miércoles, 29 de noviembre de 2017

NOVENA EN HONOR A LA INMACULADA CONCEPCIÓN, DEL 29 NOVIEMBRE AL 7 DICIEMBRE


 Novena a la Inmaculada Concepción, camino al Año de la Misericordia
30 Noviembre al 7 de Diciembre 
Por Abel Camasca




 (ACI).- “La Beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original desde el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano”, afirma la Bula “Ineffabilis Deus” sobre la Inmaculada Concepción de María.

Cercanos a esta gran Solemnidad mariana que se celebra cada 8 de diciembre y que este año coincidirá con el inicio del Año de la Misericordia convocado por el Papa Francisco, aquí una Novena para pedir la intercesión de la Virgen María ante Dios.

Por la señal de la Santa Cruz...

Acto de contrición

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero. Ante tu divina presencia reconozco que he pecado muchas veces y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa haberte ofendido. Ayudado de tu divina gracia, propongo no volver a caer más, confesarme y cumplir la penitencia que el confesor me imponga. Amén.

Oración preparatoria

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida para Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción; así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que, por la gracia de Dios, has sido elegida para ser madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado. 


No me dejes pues a mí tampoco, porque si no, me perderé; que yo tampoco quiero dejarte a ti, antes bien cada día quiero crecer más en tu verdadera devoción. Y alcánzame principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un gran aprecio de la virtud, y la tercera, una buena muerte. Además dame la gracia particular que te pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, tuya y bien de mi alma.


PRIMER DÍA 
Lectura bíblica (Gn. 3, 9 - 15)

Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?", Este contestó: "Te oí caminar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo: por eso me escondí". Dios le replicó: "¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? Acaso comiste del árbol del que te prohibí comer?" Dijo el hombre: "La mujer que me diste por compañera me dió del árbol y comí". Dios le dijo entonces a la mujer: "Por qué lo hiciste?". Contestó la mujer: "La serpiente me engañó y comí". Entonces Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, serás maldita entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Caminarás sobre tu vientre y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaJe y su linaJe: él aplastará tu cabeza, mientras tu le atacarás el talón". PALABRA DE DIOS.

Consideración

Consideremos cómo Eva fue desobediente. Su desobediencia fue causa de muerte para sí misma y para toda la raza humana. Al contrario, María Santísima, por su obediencia a la Palabra de Dios, se convirtió en causa de salvación para sí como para todo el género humano. Sucedió, pues, que el nudo de la desobediencia de Eva fue desatado por la obediencia de María. Porque lo que Eva había fuertemente ligado con su incredulidad, la Virgen María la libertó por su fe.
Procuremos imitar la fe y la obediencia de la Santísima Virgen María, para que, como Ella, seamos colaboradores en la obra salvadora de Jesucristo.


Oración para el primer día

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo redentor nuestro! Así como preservaste a María del pecado original en su Inmaculada Concepción y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de libramos de él por medio de tu santo Bautismo, así te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en Ti. Amén.

(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)

Letanías a la Virgen

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,

Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oración: 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.



SEGUNDO DÍA 

Lectura bíblica (Est. 15, 4-7.12-13. 9.10,5,3.7.3-4)

Al terminar la oración, Ester se vistió con todo lujo. Luego, invocando al Dios y salvador que vela sobre todos, marchó con el rostro alegre, pero con el corazón angustiado. Atravesó todas las puertas, hasta quedar de pie ante el rey. Este levantó la cabeza y miró a Ester. La reina palideció, se apoyó en el hombro de una doncella y se desmayó. El rey entonces se inquietó; saltó de su trono y tomó a Ester en sus brazos preguntándole: "¿Qué te pasa, reina Ester? Pídeme lo que sea y te daré hasta la mitad de mi reino". La reina Ester respondió: "Si he encontrado gracia a tus ojos, perdóname mi vida y la de mi pueblo. Eso es lo que quiero y lo que te pido". El rey extendió hacia Ester el cetro de oro y ella se levantó y quedó en pie ante el rey. PALABRA DE DIOS.


Consideración
Consideremos a María Santísima preservada de la ley universal del pecado original, como lo fue la Reina Ester de la ley común del rey Asuero. María Inmaculada es la bendita entre todas las mujeres, es la que halló gracia a los ojos de Dios. Ella es la Reina de misericordia, que desde la cumbre de su grandeza, puede compadecerse mejor y socorrer nuestras necesidades intercediendo ante su Divino Hijo Jesucristo.
Procuremos cumplir en nuestra vida diaria las promesas bautismales. Por el Bautismo hemos nacido a la vida de la gracia. Esforcémonos por mantenernos en amistad con Jesucristo.



Oración del segundo día

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado mortal en toda su vida y a nosotros nos das gracia para evitarlo y el sacramento de la confesión para remediarlo, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de no cometer nunca pecado mortal, y si incurrimos en tan terrible desgracia, la de salir de él cuanto antes, por medio de una buena confesión.

(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)

Letanías a la Virgen

Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.

Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,

Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oración: 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.


TERCER DÍA
Lectura bíblica (Lc. 1,26-38)
Dios envió al ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José de la familia de David: el nombre de la Virgen era María. El ángel le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está Contigo". Ella se turbó y pensaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir en tu seno y vas a dar a luz un hijo al que pondrás el nombre de Jesús. El será grande y con razón lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su antepasado. Reinará sobre la casa de Jacob por siempre y su reino no tendrá fin'.
María entonces dijo al ángel: “¿Cómo podré ser madre si no tengo relación con ningún hombre?” Contestó el ángel: "El Espíritu Santo descenderá sobre Ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán hijo de Dios". María dijo entonces: “Yo soy la esclava del Señor. Hágase en mí, según tu palabra”. PALABRA DE DIOS.

Consideración
Consideremos cómo María Santísima no fue un instrumento puramente pasivo en las manos de Dios, sino que cooperó a la salvación de los hombres con fe y obediencia libres. Ella, enriquecida desde el primer instante de su concepción con una Santidad en extremo singular, al aceptar el mensaje divino se convirtió en Madre de Jesús, y al abrazar de todo corazón, sin entorpecimiento de pecado alguno la voluntad salvífica de Dios, se consagró totalmente como esclava del Señor a la persona y a la obra de su Hijo, sirviendo con diligencia al misterio de la Redención con Él y bajo Él, con la gracia de Dios omnipotente. Por esto la Iglesia llama a la Madre de Dios "totalmente santa e Inmune de toda mancha de pecado, como plasmada y hecha una nueva criatura por el Espíritu Santo".
Procuremos quitar de nuestra vida todo obstáculo, todo pecado que nos impida llegar a Jesucristo haciendo una buena confesión.

Oración del tercer día
¡Oh santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas, para ser dignos de Ti, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y de procurar y obtener cada día más pureza y delicadez de conciencia.
(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)
Letanías a la Virgen
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María,
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,
Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,
Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,
Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración:
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
CUARTO DÍA 
Lectura Bíblica (Lc. 1,46-55)

María dijo: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí; su Nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace maravillas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre”. PALABRA DE DIOS.

Consideración

Consideremos cómo María Santísima nos enseña a ser agradecidos con Dios y a alabarlo por todos los beneficios que nos concede.
Por otra parte, las maravillas que Dios hizo en María Santísima desde su Inmaculada Concepción y su entrega total y amorosa a la obra de su Hijo en favor del género humano, justifican las oraciones y el honor que todas las generaciones cristianas le han rendido.
Toda alabanza a María Santísima es un homenaje tributado a Dios del cual Ella es su criatura más perfecta; la obra maestra de su creación.
El Señor ha querido que María Inmaculada sea modelo para quienes no aceptan pasivamente las circunstancias adversas de la vida personal y social y proclaman que Dios ensalza a los humildes y, si es el caso, derriba a los poderosos de sus tronos.
Procuremos dedicar diariamente unos minutos a hablar con Dios y de esta manera disponernos a cumplir su voluntad a animarnos a hacer el bien a nuestros semejantes. El que ora está en armonía con Dios y con su prójimo.

Oración del cuarto día

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como libraste a María del pecado y le diste dominio perfecto sobre todas sus pasiones, así Te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de ir domando nuestras pasiones y destruyendo nuestras malas inclinaciones, para que Te podamos servir con verdadera libertad de espíritu y sin imperfección ninguna.

(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)

Letanías a la Virgen
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

Oración: 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.


QUINTO DÍA
Lectura bíblica (Jn. 2, 1-11)


Se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la Madre de Jesús. Fue Invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. El vino faltó y le dijo a Jesús su Madre: "No tienen Vino". Jesús contesta: "Mujer, ¿Cómo se te ocurre? Todavía no ha llegado mi hora". Su madre, sin embargo, dijo a los servidores: "Hagan todo lo que Él les diga". Jesús les dice: "llenen las tinajas de agua". Los sirvientes las llenaron hasta el borde. Entonces Jesús les dijo: "Saquen ahora y llévenle al mayordomo para que lo pruebe". Ellos se lo llevaron. El mayordomo probó el agua convertida en vine y como él no sabía de dónde era, llamó al novio y le dijo: "Todos sirven primero el vine bueno y después el peor, pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora". Así Jesús comenzó sus signos y manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él. PALABRA DE DIOS.


Consideración

Consideremos cómo el vino de las bodas de Caná simboliza la plenitud de los bienes espirituales que Jesús trajo a los hombres. El vino del banquete nupcial de modo especial, nos recuerda la Eucaristía. María, aparece unida a su Hijo en Caná para que entendamos que Ella está siempre presente en la Celebración Eucarística anunciada y prefigurada en aquel banquete de bodas.
Pensemos en el gran amor de Cristo a nosotros que lo llevó a quedarse realmente presente en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. La Purísima, dando Cuerpo y Sangre al Hijo de Dios Eterno colaboró activamente a nuestra Redención y a la Eucaristía. El Cuerpo y Sangre de Cristo que recibimos en la Eucaristía es carne que Él tomó de la Virgen María.
Procuremos imitar la pureza de corazón de María Inmaculada para prepararnos convenientemente a recibir la Santa Comunión.


Oración del quinto día

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como desde el primer instante de su Concepción diste a María más gracia que a todos los Santos y Ángeles del cielo, así te rogamos humildemente por intercesión de tu Madre Inmaculada nos inspires un aprecio singular de la divina gracia que tú nos adquiriste con tu sangre y nos concedas el aumentarla más y más con nuestras buenas obras y con la recepción de tus santos sacramentos, especialmente el de la comunión.
(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)

Letanías a la Virgen
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración: 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.


SEXTO DÍA
Lectura bíblica (Ef. 1, 3-ó.11- 12)


Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que por Él nos ha bendecido desde el cielo con toda bendición del Espíritu.
Porque nos ha elegido en Cristo antes de la creación del mundo para ser santos e inmaculados en su presencia por el amor; destinándonos ya entonces a ser adoptados por hijos suyos por medio de Jesucristo, conforme a su querer y a su designio, a ser un himno a su gloriosa generosidad.
A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, para ser nosotros alabanza de su gloria. PALABRA DE DIOS.


Consideración

Consideremos cómo Dios eligió y señaló, desde el principio y antes de los tiempos, una Madre, para que su Unigénito Hijo, hecho carne de ella, naciese en la dichosa plenitud de los tiempos; y tanto la amó por encima de todas las demás creaturas, que en solo Ella se complació con señaladísima benevolencia Por lo cual, la llenó de tanta gracia, sacada del tesoro de su Divinidad, muy por encima de todos los ángeles y los santos, que Ella absolutamente siempre libre de toda mancha de pecado y toda hermosa y perfecta, manifestase tal plenitud de inocencia y santidad que no se concibe, en modo alguno, mayor después de Dios y nadie puede imaginar fuera de Dios. Procuremos amar con sincera piedad filial a la Purísima Virgen María, la toda hermosa. Coloquemos en un lugar de honor de nuestro hogar su Sagrada Imagen y manifestemos con nuestra caridad que somos sus hijos.


Oración del sexto día

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como desde el primer instante infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así Te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos.

(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)

Letanías a la Virgen
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración: 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.


SÉPTIMO DÍA
Lectura bíblica (Ef. 1, 3-ó.11- 12)


Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que por Él nos ha bendecido desde el cielo con toda bendición del Espíritu.
Porque nos ha elegido en Cristo antes de la creación del mundo para ser santos e inmaculados en su presencia por el amor; destinándonos ya entonces a ser adoptados por hijos suyos por medio de Jesucristo, conforme a su querer y a su designio, a ser un himno a su gloriosa generosidad.
A él, por quien entramos en herencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, para ser nosotros alabanza de su gloria. PALABRA DE DIOS.

Consideración

Consideremos cómo Dios eligió y señaló, desde el principio y antes de los tiempos, una Madre, para que su Unigénito Hijo, hecho carne de ella, naciese en la dichosa plenitud de los tiempos; y tanto la amó por encima de todas las demás creaturas, que en solo Ella se complació con señaladísima benevolencia Por lo cual, la llenó de tanta gracia, sacada del tesoro de su Divinidad, muy por encima de todos los ángeles y los santos, que Ella absolutamente siempre libre de toda mancha de pecado y toda hermosa y perfecta, manifestase tal plenitud de inocencia y santidad que no se concibe, en modo alguno, mayor después de Dios y nadie puede imaginar fuera de Dios. Procuremos amar con sincera piedad filial a la Purísima Virgen María, la toda hermosa. Coloquemos en un lugar de honor de nuestro hogar su Sagrada Imagen y manifestemos con nuestra caridad que somos sus hijos.

Oración del sexto día

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como desde el primer instante infundiste en María, con toda plenitud, las virtudes sobrenaturales y los dones del Espíritu Santo, así Te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas a nosotros la abundancia de estos mismos dones y virtudes, para que podamos vencer todas las tentaciones y hagamos muchos actos de virtud dignos de nuestra profesión de cristianos.

(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)

Letanías a la Virgen
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración: 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.

OCTAVO DÍA 
Lectura bíblica (AP. 12,1-6.10.17)


Apareció una señal portentosa en el cielo: Una mujer vestida del sol, la luna por pedestal y coronada con doce estrellas. Estaba en cinta y gritaba porque iba a dar a luz.
Apareció otro portento en el cielo: un enorme dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos y siete diademas en las cabezas. Con la cola barrió del cielo la tercera parte de las estrellas, arrojándolas a la tierra. El dragón estaba enfrente de la mujer que iba a dar a luz, dispuesto a tragarse al niño en cuanto naciera.
La mujer dio a luz un varón, destinado a gobernar con vara de hierro a los pueblos. El niño fue arrebatado y lo llevaron junto al trono de Dios. Mientras tanto, la mujer escapaba al desierto.
Se oyó una gran voz: Ya llega la victoria, el poder y el reino de nuestro Dios y el mando de su Mesías.
Despechado el dragón por causa de la mujer, se marchó a hacer la guerra al resto de su descendencia, a los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús. PALABRA DE DIOS.


Consideración

Consideremos cómo los cristianos guiados por el Espíritu Santo, honramos con filial afecto de piedad a la Virgen Inmaculada como a Madre. Ella nos dio a luz entre dolores al pie de la cruz. Esta maternidad de la Purísima sobre nosotros no termina nunca.
Ella nos cuida mientras peregrinamos por este mundo para animarnos en los momentos de peligro y de angustia y nos fortalece para luchar contra el mal y para lograr la fraternidad universal hasta que seamos llevados a la Patria feliz.
La Purísima es como la señal que anima siempre a la Iglesia para que sea fiel a Jesús.
Alegrémonos al pensar que en la Iglesia Católica tenemos una verdadera Madre que es la misma Madre de Cristo.
Procuremos tomar en serio nuestra pertenencia a la Iglesia. No faltemos a la Misa dominical y hagamos todo lo posible por participar en las actividades que se organicen en nuestra Parroquia.

Oración del octavo día

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como diste a María la gracia de una ardentísima caridad y amor de Dios sobre todas las cosas, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas un amor sincero a ti, oh Dios y Señor nuestro, nuestro verdadero bien, nuestro bienhechor, nuestro Padre, y que antes queramos perder todas las cosas que ofenderte con un solo pecado.

(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)

Letanías a la Virgen
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración: 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén.



NOVENO DÍA
Lectura bíblica (Ecco. 24, 5-6.14.24.30-31)

Yo salí de la boca del Altísimo engendrada primero que existiese ninguna criatura. Yo hice nacer en los cielos la luz indeficiente y como nube cubrí toda la tierra. Desde el principio y antes de los siglos fui creada y no dejaré de existir en todos los siglos venideros. Yo soy la Madre del amor hermoso y del temor y de la ciencia y de la santa esperanza. En mí está toda la gracia para conocer el camino de la verdad; en mí toda esperanza de vida y de virtud. Vengan a mí todos los que me desean y sáciense de mis frutos. El que me escucha, jamás tendrá que avergonzarse; aquellos que se guían por mí, no pecarán. Los que me dan a conocer tendrán la vida eterna. PALABRA DE DIOS.


Consideración

Consideremos las palabras con las que el Romano Pontífice, Vicario de Jesucristo, definió como verdad infalible de nuestra fe católica la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Dijo el Papa: "Para honra de la Santísima Trinidad, para gloria de la Virgen María, Madre de Dios, para alegría de la Iglesia Católica y aumento de la Religión Cristiana, con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la Nuestra, declaramos, afirmamos y definimos que ha sido revelada por Dios y, de consiguiente, debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles, la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada Inmune de toda mancha de culpa original en el primer Instante de su Concepción, por singular gracia y privilegio de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano".
Procuremos despertar y avivar en nuestro corazón el amor filial a la Virgen Inmaculada y que el cariño hacia Ella nos conduzca a la amistad con Jesucristo y a la reconciliación con nuestros prójimos.


Oración del noveno día

¡Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro! Así como has concedido a María la gracia de ir al cielo y de ser en él colocada en el primer lugar después de ti, así te suplicamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas una buena muerte, que recibamos bien los últimos sacramentos, que expiremos sin mancha ninguna de pecado en la conciencia y vayamos al cielo para siempre gozar en tu compañía y la de nuestra Madre, con todos los que se han salvado por ella.


(Aquí se hace la petición de la novena y se puede rezar el Santo Rosario)

Letanías a la Virgen
Señor, ten piedad
Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial, 
ten piedad de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo, 
Dios, Espíritu Santo, 
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, 
ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes,
Madre de Cristo, 
Madre de la Iglesia, 
Madre de la divina gracia, 
Madre purísima, 
Madre castísima, 
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada, 
Madre amable, 
Madre admirable, 
Madre del buen consejo, 
Madre del Creador, 
Madre del Salvador, 
Madre de misericordia, 
Virgen prudentísima, 
Virgen digna de veneración, 
Virgen digna de alabanza, 
Virgen poderosa, 
Virgen clemente, 
Virgen fiel, 
Espejo de justicia, 
Trono de la sabiduría, 
Causa de nuestra alegría, 
Vaso espiritual, 
Vaso digno de honor, 
Vaso de insigne devoción, 
Rosa mística, 
Torre de David, 
Torre de marfil, 
Casa de oro, 
Arca de la Alianza, 
Puerta del cielo, 
Estrella de la mañana, 
Salud de los enfermos, 
Refugio de los pecadores, 
Consoladora de los afligidos, 
Auxilio de los cristianos, 
Reina de los Ángeles, 
Reina de los Patriarcas, 
Reina de los Profetas, 
Reina de los Apóstoles, 
Reina de los Mártires, 
Reina de los Confesores, 
Reina de las Vírgenes, 
Reina de todos los Santos, 
Reina concebida sin pecado original, 
Reina asunta a los Cielos, 
Reina del Santísimo Rosario, 
Reina de la familia, 
Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, 
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. 
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración: 
Te rogamos nos concedas, 
Señor Dios nuestro, 
gozar de continua salud de alma y cuerpo, 
y por la gloriosa intercesión 
de la bienaventurada siempre Virgen María, 
vernos libres de las tristezas de la vida presente 
y disfrutar de las alegrías eternas. 
Por Cristo nuestro Señor. 
Amén



Oración final

Bendita sea tu pureza
Y eternamente lo sea,
Pues todo un Dios se recrea
En tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada María,
Te ofrezco en este día
Alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, madre mía! Así sea.

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 29 NOVIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Miércoles de la 34ª semana del Tiempo Ordinario
 Hoy, miércoles, 29 de noviembre de 2017





Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (5,1-6.13-14.16-17.23-28):

En aquellos días, el rey Baltasar ofreció un banquete a mil nobles del reino, y se puso a beber delante de todos. Después de probar el vino, mandó traer los vasos de oro y plata que su padre, Nabucodonosor, había cogido en el templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y los nobles, sus mujeres y concubinas. Cuando trajeron los vasos de oro que habían cogido en el templo de Jerusalén, brindaron con ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y concubinas. Apurando el vino, alababan a los dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera. De repente, aparecieron unos dedos de mano humana escribiendo sobre el revoco del muro del palacio, frente al candelabro, y el rey veía cómo escribían los dedos. Entonces su rostro palideció, la mente se le turbó, le faltaron las fuerzas, las rodillas le entrechocaban. 
Trajeron a Daniel ante el rey, y éste le preguntó: «¿Eres tú Daniel, uno de los judíos desterrados que trajo de Judea el rey, mi padre? Me han dicho que posees espíritu de profecía, inteligencia, prudencia y un saber extraordinario. Me han dicho que tú puedes interpretar sueños y resolver problemas; pues bien, si logras leer lo escrito y explicarme su sentido, te vestirás de púrpura, llevarás un collar de oro y ocuparás el tercer puesto en mi reino.»
Entonces Daniel habló así al rey: «Quédate con tus dones y da a otro tus regalos. Yo leeré al rey lo escrito y le explicaré su sentido. Te has rebelado contra el Señor del cielo, has hecho traer los vasos de su templo, para brindar con ellos en compañía de tus nobles, tus mujeres y concubinas. Habéis alabado a dioses de oro y plata, de bronce y hierro, de piedra y madera, que ni ven, ni oyen, ni entienden; mientras que al Dios dueño de vuestra vida y vuestras empresas no lo has honrado. Por eso Dios ha enviado esa mano para escribir ese texto. Lo que está escrito es: "Contado, Pesado, Dividido." La interpretación es ésta: "Contado": Dios ha contado los días de tu reinado y les ha señalado el límite; "Pesado": te ha pesado en la balanza y te falta peso; "Dividido": tu reino se ha dividido y se lo entregan a medos y persas.»

Palabra de Dios


Salmo
Dn 3,62.63.64.65.66.67

R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos

Sol y luna, 
bendecid al Señor. R/.

Astros del cielo, 
bendecid al Señor. R/.

Lluvia y rocío, 
bendecid al Señor. R/.

Vientos todos, 
bendecid al Señor. R/.

Fuego y calor, 
bendecid al Señor. R/.

Fríos y heladas, 
bendecid al Señor. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,12-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio. Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro. Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 29 de noviembre de 2017
Luis Manuel Suárez CMF



Queridos amigos:

La Palabra de ayer y de hoy nos habla de luchas. ¿Quién no las tiene? Luchas de intereses, luchas de poder, luchas por mantenerte en el camino…

Cuando somos niños, pensamos que la fe es una especie de escudo que nos protegerá de todos los males, presentes y futuros. Algo así como una varita mágica que hace que las dificultades se superen al instante.

Cuando leemos a fondo el Evangelio, descubrimos que es verdad que el final es feliz, y que entonces “no habrá llanto ni dolor”… pero que para llegar allí hay que pasar por la lucha, la tribulación… la muerte.

Jesucristo también es Camino en esto. Su resurrección llega tras la pasión. No eludió nada, sino que todo lo afrontó.

La fe no nos evade de nada, sino que nos introduce más en la vida, en su densidad y espesor. Pero sí nos ayuda a caminar, en medio de todo. Sin creer en la fatalidad. Confiando, más bien, que “a los que aman a Dios, todo les sirve para bien”. Y en ese “todo” incluimos que una dificultad, un problema, una enfermedad… pueden ser ocasión de una vida más lúcida, más confiada, más plena.

En toda lucha, Dios está con nosotros. Y no va a permitir que la prueba supere nuestras fuerzas.

Y en la lucha final contra la última enemiga –la muerte- tenemos la presencia de nuestro Hermano mayor, que ya pasó por ella. Jesucristo, desde su cruz, acompaña para siempre toda lucha.

“Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. Pide el don de la perseverancia… y deja que tu confianza crezca.



Vuestro hermano en la fe: 
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

FELIZ MIÉRCOLES!!!





martes, 28 de noviembre de 2017

PERSONAJES SOLIDARIOS


Personajes solidarios




Solidaridad es sentirse una sola cosa con los demás: “Todos para uno y uno para todos”. Sentir la solidaridad llena el corazón de seguridad, estímulo y paz. El interés por la gente debe ser genuino, sin intereses ocultos que puedan enturbiar la ayuda prestada. La solidaridad implica comprensión, disponibilidad, colaboración. Lleva consigo involucrarse y compartir.

De acuerdo con un estudio efectuado en 22 países de América Latina, España y Portugal a más de 40.000 estudiantes de secundaria, los jóvenes admiran principalmente a personajes solidarios. Juan Pablo II ocupó el primer lugar y la  Madre Teresa de Calcuta el segundo. Según una encuesta realizada en la diócesis de Indiana (EEUU), lo que más llamaba la atención a los feligreses era la sonrisa de Juan Pablo II, su devoción mariana, su dominio de varios idiomas, el perdón concedido al que quiso asesinarlo y su amor a los niños y los pobres.

Las manifestaciones verbales de solidaridad son importantes, pues todos necesitamos sentir el apoyo moral. Además se necesitan acciones concretas de ayuda. Ningún ser humano puede sernos indiferente. Siempre existirá alguna forma de manifestar nuestra solidaridad. Puedes empezar a ser solidario cada día con pequeños y sencillos gestos.



* Enviado por el P. Natalio

NO TENGO GANAS DE ORAR


NO TENGO GANAS DE ORAR





Frecuentemente, querido amigo, no tengo ganas de orar. Si he de ser sincero, debo confesar que estas veces son más numerosas que las otras. Me ha ocurrido también el sentirme extraño, nervioso, disipado, fastidiado hasta de encontrarme con las personas, en cumplir un favor prometido, y por si fuera poco, encontrar un amigo que me va y me cuenta las consecuencias de su úlcera... ¿Orar? No quiero ni pensarlo. ¿Quién tiene ganas de orar? 

Después de vagabundear un poco, he entrado en una iglesia sin demasiada convicción, con el propósito de salir cuanto antes de allí; no tenía ganas de orar.

He realizado un esfuerzo inmenso para permanecer arrodillado en el banco durante cinco minutos; experimentaba un malestar indecible.

Al fin, para despedirme, en un clima de sinceridad, dije con toda franqueza: "Señor, no tengo ganas de orar, es inútil insistir, excúsame, me voy... dejémoslo para una ocasión más propicia..."

Lo repetí una vez más y luego otra y otra, al final perdí la cuenta... pues bien, salí de la iglesia al cabo de una hora. Estaba distensionado, sereno, contento como en raras ocasiones. Reconciliado conmigo mismo y con todos los inoportunos de este mundo.

Por eso te digo, querido amigo: si esperas para orar hasta que tengas ganas, estás perdido. Debes tener el coraje para orar incluso cuando no tengas ganas. Sobre todo en ese momento, "todo es gracia"... introdúcete por el corredor oscuro de la desgana, sigue adelante aunque tengas la impresión de que no llegarás nunca a la luz. Sigue adelante aunque te sientas frío, árido, seco y vacío. A fuerza de insistir, el túnel oscuro desembocará en un espectáculo de luz resplandeciente.

Di al Señor, cuando te encuentres delante de Él, todo lo que sientas, todo lo que lleves dentro, lo que te preocupa y lo que te alegra. Y si estás fastidiado, díselo también, que Él comprende todo, entiende mejor que tú el estado de ánimo que llevas. Más todavía, Él te dará lo que necesitas para comunicarte mejor, Él te enviara su Espíritu sin el cual no podemos decir "¡Padre!". Déjate amar por Él. Quédate un momento en silencio. No te desconcierte ni desaliente que a veces el Señor parece también guardar silencio.

Es preciso creer que Dios está presente en las largas noches, en los días negros, para tomarte de la mano y guiar tus pasos por sus sendas. Cuando digas "no tengo ganas de orar" es precisamente el momento oportuno... es cuando Dios actúa, por lo que es preciso, es urgente, que no esperes más; es el "tiempo favorable" para iniciar un encuentro con quien siempre te espera, con el Padre que continuamente piensa en ti y se hace el encontradizo para demostrarte su amor.

¿No has visto nunca en la montaña ciertas flores que nacen en las oscuras hendiduras de las rocas? 
La oración más espontánea puede despuntar después de una larga preparación de aridez, después de momentos de desolación.

En cada uno de nosotros hay un niño que lloriquea: "no tengo ganas..." Pero hay, asímismo, un adulto que suplica: "No te preocupes. Ora como si las tuvieras". 

¡Cuando las ganas decrecen, es el momento en el que debes tener el coraje de orar! 

EL DOMINGO 3 DE DICIEMBRE EMPIEZA EL ADVIENTO 2017


El domingo 3 de diciembre empieza el Adviento





Cuatro domingos de Adviento tendrán que pasar para que ya, una vez más, estemos en Navidad...

El próximo domingo será el primero y el advenimiento que vamos a celebrar es la conmemoración de la llegada del Hijo de Dios a la Tierra. Es tiempo de preparación puesto que siempre que esperamos recibir a una persona importante, nos preparamos.

La Iglesia nos invita a que introduzcamos en nuestro espíritu y en nuestro cotidiano vivir un nuevo aspecto disciplinario para aumentar el deseo ferviente de la venida del Mesías y que su llegada purifique e ilumine este mundo, caótico y deshumanizado, procurando el recogimiento y que sean más abundantes y profundos los tiempos de oración y el ofrecimiento de sacrificios, aunque sean cosas pequeñas y simples, preparando así los Caminos del Señor.

Caminos que llevamos en nuestro interior y que tenemos que luchar para que no se llenen de tinieblas, de ambición, de lujuria, de envidia, de soberbia y de tantas otras debilidades propias de nuestro corazón humano, sino que sean caminos de luz, senderos que nos conduzcan a la cima de la montaña, a la conquista de nuestro propio yo.

Hace un par de días celebrábamos la fiesta de Cristo Rey. Cristo es un Rey que no es de este mundo. El reino que Él nos vino a enseñar pertenece a los pobres, a los pequeños y también a los pecadores arrepentidos, es decir, a los que lo acogen con corazón humilde y los declara bienaventurados porque de "ellos es el Reino de los Cielos".... y a los "pequeños" es a quienes el Padre se ha dignado revelar las cosas ocultas a los sabios y a los ricos.

Es preciso entrar en ese Reino y para eso hay que hacerse discípulo de Cristo. A nosotros no toca ser portadores del mensaje que Jesús vino a traer a la Tierra.

Cristo no vivió su vida para sí mismo, sino para nosotros desde su Encarnación por "nosotros los hombres y por nuestra salvación hasta su muerte, por nuestros pecados" (1Co 15,3) y en su Resurrección "para nuestra justificación (Rm 4,1) "estando siempre vivo para interceder en nuestro favor" (Hb 7,25). Con todo lo que vivió y sufrió por nosotros, de una vez por todas, permanece presente para siempre "ante el acatamiento de Dios en favor nuestro" (Hb 9,24).

Cuatro domingos faltan para que celebremos su llegada. Días y semanas para meditar, menos carreras, menos cansancio del bullicio y ajetreo de compras y compromisos, de banalidades y gastos superfluos... mejor preparar nuestro corazón y tratar de que los demás lo hagan también para el Gran Día del Nacimiento en la Tierra de Dios que se hace hombre.

¡Preparémonos con ilusión y con fe!



© Ma Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net

LOS CINCO MINUTOS DE MARÍA, 28 NOVIEMBRE


Los cinco minutos de María
Noviembre 28




El ángel saludó a María como “llena” de gracia. Dios concedió a la que iba a ser Madre de su Hijo esa plenitud de gracia desde el primer instante de su existencia, pero esa gracia también creció hasta alcanzar un grado que no puede llegar a comprender la mente humana.

Los cristianos también estamos llamados a crecer en la gracia y en la virtud, expandirlas y comunicarlas.

María, Virgen fiel, concédenos crecer en gracia y ser fieles administradores de los dones recibidos para bien del Reino de Dios.



* P. Alfonso Milagro

SANTA CATALINA LABOURÉ, VIDENTE DE LA MEDALLA MILAGROSA, 28 NOVIEMBRE


Santa Catalina Labouré
Vidente de la Medalla Milagrosa
Fiesta: 28 de Noviembre





Catalina nació el 2 de mayo de 1806, en Fain-les-Moutiers, Borgoña ( Francia ) de una familia campesina, en 1806. Al quedar huérfana de madre a los 9 años le encomendó a la Sma. Virgen que le sirviera de madre, y la Madre de Dios le aceptó su petición. "A Ti he elegido por mi Madre", dijo Catalina a María.

Como su hermana mayor se fue de monja vicentina, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre, y por esto no pudo aprender a leer ni a escribir.

A los 14 años pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento pero él, que la necesitaba para atender los muchos oficios de la casa, no se lo permitió. Ella le pedía a Nuestro Señor que le concediera lo que tanto deseaba: ser religiosa. Y una noche vio en sueños a un anciano sacerdote que le decía: "Un día me ayudarás a cuidar a los enfermos". La imagen de ese sacerdote se le quedó grabada para siempre en la memoria.

Al fin, a los 24 años, logró que su padre la dejara ir a visitar a la hermana religiosa, y al llegar a la sala del convento vio allí el retrato de San Vicente de Paúl y se dió cuenta de que ese era el sacerdote que había visto en sueños y que la había invitado a ayudarle a cuidar enfermos. Desde ese día se propuso ser hermana vicentina, y tanto insistió que al fin fue aceptada en la comunidad.

Entró a la vida religiosa con la Hijas de la Caridad el 22 de enero de 1830 y después de tres meses de postulantado, 21 de abril, fue trasladada al noviciado de París, en la Rue du Bac, 140.

Fue destinada al hospicio de Enghien, en la calle de Reuilly de París. Durante cuarenta y cinco años se dedicó a oficios humildes: de la cocina a la ropería, al cuidado del gallinero, lo que le recuerda sus pichones de la granja de la infancia: a la asistencia a los ancianos de la enfermería, al cargo, ya para hermanas inútiles y sin fuerzas, de la portería.

El 27 de noviembre de 1830 estando Santa Catalina rezando en la capilla del convento, la Virgen María se le apareció totalmente resplandeciente, derramando de sus manos hermosos rayos de luz hacia la tierra. Ella le encomendó que hiciera una imagen de Nuestra Señora así como se le había aparecido y que mandara hacer una medalla que tuviera por un lado las iniciales de la Virgen María "M", y una cruz, con esta frase "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y le prometió ayudas muy especiales para quienes lleven esta medalla y recen esa oración. 

En 1865 muere el padre Aladel, su confesor y quien cnoce todo de las aparciones y cualquiera puede pensar en la gran pena de la Santa. Sin embargo, durante las exequias alguien pudo observar el rostro radiante de sor Catalina, que presentía el premio que la Virgen otorgaba a su fiel servidor. 

Otro sacerdote le sustituye en su cometido de confesor: la religiosa le informe sobre las apariciones, pero no consigue ser comprendida. 

Sor Catalina habla de tales hechos extraordinarios exclusivamente con su confesor: ni siquiera en los apuntes íntimos de la semana de ejercicios hay referencias a sus visiones. 

Ella vive en el silencio, y hasta tal punto es dueña de sí, que en los cuarenta y seis años de religiosa jamás hizo traición a su secreto, aun después que las novicias de 1830 iban desapareciendo, y se sabe que la testigo de las apariciones aún vive. La someten a preguntas imprevistas para cogerla de sorpresa, y todo en vano. Sor Catalina sigue impasible, desempeñando los vulgares oficios de comunidad con el aire más natural del mundo. 

La virtud del silencio consiste no tanto en sustraerse a la atención de los demás cuanto en insistir ante su confesor con paciencia y sin desmayos, sin que estalle su dolor ante las dilaciones. Ha muerto el padre Aladel y el altar de la capilla sigue sin levantarse, y la religiosa teme que la muerte la impida cumplir toda la misión que se le confiara. 

El confesor que sustituyó al padre Aladel es sustituido por otro. Estamos a principios de junio de 1876, año en que "sabe" la Santa que habrá de morir. Tiene delante pocos meses de vida. Ora con insistencia, y, después de haber pedido consejo a la Virgen, confía su secreto a la superiora de Enghien, la cual con voluntad y decisión consigue que se erija en el altar la estatua que perpetúe el recuerdo de las apariciones. 

La misión ha sido cumplida del todo. Y sor Catalina muere ya rápidamente a los setenta años, el 31 de diciembre de 1876. 

En noviembre de aquel año tuvo el consuelo de hacer los últimos ejercicios en la capilla de la rue de Bac, donde había sentido las confidencias de la Virgen. 

Su muerte fue dulce, después de recibir los santos sacramentos, mientras le rezaban las letanías de la Inmaculada. 

Cuando cincuenta y seis años más tarde el cardenal Verdier abría su sepultura para hacer la recognición oficial de sus reliquias, se halló su cuerpo incorrupto, intactos los bellos ojos azules que habían visto a la Virgen. 

Hoy sus reliquias reposan en la propia capilla de la rue du Bac, en el altar de la Virgen del Globo, por cuya erección tuvo 

El papa Pío XI la beatificó el 28 de mayo de 1933 y Pío XII el 27 de julio de 1947 la canonizó. Su fiesta se celebra el 27 de noviembre. 

DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO A LAS AUTORIDADES Y LA SOCIEDAD DE MYANMAR


TEXTO: Discurso del Papa a las autoridades y la sociedad civil de Myanmar
 Foto. Edward Pentin / ACI Prensa





VATICANO, 28 Nov. 17 / 06:01 am (ACI).- El Papa Francisco mantuvo un encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático de Myanmar (Birmania) en el “Myanmar International Convention Center” de la ciudad de Naipyidó y antes de partir a Yangón.

En su discurso, el Pontífice expresó que “las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación”.


A continuación, el discurso completo del Papa Francisco:

Señora Consejera de Estado,

excelentísimos miembros del Gobierno y Autoridades Civiles,


señor Cardenal, venerados Hermanos en el Episcopado,

distinguidos miembros del Cuerpo Diplomático,

señoras y señores:

Deseo expresar mi viva gratitud por la amable invitación para visitar Myanmar y agradezco a la Señora Consejera de Estado sus cordiales palabras.

Doy las gracias de corazón a todos aquellos que han trabajado incansablemente para hacer posible esta visita. He venido especialmente para rezar con la pequeña pero ferviente comunidad católica de esta nación, para confirmarla en la fe y alentarla a seguir contribuyendo al bien del País. Estoy muy contento de que mi visita se realice tras el establecimiento de relaciones diplomáticas formales entre Myanmar y la Santa Sede. Quiero ver esta decisión como una señal del compromiso de la nación para continuar buscando el diálogo y la cooperación constructiva dentro de la comunidad internacional, así como también para seguir esforzándose en renovar el tejido de la sociedad civil.

Quisiera además en esta visita llegar a toda la población de Myanmar y ofrecer una palabra de aliento a todos aquellos que están trabajando para construir un orden social justo, reconciliado e inclusivo. Myanmar ha sido bendecido con el don de una belleza extraordinaria y de numerosos recursos naturales, pero su mayor tesoro es sin duda su gente, que ha sufrido y sigue sufriendo a causa de los conflictos civiles y de las hostilidades que durante demasiado tiempo han creado profundas divisiones. Ahora que la nación está trabajando por restaurar la paz, la curación de estas heridas ha de ser una prioridad política y espiritual fundamental. Quiero expresar mi agradecimiento al Gobierno por los esfuerzos para afrontar este desafío, de modo particular a través de la Conferencia de Paz de Panglong, que reúne a representantes de los diversos grupos con el objetivo de poner fin a la violencia, generar confianza y garantizar el respeto de los derechos de quienes consideran esta tierra como su hogar.


En efecto, el difícil proceso de construir la paz y la reconciliación nacional sólo puede avanzar a través del compromiso con la justicia y el respeto de los derechos humanos. La sabiduría de los antiguos ha definido la justicia como la voluntad de reconocer a cada uno lo que le es debido, mientras que los antiguos profetas la consideraban como la base de una paz verdadera y duradera. Estas intuiciones, confirmadas por la trágica experiencia de dos guerras mundiales, condujeron a la creación de las Naciones Unidas y a la Declaración Universal de los Derechos Humanos como fundamento de los esfuerzos de la comunidad internacional para promover la justicia, la paz y el desarrollo humano en todo el mundo y para resolver los conflictos ya no con el uso de la fuerza, sino a través del diálogo. En este sentido, la presencia del Cuerpo Diplomático entre nosotros testimonia no sólo el lugar que ocupa Myanmar entre las naciones, sino también el compromiso del país por mantener y aplicar estos principios fundamentales. El futuro de Myanmar debe ser la paz, una paz basada en el respeto de la dignidad y de los derechos de cada miembro de la sociedad, en el respeto por cada grupo étnico y su identidad, en el respeto por el estado de derecho y un orden democrático que permita a cada individuo y a cada grupo —sin excluir a nadie— ofrecer su contribución legítima al bien común.

En la gran tarea de reconciliación e integración nacional, las comunidades religiosas de Myanmar tienen un papel privilegiado que desempeñar. Las diferencias religiosas no deben ser una fuente de división y desconfianza, sino más bien un impulso para la unidad, el perdón, la tolerancia y una sabia construcción de la nación. Las religiones pueden jugar un papel importante en la cicatrización de heridas emocionales, espirituales y psicológicas de todos los que han sufrido en estos años de conflicto. Inspirándose en esos valores profundamente arraigados, pueden contribuir también a erradicar las causas del conflicto, a construir puentes de diálogo, a buscar la justicia y ser una voz profética en favor de los que sufren. Es un gran signo de esperanza el que los líderes de las diversas tradiciones religiosas de este país, con espíritu de armonía y de respeto mutuo, se esfuercen en trabajar juntos en favor de la paz, para ayudar a los pobres y educar en los auténticos valores humanos y religiosos. Al tratar de construir una cultura del encuentro y la solidaridad, contribuyen al bien común y sientan las bases morales indispensables en vistas de un futuro de esperanza y prosperidad para las generaciones futuras.

Ese futuro está todavía en manos de los jóvenes de la nación. Ellos son un regalo que hay que apreciar y alentar, una inversión que producirá un fruto abundante si se les ofrecen oportunidades reales de empleo y una educación de calidad. Esta es una exigencia urgente de justicia intergeneracional. El futuro de Myanmar, en un mundo interconectado y en rápida evolución, dependerá de la formación de sus jóvenes, no sólo en el campo de la técnica, sino sobre todo en los valores éticos de la honestidad, la integridad y la solidaridad humana, que aseguran la consolidación de la democracia y el aumento de la unidad y la paz en todos los niveles de la sociedad. La justicia intergeneracional también exige que las generaciones futuras reciban en herencia un entorno natural que no esté contaminado por la codicia y la rapacería humana. Es esencial que no se les robe a nuestros jóvenes la esperanza y la posibilidad de emplear su idealismo y su talento en remodelar el futuro de su país, es más, de toda la familia humana.

Señora Consejera de Estado, queridos amigos.

En estos días, me gustaría alentar a mis hermanos y hermanas católicos a perseverar en su fe y a seguir anunciando su mensaje de reconciliación y fraternidad a través de obras de caridad y humanitarias, que beneficien a toda la sociedad en su conjunto. Espero que, en cooperación respetuosa con los seguidores de otras religiones y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad, contribuyan a abrir una nueva era de concordia y progreso para los pueblos de esta querida nación. Larga vida a Myanmar. Les agradezco su atención y, con los mejores deseos por su servicio al bien común, invoco sobre ustedes los dones celestiales de sabiduría, fortaleza y paz.

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 28 NOVIEMBRE 2017


Lecturas de hoy Martes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, martes, 28 de noviembre de 2017




Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (2,31-45):

En aquellos días, dijo Daniel a Nabucodonosor: «Tú, rey, viste una visión: una estatua majestuosa, una estatua gigantesca y de un brillo extraordinario; su aspecto era impresionante. Tenla la cabeza de oro fino, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas de hierro y los pies de hierro mezclado con barro. En tu visión, una piedra se desprendió sin intervención humana, chocó con los pies de hierro y barro de la estatua y la hizo pedazos. Del golpe, se hicieron pedazos el hierro y el barro, el bronce, la plata y el oro, triturados como tamo de una era en verano, que el viento arrebata y desaparece sin dejar rastro. Y la piedra que deshizo la estatua creció hasta convertirse en una montaña enorme que ocupaba toda la tierra. Éste era el sueño; ahora explicaremos al rey su sentido: Tú, majestad, rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha concedido el reino y el poder, el dominio y la gloria, a quien ha dado poder sobre los hombres, dondequiera que vivan, sobre las bestias del campo y las aves del cielo, para que reines sobre ellos, tú eres la cabeza de oro. Te sucederá un reino de plata, menos poderoso. Después un tercer reino, de bronce, que dominará todo el orbe. Vendrá después un cuarto reino, fuerte como el hierro. Como el hierro destroza y machaca todo, así destrozará y triturará a todos. Los pies y los dedos que viste, de hierro mezclado con barro de alfarero, representan un reino dividido; conservará algo del vigor del hierro, porque viste hierro mezclado con arcilla. Los dedos de los pies, de hierro y barro, son un reino a la vez poderoso y débil. Como viste el hierro mezclado con la arcilla, así se mezclarán los linajes, pero no llegarán a fundirse, lo mismo que no se puede alear el hierro con el barro. Durante ese reinado, el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido ni su dominio pasará a otro, sino que destruirá y acabará con todos los demás reinos, pero él durará por siempre; eso significa la piedra que viste desprendida del monte sin intervención humana y que destrozó el barro, el hierro, el bronce, la plata y el oro. Éste es el destino que el Dios poderoso comunica a su majestad. El sueño tiene sentido, la interpretación es cierta.»

Palabra de Dios

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Salmo
Dn 3,57.58.59.60.61

R/. Ensalzadlo con himnos por los siglos

Criaturas todas del Señor, 
bendecid al Señor. R/.

Ángeles del Señor, 
bendecid al Señor. R/.

Cielos, bendecid al Señor. R/.

Aguas del espacio, 
bendecid al Señor. R/.

Ejércitos del Señor, 
bendecid al Señor. R/.

___________

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,5-11):

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. 
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»

Palabra del Señor

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Comentario al Evangelio de hoy martes, 28 de noviembre de 2017
 Luis Manuel Suárez CMF




Queridos amigos:

Las construcciones se hacen con ladrillos.

Hubo una vez un pueblo. Lo más valioso que tenían era una alianza con su Dios. Y, aunque eran un pueblo pequeño, comparado con otros, cuando se sintieron poderosos, pensaron hacerle una casa a su Dios. Ese pueblo era Israel. Y esa casa era el Templo.

A Dios le pareció excesivo y prometió que, más bien, sería el quien les daría casa, hogar, morada. Aunque no les impidió que levantasen el Templo.

Con ladrillos, con sudor, con dificultad, el Pueblo de Israel levantó el Templo de Jerusalén. Con el tiempo, ese Templo se fue convirtiendo en el centro de reunión para recordar el comienzo de la Alianza: la Pascua. Toda una vida se fue desarrollando en torno al Templo: sacerdotes, gente, ofrendas, comercios… Como en todas las cosas humanas, había su ambigüedad: el Templo era lugar de encuentro con Dios, pero el Templo también era el lugar de muchas intrigas alejadas de Dios.

En la plenitud de los tiempos, llegó Jesús. Y dijo que el verdadero Templo estaba en el corazón de cada persona, desde donde se puede adorar a Dios “en espíritu y en verdad”. Y derribó las mesas de los que hacían negocio con la religión. Y anunció que destruiría ese Templo… y que lo levantaría en tres días.

A la clase dirigente les pareció una amenaza tan grave, que decidieron acabar con él. Y lo intentaron.

Pero la promesa de Jesús se fue cumpliendo. A los pocos años, el Templo fue destruido, quedando sólo el muro de las lamentaciones. Y, sobre todo, un nuevo Templo se fue levantando. Sus ladrillos no son ahora de barro. Sus ladrillos son los creyentes, que, allí donde están, hacen presente a Dios. “Piedras vivas” forman este nuevo templo llamado “Iglesia” –comunidad de los llamados-. Una Iglesia que está presente allí donde un corazón apuesta por Jesucristo, donde unos pies dan pasos de Evangelio, donde unas manos se abren para ofrecer.

Lo mejor de la Iglesia no son “la calidad de la piedra y los exvotos”, sino las personas, piedras vivas del nuevo templo que se va edificando, y Jesucristo en medio de nosotros. Él es la cabeza del cuerpo, del cual cada uno somos una pequeña célula, un orgánulo… sin el cual, el cuerpo no sería igual.

Te invito a que tomes conciencia de lo que eres: alguien con quien Dios cuenta para morar y para llevar adelante el mundo hacia lo que él sueña, hacia el Reino.

Enhorabuena y ánimo en tu misión. Allá donde estés.

Vuestro hermano en la fe: 
Luis Manuel Suárez CMF (@luismanuel_cmf)

FELIZ MARTES


 





lunes, 27 de noviembre de 2017

LA VERDADERA RIQUEZA


LA VERDADERA RIQUEZA





Si hubiera un banco que te acreditara en tu cuenta 86.400 monedas cada mañana, que no transfiriera el saldo disponible de un día al siguiente, que no te permitiera conservar efectivo y, al final del día, cancelara la parte de esa cantidad que no hubieras usado...  ¿Qué harías?

Por supuesto, sacar cada día hasta el último céntimo y aprovechar todo el dinero.

Pues bien, tal banco existe y se llama TIEMPO.

Cada día te acredita 86.400 segundos y cada noche da por perdidos cuantos hayas dejado de emplear provechosamente.

Nunca trasfiere saldos, ni permite que los acumules.

Cuando no usas lo disponible ese día, el único que pierde eres tú.

No existe recuperación de fondos y tampoco es posible girar cheques sobre el mañana.

¡De cada persona depende invertir este precioso caudal de horas, minutos y segundos para obtener los máximos dividendos en cuanto a salud, felicidad y éxito!

San Francisco de Asis decía: "Yo necesito pocas cosas y las pocas que necesito, las necesito poco".

¡Aprovecha bien tu valioso tiempo!
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