martes, 21 de enero de 2020

ORACIÓN DE PROTECCIÓN


Oración de protección




Te ofrezco una oración de protección, compuesta por el Papa León XIII (1878-1903), quien ordenó rezarla al final de la Misa. Así se hizo hasta la reforma del Misal de san Pío V (1570), sustituido por el actual misal posconciliar del Papa Pablo VI (1969). En la oración pedimos el amparo de san Miguel Arcángel contra las insidias del Maligno.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla: sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del Demonio. “Reprímale Dios”, pedimos suplicantes: y tú, Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Así sea.

“El evangelio es el primer texto de la antigüedad en el que el demonio se presenta como un enemigo al que se puede vencer. Uno de los grandes éxitos del cristianismo, en su primera difusión, se basó en el poder de los exorcistas cristianos sobre el demonio. La iglesia primitiva vivió esa certeza de vencer al “fuerte”, en nombre del “más fuerte”, Cristo”.



* Enviado por el P. Natalio

EL TESORO DE LOS PROBLEMAS


El tesoro de los problemas
Te abruman tantos problemas, parece que no hay salida. Oras y oras y parece que tu oración no es escuchada...


Por: Abraham Soto | Fuente: Catolicos Con Acción




Seguramente la noche anterior no has podido dormir pensando en cómo solucionar el problema que tienes ahora mismo. Das vuelta de un lado al otro y no sabes cómo salir de el y menos cuándo acabará.

De la misma manera están tus compañeros de clase, de trabajo o familiares. Todos tenemos problemas en la casa, con los amigos, en el trabajo, en fin… Si los problemas se convirtieran en un tesoro, pronto serías rico.

Oras y oras y parece que tu oración no es escuchada por Dios, pues los problemas empeoran y día a día se te suman más. Y la fe pronto se va debilitando hasta que te alejas de Dios.

A lo mejor estás leyendo este artículo desde una cama de enfermo, o desde tu oficina en medio de miles de actividades y regaños de tu jefe o quizá desde la universidad y ya no puedes con la carga académica. O tal vez en tu casa en medio de los problemas económicos de la familia y por qué no en medio de los conflictos en tu noviazgo.

¿Por qué a mi? es la pregunta que frecuentemente repites. Ahora te pregunto: ¿Acaso no has deseado alguna vez ser rico? ¿Recuerdas cuando arriba escribí “si los problemas se convirtieran en un tesoro, pronto serías rico?

Hoy te propongo una buena idea, a lo mejor no la perfecta, pero sí la que te ayudará a sobrellevar los problemas. En cada problema, identifica lo positivo. Cada problema trae consigo un tesoro, ese que aún no has descubierto porque sigues empeñado en quejarte.

Tómate un par de minutos. Piensa. Reflexiona. Pregúntate: ¿Cuál es el tesoro de mi problema? ¿Cuál es el lado positivo? ¿De qué me está salvando Dios?

Muchas veces nosotros queremos que las cosas ya sucedan, que los problemas se solucionen o que simplemente no existan. Dios sí existe y sus pensamientos no son iguales a los tuyos, ni tampoco a los míos. Su pensamiento y amor es divino, todo tiene un propósito, un tesoro.

¿Y María? Ella te ama diciéndote: “No se entristezca tu corazón ni te llenes de angustia. ¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿Acaso no soy tu ayuda y protección?”.

¡Ánimo! ¡Dios tiene un gran tesoro para ti!

SANTA INÉS, VIRGEN Y MÁRTIR, 21 DE ENERO


Biografía de Santa Inés
21 de enero 




Y añade el santo: "Se refiere que ella tenía sólo trece años cuando fue martirizada. Y notemos el poder de la fe que consigue hacer mártires valientes en tan tierna edad. Casi no había sitio en tan pequeño cuerpo para tantas heridas. Se mostró valientísima ante las más ensangrentadas manos de los verdugos y no se desanimó cuando oyó arrastrar con estrépito las pesadas cadenas. Ofreció su cuello a la espada del soldado furioso. Llevada contra su voluntad ante el altar de los ídolos, levantó sus manos puras hacia Jesucristo orando, y desde el fondo de la hoguera hizo el signo de la cruz, señal de la victoria de Jesucristo. Presentó sus manos y su cuello ante las argollas de hierro, pero era tan pequeña que aquellos hierros no lograban atarla. Todos lloraban menos ella. Las gentes admiraban la generosidad con la cual brindaba al Señor una vida que apenas estaba empezando a vivir. Estaban todos asombrados de que a tan corta edad pudiera ser ya tan valerosa mártir en honor de la Divinidad. Cuántas amenazas empleó el tirano para persuadirla. Cuántos halagos para alejarla de su religión. Mas ella respondía: La esposa injuria a su esposo si acepta el amor de otros pretendientes. Únicamente será mi esposo el que primero me eligió, Jesucristo. ¿Por qué tardas tanto verdugo? Perezca este cuerpo que no quiero sea de ojos que no deseo complacer. Llegado el momento del martirio. Reza. Inclina la cabeza. Hubierais visto temblar el verdugo lleno de miedo, como si fuera él quien estuviera condenado a muerte. Su mano tiembla. Palidece ante el horror que va a ejecutar, en tanto que la jovencita mira sin temor la llegada de su propia muerte. H aquí dos triunfos a un mismo tiempo para una misma niña: la pureza y el martirio".

Era de la noble familia romana Clodia. Nació cerca del año 290. Recibió muy buena educación cristiana y se consagró a Cristo con voto de virginidad.

Volviendo un día del colegio, la niña se encontró con el hijo del alcalde de Roma, el cual se enamoró de ella y le prometió grandes regalos a cambio de la promesa de matrimonio. Ella respondió: "He sido solicitada por otro Amante. Yo amo a Cristo. Seré la esposa de Aquel cuya Madre es Virgen; lo amaré y seguiré siendo casta".

El hijo recurre a su padre, el alcalde. Este la hace apresar. La amenazan con las llamas si no reniega de su religión pero no teme a las llamas. Entonces la condenan a morir degollada. Sus padres recogen el cadáver. La sepultan en el sepulcro paterno. Pocos días después su hermana Emerenciana cae martirizada a pedradas por estar rezando junto al sepulcro.

"Con mínimas fuerzas superó grandes peligros", dice San Dámaso en su epitafio.

Todos los historiadores coinciden en proclamarla mártir de la virginidad. Es patrona de las jóvenes que desean conservar la pureza. Cada año, el 21 de enero, día de Santa Inés, se bendicen los corderos con cuya lana se tejen los "palios", o sea el distintivo de los arzobispos.

En este tiempo de materialismo sea ella un modelo de castidad para la juventud.

La liturgia la presenta como modelo de los éxitos que logra alcanzar una persona cuando tiene una gran fe. La fe en Dios y en la eternidad lleva al heroísmo.

PAPA FRANCISCO: LOS DONES DEL SEÑOR NO SE COMPRAN


Papa Francisco: Los dones del Señor no se compran
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



En su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta de este 21 de enero, el Papa Francisco advirtió que “el ser cristiano, ser bautizado, ser ordenado sacerdotes y obispos es pura gratuidad” porque “los dones del Señor no se compran”.

Así lo indicó el Santo Padre al reflexionar en la Primera Lectura de la liturgia de hoy del Primer Libro de Samuel en donde se relata la unción de David.

El Papa señaló que, entre los hermanos, fue elegido el más pequeño, “el más limitado, aquel que no tenía títulos, que no tenía nada” y esto muestra “la gratuidad de la elección de Dios”.


“Cuando Dios elige, muestra su libertad y la gratuidad. Pensemos en todos los que estamos aquí: ¿por qué nos eligió el Señor? ‘No, porque somos de una familia cristiana, de una cultura cristiana ...’. No. Muchos de familia cristiana y de cultura cristiana rechazan al Señor, no quieren. Pero ¿cómo es que estamos aquí, elegidos por el Señor? Gratuitamente, sin ningún mérito, gratuitamente. El Señor nos eligió gratuitamente. No hemos pagado nada para convertirnos en cristianos. Nosotros los sacerdotes, los obispos no hemos pagado nada para convertirnos en sacerdotes y obispos, al menos eso creo, ¿no? Porque hay, sí, aquellos que quieren avanzar en la llamada carrera eclesiástica, que se comportan de una manera simoníaca, buscan influencias para convertirse aquí, allá, allá ... trepadores. No, pero esto no es cristiano. Ser cristiano, ser bautizado, ser ordenado sacerdote y obispo es pura gratuidad. Los dones del Señor no se compran”, afirmó el Papa.

En esta línea, el Santo Padre exhortó a “ser santos” y añadió que la santidad cristiana es “cuidar el don, nada más” comportándose de tal modo para “que el Señor permanezca siempre”.

“En la vida ordinaria, en las empresas, en el trabajo, muchas veces para tener un lugar más alto, se habla con este funcionario, se habla con este gobernante, se habla con ese de aquí..., para que ‘dile al jefe que me lleve...’. No es un regalo; eso es trepar. Pero ser cristianos, ser sacerdotes, ser obispos es solo un regalo. Y así se entiende nuestra actitud de humildad, lo que debemos tener: sin ningún mérito. Solo que debemos cuidar este regalo, que no se pierda”, pidió.

De este modo, el Pontífice recordó que “todos estamos ungidos por la elección del Señor; debemos cuidar esta unción que nos hizo cristianos, que nos hizo sacerdotes, que nos hizo obispos” y agregó “esto es la santidad. Las otras cosas no son necesarias. La humildad de cuidar. Y entonces, el regalo. ¿Cuál es el gran regalo de Dios? ¡El Espíritu Santo! Cuando el Señor nos eligió, nos dio el Espíritu Santo. Y esto es pura gracia, es pura gracia. Sin ningún mérito nuestro”.

Por ello, el Papa Francisco pidió en su homilía no olvidar al pueblo de Dios porque “si nosotros los cristianos olvidamos al pueblo de Dios, incluso a los no creyentes, si los sacerdotes olvidamos nuestro rebaño, si los obispos olvidamos esto y nos sentimos más importantes que los demás, negamos el don de Dios” y añadió que es como decirle al Espíritu Santo: “vete tranquilo en la Trinidad, descansa, que yo puedo solo” por lo que el Papa remarcó “y esto no es cristiano, esto no es cuidar el don”.

“Pidamos hoy al Señor, pensando en David, que nos dé la gracia de agradecer por el don que nos ha dado, de ser conscientes de este don, tan grande, tan hermoso y de cuidarlo -esta gratuidad, este don- cuidarlo con nuestra fidelidad”, concluyó.

Lectura comentada por el Papa Francisco:
I Samuel 16:1-13
1 Dijo Yahveh a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar llorando por Saúl, después que yo le he rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y vete. Voy a enviarte a Jesé, de Belén, porque he visto entre sus hijos un rey para mí.» 2 Samuel replicó: «¿Cómo voy a ir? Se enterará Saúl y me matará.» Respondió Yahveh: «Lleva contigo una becerra y di: "He venido a sacrificar a Yahveh." 3 Invitarás a Jesé al sacrificio y yo te indicaré lo que tienes que hacer, y me ungirás a aquel que yo te diga.» 4 Hizo Samuel lo que Yahveh le había ordenado y se fue a Belén. Salieron temblando a su encuentro los ancianos de la ciudad y le preguntaron: «¿Es de paz tu venida, vidente?» 5 Samuel respondió: «Sí; he venido a sacrificar a Yahveh. Purificaos y venid conmigo al sacrificio.» Purificó a Jesé y a sus hijos y les invitó al sacrificio. 6 Cuando ellos se presentaron vio a Eliab y se dijo: «Sin duda está ante Yahveh su ungido.» 7 Pero Yahveh dijo a Samuel: «No mires su apariencia ni su gran estatura, pues yo le he descartado. La mirada de Dios no es como la mirada del hombre, pues el hombre mira las apariencias, pero Yahveh mira el corazón.» 8 Llamó Jesé a Abinadab y le hizo pasar ante Samuel, que dijo: «Tampoco a éste ha elegido Yahveh.» 9 Jesé hizo pasar a Sammá, pero Samuel dijo: «Tampoco a éste ha elegido Yahveh.» 10 Hizo pasar Jesé a sus siete hijos ante Samuel, pero Samuel dijo: «A ninguno de éstos ha elegido Yahveh.» 11 Preguntó, pues, Samuel a Jesé: «¿No quedan ya más muchachos?» El respondió: «Todavía falta el más pequeño, que está guardando el rebaño.» Dijo entonces Samuel a Jesé: «Manda que lo traigan, porque no comeremos hasta que haya venido.» 12 Mandó, pues, que lo trajeran; era rubio, de bellos ojos y hermosa presencia. Dijo Yahveh: «Levántate y úngelo, porque éste es.» 13 Tomó Samuel el cuerno de aceite y le ungió en medio de sus hermanos. Y a partir de entonces, vino sobre David el espíritu de Yahveh. Samuel se levantó y se fue a Ramá.

HOY 21 DE ENERO SE INICIA EL TRIDUO A SAN FRANCISCO DE SALES


Hoy se inicia el Triduo a San Francisco de Sales, patrono de la prensa católica
Redacción ACI Prensa




“La verdadera y sólida devoción consiste en una voluntad constante, resuelta, pronta y activa de ejecutar lo que se conoce ser del agrado de Dios”, decía San Francisco de Sales, Patrono de la prensa católica, Doctor de la Iglesia y conocido como el Santo de la amabilidad.

Próximos a la fiesta litúrgica de este Santo francés que se celebra cada 24 de enero, aquí un Triduo de oraciones en su honor para pedir su intercesión ante Dios misericordioso.

Oración inicial

Glorioso San Francisco de Sales, 
vuestro nombre porta la dulzura del corazón mas afligido;
vuestras obras destilan la selecta miel de la piedad;
vuestra vida fue un continuo holocausto de amor perfecto
lleno del verdadero gusto por las cosas espirituales,
y del generoso abandono en la amorosa divina voluntad.
Enséñame la humildad interior,
la dulzura de nuestro exterior,
y la imitación de todas las virtudes que has sabido copiar
de los Corazones de Jesús y de Marí­a. Amén

Oración para pedir la gracia que se necesita

Señor, Dios nuestro, tú has querido que el santo obispo Francisco de Sales se entregara a todos generosamente para la salvación de los hombres; concédenos, a ejemplo suyo, manifestar la dulzura de tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Te rogamos por su intercesión nos alcances la gracia de............., que tan ardientemente deseamos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Se dice un un Padre Nuestro, Ave María y Gloria. Luego se repite tres veces: “San Francisco de Sales, ruega por nosotros”.

Letanías a San Francisco de Sales

Señor ten piedad, Señor ten piedad
Cristo ten piedad, Cristo ten piedad
Señor ten piedad, Cristo ten piedad
Cristo óyenos, Cristo óyenos
Cristo escúchanos, Cristo escúchanos
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros
Trinidad Santa un solo Dios, ten piedad de nosotros
-S Francisco admirable obispo, ruega por nosotros
-S Francisco amado de Dios, ruega por nosotros
-S Francisco imitador de Jesucristo, ruega por nosotros
-S Francisco lleno de los dones del Señor, ruega por nosotros
-S Francisco favorito de la madre de Dios, ruega por nosotros
-S Francisco devoto de los santos, ruega por nosotros
-S Francisco encendido de amor por la Cruz de Cristo, ruega por nosotros
-S Francisco unido íntimamente a la Divina Voluntad, ruega por nosotros
-S Francisco vaso de elección, ruega por nosotros
-S Francisco luz de la Iglesia, ruega por nosotros
-S Francisco modelo perfecto de religioso, ruega por nosotros
-S Francisco fuente de sabiduría, ruega por nosotros
-S Francisco defensor de la fe Católica, ruega por nosotros
-S Francisco buen pastor de su rebaño, ruega por nosotros
-S Francisco predicador incomparable, ruega por nosotros
-S Francisco azote de las herejías, ruega por nosotros
-S Francisco modelo de justicia, ruega por nosotros
-S Francisco espejo de humildad, ruega por nosotros
-S Francisco despegado del mundo, ruega por nosotros
-S Francisco amante de la pobreza, ruega por nosotros
-S Francisco maestro de dulzura, ruega por nosotros
-S Francisco conquistador de las pasiones carnales, ruega por nosotros
-S Francisco terror de los demonios, ruega por nosotros
-S Francisco pronta ayuda de los penitentes, ruega por nosotros
-S Francisco refugio de los pecadores, ruega por nosotros
-S Francisco providencia de los pobres, ruega por nosotros
-S Francisco consolador de los afligidos, ruega por nosotros
-S Francisco ejemplo de perfección, ruega por nosotros
-S Francisco arca de santidad, ruega por nosotros
-S Francisco imitador de la pureza de los ángeles, ruega por nosotros
-S Francisco querubín de sabiduría, ruega por nosotros
-S Francisco serafín de amor, ruega por nosotros
-S Francisco nuestro santo patrono, ruega por nosotros
-S Francisco nuestra dulce luz, ruega por nosotros
-S Francisco nuestro poderoso protector, ruega por nosotros
-S Francisco nuestro guía en los caminos de Dios, ruega por nosotros
-S Francisco nuestro refugio, ruega por nosotros
-S Francisco competencia de los ángeles, ruega por nosotros
-S Francisco imitador de los Apóstoles, ruega por nosotros
-S Francisco participante de la gloria de los mártires, ruega por nosotros
-S Francisco gloria de los santos confesores, ruega por nosotros
-S Francisco maestro y doctor de vírgenes, ruega por nosotros
-S Francisco glorioso ciudadano de todos los santos, ruega por nosotros

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.

V. Ruega por nosotros oh bendito San Francisco de Sales
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Oración final
Oh Dios, que por tu santa voluntad el bendito Francisco, tu confesor y obispo, se dio a todos los hombres por la salvación de sus almas, concédenos que llenos de tu dulce amor, podamos, por la guía de sus consejos y la ayuda de sus méritos, obtener los goces de la vida eterna. Amén.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY MARTES 21 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Martes de la 2ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, martes, 21 de enero de 2020



Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel (16,1-13):

En aquellos dias, el Señor dijo a Samuel: «¿Hasta cuándo vas a estar lamentándote por Saúl, si yo lo he rechazado como rey de Israel? Llena la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he elegido un rey.»
Samuel contestó: «¿Cómo voy a ir? Si se entera Saúl, me mata.»
El Señor le dijo: «Llevas una novilla y dices que vas a hacer un sacrificio al Señor. Convidas a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que tienes que hacer; me ungirás al que yo te diga.»
Samuel hizo lo que le mandó el Señor. Cuando llegó a Belén, los ancianos del pueblo fueron ansiosos a su encuentro: «¿Vienes en son de paz?»
Respondió: «Sí, vengo a hacer un sacrificio al Señor. Purificaos y venid conmigo al sacrificio.»
Purificó a Jesé y a sus hijos y los convidó al sacrificio. Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: «Seguro, el Señor tiene delante a su ungido.»
Pero el Señor le dijo: «No te fijes en las apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo. Porque Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón.»
Jesé llamó a Abinadab y lo hizo pasar ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éste lo ha elegido el Señor.»
Jesé hizo pasar a Samá; y Samuel le dijo: «Tampoco a éste lo ha elegido el Señor.»
Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éstos los ha elegido el Señor.»
Luego preguntó a Jesé: «¿Se acabaron los muchachos?»
Jesé respondió: «Queda el pequeño, que precisamente está cuidando las ovejas.»
Samuel dijo: «Manda por él, que no nos sentaremos a la mesa mientras no llegue.»
Jesé mandó a por él y lo hizo entrar: era de buen color, de hermosos ojos y buen tipo.
Entonces el Señor dijo a Samuel: «Anda, úngelo, porque es éste.»
Samuel tomó la cuerna de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. En aquel momento, invadió a David el espiritu del Señor, y estuvo con él en adelante. Samuel emprendió la vuelta a Ramá.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 88,20.21-22.27-28

R/. Encontré a David, mi siervo

Un dia hablaste en visión a tus amigos:
«He ceñido la corona a un héroe,
he levantado a un soldado sobre el pueblo.» R/.

«Encontré a David, mi siervo,
y lo he ungido con óleo sagrado;
para que mi mano esté siempre con él
y mi brazo lo haga valeroso.» R/.

«Él me invocará: "Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora";
y yo lo nombraré mi primogénito,
excelso entre los reyes de la tierra.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,23-28):

Un sábado, atravesaba el Señor un sembrado; mientras andaban, los discípulos iban arrancando espigas.
Los fariseos le dijeron: «Oye, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?»
Él les respondió: «¿No habéis leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre? Entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros.»
Y añadió: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado.»

Palabra del Señor





Comentario al Evangelio de hoy martes, 21 de enero de 2020
José Luis Latorre, cmf


“El sábado es para el hombre, no el hombre para el sábado”

Queridos amigos

Esta es una de las frases redondas de Jesús. Seguramente quedó muy gravada en la memoria de sus discípulos y orientó con claridad la vida y el comportamiento de las comunidades cristianas que vivían inmersas en el judaísmo y el paganismo, y que ha orientado el devenir de la Iglesia a lo largo de los siglos. Un pensamiento que ayudó –y nos ayuda hoy también- a no absolutizar normas, leyes, costumbres, ritos… sino ponerlos siempre al servicio de la norma suprema: el bien y la vida de la persona. Tanto para David como para Jesús dar de comer al que lo necesita está por delante de todo; solo el amor a Dios y al próximo es lo principal y primero; no hay otra norma suprema.

Hay personas tan obedientes a Dios que al final van contra su voluntad más clara. Son tan estrictas en el cumplimiento de las normas y leyes de la Iglesia que dejan en segundo lugar el amor, la misericordia, el perdón, la comprensión y el respeto a la persona. Son como los fariseos que daban más importancia a la Ley que a sus valores, porque para ellos lo escrito y mandado era lo que había que hacer y cumplir olvidando la Palabra del Señor: “este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí”. La Ley y sus valores están al servicio de la persona, la libertad, la alegría y la comunidad. ¡Cuidado con los fundamentalismos, moralismos y ritualismos! Todos los extremos son peligrosos; de ahí la importancia de este gran principio de comportamiento de Jesús.

Jesús encarnado procuró el bien, la felicidad, la alegría, la paz para todos, y la unidad de la comunidad. Él mismo dice: “Yo he venido para que tengan vida y ésta en abundancia”. Jesús privilegia siempre la vida e insiste en el valor de la persona; un valor que es preciso recuperar hoy, primero frente a una religión tan organizada que sea una máquina de exclusión, y segundo frente a una sociedad que privilegia a los fuertes y excluye a los débiles.

Si este principio de Jesús orientó la vida de los primeros cristianos en una sociedad y religión excluyente, también hoy debe orientar la vida de los cristianos en nuestras comunidades y sociedades. No podemos quedarnos tranquilos viendo cómo niños, jóvenes, adultos y ancianos son marginados, excluidos, maltratados e ignorados. Un cristiano y una comunidad cristiana debe alzar la voz y actuar en consecuencia con la Palabra de Jesús: “El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado”.

José Luis Latorre, Misionero Claretiano

FELIZ MARTES!!!




lunes, 20 de enero de 2020

ANUNCIO URGENTE


Anuncio urgente




Minuto a minuto, con la mano abierta, en el surco de la vida... ¡Siembra! Deja caer el  grano, entrega al mundo tu ofrenda, como el Sembrador Divino... ¡Siembra! Nada se pierde de lo que se entrega; el Señor cosecha, tú siembra.  No importa que nunca veas el fruto; tú sólo eres instrumento: ¡Siembra!

Se necesita: un ejército pacífico y unido que crea en el valor de las pequeñas cosas; gente que construya la historia y no se deje arrastrar por los acontecimientos; más corazones desarmados, en un mundo lleno de rivalidades; almas magnánimas en una sociedad interesada; espíritus fuertes para un tiempo de mediocridades; más trabajadores y menos personas que critiquen. Necesitamos con urgencia, sin falta, una asociación de manos bienhechoras encendiendo una luz para iluminar el pesimismo de la multitud con un fósforo en las manos, pequeño, insignificante, pero que ilumine disipando la oscuridad que trata de envolvernos.

Que este mensaje genere en tu corazón el propósito de aprovechar mejor cada día “en todo lo que es verdadero y noble, en todo lo que es justo y puro, amable y digno de honra, en todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza” (Fil. 4, 8).



* Enviado por el P. Natalio

LA SINCERIDAD


La sinceridad



Hubo una vez un emperador que convocó a todos los solteros del reino pues era tiempo de buscar pareja a su hija.

Todos los jóvenes asistieron y el rey les dijo:

"Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros, al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la planta más bella ganará la mano de mi hija, y por ende el reino".

Así se hizo, pero había un joven que plantó su semilla y ésta no germinaba. Mientras tanto, todos los demás jóvenes del reino no paraban de hablar mostrando las hermosas plantas y flores que habían sembrado en sus macetas.

Pasaron los seis meses y todos los jóvenes se dispusieron a desfilar hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas.

El joven estaba muy triste pues su semilla nunca germinó y ni siquiera quería ir al palacio. Su madre insistía en que debía ir pues era un participante y debía estar allí.

Con la cabeza baja y muy avergonzado, desfiló al final hacia el palacio con su maceta vacía.

Todos los jóvenes hablaban de sus plantas, y al ver a nuestro amigo se rieron abiertamente burlándose de él. En ese momento el alboroto fue interrumpido por la entrada del rey, al que todos hicieron su respectiva reverencia mientras él se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas.

Finalizada la inspección hizo llamar a su hija, y llamó de entre todos al joven que llevó su maceta vacía. Atónitos, todos esperaban la explicación de aquella acción.

El rey dijo entonces:

"Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos trataron de engañarme plantando otras plantas. Este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, real y valiente, cualidades que un futuro rey debe tener y que mi hija merece".

Moraleja:

La sinceridad será por siempre una virtud. Dí siempre la verdad independientemente de las circunstancias.

IMAGEN DE LA HISTORIA DEL SANTO ROSARIO


IMAGEN DE JESÚS PARA DECORAR Y IMPRIMIR





¿SABÍAS QUÉ?



PAPA FRANCISCO: LA PALABRA DE DIOS SIEMPRE NOS LLEVA HACIA ADELANTE



Papa Francisco: La Palabra de Dios siempre nos lleva hacia adelante
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



En su homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta de este 20 de enero, el Papa Francisco invitó a escuchar la Palabra del Señor porque “es siempre novedad y nos lleva hacia adelante siempre”.

Así lo indicó el Santo Padre al reflexionar en el pasaje del Evangelio de San Marcos en el que los discípulos son criticados por no ayunar y el Señor explica “nadie vierte vino nuevo en odres viejos” porque los odres se romperían perdiendo todo.

“La novedad de la Palabra del Señor, porque la Palabra del Señor siempre es novedad, nos lleva hacia adelante siempre, siempre gana, es lo mejor de todo. Vence la idolatría, vence la soberbia y vence esta actitud de estar demasiado seguros de nosotros mismos, no por la Palabra del Señor sino por las ideologías que he construido alrededor de la Palabra del Señor. Hay una frase de Jesús muy buena que explica todo esto y que viene de Dios, tomada del Antiguo Testamento: Misericordia quiero y no sacrificios”, explicó el Papa.

Además, el Pontífice reflexionó en la primera Lectura de la Liturgia del día del Primer libro de Samuel para destacar la falta de docilidad de Saúl porque creyó que su “interpretación” era la más correcta a pesar de haberle pedido no tomar nada del pueblo.


“Cuando Samuel va a regañarlo de parte del Señor, él (Saúl) explica: ‘Pero, mira, había bueyes, había muchos animales gordos y buenos y con ellos hice un sacrificio al Señor’. Él no metió nada en el bolsillo, los demás sí. De hecho, con esta actitud de interpretar la Palabra de Dios como le parecía correcto, permitió que otros pusieran algo del botín en sus bolsillos. Los pasos de la corrupción: comienza con una pequeña desobediencia, una falta de docilidad, y continúa, continúa, continúa”, advirtió.

En esta línea, el Santo Padre explicó que el “pecado de falta de docilidad” está precisamente en el “preferir” lo que “yo creo pienso y no lo que me manda el Señor, y que quizá no entiendo”.

“Cuando te obstinas delante a la voluntad del Señor, eres un idólatra, porque prefieres lo que piensas, ese ídolo, a la voluntad del Señor. Y a Saúl, esa desobediencia le costó al reino: ‘Debido a que rechazaste la Palabra del Señor, el Señor te rechazó como rey’. Esto debe hacernos pensar un poco sobre nuestra docilidad. Muchas veces preferimos nuestras interpretaciones del Evangelio o la Palabra del Señor al Evangelio y la Palabra del Señor. Por ejemplo, cuando caemos en la casuística, en las casuísticas morales... Esta no es la voluntad del Señor. La voluntad del Señor es clara, la muestra con los mandamientos de la Biblia y te hace verla con el Espíritu Santo dentro de tu corazón. Pero cuando soy obstinado y convierto la Palabra del Señor en ideología, soy un idólatra, no soy dócil. Docilidad, obediencia”, señaló el Papa.

Por ello, el Santo Padre concluyó en la homilía que el ser “buen cristiano” significa ser “dócil” a la Palabra del Señor, escuchar lo que el Señor dice sobre la “justicia”, la “caridad”, el “perdón”, la “misericordia” y no ser “incoherentes en la vida” al usar una “ideología para ir hacia adelante”.

Lecturas comentadas por el Papa Francisco:
Marcos 2:18-22

18Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?» 19Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar. 20Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día. 2Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor. 22Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.

I Samuel 15:16-23

16 Pero Samuel dijo a Saúl: «Basta ya y deja que te anuncie lo que Yahveh me ha revelado esta noche.» El le dijo: «Habla.» 17 Entonces Samuel dijo: «Aunque tú eres pequeño a tus propios ojos ¿no eres el jefe de las tribus de Israel? Yahveh te ha ungido rey de Israel. 18 Yahveh te ha enviado por el camino y te ha dicho: "Vete, y consagra al anatema a estos pecadores, los amalecitas, hazles la guerra hasta el exterminio". 19 ¿Por qué no has escuchado a Yahveh? ¿Por qué te has lanzado sobre el botín y has hecho lo que desagrada a Yahveh?» 20 Saúl respondió a Samuel: «¡Yo he obedecido a Yahveh! Anduve por el camino por el que me envió, he traído a Agag, rey de Amalec, y he entregado al anatema a los amalecitas. 21 Del botín, el pueblo ha tomado el ganado mayor y menor, lo mejor del anatema, para sacrificarlo a Yahveh tu Dios en Guilgal.» 22 Pero Samuel dijo: ¿Acaso se complace Yahveh en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a la palabra de Yahveh? Mejor es obedecer que sacrificar, mejor la docilidad que la grasa de los carneros. 23 Como pecado de hechicería es la rebeldía, crimen de terafim la contumacia. Porque has rechazado la palabra de Yahveh, él te rechaza para que no seas rey.

LECTURAS BÍBLICAS DE HOY LUNES 20 DE ENERO DE 2020


Lecturas de hoy Lunes de la 2ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 20 de enero de 2020


Primera lectura
Lectura del primer libro de Samuel (15,16-23):

En aquellos días, Samuel dijo a Saúl: «Déjame que te cuente lo que el Señor me ha dicho esta noche.»
Contestó Saúl: «Dímelo.»
Samuel dijo: «Aunque te creas pequeño, eres la cabeza de las tribus de Israel, porque el Señor te ha nombrado rey de Israel. El Señor te envió a esta campaña con orden de exterminar a esos pecadores amalecitas, combatiendo hasta acabar con ellos. ¿Por qué no has obedecido al Señor? ¿Por qué has echado mano a los despojos, haciendo lo que el Señor reprueba?»
Saúl replicó: «¡Pero si he obedecido al Señor! He hecho la campaña a la que me envió, he traido a Agag, rey de Amalec, y he exterminado a los amalecitas. Si la tropa tomó del botin ovejas y vacas, lo mejor de lo destinado al exterminio, lo hizo para ofrecérselas en sacrificio al Señor, tu Dios, en Guilgal.»
Samuel contestó: «¿Quiere el Señor sacrificios y holocaustos, o quiere que obedezcan al Señor? Obedecer vale más que un sacrificio; ser dócil, más que la grasa de carneros. Pecado de adivinos es la rebeldía, crimen de idolatría es la obstinación. Por haber rechazado al Señor, el Señor te rechaza como rey.»

Palabra de Dios


Salmo
Sal 49,8-9.16bc-17.21.23

R/. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios

«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños.» R/.

«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?» R/.

«Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré, te lo echaré en cara.
El que me ofrece acción de gracias, ése me honra;
al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios.» R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (2,18-22):

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: «Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?»
Jesús les contestó: «¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.»

Palabra del Señor




Comentario al Evangelio de hoy lunes, 20 de enero de 2020
José Luis Latorre, cmf


ODRES NUEVOS

Queridos amigos

El evangelio de hoy nos habla de la novedad que la presencia de Jesús entre los hombres supuso para la humanidad. Su palabra y su estilo de vivir llamó mucho la atención entre los judíos; su mensaje y su vida cuestionó muchas viejas costumbres, tradiciones y prácticas religiosas; a nadie dejó indiferente Todos se preguntaban quién era Jesús y por qué hablaba y actuaba así. Jesús decía que los tiempos nuevos requieren actitudes y gestos nuevos; no se puede poner parches de novedad a lo viejo y caduco, ni repetir “siempre se ha hecho así”: “a vino nuevo, odres nuevos”. Determinados ritos y normas del pasado nos dan seguridad, pero no se corresponden ya con la novedad de Jesús y nos dejan atrapados en el inmovilismo.

Cada uno de nosotros y la comunidad cristiana está llamada al discernimiento continuo sobre lo que es compatible con la novedad traída por Jesús y la permanencia en lo antiguo. El mundo evoluciona y las personas evolucionamos también. Como dice San Pablo: “cuando era niño hablaba como un niños, pensaba como un niño… cuando me hice un hombre halaba y razonaba como un hombre”. Así también en nuestra vida espiritual: continuamente estamos llamados a tomar decisiones nuevas y dar pasos nuevos. Para no equivocarnos es necesario discernir a la luz de la Palabra y la vida de Jesús; cada año que pasa es una invitación a seguir creciendo y madurando como persona y creyente; los acontecimientos personales, eclesiales y sociales son una llamada personal y comunitaria a seguir a Jesús que está en medio de nosotros y que nos repite constantemente: “no tengas miedo, ven conmigo”.

Samuel le ha recordado a Saúl: “la obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que la grasa de los carneros”. Los ritos y las prácticas religiosas tienen valor cuando nacen de un corazón bueno y dócil; los actos externos jamás pueden suplir a la actitud interior del corazón. La obediencia a la voluntad de Dios vale más que todos los sacrificios y ayunos. San Juan habla de un culto “en espíritu y verdad” y Marcos de “odres nuevos”. Por eso la relación con Dios solo es auténtica cuando se fundamenta sobre la obediencia y la docilidad. Ser obediente es estar con la mente y el corazón abiertos y dispuestos a vibrar con cualquier soplo del Espíritu que continuamente nos invita a ir hacia delante sin volver la vista atrás. Es el Espíritu el que continuamente nos repite como a Abraham: “Sal de tu tierra”, deja tus seguridades y vete donde yo te mostraré.

“Odres nuevos”: es una forma de pensar y vivir al estilo de Jesús; es estar atento al paso de Dios por mi vida y la vida de la comunidad; es no atarse a nada que me impida avanzar; es dejar atrás el inmovilismo, la rutina, la pereza… y caminar siempre hacia adelante. Es vivir cada día lo que Pedro dijo de Jesús: “pasó por el mundo haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal”, es decir amar y servir a toda persona sea de la condición que sea.

José Luis Latorre, Misionero Claretiano

FELIZ SEMANA!!





domingo, 19 de enero de 2020

PAPA FRANCISCO: CRISTO LIBERÓ A LA HUMANIDAD DE LA ESCLAVITUD DEL PECADO


Papa Francisco: Cristo liberó a la humanidad de la esclavitud del pecado
Redacción ACI Prensa
 Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa



El Papa Francisco destacó, durante el rezo del Ángelus este domingo 19 de enero en la Plaza de San Pedro del Vaticano, que, a diferencia de otras religiones donde se hacen sacrificios y ofrendas a Dios, en el cristianismo es Dios quien sacrifica a su Hijo para salvar a la Humanidad.

El Santo Padre indició que Jesús “cargó con los pecados de todos y los para que fuésemos libres y no esclavos”.

El Pontífice reflexionó sobre el fragmento evangélico de este segundo domingo del Tiempo Ordinario, del Evangelio de San Juan, en el que se sigue describiendo la Epifanía del Señor, “la manifestación de Jesús”.

“Después de haber sido bautizado en el río Jordán”, señaló Francisco, “Él fue consagrado por el Espíritu Santo que se posó sobre Él y fue proclamado Hijo de Dios por la voz del Padre celeste”.

El Pontífice explicó que “el Evangelista Juan, a diferencia de los otros tres, no describe el acontecimiento, sino que propone el testimonio de Juan Bautista. Él fue el primer testigo de Cristo. Dios lo había llamado y lo había preparado para esto”.

Después del bautismo en el Jordán, “Juan el Bautista no puede retener el fuerte deseo de dar testimonio de Jesús, y declara: ‘Y yo lo he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios’”.

Juan habla así porque “vio algo desconcertante, es decir, el Hijo amado de Dios solidario con los pecadores; y el Espíritu Santo le hizo comprender la novedad inaudita, un verdadero vuelco”.

Esa novedad supone que “mientras en todas las religiones es el hombre el que ofrece y sacrifica algo a Dios, con la venida de Jesús es Dios el que ofrece a su propio Hijo para la salvación de la Humanidad”.

“Juan manifiesta su estupor y su aceptación de esta novedad traída por Jesús mediante una expresión que repetimos siempre en Misa: ‘He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo’”.


De esa manera, “el testimonio de Juan Bautista nos invita a recomenzar siempre nuestro camino de fe: recomenzar desde Jesucristo, Cordero lleno de misericordia que el Padre ha entregado por nosotros”.

Por ello, el Papa Francisco invitó a aprender del Bautista “a no presumir de conocer ya a Jesús, de saberlo todo de Él. No, no es así. Detengámonos en el Evangelio, tal vez contemplando un icono de Cristo, un ‘Rostro santo’, una de las muchas representaciones hermosas en que es rica la historia del arte en oriente y en occidente”.

“Contemplemos con los ojos y, todavía más, con el corazón: y dejémonos instruir por el Espíritu Santo que nos dice en el interior: ¡Es Él! Es el Hijo de Dios haciéndose cordero, inmolado por amor”.

“Él ha llevado consigo, ha sufrido, ha expiado el pecado del mundo, y también mis pecados. Todos. Ha cargado con todos y los ha arrancado de nosotros, para que finalmente fuésemos libres, nunca más esclavos del mal. Sí, tal vez pobres pecadores, pero no esclavo, no, sino hijos, hijos de Dios”, concluyó el Papa Francisco.
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