miércoles, 25 de enero de 2023

EL EVANGELIO DE HOY MIÉRCOLES 25 DE ENERO DE 2023 - LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO, APÓSTOL



25 de Enero: La Conversión de san Pablo, apóstol

Miércoles 25 de enero de 2022


1ª Lectura (Hch 22,3-16): En aquellos días, dijo Pablo al pueblo: «Yo soy judío, nací en Tarso de Cilicia, pero me crie en esta ciudad; fui alumno de Gamaliel y aprendí hasta el último detalle de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto fervor como vosotros mostráis ahora. Yo perseguí a muerte este nuevo camino, metiendo en la cárcel, encadenados, a hombres y mujeres; y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y todos los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y fui allí para traerme presos a Jerusalén a los que encontrase, para que los castigaran.

»Pero en el viaje, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’. Yo pregunté: ‘¿Quién eres, Señor?’. Me respondió: ‘Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues’. Mis compañeros vieron el resplandor, pero no comprendieron lo que decía la voz. Yo pregunté: ‘¿Qué debo hacer, Señor?’. El Señor me respondió: ‘Levántate, sigue hasta Damasco, y allí te dirán lo que tienes que hacer’.

Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco. Un cierto Ananías, devoto de la Ley, recomendado por todos los judíos de la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: ‘Saulo, hermano, recobra la vista’. Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: ‘El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, para que vieras al Justo y oyeras su voz, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. Ahora, no pierdas tiempo; levántate, recibe el bautismo que, por la invocación de su nombre, lavará tus pecados’».

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O bien (Hch 9,1-22): En aquellos días, Saulo, amenazando todavía de muerte a los discípulos del Señor, fue a ver al sumo sacerdote y le pidió, para las sinagogas de Damasco, cartas que lo autorizaran para traer presos a Jerusalén a todos aquellos hombres y mujeres que seguían el nuevo camino. Pero sucedió que, cuando se aproximaba a Damasco, una luz del cielo lo envolvió de repente con su resplandor. Cayó por tierra y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». Preguntó él: «¿Quién eres, Señor?». La respuesta fue: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate. Entra en la ciudad y allí se te dirá lo que tienes que hacer». Los hombres que lo acompañaban en el viaje se habían detenido, mudos de asombro, pues oyeron la voz, pero no vieron a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía abiertos los ojos, no podía ver. Lo llevaron de la mano hasta Damasco y allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.

Había en Damasco un discípulo que se llamaba Ananías, a quien se le apareció el Señor y le dijo: «Ananías». Él respondió: «Aquí estoy, Señor». El Señor le dijo: «Ve a la calle principal y busca en casa de Judas a un hombre de Tarso, llamado Saulo, que está orando». Saulo tuvo también la visión de un hombre llamado Ananías, que entraba y le imponía las manos para que recobrara la vista. Ananías contestó: «Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus fieles en Jerusalén. Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para poner presos a todos los que invocan tu nombre». Pero el Señor le dijo: «No importa. Tú ve allá, porque yo lo he escogido como instrumento, para que me dé a conocer a las naciones, a los reyes y a los hijos de Israel. Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi causa». Ananías fue allá, entró en la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: «Saulo, hermano, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me envía para que recobres la vista y quedes lleno del Espíritu Santo». Al instante, algo como escamas se le desprendió de los ojos y recobró la vista. Se levantó y lo bautizaron. Luego comió y recuperó las fuerzas.

Se quedó unos días con los discípulos en Damasco y se puso a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús era el Hijo de Dios. Todos los que lo oían quedaban sorprendidos y decían: “¿No es este hombre el que andaba persiguiendo en Jerusalén a los que invocan el nombre de Jesús y que ha venido aquí para llevarlos presos y entregarlos a los sumos sacerdotes?” Pero Saulo, cada vez con más vigor, refutaba a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús era el Mesías.


Salmo responsorial: 116

R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos.

Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre.



Versículo antes del Evangelio (Jn 15,16): Aleluya. Yo os he elegido del mundo, dice el Señor, para que vayáis y deis fruto, y su fruto permanezca. Aleluya.


Texto del Evangelio (Mc 16,15-18): En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Éstas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien».





«Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva»

Rev. D. Josep GASSÓ i Lécera

(Ripollet, Barcelona, España)


Hoy, la Iglesia celebra la fiesta de la Conversión de san Pablo, apóstol. El breve fragmento del Evangelio según san Marcos recoge una parte del discurso acerca de la misión que confiere el Señor resucitado. Con la exhortación a predicar por todo el mundo va unida la tesis de que la fe y el bautismo son requisitos necesarios para la salvación: «El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará» (Mc 16,16). Además, Cristo garantiza que a los predicadores se les dará la facultad de hacer prodigios o milagros que habrán de apoyar y confirmar su predicación misionera (cf. Mc 16,17-18). La misión es grande —«Id por todo el mundo»—, pero no faltará el acompañamiento del Señor: «Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).

La oración colecta de hoy, propia de la fiesta, nos dice: «Oh Dios, que con la predicación del Apóstol san Pablo llevaste a todos lo pueblos al conocimiento de la verdad, concédenos, al celebrar hoy su conversión, que, siguiendo su ejemplo, caminemos hacia Ti como testigos de tu verdad». Una verdad que Dios nos ha concedido conocer y que tantas y tantas almas desearían poseer: tenemos la responsabilidad de transmitir hasta donde podamos este maravilloso patrimonio.

La Conversión de san Pablo es un gran acontecimiento: él pasa de perseguidor a convertido, es decir, a servidor y defensor de la causa de Cristo. Muchas veces, quizá, también nosotros mismos hacemos de “perseguidores”: como san Pablo, tenemos que convertirnos de “perseguidores” a servidores y defensores de Jesucristo.

Con Santa María, reconozcamos que el Altísimo también se ha fijado en nosotros y nos ha escogido para participar de la misión sacerdotal y redentora de su Hijo divino: Regina apostolorum, Reina de los apóstoles, ¡ruega por nosotros!; haznos valientes para dar testimonio de nuestra fe cristiana en el mundo que nos toca vivir. 

PAPA FRANCISCO: DIOS ES UN MAESTRO DE LAS SORPRESAS



Papa Francisco: Dios es un maestro de las sorpresas

Por Almudena Martínez-Bordiú



En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Francisco habló del “asombro” que procede de la gracia del Señor y aseguró que “Dios es un maestro de las sorpresas, siempre nos sorprende y nos espera”. 

Como cada miércoles, el Papa Francisco presidió la Audiencia General ante los fieles que le escuchaban en el Aula Pablo VI del Vaticano. 

Este 25 de enero, el Santo Padre continuó con su ciclo de catequesis sobre evangelización y hoy habló acerca de Jesús como modelo de anuncio. 

Tomando como ejemplo el primer anuncio Jesús en la sinagoga de Nazaret, el Papa destacó 5 elementos esenciales:

Alegría

El Santo Padre defendió que “no se puede hablar de Jesús sin alegría, porque la fe es una estupenda historia de amor para compartir”. 

“Testimoniar a Jesús, -continuó-, hacer algo por los otros en su nombre, es decir entre las líneas de la vida de haber recibido un don tan hermoso que ninguna palabra basta para expresarlo”.

Además, dijo que “un cristiano triste puede hablar de cosas muy hermosas, pero todo es vano si el anuncio que transmite no es alegre”.


Liberación

En segundo lugar, el Papa Francisco advirtió que “quien anuncia a Dios no puede hacer proselitismo, no puede presionar a los otros, sino aligerarlos: no imponer pesos, sino aliviar de ellos; llevar paz, no sentimientos de culpa”.

“Quien testimonia a Cristo muestra la belleza de la meta, más que la fatiga del camino”, afirmó. 

Como ejemplo de ello, señaló que “al contarle a alguien sobre  un bonito viaje que hemos hecho, habremos hablado de la belleza de los lugares, de lo que hemos visto y  vivido, ¡no del tiempo que tardamos en llegar ni de las colas del aeropuerto!”. 


Luz

A continuación, el Papa Francisco recordó que Jesús vino a traer la vista a los ciegos, aunque “no se trata solo de vista física, sino de una luz que hace ver la vida de forma nueva”.

El Papa definió esta luz como un renacimiento que solo sucede con Jesús y aseguró que con su llegada “la vida ya no es un ciego avanzar hacia la nada”.

“No es cuestión de  suerte o fortuna, no es algo que depende de la casualidad o de los astros, y tampoco de la salud y de las  finanzas, sino del amor del Padre”, añadió.


Sanación

Más tarde, el Papa habló acerca de la sanación de aquellos que tienen fatigas, enfermedades, sentimientos de culpa, etc, y explicó que “con Jesús este mal antiguo, que parece invencible, ya no tiene la última palabra”.

“Lo que nos oprime, sobre todo, es  precisamente ese mal que ninguna medicina o remedio humano puede resanar: el pecado”, dijo el Santo Padre. 

En esta línea, defendió que Dios siempre se olvida de todos los pecados perdonados y sin pedir nada a cambio. “Quien lleva pesos necesita una caricia sobre el pasado, necesita perdón”, aseguró. 


Asombro

Por último, el Papa Francisco citó el asombro de la gracia y explicó que “no somos nosotros los que hacemos  grandes cosas, sino que es la gracia del Señor que, también a través de nosotros, realiza cosas imprevisibles”. 

Además, dijo que “Dios es un maestro de las sorpresas, siempre nos sorprende y nos espera”. 

“El Evangelio, -continuó el Pontífice-, va acompañado de un sentido de maravilla y de novedad que tiene un nombre: Jesús”.  


A modo de conclusión, recordó que nuestra vida es “una invitación al amor” y aseguró que el Evangelio y la Buena Nueva debe dirigirse a los pobres. 


FELIZ MIÉRCOLES






martes, 24 de enero de 2023

LOS CINCO MINUTOS CON JESÚS - ENERO 24 - MEDITACIÓN DIARIA


LOS CINCO MINUTOS CON JESÚS
Enero 24

Felices cuando sean insultados y perseguidos y se los calumnie a causa de mí.

"A causa de mí", es decir, por mi causa, por causa de Dios, por la causa del bien, de la justicia, del deber. Porque entonces el insulto es un honor, ya que es reconocer que somos fieles a la verdad, a la bondad, al deber; y no puede darse ningún honor mayor que esa fidelidad.

A causa de Dios, entonces, el insulto, la presecución y la calumnia no quedan en nosotros sino que llegan al corazón del mismo Dios. El que habrá de compensarnos del insulto, de la calumnia y de la persecución, será el mismo Dios; y cuando Dios compens, por cierto lo sabe hacer muy bien y lo quere hacer maravillosamente. Es preferible caer de las manos de Dios; antes hay que obedecer a Dios que a los hombres.

Ser perseguidos por la justicia es reconocer que somos justos; ser insultados por nuestra adhesión a Dios, es juzgarnos partidarios y amigos de Dios.

P. Alfonso Milagro


 

LOS CINCO MINUTOS CON JESÚS - ENERO 23 - MEDITACIÓN DIARIA



 LOS CINCO MINUTOS CON JESÚS

Enero 23


Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.

No será lo mismo "ser perseguidos por la justicia" que "ser perseguidos por practicar la justicia".

A diario se nos presentan cien y mil ocasiones de practicar la justicia; siempre que cumplimos con un deber para con nuestros prójimos, estando haciendo un acto de justicia, reconociendo su derecho y respetándolo: siempre que somos fieles a nuestra conciencia, estamos siendo justos practicando la justicia, pues no hay mayor mal que podamos hacer a los demás que ser infieles a nuestros compromisos o a nuestras obligaciones.


P. Alfonso Milagro

domingo, 22 de enero de 2023

PENSAMIENTOS EN IMÁGENES





 

LA PRIMERA PALABRA DE JESÚS - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 22 DE ENERO DE 2023




La primera palabra de Jesús


El evangelista Mateo cuida mucho el escenario en el que va a hacer Jesús su aparición pública. Se apaga la voz del Bautista y se empieza a escuchar la voz nueva de Jesús. Desaparece el paisaje seco y sombrío del desierto y ocupa el centro el verdor y la belleza de Galilea. Jesús abandona Nazaret y se desplaza a Cafarnaúm, a la ribera del lago. Todo sugiere la aparición de una vida nueva.

Mateo recuerda que estamos en la «Galilea de los gentiles». Ya sabe que Jesús ha predicado en las sinagogas judías de aquellas aldeas y no se ha movido entre paganos. Pero Galilea es cruce de caminos; Cafarnaúm, una ciudad abierta al mar. Desde aquí llegará la salvación a todos los pueblos.

De momento, la situación es trágica. Inspirándose en un texto del profeta Isaías, Mateo ve que «el pueblo habita en tinieblas». Sobre la tierra «hay sombras de muerte». Reina la injusticia y el mal. La vida no puede crecer. Las cosas no son como las quiere Dios. Aquí no reina el Padre.

Sin embargo, en medio de las tinieblas, el pueblo va a empezar a ver «una luz grande». Entre las sombras de muerte «empieza a brillar una luz». Eso es siempre Jesús: una luz grande que brilla en el mundo.

Según Mateo, Jesús comienza su predicación con un grito: «Convertíos». Esta es su primera palabra. Es la hora de la conversión. Hay que abrirse al reino de Dios. No quedarse «sentados en las tinieblas», sino «caminar en la luz».

Dentro de la Iglesia hay una «gran luz». Es Jesús. En él se nos revela Dios. No lo hemos de ocultar con nuestro protagonismo. No lo hemos de suplantar con nada. No lo hemos de convertir en doctrina teórica, en teología fría o en palabra aburrida. Si la luz de Jesús se apaga, los cristianos nos convertiremos en lo que tanto temía Jesús: «unos ciegos que tratan de guiar a otros ciegos».

Por eso también hoy esa es la primera palabra que tenemos que escuchar: «Convertíos»; recuperad vuestra identidad cristiana; volved a vuestras raíces; ayudad a la Iglesia a pasar a una nueva etapa de cristianismo más fiel a Jesús; vivid con nueva conciencia de seguidores; poneos al servicio del reino de Dios.


(P. José Antonio Pagola) 

LOS CINCO MINUTOS CON MARÍA - ENERO 22 - MEDITACIÓN DIARIA

 


Los cinco minutos con María

Enero 22



María es la Reina de los apóstoles. La formadora y Maestra de los apóstoles de ayer y de hoy.

Ella, desde su amoroso Corazón, impulsa y anima a todos cuantos se consagran al apostolado en las formas más diversas, ayudándolos a crecer en fidelidad al Evangelio, para poder comunicarlo a los demás. ¡Qué  importante es que los apóstoles de hoy trabajen primero su fe y su fidelidad para que sus obras sean realmente evangelizadoras!

De María dice el Evangelio que fue feliz porque no solamente escuchó la palabra de Dios, sino que la cumplió.

María, “corazón” de la comunidad apostólica y orante, enséñanos a abrirnos al Espíritu santo de Dios para que su luz siempre nos guíe.



P. Alfonso Milagro

Misionero Claretiano

LOS CINCO MINUTOS CON JESÚS - ENERO 22 - MEDITACIÓN DIARIA


 

LOS CINCO MINUTOS CON JESÚS

Enero 22


Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Es que no basta ser pacíficos; es preciso trabajar para la instauración de la paz entre los hombres, el mundo entero.

Trabajar por la paz es establecer aquellas condiciones de vida que hagan a cada hombre feliz, seguro de sí mismo y de su porvenir; es suavizar relaciones humanas, solucionar problemas, crear a nuestro alrededor un clima de compresión, dar a cada uno lo suyo, respetando el derecho de todos


Alfonso Milagro

Misionero Claretiano

HAY QUIEN TRATA EN INTERNET TEMAS DE FE QUE NO HABLARÍA EN PERSONA



Hay quien trata en internet temas de fe que no hablaría en persona

Los jóvenes temen más compartir su fe, pero en las redes sí lo hacen

Por: Poli Sanchiz | Fuente: Religión en Libertad



¿Es más fácil o más difícil hablar sobre fe en la era digital? ¿Cómo afectan nuestras costumbres en la red a las oportunidades para hablar del Evangelio y compartirlo? Estas son las preguntas que plantea el grupo Barna (www.barna.com), casa de sondeos estadísticos vinculada al mundo eclesial protestante, en su informe Spiritual conversations in the digital age (Conversaciones espirituales en la era digital). 

El documento muestra las respuestas de tres grupos de crisitanos de edad diferente en Estados Unidos: los Milennials (de 20 a 34 años aproximadamente), la Generación X (de entre 36 y 49 años) y los Baby Boomers (entre 50 y 68 años).

Según informa Christianity Today, los encuestados reconocen por un lado las barreras de las nuevas tecnologías, pero a la vez destacan sus ventajas. "Nuestra forma de comunicarnos ha evolucionado, y, por tanto, también lo ha hecho nuestra forma de comunicar la fe", explica el informa de Barna.


Los jóvenes son los que están más al tanto del problema

Según Barna, la mayoría de cristianos ya han notado lo difícil que es mantener conversaciones cara a cara. Igual que en la investigación realizada en 2015 por la psicóloga graduada en Hardvard, Sherry Turkle, en su libro Reclaiming Conversations (Reclamando Conversaciones), el informe de Barna apunta que son las generaciones más jóvenes la que están más al corriente de esta dificultad.

Sin embargo, un 58% de los no cristianos encuestados dice haber visto temas de fe en sus redes por sus amigos creyentes. Estas personas no cristianas ven esos temas cristianos por Internet, temas que no verían fuera de las redes.

Aproximadamente unos 7 de cada 10 Milennials y personas de la Generación X afirman que es más difícil hablar personalmente con otras personas por culpa de los teléfonos móviles. Sin embargo, un porcentaje menor, el 55% de todos los cristianos piensan esto.

El informe muestra que los Milennials son los que lo pasan peor a la hora de mostrar su fe en las redes. Casi 6 de cada 10 piensa que las interacciones digitales les han hecho más cuidadosos a la hora de mostrar su fe en las redes, y el 61% teme que su fe parezca ofensiva. 


Lo que no se habla cara a cara se habla en internet

Sin embargo, muchos temas que se evitan en el cara a cara suelen tocarse en internet. Más de la mitad de los cristianos apunta que la tecnología les ha ayudado a compartir más fácilmente su fe.

El infrome de Barna ha descubierto, además, que los cristianos practicantes son mucho más activos en las redes sociales que los no cristianos. Los primeros tienden a hablar y compartir sus creencias de manera más regular.

Cabe destacar que el 28% de aquellos que se declaran cristianos dicen utilizar las redes sociales para compartir su fe. Aproximadamente 3 de cada 10 son más tendentes a compartir su fe en persona de la misma forma que lo harían en las redes, y 1 de cada 10 dice preferir hacerlo en las redes.

El informe recogió el tanto por ciento de encuestados que respondió afirmativamente a las siguientes declaraciones:

-Ahora es más difícil tener una conversación personal que antes porque la gente está muy ocupada con sus teléfonos móviles y otras tecnologías:

respondieron sí el 69% de los Milennials y de la Generación X, y un 60% de los Baby Boomers.

-Ahora la gente es más propensa a evitar conversaciones espirituales que antes porque está muy ocupada con sus teléfonos móviles y otras tecnologías:

respondieron sí el 64% de los Milennials, el 60% de la Generación X y el 45% de los Baby Boomers.

-Ahora la gente se ofende más que antes cuando comparto temas de fe:

respondieron sí el 61% de los Milennials, el 48% de la Generación X y el 30% de los Baby Boomers.

-La tecnología y las interacciones digitales han hecho que sea más fácil compartir mi fe:

respondieron sí el 58% de los Milennials, el 64% de la Generación X y el 39 % de los Baby Boomers.

-La tecnología y las interacciones digitales han hecho que sea más precavido a la hora de compartir mi fe: 

espondieron sí el 58% de los Milennials, el 53% de la Generación X y el 30% de los Baby Boomers.

-La tecnología y las interacciones digitales han cambiado mi forma de compartir la fe:

respondieron sí el 53% de los Milennials y de la Generación X y el 28% de los Baby Boomers.

La forma más popular de compartir la fe en la red es mediante posts propios, compartiendo otros posts o comentándolos. Los cristianos practicantes son los más tendentes en mostrar su fe de forma explícita en sus posts (91%) frente a los no practicantes (84%) y los no cristianos (77%).

También son los cristianos, tanto practicantes como no practicantes, los que más comentan en las redes. Un 85% de ellos lo hacen a menudo, mientras que entre los no cristianos lo hace un 75%.

Estos datos tienen relación con los que en 2015 publicó el Pew Research Center, que entrevistó a más de 5.000 usuarios de Facebook. En él, se indica que un 68% de los usuarios de esta red social la utiliza sobre todo para saber qué hacen sus amigos y concocidos; un 62% está más interesado en las fotos.

 

LA PRIMERA PALABRA DE JESÚS - HOMILÍA DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 22 DE ENERO DE 2023



LA PRIMERA PALABRA DE JESÚS

El evangelista Mateo cuida mucho el escenario en el que va a hacer Jesús su aparición pública. Se apaga la voz del Bautista y se empieza a escuchar la voz nueva de Jesús. Desaparece el paisaje seco y sombrío del desierto y ocupa el centro el verdor y la belleza de Galilea. Jesús abandona Nazaret y se desplaza a Cafarnaún, a la ribera del lago. Todo sugiere la aparición de una vida nueva.

Mateo recuerda que estamos en la «Galilea de los gentiles». Ya sabe que Jesús ha predicado en las sinagogas judías de aquellas aldeas y no se ha movido entre paganos. Pero Galilea es cruce de caminos; Cafarnaún, una ciudad abierta al mar. Desde aquí llegará la salvación a todos los pueblos.

De momento, la situación es trágica. Inspirándose en un texto del profeta Isaías, Mateo ve que «el pueblo habita en tinieblas». Sobre la tierra «hay sombras de muerte». Reina la injusticia y el mal. La vida no puede crecer. Las cosas no son como las quiere Dios. Aquí no reina el Padre.

Sin embargo, en medio de las tinieblas, el pueblo va a empezar a ver «una luz grande». Entre las sombras de muerte «empieza a brillar una luz». Eso es siempre Jesús: una luz grande que brilla en el mundo.

Según Mateo, Jesús comienza su predicación con un grito: «Convertíos». Esta es su primera palabra. Es la hora de la conversión. Hay que abrirse al reino de Dios. No quedarse «sentados en las tinieblas», sino «caminar en la luz».

Dentro de la Iglesia hay una «gran luz». Es Jesús. En él se nos revela Dios. No lo hemos de ocultar con nuestro protagonismo. No lo hemos de suplantar con nada. No lo hemos de convertir en doctrina teórica, en teología fría o en palabra aburrida. Si la luz de Jesús se apaga, los cristianos nos convertiremos en lo que tanto temía Jesús: «unos ciegos que tratan de guiar a otros ciegos».

Por eso también hoy esa es la primera palabra que tenemos que escuchar: «Convertíos»; recuperad vuestra identidad cristiana; volved a vuestras raíces; ayudad a la Iglesia a pasar a una nueva etapa de cristianismo más fiel a Jesús; vivid con nueva conciencia de seguidores; poneos al servicio del reino de Dios.

Evangelio Comentado por:

José Antonio Pagola

Gruposdejesus.com

Mt (4,12-23)


EL PAPA FRANCISCO CONDENA LA VIOLENCIA EN PERÚ: NO MÁS MUERTES! OREMOS POR EL PERÚ!!



El Papa Francisco condena la violencia en Perú: ¡No más muertes!

Por Mercedes De La Torre


El Papa Francisco exhortó a rezar para que terminen los actos de violencia en Perú y lanzó un llamado a la paz: “¡No a la violencia, venga de donde venga! ¡No más muertes!”.

Al finalizar el Ángelus dominical este 22 de enero, el Santo Padre indicó a los fieles con banderas peruanas presentes en la plaza de San Pedro del Vaticano: “Invito a rezar para que terminen los actos de violencia en Perú. La violencia extingue la esperanza de una solución justa a los problemas”.

De este modo, el Santo Padre animó “a todas las partes implicadas a tomar la vía del diálogo entre hermanos de la misma nación, con pleno respeto de los derechos humanos y del Estado de derecho”.

Las recientes protestas violentas en Perú comenzaron tras la detención del expresidente Pedro Castillo, que el 7 de diciembre intentó dar un golpe o “autogolpe” de Estado.

Algunos de los cargos que pesan contra Castillo son corrupción, rebelión, conspiración, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.

Tras el rechazo general al “autogolpe”, Pedro Castillo fue destituido de la presidencia por el Congreso del Perú y encarcelado. Lo sucedió en el cargo Dina Boluarte, la primera mujer presidente en la historia de Perú.

Por su parte, los obispos del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) hicieron un llamado a la “unidad nacional, mantener la tranquilidad y poner coto a cualquier forma de violencia y de afectación de los derechos fundamentales de los ciudadanos”. 





EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 22 DE ENERO DE 2023



Domingo 3 (A) del tiempo ordinario

Domingo 22 de enero de 2023



1ª Lectura (Is 8,23b–9,3): En otro tiempo, humilló el Señor la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, pero luego ha llenado de gloria el camino del mar, el otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles. El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín. Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madián.



Salmo responsorial: 26

R/. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién me hará temblar?

Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo.

Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor.


2ª Lectura (1Cor 1,10-13.17): Os ruego, hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros. Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir. Pues, hermanos, me he enterado por los de Cloe de que hay discordias entre vosotros. Y os digo esto porque cada cual anda diciendo: «Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo». ¿Está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿Fuisteis bautizados en nombre de Pablo? Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a anunciar el Evangelio, y no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo.

Versículo antes del Evangelio (Mt 4,23): Aleluya. Predicaba Jesús el Evangelio del Reino y sanaba toda dolencia en el pueblo. Aleluya.

Texto del Evangelio (Mt 4,12-23): Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. Y dejando Nazaret, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: «¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles! El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido». Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: «Convertíos, porque el Reino de los Cielos ha llegado».

Caminando por la ribera del mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés, echando la red en el mar, pues eran pescadores, y les dice: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres». Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, que estaban en la barca con su padre Zebedeo arreglando sus redes; y los llamó. Y ellos al instante, dejando la barca y a su padre, le siguieron. Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.




«Recorría Jesús toda Galilea»

Rev. D. Josep RIBOT i Margarit

(Tarragona, España)


Hoy, Jesús nos da una lección de “santa prudencia”, perfectamente compatible con la audacia y la valentía. En efecto, Él —que no teme proclamar la verdad— decide retirarse, al conocer que —tal como ya habían hecho con Juan Bautista— sus enemigos quieren matarlo a Él: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte» (Lc 13,31). —Si a quien pasó haciendo el bien, sus detractores intentaron dañarle, no te extrañe que también tú sufras persecuciones, como nos anunció el Señor.

«Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea» (Mt 4,12). Sería imprudente desafiar los peligros sin un motivo proporcionado. Solamente en la oración discernimos cuándo el silencio o inactividad —dejar pasar el tiempo— son síntomas de sabiduría, o de cobardía y falta de fortaleza. La paciencia, ciencia de la paz, ayuda a decidir con serenidad en los momentos difíciles, si no perdemos la visión sobrenatural.

«Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo» (Mt 4,23). Ni las amenazas, ni el miedo al qué dirán o las posibles críticas pueden retraernos de hacer el bien. Quienes estamos llamados a ser sal y luz, operadores del bien y de la verdad, no podemos ceder ante el chantaje de la amenaza, que tantas veces no pasará de ser un peligro hipotético o meramente verbal.

Decididos, audaces, sin buscar excusas para postergar la acción apostólica para “después”. Dicen que «el “después” es el adverbio de los vencidos». Por eso, san Josemaría recomendaba «una receta eficaz para tu espíritu apostólico: planes concretos, no de sábado a sábado, sino de hoy a mañana (...)».

Cumplir la voluntad de Dios, ser justos en cualquier ambiente, y seguir el dictamen de la conciencia bien formada exige una fortaleza que hemos de pedir para todos, porque el peligro de la cobardía es grande. Pidamos a nuestra Madre del Cielo que nos ayude a cumplir siempre y en todo la voluntad de Dios, imitando su fortaleza al pie de la Cruz.


¡FELIZ DOMINGO!





 

domingo, 15 de enero de 2023

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 15 DE ENERO DE 2023



 Domingo 2 (A) del tiempo ordinario

Domingo 15 de enero de 2023



1ª Lectura (Is 49,3.5-6): Me dijo el Señor: «Tu eres mi siervo, Israel, por medio de ti me glorificaré». Y ahora dice el Señor, el que me formó desde el vientre como siervo suyo, para que le devolviese a Jacob, para que le reuniera a Israel; he sido glorificado a los ojos de Dios. Y mi Dios era mi fuerza: «Es poco que seas mi siervo para restablecer las tribus de Jacob y traer de vuelta a los supervivientes de Israel. Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra».



Salmo responsorial: 39

R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Yo esperaba con ansia al Señor; él se inclinó y escuchó mi grito. Me puso en la boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, y, en cambio, me abriste el oído; no pides holocaustos ni sacrificios expiatorios, entonces yo digo: «Aquí estoy».

«-Como está escrito en mi libro- para hacer tu voluntad. Dios mío, lo quiero, y llevo tu ley en las entrañas».

He proclamado tu justicia ante la gran asamblea; no he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes.


2ª Lectura (1Cor 1,1-3): Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados por Jesucristo, llamados santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: a vosotros, gracia y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.


Versículo antes del Evangelio (Jn 1,14a.12a): Aleluya. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. A cuantos le recibieron les dio poder de ser hechos hijos de Dios. Aleluya.

Texto del Evangelio (Jn 1,29-34): En aquel tiempo, vio Juan venir Jesús y dijo: «He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es por quien yo dije: ‘Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo’. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que Él sea manifestado a Israel».

Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre Él. Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: ‘Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo’. Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios».



«He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo»

Rev. D. Joaquim FORTUNY i Vizcarro

(Cunit, Tarragona, España)

Hoy hemos escuchado a Juan que, al ver a Jesús, dice: «He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Jn 1,29). ¿Qué debieron pensar aquellas gentes? Y, ¿qué entendemos nosotros? En la celebración de la Eucaristía todos rezamos: «Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros / danos la paz». Y el sacerdote invita a los fieles a la Comunión diciendo: «Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo...».

No dudemos de que, cuando Juan dijo «he ahí el Cordero de Dios», todos entendieron qué quería decir, ya que el “cordero” es una metáfora de carácter mesiánico que habían usado los profetas, principalmente Isaías, y que era bien conocida por todos los buenos israelitas.

Por otro lado, el cordero es el animalito que los israelitas sacrifican para rememorar la pascua, la liberación de la esclavitud de Egipto. La cena pascual consiste en comer un cordero.

Y aun los Apóstoles y los padres de la Iglesia dicen que el cordero es signo de pureza, simplicidad, bondad, mansedumbre, inocencia... y Cristo es la Pureza, la Simplicidad, la Bondad, la Mansedumbre, la Inocencia. San Pedro dirá: «Habéis sido rescatados (...) con una sangre preciosa, como de cordero sin tacha y sin mancilla, Cristo» (1Pe 1,18.19). Y san Juan, en el Apocalipsis, emplea hasta treinta veces el término “cordero” para designar a Jesucristo.

Cristo es el cordero que quita el pecado del mundo, que ha sido inmolado para darnos la gracia. Luchemos para vivir siempre en gracia, luchemos contra el pecado, aborrezcámoslo. La belleza del alma en gracia es tan grande que ningún tesoro se le puede comparar. Nos hace agradables a Dios y dignos de ser amados. Por eso, en el “Gloria” de la Misa se habla de la paz que es propia de los hombres que ama el Señor, de los que están en gracia.

San Juan Pablo II, urgiéndonos a vivir en la gracia que el Cordero nos ha ganado, nos dice: «Comprometeos a vivir en gracia. Jesús ha nacido en Belén precisamente para eso (...). vivir en gracia es la dignidad suprema, es la alegría inefable, es garantía de paz, es un ideal maravilloso».

LAS CARTAS DE PRESENTACIÓN - REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 15 DE ENERO DE 2023



Las cartas de presentación

Hoy, Juan Bautista, nos trae una carta de presentación de Jesús de Nazaret y con un objetivo: atraer nuestra atención y, sobre todo, ver todo el historial que –ya desde antiguo– completaba el currículum de aquel que, siendo Niño, fue bautizado en el río Jordán y que ha iniciado su vida pública.

Es una carta de presentación un tanto original: viene a quitar los pecados del mundo. No viene con grandes programas de actuación (o por lo menos con aquellos a los que estamos acostumbrados); su objetivo no es otro que llenarnos de paz de Dios y acercarnos un poco la gracia de Dios para que nos sintamos sus hijos.

Hoy, Juan Bautista, con la carta de presentación de Jesús nos hace sentir que el dolor es posible llevarlo sin que nos aplaste. Que con la llegada de Jesús, siervo humilde y dócil, es posible encontrar respuestas a mil absurdos que nos crean dudas, incomodidad o infelicidad.

Se acercaba un joven a una oficina de empleo. Al llegarle su turno, el funcionario –con frialdad más que con profesionalidad– le preguntó: ¿Qué garantías nos trae Vd. para trabajar? El joven, un tanto decepcionado, contestó: traigo lo que soy… mi persona y mis ganas y necesidad de trabajar.

Ese es Jesús. No tiene más pretensiones que ofrecer todo su ser a favor del Reino de Dios, una realidad invisible pero visible en la medida que nos esforzamos por convertir la injusticia en justicia, la mentira en verdad, la cobardía en audacia, la tristeza en alegría, la tacañería en bondad. Y, esto, puede que en currículum que exige el mundo, no sea bien recibido. ¡Estamos tan acostumbrados a exigir profesionalidad y no dignidad!

Hoy, ante el mostrador de nuestra vida cristiana, se presenta un tal Jesús con una credencial muy genuina: “Cordero de Dios”. Aquel que es capaz de dar la vida por los que somos tan económicos a la hora de ofrecerla. Aquel que camina por delante, cuando nosotros, preferimos estar detrás de la barrera en situaciones complicadas o que nos pueden traer sinsabores. Aquel, Jesús, que disfruta sirviendo –no sólo las estipuladas 8 horas laborales– sino en jornada continua y sin remuneración alguna. Bueno sí, con un poco de amor se paga a Jesús y al mismo Dios. 

A muchos, esta forma de presentarse Jesús, les dirá poco o nada. Están, estamos, acostumbrados a las luces, sonidos, marketing y espectáculo. Pero, Juan Bautista, nos dice que el Cordero de Dios es aquel que –lejos de buscar un empleo con tan pobre currículum– busca y tiene un objetivo: llevarnos a Dios y hacer que vivamos como hijos de Dios.

Ojalá, también de nosotros, pudieran decir: éstos son los que hacen frente a muchas dificultades; los que aligeran el peso de los hombros de los demás; los que se sacrifican y trabajan en movimientos eclesiales para que, niños, pobres, sacerdotes, parroquias, o fines sociales sigan adelante. ¡Éstos son los que “como corderos” ofrecen la lana de su tiempo y la sangre de su carisma, su creatividad o su espiritualidad para que, la Iglesia y el Reino de Dios, o el Reino de Dios y la Iglesia, sigan brotando como paz amor de Dios en la tierra!

(P. Javier Leoz) 

¿CUALQUIER VINO SE PUEDE CONVERTIR EN LA SANGRE DE CRISTO?



 ¿Cualquier vino se puede convertir en la Sangre de Cristo?

Los estándares del vino han cambiado con el paso del tiempo, estas son las características que tiene el vino de consagrar.


En las comunidades parroquiales puede surgir esta duda, y es importante destacar que no cualquier vino se puede convertir en la Sangre de Cristo, únicamente los que son vinos para consagrar.

Aunque puedan ser ampliamente conocidos por los sacerdotes, no todos los fieles saben lo que representa su elaboración.


¿Qué vino se usa hoy?

El Misal Romano señala que el “vino para la celebración eucarística debe ser ‘del producto de la vid’ (cfr. Lc 22, 18), natural y puro, es decir, no mezclado con sustancias extrañas”.

“Ordinariamente la misión de certificar el vino así como las botellas, y de asegurarse que cumplan con las normas de la Santa Sede y que puedan ser utilizadas por los sacerdotes para la celebración de la Eucaristía, recae en la Diócesis donde se produce y por lo general lo hace el Obispo. Aunque quién debe aprobar las características del vino idóneo es la conferencia episcopal de cada país.

Actualmente, en México se encuentran vinos de la casa Domecq”, certificados por la CEM y obispos residenciales.

“Ahora bien, aunque además de la firma vitivinícola arriba mencionada hay otras que ofrecen vino con semejantes características, mencionadas como requisitos para el vino que se usa en la celebración de la misa, la ‘responsabilidad litúrgica’ recae sobre quien lo certifica o en última instancia sobre el sacerdote que lo usa, tomando en cuenta que, para quien sepa distinguir, en general un vino de cepa no mezclado puede cumplir con las características antes mencionadas”, explicó el padre  Jesús María Sánchez Montejano, especialista en liturgia de la Arquidiócesis de México.


Origen del vino de consagrar

Para el mundo cristiano, el primer milagro obrado por Cristo corresponde a la transformación del agua en vino en las Bodas de Caná; y en la Última Cena, Jesús pasa una copa de vino a los doce apóstoles y en ese momento instituye la Eucaristía, sella la Nueva Alianza y promete no beber del vino de la vid hasta que sus discípulos beban con Él, el vino nuevo del Reino del Padre.

“La utilización del vino en la Eucaristía se origina en el relato de la Última Cena del Señor, que se encuentra en los evangelios, donde el Señor Jesucristo celebró la cena pascual compartiendo como lo hacen los judíos, el pan y el vino con sus discípulos, como signo del compromiso que él hacía de entregar su vida, su Cuerpo y su Sangre, en la cruz, para el perdón de los pecados y la salvación”, explicó el padre Sánchez Montejano. 

El fermentado de uva ya ocupaba un lugar importante en el esquema moral del Antiguo Testamento, prohibiendo su consumo en ciertas circunstancias y celebrando con él notables acontecimientos.

La conmemoración cristiana del Santo Sacrificio a lo largo de los siglos mantuvo sin variaciones la obligatoriedad de utilizar el vino y el pan ácimo. Con los años, las regiones vitivinícolas tuvieron un auge económico importante y comenzaron a existir condiciones cada más expresas sobre la elaboración del vino para Consagrar.

Una de ellas, es legendaria: los campos en donde habrían de ser sembradas las uvas debían ser bendecidos; para la vendimia sólo podrían ser cosechadas las vides por manos de niños o jóvenes vírgenes y, finalmente, cuando el mosto reposaba para su fermentación, un diácono debía velar los toneles cantando salmos sin cesar.

Esta leyenda es semejante a la que dice que sólo los diáconos podían lavar los lienzos del altar y que debía entonar salmos mientras éstos se secaban al sol.


Comercio y competencia

La aparición del sistema feudal y, posteriormente, del libre comercio, conllevó a generar nuevas reglas entorno al vino aprobado para ser utilizado en la Misa. La primera fue en relación a que sólo el obispo de la tierra en donde se cultivara la vid y se elaborara el vino tenía capacidad de otorgarle su venia para que éste fuera utilizado en la celebración.

El sello episcopal que aprobaba el vino sirvió para controlar que los sacerdotes usaran el vino de un lugar particular y que los monasterios pidieran al obispo que aprobara el vino que se elaboraba dentro sus muros. Finalmente, el comercio y tráfico de toneles de vino de Consagrar entre regiones distintas también era estrechamente vigilado por las autoridades eclesiásticas.


El avance del vino

El avance científico, principalmente en la química orgánica, contagió a especialistas y a miembros de la Iglesia para que se analizaran las propiedades moleculares y dinámicas de los vinos que la Iglesia Católica utiliza en la consagración.

Uno de los primeros registros de estos análisis en México, sucedió en los albores del siglo XX, en las navidades de 1903, un cargamento de varios barriles de vino procedentes de España llegó a México, el nombre del  licor era “Vino Virgen Superior Especial para Consagrar” y parecía que podía ser usado en Misa; sin embargo, para evitar suspicacias se mandó a analizar.

Posteriormente, el Arzobispo de México, Mons. José Mora y del Río mandó analizar los vinos “Santo Tomás” y “Angélico” y el 15 de junio de 1909, publicó su autorización para que ambos pudieran ser utilizados para la Eucaristía.

La Iglesia no dejó en manos de improvisados el estudio de los vinos, uno de los primeros analistas fue el ingeniero químico José D. Morales, catedrático de Farmacia de la Escuela Nacional de Medicina y miembro del Consejo Superior de Salubridad; incluso, se preferían los laboratorios extranjeros como el Texas Testing Laboratory de San Antonio para hacer los estudios.

Constantemente, las gacetas diocesanas publicaban en sus páginas desplegados de las casas vitivinícolas con los vinos que contaban con autorización eclesiástica.

La importancia del vino de consagrar no sólo para su fin último sino para el comercio nacional e internacional quedó revelado durante la Segunda Guerra Mundial. En 1941, en medio de la etapa más cruda del enfrentamiento bélico, el presidente del Catholic Supply Company (Compañía Abastecedora Católica) en Nueva Orleans escribió a los obispos de México para “advertirles” de los riesgos de la guerra en la compra y traslado de vino de Consagrar y les “invita” a adquirir sus vinos antes de que cierren los puertos a la navegación comercial como en California, España y Portugal. El comerciante amaga: “hay vino para todo 1942 mientras no haya cambios pues la amenaza de la guerra podría anular esta oportunidad”.

Al inicio de la guerra, en 1939, un cargamento de vino para Consagrar llegó desde Burdeaux, Francia, supuestamente autorizado y comenzó a distribuirse por todo el territorio nacional. El Arzobispo de México solicitó la aprobación episcopal del vino al Arzobispo de Burdeaux y éste respondió “esta Arquidiócesis no garantiza que el vino en cuestión cuente con los requisitos para la celebración”. Al parecer se trató de otro intento de abuso ante el miedo y desconcierto por el conflicto bélico y la invasión nazi a Francia.

La empresas importadoras de artículos religiosos (incluidos vinos en toneles provenientes de Europa) tuvieron un gran auge en esta época aunque no siempre era sencillo obtener el plácet de un obispo para validar el vino para la Consagración.


El caso del Valle de Santo Tomás

El Archivo Histórico de la Arquidiócesis de México resguarda un amplio pasaje sobre la importancia que le daban los obispos al vino a utilizar en la Consagración dentro de sus diócesis. El caso del vino “Gemini Vitis” que comercializado en la ciudad de México, embotellado en Guadalajara y elaborado en Ensenada, Baja California levantó sospechas del Primado de México sobre la calidad del vino y designó en 1956 al P. Luis Reynoso Cervantes a revisar cuidadosamente el proceso e informar a la Arquidiócesis sobre sus resultados.

El P. Reynoso fue hasta Valle de Santo Tomás, en Baja California, y allí se entrevistó con los administradores y productores del vino, les hizo firmar una declaración juramentada sobre cómo se realiza el vino para Consagrar. Corroboró que el vino se realizara según lo especificado por la Sagrada Congregación para el Culto Divino de Roma. La uva, de tipo moscatel, era celosamente vigilada desde el viñedo hasta su reposo en barricas. En la vendimia se supervisaba la pureza de la vid, en el proceso de secado y trituración se vigilaba que no fuera contaminada con sustancias ajenas a la uva; la fermentación se hacía según los cánones vitivinícolas para que el azúcar del fruto se degradara en el justo grado de alcohol, el cocimiento al fuego y reposo y refrigeración por un año eran labores impecables; según documentó el sacerdote, los religiosos franciscanos de la localidad resguardaban las llaves de las barricas en añejamiento para evitar que se les mezclaran sustancias ajenas.

Con muestras de las barricas, el padre Reynoso hizo peritajes químicos en la Universidad de Loyola, en Los Ángeles, EU. Pero, como el vino se embotellaba en Guadalajara, siguió su investigación.

En Guadalajara, el Cardenal José Garibi Rivera otorgaba el sello episcopal a las botellas de vino de consagrar desde 1953; la cancillería tapatía daba ‘contados’ los sellos para las botellas del vino. La inspección del P. Reynoso dio por terminado la sospecha del vino “Gemini Vitis” y, de paso, corroboró que los vinos “Episcopal” y “Misión de Santo Tomás” aprobados por el obispo local, provenía de las mismas barricas y por ello, también era lícito su uso en la Santa Misa.


El P. Soto y su aguardiente de uva

José Hidalgo Tagores en su “Tratado de enología” detalla el proceso de producción de los vinos de Misa: la fermentación se realiza en cubas de gran capacidad de 11 mil litros. Una vez fermentado el vino es trasegado a cubas de 6 mil litros de roble para su envejecimiento; la ‘crianza’ se realiza en estas cubas de 6 meses a 1 año. Las uvas que con frecuencia se utilizan para este vino son: tipo salvador, feherszago, malvasía, carignane y moscatel.

El proceso es, largo y en ocasiones costoso, por ello en 1965 el P. José Raúl Soto (Misionero del Espíritu Santo y reconocido químico quien llevó estudios de vinos como el de las Bodegas de Lourdes, San Juan del Río en 1961) propuso algunas ‘mejoras’ al proceso de elaboración que consistían en “añadir colorante artificial al vino” y la creación de un vino a partir de aguardiente puro de uva destilado al 80 por ciento y rebajado con agua al 55 por ciento. El estudio presentado al Arzobispo de México es impecable en su análisis científico pero no prosperó su iniciativa. La intención del P. Soto era facilitar la elaboración, traslado, conservación del vino y una notable reducción de precio del producto.


¿Cuáles son las normas de un vino idóneo para la Consagración?

La investigación del vino del Valle de Santo Tomás (Baja California) de 1956 enumera los requisitos de un buen vino para el Santo Oficio:

–Grado Alcohólico. Su valor debe ser de entre 7 y 16% de alcohol, pues ninguna uva fermentada naturalmente puede generar menor ni mayor cantidad de alcohol.

–Un vino natural (seco) tiene ente 17 y 25 gramos por litro. Un vino dulce hasta 250gr/lt.

– Entre 1.5 y 4.4 gr/lt.

–Entre 4 y 10 gr/lt.

–No mayores a 2 gr/lt.

–Acidez total. Entre 5 y 9 gr/lt.

–Acidez volátil. No menor a 1.2 gr/lt. Más ácido es un vino ‘enfermo’.

–Ácido tartárico libre. Entre 0.00 y 0.105 gr/lt.

–Sin ninguna azúcar añadida. Su valor debe ser igual a cero.

–Sin conservadores presentes.

–Los adquiridos naturalmente.

El estudio químico sugiere un estudio para descartar adición de arrope (aguamiel) o adición de alcohol de otras fuentes.

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