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lunes, 8 de enero de 2018

PAPA FRANCISCO CONDENA EL BULLYING EN LAS ESCUELAS, ES OBRA DE SATANÁS


El Papa Francisco condena el bullying en las escuelas: “Es obra de Satanás”
POR MIGUEL PÉREZ PICHEL
 Foto: Vatican Media




En su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este lunes 8 de enero, el Papa Francisco condenó el maltrato a los más débiles, y en especial la violencia en las escuelas, el llamado bullying.

El Santo Padre señaló que el bullying, como toda violencia contra los más débiles, “es obra de Satanás”, es “una de las manchas del pecado original”, “porque agredir al débil es obra del diablo”.

En su homilía, el Santo Padre comentó la primera lectura del día, del primer libro de Samuel, en la que se cuenta la historia de los padres del profeta: Elcaná y Ana. Elcaná tenía dos mujeres: Ana y Fenina. Fenina tenía dos hijos, mientras que Ana era estéril. Fenina, en vez de consolar a Ana trataba de humillarla en toda ocasión.

El Pontífice llamó la atención sobre que esta situación se repite en varias partes de la Biblia. “Yo me pregunto: ¿qué hay dentro de estas personas? ¿Qué es lo que hay dentro de nosotros que nos lleva a despreciar, a maltratar, a burlarse de los más débiles?”.

“Se puede comprender que uno se enfrente a otro que es más fuerte: puede ser la envidia lo que te lleva a ello… ¿Pero con los más débiles? ¿Qué es lo que hay dentro de nosotros que nos lleva a ello? Es algo habitual, como si tuviese la necesidad de despreciar a los demás para sentirme seguro. Es como una necesidad…”.

Señaló que incluso entre los niños ocurre esto, y compartió un recuerdo de infancia, cuando en su barrio vivía una mujer que sufría una enfermedad mental que la llevaba a caminar sin parar por la calle durante todo el día. Las mujeres trataban de ayudarla dándole comedia, pero los niños la seguían para divertirse a su costa. “¡Cuánta maldad también en los niños que les lleva a tomarla con los más débiles!”.

Explicó que “hoy lo vemos continuamente en las escuelas, con el fenómeno del bullying, agredir al débil: ‘porque tú eres gordo’, o ‘porque tu eres así, o eres extranjero, o eres negro, por esto…’. Agredir, agredir… Los niños, los chicos… También los niños. Esto significa que hay algo dentro de nosotros que nos lleva a esto. A la agresión del débil. Y creo que esto es una de las manchas del pecado original. Es una obra de Satanás”.

“Del mismo modo que, cuando tenemos el deseo de hacer una buena obra, una obra de caridad, decimos que ‘es el Espíritu Santo el que me inspira a hacerlo’, cuando sentimos dentro de nosotros ese deseo de agredir al débil, no hay duda: es el diablo. Porque es una obra del diablo agredir al débil”.

El Papa finalizó su homilía pidiendo al Dios “que nos de la gracia de la compasión”.

miércoles, 3 de enero de 2018

PAPA FRANCISCO: SOLO QUIEN RECONOCE SUS ERRORES Y PIDE EXCUSA PUEDE RECIBIR EL PERDÓN


Solo quien reconoce sus errores y pide excusa puede recibir el perdón, recuerda el Papa
 Foto: L'Osservatore Romano





VATICANO, 03 Ene. 18 / 04:10 am (ACI).- En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco habló en su catequesis del acto penitencial de la Misa y afirmó que para ser perdonado uno tiene que humillarse y reconocer verdaderamente sus errores.

Así, el acto penitencial, “en su sobriedad, favorece la actitud con la que disponerse a celebrar dignamente los santos misterios, reconociendo ante Dios y los hermanos nuestros pecados”, explicó.

Francisco recordó que “todos somos pecadores” y recordó que el que es “presuntuoso” es “incapaz de recibir perdón”. “Quien es consciente de las propias miserias y abaja los ojos con humildad, siente posarse sobre él la mirada misericordiosa de Dios”.

“Sabemos por experiencia que solo quien sabe reconocer los errores y pedir excusa recibe la comprensión y el perdón de los otros”. Por eso, “escuchar en silencio la voz de la conciencia permite reconocer que nuestros pensamientos son distantes de los pensamientos divinos, que nuestras palabras y nuestras acciones son a menudo mundanas” y están “guiadas por decisiones contrarias al Evangelio”.

“Por eso, al inicio de la Misa, hacemos de forma comunitaria el acto penitencial mediante una fórmula de confesión general, pronunciada en la primera persona del singular”. Cada uno “confiesa a Dios y a los hermanos que 'he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión'”.

El Papa se detuvo sobre esto último y dijo que a veces “nos sentimos buenos porque ‘no hemos hecho mal a ninguno’”. “En realidad, no basta con no hacer mal al prójimo, sino elegir hacer el bien aprovechando las oportunidades para dar buen testimonio de que somos discípulos de Jesús”.

“Las palabras que decimos con la boca son acompañadas del gesto de dar unos golpes en el pecho, reconociendo que he pecado por mi culpa, y no por la de los otros. Sucede a menudo que, por miedo o vergüenza, apuntamos con el dedo para acusar a los otros”, indicó.

El Santo Padre concluyó explicando que “después de esta confesión, suplicamos a la Virgen María, a los ángeles y a los santos que intercedan ante el Señor por nosotros. Su intercesión nos sostiene en nuestro camino hacia la plena comunión con Dios”.

“El acto penitencial concluye con la absolución del sacerdote, en la que se pide a Dios que derrame su misericordia sobre nosotros. Esta absolución no tiene el mismo valor que la del sacramento de la penitencia, pues hay pecados graves, que llamamos mortales, que sólo pueden ser perdonados con la confesión sacramental”, dijo en la catequesis.

domingo, 31 de diciembre de 2017

EN LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA, EL PAPA FRANCISCO EXPLICA LA MISIÓN ESENCIAL DE LOS PADRES


Fiesta de la Sagrada Familia: El Papa Francisco explica la misión esencial de los padres
Por Miguel Pérez Pichel
Foto: L'Osservatore Romano





VATICANO, 31 Dic. 17 / 07:12 am (ACI).- En el Ángelus de este domingo 31 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, el Papa Francisco indicó cuál es la misión hacia la que está orientada la familia.

Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Pontífice dijo que la misión de la familia, de los padres esencialmente, es “crear las condiciones favorables para el crecimiento armónico y pleno de los hijos, con el fin de que puedan vivir una buena vida digna de Dios y constructiva para el mundo”.

El Papa hizo hincapié en la alegría que los hijos suponen para la familia: “Una gran alegría de la familia es el crecimiento de los hijos. Están destinados a desarrollarse y a fortalecerse, a adquirir sabiduría y a acoger la gracia de Dios, como hizo Jesús. Jesús realmente es uno de nosotros”, afirmó.

Ante la multitud congregada bajo la ventana de los aposentos pontificios del Palacio Apostólico, el Santo Padre reflexionó sobre “la experiencia vivida por María, José y Jesús mientras crecen juntos como familia en el amor recíproco y en la confianza en Dios”.

Francisco afirmó que José y María expresan esa confianza en Dios cumpliendo el rito de la presentación del Niño en el templo: “Los padres de Jesús acuden al templo para dar fe de que su hijo pertenece a Dios y que ellos son los custodios de su vida y no los propietarios”.

“Este gesto subraya que solo Dios es el Señor de la historia individual y familiar; todo procede de Él. Toda familia está llamada a reconocer tal primado, custodiando y educando a los hijos para que se abran a Dios, que es la fuente de la vida”.

A continuación, el Papa destacó cómo el texto evangélico habla “del secreto de la juventud interior, testimoniada paradójicamente en el Evangelio por una pareja de ancianos: Simeón y Ana”.

“En particular, el viejo Simeón, inspirado por el Espíritu Santo, dice a propósito del Niño Jesús: ‘Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción (…) a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones”.

Mediante estas palabras proféticas se revela que “Jesús vino para hacer caer las falsas imágenes que nos hacíamos de Dios y también de nosotros mismos; para contradecir la seguridad mundana sobre la cual pretendíamos apoyarnos, para hacernos resurgir a un camino humano y cristiano auténtico, fundamentado sobre los valores del Evangelio”.

Francisco concluyó con unas palabras de apoyo a las familias que atraviesan momentos de dificultad: “No hay ninguna situación familiar que esté cerrada a este camino nuevo de renacimiento y de resurrección”. 

“Cada vez que una familia, también las que están heridas o marcadas por la fragilidad, el fracaso o la dificultad, regresa a la fuente de la experiencia cristiana, se abren caminos nuevos y posibilidades impensables”, finalizó.

martes, 26 de diciembre de 2017

PAPA FRANCISCO VISITA A BENEDICTO XVI PARA SALUDARLO POR NAVIDAD


Papa Francisco visita a Benedicto XVI para saludarlo por Navidad
Foto: L'Osservatore Romano





VATICANO, 26 Dic. 17 / 09:14 am (ACI).- La Santa Sede informó que el Papa Francisco fue al monasterio “Mater Ecclesiae” para visitar a su predecesor Benedicto XVI y expresarle sus saludos por Navidad, el pasado 21 de diciembre.

“El jueves pasado, 21 de diciembre de 2017, como cada año el Papa Francisco se acercó al monasterio ‘Mater Ecclesiae’, en el Vaticano, para expresar sus mejores deseos por la Santa Navidad al Papa Emérito Benedicto XVI. El encuentro duró cerca de media hora”, informó el Vaticano.

Durante su pontificado, Francisco ha asistido al monasterio “Mater Ecclesiae” para visitar a su predecesor.

En junio de 2016, en el vuelo que lo llevaba de Armenia a Roma, el Papa Francisco afirmó que con sus oraciones, Benedicto XVI “me custodia las espaldas”.

“Benedicto, está en el monasterio rezando: yo he ido a encontrarlo muchas veces o al teléfono”, recordó el Papa, que aseguró que “es una gracia tener en casa al abuelo sabio”, en referencia a su predecesor.

lunes, 25 de diciembre de 2017

HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE LA SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR


Homilía del Papa Francisco en la Misa de la Solemnidad de la Natividad del Señor
 Daniel Ibáñez / ACI Prensa





VATICANO, 24 Dic. 17 / 04:18 pm (ACI).- El Papa Francisco presidió a las 21:30 hora local en la Basílica de San Pedro la Santa Misa de la Natividad del Señor en una celebración acompañado de algunos cardenales decenas de sacerdotes y miles de fieles.

En su homilía, el Pontífice afirmó que la Navidad "es tiempo para transformar la fuerza del miedo en fuerza de la caridad, en fuerza para una nueva imaginación de la caridad. La caridad que no se conforma ni naturaliza la injusticia sino que se anima, en medio de tensiones y conflictos, a ser «casa del pan», tierra de hospitalidad".

A continuación, la homilía completa del Papa: 

«María dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre porque no había lugar para ellos en el albergue» (Lc 2,7). De esta manera, simple pero clara, Lucas nos lleva al corazón de esta noche santa: María dio a luz, María nos dio la Luz. Un relato sencillo para sumergirnos en el acontecimiento que cambia para siempre nuestra historia. Todo, en esa noche, se volvía fuente de esperanza.

Vayamos unos versículos atrás. Por decreto del emperador, María y José se vieron obligados a marchar. Tuvieron que dejar su gente, su casa, su tierra y ponerse en camino para ser censados. Una travesía nada cómoda ni fácil para una joven pareja en situación de dar a luz: estaban obligados a dejar su tierra. En su corazón iban llenos de esperanza y de futuro por el niño que vendría; sus pasos en cambio iban cargados de las incertidumbres y peligros propios de aquellos que tienen que dejar su hogar.

Y luego se tuvieron que enfrentar quizás a lo más difícil: llegar a Belén y experimentar que era una tierra que no los esperaba, una tierra en la que para ellos no había lugar.

Y precisamente allí, en esa desafiante realidad, María nos regaló al Enmanuel. El Hijo de Dios tuvo que nacer en un establo porque los suyos no tenían espacio para él. «Vino a los suyos y los suyos no lo recibieron» (Jn 1,11). Y allí…, en medio de la oscuridad de una ciudad, que no tiene ni espacio ni lugar para el forastero que viene de lejos, en medio de la oscuridad de una ciudad en pleno movimiento y que en este caso pareciera que quiere construirse de espaldas a los otros, precisamente allí se enciende la chispa revolucionaria de la ternura de Dios. En Belén se generó una pequeña abertura para aquellos que han perdido su tierra, su patria, sus sueños; incluso para aquellos que han sucumbido a la asfixia que produce una vida encerrada.

En los pasos de José y María se esconden tantos pasos. Vemos las huellas de familias enteras que hoy se ven obligadas a marchar. Vemos las huellas de millones de personas que no eligen irse sino que son obligados a separarse de los suyos, que son expulsados de su tierra. En muchos de los casos esa marcha está cargada de esperanza, cargada de futuro; en muchos otros, esa marcha tiene solo un nombre: sobrevivencia. Sobrevivir a los Herodes de turno que para imponer su poder y acrecentar sus riquezas no tienen ningún problema en cobrar sangre inocente.

María y José, los que no tenían lugar, son los primeros en abrazar a aquel que viene a darnos carta de ciudadanía a todos. Aquel que en su pobreza y pequeñez denuncia y manifiesta que el verdadero poder y la auténtica libertad es la que cubre y socorre la fragilidad del más débil.

Esa noche, el que no tenía lugar para nacer es anunciado a aquellos que no tenían lugar en las mesas ni en las calles de la ciudad. Los pastores son los primeros destinatarios de esta buena noticia. Por su oficio, eran hombres y mujeres que tenían que vivir al margen de la sociedad. Las condiciones de vida que llevaban, los lugares en los cuales eran obligados a estar, les impedían practicar todas las prescripciones rituales de purificación religiosa y, por tanto, eran considerados impuros. Su piel, sus vestimentas, su olor, su manera de hablar, su origen los delataba. Todo en ellos generaba desconfianza. Hombres y mujeres de los cuales había que alejarse, a los cuales temer; se los consideraba paganos entre los creyentes, pecadores entre los justos, extranjeros entre los ciudadanos. A ellos (paganos, pecadores y extranjeros) el ángel les dice: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor» (Lc 2,10-11).

Esa es la alegría que esta noche estamos invitados a compartir, a celebrar y a anunciar. La alegría con la que a nosotros, paganos, pecadores y extranjeros Dios nos abrazó en su infinita misericordia y nos impulsa a hacer lo mismo.

La fe de esa noche nos mueve a reconocer a Dios presente en todas las situaciones en las que lo creíamos ausente. Él está en el visitante indiscreto, tantas veces irreconocible, que camina por nuestras ciudades, en nuestros barrios, viajando en nuestros metros, golpeando nuestras puertas.

Y esa misma fe nos impulsa a dar espacio a una nueva imaginación social, a no tener miedo a ensayar nuevas formas de relación donde nadie tenga que sentir que en esta tierra no tiene lugar. Navidad es tiempo para transformar la fuerza del miedo en fuerza de la caridad, en fuerza para una nueva imaginación de la caridad. La caridad que no se conforma ni naturaliza la injusticia sino que se anima, en medio de tensiones y conflictos, a ser «casa del pan», tierra de hospitalidad. Nos lo recordaba san Juan Pablo II: «¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!» (Homilía en la Misa de inicio de Pontificado, 22 octubre 1978)

En el niño de Belén, Dios sale a nuestro encuentro para hacernos protagonistas de la vida que nos rodea. Se ofrece para que lo tomemos en brazos, para que lo alcemos y abracemos. Para que en él no tengamos miedo de tomar en brazos, alzar y abrazar al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al preso (cf. Mt 25,35-36). «¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!». En este niño, Dios nos invita a hacernos cargo de la esperanza. Nos invita a hacernos centinelas de tantos que han sucumbido bajo el peso de esa desolación que nace al encontrar tantas puertas cerradas. En este Niño, Dios nos hace protagonistas de su hospitalidad.

Conmovidos por la alegría del don, pequeño Niño de Belén, te pedimos que tu llanto despierte nuestra indiferencia, abra nuestros ojos ante el que sufre. Que tu ternura despierte nuestra sensibilidad y nos mueva a sabernos invitados a reconocerte en todos aquellos que llegan a nuestras ciudades, a nuestras historias, a nuestras vidas. Que tu ternura revolucionaria nos convenza a sentirnos invitados, a hacernos cargo de la esperanza y de la ternura de nuestros pueblos.

PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE NAVIDAD: EL NACIMIENTO DE JESÚS CAMBIA PARA SIEMPRE NUESTRA HISTORIA


El Papa en la Misa de Navidad: El Nacimiento de Jesús cambia para siempre nuestra historia
Por Álvaro de Juana
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa





VATICANO, 24 Dic. 17 / 04:38 pm (ACI).- El Papa Francisco presidió por la noche, y como cada año, la misa de Navidad –también conocida en algunos países como Misa del Gallo– en la Basílica de San Pedro acompañado de miles de fieles. En la homilía que pronunció afirmó con rotundidad que el nacimiento de Jesús es el “acontecimiento que cambia para siempre nuestra historia”.

El Pontífice celebró la solemne Misa a las 21:30 hora local, y después de proclamarse el Evangelio, pronunció una homilía breve en la que comparó la situación de la Sagrada Familia de Nazaret –que se vio obligada a huir y a dejar sus pocas pertenencias– con la de miles de personas que en nuestros días buscan refugio al escapar de los diferentes conflictos que hay en el mundo.

A pesar de ser obligados a dejar su tierra, José y María “en su corazón iban llenos de esperanza y de futuro por el niño que vendría” aunque “sus pasos iban cargados de las incertidumbres y peligros propios de aquellos que tienen que dejar su hogar”. “Y luego se tuvieron que enfrentar quizás a lo más difícil: llegar a Belén y experimentar que era una tierra que no los esperaba, una tierra en la que para ellos no había lugar.”, explicó Francisco.

El Papa recordó que “el Hijo de Dios tuvo que nacer en un establo porque los suyos no tenían espacio para él” pero allí fue precisamente “donde se enciende la chispa revolucionaria de la ternura de Dios”. “En Belén se generó una pequeña abertura para aquellos que han perdido su tierra, su patria, sus sueños; incluso para aquellos que han sucumbido a la asfixia que produce una vida encerrada”, añadió.

Como José y María hoy “vemos las huellas de familias enteras que hoy se ven obligadas a marchar” así como la de “millones de personas que no eligen irse, sino que son obligados a separarse de los suyos, que son expulsados de su tierra”.

Francisco reconoció que algunos de ellos están cargados de “esperanza” y “futuro”, pero otros solo están llamados a “sobrevivir a los Herodes de turno que para imponer su poder y acrecentar sus riquezas no tienen ningún problema en cobrar sangre inocente”.

Para el Papa fueron clave también los pastores que adoraron al Niño. “Eran hombres y mujeres que tenían que vivir al margen de la sociedad”, explicó. “Las condiciones de vida que llevaban, los lugares en los cuales eran obligados a estar, les impedían practicar todas las prescripciones rituales de purificación religiosa y, por tanto, eran considerados impuros”.

“Se los consideraba paganos entre los creyentes, pecadores entre los justos, extranjeros entre los ciudadanos”. Sin embargo, fue a ellos a los que el ángel les anunció la buena noticia, aclaró el Pontífice.

De esta manera, invitó a los fieles a “reconocer a Dios presente en todas las situaciones en las que lo creíamos ausente” puesto que “Él está en el visitante indiscreto, tantas veces irreconocible, que camina por nuestras ciudades, en nuestros barrios, viajando en nuestros metros, golpeando nuestras puertas”.

En definitiva, “esa misma fe nos impulsa a dar espacio a una nueva imaginación social, a no tener miedo a ensayar nuevas formas de relación donde nadie tenga que sentir que en esta tierra no tiene lugar”.

Por otro lado, aseguró que la Navidad es el tiempo “para transformar la fuerza del miedo en fuerza de la caridad, en fuerza para una nueva imaginación de la caridad”. Pidió entonces no conformase con la “injusticia” y no tener miedo “de tomar en brazos, alzar y abrazar al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al preso”.

Francisco concluyó exhortando también a que cada uno se convierta en “centinela de tantos que han sucumbido bajo el peso de esa desolación que nace al encontrar tantas puertas cerradas”. “Que tu ternura despierte nuestra sensibilidad y nos mueva a sabernos invitados a reconocerte en todos aquellos que llegan a nuestras ciudades, a nuestras historias, a nuestras vidas”.

domingo, 24 de diciembre de 2017

PAPA FRANCISCO: EL SÍ DE MARÍA NOS INVITA A SER HUMILDES Y PEQUEÑOS ANTE DIOS


Papa Francisco: El “sí” de María nos invita a ser humildes y pequeños ante Dios




 (ACI).- El Papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio de la Anunciación antes del rezo del Ángelus y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro.

“Es una gran revelación que abre perspectivas inauditas”, aseguró Francisco. “El niño que nacerá de esta humilde joven de Nazaret será llamado Hijo del Altísimo: no es posible concebir una dignidad más alta que esta”, afirmó.

El Papa destacó que la respuesta de María “es una frase breve, que no habla de gloria o de privilegio, sino solo de disponibilidad y de servicio”. “María no se exalta frente a la perspectiva de convertirse en la madre del Mesías, sino que permanece modesta y expresa la propia adhesión al proyecto del Señor”.

En su opinión, “este contraste es significativo” porque “nos hace entender que María es verdaderamente humilde y no busca mostrarse. Reconoce ser pequeña ante Dios y está contenta de ser así”.

Pero también “es consciente de que su respuesta depende de la realización del proyecto de Dios, y que entonces ella está llamada a adherirse en toda sí misma”.

“María se presenta con una actitud que corresponde perfectamente a aquel Hijo de Dios cuando viene al mundo: Él quiere ser el Siervo del Señor, ponerse al servicio de la humanidad para cumplir el plan del Padre”.

Además, “María se revela colaboradora perfecta del proyecto de Dios” y con su respuesta “humilde y generosa ha obtenido una gloria altísima”.

Francisco invitó a todos a “acoger el proyecto de Dios en nuestra vida, con sincera humildad y valiente generosidad”.

viernes, 22 de diciembre de 2017

NUNCA DISCUTAN DELANTE DE LOS NIÑOS, PIDE EL PAPA FRANCISCO A PADRES DE FAMILIA


Nunca discutan delante de los niños, pide el Papa a padres de familia
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 21 Dic. 17 / 01:06 pm (ACI).- El Papa Francisco se reunió con los trabajadores del Vaticano y con sus familias y dio a los padres este consejo: “Nunca discutan delante de los niños. ¡Nunca!”.

En una audiencia que mantuvo este jueves 21 de diciembre con los empleados de la Santa Sede para felicitarles la Navidad, el Santo Padre hizo una serie de reflexiones sobre la familia.

En concreto, Francisco mostró su preocupación por las crisis matrimoniales que afectan a algunas familias.

“Voy a ser sincero. Cuando me entero de que una familia vuestra está en crisis, de que hay niños que se angustian porque los padres discuten, sufro. Por eso les pido que se dejen ayudar”, dijo.

“Por favor, salven vuestras familias. Sé que no es fácil. Que hay problemas de personalidad, problemas psicológicos. Hay muchos problemas en un matrimonio, pero tratad de buscar ayuda a tiempo. Custodien la familia”.

“Sé que entre vosotros hay algunos separados, lo sé y sufro con vosotros. Pero dejense ayudar. Si la cosa ya está hecha, que al menos no sufran los niños, porque cuando los padres discuten, los niños sufren”.

El Pontífice animó a las familias de los trabajadores del Vaticano a acudir a los capellanes cuando tienen problemas. “Para custodiar vuestra familia podéis acudir a los capellanes, a quienes podéis pedir ayuda”.

Además, recordó que “Dios te ha creado familia. La imagen de Dios es el matrimonio: hombre y mujer, fecundos‘¡Multiplíquense! ¡Tengan hijos! ¡Vayan adelante!’. Me he quedado muy contento hoy cuando he visto a tantos niños aquí, a tantas familias. Por favor, custodien a la familia”, reiteró.

jueves, 21 de diciembre de 2017

PAPA FRANCISCO EXHORTA A SER CRISTIANOS ALEGRES Y EVITAR LA CARA DE VELORIO


El Papa exhorta a ser cristianos alegres y evitar la “cara de velorio”
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 21 Dic. 17 / 07:05 am (ACI).- Durante la Misa celebrada este jueves 21 de diciembre en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco pidió a los cristianos ser alegres, que muestren a los demás esa alegría de haber sido perdonados y redimidos por el Señor, evitando tener “cara de velorio”.

En su homilía, el Papa se refirió a la historia del filósofo “que criticaba a los cristianos, que afirmaba ser agnóstico o ateo y criticaba a los cristianos diciendo: ‘Estos, los cristianos, dicen que tienen un Redentor. Yo lo creeré, creeré en el Redentor cuando tengan cara de redimidos, cara gozosa por haber sido redimidos’”.

El Pontífice cuestionó entonces: “Por eso, si tienes cara de velorio, ¿cómo podrán los demás creer que tú has sido redimido? ¿Qué tus pecados han sido perdonados?”. “Este es el primer punto, el primer mensaje de la liturgia de hoy: tú has sido perdonado, cada uno de nosotros es un perdonado”.

El Santo Padre reflexionó en la Misa de hoy sobre la alegría cristiana, una alegría que se sustenta en tres elementos: es una alegría que procede de haber recibido el perdón, que se alimenta del Señor, y que evita el derrotismo.

Francisco recordó que “el Señor revocó tu condena” y por lo tanto invitó a alegrarse y a no llevar una vida tibia: “Esta es la raíz específica de la vida cristiana, que hemos sido perdonados”.

Francisco insistió: “Dios es el Dios del perdón”. Recordó que “el Señor camina con nosotros”, está “en medio de nosotros, en nuestras pruebas, dificultades, alegrías, en todo”.

En este sentido, animó a dirigir “cualquier palabra al Señor, que se encuentra a nuestro lado”.

Por ello, animó a ser optimistas, “el pesimismo no es cristiano”. El pesimismo “nace de una raíz caracterizada por no saberse perdonado. De una raíz que no ha sentido la ternura de Dios”.

“El Evangelio nos hace ver esta alegría: ‘María, alegre, se levantó y fue adelante’, también la alegría nos hace ir adelante, siempre, porque la gracia del Espíritu Santo no conoce la lentitud. El Espíritu Santo siempre va adelante, siempre nos empuja adelante, siempre adelante, como el viento en la vela, en la barca”.

En definitiva, la alegría cristiana es la alegría del niño en el vientre de Santa Isabel cuando se encontró con María.

“Esta es la alegría que nos pide la Iglesia: por favor, seamos cristianos alegres, hagamos todo el esfuerzo para mostrar a los demás que hemos sido redimidos, que el Señor nos ha perdonado todo, que, si caemos, Él también nos perdonará porque es el Dios del perdón, es el Dios en medio de nosotros que no nos dejará caer de la barca”.

“Este es el mensaje de hoy”, concluyó Francisco: “‘Levántate’. Es ese ‘levántate’ de Jesús a los enfermos: ‘Levántate, grita de alegría, regocíjate, aclama con todo tu corazón”.

martes, 19 de diciembre de 2017

EL PAPA FRANCISCO CRITICA A LOS PAÍSES DONDE NO NACEN HIJOS Y ASEGURA QUE ES OBRA DEL DEMONIO


El Papa critica a los países donde no nacen hijos y asegura que es obra del demonio
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 19 Dic. 17 / 08:20 am (ACI).- Al comentar el Evangelio de la liturgia del día, el Papa Francisco criticó a los países donde la natalidad es baja y dijo que es el resultado del engaño del demonio.

En la Misa que celebró en la Casa Santa Marta, el Pontífice recordó que el primer mandamiento de Dios fue el de “llenad la tierra, sed fecundos”. Y afirmó que “donde está Dios hay fecundidad”:

“Me viene a la mente cómo algunos países han elegido el camino de la esterilidad y padecen de esa enfermedad tan mala que es el invierno demográfico”.

“Los conocemos. No tienen hijos. ‘No, que el bienestar, que esto, que lo otro’. Ciudades vacías de niños, y esto no es una bendición. Pero esto es una cosa de paso. La fecundidad siempre es una bendición de Dios”, añadió.

En este sentido, advirtió de que “el diablo quiere la esterilidad. Quiere que cada uno de nosotros no viva para dar vida, sea física o espiritualmente, a los demás”. “Que viva para sí mismo: el egoísmo, la soberbia, la vanidad. Engordar el alma sin vivir para los otros. El diablo es el que hace crecer la cizaña del egoísmo y no nos hace fecundos”.

Francisco expresó que es una gracia tener hijos y habló de la Navidad: “aquí hay una cuna vacía, la podemos observar. Puede ser símbolo de esperanza porque vendrá el Niño, puede ser un objeto de museo, vacía toda la vida”.

“Nuestro corazón es una cuna. ¿Cómo es mi corazón? ¿Está vacío, siempre vacío, pero abierto a recibir continuamente vida y dar vida? ¿Para recibir y ser fecundo? ¿O será un corazón conservado como un objeto de museo que nunca ha estado abierto a la vida y a dar la vida?”, invitó a preguntarse a los fieles.

PAPA FRANCISCO VISITARÁ LA CIUDAD DEL PADRE PÍO EN EL CENTENARIO DE SUS ESTIGMAS


Papa Francisco visitará la ciudad del Padre Pío en el centenario de sus estigmas
Foto: Wikipedia dominio público





VATICANO, 19 Dic. 17 / 07:39 am (ACI).- El Papa Francisco visitará el próximo marzo Pieltrecina, el lugar donde nació el Padre Pío, con motivo del centenario de las apariciones de los estigmas del Santo italiano, y San Giovanni Rotondo, donde se encuentra la basílica, con motivo de los 50 años de su muerte.

El Vaticano ha hecho público el programa de la visita del Pontífice el 17 de marzo de 2018. A las 7 a.m. hora local dejará el Vaticano y se trasladará en helicóptero hasta Pieltrecina. Allí será acogido por el obispo de la diócesis de Benevento, Mons. Domenico Masone, así como por el alcalde de la ciudad.

Su primera parada será en la Capilla de los Estigmas, donde rezará brevemente. Después, celebrará un encuentro con los fieles en la plaza de la Iglesia. Allí saludará también a la Comunidad de Capuchinos y a una representación de los fieles.

A las 9 h. tomará de nuevo el helicóptero y media hora después aterrizará en San Giovanni Rotondo, donde será recibido por el obispo, Mons. Michele Castoro y el alcalde de la localidad.

Después se trasladará a la zona de pediatría oncológica del hospital del lugar y a las 11 h. celebrará una Misa en la plaza de la Iglesia de San Pío de Pieltrecina.

A las 12, 45 h. subirá de nuevo al helicóptero y regresará a Roma, donde llegara una hora más tarde.

lunes, 18 de diciembre de 2017

PAPA FRANCISCO: SAN JOSÉ FUE UNA FIGURA CLAVE PARA LA SALVACIÓN


San José fue una figura clave para la Salvación, asegura el Papa Francisco
Foto: L'Osservatore Romano



VATICANO, 18 Dic. 17 / 05:55 am (ACI).- En su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este lunes 18 de diciembre, el Papa Francisco se centró en la figura de San José y en sus emociones durante el embarazo de María y los días previos al nacimiento de Jesús.

El Santo Padre explicó la importancia de la figura de San José, y de la educación que proporcionó a Jesús durante su infancia, para la historia de la Salvación.

“Si Jesús llamaba ‘papá’ a Dios Padre, fue porque lo aprendió de San José”, señaló Francisco.

Cuando María vuelve de visitar a su prima Santa Isabel, José descubrió que estaba embarazada, y se desata una lucha en su interior. “José luchaba en su interior. En aquella lucha sentía la voz de Dios que le decía: ‘Levántate’, ese ‘levántate’ que tantas veces, al comienzo de una misión, podemos leer en la Biblia. ‘Levántate, toma a María y llévala a tu casa. Hazte cargo de la situación, haz frente a esta situación y ve adelante’”.

La reacción de José fue ejemplar: “José no fue junto a sus amigos a confortarse, no fue al psiquiatra para que interpretase su sueño. No: él creyó. Y fue adelante. Afrontó la situación. ¿Pero en qué consistía esa situación? ¿De qué se hizo cargo? De dos cosas: de la paternidad y del misterio”.

José, indicó el Pontífice, “se hizo cargo de una paternidad que no era suya, que venía del Padre. Y llevó adelante la paternidad con todo lo que ello implicaba: no sólo sostener a María y al niño, sino también hacer crecer al niño, enseñarle el misterio, llevarlo a la madurez del hombre. ‘Hazte cargo de la paternidad que no es tuya, sino de Dios’. Y esto sin decir una palabra. En el Evangelio no hay ninguna palabra dicha por San José. El hombre del silencio, la obediencia silenciosa”.

En este sentido, el silencio de José también proporciona una importante enseñanza. “José toma de la mano este misterio y ofrece su ayuda: con su silencio, con su trabajo hasta el momento en que Dios lo llama a sí”.

“De este hombre que se hizo cargo de la paternidad y del misterio se dice que era la sombra del Padre: la sombra de Dios Padre. Y si Jesús hombre aprendió a decir ‘papá’, ‘padre’, a su Padre que conocía como Dios, fue gracias a que lo aprendió de la vida, del testimonio de José: el hombre que custodia, el hombre que hace crecer, el hombre que lleva adelante la paternidad y el misterio, que no toma nada para sí mismo”, concluyó el Papa.

IMÁGENES DEL CUMPLEAÑOS 81 DEL PAPA FRANCISCO








¿Cómo festejó el Papa Francisco su cumpleaños? ¡Te mostramos su emotiva fiesta! 
Por Álvaro de Juana
 Foto: L'Osservatore Romano





VATICANO, 17 Dic. 17 / 06:49 am (ACI).- El Papa Francisco cumple este domingo ni más ni menos que 81 años, el quinto desde que fuera elegido Pontífice de la Iglesia Católica. Pero, ¿cómo festejó su cumpleaños?

Francisco no podía faltar a su cita dominical de los domingos: el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico junto a miles de fieles en la Plaza de San Pedro. Sin embargo, antes realizó una emotiva visita al Dispensario Santa Marta para saludar a los niños a los que ayudan, y celebrar con ellos su cumpleaños.

Por tanto, los niños fueron los organizadores de una fiesta muy especial. A las 10,30 a.m. hora local, el Santo Padre se trasladó hasta el Aula Pablo VI y allí pasó una hora con los pequeños y sus familias. Cantaron, aplaudieron y comieron una gran tarta… que en esta ocasión no fue dulce, sino una pizza margarita de unos 4 metros preparada para la ocasión por un pizzaiolo napolitano. Junto a la “tarta” llegó también una casita que representaba el dispensario.

El “autor” de la pizza fue Vincenzo Staiano, quien puso además sobre ella una única vela que después Francisco sopló ante la alegría de los niños.

También hubo 81 globos de colores, así como juegos y bailes que el Papa pudo admirar. También tras la marcha del Pontífice para rezar el Ángelus, hicieron las delicias de los niños. Incluso estuvon presente cuando algunos artistas del Circo Rony Rolle realizaron sus espectáculos.

Los niños del Dispensario Pediátrico Santa Marta proceden de todo el mundo y hacen uso de este centro que pertenece al Vaticano. La verdadera organizadora del cumpleaños ha sido la hermana Antonietta Colacchi, de las Hijas de la Caridad y responsable de la fundación. Junto a ella, algunos voluntarios ayudaron a preparar todo. En total son unos 50, muchos de ellos médicos, que cada día se turnan para ayudar a los niños y sus familias en este centro que se encuentra en el interior de los muros vaticanos.

El Dispensario ayuda a las familias en dificultad, que poseen niños –sin distinción de raza o religión– y que no cuentan con la tarjeta sanitaria italiana que les concede acceso público a la sanidad del país.

Le religiosa, Antonietta Colacchi, ofreció un caluroso saludo al Papa: “Nosotros vemos a los otros con el amor que nos ha enseñado Jesús y abrazamos a nuestros hermanos, más allá de las diferencias culturales o religiosas. En un mundo obsesionado por las apariencias, nosotros ofrecemos nuestra sencillez, que cada día se hace más productiva entre las muchas urgencias, entre las muchas peticiones de cuántos vienen a llamar a nuestra puerta”.

Sor Antonietta también resumió al Santo Padre la labor que realizan: “Solo en este año hemos asistido a 380 niños con unas 3.200 visitas, junto a sus familias, con servicios de pediatría, ginecología, ecografía, oculista, alergología, dermatología, psicología, cardiología, ortopedia, logopedia, cirugía, y otras especialidades".

"Hace más de 2.000 años, el Hijo de Dios nacía entre la indiferencia de los demás. Y todavía hoy, el que se encuentra en la necesidad se ve a menudo tratado con indiferencia e incluso como una molestia. Nosotros buscamos mirar a los ojos de quien viene a pedir ayuda, tocamos sin miedo las heridas de nuestros hermanos, dirigimos la debida ternura hacia la dignidad de cada ser humano”.

Después, el Papa saludó a todos ellos: “La alegría de los niños es un tesoro. Debemos hacer lo que sea para que ellos se sientan siempre alegres, porque la alegría es como una tierra buena que hace crecer bien la vida, con buenos frutos. Y por eso se hace esta fiesta: se busca siempre la cercanía de la Navidad para encontrarnos, para hacer esta fiesta para ellos”.

Dirigiéndose a los voluntarios del Dispensario y las familias de los niños, dijo Francisco: “Escuchad bien. Primero: custodiad la alegría de los niños. No entristezcáis nunca a los niños. Cuando los niños ven que hay problemas en casa, que los padres discuten, sufren”. “Deben crecer siempre con alegría”, añadió.

El Papa también dijo que para que crezcan felices los niños “deben hablar con los abuelos”. “Los dos extremos de la vida, porque los abuelos tienen memoria, tienen raíces, y serán los abuelos quienes den las raíces a los niños”.

“Por favor, que no sean niños desenraizados, sin memoria de un pueblo, sin memoria de la fe, sin memoria de tantas cosas preciosas que han hecho la historia, sin memoria de los valores”, pidió”.

Francisco dijo a los niños que algunos abuelos ya no están porque se han ido, pero “hay otros muchos ancianos que hacen de abuelos” y pueden hablar con ellos.

El tercer consejo que ofreció fue “enseñarlos a hablar con Dios”. “Que aprendan a rezar, a decir lo que sienten en el corazón”.

“Os deseo un buen día, con mucha fiesta. Y comed los 4 metros de pizza: comedla bien, que os hará bien, os hará crecer. ¡Y adelante! ¡Muchas gracias!”, se despidió.

El Papa tuvo que irse a rezar el Ángelus junto a miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro. Pero en el Aula Pablo VI la fiesta continuó, tal y como deseó el propio Francisco.

jueves, 14 de diciembre de 2017

PAPA FRANCISCO DESTACA LA TERNURA DE DIOS E INVITA A LLAMARLE PAPÁ


El Papa Francisco destaca la ternura de Dios e invita a llamarle “papá”
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 14 Dic. 17 / 06:40 am (ACI).- En la homilía de la Misa celebrada en la mañana del jueves 14 de diciembre en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el Papa Francisco recordó que Dios es Padre, e invitó a llamarle “papá”.

El Santo Padre destacó que la ternura es el rasgo principal que caracteriza la relación de Dios con la humanidad. “Parece como si nuestro Dios quisiera cantarnos una canción de cuna. Nuestro Dios es capaz de esto. Su ternura es así: es padre y madre. Muchas veces dice: ‘Si una madre se olvida del hijo, yo no te olvidaré’. Él nos lleva en sus entrañas”.

Mediante esa ternura, Dios establece un diálogo para el cual “se hace pequeño para hacernos comprender, para hacer que tengamos fe en Él y que podamos decirle con la valentía de Pablo que cambia las palabras y dice: ‘Padre, papá’. Papá… Es la ternura de Dios”.

“¿Yo soy capaz de hablar así con el Señor, o por el contrario tengo miedo?”, se preguntó el Pontífice. “Que cada uno se responda. Alguno puede decir, puede preguntarse: ‘Pero, ¿cuál es el lugar teológico de la ternura de Dios? ¿Dónde se puede encontrar la ternura de Dios? ¿Cuál es el lugar donde se manifiesta mejor la ternura de Dios?’”.

Francisco lo explicó. Esta ternura se encuentra en las heridas, en las llagas. “En mis llagas, en tus llagas, cuando se encuentran mis llagas con sus llagas. En sus llagas hemos sido curados”.

“Es el Dios que se hace pequeño, y que en su pequeñez no deja de ser grande. Y en esta dialéctica de grande y pequeño encontramos la ternura de Dios. El grande que se hace pequeño, y el pequeño que se hace grande. La Navidad nos ayuda a comprender esto: en aquel pesebre encontramos al Dios pequeño”.

El Santo Padre finalizó con “una frase de Santo Tomás de la primera parte de la Suma en la que decía, queriendo explicar esto: ‘¿Qué es lo divino? ¿Qué cosa es la más divina?’. Dice: ‘Non coerceri a maximo contineri tamen a minimo divinum est’. Es decir, no asustarse de las cosas grandes, pero ten en cuenta las cosas pequeñas”.

miércoles, 13 de diciembre de 2017

PARA QUÉ IR A MISA EL DOMINGO? ESTA ES LA RESPUESTA DEL PAPA FRANCISCO


¿Para qué ir a Misa el domingo? Esta es la respuesta del Papa Francisco
Por Miguel Pérez Pichel





VATICANO, 13 Dic. 17 / 04:36 am (ACI).- En una nueva catequesis sobre la Misa, el Papa Francisco se preguntó en la Audiencia General de este miércoles 13 de diciembre celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano: “¿Para qué ir a Misa el domingo?”.

“La celebración dominical de la Eucaristía está en el centro de la vida de la Iglesia”, fue la respuesta del Santo Padre.

Profundizando más, el Pontífice explicó que “los cristianos vamos a Misa el domingo para encontrar al Señor resucitado, o mejor, para dejarse encontrar por Él, escuchar su palabra, alimentarse en su mesa, y así hacerse Iglesia, es decir, hacerse parte del Cuerpo místico viviente hoy en el mundo”.

Esta realidad estuvo muy presente en la Iglesia desde el principio: “así lo comprendieron los discípulos de Jesús desde el primer momento, los cuales celebraron el encuentro eucarístico con el Señor en ese día de la semana que los hebreos denominaban ‘el primero de la semana’ y los romanos ‘el día del sol’, porque aquel día Jesús resucitó de entre los muertos, y se apareció a los apóstoles hablando con ellos, comiendo con ellos y enviándoles el Espíritu Santo”.

“Incluso –continuó Francisco– la gran efusión del Espíritu en Pentecostés tiene lugar el domingo. Por esta razón, el domingo es un día santo para nosotros, santificado a la celebración eucarística, presencia vivía del Señor entre nosotros”.

Por lo tanto, “es la Misa la que hace el domingo cristiano. ¿Qué clase de domingo es para un cristiano aquel en el que falta el encuentro con el Señor?”.

El Papa hizo un llamado a los cristianos a valorar la Misa dominical: “Por desgracia, hay comunidades cristianas que no pueden gozar de la Misa cada domingo; también esos están llamados en ese día a recogerse en oración en el nombre del Señor, escuchando la Palabra de Dios y manteniendo vivo el deseo de la Eucaristía”.

“Algunas sociedades secularizadas han perdido el sentido cristiano del domingo iluminado por la Eucaristía”, lamentó. “En este contexto es necesario revivir esta conciencia para recuperar el sentido de la fiesta, de la alegría, de la comunidad parroquial, de la solidaridad, del descanso que restaura el alma y el cuerpo”. “De todos estos valores es maestra la Eucaristía domingo tras domingo”, destacó.

En este sentido, recordó que “la abstención dominical del trabajo no existía en los primeros siglos: es una aportación específica del cristianismo. Por tradición bíblica los hebreos reposan el sábado, mientras que en la sociedad romana no estaba previsto ningún día semanal de abstención de los trabajos serviles. Fue el sentido cristiano de vivir como hijos y no como esclavos, animado por la Eucaristía, la que hace del domingo, casi universalmente, el día de reposo”.

La presencia de Cristo en la vida ayuda a dinamizarla, aseguró. “Sin Cristo, estamos condenados a ser dominados por el tedio de lo cotidiano, con sus preocupaciones, y del miedo del mañana. El encuentro dominical con el Señor nos da la fuerza de vivir el hoy con confianza y con valentía, y de ir adelante con esperanza”.

“¿Qué podemos responder a los que nos dicen que no hace falta ir a Misa, tampoco en domingo, porque lo importante es vivir bien, amar al prójimo? Es cierto que la calidad de la vida cristiana se mide en la capacidad de amar, como dijo Jesús. Pero, ¿cómo podemos practicar el Evangelio sin obtener la energía necesaria para hacerlo, un domingo tras otro, de la fuente inagotable de la Eucaristía?”, se preguntó el Pontífice.

Subrayó que “no vamos a la Misa para dar nada a Dios, sino para recibir de Él aquello de lo que tenemos necesidad”.

En conclusión, “¿para qué vamos a Misa el domingo? No basta contestar que es un precepto de la Iglesia; esto ayuda a conservar su valor, pero por sí mismo no basta. Nosotros cristianos tenemos necesidad de participar en la Misa dominical porque sólo con la gracia de Jesús, con su presencia viva en nosotros y entre nosotros, podemos poner en práctica su mandamiento, y así ser sus testigos creíbles”.

lunes, 11 de diciembre de 2017

PAPA FRANCISCO OFRECE SOLUCIÓN A LOS QUE SE LAMENTAN TODO EL DÍA Y SIEMPRE ESTÁN AMARGADOS


El Papa ofrece la solución a los que se lamentan todo el día y siempre están amargados
 Foto: L'Osservatore Romano




VATICANO, 11 Dic. 17 / 06:01 am (ACI).- El Papa Francisco volvió a criticar a las personas que pasan todo el día lamentándose y sumidos en el rencor por ser incapaces de perdonar y les dio una solución al respecto.

En la Misa que celebró a primera hora de la mañana en la Casa Santa Marta, reflexionó sobre la primera lectura del día en la que Dios promete a Israel ser consolado. “El Señor ha venido a consolarnos”, remarcó el Papa.

“Tantas veces el consuelo del Señor nos parece una maravilla”, reafirmó. “Pero no es fácil dejarse consolar; es más difícil consolar a los otros que dejarse consolar. Porque, muchas veces, nosotros estamos pegados a lo negativo, apegados a la herida del pecado dentro de nosotros, y, muchas veces tenemos la preferencia de permanecer ahí, solos, como en la camilla, como ese del Evangelio, aislado, allí, y no levantarnos. ‘¡Levántate!’ es la palabra de Jesús. Siempre: ‘¡Levántate!’”.

Pero el problema es que “somos maestros de lo negativo” por la herida del pecado, mientras que “en lo positivo somos mendigos”.

Por ejemplo, cuando se prefiere “el rencor” y “cocinamos nuestros sentimientos” hay un “corazón amargo”. “Para estos corazones amargos es más hermoso lo amargo que lo dulce”, manifestó.

Muchos prefieren esta amargura y poseen una “raíz amarga”, “que nos lleva con la memoria al pecado original. Y esto es un modo de no dejarse consolar”.

Pero aún hay más: la amargura que “siempre nos lleva a expresiones de lamento”. Recordó entonces el Papa a Santa Teresa que decía: “Ay e la hermana que dice: ‘me han hecho una injusticia, me han hecho algo que no es razonable’”. También mencionó al profeta Jonás, “premio Nobel del quejarse”.

“También en el lamentarse hay algo contradictorio”, dijo al contar que una vez conoció a un sacerdote que se quejaba por todo. “Tenía el don de encontrar la mosca en la leche”.

“Era un buen sacerdote, en el confesionario decían que era muy misericordioso, era anciano y sus compañeros de presbiterado hablaban de cómo sería su muerte y que pasaría cuando fuese al cielo. Decían: ‘Lo primero que dirá a San Pedro, en lugar de saludarlo, es: ‘¿Dónde está el infierno?’, siempre lo negativo. Y San Pedro le haría ver el infierno. Una vez visto preguntaría: ‘¿Cuántos condenados hay en él?’. ‘Solo uno’. ‘Ah, que desastre de redención’, diría él. Siempre pasa esto. Y ante la amargura, el rencor, los lamentos, la palabra de la Iglesia de hoy es ‘¡ánimo!, ‘¡ánimo!’”.

A este punto, Francisco recordó que “Dios viene a salvarte” e invitó a “dejarse consolar por el Señor”. “Y no es fácil porque para dejarse consolar por el Señor uno necesita desnudarse de sus propios egoísmos, de esas cosas que son nuestro tesoro: la amargura, el lamentarse, u otras muchas cosas”, aseguró.

“Nos hará bien a cada uno de nosotros –concluyó el Santo Padre­–, hacer un examen de conciencia. ¿Cómo es mi corazón? ¿Tengo alguna amargura? ¿Tengo alguna tristeza? ¿Cómo es mi lenguaje? ¿Es de alabar a Dios, de belleza o de lamentarme siempre? Y pedir al Señor la gracia del coraje, porque en el coraje viene Él a consolarnos, y a pedir al Señor: ‘Señor, ven a consolarnos’”.

domingo, 10 de diciembre de 2017

PAPA FRANCISCO: ADVIENTO: ES EL TIEMPO DE RECONOCER LOS VACÍOS QUE TENEMOS EN NUESTRA VIDA


Adviento es el tiempo de reconocer los vacíos que tenemos en nuestra vida, dice el Papa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




VATICANO, 10 Dic. 17 / 06:14 am (ACI).- Antes de rezar el Ángelus del domingo, el Papa Francisco explicó de nuevo qué significa el Adviento y afirmó que es un tiempo propicio para cambiar de actitud.

“Es un tiempo para reconocer los vacíos que necesitan ser llenados en nuestra vida, para suavizar la aspereza del orgullo y hacer espacio a Jesús que viene”, dijo al comenzar.

Francisco señaló que, por ejemplo, “un vacío en nuestra vida puede ser el hecho de que no oramos o rezamos poco”. “El Adviento –dijo entonces– es el momento favorable para orar con más intensidad, para reservar a la vida espiritual el lugar importante que le espera”.

“Otro vacío podría ser la falta de caridad hacia el prójimo, sobre todo hacia las personas más necesitadas de ayuda no solo material, sino también espiritual”, porque “estamos llamados a estar más atentos a las necesidades de los otros, a ser más cercanos”.

Francisco puso el ejemplo de Juan Bautista y aseguró que “los montes y las colinas que deben ser bajados son el orgullo, la soberbia y la prepotencia”, y exhortó a asumir “actitudes de mansedumbre y de humildad para preparar la venida de nuestro Salvador, que es manso y humilde de corazón”.

El Papa puso otro ejemplo: “Cuando viene alguien querido a visitarnos a casa, predisponemos todo con cuidado y felicidad. Del mismo modo queremos predisponernos para la venida del Señor: atenderlo cada día con solicitud, para ser colmados de su gracia cuando venga”.

“El Salvador que esperamos es capaz de transformar nuestra vida con la fuerza del Espíritu Santo, con la fuerza del amor”, concluyó.
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