lunes, 20 de julio de 2020

SOLO SEMILLAS


Solo semillas



Solo semillasCuentan que un joven paseaba una vez por una ciudad desconocida, cuando, de pronto, se encontró con un comercio sobre cuya marquesina se leía un extraño rótulo: "La Felicidad".

Al entrar descubrió que, tras los mostradores, quienes despachaban eran ángeles. Y, medio asustado, se acercó a uno de ellos y le preguntó.

- "Por favor, ¿qué venden aquí ustedes?"

- "¿Aquí? -respondió el ángel-. Aquí vendemos absolutamente de todo".

"¡Ah! - dijo asombrado el joven -. Sírvanme entonces el fin de todas las guerras del mundo; muchas toneladas de amor entre los hombres; un gran bidón de comprensión entre las familias; más tiempo de los padres para jugar con sus hijos..."

Y así prosiguió hasta que el ángel, muy respetuoso, le cortó la palabra y le dijo: "Perdone usted, señor. Creo que no me he explicado bien. Aquí no vendemos frutos, sino semillas."

IMÁGENES DE JESÚS DE NAZARET - EL SEMBRADOR








DIOS SIEMPRE LLEGA A TIEMPO



Dios siempre llega a tiempo



tiempo de volver a DiosTodos los Domingos por la tarde, después de la misa matinal en la iglesia, el sacerdote y su sobrino de 11 años iban a repartir boletines por el pueblo a cada persona que veían. Estos boletines contenían información sobre lo mucho que nos ama Dios y sobre la importancia de ser católico. Este Domingo en particular, cuando llegó la hora de repartir los boletines, el tiempo estaba desapacible, la temperatura era baja y además empezaba a lloviznar. El niño se abrigó para el frío y le dijo a su tío:, 'Estoy listo'.

Su Tío, el sacerdote, le contestó: '¿Listo para qué?'

'Tío, es hora de ir a repartir nuestros boletines.'

El tío respondió, 'Hace mucho frío y está lloviznando.'

El niño miró sorprendido a su tío y le dijo, 'Pero la gente necesita saber de Dios aún en los días lluviosos.'

El sacerdote le contestó , 'Yo no voy a salir con este tiempo.'

Con desespero, el niño dijo, '¿puedo ir yo solo, por favor?'  Su tío titubeó por un momento y luego dijo, 'De acuerdo, vete si quieres, pero ten cuidado. Aquí tienes los boletines.'

'Gracias tío!' Y con esto, el niño se fue a pesar de la lluvia. Caminó por todas las calles del pueblo, repartiendo los boletines a las personas que veía.

Después de 2 horas caminando y teniendo en su mano el último boletín, se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quien dárselo, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces, se acercó hacia la primera casa que vio, tocó el timbre varias veces y esperó, pero nadie salió.

Finalmente, el niño se giró para irse, pero vio luz dentro de la casa. Por ello, volvió a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Él seguía esperando, algo lo aguantaba ahí frente a la puerta. Tocó nuevamente el timbre y esta vez la puerta se abrió suavemente.

Salió una señora con una mirada muy triste y suavemente le preguntó, '¿Qué puedo hacer por ti, hijo?'

Con unos ojos radiantes y una sonrisa que le cortaba las palabras, el niño dijo, 'Señora, siento molestarla, pero sólo quiero decirle que DIOS REALMENTE LA AMA y vine para darle mi último boletín, que habla sobre DIOS y SU GRAN AMOR. El niño le dio el boletín y se fue.

Ella solo dijo, 'GRACIAS, HIJO, y que DIOS te bendiga.'

El siguiente domingo por la mañana, el sacerdote estaba en el púlpito y cuando comenzó la misa preguntó, '¿Alguien tiene un testimonio o algo que quiera compartir?.

Suavemente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando empezó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos:

'Nadie en esta iglesia me conoce. Nunca había estado aquí, incluso todavía el domingo pasado no era Cristiana. Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. El domingo pasado fue un dia particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi corazón. Ese día llegué al final del camino, ya que no tenía esperanza alguna ni ganas de vivir. Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré y aseguré bien un extremo de la soga a las vigas del techo; entonces me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. Parada en la silla, tan sola y con el corazón destrozado, estaba a punto de tirarme cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre de la puerta. Entonces pensé, 'Esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá'.

Yo esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más insistente, y luego la persona comenzó a golpear la puerta con fuerza.

Entonces me pregunté, ¿quien podrá ser? Jamás nadie toca mi puerta ni vienen a verme! Por pura curiosidad, quise saber quién era, por lo que solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez con mayor insistencia.

Cuando abrí la puerta no podía creer lo que veían mis ojos. Frente a mi puerta estaba el más radiante y angelical niño que jamás había visto. Su sonrisa, ohhh, ¡nunca podré describirla! Las palabras que salieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida, cuando dijo con voz de querubín , 'Señora , sólo quiero decirle que DIOS realmente la ama.'

'Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia , cerré mi puerta y leí cada palabra del boletín. Entonces fui al ático para quitar la silla y la soga. Ya no las necesitaría más. Como ven, ahora soy una hija feliz del REY. Como la dirección de la iglesia estaba en la parte de atrás del boletín, vine personalmente para decirle GRACIAS a ese pequeño ÁNGEL DE DIOS que llegó justo a tiempo y, de hecho, llegó para rescatar mi vida de una eternidad en el infierno.'

Todos lloraban en la iglesia. El sacerdote bajó del pulpito hasta el primer banco, donde estaba sentado el pequeño ángel; tomó a su sobrino en sus brazos y lloró incontrolablemente.

Probablemente la iglesia no volvió a tener un momento más emocionante y glorioso.

PAPA FRANCISCO SE REÚNE CON NIÑOS Y JÓVENES DEL CURSO DE VERANO EN EL VATICANO


Papa Francisco se reúne con niños y jóvenes del curso de verano en el Vaticano
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Play It S.S.D. a.r.l.



El Papa Francisco se reunió en la mañana de este 20 de julio con niños y jóvenes que participan en el curso de verano que se está llevando a cabo en el Vaticano.

El encuentro del Santo Padre duró una hora, desde las 9:00 a.m. a las 10:00 a.m. aproximadamente, según informó la oficina de prensa de la Santa Sede.

El Papa Francisco visitó a los niños mientras estaban desayunando en el atrio del Aula Pablo VI y “después de haber pasado por las mesas, el Papa visitó los espacios para los juegos colocados en el Aula y se detuvo con los participantes”.


Después, el Santo Padre se sentó y conversó con los niños a quienes animó a hacer nuevos amigos: “Las personas que solamente saben divertirse solas son egoístas, para divertirse es necesario estar juntos, con los amigos”, dijo el Papa, según indicó la nota vaticana.

Antes de volver a la Casa Santa Marta, el Papa Francisco saludó individualmente a los animadores y les agradeció por su trabajo.

La Gobernación del Vaticano organizó este curso de verano para los hijos de los empleados vaticanos, iniciativa que es animada por la comunidad salesiana del Vaticano.

Debido a las medidas sanitarias causadas por el COVID-19, el curso de verano pudo acoger un máximo de 100 participantes divididos en tres diferentes grupos de edades: de 5 a 7 años; de 8 a 10 y de 11 a 14.


El curso de verano (“Estate Ragazzi”) tiene por tema “Felicidad y Bienaventuranzas”. Comenzó el 6 de julio y terminará el viernes 31 de este mes.

El programa de actividades está compuesto por tiempo fraterno, juegos, deportes y momentos de oración.

El director de la comunidad salesiana del Vaticano y capellán de la Gendarmería y los Museos Vaticanos, P. Franco Fontana, señaló a Vatican News que buscan que sea “una ocasión para redescubrir la belleza de la vida comunitaria, que es la experiencia del ser Iglesia, donde cada uno puede sentirse bienvenido y aprender a su vez a acoger a los otros”.

ESTAMPAS CON ORACIONES AL DIVINO NIÑO JESÚS DE COLOMBIA




7 COSAS QUE NO SABÍAS SOBRE LA DEVOCIÓN AL DIVINO NIÑO JESÚS DE COLOMBIA


7 cosas que no sabías sobre la devoción al Divino Niño
Redacción ACI Prensa






Si bien la Iglesia Universal celebra la Fiesta del Divino Niño en el mes de septiembre, Colombia festeja a lo grande esta querida devoción el 20 de julio , cuya historia se remonta a los tiempos del mismo Cristo.

Aquí presentamos 7 cosas que quizás no conocías sobre la devoción al Divino Niño:

1. La confianza hacia el Divino Niño está fundada en la Biblia

El objetivo de esta devoción es transformarnos para ser cada vez más como Jesús, reconocer nuestra pequeñez y depender de Dios como niños, tal como lo indica Mateo 18,3.

“Yo os aseguro: si no cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos”. 

En evangelio de Juan, Cristo también invita a que confiemos en Él:

“Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”. (Juan 14,13)

2. Es una devoción muy antigua entre los católicos

Antiguos narradores cuentan que la devoción al Divino Niño empezó en el Monte Carmelo (Israel) ya que según la tradición, Cristo iba con su frecuencia a ese lugar a pasear y a rezar con sus padres, José y María, y sus abuelos, San Joaquín y Santa Ana.

Los hombres que allí se reunían para orar le fueron tomando gran aprecio y cariño.

Después que el Redentor ascendió al cielo, quienes vivían en el Monte Carmelo siguieron recordando con gran cariño y devoción al Niño Jesús. Años más tarde, los Carmelitas extendieron esta devoción a todo el mundo. 

3. Varios santos difundieron la devoción

San Antonio de Padua y San Cayetano fueron muy devotos del Niño Jesús, y por eso se les ha retratado llevándolo en sus manos. Incluso el Divino Niño se le apareció en una ocasión a San Antonio de Padua. 

Otros santos que contribuyeron grandemente a difundir la devoción al Niño de Belén fueron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

4. “Por los méritos de la infancia de Jesús, nada te será negado”

En el año 1636, Jesús le hizo una promesa a una monja carmelita del convento de Beaune en Francia, conocida como la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento.

Cristo le dijo: “Todo lo que quieras pedir, pídemelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado”.

La monja, que falleció a los 29 años, recibió la misión de propagar especialmente la devoción a la divina infancia de Cristo.

5. Existen varias representaciones del Niño en el mundo entero

Desde hace unos 300 años la devoción al Niño Jesús se extendió rápidamente por Europa, América, Asia, África y Oceanía.

Entre las representaciones más conocidas se encuentran: El Niño Jesús de Praga, en Checoslovaquia; el Santo Niño de Atocha, en México; el Divino Niño de Arenzano, en Italia y el milagroso Niño Jesús de Bogotá en Colombia.


6. El P. Juan del Rizzo difundió esta devoción en Colombia

El sacerdote salesiano P. Juan del Rizzo llegó a Barranquilla (Colombia) en 1914 y con gran esfuerzo se dedicó a recaudar fondos para la construcción de un templo, aunque sin éxito. Entonces sintió que debía perdirle este milagro al Señor por los méritos de su infancia.

Desde entonces, el éxito del sacerdote fue extraordinario y se convirtió en un gran devoto del Divino Niño, dedicando su vida a la propagación de la devoción.

En 1935 el P. del Rizzo fue trasladado a Bogotá, donde providencialmente se encontró con una preciosa imagen del Divino Niño. Luego, se la llevó a los campos de la obra juvenil salesiana en el barrio 20 de julio.

De esta manera, los fieles empezaron a venerar la imagen como el Divino Niño, y son muchos los que hasta ahora dicen que al acogerse a esta advocación han obtenido muchos milagros y conversiones.

7. El P. del Rizzo dio a conocer 4 condiciones para obtener favores del Divino Niño

1°. Ofrecer la Santa Misa durante nueve domingos, confesarse y comulgar al menos en uno de ellos.

2°. Dar una libra de chocolate (o equivalente en dinero o en comida) a los pobres.

3°. Si la persona puede, que done víveres, o su equivalente en dinero, a las familias pobres.

4°. Propagar la devoción al Divino Niño narrando a otros los milagros que Él hace a sus devotos, repartiendo novenas, estampas y almanaques.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 20 DE JULIO DE 2020


Decimosexta Semana del Tiempo Ordinario - Año Par
Lunes 20 de julio de 2020

“ Maestro, queremos ver un milagro tuyo ”


Primera lectura
Lectura de la profecía de Miqueas 6, 1-4. 6-8

Escuchad lo que dice el Señor,
el pleito del Señor con su pueblo.
«En pie, pleitea con las montañas,
que escuchen tu voz las colinas».
Escuchad, montañas, el pleito del Señor,
vosotros, inalterables cimientos de la tierra:
el Señor pleitea con su pueblo,
con Israel se querella.
«¿Pueblo mío, ¿qué te he hecho?,
¿en qué te he molestado?
¡Respóndeme!
Yo te saqué de Egipto
y te libré de la servidumbre.
Yo te envié a Moisés,
Aarón y María».
¿Con qué me presentaré al Señor
y me inclinaré ante el Dios excelso?
¿Me presentaré con holocaustos,
con terneros de un año?
¿Le agradarán al Señor mil bueyes,
miríadas de ríos de aceite?
¿Le ofreceré mi primogénito por mi falta,
el fruto de mis entrañas por mi pecado?
Hombre, se te ha hecho saber lo que es bueno,
lo que el Señor quiere de ti:
tan solo practicar el derecho,
amar la bondad,
y caminar humildemente con tu Dios.


Salmo
Sal 49, 5-6. 8-9. 16bc-17. 21 y 23 
R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios


«Congregadme a mis fieles,
que sellaron mi pacto con un sacrificio».
Proclame el cielo su justicia;
Dios en persona va a juzgar. R/.

«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mi.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños». R/.

«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.

«Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
El que me ofrece acción de gracias,
ese me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios». R/.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 12, 38-42

En aquel tiempo, algunos escribas y fariseos dijeron a Jesús:
«Maestro, queremos ver un milagro tuyo».
Él les contestó:
«Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo: pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».





Reflexión del Evangelio de hoy

 Te he explicado, hombre, lo que Dios desea de ti
El profeta Miqueas nos plantea, en esta lectura, un tema importante: la necesidad de hacer memoria. Su voz profética, rotunda y clara, invita al pueblo a recordar cómo la  presencia amorosa de  Dios ha ido conduciendo y acompañando su camino hacia una tierra de libertad y dignidad. Tener memoria supone tomar en cuenta que no partimos de cero, que tenemos raíces, origen, un fundamento sólido con el que contar, que no somos un punto a la deriva en el universo. Se nos brindan las coordenadas necesarias para conducirnos con sentido.

 El pueblo reacciona ante las palabras del profeta y quiere resarcirse ante Dios, pero desde sus propias categorías. No comprende que sólo desde una escucha verdadera es posible una respuesta lúcida, acertada. La escucha del deseo de Dios nos libra de concepciones erróneas en nuestra relación con Él. Poner el centro de interés de nuestra mirada en su modo de actuar, ilumina el culto adecuado con el que hemos de responder a su iniciativa y abrazar sus expectativas, que  nos abren el camino  seguro, confiable, para el desarrollo humano responsable y libre. De este modo, los criterios que configuran la existencia  se fraguan en referencia  a esta experiencia personal y colectiva del actuar de Dios,  descubierto en la verdad del corazón, en las circunstancias de la historia y en el propio itinerario vital. El profeta especifica en  diferentes niveles cuál es el culto que Dios desea recibir: respeto e integridad de vida, misericordia y sencilla humildad. Los sacrificios que surgen de trabajar por la justicia, la alabanza que brota de un corazón reconciliado.

Maestro, queremos ver un milagro tuyo
Jesús, en continuidad con la línea profética del Antiguo Testamento, no desaprovecha ninguna ocasión para indicar con total claridad las señales que revelan la presencia de Dios y del Reino. Nada parecido a los  sensacionalismos,  gestos grandilocuentes que parecen tener tanto poder de persuasión. Nada que ver con llamar la atención sobre sí mismo; bien al contrario, el único interés de Jesús se centra en  manifestar el verdadero rostro de Dios diluido entre tanto rito y culto, llenos de inercia y superficialidad.

Jesús apunta a la experiencia interior profunda, honesta, responsable, en múltiples ocasiones a lo largo de su vida pública. Esta fidelidad a la verdad del misterio de amor del Padre, ese amor gratuito, generoso, siempre anterior y primero, se convierte en la paradoja que sella al testigo con la contradicción. Rompe con los moldes que mantienen a Dios en un ámbito que no toca la realidad de la vida. La sintonía con la voluntad de Dios, término de un libre asentimiento, fruto de una seducción irrenunciable, se resuelve en acogida y confianza que nos transforma y transforma la realidad.

La predicación de Jonás restituyó la sensatez entre los habitantes de Nínive. La predicación de Jesús sana de raíz los deseos equivocados del ser humano, dándoles fundamento, sentido y finalidad. Y todo nace de la escucha que acoge y la gratitud que asiente en orden a la recreación de la persona y del mundo.

En los pasados meses, hemos vivido una situación inédita de confinamiento, alarma sanitaria que ha trastocado todos nuestros ritmos, también a nivel eclesial. Hemos intentado generar alternativas que cuidaran y mantuvieran los vínculos de hermandad, solidaridad y oración. La creatividad ha sido increíble y sus frutos muy positivos. Es un buen momento para valorar qué hemos echado de menos de nuestras celebraciones comunitarias. Es una oportunidad para revisar cómo hemos aprovechado este tiempo para afirmar la oración personal y familiar, para tomar el pulso de nuestra realidad eclesial con lucidez y esperanza, sin miedos ni justificaciones.

¿Soy consciente de la responsabilidad de ejercer la voz profética que no admite medianías con los criterios del Reino?
¿Vivo en lo sencillo una actitud agradecida, que acentúa lo positivo en los demás y lo convierte en bien- decir de los otros?




Sor Miria de Jesús Gómez O.P.
Monasterio Santísima Trinidad Orihuela

SANTORAL DE HOY LUNES 20 DE JULIO DE 2020

Margarita de Antioquía, SantaMargarita de Antioquía, Santa
Patrona de los nacimientos, 20 de julio
Aurelio, SantoAurelio, Santo
Obispo, 20 de julio
Luis Novarese, BeatoLuis Novarese, Beato
Sacerdote y Fundador, 20 de julio
Apolinar de Rávena, SantoApolinar de Rávena, Santo
Memoria Litúrgica, 20 de julio
Liberata, SantaLiberata, Santa
Virgen y Mártir, 20 Julio
Elías, SantoElías, Santo
Profeta, 20 de julio

¡FELIZ SEMANA!




domingo, 19 de julio de 2020

LA VIDA ES MÁS DE LO QUE SE VE



LA VIDA ES MÁS DE LO QUE SE VE


Por lo general, tendemos a buscar a Dios en lo espectacular y prodigioso, no en lo pequeño e insignificante. Por eso les resultaba difícil a los galileos creer a Jesús cuando les decía que Dios estaba ya actuando en el mundo. ¿Dónde se podía sentir su poder? ¿Dónde estaban las «señales extraordinarias» de las que hablaban los escritores apocalípticos?

Jesús tuvo que enseñarles a captar la presencia salvadora de Dios de otra manera. Les descubrió su gran convicción: la vida es más que lo que se ve. Mientras vamos viviendo de manera distraída sin captar nada especial, algo misterioso está sucediendo en el interior de la vida.

Con esa fe vivía Jesús: no podemos experimentar nada extraordinario, pero Dios está trabajando el mundo. Su fuerza es irresistible. Se necesita tiempo para ver el resultado final. Se necesita, sobre todo, fe y paciencia para mirar la vida hasta el fondo e intuir la acción secreta de Dios.

Tal vez la parábola que más les sorprendió fue la de la semilla de mostaza. Es la más pequeña de todas, como la cabeza de un alfiler, pero con el tiempo se convierte en un hermoso arbusto. Por abril, todos pueden ver bandadas de jilgueros cobijándose en sus ramas. Así es el «reino de Dios».

El desconcierto tuvo que ser general. No hablaban así los profetas. Ezequiel lo comparaba con un «cedro magnífico», plantado en una «montaña elevada y excelsa», que echaría un ramaje frondoso y serviría de cobijo a todos los pájaros y aves del cielo. Para Jesús, la verdadera metáfora de Dios no es el «cedro», que hace pensar en algo grandioso y poderoso, sino la «mostaza», que sugiere lo pequeño e insignificante.

Para seguir a Jesús no hay que soñar en cosas grandes. Es un error que sus seguidores busquen una Iglesia poderosa y fuerte que se imponga sobre los demás. El ideal no es el cedro encumbrado sobre una montaña alta, sino el arbusto de mostaza que crece junto a los caminos y acoge por abril a los jilgueros.

Dios no está en el éxito, el poder o la superioridad. Para descubrir su presencia salvadora, hemos de estar atentos a lo pequeño, lo ordinario y cotidiano. La vida no es solo lo que se ve. Es mucho más. Así pensaba Jesús.


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mt (13,24-43)

OTRAS TRES PALABRAS DEL REINO - REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 19 DE JULIO DE 2020


Otras tres parábolas del Reino



Sentado en una barca al borde del lago, Jesús continúa su enseñanza en parábolas. El domingo pasado, describió el origen del Reino: el Sembrador. Ahora hay que mirar el trigo que nace. Como miembros activos del Reino de Dios, buscaremos comprender desde el interior su crecimiento.

Se plantea una primera cuestión como pasó con los primeros cristianos: ¿Hasta dónde tolerará Dios la persecución de su pueblo? ¿Por qué tantos sufrimientos?... Los discípulos se acuerdan entonces de la parábola del trigo y la cizaña. El Maestro ya había previsto que en su crecimiento el Reino sería discreto como el trigo que germina, apenas visible, presente por todas partes pero nunca cumplido. Se acuerdan sobre todo de la no-violencia predicada por el Hijo de Dios.

El Creador eligió libremente dar tiempo a sus criaturas, según la primera lectura del libro de la Sabiduría: “tú, Señor, que dispones de la fuerza, juzgas con indulgencia, nos gobiernas con muchos detalles”. La vida de los discípulos, en todo eso, no tendrá descanso.

A veces se querrá arrancar la cizaña para que triunfe en seguida la justicia y la verdad: eso ha dado lugar a cruzadas, guerras de religión, algunas ex comunicaciones. Parece que la imposición de nuestros valores no es la mejor solución para establecer sólidamente el Reino de Dios.

Las dos parábolas que siguen invitan por otra parte a mucha humildad. El grano de mostaza parece irrisoriamente pequeño en el secreto de la tierra, como el Reino en sus inicios. Llegará a ser tan grande que un día todos los humanos se reunirán bajo las ramas de un árbol suficientemente grande para todos (ver Ezequiel 17, 23 et 31, 6).

La levadura es todavía más pequeña y humilde: se pierde totalmente al mezclarse con la pasta. En la medida en que se pierde en la harina, la transforma. Así ocurrirá con el Reino de los cielos.


* Padre Felipe Santos SDB

LA ORACIÓN DE LA SEMILLA


La Oración de la Semilla
Anoche me ocurrió algo curioso. En vez de soñar, recé.


Por: Claudio de Castro | Fuente: Catholic.net




Anoche me ocurrió algo curioso. En vez de soñar, recé.

Fue una oración diferente.

Soy una semilla Señor.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos.

La repetí una y otra vez, hasta que desperté.
No comprendí bien su significado hasta que reflexioné en esta parábola:

“Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?" Pero él le respondió: "Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas” (Lucas 13:6-9).

Entonces lo supe: "por sus frutos los conoceréis" (Mt 7,16).

Tomé papel, un bolígrafo y escribí.

“LA ORACIÓN DE LA SEMILLA”

He visto una semilla Señor,
que ha caído en la vereda del camino.
Tú la creaste.
¿Qué hace allí?

Espera la tierra fértil,
La lluvia del invierno
La brisa del verano.

Si no los encuentra,
¿dónde podrá germinar?

Un niño pasa cerca, pero no la ve.

El viento la mueve a su gusto,
de un lado a otro.

Debe germinar, y crecer
y dar frutos. Para eso la creaste.

Soy como esa semilla Señor.

El viento me lleva de un lado a otro
y aún no vivo, según tu voluntad.

Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos para ti.

Señor yo también quiero germinar y crecer.
Quisiera hacer tantas cosas y no puedo.

Reconozco mi inutilidad.
Sin ti, ¿qué puedo hacer?

Tú lo has dicho: “Sin mí no pueden nada”.
Y yo, sin ti, nada puedo.

Soy una semilla Señor.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos.

👉EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 19 DE JULIO DE 2020


 XVI Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)
Domingo 19 de Julio de 2020

“ Dejadlos crecer juntos ”


Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría 12, 13. 16-19

Fuera de ti no hay otro Dios que cuide de todo,
a quien tengas que demostrar que no juzgas injustamente.
Porque tu fuerza es el principio de la justicia
y tu señorío sobre todo te hace ser indulgente con todos.
Despliegas tu fuerza ante el que no cree en tu poder perfecto
y confundes la osadía de los que lo conocen.
Pero tú, dueño del poder, juzgas con moderación
y nos gobiernas con mucha indulgencia,
porque haces uso de tu poder cuando quieres.
Actuando así, enseñaste a tu pueblo
que el justo debe ser humano
y diste a tus hijos una buena esperanza,
pues concedes el arrepentimiento a los pecadores.



Salmo
Sal 85, 5-6. 9-10. 15-16a R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente.

Tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende la voz de mi súplica. R/.

Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios». R/.

Pero tú, Señor,
Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 26-27

Hermanos:
El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.
Y el que escruta los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 24-30

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo:
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
“Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”.
Él les dijo:
“Un enemigo lo ha hecho”.
Los criados le preguntan:
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”.
Pero él les respondió:
“No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».





“ Dejadlos crecer juntos ”



Avanza el mes de julio. La atención de medio mundo está puesta en la pandemia del coronavirus, que en algunos rincones del planeta está en su punto más álgido, y en otros amenaza con peligrosos rebrotes… Lloramos a quienes se fueron o han sufrido la enfermedad y miramos con miedo esa crisis económica de la que avisan, y que repercutirá directamente en muchos hogares, quizás en los nuestros, y seguro que en los de los más débiles. Como siempre...

La realidad, cuando nos asusta, despierta en nosotros lo peor que guardamos dentro. Es como si necesitáramos encontrar culpables, no solo en la esfera pública sino también en nuestro entorno más cercano. El mal humor o el enfado, en ocasiones empujan a la crispación o al odio, tantas veces alentado desde las sombras más oscuras.

Nos rodea el mal, y hay momentos en que lo percibimos de una forma casi evidente: en el misterio de un virus tan pequeño y cruel, en las relaciones sociales tensas e interesadas, en la desesperanza que nos ciega para mirar al futuro. Convivimos con el mal y no sabemos cómo abordarlo.

Nadie, a lo largo de los siglos, ha logrado una explicación convincente sobre su origen: filósofos, teólogos o las distintas ramas del saber humano lo han intentado. Tampoco el Evangelio da una respuesta sobre su procedencia. Pero sí nos da claves para saber convivir con él. La comunidad de Mateo, cincuenta años después de la Pascua, se sorprendía de que el Reino no triunfase sobre el mal y su poder. El libro de la Sabiduría (medio siglo antes) también se hacía preguntas similares… Jesús tiene una respuesta, para entonces y para ahora: deben convivir juntos. Pues aunque el mal tiene efectos evidentes, el Reino de Dios crece desde lo pequeño y sin hacer ruido: esas semillas no se perderán sino que crecerán a su tiempo.


Fr. Javier Garzón Garzón
Convento Santo Tomás de Aquino - 'El Olivar' (Madrid)

PAPA FRANCISCO: EL DIABLO QUIERE OBSTACULIZAR LA OBRA DE SALVACIÓN DE DIOS


Papa Francisco: El diablo quiere obstaculizar la obra de salvación de Dios
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco advirtió que la intención del diablo es “obstaculizar la obra de salvación” de Dios, y pidió no precipitarse ante las personas malvadas y tener “paciencia” y “misericordia” con ellas para darles la oportunidad de convertirse.

En la reflexión previa al rezo del Ángelus este domingo 19 de julio en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Pontífice explicó el Evangelio del día en el que se narra la parábola de la cizaña y el trigo. Es una parábola que habla “sobre el Reino de los cielos”.

Por medio de esta parábola, Jesús “nos hace conocer la paciencia de Dios, abriendo nuestro corazón a la esperanza. Jesús cuenta que, en el campo en el que se ha sembrado la semilla buena, brota también la cizaña, un término que resume todas las malas hierbas, que infestan el terreno”.


“Los siervos van donde el amo para saber de dónde viene la cizaña, y él responde: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Ellos quieren ir enseguida a arrancarla”. Sin embargo, “el amo dice que no, porque se corre el riesgo de arrancar el trigo junto a las malas hierbas. Es necesario esperar el momento de la cosecha: solo entonces se separan y la cizaña será quemada”.

Francisco subrayó que “en esta parábola se puede leer una visión de la historia: Junto a Dios (el amo del campo) que esparce siempre y solo semilla buena, hay un adversario, que esparce la cizaña para obstaculizar el crecimiento del trigo”.

“El amo actúa abiertamente, a la luz del sol, y su propósito es una buena cosecha; el otro, sin embargo, aprovecha la oscuridad de la noche y obra por envidia, por hostilidad, para arruinar todo. El adversario tiene un nombre: es el diablo, el opositor de Dios por antonomasia”.

La intención del diablo, afirmó el Santo Padre, “es obstaculizar la obra de salvación, para que el Reino de Dios sea obstaculizado por trabajadores injustos, sembradores de escándalos”.

De hecho, “la buena semilla y la cizaña no representan el bien y el mal de forma abstracta, sino a nosotros los seres humanos, que podemos seguir a Dios o al diablo. La intención de los siervos es la de eliminar enseguida el mal, es decir a las personas malvadas, pero el amo es más sabio, ve más lejos: estos deben saber esperar, porque soportar las persecuciones y las hostilidades forma parte de la vocación cristiana”.

“El mal, por supuesto, debe ser rechazado, pero los malvados son personas con las que hay que tener paciencia. No se trata de esa tolerancia hipócrita que esconde ambigüedad, sino de la justicia mitigada por la misericordia”.

Subrayó que “si Jesús ha venido a buscar a los pecadores más que a los justos, a curar a los enfermos antes que, a los sanos, también nuestra acción como discípulos suyos debe estar dirigida no para suprimir a los malvados, sino para salvarlos”.

“Será Dios, y solo Él, quien premie a los buenos y castigue a los malvados”, finalizó el Papa Francisco su reflexión.
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