Dios en los Juegos Olímpicos
1) Para saber
El Papa Francisco envió un mensaje al pueblo brasileño en ocasión de los Juegos Olímpicos Río 2016, en donde hay un total de 206 países participantes, un “saludo afectuoso al pueblo brasileño, en particular a la ciudad de Río de Janeiro, que acoge a los atletas y a los apasionados de todo el mundo en ocasión de las Olimpiadas”.
En su saludo, el Santo Padre expresó su deseo de que estos Juegos Olímpicos sean ocasión para edificar una sociedad donde reine la solidaridad: “En un mundo que tiene sed de paz, tolerancia y reconciliación, espero que el espíritu de los Juegos Olímpicos pueda inspirar a todos, participantes y espectadores, a combatir la ‘buena batalla’ y terminar juntos la carrera”.
En este esfuerzo, alentó, se debe buscar conseguir “como premio no una medalla, sino algo más precioso: la realización de una civilización en la que reine la solidaridad, fundada en el reconocimiento de que todos somos miembros de una única familia humana, independientemente de las diferencias de cultura, color de piel o religión”.
2) Para pensar
Hace unos días una atleta hizo unas declaraciones en que puso de manifiesto la importancia de la fe en su deporte y en su vida. Se trata de Sydney McLaughlin, quien a su corta edad se convirtió en el miembro más joven de la selección de Estados Unidos para participar en los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro (Brasil). Sydney nació en Nueva Jersey y aún asiste a la escuela secundaria.
Ella considera que su fe cristiana la impulsa a competir con los mejores atletas del mundo: "El atletismo es un deporte muy mental, hay mucha presión y la expectativa está puesta en ti. Cumplir con lo que sé y saber que todo lo que me fue dado proviene de Dios, sin duda jugó un papel muy importante para mí".
El pasado 10 de julio, con todavía 16 años, Sydney consiguió la clasificación en los 400 metros con vallas en una situación en que tuvo que superar otras “vallas”: en los últimos meses había estado enferma de un virus de la familia del herpes, de mononucleosis, además, su madre había sufrido un ataque al corazón. Aunque tuvo un ataque de nervios antes de la competencia y estuvo a punto de abandonar todo, Sydney lo superó gracias a su fe y estableció un récord mundial juvenil en 54.14 segundos. Poco después recibió un premio de la Gatorade National High School por ser la atleta femenina del año.
Como cristiana, explicó que su fe en Dios la ayudó durante todo el viaje, y encontró el valor para competir con la ayuda de su familia y entrenadores: “Las olimpiadas han estado siempre en mi mente, pero no a la edad de 16 años. Este logro sin duda mostró que este es el plan de Dios para mí”, dijo la atleta.
Sydney contó que siempre incluye la oración durante su etapa de calentamiento antes de cada prueba “independientemente de lo que vaya a suceder".
3) Para vivir
Hablando a los brasileños, el Papa resaltó su alegría y hospitalidad. Afirmó que espera que “esta sea una oportunidad para superar los momentos difíciles y se esfuercen en el ‘trabajo en equipo’ para la construcción de un país más justo y más seguro”.
De ese modo, concluyó, estarán “apostando por un futuro lleno de esperanza y alegría. ¡Que Dios los bendiga a todos!”
* Pbro. José Martínez Colín