jueves, 28 de mayo de 2020

5 CONSEJOS DEL PAPA FRANCISCO COMO PREPARACIÓN PARA PENTECOSTÉS


5 consejos del Papa Francisco como preparación para Pentecostés
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Marina Testino (ACI)




El Papa Francisco dio cinco recomendaciones para vivir la preparación a la Solemnidad de Pentecostés, que la Iglesia Católica Universal celebrará el próximo domingo 31 de mayo.

Así lo indicó el Santo Padre este miércoles durante la Audiencia General que se presidió todavía desde la Biblioteca del Palacio Apostólico sin público, solamente con algunos de sus colaboradores.

En concreto, el Pontífice mencionó en cinco ocasiones la Solemnidad de Pentecostés y exhortó a los católicos a invocar al Espíritu Santo a los fieles de diferentes idiomas:


1. Franceses: “Recemos al Espíritu Santo para que nos haga hombres de paz y de fraternidad y done al mundo confianza y esperanza” ¡Dios les bendiga!

2. Italianos: “Los invito a ser siempre dóciles a la acción del Espíritu Santo” para que su vida esté siempre “encendida e iluminada por el amor que el Espíritu Santo derrama en los corazones”.

3. Ingleses: “Invoco sobre ustedes y sobre sus familias la abundancia de los dones del Espíritu Santo”

4. Polacos: “Estamos viviendo los días de la novena de Pentecostés: imploremos la presencia del Espíritu Santo en nosotros, para que sus dones, tan necesarios, nos ayude a progresar en la vida cristiana” y añadió que “en este tiempo difícil, rezamos con las palabras que San Juan Pablo II pronunció en Varsovia: ‘¡Descienda tu Espíritu y renueve la faz de la tierra!”.

5. Alemanes: “Sigamos el ejemplo de la beata Virgen María, que Ella, con su frecuente oración se parezca a los Apóstoles, invocó al Espíritu Santo para la Iglesia, quien renueva a los hombres en el amor a Cristo” y concluyó “que el Espíritu de Caridad colme nuestros corazones para se dirijan continuamente hacia el Señor en la oración”.

SANTORAL DE HOY JUEVES 28 DE MAYO DE 2020

Justo de Urgel, SantoJusto de Urgel, Santo
Obispo, 28 de mayo
Antonio Julián Nowowiejski, BeatoAntonio Julián Nowowiejski, Beato
Obispo y Mártir, 28 de mayo
Ladislao Demski, BeatoLadislao Demski, Beato
Sacerdote y Mártir, 28 de mayo
Tomás Ford, Juan Shert y Roberto Johnson, BeatosTomás Ford, Juan Shert y Roberto Johnson, Beatos
Presbíteros y Mártires, 28 de mayo
Herculano de Piegaro, BeatoHerculano de Piegaro, Beato
Sacerdote, 28 de mayo
Lanfranco de Canterbury, BeatoLanfranco de Canterbury, Beato
Obispo, 28 de mayo
Guillermo de Gelona, SantoGuillermo de Gelona, Santo
Monje, 28 de mayo
Carauno de Chartres, SantoCarauno de Chartres, Santo
Diácono y Mártir, 28 de mayo
Margarita Pole, BeataMargarita Pole, Beata
Martir, 28 de mayo
Germán de París, SantoGermán de París, Santo
Obispo, 28 de mayo

BUENOS DÍAS!!!!





miércoles, 27 de mayo de 2020

UN HOMBRE MUY AGRADECIDO


Un hombre muy agradecido



Hotel Waldorf Astoria (Nueva York)Una noche tormentosa hace muchos años, un hombre mayor y su esposa entraron en el vestíbulo de un pequeño hotel en Filadelfia.

Intentando conseguir resguardo de la copiosa lluvia, la pareja se aproxima al mostrador y pregunta:

- ¿Puede darnos una habitación?

El empleado, un hombre atento con una cálida sonrisa, les dijo:

- Hay tres convenciones simultáneas en Filadelfia... Todas las habitaciones, las de nuestro hotel y las de los otros, están ocupadas.

El matrimonio se angustió pues era difícil que a esa hora y con ese tiempo horroroso fuesen a conseguir dónde pasar las noche. Pero el empleado les dijo:

- Miren...no puedo dejarles marchar con esta lluvia. Si ustedes aceptan la incomodidad, puedo ofrecerles mi propia habitación, yo me arreglaré en un sillón de la oficina.

El matrimonio lo rechazó, pero el empleado insistió de buena gana y finalmente terminaron ocupando su habitación.

A la mañana siguiente, al pagar la factura, el hombre pidió hablar con él y le dijo:

- Usted es el tipo de Gerente que yo tendría en mi propio hotel... quizás algún día construya un hotel y en ese caso, le buscaría para que usted fuese el gerente.

El conserje tomó la frase como un cumplido y se despidieron amistosamente.

Pasaron dos años y el conserje recibió una carta del hombre, donde le recordaba la anécdota y le enviaba un pasaje de ida y vuelta a Nueva York, con el pedido expreso de que los visitase.

Con cierta curiosidad, el conserje no desaprovechó esta oportunidad de visitar gratis Nueva York y acudió a la cita.

En esta ocasión, el hombre mayor lo llevó a la esquina de la Quinta Avenida y la calle 34 y señaló con el dedo un imponente edificio de piedra rojiza y le dijo:

- ¡¡Este es el Hotel que he contruido!! ¡Me gustaría que fuese usted el Gerente!

El conserje miró anonadado y atinó a balbucear:

- ¿Usted está bromeando, verdad ?

- Puedo asegurarle que no...-le contestó con una sonrisa cómplice el hombre mayor.

Y así fue como William Waldorf Astor construyó el Waldorf Hotel original y contrató a su primer gerente de nombre George C. Boldt (tal era el nombre del conserje en la noche lluviosa).

Obviamente, George C. Boldt nunca soñó que su vida estaba cambiando para siempre cuando realizó su ofrecimiento para atender al señor Waldorf Astor en aquella noche tormentosa.

No tenemos muchos "Waldorf Astor" en el mundo, pero un jefe satisfecho o un cliente sorprendido pueden equivaler a nuestro Hotel Waldorf personal.


COMPONER EL MUNDO


Componer el mundo
¿Se lo dejamos a Dios?
Por: Salvador I. Reding Vidaña | Fuente: Catholic.net




Algo recurrente en la oración, es pedir a Dios que nos arregle el mundo, que acabe con la maldad humana, que evite el aborto, las guerras y la explotación del hombre por el hombre y muchos otros pecados. Qué fácil, pero no es el plan de Dios arreglarnos la humanidad sin nosotros. Esa es nuestra tarea. Que Él nos proteja de los desastres naturales, eso sí es asunto suyo.

También es costumbre rezar en México a la Virgen de Guadalupe, y le pedimos que salve a nuestra patria y conserve nuestra fe. O sea que le pedimos que ella haga nuestra tarea: que salve a México, pero eso lo tenemos que hacer nosotros, en vez de esperar sentados a que la Señora de Guadalupe haga nuestro trabajo.

Lo mismo de conservar la fe: es tarea de cada cristiano y de todos como Iglesia, el conservar la fe en nosotros mismos, en nuestras familias y en aquellos sobre quienes podemos tener alguna influencia. Claro que un empujoncito divino no cae mal.

Por supuesto que no está nada de más el pedir la ayuda divina o materna, para que México se salve y se conserve la fe. Al contrario, es indispensable la oración, y somos escuchados. Digamos que Dios es subsidiario; espera que hagamos lo que esté a nuestro alcance, y en lo que no podemos, Él se encarga.

El mundo está cada vez más lleno de infieles pragmáticos, esos que el confort moderno les hace pensar que no necesitan a Dios. Para que vuelvan a la fe, la mejor arma es la oración. Pero también ayuda mucho la difusión de la Verdad, el llamado a volver a Dios, y el buen ejemplo.

A veces también esperamos que de pronto el cielo tiemble con la voz de Dios que llama a la cordura, a volver a Él; pero no, tampoco es ese su plan. Lo que Él espera es que nosotros seamos también la conciencia del mundo, que seamos sus voceros, llamando a la gente a la reconversión del alma, como algunos de sus profetas, a quienes envió para pedirla a soberanos y pueblos.

Y componer al mundo, eso sí nos queda grande como tarea, y sólo el Señor puede hacerlo, moviendo los corazones y las mentes de los hombres, para que actúen conforme a su divina voluntad y no bajo las tentaciones del demonio.

Sólo Dios puede vencerlo, y sólo Él puede llegar a los responsables de todo el mundo, en sus diversos ámbitos de autoridad, para que la humanidad vea por el servicio a los demás, en vez de hacer la guerra (de todo tipo), de matar a millones por abortos, o de permanecer inconmovibles ante la tiranía, la pobreza, el hambre y la enfermedad de millones de seres humanos.

Pero esa gigantesca tarea de componer el mundo, es la suma de millones de personas que hacen lo que esté a su alcance, y en esas millonadas humanas estamos cada uno de nosotros. Siempre hay algo que podemos hacer, en vez de estar sentados y preocupados pidiendo al Señor que haga nuestro trabajo de caridad cristiana.

Debemos practicar la caridad como la pide el Señor, “dad y se os dará”, que va desde compartir cosas materiales, dar tiempo, hasta enseñar y predicar con el ejemplo. Educar a los hijos en el amor de Dios, dar buen consejo a quien tengamos cerca, y mucho más, que no es nada difícil enumerar.

Y sobre nuestro esfuerzo de componer nuestro pequeño entorno, y hasta más lejos cuando está a nuestro alcance. Eso sí, además de actuar debemos: rezar. Pedir al Señor que haga fructíferos nuestros esfuerzos, que abra corazones y mentes, que convierta a los perversos, los descreídos, los avaros, los insensibles y los comodinos.

Dios nos ayudará si así se lo pedimos (no hará nuestra tarea si la holgazaneamos). Junto a la oración, y evitando caer en el pecado de omisión para componer al mundo, hagamos todo lo posible, sin pretender dejárselo todo al Señor.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MIÉRCOLES 27 DE MAYO DE 2020


Lecturas de hoy Miércoles de la 7ª semana de Pascua
Hoy, miércoles, 27 de mayo de 2020



Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (20,28-38):

En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: «Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir.”»
Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a verlo. Y lo acompañaron hasta el barco.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 67,29-30.33-35a.35b.36c

R/. Reyes de la tierra, cantad a Dios

Oh Dios, despliega tu poder,
tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro.
A tu templo de Jerusalén
traigan los reyes su tributo. R/.

Reyes de la tierra, cantad a Dios,
tocad para el Señor,
que avanza por los cielos,
los cielos antiquísimos,
que lanza su voz, su voz poderosa:
«Reconoced el poder de Dios.» R/.

Sobre Israel resplandece su majestad,
y su poder, sobre las nubes.
¡Dios sea bendito! R/.



Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (17,11b-19):

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy miércoles, 27 de mayo de 2020
Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf


SANTIFICADO, SANTIFICADOR, SANTIFICADOS


     Jesús, elevando los ojos al cielo, comienza su oración pronunciando: «Padre Santo». Una invocación con la que recuerda y subraya que su origen (Padre) está en el Dios trascendente, «fuera» o diferente del mundo y de sus criterios (Santo). Y también que ese Padre Santo es su destino definitivo («ahora voy a ti»).  Fue el Padre quien le envió al mundo para salvarlo («tanto amó Dios al mundo»), y a tal fin, Jesús mismo fue «santificado», es decir, que recibió el Espíritu del Amor (recordemos su Bautismo en el Jordán, y de paso también nuestro propio bautismo), que le hizo experimentarse en todo momento como «hijo amado del Padre». Así Jesús queda «santificado» o «consagrado» a Dios, para poder llevar a cabo la misión encomendada: hacer presente en el mundo el Amor de Dios, y transformarlo todo con los criterios, y los deseos de Dios, ese proyecto que llamamos «Reino». Así también él será «santificador», como su Padre. Jesús santificado, consagrado por el Padre será santificador, encargado de consagrar el mundo.



     Cuando decimos que algo (o alguien) es «santo», estamos diciendo que pertenece al ámbito de Dios, que Dios se hace allí presente de alguna forma, que a través de ese algo o alguien encontramos a Dios. Jesús es el «Santo» por excelencia, porque él es la presencia y la revelación de Dios en nuestro mundo, que llegará a su punto culminante en la «hora» de su muerte y resurrección. 

Entonces se mostrará lo que significa que Dios es Amor, que Dios es Vida, que Dios Salva... y también sabremos cuál es la plenitud y el destino del hombre, al ser totalmente «santificado», lleno de Dios. Es lo que aquí se llama «la Verdad»: santifícalos en la Verdad.

     Por eso, cuando Jesús ora pidiendo al Padre Santo que los suyos sean consagrados en la verdad, está pidiendo por una parte que entren en nosotros, hasta el fondo, transformándonos, los valores y criterios del  Evangelio y haciéndonos evangelizadores, portadores de Dios... Pero a la vez está rogando para que haya una profunda intimidad personal, una comunión plena con el propio Jesús, que es la Verdad.

    Dicho con otras palabras: perteneceremos a Dios, seremos santificados, santos y santificadores, como el mismo Jesús, y mantendremos en nosotros los criterios y valores de Dios... en la medida en que mantengamos la comunión, el Amor de Dios en nosotros (precisamente ese Amor es el Espíritu). Como dice el propio Jesús: Tu «palabra» es verdad (el Evangelio), pero también tu «Palabra» (Jesucristo) es verdad.

     Así entendemos la oración y el deseo de Jesús: «Que sean uno». La intimidad-unidad de Jesús con el Padre Santo le ha resguardado, apoyado y guiado en su tarea en el mundo. Y los que somos enviados por Jesús y en su nombre, sólo saldremos adelante en nuestra misión si mantenemos la unidad con el Padre y el Hijo en el Espíritu... y ¡también la unidad entre nosotros! Mañana lo meditaremos.

     Palabras densas, profundas, gozosas... no tanto para pensarlas o razonarlas, cuanto  contemplarlas,  orarlas, saborearlas despacio,  y descubrirlas como claves de nuestro caminar cristiano de santificación. Para que ninguno de nosotros «se pierda».


Enrique Martínez de la Lama-Noriega, cmf 

PAPA FRANCISCO PRESIDIRÁ REZO DEL ROSARIO POR EL FIN DE LA PANDEMIA


Papa Francisco presidirá rezo del Rosario por el fin de la pandemia
Redacción ACI Prensa
 Crédito: Vatican Media




El Papa Francisco rezará el Rosario en la gruta de la Virgen de Lourdes de los Jardines del Vaticano el sábado 30 de mayo, un evento al que los santuarios católicos de todo el mundo se unirán a través del streaming.

La intención del Rosario mundial es para pedir la ayuda y el consuelo de la Santísima Virgen María durante la pandemia del coronavirus.

Según una carta enviada a los rectores de los santuarios por el Arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, la oración en vivo tendrá lugar a las 5:30 p.m. (hora de Roma) el 30 de mayo.

Se ha pedido a los santuarios católicos que participen celebrando su propia recitación del Rosario, de acuerdo con las medidas locales de salud, a la misma hora del evento de Roma y promover esta iniciativa.


También se les ha pedido, si es posible, que proporcionen conexiones satelitales o de transmisión con el centro de televisión del Vaticano para que las imágenes del rezo en los diferentes santuarios se puedan compartir durante la transmisión en vivo del Papa Francisco.

Durante la emergencia del coronavirus, muchos santuarios católicos han tenido que acercarse al público, incluido el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes en Francia, que solo reabrió parcialmente a los peregrinos el 16 de mayo.

El Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Portugal también se cerró y el 13 de mayo se conmemoraron las apariciones marianas de 1917 sin la presencia del público por primera vez en su historia debido a la pandemia.

El Rosario con el Papa Francisco está siendo organizado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, que en su carta a los rectores parafraseó los Hechos de los Apóstoles 1:14: "Todos se unieron constantemente en oración, junto con María".

“A la luz de la situación de emergencia causada por la pandemia de coronavirus que ha provocado la interrupción de la actividad normal de todos los santuarios y la interrupción de todas las peregrinaciones, el Papa Francisco desea expresar un gesto de cercanía a cada uno de ustedes con la recitación del Santo Rosario ”, escribió Mons. Fisichella.


El Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización es responsable de los santuarios católicos desde 2017.

A nivel mundial, ha habido más de 5.4 millones de casos confirmados del nuevo coronavirus, con más de 340 mil muertes registradas, según el Centro de Recursos para el Coronavirus Johns Hopkins.

Traducido y adaptado por Eduardo Berdejo. Publicado originalmente en CNA.

ASÍ ES LA GRUTA DE LOURDES DEL VATICANO DONDE EL PAPA FRANCISCO REZARÁ POR EL FIN DEL CORONAVIRUS


Así es la gruta de Lourdes del Vaticano donde el Papa rezará por el fin del coronavirus
Redacción ACI Prensa
 Foto: Miguel Pérez Pichel / ACI Prensa



El Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia, es el destino de millones de peregrinos, sobre todo la gruta en la que la Virgen María se apareció a Santa Bernardette Soubirus en 1858.

En una réplica de esa gruta, en los Jardines Vaticanos, el Papa Francisco presidirá el próximo sábado 30 de mayo a las 5:30 p.m. (hora de Roma) el rezo del Rosario en un evento al que se sumarán los santuarios católicos de todo el mundo mediante streaming.

Este Rosario mundial tendrá como intención pedir ayuda y consuelo a la Virgen durante el tiempo que dure la pandemia del coronavirus.


Sin embargo, ¿cuál es la historia de esta réplica de la gruta de Lourdes y por qué se construyó en los Jardines Vaticanos?

El lugar está especialmente diseñado para el recogimiento y la oración: está construida en el corazón de los Jardines Vaticanos, junto a las antiguas murallas, en una zona recogida y apartada de las zonas más transitadas del Estado de la Ciudad del Vaticano. Bajo la imagen de María, se puede leer la frase con la que la Virgen reveló a Santa Bernardette que ella era la Inmaculada Concepción.

El origen de esta réplica se encuentra en una iniciativa del Obispo de Tarbes, Mons. Francesco Saverio Schoepfer, respaldada por el Papa León XIII, gracias a donativos procedentes de todo el mundo.

La reproducción se inauguró el 28 de marzo de 1905 durante el Pontificado de Pío X, pontífice que también modificó la denominación de la Diócesis de Tarbes por la de Tarbes-Lourdes.

El altar de la gruta es también regalo de un Obispo de Tarbes-Lourdes, en el año 1960. Se trata del altar que estuvo en el lugar original de las apariciones marianas durante 50 años.

PAPA FRANCISCO: ES IMPORTANTE ENSEÑAR A REZAR A LOS NIÑOS, LA ORACIÓN ES CADENA DE VIDA


Papa Francisco: Es importante enseñar a rezar a los niños, la oración es cadena de vida
Redacción ACI Prensa
Foto: Vatican Media



El Papa Francisco afirmó este miércoles 27 de mayo, en la Audiencia General, que “la oración es una cadena de vida” protagonizada por muchos hombres y mujeres “que rezan y rezan, y siembran vida”.

En su catequesis, pronunciada desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, puso un ejemplo para explicar cómo la oración construye esa “cadena de vida”.

“Recuerdo la historia de un hombre, un jefe de gobierno importante, no de este tiempo, de tiempos pasados, ateo que no tenía sentido religioso en el corazón. Pero de niño escuchaba a la abuela que rezaba, y aquello permaneció en su corazón. Y en un momento difícil de su vida, aquel recuerdo regresó a su corazón y comenzó él a rezar con las cosas que decía la abuela, y allí encontró a Jesús”.

Ese es el motivo, insistió el Santo Padre, “por el que es tan importante enseñar a los niños a rezar. A mí me produce dolor cuando encuentro niños a los que les pido que hagan el signo de la Cruz y no saben hacerlo. Enseñadles a hacer bien el signo de la Cruz. Es la primera oración, para que los niños aprendan a rezar. Después, quizás, se pueden olvidar, tomar otro camino, pero aquello permanece en el corazón, porque es una semilla de vida, la semilla del diálogo con Dios”.


Por otra parte, realizó una descripción de cómo la humanidad pasó de la comunión con Dios al odio fraterno por culpa del pecado, y cómo la fuerza de la oración de unos pocos abrió la puerta a la esperanza en la redención.

Explicó cómo en los primeros capítulos del libro del Génesis “se describe la progresiva expansión del pecado en los asuntos humanos”. Adán y Eva, engañados por la serpiente, asumen que Dios les tiene envidia y que impide su felicidad, y se rebelan contra Él para tratar de ser como Dios.

“Esa es la tentación”, advirtió el Papa, “la ambición que entra en el corazón”. Sin embargo, cuando comen del fruto prohibido “experimentan lo contrario de lo que esperaban: sus ojos se abren y descubren que están desnudos. No olvidéis esto: el tentador es un mal pagador, paga mal”.

En la siguiente generación, al de Caín y Abel, el mal aumenta. Caín mata a su hermano Abel por envidia, al que veía como un rival. “El mal se enraíza en el corazón de Caín y no consigue dominarlo”.

“El mal comienza a entrar en el corazón, los pensamientos son siempre de mirar mal al otro, con sospecha: ‘este es un malvado que me quiere hacer el mal’. Y eso va entrando en el corazón. De esa manera, la historia de la primera fraternidad termina con un asesinato. Y yo pienso hoy en la fraternidad humana: guerra por todos lados”, lamentó el Papa.

Con el paso del tiempo, “el mal se extiende como una mancha de aceite hasta ocupar todo el cuadro”. “Los grandes sucesos del diluvio universal y de la torre de Babel revelan que había necesidad de un nuevo comienzo, de una nueva creación que tendría su cumplimiento en Cristo”.

Y, sin embargo, “en estas primeras páginas de la Biblia, también está escrita otra historia, menos llamativa, más humilde y devota, que representa la redención de la esperanza”.


“Aunque casi todos se comportaban de manera feroz, haciendo del odio y de la conquista el gran motor de la vida humana, había personas capaces de rezar a Dios con sinceridad, capaces de escribir de un modo diferente el destino del hombre”. Y citó a algunos grandes personajes del Génesis: Abel, su hermano Set, Enos o Noé.

Leyendo sus historias, “subsiste la impresión de que la oración es el dique de contención, el refugio del hombre frente a la ola llena de mal que crece en el mundo”.

Esa oración, incluso parece destinada a pedir “por la salvación de nosotros mismos”. “Esto es importante”, subrayó Francisco. “Es importante. Rezar: ‘Señor, por favor, sálvame de mí mismo, de mis ambiciones, de mis pasiones, sálvame de mí mismo’”.

“La oración, cuando es auténtica, libera de cualquier instinto de violencia y es una mirada dirigida a Dios”. “La oración cultiva jardines de renacimiento en lugares donde el odio del hombre ha sido capaz de extender el desierto”, concluyó.

SANTORAL DE HOY MIÉRCOLES 27 DE MAYO DE 2020

Bruno de Wurzburgo, SantoBruno de Wurzburgo, Santo
Obispo, 27 de mayo






Julio de Durostoro, SantoJulio de Durostoro, Santo
Mártir Laico, 27 de mayo






Bruno de Würzburg, SantoBruno de Würzburg, Santo
Obispo, Mayo 27






Agustín de Canterbury , SantoAgustín de Canterbury , Santo
Memoria Litúrgica, 27 de mayo

BIENVENIDOS





martes, 26 de mayo de 2020

NOVENAS EN HONOR AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DEL 10 AL 18 DE JUNIO DE 2020


NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Del 10 al 18 de Junio de 2020

Fuente: Aciprensa



“La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, se dirige al Corazón de Jesús como el emblema del amor, tiene principalmente la idea de su amor por los hombres. Esto obviamente no es que excluye a su amor por Dios, poque esta incluido en su amor por los hombres, pero es sobre todo la devoción al ‘Corazón que tanto ha amado a los hombres’, según las palabras citadas por Santa Margarita María”.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Primer día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del primer día: Corregir y desterrar la sequedad y tibieza de nuestros corazones

¡Oh Corazón sacratísimo y melifluo de Jesús, que, con ferventísimos deseos y ardentísimo amor, deseáis corregir y desterrar la sequedad y tibieza de nuestros corazones! Inflamad y consumid las maldades e imperfecciones del mío, para que se abrase en vuestro amor. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amantísimo Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Segundo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del segundo día: Deseos y amorosos suspiros

¡Oh Corazón amabilísimo de Jesús, celestial puerta por donde nos llegamos a Dios y Dios viene a nosotros! Dignaos estar patente a nuestros deseos y amorosos suspiros, para que, entrando por vos a vuestro Eterno Padre, recibamos sus celestiales bendiciones y copiosas gracias para amaros. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, sí es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.




Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Tercer día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del tercer día: Seguir vuestras sendas rectísimas para la perfección y para el cielo

¡Oh Corazón Santísimo de Jesús, camino para la mansión eterna y fuente de aguas vivas! Concededme que siga vuestras sendas rectísimas para la perfección y para el cielo, y que beba de vos el agua dulce y saludable de la verdadera virtud y devoción, que apaga la sed de todas las cosas temporales. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.




Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Cuarto día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del cuarto día: Aspirar a formar mi corazón a vuestra semejanza

¡Oh Corazón purísimo de Jesús, espejo cristalino en quien resplandece toda la perfección! Concededme que yo pueda contemplaros perfectamente, para que aspire a formar mi corazón a vuestra semejanza, en la oración, en la acción y en todos mis pensamientos, palabras y obras. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Quinto día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del quinto día: Perfeccionar todas mis obras

¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús, órgano de la Trinidad venerada, por quien se perfeccionan todas nuestras obras! Yo os ofrezco las mías, aunque tan imperfectas, para que supliendo vos mi negligencia, puedan aparecer muy perfectas y agradables ante el divino acatamiento. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Sexto día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del sexto día: Hallar quietud, sosiego y gozo en el templo hermoso de la paz

¡Oh Corazón amplísimo de Jesús, templo sagrado donde me mandáis habite con toda mi alma, potencias y sentidos! Gracias os doy por la inexplicable quietud. sosiego y gozo que yo he hallado en este templo hermoso de la paz, donde descansaré gustoso eternamente. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Séptimo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del séptimo día: Mis peticiones, para conseguir el fruto que deseo

¡Oh Corazón clementísimo de Jesús!, divino propiciatorio, por el cual ofreció el Eterno Padre que oiría siempre nuestras oraciones, diciendo: "Pídeme por el Corazón de mi amantísimo Hijo Jesús; por este Corazón te oiré, y alcanzarás cuanto me pides". Presento sobre vos a vuestro Eterno Padre todas mis peticiones, para conseguir el fruto que deseo. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Octavo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del octavo día: Vivir siempre respirando llamas de amor divino 

¡Oh Corazón amantísimo de Jesús, trono ígneo y lucidísimo, inflamado en el amor de los hombres, a quienes deseáis abrasados mutuamente en vuestro amor! Yo deseo vivir siempre respirando llamas de amor divino en que me abrase, y con que encienda a todo el mundo, para que os corresponda amante y obsequioso. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Noveno día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del noveno día: Ablandar nuestra dureza y hacer más patente el amor 

¡Oh Corazón dolorosísimo de Jesús, que para ablandar nuestra dureza y hacer más patente el amor con que padecisteis tantos dolores y penas para salvarnos, los quisisteis representar en la cruz, corona de espinas y herida de la lanza, con que os manifestasteis paciente y amante al mismo tiempo! Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, correspondiendo agradecido a vuestro amor, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padre Nuestro, tres Ave María, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



NOVENA MEDITADA
 AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Del 10 al 18 de junio de 2020





DÍA PRIMERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE  REFLEXIÓN
Nos asomamos con esta novena a tu sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más!

Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que quieres vivir y habitar permanentemente dentro de nosotros, porque tú nos comprendes, conoces nuestra fragilidad, conoces nuestros más íntimos deseos de adorar, corresponder y reparar, y de amar a nuestro prójimo. Tú sabes qué difícil esto resulta a veces. Tú conoces tantos corazones secos y arrugados porque se han cerrado al amor gratuito del Padre, porque han hecho una fe al margen de la que Tú, a través de la Iglesia, nos has donado.

Jesús, tan divino porque tu costado traspasado sigue día a día, hora a hora, segundo a segundo, derramando el agua para purificarnos y la Sangre para salvarnos.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
¡Dulzura del Corazón de Jesús! ¡Penetra nuestro corazón! Ablándanos para que creamos en tu presencia, dulcifícanos para acoger tus inspiraciones en estos días de novena y toda nuestra vida, para acoger por igual a cada hermano, penétranos de tu amor, ternura y dulzura para querer amar y reparar tu Corazón por tantas ofensas, ingratitudes, omisiones e indiferencias hacia Ti y Tu Iglesia.


ORACIÓN FINAL AL PADRE  ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!



NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Del 10 al 18 de Junio de 2020

Fuente: Aciprensa



“La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, se dirige al Corazón de Jesús como el emblema del amor, tiene principalmente la idea de su amor por los hombres. Esto obviamente no es que excluye a su amor por Dios, poque esta incluido en su amor por los hombres, pero es sobre todo la devoción al ‘Corazón que tanto ha amado a los hombres’, según las palabras citadas por Santa Margarita María”.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Primer día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del primer día: Corregir y desterrar la sequedad y tibieza de nuestros corazones

¡Oh Corazón sacratísimo y melifluo de Jesús, que, con ferventísimos deseos y ardentísimo amor, deseáis corregir y desterrar la sequedad y tibieza de nuestros corazones! Inflamad y consumid las maldades e imperfecciones del mío, para que se abrase en vuestro amor. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amantísimo Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Segundo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del segundo día: Deseos y amorosos suspiros

¡Oh Corazón amabilísimo de Jesús, celestial puerta por donde nos llegamos a Dios y Dios viene a nosotros! Dignaos estar patente a nuestros deseos y amorosos suspiros, para que, entrando por vos a vuestro Eterno Padre, recibamos sus celestiales bendiciones y copiosas gracias para amaros. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, sí es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.




Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Tercer día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del tercer día: Seguir vuestras sendas rectísimas para la perfección y para el cielo

¡Oh Corazón Santísimo de Jesús, camino para la mansión eterna y fuente de aguas vivas! Concededme que siga vuestras sendas rectísimas para la perfección y para el cielo, y que beba de vos el agua dulce y saludable de la verdadera virtud y devoción, que apaga la sed de todas las cosas temporales. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.




Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Cuarto día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del cuarto día: Aspirar a formar mi corazón a vuestra semejanza

¡Oh Corazón purísimo de Jesús, espejo cristalino en quien resplandece toda la perfección! Concededme que yo pueda contemplaros perfectamente, para que aspire a formar mi corazón a vuestra semejanza, en la oración, en la acción y en todos mis pensamientos, palabras y obras. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Quinto día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del quinto día: Perfeccionar todas mis obras

¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús, órgano de la Trinidad venerada, por quien se perfeccionan todas nuestras obras! Yo os ofrezco las mías, aunque tan imperfectas, para que supliendo vos mi negligencia, puedan aparecer muy perfectas y agradables ante el divino acatamiento. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Sexto día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del sexto día: Hallar quietud, sosiego y gozo en el templo hermoso de la paz

¡Oh Corazón amplísimo de Jesús, templo sagrado donde me mandáis habite con toda mi alma, potencias y sentidos! Gracias os doy por la inexplicable quietud. sosiego y gozo que yo he hallado en este templo hermoso de la paz, donde descansaré gustoso eternamente. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Séptimo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del séptimo día: Mis peticiones, para conseguir el fruto que deseo

¡Oh Corazón clementísimo de Jesús!, divino propiciatorio, por el cual ofreció el Eterno Padre que oiría siempre nuestras oraciones, diciendo: "Pídeme por el Corazón de mi amantísimo Hijo Jesús; por este Corazón te oiré, y alcanzarás cuanto me pides". Presento sobre vos a vuestro Eterno Padre todas mis peticiones, para conseguir el fruto que deseo. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Octavo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del octavo día: Vivir siempre respirando llamas de amor divino 

¡Oh Corazón amantísimo de Jesús, trono ígneo y lucidísimo, inflamado en el amor de los hombres, a quienes deseáis abrasados mutuamente en vuestro amor! Yo deseo vivir siempre respirando llamas de amor divino en que me abrase, y con que encienda a todo el mundo, para que os corresponda amante y obsequioso. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Noveno día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del noveno día: Ablandar nuestra dureza y hacer más patente el amor 

¡Oh Corazón dolorosísimo de Jesús, que para ablandar nuestra dureza y hacer más patente el amor con que padecisteis tantos dolores y penas para salvarnos, los quisisteis representar en la cruz, corona de espinas y herida de la lanza, con que os manifestasteis paciente y amante al mismo tiempo! Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, correspondiendo agradecido a vuestro amor, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padre Nuestro, tres Ave María, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.


NOVENA MEDITADA
 AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Del 10 al 18 de junio de 2020





DÍA PRIMERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE  REFLEXIÓN
Nos asomamos con esta novena a tu sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más!

Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que quieres vivir y habitar permanentemente dentro de nosotros, porque tú nos comprendes, conoces nuestra fragilidad, conoces nuestros más íntimos deseos de adorar, corresponder y reparar, y de amar a nuestro prójimo. Tú sabes qué difícil esto resulta a veces. Tú conoces tantos corazones secos y arrugados porque se han cerrado al amor gratuito del Padre, porque han hecho una fe al margen de la que Tú, a través de la Iglesia, nos has donado.

Jesús, tan divino porque tu costado traspasado sigue día a día, hora a hora, segundo a segundo, derramando el agua para purificarnos y la Sangre para salvarnos.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
¡Dulzura del Corazón de Jesús! ¡Penetra nuestro corazón! Ablándanos para que creamos en tu presencia, dulcifícanos para acoger tus inspiraciones en estos días de novena y toda nuestra vida, para acoger por igual a cada hermano, penétranos de tu amor, ternura y dulzura para querer amar y reparar tu Corazón por tantas ofensas, ingratitudes, omisiones e indiferencias hacia Ti y Tu Iglesia.


ORACIÓN FINAL AL PADRE  ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA SEGUNDO
 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este segundo día de la novena a Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano porque tuviste una Madre como nosotros, tan divino porque has hecho a María, Madre de Dios y Madre nuestra.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Humildad del Corazón de Jesús ¡Anonada mi corazón! La manera de La Virgen es hacer silencio y escuchar, la manera tuya en los albores de la Pasión fue silenciar ante el insensato Herodes, y sentenciar ante Pilatos: “Tú lo has dicho: Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la Verdad” (Jn 18, 36-37).

A nuestro orgullo y amor propio les da miedo anonadarse, silenciarse, humillarse. En la familia, en el trabajo, con los amigos o enemigos, si los tuviéramos. Tú desde la Eucaristía silencias y ahí estás anonadado, pero… ¡cómo nos hablas! Ayúdanos a ser humildes ante Ti, ante los demás, ante nosotros mismos y así ofrécenos al Padre para reparar, agradarte y amar en verdad.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA TERCERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este tercer día de la novena a tú sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que nos enseñaste que no viniste a ser servido, sino a servir (Mt 20,28), tan divino que como Sumo y Eterno sacerdote no dejas de servirnos en nuestras muchas y pobres necesidades. Siempre estás con nosotros, en el Papa, en tus pastores, sacerdotes, en cada uno de nosotros miembros de tu Cuerpo Místico.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Reino del Corazón de Jesús ¡Establécete en mi corazón! Tú nos dices que aquel que no cumpla lo más pequeño de la Ley del amor que nos enseñaste, será el más pequeño en el Reino de los cielos. Tú mismo, Jesús, vivo, presente y resucitado eres aquí y ahora el Reino de los cielos. “Será el más pequeño”… pero no echado, ni desechado. Porque Tú eres así de magnánimo, incapaz de contradecirte a Ti mismo, Dios de amor y verdad. Y también nos dijiste que el que viviera y cumpliera con amor la Ley de plenitud que nos trajiste, ¡ese será grande en el Reino de los cielos! Esto te pedimos, ser grandes en el Reino de Tú Corazón, sabiéndonos niños y pequeños ante Ti. Ayúdanos a crecer en nuestra vida interior, tu misma vida en nosotros; ayúdanos a tomarnos en serio la vida espiritual, a vivir y necesitar de Ti en tus sacramentos, a perseverar día a día en nuestra vida de piedad, sólo así Jesús, Tu Reino se establecerá en nuestros corazones.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA CUARTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este cuarto día de la novena a Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que aun viendo la huella del Padre en cada criatura, viviste rodeado del pecado y de la obstinación del mal. Tan divino que nos enseñaste a no juzgar, a ser compasivos y misericordiosos, a que nunca hay ‘nuncas’ Contigo, ni con el Padre. En Ti, siempre hay ‘siempres’, siempres para levantarnos, siempres para buscar tu perdón, siempres para ser prontos a perdonar, siempres para pedir perdón, siempres para disculpar, siempres para callar la crítica, siempres para nunca hablar mal de nuestros hermanos.

Nosotros, como Tú, también vivimos rodeados del pecado de una sociedad mortecina, triste, dividida y sin referente de eternidad. Del pecado de una Iglesia que es Madre y Maestra, pero también pecadora en muchas partes de Su Cuerpo. Te pedimos que aún en medio de la verdad del mal, nos eleves la mirada para saber mirar desde la tuya.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Hermosura del Corazón de Jesús ¡Cautiva mi corazón! Cautiva nuestros corazones, no para mirar a otro lado, sino para saber descubrir la inmensidad de la belleza escondida en nuestra Fe, en nuestra Iglesia, en cada persona, en nosotros mismos. Cautívanos, Tú que eres el más hermoso de los hombres, cautívanos desde la fealdad aparente de tu cruz, como desde la eternidad aún velada a nuestros sentidos, pero no a nuestras almas.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA QUINTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este quinto día de novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que te quedaste tres días en el templo sin avisar a tus padres, “porque estabas en las cosas de Tu Padre”. Tan divino, porque de esa forma misteriosa abriste aún más los ojos de la Fe a José y a María, ellos, al asomarse a Tu Templo y encontrarte allí y, escucharte… Se les debió abrir los ojos y oídos interiores para ver y descubrir ¡A la Trinidad misma! Quizá por eso: “María meditaba y guardaba todo en su corazón”.

Tu Corazón, ya desde Niño nos enseña la obediencia interior, esa que va más allá del propio estado de vida; esa obediencia dócil, discreta y humilde que busca solamente agradar al Padre, -“Porque tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará”-. Esa obediencia positiva que nace por amor, para amar y desde el amor. La obediencia sujeta y sometida llanamente al depósito de la Fe recibida. La obediencia que Tú nos muestras es muy amable a los ojos de Dios, quizá incomprensible a los ojos humanos.

La obediencia del detalle; la obediencia del corazón paciente; la obediencia del corazón que no busca imponerse; la obediencia del corazón abierto a otras posibilidades y perspectivas.

La obediencia del corazón reparador, sensible a tus dolores y a nuestro pecado. La obediencia que escucha a Tú Corazón y a su conciencia. Porque Dios, Tú Padre, Nuestro Padre, siempre renueva y nos regenera con su novedad inspiradora.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Obediencia del Corazón de Jesús ¡Somete mi corazón! Ayúdanos como a María a sumirnos en Tú Corazón y desear abandonarnos a tus designios tan personales sobre cada uno:
Amar a Jesús como María,
Dios en Ella y Ella en Dios
Sin más seña de identidad que su fe,
Sin más norma ni ley que el amor.
La norma sin amor… mera tradición.
La Madre de Dios entre los hombres paseaba,
Nadie… de Ella se admiraba,
Solo Dios, solo Dios.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!





DÍA SEXTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este sexto día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que nos enseñas el Reino de los cielos en parábolas, con el lenguaje de la creación, echando mano del día a día, de la realidad de quienes te escuchaban. Tan divino que tus palabras engendran vida, y vida eterna. Elevas a los incultos e ignorantes llenos de sencillo espíritu y muestras su ignorancia a los eruditos sin espíritu.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Sabiduría del Corazón de Jesús ¡Conduce mi corazón! Tu sabiduría es la escuela de la cruz, la que mana de tu Costado abierto, condúcenos ahí, enséñanos a contemplar y escuchar la verdadera sabiduría, esa que minimiza y ridiculiza nuestras más íntimas pasiones contrarias al espíritu de Dios; esa sabiduría que nos amansa, llena de gozo y conforma plenamente a Tu Voluntad. La sabiduría del que perdiendo en lo humano, lo gana todo. La sabiduría del corazón que relativiza lo inmediato y antepone la vida interior al mundo exterior. La sabiduría del corazón apóstol que se abandona en la aparente pasividad aguardando tu iniciativa y se presta a sembrar para que sólo Tú coseches y salves a las almas para llevarlas al cielo, a Tú cielo. La sabiduría del corazón que busca que prevalezca el ser en Dios, antes que el hacer ante los hombres.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!





DÍA SÉPTIMO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este séptimo día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que al ver el cortejo fúnebre del hijo de la viuda de Naim, te conmoviste, sentiste compasión y así te mostraste ¡Tan divino! que sólo Tú podías realizar el milagro de resucitarle.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Misericordia del Corazón de Jesús ¡Perdona mi corazón! Perdónanos cuando nos mostramos inmisericorde, tu misericordia no conoces límites, más aún comienza donde acaba el límite del mal. Ayúdanos a no temer mostrarte un corazón contrito y humillado, porque tú no lo desprecias. Enséñanos el camino de la misericordia redentora y no permitas que nos salgamos de esa senda, sólo así podremos ser instrumentos dóciles en tus manos, sólo así repararemos tu Corazón dolido y mostraremos la alegría de Tú rostro a quienes aún no te conocen.


ORACIÓN AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!





DÍA OCTAVO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este octavo día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que tus silencios siempre muestran la verdad. Aquella mirada silenciosa entre tu Madre y tú cuando exclamaste: “Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan” (Lc 11, 27-28), porque sin duda, mirarías a Tú Madre aunque fuera de soslayo, no preocupado por Ella, pues ya sabía en Quien había puesto toda su confianza, ni Ella preocupada por las miradas ajenas, ya te conocía, no le importaba quedar en segundo plano. Tan divino que desde el silencio de la Eucaristía nos hablas y transformas.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Silencio del Corazón de Jesús ¡Habla a mi corazón! Muchas veces silencias en nuestras almas tu divina presencia, así nos enseñas lo que dijiste a la Samaritana: “Dios es espíritu” y aquello de que “Dios busca adoradores en espíritu y en verdad” (Jn 4, 23-24). Enséñanos a escuchar a Tú Corazón, háblanos y conviértenos en adoradores humildes poniendo todo nuestro espíritu al servicio de Tú verdad. Fortalécenos pues tú mejor que nadie sabe cómo somos, cómo arrastramos las heridas del pecado original, cómo nos alejamos cuando atisbamos a algo o a alguien de espíritu elevado, no permitas que el demonio tire de nosotros hacia abajo, ennoblece nuestro corazón y háblanos, grítanos de esa forma suave que sólo Tú sabes para transformar nuestro corazón y hacerlo semejante al Tuyo.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA NOVENO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro Párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este último día de la novena a las puertas de Tu Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tu Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que no dudaste en echar a los vendedores y farsantes de Tu templo, de la Casa de Tu Padre. Tan divino que sólo Tú puedes tolerar y perdonar tantos sacrilegios, infidelidades, mentiras, saqueos, manipulaciones de tus hijos y hermanos redimidos. 

En estos tiempos de zozobra para la humanidad, donde aún permanece la oscuridad del pecado en el seno de Tu Iglesia. Donde la mediocridad, la acedia y la tibieza dominan a tantos corazones buenos de católicos, pero fríos en su piedad y amor a Ti, ¡muéstranos el verdadero celo de Tú Corazón! En estos tiempos donde el sentido de lo sagrado, la verdadera religiosidad la viven unas minorías, revélanos la ciencia del verdadero celo por el amor al Padre, por el ansia de eternidad, abominación del pecado y deseo sincero de salvación eterna en correspondencia y gratitud a tanto amor tuyo.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Celo del Corazón de Jesús ¡Devora mi corazón! Aquí nos tienes, que Tu celo lleno de santidad, mansedumbre, coherencia, valentía y humildad nos devore. Destierra de nuestros espíritus la somnolencia e incredulidad ante el mensaje del Evangelio. Sacúdenos con tu amor y alegría llena de paz para entregarnos de veras a Ti y a Tu obra redentora. No sólo nos has redimido, en tu magnanimidad sin límites, nos has hecho poderosos en el orden de la Gracia, nos asocias a Tu intercesión constante, y a la de tu Madre María. Concédenos la Fe para creer y renovarnos en las Promesas de tu Sagrado Corazón. Sacúdenos para que seamos sin complejos devotos de tu Sagrado Corazón y extender la verdad de Tu Reinado. Señor, que la presencia de tu Corazón nos abrase en amor a Ti y a la salvación de la humanidad.


ORACIÓN AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!







 LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 
Meditaciones y pensamientos del Papa Juan Pablo II 



"El mes de junio está dedicado, de modo especial, a la veneración del Corazón divino. No sólo un día, la fiesta litúrgica que, de ordinario, cae en junio, sino todos los días. Con esto se vincula la devota práctica de rezar o cantar cotidianamente las letanías al Sacratísimo Corazón de Jesús."

"Las letanías del Corazón de Jesús se inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y, al mismo tiempo, reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos. Son, a la vez, oración de veneración y de diálogo auténtico. Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los corazones hablar con este único Corazón, que es "fuente de vida y de santidad" . Del Corazón que es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que le invocan".

"Las letanías del Corazón de Jesús reflejan las mas profundas experiencias del corazón humano"



NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Del 10 al 18 de Junio de 2020

Fuente: Aciprensa



“La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, se dirige al Corazón de Jesús como el emblema del amor, tiene principalmente la idea de su amor por los hombres. Esto obviamente no es que excluye a su amor por Dios, poque esta incluido en su amor por los hombres, pero es sobre todo la devoción al ‘Corazón que tanto ha amado a los hombres’, según las palabras citadas por Santa Margarita María”.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Primer día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del primer día: Corregir y desterrar la sequedad y tibieza de nuestros corazones

¡Oh Corazón sacratísimo y melifluo de Jesús, que, con ferventísimos deseos y ardentísimo amor, deseáis corregir y desterrar la sequedad y tibieza de nuestros corazones! Inflamad y consumid las maldades e imperfecciones del mío, para que se abrase en vuestro amor. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amantísimo Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Segundo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del segundo día: Deseos y amorosos suspiros

¡Oh Corazón amabilísimo de Jesús, celestial puerta por donde nos llegamos a Dios y Dios viene a nosotros! Dignaos estar patente a nuestros deseos y amorosos suspiros, para que, entrando por vos a vuestro Eterno Padre, recibamos sus celestiales bendiciones y copiosas gracias para amaros. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, sí es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.




Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Tercer día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del tercer día: Seguir vuestras sendas rectísimas para la perfección y para el cielo

¡Oh Corazón Santísimo de Jesús, camino para la mansión eterna y fuente de aguas vivas! Concededme que siga vuestras sendas rectísimas para la perfección y para el cielo, y que beba de vos el agua dulce y saludable de la verdadera virtud y devoción, que apaga la sed de todas las cosas temporales. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.




Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Cuarto día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del cuarto día: Aspirar a formar mi corazón a vuestra semejanza

¡Oh Corazón purísimo de Jesús, espejo cristalino en quien resplandece toda la perfección! Concededme que yo pueda contemplaros perfectamente, para que aspire a formar mi corazón a vuestra semejanza, en la oración, en la acción y en todos mis pensamientos, palabras y obras. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Quinto día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del quinto día: Perfeccionar todas mis obras

¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús, órgano de la Trinidad venerada, por quien se perfeccionan todas nuestras obras! Yo os ofrezco las mías, aunque tan imperfectas, para que supliendo vos mi negligencia, puedan aparecer muy perfectas y agradables ante el divino acatamiento. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Sexto día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del sexto día: Hallar quietud, sosiego y gozo en el templo hermoso de la paz

¡Oh Corazón amplísimo de Jesús, templo sagrado donde me mandáis habite con toda mi alma, potencias y sentidos! Gracias os doy por la inexplicable quietud. sosiego y gozo que yo he hallado en este templo hermoso de la paz, donde descansaré gustoso eternamente. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Séptimo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del séptimo día: Mis peticiones, para conseguir el fruto que deseo

¡Oh Corazón clementísimo de Jesús!, divino propiciatorio, por el cual ofreció el Eterno Padre que oiría siempre nuestras oraciones, diciendo: "Pídeme por el Corazón de mi amantísimo Hijo Jesús; por este Corazón te oiré, y alcanzarás cuanto me pides". Presento sobre vos a vuestro Eterno Padre todas mis peticiones, para conseguir el fruto que deseo. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Octavo día


Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del octavo día: Vivir siempre respirando llamas de amor divino 

¡Oh Corazón amantísimo de Jesús, trono ígneo y lucidísimo, inflamado en el amor de los hombres, a quienes deseáis abrasados mutuamente en vuestro amor! Yo deseo vivir siempre respirando llamas de amor divino en que me abrase, y con que encienda a todo el mundo, para que os corresponda amante y obsequioso. Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, ¡oh amante Corazón!, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padrenuestros, tres Avemarías, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



Novena al Sagrado Corazón de Jesús - Noveno día

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestro enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Acto de contrición

¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, 
y porque os amo sobre todas las cosas, 
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. 
Amén.

Oración preparatoria

¡Oh Corazón divinísimo de mi amado Jesús, en quien la Santísima Trinidad depositó tesoros inmensos de celestiales gracias! Concededme un corazón semejante a vos mismo, y la gracia que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, vuestro sagrado culto y bien de mi alma. Amén.

Oración del noveno día: Ablandar nuestra dureza y hacer más patente el amor 

¡Oh Corazón dolorosísimo de Jesús, que para ablandar nuestra dureza y hacer más patente el amor con que padecisteis tantos dolores y penas para salvarnos, los quisisteis representar en la cruz, corona de espinas y herida de la lanza, con que os manifestasteis paciente y amante al mismo tiempo! Dadme la gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas contra vos, correspondiendo agradecido a vuestro amor, y la que os pido en esta novena, si es para mayor gloria de Dios, culto vuestro y bien de mi alma. Amén.

Tres Padre Nuestro, tres Ave María, en reverencia de las tres insignias de la Pasión con que se mostró el divino Corazón a Santa Margarita de Alacoque.

Oraciones finales

¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena

¡Oh Corazón divinísimo de Jesús, dignísimo de la adoración de los hombres y de los ángeles! ¡Oh Corazón inefable y verdaderamente amable, digno de ser adorado con infinitas alabanzas, por ser fuente de todos los bienes, por ser origen de todas las virtudes, por ser el objeto en quien más se agrada toda la Santísima Trinidad entre todas las criaturas! ¡Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Yo profundísimamente os adoro con todos los espíritus de mi pobre corazón, yo os alabo, yo os ofrezco las alabanzas todas de los más amantes serafines y de toda vuestra corte celestial y todas las que os puede dar el Corazón de vuestra Madre Santísima. Amén.



NOVENA MEDITADA
 AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Del 10 al 18 de junio de 2020





DÍA PRIMERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE  REFLEXIÓN
Nos asomamos con esta novena a tu sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más!

Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que quieres vivir y habitar permanentemente dentro de nosotros, porque tú nos comprendes, conoces nuestra fragilidad, conoces nuestros más íntimos deseos de adorar, corresponder y reparar, y de amar a nuestro prójimo. Tú sabes qué difícil esto resulta a veces. Tú conoces tantos corazones secos y arrugados porque se han cerrado al amor gratuito del Padre, porque han hecho una fe al margen de la que Tú, a través de la Iglesia, nos has donado.

Jesús, tan divino porque tu costado traspasado sigue día a día, hora a hora, segundo a segundo, derramando el agua para purificarnos y la Sangre para salvarnos.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
¡Dulzura del Corazón de Jesús! ¡Penetra nuestro corazón! Ablándanos para que creamos en tu presencia, dulcifícanos para acoger tus inspiraciones en estos días de novena y toda nuestra vida, para acoger por igual a cada hermano, penétranos de tu amor, ternura y dulzura para querer amar y reparar tu Corazón por tantas ofensas, ingratitudes, omisiones e indiferencias hacia Ti y Tu Iglesia.


ORACIÓN FINAL AL PADRE  ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!





DÍA SEGUNDO
 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este segundo día de la novena a Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano porque tuviste una Madre como nosotros, tan divino porque has hecho a María, Madre de Dios y Madre nuestra.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Humildad del Corazón de Jesús ¡Anonada mi corazón! La manera de La Virgen es hacer silencio y escuchar, la manera tuya en los albores de la Pasión fue silenciar ante el insensato Herodes, y sentenciar ante Pilatos: “Tú lo has dicho: Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la Verdad” (Jn 18, 36-37).

A nuestro orgullo y amor propio les da miedo anonadarse, silenciarse, humillarse. En la familia, en el trabajo, con los amigos o enemigos, si los tuviéramos. Tú desde la Eucaristía silencias y ahí estás anonadado, pero… ¡cómo nos hablas! Ayúdanos a ser humildes ante Ti, ante los demás, ante nosotros mismos y así ofrécenos al Padre para reparar, agradarte y amar en verdad.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA TERCERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este tercer día de la novena a tú sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que nos enseñaste que no viniste a ser servido, sino a servir (Mt 20,28), tan divino que como Sumo y Eterno sacerdote no dejas de servirnos en nuestras muchas y pobres necesidades. Siempre estás con nosotros, en el Papa, en tus pastores, sacerdotes, en cada uno de nosotros miembros de tu Cuerpo Místico.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Reino del Corazón de Jesús ¡Establécete en mi corazón! Tú nos dices que aquel que no cumpla lo más pequeño de la Ley del amor que nos enseñaste, será el más pequeño en el Reino de los cielos. Tú mismo, Jesús, vivo, presente y resucitado eres aquí y ahora el Reino de los cielos. “Será el más pequeño”… pero no echado, ni desechado. Porque Tú eres así de magnánimo, incapaz de contradecirte a Ti mismo, Dios de amor y verdad. Y también nos dijiste que el que viviera y cumpliera con amor la Ley de plenitud que nos trajiste, ¡ese será grande en el Reino de los cielos! Esto te pedimos, ser grandes en el Reino de Tú Corazón, sabiéndonos niños y pequeños ante Ti. Ayúdanos a crecer en nuestra vida interior, tu misma vida en nosotros; ayúdanos a tomarnos en serio la vida espiritual, a vivir y necesitar de Ti en tus sacramentos, a perseverar día a día en nuestra vida de piedad, sólo así Jesús, Tu Reino se establecerá en nuestros corazones.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!





DÍA CUARTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este cuarto día de la novena a Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que aun viendo la huella del Padre en cada criatura, viviste rodeado del pecado y de la obstinación del mal. Tan divino que nos enseñaste a no juzgar, a ser compasivos y misericordiosos, a que nunca hay ‘nuncas’ Contigo, ni con el Padre. En Ti, siempre hay ‘siempres’, siempres para levantarnos, siempres para buscar tu perdón, siempres para ser prontos a perdonar, siempres para pedir perdón, siempres para disculpar, siempres para callar la crítica, siempres para nunca hablar mal de nuestros hermanos.

Nosotros, como Tú, también vivimos rodeados del pecado de una sociedad mortecina, triste, dividida y sin referente de eternidad. Del pecado de una Iglesia que es Madre y Maestra, pero también pecadora en muchas partes de Su Cuerpo. Te pedimos que aún en medio de la verdad del mal, nos eleves la mirada para saber mirar desde la tuya.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Hermosura del Corazón de Jesús ¡Cautiva mi corazón! Cautiva nuestros corazones, no para mirar a otro lado, sino para saber descubrir la inmensidad de la belleza escondida en nuestra Fe, en nuestra Iglesia, en cada persona, en nosotros mismos. Cautívanos, Tú que eres el más hermoso de los hombres, cautívanos desde la fealdad aparente de tu cruz, como desde la eternidad aún velada a nuestros sentidos, pero no a nuestras almas.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA QUINTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este quinto día de novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que te quedaste tres días en el templo sin avisar a tus padres, “porque estabas en las cosas de Tu Padre”. Tan divino, porque de esa forma misteriosa abriste aún más los ojos de la Fe a José y a María, ellos, al asomarse a Tu Templo y encontrarte allí y, escucharte… Se les debió abrir los ojos y oídos interiores para ver y descubrir ¡A la Trinidad misma! Quizá por eso: “María meditaba y guardaba todo en su corazón”.

Tu Corazón, ya desde Niño nos enseña la obediencia interior, esa que va más allá del propio estado de vida; esa obediencia dócil, discreta y humilde que busca solamente agradar al Padre, -“Porque tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará”-. Esa obediencia positiva que nace por amor, para amar y desde el amor. La obediencia sujeta y sometida llanamente al depósito de la Fe recibida. La obediencia que Tú nos muestras es muy amable a los ojos de Dios, quizá incomprensible a los ojos humanos.

La obediencia del detalle; la obediencia del corazón paciente; la obediencia del corazón que no busca imponerse; la obediencia del corazón abierto a otras posibilidades y perspectivas.

La obediencia del corazón reparador, sensible a tus dolores y a nuestro pecado. La obediencia que escucha a Tú Corazón y a su conciencia. Porque Dios, Tú Padre, Nuestro Padre, siempre renueva y nos regenera con su novedad inspiradora.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Obediencia del Corazón de Jesús ¡Somete mi corazón! Ayúdanos como a María a sumirnos en Tú Corazón y desear abandonarnos a tus designios tan personales sobre cada uno:
Amar a Jesús como María,
Dios en Ella y Ella en Dios
Sin más seña de identidad que su fe,
Sin más norma ni ley que el amor.
La norma sin amor… mera tradición.
La Madre de Dios entre los hombres paseaba,
Nadie… de Ella se admiraba,
Solo Dios, solo Dios.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!






DÍA SEXTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este sexto día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que nos enseñas el Reino de los cielos en parábolas, con el lenguaje de la creación, echando mano del día a día, de la realidad de quienes te escuchaban. Tan divino que tus palabras engendran vida, y vida eterna. Elevas a los incultos e ignorantes llenos de sencillo espíritu y muestras su ignorancia a los eruditos sin espíritu.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Sabiduría del Corazón de Jesús ¡Conduce mi corazón! Tu sabiduría es la escuela de la cruz, la que mana de tu Costado abierto, condúcenos ahí, enséñanos a contemplar y escuchar la verdadera sabiduría, esa que minimiza y ridiculiza nuestras más íntimas pasiones contrarias al espíritu de Dios; esa sabiduría que nos amansa, llena de gozo y conforma plenamente a Tu Voluntad. La sabiduría del que perdiendo en lo humano, lo gana todo. La sabiduría del corazón que relativiza lo inmediato y antepone la vida interior al mundo exterior. La sabiduría del corazón apóstol que se abandona en la aparente pasividad aguardando tu iniciativa y se presta a sembrar para que sólo Tú coseches y salves a las almas para llevarlas al cielo, a Tú cielo. La sabiduría del corazón que busca que prevalezca el ser en Dios, antes que el hacer ante los hombres.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!






DÍA SÉPTIMO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este séptimo día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que al ver el cortejo fúnebre del hijo de la viuda de Naim, te conmoviste, sentiste compasión y así te mostraste ¡Tan divino! que sólo Tú podías realizar el milagro de resucitarle.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Misericordia del Corazón de Jesús ¡Perdona mi corazón! Perdónanos cuando nos mostramos inmisericorde, tu misericordia no conoces límites, más aún comienza donde acaba el límite del mal. Ayúdanos a no temer mostrarte un corazón contrito y humillado, porque tú no lo desprecias. Enséñanos el camino de la misericordia redentora y no permitas que nos salgamos de esa senda, sólo así podremos ser instrumentos dóciles en tus manos, sólo así repararemos tu Corazón dolido y mostraremos la alegría de Tú rostro a quienes aún no te conocen.


ORACIÓN AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!






DÍA OCTAVO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este octavo día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que tus silencios siempre muestran la verdad. Aquella mirada silenciosa entre tu Madre y tú cuando exclamaste: “Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan” (Lc 11, 27-28), porque sin duda, mirarías a Tú Madre aunque fuera de soslayo, no preocupado por Ella, pues ya sabía en Quien había puesto toda su confianza, ni Ella preocupada por las miradas ajenas, ya te conocía, no le importaba quedar en segundo plano. Tan divino que desde el silencio de la Eucaristía nos hablas y transformas.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Silencio del Corazón de Jesús ¡Habla a mi corazón! Muchas veces silencias en nuestras almas tu divina presencia, así nos enseñas lo que dijiste a la Samaritana: “Dios es espíritu” y aquello de que “Dios busca adoradores en espíritu y en verdad” (Jn 4, 23-24). Enséñanos a escuchar a Tú Corazón, háblanos y conviértenos en adoradores humildes poniendo todo nuestro espíritu al servicio de Tú verdad. Fortalécenos pues tú mejor que nadie sabe cómo somos, cómo arrastramos las heridas del pecado original, cómo nos alejamos cuando atisbamos a algo o a alguien de espíritu elevado, no permitas que el demonio tire de nosotros hacia abajo, ennoblece nuestro corazón y háblanos, grítanos de esa forma suave que sólo Tú sabes para transformar nuestro corazón y hacerlo semejante al Tuyo.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!





DÍA NOVENO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro Párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este último día de la novena a las puertas de Tu Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tu Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que no dudaste en echar a los vendedores y farsantes de Tu templo, de la Casa de Tu Padre. Tan divino que sólo Tú puedes tolerar y perdonar tantos sacrilegios, infidelidades, mentiras, saqueos, manipulaciones de tus hijos y hermanos redimidos. 

En estos tiempos de zozobra para la humanidad, donde aún permanece la oscuridad del pecado en el seno de Tu Iglesia. Donde la mediocridad, la acedia y la tibieza dominan a tantos corazones buenos de católicos, pero fríos en su piedad y amor a Ti, ¡muéstranos el verdadero celo de Tú Corazón! En estos tiempos donde el sentido de lo sagrado, la verdadera religiosidad la viven unas minorías, revélanos la ciencia del verdadero celo por el amor al Padre, por el ansia de eternidad, abominación del pecado y deseo sincero de salvación eterna en correspondencia y gratitud a tanto amor tuyo.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Celo del Corazón de Jesús ¡Devora mi corazón! Aquí nos tienes, que Tu celo lleno de santidad, mansedumbre, coherencia, valentía y humildad nos devore. Destierra de nuestros espíritus la somnolencia e incredulidad ante el mensaje del Evangelio. Sacúdenos con tu amor y alegría llena de paz para entregarnos de veras a Ti y a Tu obra redentora. No sólo nos has redimido, en tu magnanimidad sin límites, nos has hecho poderosos en el orden de la Gracia, nos asocias a Tu intercesión constante, y a la de tu Madre María. Concédenos la Fe para creer y renovarnos en las Promesas de tu Sagrado Corazón. Sacúdenos para que seamos sin complejos devotos de tu Sagrado Corazón y extender la verdad de Tu Reinado. Señor, que la presencia de tu Corazón nos abrase en amor a Ti y a la salvación de la humanidad.


ORACIÓN AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!







 LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 
Meditaciones y pensamientos del Papa Juan Pablo II 



"El mes de junio está dedicado, de modo especial, a la veneración del Corazón divino. No sólo un día, la fiesta litúrgica que, de ordinario, cae en junio, sino todos los días. Con esto se vincula la devota práctica de rezar o cantar cotidianamente las letanías al Sacratísimo Corazón de Jesús."

"Las letanías del Corazón de Jesús se inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y, al mismo tiempo, reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos. Son, a la vez, oración de veneración y de diálogo auténtico. Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los corazones hablar con este único Corazón, que es "fuente de vida y de santidad" . Del Corazón que es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que le invocan".

"Las letanías del Corazón de Jesús reflejan las mas profundas experiencias del corazón humano"




DÍA SEGUNDO
 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este segundo día de la novena a Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano porque tuviste una Madre como nosotros, tan divino porque has hecho a María, Madre de Dios y Madre nuestra.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Humildad del Corazón de Jesús ¡Anonada mi corazón! La manera de La Virgen es hacer silencio y escuchar, la manera tuya en los albores de la Pasión fue silenciar ante el insensato Herodes, y sentenciar ante Pilatos: “Tú lo has dicho: Yo soy Rey. Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la Verdad” (Jn 18, 36-37).

A nuestro orgullo y amor propio les da miedo anonadarse, silenciarse, humillarse. En la familia, en el trabajo, con los amigos o enemigos, si los tuviéramos. Tú desde la Eucaristía silencias y ahí estás anonadado, pero… ¡cómo nos hablas! Ayúdanos a ser humildes ante Ti, ante los demás, ante nosotros mismos y así ofrécenos al Padre para reparar, agradarte y amar en verdad.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!






DÍA TERCERO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este tercer día de la novena a tú sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de tu Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que nos enseñaste que no viniste a ser servido, sino a servir (Mt 20,28), tan divino que como Sumo y Eterno sacerdote no dejas de servirnos en nuestras muchas y pobres necesidades. Siempre estás con nosotros, en el Papa, en tus pastores, sacerdotes, en cada uno de nosotros miembros de tu Cuerpo Místico.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Reino del Corazón de Jesús ¡Establécete en mi corazón! Tú nos dices que aquel que no cumpla lo más pequeño de la Ley del amor que nos enseñaste, será el más pequeño en el Reino de los cielos. Tú mismo, Jesús, vivo, presente y resucitado eres aquí y ahora el Reino de los cielos. “Será el más pequeño”… pero no echado, ni desechado. Porque Tú eres así de magnánimo, incapaz de contradecirte a Ti mismo, Dios de amor y verdad. Y también nos dijiste que el que viviera y cumpliera con amor la Ley de plenitud que nos trajiste, ¡ese será grande en el Reino de los cielos! Esto te pedimos, ser grandes en el Reino de Tú Corazón, sabiéndonos niños y pequeños ante Ti. Ayúdanos a crecer en nuestra vida interior, tu misma vida en nosotros; ayúdanos a tomarnos en serio la vida espiritual, a vivir y necesitar de Ti en tus sacramentos, a perseverar día a día en nuestra vida de piedad, sólo así Jesús, Tu Reino se establecerá en nuestros corazones.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA CUARTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este cuarto día de la novena a Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que aun viendo la huella del Padre en cada criatura, viviste rodeado del pecado y de la obstinación del mal. Tan divino que nos enseñaste a no juzgar, a ser compasivos y misericordiosos, a que nunca hay ‘nuncas’ Contigo, ni con el Padre. En Ti, siempre hay ‘siempres’, siempres para levantarnos, siempres para buscar tu perdón, siempres para ser prontos a perdonar, siempres para pedir perdón, siempres para disculpar, siempres para callar la crítica, siempres para nunca hablar mal de nuestros hermanos.

Nosotros, como Tú, también vivimos rodeados del pecado de una sociedad mortecina, triste, dividida y sin referente de eternidad. Del pecado de una Iglesia que es Madre y Maestra, pero también pecadora en muchas partes de Su Cuerpo. Te pedimos que aún en medio de la verdad del mal, nos eleves la mirada para saber mirar desde la tuya.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Hermosura del Corazón de Jesús ¡Cautiva mi corazón! Cautiva nuestros corazones, no para mirar a otro lado, sino para saber descubrir la inmensidad de la belleza escondida en nuestra Fe, en nuestra Iglesia, en cada persona, en nosotros mismos. Cautívanos, Tú que eres el más hermoso de los hombres, cautívanos desde la fealdad aparente de tu cruz, como desde la eternidad aún velada a nuestros sentidos, pero no a nuestras almas.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!





DÍA QUINTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este quinto día de novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que te quedaste tres días en el templo sin avisar a tus padres, “porque estabas en las cosas de Tu Padre”. Tan divino, porque de esa forma misteriosa abriste aún más los ojos de la Fe a José y a María, ellos, al asomarse a Tu Templo y encontrarte allí y, escucharte… Se les debió abrir los ojos y oídos interiores para ver y descubrir ¡A la Trinidad misma! Quizá por eso: “María meditaba y guardaba todo en su corazón”.

Tu Corazón, ya desde Niño nos enseña la obediencia interior, esa que va más allá del propio estado de vida; esa obediencia dócil, discreta y humilde que busca solamente agradar al Padre, -“Porque tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará”-. Esa obediencia positiva que nace por amor, para amar y desde el amor. La obediencia sujeta y sometida llanamente al depósito de la Fe recibida. La obediencia que Tú nos muestras es muy amable a los ojos de Dios, quizá incomprensible a los ojos humanos.

La obediencia del detalle; la obediencia del corazón paciente; la obediencia del corazón que no busca imponerse; la obediencia del corazón abierto a otras posibilidades y perspectivas.

La obediencia del corazón reparador, sensible a tus dolores y a nuestro pecado. La obediencia que escucha a Tú Corazón y a su conciencia. Porque Dios, Tú Padre, Nuestro Padre, siempre renueva y nos regenera con su novedad inspiradora.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Obediencia del Corazón de Jesús ¡Somete mi corazón! Ayúdanos como a María a sumirnos en Tú Corazón y desear abandonarnos a tus designios tan personales sobre cada uno:
Amar a Jesús como María,
Dios en Ella y Ella en Dios
Sin más seña de identidad que su fe,
Sin más norma ni ley que el amor.
La norma sin amor… mera tradición.
La Madre de Dios entre los hombres paseaba,
Nadie… de Ella se admiraba,
Solo Dios, solo Dios.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías, Gloria.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!






DÍA SEXTO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este sexto día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que nos enseñas el Reino de los cielos en parábolas, con el lenguaje de la creación, echando mano del día a día, de la realidad de quienes te escuchaban. Tan divino que tus palabras engendran vida, y vida eterna. Elevas a los incultos e ignorantes llenos de sencillo espíritu y muestras su ignorancia a los eruditos sin espíritu.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Sabiduría del Corazón de Jesús ¡Conduce mi corazón! Tu sabiduría es la escuela de la cruz, la que mana de tu Costado abierto, condúcenos ahí, enséñanos a contemplar y escuchar la verdadera sabiduría, esa que minimiza y ridiculiza nuestras más íntimas pasiones contrarias al espíritu de Dios; esa sabiduría que nos amansa, llena de gozo y conforma plenamente a Tu Voluntad. La sabiduría del que perdiendo en lo humano, lo gana todo. La sabiduría del corazón que relativiza lo inmediato y antepone la vida interior al mundo exterior. La sabiduría del corazón apóstol que se abandona en la aparente pasividad aguardando tu iniciativa y se presta a sembrar para que sólo Tú coseches y salves a las almas para llevarlas al cielo, a Tú cielo. La sabiduría del corazón que busca que prevalezca el ser en Dios, antes que el hacer ante los hombres.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!




DÍA SÉPTIMO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este séptimo día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que al ver el cortejo fúnebre del hijo de la viuda de Naim, te conmoviste, sentiste compasión y así te mostraste ¡Tan divino! que sólo Tú podías realizar el milagro de resucitarle.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Misericordia del Corazón de Jesús ¡Perdona mi corazón! Perdónanos cuando nos mostramos inmisericorde, tu misericordia no conoces límites, más aún comienza donde acaba el límite del mal. Ayúdanos a no temer mostrarte un corazón contrito y humillado, porque tú no lo desprecias. Enséñanos el camino de la misericordia redentora y no permitas que nos salgamos de esa senda, sólo así podremos ser instrumentos dóciles en tus manos, sólo así repararemos tu Corazón dolido y mostraremos la alegría de Tú rostro a quienes aún no te conocen.


ORACIÓN AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!






DÍA OCTAVO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestros Párrocos y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este octavo día de la novena a las puertas de Tú Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tú Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que tus silencios siempre muestran la verdad. Aquella mirada silenciosa entre tu Madre y tú cuando exclamaste: “Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la guardan” (Lc 11, 27-28), porque sin duda, mirarías a Tú Madre aunque fuera de soslayo, no preocupado por Ella, pues ya sabía en Quien había puesto toda su confianza, ni Ella preocupada por las miradas ajenas, ya te conocía, no le importaba quedar en segundo plano. Tan divino que desde el silencio de la Eucaristía nos hablas y transformas.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Silencio del Corazón de Jesús ¡Habla a mi corazón! Muchas veces silencias en nuestras almas tu divina presencia, así nos enseñas lo que dijiste a la Samaritana: “Dios es espíritu” y aquello de que “Dios busca adoradores en espíritu y en verdad” (Jn 4, 23-24). Enséñanos a escuchar a Tú Corazón, háblanos y conviértenos en adoradores humildes poniendo todo nuestro espíritu al servicio de Tú verdad. Fortalécenos pues tú mejor que nadie sabe cómo somos, cómo arrastramos las heridas del pecado original, cómo nos alejamos cuando atisbamos a algo o a alguien de espíritu elevado, no permitas que el demonio tire de nosotros hacia abajo, ennoblece nuestro corazón y háblanos, grítanos de esa forma suave que sólo Tú sabes para transformar nuestro corazón y hacerlo semejante al Tuyo.


ORACIÓN FINAL AL PADRE ETERNO
Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén. 

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!





DÍA NOVENO
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


ORACIÓN PREPARATORIA
Ven, Espíritu Santo, inflama nuestro corazón en las ansias redentoras del Corazón de Cristo, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras, en unión con Él, por la Redención del mundo. ¡Señor mío y Dios mío Jesucristo!, por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre en tu santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones, por nuestro Obispo y sus intenciones, por nuestro Párroco y sus intenciones.


BREVE REFLEXIÓN
Nos asomamos este último día de la novena a las puertas de Tu Sagrado Corazón ¡Ábrenos las puertas de Tu Corazón una vez más! Jesús, tan humano y tan divino. Tan humano que no dudaste en echar a los vendedores y farsantes de Tu templo, de la Casa de Tu Padre. Tan divino que sólo Tú puedes tolerar y perdonar tantos sacrilegios, infidelidades, mentiras, saqueos, manipulaciones de tus hijos y hermanos redimidos. 

En estos tiempos de zozobra para la humanidad, donde aún permanece la oscuridad del pecado en el seno de Tu Iglesia. Donde la mediocridad, la acedia y la tibieza dominan a tantos corazones buenos de católicos, pero fríos en su piedad y amor a Ti, ¡muéstranos el verdadero celo de Tú Corazón! En estos tiempos donde el sentido de lo sagrado, la verdadera religiosidad la viven unas minorías, revélanos la ciencia del verdadero celo por el amor al Padre, por el ansia de eternidad, abominación del pecado y deseo sincero de salvación eterna en correspondencia y gratitud a tanto amor tuyo.


DE LAS INVOCACIONES AL CORAZÓN DE JESÚS
Celo del Corazón de Jesús ¡Devora mi corazón! Aquí nos tienes, que Tu celo lleno de santidad, mansedumbre, coherencia, valentía y humildad nos devore. Destierra de nuestros espíritus la somnolencia e incredulidad ante el mensaje del Evangelio. Sacúdenos con tu amor y alegría llena de paz para entregarnos de veras a Ti y a Tu obra redentora. No sólo nos has redimido, en tu magnanimidad sin límites, nos has hecho poderosos en el orden de la Gracia, nos asocias a Tu intercesión constante, y a la de tu Madre María. Concédenos la Fe para creer y renovarnos en las Promesas de tu Sagrado Corazón. Sacúdenos para que seamos sin complejos devotos de tu Sagrado Corazón y extender la verdad de Tu Reinado. Señor, que la presencia de tu Corazón nos abrase en amor a Ti y a la salvación de la humanidad.


ORACIÓN AL PADRE ETERNO
¡Oh Padre Eterno! Por medio del Corazón de Jesús, mi vida, mi verdad y mi camino, llego a Vuestra Majestad; por medio de este adorable Corazón, os adoro por todos los hombres que no os adoran; os amo por todos los que no os aman; os conozco por todos los que, voluntariamente ciegos, no quieren conoceros. Por este divinísimo Corazón deseo satisfacer a Vuestra Majestad todas las obligaciones que os tienen todos los hombres; os ofrezco todas las almas redimidas con la preciosa sangre de vuestro divino Hijo, y os pido humildemente la conversión de todas por el mismo suavísimo Corazón. No permitáis que sea por más tiempo ignorado de ellas mi amado Jesús; haced que vivan por Jesús, que murió por todas. Presento también a Vuestra Majestad, sobre este santísimo Corazón, a vuestros siervos, mis amigos, y os pido los llenéis de su espíritu, para que, siendo su protector el mismo deífico Corazón, merezcan estar con vos eternamente. Amén.

Hacer aquí la petición que se desea obtener con esta novena- Tres Padrenuestros y Avemarías.

Sagrado Corazón de Jesús ¡En Vos confío!
Inmaculado Corazón de María ¡Sé la salvación mía!







 LETANÍAS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS 
Meditaciones y pensamientos del Papa Juan Pablo II 



"El mes de junio está dedicado, de modo especial, a la veneración del Corazón divino. No sólo un día, la fiesta litúrgica que, de ordinario, cae en junio, sino todos los días. Con esto se vincula la devota práctica de rezar o cantar cotidianamente las letanías al Sacratísimo Corazón de Jesús."

"Las letanías del Corazón de Jesús se inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y, al mismo tiempo, reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos. Son, a la vez, oración de veneración y de diálogo auténtico. Hablamos en ellas del corazón y, al mismo tiempo, dejamos a los corazones hablar con este único Corazón, que es "fuente de vida y de santidad" . Del Corazón que es "paciente y lleno de misericordia" y "generoso para todos los que le invocan".

"Las letanías del Corazón de Jesús reflejan las mas profundas experiencias del corazón humano"


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