mancha". Entonces, casi como quien ve el sol, casi como quien no es capaz de distinguir la fuente de luz que la origina, así será en nosotros la caridad, la humildad, la entrega, la conversión, la fidelidad y tantas y tantas cosas, porque van a brotar de un corazón que auténticamente se ha vuelto, se ha dirigido y mira al Señor.

Este es el corazón contrito, esto es lo que busca el Señor que cada uno de nosotros en esta Cuaresma, que seamos capaces en nuestro interior, en lo más profundo, de llegar a abrirnos a Dios, a ofrecernos a Dios, de no permitir que haya todavía cuartos cerrados, cuartos sellados a los cuales el Señor no puede entrar, porque es visita y no esposo, porque es huésped y no esposo. El esposo entra a todas partes. La esposa en la casa entra a todas partes. Solamente al huésped, a la visita se le impide entrar en ciertas recámaras, en ciertos lugares.

Esta es la conversión del corazón: dejar que realmente Él llegue a entrar en todos los lugares de nuestro corazón. Convertirse a Dios es volverse a Dios y descubrirlo como Él es. Convertirse a Dios es descubrir a Dios como esposo de la vida, como Aquél que se me da totalmente en infinito amor y como Aquél al cual yo tengo que darme totalmente también en amor total.

¿Es esto lo que hay en nuestro corazón al inicio de esta Cuaresma? ¿O quizá nuestra Cuaresma está todavía encerrada en formulismos, en estructuras que son necesarias, pero que por sí solas no valen nada? ¿O quizá nuestra Cuaresma está todavía encerrada en criterios que acaban entreteniendo al alma? Al huésped se le puede tener contento simplemente con traerle un café y unas galletas, pero al esposo o a la esposa no se le puede contentar simplemente con una formalidad. Al esposo o la esposa hay que darle el corazón.

Que la Eucaristía en nuestra alma sea la luz que examina, que escruta, que ve todos y cada uno de los rincones de nuestra alma, para que, junto con el esposo sea capaz de descubrir dónde todavía mi entrega es de huésped y no de esposo.

Pidamos esta gracia a Jesucristo para que nuestra Cuaresma sea una Cuaresma de encuentro, de cercanía de profundidad en la conversión de nuestro corazón.

PRIMER VIERNES DEL MES DE MARZO, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


PRIMER VIERNES DEL MES DE MARZO
DEDICADO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 


Breve consideración.- Jesús a su confidente Margarita María de Alacoque:

"Tengo una sed abrasadora de ser honrado en el Santísimo Sacramento del Altar ¡ay!, y casi no encuentro quien, cediendo a mis deseos, mitigue esa sed con una correspondencia generosa a mi Corazón. Sírveme tú de asilo..., recíbeme en la Sagrada Comunión y, entronizando en tu alma, adórame, ofreciéndote al Padre, para obtener piedad por los pobres pecadores. No olvides que una alma santa, y que me pertenezca de veras, puede obtener el perdón de mil y más criminales."


ORACIÓN:

¡Oh Corazón abrasado de amor! ¡Oh santuario de la divinidad, templo de la majestad soberana, altar de la caridad divina, Corazón que ardes en llamas de amor por Dios y por mi! Yo te adoro, y desfallezco de amor en tu presencia. Yo me uno a tus santas intenciones, yo quiero, sí, yo quiero abrazarme en tus ardores y vivir de tu vida. ¡Cuánto huelgo de verte feliz en tus triunfos y en tu gloria! ¡Cuán de veras querría yo padecer y morir antes que desagradarte! ¡Oh corazón mío, si obras, sea tan sólo por los impulsos del Corazón de Jesús; muere, en silencio, delante de Él a todo lo que es natural o humano! ¡Oh Corazón divino!, a Ti me adhiero, en Ti me pierdo, y sólo de Ti quiero vivir. Así, toda mi ocupación será, Señor, enmudecer y adorar anonadado delante de Ti, como una lámpara encendida que se consume delante del Sagrario. ¡Amar, padecir y morir por tu Sagrado Corazón!

(De Santa Margarita María de Alacoque)



TERCERA PROMESA:

"Los consolaré en todas sus aflicciones"


(Agradezcamos esta promesa y pidamos que Jesús la cumpla con nosotros en nuestros  continuos pesares, recitando las:

 LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros
Jesucristo óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.

(A todas las invocaciones que siguen se responde: “Ten misericordia de nosotros”)


Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno,
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo,
Corazón de Jesús, al Verbo de Dios substancialmente unido,
Corazón de Jesús, de majestad infinita,
Corazón de Jesús, Templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo,
Corazón de Jesús, Casa de Dios y puerta del cielo,
Corazón de Jesús, Horno ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, Santuario de justicia y de amor,
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
Corazón de Jesús, Abismo de todas las virtudes,
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
Corazón de Jesús, Rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en que están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia,
Corazón de Jesús, en que mora toda la plenitud de la divinidad,
Corazón de Jesús, en que el Padre se agradó,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos nosotros hemos recibido,
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
Corazón de Jesús, paciente y muy misericordioso,
Corazón de Jesús, liberal con todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, colmado de oprobios,
Corazón de Jesús, desgarrado por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús, con lanza traspasado,
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, salvación de los que en Ti esperan,
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren,
Corazón de Jesús, delicias de todos los Santos,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.
V.- Jesús manso y humilde de corazón.
R.- Haz nuestro corazón conforme al tuyo.

Oremos: Oh Dios todopoderoso y eterno: mira el Corazón de tu amantísimo Hijo y las alabanzas y satisfacciones que en nombre de los pecadores te tributa; y concede aplacado el perdón a éstos que piden tu misericordia en el nombre de tu mismo Hijo Jesucristo. Quien contigo vive y reina en los siglos de los siglos. Amén.


Un Padrenuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.




Una palabra de Margarita María a sus hermanos asociados: "Si quieres dar un gusto inmenso al Corazón de Jesús, ofrécele, sacrifícale por entero los vuestros un primer viernes, después de comulgar, y prométle en ese instante solemne dos cosas: pertenecerle de veras, amándole sobre todas las cosas, y extender la gloria y el amor de su Sagrado Corazón"

Un Padre Nuestro y Avemaría por los agonizantes y pecadores.



ACTO DE CONSAGRACIÓN
SE SOR MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

Amabilísimo Jesús, yo me consagro de nuevo y sin reserva a tu Divino Corazón. Te consagro mi cuerpo con todos sus sentidos, mi alma con todas sus potencias y mi ser todo entero. Te consagro mis pensamientos, palabras, obras, todos mis sufrimientos y trabajos, todas mis esperanzas, consuelos y alegrías. Especialmente te consagro mi pobre corazón para que no ame sino a Ti y se consuma como víctima en las llamas de tu amor. Acepta, !oh Corazón divino!, el deseo que tengo de consolarte y de pertenecerte para simpre. Toma de tal manera posesión de mí, que yo no tenga otra libertad que la de amarte, ni otra vida que sufrir y morir por Ti. Pongo en Ti toda mi confianza, una confianza sin límites, y espero de tu misericordia infinita perdón de todos mis pecados. Deposito en tus manos todos mis intereses, principalmente el de mi salvación eterna.

Prometo amarte y honrarte hasta el último momento de mi vida, y ayudado de tu divina gracia, prometo propagar con celo ardiente el culto de tu Sacratísimo Corazón. !Oh divino Corazón de Jesús!, dispón de mí como te agrade, no quiero más recompensa que tu mayor gloria y tu santo amor. Concédeme la gracia de hacer mi morada en tu Sacratísimo Corazón; allí es donde quiero pasar los días de mi vida y exhalar mi último suspiro.

Haz también de mi  corazón tu morada y el lugar de tu reposo, para quedarnos así íntimamente unidos, hasta que un día pueda yo alabarte, amarte y poseerte por toda la eternidad y cantar para siempre las misericordias de tu dulcísimo Corazón. Amén


Corazón Divino de Jesús, ten misericordia de nosotros (Tres veces)

Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros.

San José, Ruega por nosotros.

Santa Margarita María de Alacoque, ruega por nosotros.

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 2 DE MARZO


Los cinco minutos de María
Marzo 2



Todos tenemos nuestros gustos, a veces no del todo santo, no del todo acorde con los gustos de Dios y de nuestra Madre del cielo.
Cuando la tentación ronda a nuestro para hacernos caer; cuando en nuestro interior surgen los instintos alborotados, cuando la soberbia, el egoísmo, la comodidad pretenden avasallarnos, pensemos que es mucho mejor dejarnos guiar por nuestra Madre Santísima, que encapricharnos en nuestros gustos personales. Y si al final de nuestra vida tenemos la conciencia de que hemos vivido tratando de dar gusto a la Virgen, estaremos seguros de nuestra salvación, pues los gustos de la Virgen son los gustos de Dios.

María, que respondiste con tu vida al plan de Dios, ilumina nuestro deseo para que vivamos respondiendo al mandamiento del amor.

* P. Alfonso Milagro

BUENAS TARDES


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