domingo, 14 de noviembre de 2021

IMÁGENES DE VELAS ADVIENTO































 

LAS PALABRAS DE JESÚS NO PASARÁN - MEDITACIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 2021


LAS PALABRAS DE JESÚS NO PASARÁN


Los signos de desesperanza no son siempre del todo visibles, pues la falta de esperanza puede disfrazarse de optimismo superficial, activismo ciego o secreto pasotismo.

Por otra parte, son bastantes los que no reconocen sentir miedo, aburrimiento, soledad o desesperanza porque, según el modelo social vigente, se supone que un hombre que triunfa en la vida no puede sentirse solo, aburrido o temeroso. Erich Fromm, con su habitual perspicacia, ha señalado que el hombre contemporáneo está tratando de librarse de algunas represiones como la sexual, pero se ve obligado a «reprimir tanto el miedo y la duda como la depresión, el aburrimiento y la falta de esperanza».

Otras veces nos defendemos de nuestro «vacío de esperanza» sumergiéndonos en la actividad. No soportamos estar sin hacer nada. Necesitamos estar ocupados en algo para no enfrentamos a nuestro futuro.

Pero la pregunta es inevitable: ¿Qué nos espera después de tantos esfuerzos, luchas, ilusiones y sinsabores? ¿No tenemos otro objetivo sino producir cada vez más, disfrutar cada vez mejor lo producido y consumir más y más, hasta ser consumidos por nuestra propia caducidad?

El ser humano necesita una esperanza para vivir. Una esperanza que no sea «una envoltura para la resignación», como la de aquellos que se las arreglan para organizarse una vida lo bastante tolerable como para aguantar la aventura de cada día. Una esperanza que no debe confundirse tampoco con una espera pasiva, que solo es, con frecuencia, «una forma disfrazada de desesperanza e impotencia» (Erich Fromm).

El hombre necesita en su corazón una esperanza que se mantenga viva, aunque otras pequeñas esperanzas se vean malogradas e incluso completamente destruidas.

Los cristianos encontramos esta esperanza en Jesucristo y en sus palabras, que «no pasarán». No esperamos algo ilusorio. Nuestra esperanza se apoya en el hecho inconmovible de la resurrección de Jesús. Desde Cristo resucitado nos atrevemos a ver la vida presente en «estado de gestación», como germen de una vida que alcanzará su plenitud final en Dios. 



Evangelio Comentado por:

José Antonio Pagola

Mc (13,24-32)

EL PAPA FRANCISCO AGRADECE INICIATIVAS EN TODO EL MUNDO POR LA JORNADA MUNDIAL DE LOS POBRES 2021



 El Papa agradece iniciativas en todo el mundo por la Jornada Mundial de los Pobres 2021

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

 Foto: Vatican Media



Después del rezo del Ángelus este 14 de noviembre, el Papa Francisco agradeció “las numerosas iniciativas de solidaridad que se han organizado en diócesis y parroquias de todo el mundo” con ocasión de la Jornada Mundial de los Pobres 2021.


Ante miles de fieles reunidos en la plaza de San Pedro y después de haber celebrado la Misa en la Basílica Vaticana con más de dos mil pobres, el Santo Padre señaló que la Jornada Mundial de los Pobres surgió “como fruto del Jubileo de la Misericordia” que se realizó del 8 de diciembre de 2015 al 20 de noviembre de 2016.

En esta línea, el Papa señaló que el tema de la V Jornada Mundial de los Pobres son las palabras de Jesús: “A los pobres los tienen siempre con ustedes”.

“Y es verdad: la humanidad progresa, se desarrolla, pero los pobres están siempre con nosotros, siempre hay pobres, y en ellos está presente Cristo, en los pobres está presente Cristo”, advirtió el Papa.

Además, el Santo Padre recordó que el pasado viernes 12 de noviembre visitó Asís en donde en la Basílica de Santa María de los Ángeles “vivimos un momento fuerte de testimonio y oración, que les invito a retomar, les hará bien”.

En esa ocasión, el Papa rezó en silencio en la Porciúncula y después escuchó con atención diferentes testimonios de personas de diferentes nacionalidades, las historias fueron intercaladas por cantos.

El primer testimonio fue en lengua francesa, en el que un matrimonio joven de París con su bebé contó al Papa cómo se conocieron y que realizan una misión en familia.

El segundo testimonio fue en español. Sebastián del Valle dijo que nació en Palma de Mallorca, y actualmente vive en Toledo. Relató que de pequeño creció en una familia católica y tenía mucha devoción al Rosario. Luego, se alejó de Dios y cometió algunos delitos por lo que estuvo en la cárcel. 

Tras salir de prisión se quedó solo, sin empleo y varias semanas vivió en la calle hasta que un párroco de un pueblo de Toledo lo recibió en un centro de Cáritas durante el confinamiento y se volvió a acercar a Dios. Sebastián se conmovió y se puso a llorar varias veces.

El tercero fue en francés y relató que creció en una familia y ambiente ateo y que de adulto encontró al Señor y se bautizó.

El cuarto testimonio fue en polaco, un joven de 37 años narró que cayó en la droga y alcohol a los 16 años y que desde 2007 vive en la calle.

El quinto testimonio fue de Farzaneh una joven refugiada de Afganistán que relató las dificultades actuales en el país y agradeció la acogida en Italia.

Luego, una pareja de ancianos de Afganistán que ahora vive en Italia contó su historia de migración forzada y el triste asesinato de uno de sus hijos por los talibanes.

El último testimonio fue de una mujer en silla de ruedas de 43 años que nació en Rumania. Dijo que llegó a Italia hace 15 años. Inicialmente en 2006 para cuidar a unos ancianos, tuvo que dejar dos hijos pequeños con su esposo, pero en 2008 murió su esposo y regresó a su país natal, pero después de la muerte de su esposo volvió a Italia con sus dos hijos, y relató cómo empezó su enfermedad, que ha tenido más de diez operaciones, los fuertes dolores, que perdió el trabajo y que no ha sido sencillo.

Después de los testimonios, el Santo Padre pronunció un discurso en el cual animó a “que este encuentro abra los corazones de todos nosotros para ponernos a disposición de los demás; que abra nuestros corazones para hacer de nuestras debilidades una fuerza que nos ayude a seguir en el camino de la vida, para transformar nuestra pobreza en una riqueza a compartir, y así mejorar el mundo”.

UN DÍA COMO HOY HACE 100 AÑOS CRISTO PROTEGIÓ A LA VIRGEN DE GUADALUPE EN ATENTADO CON BOMBA



Un día como hoy hace 100 años Cristo protegió a la Virgen de Guadalupe en atentado con bomba

POR WALTER SÁNCHEZ SILVA | ACI Prensa

 Crédito: David Ramos / ACI Prensa




Hoy se cumplen 100 años del atentado perpetrado en 1921 contra la Virgen de Guadalupe en la antigua basílica, en la que la imagen mariana fue protegida por un crucifijo que se conoce ahora como el “Santo Cristo del Atentado”.

“Este domingo 14 de noviembre se cumplen 100 años del terrible atentado en contra de la Santísima Virgen de Guadalupe. Querían destruir su imagen bendita, su imagen portentosa”, dijo a ACI Prensa el P. Eduardo Chávez, doctor en historia de la Iglesia y director general del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos.

“Conmemoramos también 100 años del testimonio maravilloso de Jesús, puesto que fue Él quien cubrió, cuidó y protegió a su madre y nuestra madre Santa María de Guadalupe”, refirió el también postulador de la causa de canonización de San Juan Diego.

“Testimonio de esto es el Cristo que está doblado y que lo tenemos aquí en la misma Basílica de Guadalupe como testimonio del inmenso amor de Dios, del portentoso amor de Dios para con ella y para con todos nosotros que la tenemos aquí todavía”.

El 14 de noviembre de 1921 estalló una bomba que un hombre había ocultado en unas flores que colocó en la antigua basílica de Guadalupe.

“Alrededor de las 10:30 de la mañana, estalló una bomba de dinamita que se hallaba oculta entre las flores. Los desperfectos fueron en las gradas del altar, que son de mármol, en los candeleros de latón y en esta Sagrada Imagen de Ntro. Señor Crucificado, que retorcida cayó al suelo”, indica el relato que está en la parte posterior de la actual Basílica, con el crucifijo y las fotos que se tomaron luego del atentado.

A este crucifijo se le conoce como el “Santo Cristo del Atentado”, y producto de la explosión quedó retorcido.


(Santo Cristo del Atentado en la Basílica de Guadalupe. Crédito: David Ramos / ACI Prensa)

El relato recuerda que el cristal del cuadro que protegía la imagen de la Virgen de Guadalupe “ni siquiera se estrelló” tras la explosión.

El atentado era el preludio de lo que años después sería la persecución religiosa en México, durante el gobierno de Plutarco Elías Calles.

El P. Chávez dijo a ACI Prensa que la Virgen de Guadalupe “nos quita el miedo” y “nos da la fe y la esperanza para vivir en el amor”.

El sacerdote recordó que “la imagen santísima de Guadalupe porta en su seno, en su vientre inmaculado a Jesús. Es el centro de la misma imagen y por eso es signo de la Iglesia”.

En ese sentido, con el atentado de hace 100 años, “al intentar destruir la imagen se trató de destruir la misma Iglesia y no pudieron porque esto viene de Dios”.

“Así como Santa María de Guadalupe, en su portentosa imagen es obra de Dios, así también la Iglesia es obra de Dios. Cristo es la cabeza de esta iglesia bendita que proclama la verdad, la justicia, el amor, el perdón, la misericordia, lo que tanto necesita nuestro pueblo exactamente el día de hoy”.

Por eso, exhortó el sacerdote, “si bien no pudieron destruir la imagen de la Virgen de Guadalupe, nosotros no la destruyamos jamás en nuestro corazón, en nuestra familia, nuestra comunidad, nuestra Iglesia”.

“La Virgen de Guadalupe está aquí para darnos a Jesucristo nuestro Señor su Hijo amado, a Él que es el centro de la Iglesia”.


Colaboró en esta nota David Ramos, jefe de la oficina de ACI Prensa en México 

EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 2021



 Domingo 33 (B) del tiempo ordinario

Domingo 14 de noviembre



1ª Lectura (Dan 12,1-3): Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.





Salmo responsorial: 15

R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.



2ª Lectura (Heb 10,11-14.18): Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.


Versículo antes del Evangelio (Lc 21,36): Aleluya. Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre. Aleluya.


Texto del Evangelio (Mc 13,24-32): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En aquellos días, después de la tribulación aquella, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y los astros estarán cayendo del cielo, y las fuerzas que hay en los cielos serán sacudidas. Entonces, verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo.

»De la higuera aprended la semejanza: cuando ya sus ramas se ponen tiernas, y brotan las hojas, conocéis que el verano está cerca; así también, cuando veáis suceder todo esto, sabed que Él está cerca, a las puertas. En verdad, os digo, la generación ésta no pasará sin que todas estas cosas se hayan efectuado. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mas en cuanto al día y la hora, nadie sabe, ni los mismos ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre».




«Él está cerca»

Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez

(Rubí, Barcelona, España)


Hoy recordamos cómo, al comienzo del año litúrgico, la Iglesia nos preparaba para la primera llegada de Cristo que nos trae la salvación. A dos semanas del final del año, nos prepara para la segunda venida, aquella en la que se pronunciará la última y definitiva palabra sobre cada uno de nosotros.

Ante el Evangelio de hoy podemos pensar que “largo me lo fiais”, pero «Él está cerca» (Mc 13,29). Y, sin embargo, resulta molesto —¡hasta incorrecto!— en nuestra sociedad aludir a la muerte. Sin embargo, no podemos hablar de resurrección sin pensar que hemos de morir. El fin del mundo se origina para cada uno de nosotros el día que fallezcamos, momento en el que terminará el tiempo que se nos habrá dado para optar. El Evangelio es siempre una Buena Noticia y el Dios de Cristo es Dios de Vida: ¿por qué ese miedo?; ¿acaso por nuestra falta de esperanza?

Ante la inmediatez de ese juicio hemos de saber convertirnos en jueces severos, no de los demás, sino de nosotros mismos. No caer en la trampa de la autojustificación, del relativismo o del “yo no lo veo así”... Jesucristo se nos da a través de la Iglesia y, con Él, los medios y recursos para que ese juicio universal no sea el día de nuestra condenación, sino un espectáculo muy interesante, en el que por fin, se harán públicas las verdades más ocultas de los conflictos que tanto han atormentado a los hombres.

La Iglesia anuncia que tenemos un salvador, Cristo, el Señor. ¡Menos miedos y más coherencia en nuestro actuar con lo que creemos! «Cuando lleguemos a la presencia de Dios, se nos preguntarán dos cosas: si estábamos en la Iglesia y si trabajábamos en la Iglesia; todo lo demás no tiene valor» (Beato J.H. Newman). La Iglesia no sólo nos enseña una forma de morir, sino una forma de vivir para poder resucitar. Porque lo que predica no es su mensaje, sino el de Aquél cuya palabra es fuente de vida. Sólo desde esta esperanza afrontaremos con serenidad el juicio de Dios.

BUENOS DÍAS





 

sábado, 13 de noviembre de 2021

EL EVANGELIO DE HOY SÁBADO 13 DE NOVIEMBRE DE 2021



 Sábado 32 del tiempo ordinario

Sábado 13 de noviembre de 2021


1ª Lectura (Sab 18,14-16; 19,6-9): Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la espada afilada de tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba la tierra y tocaba el cielo.

Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes, cambió radicalmente de naturaleza, para guardar incólumes a tus hijos. Se vio la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos. Retozaban como potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.



Salmo responsorial: 104

R/. Recordad las maravillas que hizo el Señor.

Cantadle al son de instrumentos, hablad de sus maravillas; gloriaos de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor.


Hirió de muerte a los primogénitos del país, primicias de su virilidad. Sacó a su pueblo cargado de oro y plata, y entre sus tribus nadie tropezaba.


Porque se acordaba de la palabra sagrada que había dado a su siervo Abrahán, sacó a su pueblo con alegría, a sus escogidos con gritos de triunfo.

Versículo antes del Evangelio (2Tes 2,4): Aleluya. Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Aleluya.


Texto del Evangelio (Lc 18,1-8): En aquel tiempo, Jesús les propuso una parábola para inculcarles que es preciso orar siempre sin desfallecer. «Había un juez en una ciudad, que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: ‘¡Hazme justicia contra mi adversario!’. Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que no venga continuamente a importunarme’».

Dijo, pues, el Señor: «Oíd lo que dice el juez injusto; y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a Él día y noche, y les hace esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?».





«Es preciso orar siempre sin desfallecer»

+ Rev. D. Joan FARRÉS i Llarisó

(Rubí, Barcelona, España)


Hoy, en los últimos días del año litúrgico, Jesús nos exhorta a orar, a dirigirnos a Dios. Podemos pensar cómo los padres y madres de familia esperan que —¡todos los días!— sus hijos les digan algo, que les muestren su afecto amoroso.


Dios, que es Padre de todos, también lo espera. Jesús nos lo dice muchas veces en el Evangelio, y sabemos que hablar con Dios es hacer oración. La oración es la voz de la fe, de nuestra creencia en Él, también de nuestra confianza, y ojalá fuera también siempre manifestación de nuestro amor.


A fin de que nuestra oración sea perseverante y confiada, dice san Lucas, que «Jesús les propuso una parábola para inculcarles que es preciso orar siempre sin desfallecer» (Lc 18,1). Sabemos que la oración se puede hacer alabando al Señor o dando gracias, o reconociendo la propia debilidad humana —el pecado—, implorando la misericordia de Dios, pero la mayoría de las veces será de petición de alguna gracia o favor. Y, aunque no se consiga de momento lo que se pide, sólo el poder dirigirse a Dios, el hecho de poder contarle a ese Alguien la pena o la preocupación, ya será la consecución de algo, y seguramente —aunque no de inmediato, sino en el tiempo—, obtendrá respuesta, porque «Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a Él día y noche (...)?» (Lc 18,7).


San Juan Clímaco, a propósito de esta parábola evangélica, dice que «aquel juez que no temía a Dios, cede ante la insistencia de la viuda para no tener más la pesadez de escucharla. Dios hará justicia al alma, viuda de Él por el pecado, frente al cuerpo, su primer enemigo, y frente a los demonios, sus adversarios invisibles. El Divino Comerciante sabrá intercambiar bien nuestras buenas mercancías, poner a disposición sus grandes bienes con amorosa solicitud y estar pronto a acoger nuestras súplicas».


Perseverancia en orar, confianza en Dios. Decía Tertuliano que «sólo la oración vence a Dios».

El Papa a periodistas: Recuerden que la Iglesia no es una organización política


 

El Papa a periodistas: Recuerden que la Iglesia no es una organización política

POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa

Foto: Mercedes De La Torre / ACI Prensa



El Papa Francisco recibió a algunos periodistas acreditados en la oficina de prensa de la Santa Sede en la Sala del Consistorio este 13 de noviembre a quienes les recordó que “la Iglesia no es una organización política que tiene en su interior ‘derecha e izquierda’ como ocurre en los Parlamentos”.

El motivo de la inusual audiencia fue por la entrega del reconocimiento de la “Orden de Pío IX” a dos periodistas vaticanistas veteranos: la mexicana Valentina Alazraki y el ítalo-estadounidense Philip Pullella.

En la emotiva ceremonia participaron también los familiares de los periodistas que recibieron la condecoración de la “Gran Cruz del Orden Piano”, algunos funcionarios de la Santa Sede y cuatro Cardenales: el prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Cardenal Marc Ouellet; el presidente emérito del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, el Cardenal mexicano Javier Lozano Barragán; el presidente emérito de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vativano, Cardenal Giuseppe Bertello y el delegado Especial de la Orden de Malta, Cardenal Silvano Maria Tomasi.

Antes de que el Santo Padre pronunciara su discurso. Los dos periodistas dirigieron unas palabras a los presentes de agradecimiento. Alazraki recordó con cariño anécdotas con San Juan Pablo II, mencionó uno a uno a sus familiares y destacó con algunos ejemplos lo difícil que es en ocasiones el conciliar la labor de periodista que cubre el Vaticano con la vida personal familiar.

Por su parte, Pullella relató que nació en Italia y se trasladó con su familia a los Estados Unidos de muy pequeño y subrayó las dificultades que viven algunas familias de migrantes.

En su discurso el Santo Padre recomendó a los periodistas “escuchar, profundizar y contar” y agradeció a los periodistas presentes por el trabajo que realizan “gracias por su búsqueda de la verdad, porque sólo la verdad nos hace libres”, advirtió.

Asimismo, el Santo Padre señaló “por favor, recuerden que la Iglesia no es una organización política que tiene en su interior ‘derecha e izquierda’, como ocurre en los Parlamentos. A veces, lamentablemente, se reduce a esto en nuestras consideraciones, con algunas raíces en la realidad. Pero no, la Iglesia no es esto. No es una gran empresa multinacional dirigida por directivos que estudian en la mesa cómo vender mejor su producto”.

En esta línea, el Papa explicó que “la Iglesia no se ‘auto-construye’ sobre la base de su propio proyecto, no saca de sí misma la fuerza para seguir adelante, no vive de estrategias de mercadotecnia” y agregó que “cada vez que cae en esta tentación mundana -y ha caído muchas veces-, la Iglesia, sin darse cuenta, cree tener una luz propia y olvida que es el ‘mysterium lunae’ del que hablaban los Padres de los primeros siglos -es decir, la Iglesia sólo es auténtica a la luz de Otro, como la luna-, y así su acción pierde vigor y no sirve para nada”.

“La Iglesia, formada por hombres y mujeres pecadores como todos, ha nacido y existe para reflejar la luz de Otro, la luz de Jesús, como la luna lo hace con el sol. La Iglesia existe para llevar la palabra de Jesús al mundo y hacer posible hoy el encuentro con Jesús vivo, haciéndose vehículo de su abrazo de misericordia ofrecido a todos”, concluyó el Papa.

Al finalizar, el Santo Padre saludó personalmente de mano a todas las personas presentes en esta audiencia. Antes de ingresar al palacio apostólico vaticano, los guardias suizos verificaron el Green pass de cada invitado.

FELIZ FIN DE SEMANA





 

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...