domingo, 19 de julio de 2020

LA VIDA ES MÁS DE LO QUE SE VE



LA VIDA ES MÁS DE LO QUE SE VE


Por lo general, tendemos a buscar a Dios en lo espectacular y prodigioso, no en lo pequeño e insignificante. Por eso les resultaba difícil a los galileos creer a Jesús cuando les decía que Dios estaba ya actuando en el mundo. ¿Dónde se podía sentir su poder? ¿Dónde estaban las «señales extraordinarias» de las que hablaban los escritores apocalípticos?

Jesús tuvo que enseñarles a captar la presencia salvadora de Dios de otra manera. Les descubrió su gran convicción: la vida es más que lo que se ve. Mientras vamos viviendo de manera distraída sin captar nada especial, algo misterioso está sucediendo en el interior de la vida.

Con esa fe vivía Jesús: no podemos experimentar nada extraordinario, pero Dios está trabajando el mundo. Su fuerza es irresistible. Se necesita tiempo para ver el resultado final. Se necesita, sobre todo, fe y paciencia para mirar la vida hasta el fondo e intuir la acción secreta de Dios.

Tal vez la parábola que más les sorprendió fue la de la semilla de mostaza. Es la más pequeña de todas, como la cabeza de un alfiler, pero con el tiempo se convierte en un hermoso arbusto. Por abril, todos pueden ver bandadas de jilgueros cobijándose en sus ramas. Así es el «reino de Dios».

El desconcierto tuvo que ser general. No hablaban así los profetas. Ezequiel lo comparaba con un «cedro magnífico», plantado en una «montaña elevada y excelsa», que echaría un ramaje frondoso y serviría de cobijo a todos los pájaros y aves del cielo. Para Jesús, la verdadera metáfora de Dios no es el «cedro», que hace pensar en algo grandioso y poderoso, sino la «mostaza», que sugiere lo pequeño e insignificante.

Para seguir a Jesús no hay que soñar en cosas grandes. Es un error que sus seguidores busquen una Iglesia poderosa y fuerte que se imponga sobre los demás. El ideal no es el cedro encumbrado sobre una montaña alta, sino el arbusto de mostaza que crece junto a los caminos y acoge por abril a los jilgueros.

Dios no está en el éxito, el poder o la superioridad. Para descubrir su presencia salvadora, hemos de estar atentos a lo pequeño, lo ordinario y cotidiano. La vida no es solo lo que se ve. Es mucho más. Así pensaba Jesús.


Evangelio Comentado por:
José Antonio Pagola
Mt (13,24-43)

OTRAS TRES PALABRAS DEL REINO - REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 19 DE JULIO DE 2020


Otras tres parábolas del Reino



Sentado en una barca al borde del lago, Jesús continúa su enseñanza en parábolas. El domingo pasado, describió el origen del Reino: el Sembrador. Ahora hay que mirar el trigo que nace. Como miembros activos del Reino de Dios, buscaremos comprender desde el interior su crecimiento.

Se plantea una primera cuestión como pasó con los primeros cristianos: ¿Hasta dónde tolerará Dios la persecución de su pueblo? ¿Por qué tantos sufrimientos?... Los discípulos se acuerdan entonces de la parábola del trigo y la cizaña. El Maestro ya había previsto que en su crecimiento el Reino sería discreto como el trigo que germina, apenas visible, presente por todas partes pero nunca cumplido. Se acuerdan sobre todo de la no-violencia predicada por el Hijo de Dios.

El Creador eligió libremente dar tiempo a sus criaturas, según la primera lectura del libro de la Sabiduría: “tú, Señor, que dispones de la fuerza, juzgas con indulgencia, nos gobiernas con muchos detalles”. La vida de los discípulos, en todo eso, no tendrá descanso.

A veces se querrá arrancar la cizaña para que triunfe en seguida la justicia y la verdad: eso ha dado lugar a cruzadas, guerras de religión, algunas ex comunicaciones. Parece que la imposición de nuestros valores no es la mejor solución para establecer sólidamente el Reino de Dios.

Las dos parábolas que siguen invitan por otra parte a mucha humildad. El grano de mostaza parece irrisoriamente pequeño en el secreto de la tierra, como el Reino en sus inicios. Llegará a ser tan grande que un día todos los humanos se reunirán bajo las ramas de un árbol suficientemente grande para todos (ver Ezequiel 17, 23 et 31, 6).

La levadura es todavía más pequeña y humilde: se pierde totalmente al mezclarse con la pasta. En la medida en que se pierde en la harina, la transforma. Así ocurrirá con el Reino de los cielos.


* Padre Felipe Santos SDB

LA ORACIÓN DE LA SEMILLA


La Oración de la Semilla
Anoche me ocurrió algo curioso. En vez de soñar, recé.


Por: Claudio de Castro | Fuente: Catholic.net




Anoche me ocurrió algo curioso. En vez de soñar, recé.

Fue una oración diferente.

Soy una semilla Señor.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos.

La repetí una y otra vez, hasta que desperté.
No comprendí bien su significado hasta que reflexioné en esta parábola:

“Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: "Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?" Pero él le respondió: "Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas” (Lucas 13:6-9).

Entonces lo supe: "por sus frutos los conoceréis" (Mt 7,16).

Tomé papel, un bolígrafo y escribí.

“LA ORACIÓN DE LA SEMILLA”

He visto una semilla Señor,
que ha caído en la vereda del camino.
Tú la creaste.
¿Qué hace allí?

Espera la tierra fértil,
La lluvia del invierno
La brisa del verano.

Si no los encuentra,
¿dónde podrá germinar?

Un niño pasa cerca, pero no la ve.

El viento la mueve a su gusto,
de un lado a otro.

Debe germinar, y crecer
y dar frutos. Para eso la creaste.

Soy como esa semilla Señor.

El viento me lleva de un lado a otro
y aún no vivo, según tu voluntad.

Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos para ti.

Señor yo también quiero germinar y crecer.
Quisiera hacer tantas cosas y no puedo.

Reconozco mi inutilidad.
Sin ti, ¿qué puedo hacer?

Tú lo has dicho: “Sin mí no pueden nada”.
Y yo, sin ti, nada puedo.

Soy una semilla Señor.
Siémbrame en tu Corazón,
para que pueda germinar
y dar frutos.

👉EL EVANGELIO DE HOY DOMINGO 19 DE JULIO DE 2020


 XVI Domingo del tiempo ordinario
Año litúrgico 2019 - 2020 - (Ciclo A)
Domingo 19 de Julio de 2020

“ Dejadlos crecer juntos ”


Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría 12, 13. 16-19

Fuera de ti no hay otro Dios que cuide de todo,
a quien tengas que demostrar que no juzgas injustamente.
Porque tu fuerza es el principio de la justicia
y tu señorío sobre todo te hace ser indulgente con todos.
Despliegas tu fuerza ante el que no cree en tu poder perfecto
y confundes la osadía de los que lo conocen.
Pero tú, dueño del poder, juzgas con moderación
y nos gobiernas con mucha indulgencia,
porque haces uso de tu poder cuando quieres.
Actuando así, enseñaste a tu pueblo
que el justo debe ser humano
y diste a tus hijos una buena esperanza,
pues concedes el arrepentimiento a los pecadores.



Salmo
Sal 85, 5-6. 9-10. 15-16a R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente.

Tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende la voz de mi súplica. R/.

Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios». R/.

Pero tú, Señor,
Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí. R/.


Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 26-27

Hermanos:
El Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad, pues nosotros no sabemos pedir como conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.
Y el que escruta los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, y que su intercesión por los santos es según Dios.


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 24-30

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo:
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
“Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”.
Él les dijo:
“Un enemigo lo ha hecho”.
Los criados le preguntan:
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”.
Pero él les respondió:
“No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».





“ Dejadlos crecer juntos ”



Avanza el mes de julio. La atención de medio mundo está puesta en la pandemia del coronavirus, que en algunos rincones del planeta está en su punto más álgido, y en otros amenaza con peligrosos rebrotes… Lloramos a quienes se fueron o han sufrido la enfermedad y miramos con miedo esa crisis económica de la que avisan, y que repercutirá directamente en muchos hogares, quizás en los nuestros, y seguro que en los de los más débiles. Como siempre...

La realidad, cuando nos asusta, despierta en nosotros lo peor que guardamos dentro. Es como si necesitáramos encontrar culpables, no solo en la esfera pública sino también en nuestro entorno más cercano. El mal humor o el enfado, en ocasiones empujan a la crispación o al odio, tantas veces alentado desde las sombras más oscuras.

Nos rodea el mal, y hay momentos en que lo percibimos de una forma casi evidente: en el misterio de un virus tan pequeño y cruel, en las relaciones sociales tensas e interesadas, en la desesperanza que nos ciega para mirar al futuro. Convivimos con el mal y no sabemos cómo abordarlo.

Nadie, a lo largo de los siglos, ha logrado una explicación convincente sobre su origen: filósofos, teólogos o las distintas ramas del saber humano lo han intentado. Tampoco el Evangelio da una respuesta sobre su procedencia. Pero sí nos da claves para saber convivir con él. La comunidad de Mateo, cincuenta años después de la Pascua, se sorprendía de que el Reino no triunfase sobre el mal y su poder. El libro de la Sabiduría (medio siglo antes) también se hacía preguntas similares… Jesús tiene una respuesta, para entonces y para ahora: deben convivir juntos. Pues aunque el mal tiene efectos evidentes, el Reino de Dios crece desde lo pequeño y sin hacer ruido: esas semillas no se perderán sino que crecerán a su tiempo.


Fr. Javier Garzón Garzón
Convento Santo Tomás de Aquino - 'El Olivar' (Madrid)

PAPA FRANCISCO: EL DIABLO QUIERE OBSTACULIZAR LA OBRA DE SALVACIÓN DE DIOS


Papa Francisco: El diablo quiere obstaculizar la obra de salvación de Dios
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco advirtió que la intención del diablo es “obstaculizar la obra de salvación” de Dios, y pidió no precipitarse ante las personas malvadas y tener “paciencia” y “misericordia” con ellas para darles la oportunidad de convertirse.

En la reflexión previa al rezo del Ángelus este domingo 19 de julio en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Pontífice explicó el Evangelio del día en el que se narra la parábola de la cizaña y el trigo. Es una parábola que habla “sobre el Reino de los cielos”.

Por medio de esta parábola, Jesús “nos hace conocer la paciencia de Dios, abriendo nuestro corazón a la esperanza. Jesús cuenta que, en el campo en el que se ha sembrado la semilla buena, brota también la cizaña, un término que resume todas las malas hierbas, que infestan el terreno”.


“Los siervos van donde el amo para saber de dónde viene la cizaña, y él responde: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Ellos quieren ir enseguida a arrancarla”. Sin embargo, “el amo dice que no, porque se corre el riesgo de arrancar el trigo junto a las malas hierbas. Es necesario esperar el momento de la cosecha: solo entonces se separan y la cizaña será quemada”.

Francisco subrayó que “en esta parábola se puede leer una visión de la historia: Junto a Dios (el amo del campo) que esparce siempre y solo semilla buena, hay un adversario, que esparce la cizaña para obstaculizar el crecimiento del trigo”.

“El amo actúa abiertamente, a la luz del sol, y su propósito es una buena cosecha; el otro, sin embargo, aprovecha la oscuridad de la noche y obra por envidia, por hostilidad, para arruinar todo. El adversario tiene un nombre: es el diablo, el opositor de Dios por antonomasia”.

La intención del diablo, afirmó el Santo Padre, “es obstaculizar la obra de salvación, para que el Reino de Dios sea obstaculizado por trabajadores injustos, sembradores de escándalos”.

De hecho, “la buena semilla y la cizaña no representan el bien y el mal de forma abstracta, sino a nosotros los seres humanos, que podemos seguir a Dios o al diablo. La intención de los siervos es la de eliminar enseguida el mal, es decir a las personas malvadas, pero el amo es más sabio, ve más lejos: estos deben saber esperar, porque soportar las persecuciones y las hostilidades forma parte de la vocación cristiana”.

“El mal, por supuesto, debe ser rechazado, pero los malvados son personas con las que hay que tener paciencia. No se trata de esa tolerancia hipócrita que esconde ambigüedad, sino de la justicia mitigada por la misericordia”.

Subrayó que “si Jesús ha venido a buscar a los pecadores más que a los justos, a curar a los enfermos antes que, a los sanos, también nuestra acción como discípulos suyos debe estar dirigida no para suprimir a los malvados, sino para salvarlos”.

“Será Dios, y solo Él, quien premie a los buenos y castigue a los malvados”, finalizó el Papa Francisco su reflexión.

SANTORAL DE HOY DOMINGO 19 DE JULIO DE 2020

Arsenio, SantoArsenio, Santo
Anacoreta, 19 de julio
Macrina la Joven, SantaMacrina la Joven, Santa
Virgen, 19 de julio
Pedro Crisci de Foligno, SantoPedro Crisci de Foligno, Santo
Penitente, 19 de julio
Hermann Stepien, BeatoHermann Stepien, Beato
Sacerdote y Mártir, 19 de julio
Aquiles Puchala, BeatoAquiles Puchala, Beato
Sacerdote y Mártir, 19 de julio
Stilla de Abenberg, BeataStilla de Abenberg, Beata
Virgen, 19 de julio
Áurea de Córdoba, SantaÁurea de Córdoba, Santa
Virgen y Mártir, 19 de julio
Simaco, SantoSimaco, Santo
LI Papa, 19 de julio
Epafras, SantoEpafras, Santo
Discípulo de San Pablo, 19 de julio
Juan (Guillermo) Plessington, SantoJuan (Guillermo) Plessington, Santo
Sacerdote y Mártir, 19 de julio

❤FELIZ DOMINGO❤




jueves, 16 de julio de 2020

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN - ADVOCACIÓN MARIANA - 16 DE JULIO



Nuestra Señora del Carmen
16 de Julio



Es la advocación de la Virgen como Patrona de la familia carmelitana. La Sagrada Escritura celebra la belleza del monte Carmelo, donde el profeta Elías, en el siglo IX antes de Cristo, defendió la pureza de la fe de Israel en el Dios vivo, en contra del culto a Baal. En el siglo XII, algunos eremitas se retiraron a aquel monte, constituyendo más tarde una Orden dedicada a la vida contemplativa, bajo el patrocinio de la Virgen María. Según la tradición, en este día la Virgen entregó el popular escapulario del Carmen a San Simón Stock. Además, bajo este título celebramos a la Virgen como guía de los navegantes, consuelo de los afligidos, fortaleza de los moribundos en su agonía, intercesora nuestra en el tránsito de la muerte, auxilio de las almas del purgatorio.


Oración: Te suplicamos, Señor, que la poderosa intercesión de la Virgen María, en su advocación del monte Carmelo, nos ayude y nos haga llegar hasta Cristo, monte de salvación. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIONES A LA VIRGEN DEL CARMEN




SÚPLICA PARA TIEMPOS DIFÍCILES

"Tengo mil dificultades: ayúdame. 
De los enemigos del alma: sálvame. 
En mis desaciertos: ilumíname. 
En mis dudas y penas: confórtame. 

En mis enfermedades: fortaléceme. 
Cuando me desprecien: anímame. 
En las tentaciones: defiéndeme. 
En horas difíciles: consuélame. 
Con tu corazón maternal: ámame. 
Con tu inmenso poder: protégeme. 
Y en tus brazos al expirar: recíbeme. 
Virgen del Carmen, ruega por nosotros. 
Amén."



ACCIÓN DE GRACIAS Y OFRECIMIENTO

¡Oh Virgen Santa del Carmen! Jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, ya que nada te podemos dar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su amor, y toda nuestra vida, que queremos emplear en el amor y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la fe, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu amor y devoción. Amen.




GOZOS A LA VIRGEN DEL CARMEN

Prodigioso y admirable 
Imán de nuestro desvelo; 
Nubecilla del Carmelo, 
Sednos protectora y Madre.Salve, Reina de los, cielos,
De misericordia Madre,
Vida y dulzura divina;
Esperanza nuestra, Salve; 
Nubecilla etc.Dios te Salve, Templo hermoso 
Del divino Verbo en carne, 
Sálvete Dios, Madre Virgen, 
Pues eres Virgen y Madre; 
Nubecilla etc.Volvednos, Madre piadosa, 
Vuestros ojos admirables,
Y mirad por vuestros hijos,
Pues que sois piadosa Madre; 
Nubecilla etc.Socorrednos, pues escucha
Que en las penas y combates
A ti suspiramos todos 
En este lloroso valle;
Nubecilla etc.Mostradnos a vuestro Hijo
De Josafat en el Valle, 
Piadoso, pues que nació
De ese cristal admirable;
Nubecilla etc.Rogad por vuestros devotos
A la bondad inefable;
Pues murió para salvarnos,
Por su clemencia nos salve; 
Nubecilla del Carmelo,
Sednos protectora y Madre.

V. Ruega por nos, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.


ORACIÓN

Oh Dios, que adornaste a la Orden de la Beatísima siempre Virgen y Madre tuya María con el singular título del Carmelo: concede propicio que escudados con los auxilios de aquella cuya conmemoración celebramos, seamos dignos de llegar a los gozos eternos. Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea.

Concluir cada día con tres avemarías.

ORACIÓN A DIOS!!!


Oración a Dios
Creo Señor, que eres mi Padre...
Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net





Te adoro Dios mío y te amo
con todo el corazón
Te doy gracias por haberme creado,
llamado a la fe católica
y conservado durante esta noche.

Te ofrezco el día que comienza
para que en todo momento
cumpla con tu voluntad
y sepa darte gloria.

Líbrame del pecado y de todo mal.
Que tu gracia esté siempre conmigo
y con todos los que amo.

Amén.

EL EVANGELIO DE HOY JUEVES 16 DE JULIO DE 2020 - NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN


Decimoquinta semana del Tiempo Ordinario - Año Par
 Hoy es: Nuestra Señora del Carmen (16 de Julio)


“ Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados ”


Primera lectura
Lectura del libro de Isaías 26, 7-9. 12. 16-19

La senda del justo es recta.
Tú allanas el sendero del justo;
en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos
ansiando tu nombre y tu recuerdo.
Mi alma te ansía de noche,
mi espíritu en mi interior madruga por ti,
porque tus juicios son luz de la tierra,
y aprenden ¡a justicia los habitantes del orbe.
Señor, tú nos darás la paz,
porque todas nuestras empresas
nos las realizas tú.
Señor, en la angustia acudieron a ti,
susurraban plegarias cuando los castigaste.
Como la embarazada cuando le llega el parto
se retuerce y grita de dolor,
así estábamos en tu presencia, Señor:
concebimos, nos retorcimos, dimos a luz… viento;
nada hicimos por salvar el país,
ni nacieron habitantes en el mundo.
¡Revivirán tus muertos,
resurgirán nuestros cadáveres,
despertarán jubilosos los que habitan en el polvo!
Pues rocío de luz es tu rocío,
que harás caer sobre la tierra de las sombras.


Salmo
Sal 101, 13-14 y 15. 16-18. 19-21 R/. 
El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.


Tú permaneces para siempre,
y tu nombre de generación en generación.
Levántate y ten misericordia de Sión,
que ya es hora y tiempo de misericordia.
Tus siervos aman sus piedras,
se compadecen de sus ruinas. R/.

Los gentiles temerán tu nombre,
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R/.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R/.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 28-30

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».




Reflexión del Evangelio de hoy
"En la senda de tus juicios, Señor, te esperamos"

La primera lectura que nos presenta la liturgia pertenece a los capítulos llamados apocalípticos de la primera parte del libro del profeta Isaías(Is 24-27). Estos pasajes muestran ciertos rasgos visionarios, esperanzadores y suelen ir acompañados deoraciones, himnos y súplicas.

Isaías nos muestrauna reflexiónsobre el actuar de Dios en la historia de la salvación. Un actuar que en ocasiones se retrasa y lleva al ser humano a preguntarse acerca de las difíciles circunstancias por las que atraviesa: ¿porqué sufre el justo, el inocente, o por qué parece que los poderosos triunfan sobre los humildes y sencillos? El profeta se convierte en portavoz de la sabiduría del Dios de Israel para su pueblo. El que camina por la senda del Señor en su vida cotidiana y procede con justicia haciendo el bien a sus hermanos, transforma su camino en un sendero “llano” aunque no siempre lo advierta y le parezca que la espera no tiene sentido. El “juicio” de Dios se convierte en la luz que ansía el alma del justo sea en la noche o al despuntar el alba.

Que suerte la del pueblo que confía en el Señor y espera en sus mandatos. Solo Él es capaz de dar “éxito” a nuestras empresas y proyectos, solo Él es capaz de llenar nuestro mundo de lo que más desea: la paz. Todo aquel que se aleja del Señor, que no sigue su camino, por mucho que se esfuerce, e incluso que sufracomo la parturienta al dar a luz, solo es capaz de generar viento, humo. Pero Dios ama a todo ser humano y por eso convertirá la tierra estéril en tierra fértil, la tiniebla en luz, la muerte en vida.

"Mi yugo es llevadero y mi carga ligera"
El evangelio que leemos hoy es una auténtica delicia, un vaso de agua fresca para las personas cansadas, doloridas, que sufren en la vida las situaciones más complicadas y difíciles. También en momentos de pandemia, el recordar quién es Jesús y cómo libera nuestra vida de todo tipo de ataduras supone una mirada confiada en el porvenir.

Después de dar gracias a Dios que se revela a la gente sencilla y oculta el verdadero sentido de la vida a los que se creen sabios y entendidos, Jesús nos interpela de manera directa. Podríamos decir que apunta a nuestro interior, al corazón. En aquel tiempo, la expresión nos lleva a cualquier época y lugar, y en consecuencia también al ahora, al presente, donde Jesús nos invita a volvernos a Él con tres imperativos:

Venid a mí. El primero va dirigido a todas las personas que viven sobrecargadas en esta vida, en la cual el peso de las situaciones existenciales les agobia y no saben dónde acudir. Anhelan la paz, el bienestar o al menos un lugar dónde descansar. Jesús les dice que vayan a Él y encontraran esos brazos que sostienen, esas palabras que alivian el alma, ese bálsamo que todo lo cura. En Jesús encontrarán el auténtico descanso.

Cargad con mi yugo. Esta invitación entra en contradicción con la promesa de encontrar descanso, ¿cómo es posible descansar llevando un yugo? Jesús sale al paso de las posibles dudas e indecisiones afirmando que su yugo es llevadero y su carga ligera. El yugo en algunos textos mesopotámicos antiguos significaba el trabajo entendido como vocación. En este sentido el yugo-trabajo a pesar del cansancio es liviano porque responde a nuestras opciones. Sin embargo, en el AT, el término es sinónimo de sometimiento y esclavitud. Siguiendo la imagen del yugo llevado por dos animales (bueyes, mulas), Jesús nos puede estar diciendo que su yugo es más llevadero porque lo llevamos con Él. Él camina a nuestro lado, soporta nuestra carga, nos anima en el sendero, aligera nuestro desánimo, de ese modo nuestra carga personal, familiar, comunitaria o social se nos vuelve aceptable, capaz de ser transformada, se nos vuelve liviana.

Aprended de mí. El tercer imperativo también nos adentra en el desconcierto, no por el hecho de aprender de Jesús, el único Maestro, sino por lo que Él habla de sí mismo: soy manso y humilde de corazón. Actitudes que no dicen mucho a nuestra sociedad pero que en situaciones de vulnerabilidad como la que estamos viviendo nos hacen pensar que precisamente la mansedumbre y la humildad de corazón son las cualidades que nos ayudan a llevar el yugo cotidiano. Solo desde un corazón humilde y sencillo semejante al de Jesús, podemos superar cualquier crisis, cualquier adversidad, cuando aprendemos que dándonos y cuidando de otros, descansamos.

¿Estamos dispuestos/as a cargar con este yugo y aprender de Jesús?

Hoy es el día de la Virgen del Carmen, Reina de los mares, que ella nos ayude a calmar las tempestades de nuestra vida, y nos lleve a navegar en las aguas del Señor Jesús.


Hna. Carmen Román Martínez O.P.
Congregación de Santo Domingo

VATICANO PUBLICA MANUAL PARA GUIAR A OBISPOS ANTE DENUNCIAS DE ABUSO DE MENORES


Vaticano publica manual para guiar a obispos ante denuncias de abusos de menores
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Alexey Gotovskiy / ACI Prensa



La Congregación para la Doctrina de la Fe publicó este 16 de julio un “vademécum para los procesos de menores de edad por parte de clérigos” que es un “manual de instrucciones” para guiar a los obispos y a los superiores religiosos en el momento que reciben denuncias en casos de abuso de menores por parte de diáconos, presbíteros y obispos.

Según indicó la oficina de prensa de la Santa Sede, la solicitud de documento surgió tras la reunión sobre “la protección de menores en la Iglesia” que se llevó en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019 en la cual el Papa Francisco convocó a obispos y superiores generales y se remarcó la necesidad “de la unidad de los obispos en la aplicación de parámetros que tengan valor de normas y no solo de orientaciones”.

Hasta ahora este documento cuenta con 18 páginas y “queda abierto a futuras actualizaciones, también sobre la base de la legislación vigente”. Actualmente está disponible en italiano, español, inglés, francés, portugués y polaco y próximamente estará disponible también en alemán.

El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis F. Ladaria Ferrer, señaló que este “vademécum sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos nace de las numerosas solicitudes que han llegado a la Congregación para la Doctrina de la Fe por parte de Obispos, Ordinarios, Superiores de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, para disponer de un instrumento que les ayude en la delicada tarea de llevar correctamente los casos en los que están implicados diáconos, sacerdotes y obispos cuando son acusados de abusos a menores”.

En esta línea, el Cardenal Ladaria señaló que el Vademécum “fue escrito principalmente para ellos, así como para los juristas que les ayudan a tratar los casos” y explicó que “no es un texto normativo: no se promulga ninguna nueva ley, ni se emiten nuevas reglas”.


“Se trata, en cambio, de un ‘manual de instrucciones’, que tiene por objeto tomar la mano de quienes deben ocuparse concretamente de los casos de principio a fin, es decir, desde la primera noticia de un posible delito (notitia de delicto) hasta la conclusión final del caso (res iudicata)”, indicó.

De este modo, este texto utiliza fuentes jurídicas y también prácticas. En el plano normativo las principales referencias “son los Códigos vigentes, las normas sustantivas y procesales sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, promulgadas con el motu proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela (2001, actualizado en 2010 por Benedicto XVI), y el más reciente motu proprio Vos estis lux mundi (2019)”, explicó el Purpurado.

Además, junto a las normas citadas está “a práctica de la Congregación, madurada a lo largo de los años, en particular desde 2001, año de las primeras reglamentaciones dedicadas específicamente a los delitos más graves”, afirmó el Cardenal Ladaria quien agregó que este texto ha recibido “la contribución de numerosos canonistas, tanto internos como externos a la Congregación, de tribunales locales y de las diócesis que a lo largo de los años han llevado a cabo investigaciones y juicios bajo el mandato de la Congregación”.

De este modo, el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe señaló que el Vademécum se entrega hoy en su primera versión, llamada "1.0" ya que “es un número que prevé futuras actualizaciones”.

“Al ser un ‘manual’, tendrá que seguir cualquier evolución de las normas canónicas y adaptarse a ellas. También tendrá que responder a los nuevos desafíos que la experiencia ofrecerá al tratamiento jurídico de los casos en cuestión”, afirmó el Cardenal Ladaria quien añadió que “deberá tener en cuenta las consideraciones que provendrán de las diferentes realidades eclesiales: diócesis, institutos, facultades eclesiásticas, centros de escucha establecidos a nivel diocesano e interdiocesano”.

Finalmente, el Cardenal Luis Ladaria reconoció que “la historia reciente atestigua la mayor atención de la Iglesia a este flagelo” y agregó que “el camino de la justicia por sí solo no puede agotar la acción de la Iglesia, pero es necesario para llegar a la verdad de los hechos”.

“Es un camino articulado, que se adentra en el denso bosque de normas y prácticas, ante el cual los Ordinarios y Superiores se encuentran, a veces, en la incertidumbre de la dirección a seguir”, dijo el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Por su parte, el secretario del mismo Dicasterio vaticano, Mons. Giacomo Morandi señaló en una entrevista concedida a los medios vaticanos que el actual Vademecum “no promulga ninguna norma nueva” pero “la verdadera novedad, sin embargo, es que por primera vez el procedimiento se describe de forma organizada, desde las primeras noticias de un posible delito hasta la conclusión definitiva de la causa, uniendo las normas existentes y la práctica de la Congregación”.


En este sentido, Mons. Morandi explicó que los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe “son todos los que van contra la fe y solo los más graves (en el lenguaje común ahora se habla de delicta graviora) contra la moral y la administración de los sacramentos”.

Sin embargo, el Vademécum publicado este 16 de juluo “se refiere solo a uno de estos delitos, que el artículo 6 del motu proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela atribuye al clérigo cuando realiza acciones contra el sexto mandamiento del Decálogo con menores de edad. Estos son los casos que resuenan más en los medios de comunicación, también por su gravedad”.

Asimismo, ante la cuestión de la obligación de denunciar por parte de los obispos y superiores religiosos, el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, destacó que si bien “en algunos países la ley ya prevé esta obligación, en otros no. De hecho, el motu proprio Vos estis lux mundi del Papa Francisco, promulgado el año pasado, expresa en estos términos que la Iglesia actúe en casos de este tipo: ‘sin perjuicio de los derechos y obligaciones establecidos en cada lugar por las leyes estatales, en particular las relativas a eventuales obligaciones de información a las autoridades civiles competentes’ y, por otra parte, el artículo 17 del Vademécum también establece que ‘incluso en ausencia de una explícita obligación legal, la Autoridad eclesiástica dé noticia a las Autoridades civiles competentes cada vez que considere que esto es indispensable para tutelar a la persona ofendida o a otros menores del peligro de eventuales actos delictivos’”.

Por último, Mons. Giacomo Morandi afirmó que “el camino de la verdad y la justicia es uno de los caminos de respuesta de la Iglesia” por lo que añadió que si es necesario “pero no suficiente” ya que “sin una formación adecuada, un discernimiento cuidadoso, una prevención serena pero decidida, no podrá curarse por sí sola esta herida que estamos presenciando hoy”.

Para leer el texto completo del Vademécum, haga click aquí.
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