sábado, 15 de octubre de 2022

SANTA TERESA DE ÁVILA - DOCTORA DE LA IGLESIA - 15 DE OCTUBRE



SANTA TERESA DE VILA 

15 de octubre de 2022


De una vida habitada por Cristo, hay mucho que leer. 

Santa Teresa de Ávila, nació el 28 de marzo de 1515 y a los 18 años entra en el Carmelo.

Fundó el convento de san José de Ávila, el primero de quinces que construyó en España. Y junto con san Juan de La Cruz, introdujo la gran reforma carmelita bajo los pilares de pobreza, soledad y silencio. 

Sus escritos son considerados una fuente de luz para la espiritualidad cristiana, verdaderamente iluminados por el Espíritu Santo. Escribió “El libro de la vida”, “Camino de Perfección”, “Meditaciones sobre los cantares”, “Moradas del Castillo Interior”, “Exclamaciones”, “Poesías”, “Libro de las fundaciones”, “Constituciones”, “Visitas de Descalzas”, “Avisos” y “Epistolarios”. 

De santa Teresa de Jesús, mujer de gran temperamento, entendió que la experiencia mística no consistía en meter a Cristo en nosotros, sino nosotros en el Corazón de Jesús. Somos nosotros quienes debemos aprender a dejarnos en Él. Nada te turbe, confía, porque quien a Dios tiene, nada le falta. 

De amigos fuertes como santa Teresa, podemos también alimentar nuestra débil fe.

IMÁGENES DE SANTA TERESA DE ÁVILA - 15 DE OCTUBRE

















 

domingo, 9 de octubre de 2022

EL EVANGELIO DEL DOMINGO 9 DE OCTUBRE DE 2022





Domingo XXVIII (C) del tiempo ordinario

Domingo 9 de octubre de 2022



 Ver 1ª Lectura y Salmo

1ª Lectura (2Re 5,14-17): En aquellos días, el sirio Naamán bajó y se bañó en el Jordán siete veces, conforme a la palabra de Eliseo, el hombre de Dios, Y su carne volvió a ser como la de un niño pequeño: quedó limpio de su lepra. Naamán y toda su comitiva regresaron al lugar donde se encontraba el hombre de Dios. Al llegar, se detuvo ante él exclamando: «Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel. Recibe, pues, un presente de tu siervo». Pero Eliseo respondió: «Vive el Señor ante quien sirvo, que no he de aceptar nada». Y le insistió en que aceptase, pero él rehusó. Naamán dijo entonces: «Que al menos le den a tu siervo tierra del país, la carga de un par de mulos, porque tu servidor no ofrecerá ya holocausto ni sacrificio a otros dioses más que al Señor».



Salmo responsorial: 97

R/. El Señor revela a las naciones su salvación.

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.

El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.

2ª Lectura (2Tim 2,8-13): Querido hermano: Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, nacido del linaje de David, según mi evangelio, por el que padezco hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación y la gloria eterna en Cristo Jesús. Es palabra digna de crédito: Pues si morimos con él, también viviremos con él; si perseveramos, también reinaremos con él; si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo.

Versículo antes del Evangelio (1Tes 5,18): Aleluya. Dad gracias siempre, unidos a Cristo Jesús, pues esto es lo que Dios quiere que vosotros hagáis. Aleluya.

Texto del Evangelio (Lc 17,11-19): Un día, sucedió que, de camino a Jerusalén, Jesús pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes». Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios.

Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?». Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado».





«¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!»

Rev. D. Antoni CAROL i Hostench

(Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)


Hoy podemos comprobar, ¡una vez más!, cómo nuestra actitud de fe puede remover el corazón de Jesucristo. El hecho es que unos leprosos, venciendo la reprobación social que sufrían los que tenían la lepra y con una buena dosis de audacia, se acercan a Jesús y —podríamos decir entre comillas— le obligan con su confiada petición: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» (Lc 17,13).

La respuesta es inmediata y fulminante: «Id y presentaos a los sacerdotes» (Lc 17,14). Él, que es el Señor, muestra su poder, ya que «mientras iban, quedaron limpios» (Lc 17,14).

Esto nos muestra que la medida de los milagros de Cristo es, justamente, la medida de nuestra fe y confianza en Dios. ¿Qué hemos de hacer nosotros —pobres criaturas— ante Dios, sino confiar en Él? Pero con una fe operativa, que nos mueve a obedecer las indicaciones de Dios. Basta un mínimo de sentido común para entender que «nada es demasiado difícil de creer tocando a Aquel para quien nada es demasiado difícil de hacer» (Beato J. H. Newman). Si no vemos más milagros es porque “obligamos” poco al Señor con nuestra falta de confianza y de obediencia a su voluntad. Como dijo san Juan Crisóstomo, «un poco de fe puede mucho».

Y, como coronación de la confianza en Dios, llega el desbordamiento de la alegría y del agradecimiento: en efecto, «uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias» (Lc 17,15-16).

Pero..., ¡qué lástima! De diez beneficiarios de aquel gran milagro, sólo regresó uno. ¡Qué ingratos somos cuando olvidamos con tanta facilidad que todo nos viene de Dios y que a él todo lo debemos! Hagamos el propósito de obligarle mostrándonos confiados en Dios y agradecidos a Él. 

RECUPERAR LA GRATITUD - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 9 DE OCTUBRE DE 2022



RECUPERAR LA GRATITUD

Se ha dicho que la gratitud está desapareciendo del «paisaje afectivo» de la vida moderna. El conocido ensayista José Antonio Marina recordaba recientemente que el paso de Nietzsche, Freud y Marx nos ha dejado sumidos en una «cultura de la sospecha» que hace difícil el agradecimiento.

Se desconfía del gesto realizado por pura generosidad. Según el profesor, «se ha hecho dogma de fe que nadie da nada gratis y que toda intención aparentemente buena oculta una impostura». Es fácil entonces considerar la gratitud como «un sentimiento de bobos, de equivocados o de esclavos».

No sé si esta actitud está tan generalizada. Pero sí es cierto que, en nuestra «civilización mercantilista», cada vez hay menos lugar para lo gratuito. Todo se intercambia, se presta, se debe o se exige. En este clima social la gratitud desaparece. Cada cual tiene lo que se merece, lo que se ha ganado con su propio esfuerzo. A nadie se le regala nada.

Algo semejante puede suceder en la relación con Dios si la religión se convierte en una especie de contrato con él: «Yo te ofrezco oraciones y sacrificios y Tú me aseguras tu protección. Yo cumplo lo estipulado y Tú me recompensas». Desaparecen así de la experiencia religiosa la alabanza y la acción de gracias a Dios, fuente y origen de todo bien.

Para muchos creyentes, recuperar la gratitud puede ser el primer paso para sanar su relación con Dios. Esta alabanza agradecida no consiste primariamente en tributarle elogios ni en enumerar los dones recibidos. Lo primero es captar la grandeza de Dios y su bondad insondable. Intuir que solo se puede vivir ante Él dando gracias. Esta gratitud radical a Dios genera en la persona una forma nueva de mirarse a sí misma, de relacionarse con las cosas y de convivir con los demás.

El creyente agradecido sabe que su existencia entera es don de Dios. Las cosas que le rodean adquieren una profundidad antes ignorada; no están ahí solo como objetos que sirven para satisfacer necesidades; son signos de la gracia y la bondad del Creador. Las personas que encuentra en su camino son también regalo y gracia; a través de ellas se le ofrece la presencia invisible de Dios.

De los diez leprosos curados por Jesús, solo uno vuelve «glorificando a Dios», y solo él escucha las palabras de Jesús: «Tu fe te ha salvado». El reconocimiento gozoso y la alabanza a Dios siempre son fuente de salvación. 


Evangelio Comentado por:

José Antonio Pagola

gruposdejesus.com

Lc (17,11-19)


FIESTA EN TODA LA IGLESIA - PAPA FRANCISCO DECLARA 2 NUEVOS SANTOS


¡Fiesta en toda la Iglesia! El Papa Francisco declara 2 nuevos santos
POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa




En la homilía de la Misa que presidió este domingo 9 de octubre ante unos 50 mil fieles presentes en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el Santo Padre reflexionó sobre el pasaje de los diez leprosos que son curados, de los cuales solo uno vuelve a dar las gracias al Señor.

El Papa Francisco centró su meditación “en estos dos aspectos que el Evangelio de hoy nos sugiere: caminar juntos y agradecer”.

El ejemplo de los dos nuevos santos
Sobre el Obispo italiano Juan Bautista Scalabrini, fundador de los Misioneros de San Carlos (Escalabrinianos) y de su rama femenina, dos Congregaciones dedicadas a atender a los migrantes y refugiados, el Papa dijo que fue ejemplo de caminar juntos, especialmente con los migrantes.

Para este nuevo santo, los migrantes no eran un “problema” sino un signo de la providencia.


El Obispo Scalabrini decía que “precisamente gracias a las migraciones forzadas por las persecuciones la Iglesia cruzó las fronteras de Jerusalén y de Israel y se hizo ‘católica’; gracias a las migraciones de hoy la Iglesia será un instrumento de paz y comunión entre los pueblos”.

“Hay una migración en este momento, aquí en Europa, que nos hace sufrir tanto y nos mueve a abrir el corazón. La migración de los ucranianos que huyen de la guerra. No nos olvidemos hoy de la Ucrania martirizada. Scalabrini miraba más allá, miraba hacia el futuro, hacia un mundo y una Iglesia sin barreras, sin extranjeros”, dijo el Papa Francisco.

Por su parte, “el hermano salesiano Artémides Zatti, con su bicicleta, fue un ejemplo vivo de gratitud. Curado de la tuberculosis, dedicó toda su vida a saciar las necesidades de los demás, a cuidar a los enfermos con amor y ternura”.

“Se dice que lo vieron cargarse sobre la espalda el cadáver de uno de sus pacientes. Lleno de gratitud por lo que había recibido, quiso manifestar su acción de gracias asumiendo las heridas de los demás. Dos ejemplos”, continuó el Santo Padre.




Caminar juntos
Al caminar juntos, dijo el Papa, los leprosos del Evangelio salen de la exclusión en la que viven para mostrarse a los demás y pedir ayuda.

“Es también una imagen hermosa para nosotros, porque cuando somos honestos con nosotros mismos, recordamos que todos tenemos el corazón enfermo, que todos somos pecadores, que todos estamos necesitados de la misericordia del Padre”, dijo el Papa Francisco.

“Y entonces dejamos de dividirnos en base a los méritos, a los papeles que desempeñamos o a cualquier otro aspecto exterior de la vida; y caen así los muros interiores, caen los prejuicios. Así, finalmente, nos redescubrimos como hermanos”.

Esto, destacó, es lo que significa ser “sinodales”, que es “también la vocación de la Iglesia. Preguntémonos hasta qué punto somos realmente comunidades abiertas y que incluyen a todos; si somos capaces de trabajar juntos, sacerdotes y laicos, al servicio del Evangelio; si tenemos una actitud de acogida”.

Hablando luego sobre el nuevo santo Juan Bautista Scalabrini, el Santo Padre condenó la exclusión de los migrantes.

“Es escandalosa la exclusión de los migrantes. Es más, la exclusión de los migrantes es criminal, los hace morir delante de nosotros. Y es así que tenemos hoy el Mediterráneo, que es el cementerio más grande del mundo. La exclusión de los migrantes es repugnante, es pecaminosa, es criminal. No abrir la puerta a quien tiene necesidad”, lamentó.

Agradecer
En referencia al único leproso que dio gracias al Señor, el Papa Francisco destacó que este “se postró a los pies de Cristo, es decir, realiza un gesto de adoración, reconoció que Jesús es el Señor, y que Él era más importante que la curación que había recibido”.

No ser agradecido, advirtió el Santo Padre, “es una fea enfermedad espiritual, dar todo por sentado, incluso la fe, incluso nuestra relación con Dios, hasta el punto de convertirnos en cristianos que ya no saben asombrarse, que ya no saben decir ‘gracias’, que no muestran gratitud, que no saben ver las maravillas del Señor”.

Por ello es importante “todos los días, dar gracias al Señor, aprender a darnos las gracias entre nosotros” en todos los ámbitos de la vida, también por aquellos que “muchas veces en silencio rezan, ofrecen, sufren, caminan con nosotros”.

Para concluir, el Papa Francisco alentó a rezar para que los dos nuevos santos “nos ayuden a caminar juntos, sin muros de división; y a cultivar esa nobleza de espíritu tan agradable a Dios que es la gratitud”.

 

HOY INICIAMOS LA NOVENA A SAN LUCAS, APÓSTOL DE JESÚS - DEL 9 AL 17 DE OCTUBRE


 Hoy inicia la novena a San Lucas, Evangelista

Redacción ACI Prensa



El próximo 18 de octubre se celebra la fiesta de San Lucas, el autor del tercer Evangelio, de los Hechos de los Apóstoles y el que más trata sobre la Virgen María.

San Lucas no conoció a Jesús, pero sí a Pablo, de quien fue su discípulo. Es el único escritor del Nuevo Testamento que no es israelita y dirigió su mensaje a los cristianos gentiles.

En su Evangelio resalta la especial atención por los pobres, los pecadores arrepentidos y la oración.

Cercanos a su fiesta, aquí una novena para pedir su intercesión:






Primer Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Primer Día

¡Oh prodigioso y admirable San Lucas! Escuela de admirable sabiduría. Bienaventurado que en vida te dedicaste a sembrar en los corazones de los seres humanos un profundo amor hacia Dios. Tú eres mi luz en la oscuridad y mi guía en la peregrinación por este mundo, te pido que me aceptes como tu fiel discípulo. Enséñame cómo debo amar y servir a Dios. Te dedico mi mente para que la modeles, y pueda así cumplir siempre la voluntad de nuestro Padre Divino. ¡Oh ilustre abogado y protector! Sé que me ayudarás a resolver mis necesidades y que aceptarás interceder ante el Señor para que me alcance la gracia particular que solicito en este novenario, siempre que sea para más gloria suya, tuya y bien de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.


Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Segundo Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Segundo Día

Glorioso San Lucas. Tu vida fue continua acción de devoción a Jesús. Peregrinaste por aldeas y pueblos para predicar la palabra de Dios. ¡Oh preciosa joya de caridad! Modelo de fe y amor verdadero. Tú que has sembrado semillas de comprensión, caridad y generosidad en tantos confines de la tierra, te suplico que atiendas mi súplica. Haz que, mediante tu poderosa intercesión, renazca en mí la fe del Bautismo, para que ame y sirva acertadamente a nuestro bondadoso Señor. También te suplico humildemente que presentes ante Dios la gracia particular que solicito en esta Novena, y que se resuelva favorablemente, si espera mayor gloria suya, más honor en tu santo nombre y en beneficio de la salud de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Tercer Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Tercer Día

Generoso San Lucas. Tu que dedicaste tu vida a propagar la doctrina de Jesucristo, teniendo siempre el corazón en el Cielo y el cuerpo en la tierra, recíbeme como tu fiel devoto y atiende mi súplica. Soy consciente de que por mis muchas debilidades he cometido numerosas faltas y no soy merecedor de tu atención. Pero deseo corregir mi vida imitando tus numerosas virtudes y por ello solicito ante Dios nuestro Señor para que, por tus muchos méritos, sea merecedor de la Misericordia Divina e inunde mi corazón de un ardiente deseo de llevar una vida cristiana y cumplir todos los mandamientos. También te pido que medies para que se resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, si es para mayor Gloria de Dios, tuya y también de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Cuarto Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Cuarto Día

Piadoso y generoso San Lucas. Tu que fuiste bendecido con el poderoso don de la oratoria, atiende hoy mi afligido corazón. Recibe benignamente las oraciones que te dedico. Acudo a ti en busca de protección y refugios. ¡Oh Santo mío! Te suplico humildemente que ruegues al Señor que, por tu poderosa intercesión, me conceda la sabiduría necesaria para reconocer en todo momento su voluntad y cumplir acertadamente todo aquello que sea de tu agrado.También solicito que me otorgue la gracia especia que pido en esta Novena, siempre que su cumplimiento sea para mayor Gloria de Dios, tuya y también de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.


Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén




Quinto Día de la Novena a San Lucas

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Quinto Día

¡Oh bondadoso San Lucas! Maestro de fe y amor eterno. Tú que supiste reconocer la llamada de Dios y le consagraste humilde tu alma, guíame con tu sabiduría para que yo pueda permanecer también junto a Dios. Ayúdame a reconocer su voz y sus inspiraciones. Te suplico, protector y abogado mío, que aceptes ser mi interceor ante la Misericordia Divina. Pídele con tus elocuentes palabras que purifique i alma, la proteja de todo mal y destruya en ella todos los temores que la debilitan. Así será morada agradable para el Espíritu Santo y merecedora de llegar al puerto seguro de la gloria eterna, en el cual disfrutará, en tu compañía, de las delicias celestiales. Ruégale también que me conceda la gracia especial que presento en esta Novena.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén


Sexto Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Sexto Día

Sabio e ilustre San Lucas. Clavel de caridad. Bienaventurado que fuiste cautivado por las elocuentes palabras del Apóstol San Pablo. Maestro que consiguió penetrar en tu corazón con las verdades cristianas e hizo lucir en ti los nobles instintos con que Dios lo había adornado generosamente. Santo protector y abogado mío, haz que escuche con respeto y amor, la palabra de Dios y que guiado por ella me dirija siempre con gran amor hacia nuestro Señor. También te suplico que me alcances la Bondad Divina, mediante tu poderosa intercesión, la gracia especial que pido este novenario, siempre que sea para mayor gloria suya, más reconocimiento de tu nombre y para beneficio espiritual de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Séptimo Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Séptimo Día

Amable y piadoso San Lucas. Espejo de virtud. Tú que has llevado a tantos corazones la tranquilidad y la esperanza, alejándolos de la confusión y el desamparo, acoge mi afligido corazón. Tómalo e infunde la seguridad, la paciencia y la serenidad necesaria para hacer frente las adversidades de este mundo. Muéstrale cómo no desfallecer y aviva en él una fe sincera y enséñale como perdonar a los que agravien u ofendan. Solo así podrá ser digno de amar y servir eternamente a Dios. Escucha mis plegarias y ruega a nuestro Señor que me conceda lo que humildemente le pido en este novenario, siempre que sea para mayor gloria suya, tuya y bien de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Octavo Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Octavo Día

Esclarecido San Lucas. Dios que iluminó tu entendimiento para que nos iluminaras con tus palabras y escritos para llenarnos de fe y esperanza a los que deseamos albergar una fe activa que nos haga mostrar nuestro amor al Señor, mediante el respeto y amor a nuestros hermanos, damos gracias al Padre Celestial por haberte encomendado que nos beneficiaras con tales dones. Por eso acudimos a tu protección para que intercedas ante la bondad Divina para que llene nuestros corazones de tranquilidad y esperanza alejándonos de las turbias aguas de al confusión y el desamparo. Ruégale también que se resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, siempre que sea para mayor gloria del Señor, tuya y bien de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén



Noveno Día de la Novena a San Lucas


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Acto de contrición

Señor mío, Jesucristo, 

Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, 

por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; 

propongo firmemente nunca más pecar, 

apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, 

confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta.


Oración preparatoria para todos los días

¡Oh Dios! Tú que distribuyes todos los dones celestiales y que llenaste de tantas virtudes al glorioso San Lucas, infunde también en mi vida la bondad, la compasión, la caridad, la sencillez y la honestidad en mis costumbres, unto con todas las demás virtudes cristianas, para que arrepentido y dolorido de todos mis pecados, siga fielmente los principios de la vida cristianas y pueda dar testimonio, con mi vida, del mensaje de Jesús. Amén.


Noveno Día

Piadoso San Lucas. Tú que supiste impregnar con profunda humildad todos tus pensamientos y actos durante tu peregrinación por este mundo, llevando a multitud de seguidores, con tu entendimiento, afecto, amor, a la doctrina del divino Maestro Jesucristo, admíteme, te lo ruego, entre los devotos que confiadamente buscan en tu protección y mediación ante Dios Nuestro Señor le sea concedida la preciosa virtud de la humildad, que como tú demostraste esconde tesoros maravillosos que llenan el corazón, iluminan la mente y dignifican el espíritu. Intercede también para que resuelva favorablemente la gracia que pido en esta Novena, si es para mayor gloria del Señor, tuya y bien de mi alma.


Rezar tres Padrenuestros, Avemarías y Gloria.

Pedir la gracia especial que por su intercesión desea conseguir


Oración final para todos los días

Oh glorioso San Lucas, mi abogado y protector, que después de una vida de sacrificio en aras del común provecho y empleada toda ella en la práctica de las más excelsas virtudes, siempre entregado a la voluntad de Dios, nuestro Señor, gozas ahora del premio de los justos. Acudo a ti en este día para suplicar tu poderosa intercesión al Padre Celestial, para que por tus numerosos méritos, sea escuchado mi ruego y me otorgue el consuelo de ver remediadas mis necesidades espirituales y materiales que con todo fervor y plena confianza encomiendo a tu mediación. Amén 


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