martes, 15 de enero de 2019

UN RATITO CON EL ESPÍRITU SANTO


UN RATITO CON EL ESPÍRITU SANTO
Jesús es el Cristo



Muchas veces hemos escuchado las palabras "Cristo" y "Mesías". Pero ¿qué significan estas palabras? Ambas significan "ungido". Por ello, cuando afirmamos que Jesús es el "Cristo" o el "Mesías", lo que estamos señalando es que Jesús está ungido por el Espíritu Santo.

En el Antiguo Testamento se anunciaba la venida del "Mesías" o el "Cristo". Es decir, se promete la venida del "Ungido" del Señor. Por ejemplo, el profeta Isaías nos dice: "Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre Él, el espíritu de Yahveh; espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y temor de Yahveh" (Is 11, 1-2). Es profecía se cumplió con la venida de Jesús, pues Él está lleno del Espíritu Santo y Él nos unge con ese mismo Espíritu.



P. Carlos Rosell De Almeida

UN RATITO CON SAN JOSÉ: JOSE DA EL LINAJE DE DAVID A JESÚS


UN RATITO CON SAN JOSÉ
José da el linaje de David a Jesús



San José es importante porque al adoptar a Jesús le da la descendencia de David. Expliquemos esto diciendo que, según la ley judía, cuando un hombre adoptaba un hijo, le pasaba su linaje, es decir, su descendencia. Puesto que José, como hemos visto, era de la descendencia de David, le da el linaje davídico a Jesús. 

Podemos percibir el valor que tuvo el hecho de que San José adoptara al Salvador como su hijo. Apreciamos así, en este hecho, de qué manera los planes de Dios se cumplen gracias también a la colaboración de hombres buenos como san José.


P. Carlos Rosell De Almeida

ESTE ES EL PROGRAMA OFICIAL DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD PANAMÁ 2019


Este es el programa oficial de la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019
Redacción ACI Prensa
Foto: Flickr.com/Panama2019 / Mivielk Perez.




La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019 publicó la agenda oficial de todos los eventos disponibles para los peregrinos desde el 22 hasta el 27 de enero de este año, entre los que están los actos en los que participará el Papa Francisco.

La agenda incluye las horas, los nombres de los eventos y los lugares donde se realizará.

Martes 22 de enero

9:00 a.m. - 4:00 p.m. Parque del perdón "Renuévame" - Parque Recreativo Omar.

9:00 a.m. - 5:00 p.m. Feria Vocacional "Sígueme" - Parque Recreativo Omar.

12:00 m. - 8:30 p.m. Parque Temático Cristonautas - Parque Recreativo Omar.

5:00 p.m. - 7:00 p.m. Ceremonia de apertura de la JMJ: Santa Misa. Campo Santa María La Antigua.

Miércoles 23 de enero

9:00 a.m. - 12:00 m. Catequesis - Parroquias o centros de acogida.


9:00 a.m. - 4:00 p.m. Parque del Perdón "Renuévame" - Parque Recreativo Omar.

9:00 a.m. - 5:00 p.m. Feria Vocacional "Sígueme" - Parque Recreativo Omar.

12:00 m. - 8:30 p.m. Parque Temático Cristonautas - Parque Recreativo Omar.

1:30 p.m. - 11:30 p.m. Festival de la Juventud "Alégrate" Tarimas / Exposiciones / Baile y Danza / Conversatorios / Copa JMJ.

4:30 p.m. - 4:50 p.m. Llegada del Santo Padre al Aeropuerto Internacional de Tocumen.

Jueves 24 de enero

9:00 a.m. - 12:00 m. Catequesis - Parroquias o centros de acogida.

9:00 a.m. - 4:00 p.m. Parque del perdón "Renuévame" - Parque Recreativo Omar.

9:00 a.m. - 5:00 p.m. Feria Vocacional "Sígueme" - Parque Recreativo Omar.

12:00 m. - 8:30 p.m. Parque Temático Cristonautas - Parque Recreativo Omar.

1:30 p.m. - 11:30 p.m. Festival de la Juventud "Alégrate" Tarimas / Exposiciones / Baile y Danza / Conversatorios / Copa JMJ.

5:30 p.m. - 8:00 p.m. Bienvenida de los jóvenes al Santo Padre.

Viernes 25 de enero

9:00 a.m. - 12:00 m. Catequesis - Parroquias o centros de acogida.


9:00 a.m. - 4:00 p.m. Parque del perdón "Renuévame" - Parque Recreativo Omar.

9:00 a.m. - 5:00 p.m. Feria Vocacional "Sígueme" - Parque Recreativo Omar.

12:00 m. - 8:30 p.m. Parque Temático Cristonautas - Parque Recreativo Omar.

1:30 p.m. - 11:30 p.m. Festival de la Juventud "Alégrate" Tarimas / Exposiciones / Baile y Danza / Conversatorios / Copa JMJ.

5:30 p.m. – 8:00 p.m. Vía Crucis. Campo Santa María La Antigua.

Sábado 26 de enero

6:30 p.m. - 8:30 p.m. Vigilia con los jóvenes. Campo San Juan Pablo II.

Domingo 27 de enero

8:00 a.m. - 10:00 a.m. Santa Misa - Campo San Juan Pablo II.

4:30 p.m. - 5:30 p.m. Encuentro con los voluntarios de la JMJ. Estadio Romel Fernández.

6:00 p.m. - 6:15 p.m. Ceremonia de despedida del Santo Padre. Aeropuerto Internacional de Tocumen.

EL PAPA FRANCISCO PIDE A LA IGLESIA RELANZAR EL HUMANISMO DE LA VIDA


El Papa Francisco pide a la Iglesia relanzar el humanismo de la vida
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
Foto: Daniel Ibáñez / ACI Prensa




El Papa Francisco afirmó que “la Iglesia está llamada a relanzar vigorosamente el humanismo de la vida”, en una carta enviada con ocasión del 25° aniversario de la Pontificia Academia para la Vida fundada el 11 de febrero 1994.

En la carta titulada “La comunidad humana” (humana communitas) publicada este 15 de enero, el Santo Padre asegura que “la comunidad humana ha sido el sueño de Dios desde antes de la creación del mundo”. Por ello pide “restaurar la evidencia de esta pasión de Dios por la criatura humana y su mundo”.

La misiva anticipa la próxima Asamblea General que se llevará a cabo del 25 al 27 de febrero con el tema de “Robótica. Personas, máquinas y salud” en el Aula Nueva del Sínodo.

“En nuestro tiempo, la Iglesia está llamada a relanzar vigorosamente el humanismo de la vida que surge de esta pasión de Dios por la criatura humana. El compromiso para comprender, promover y defender la vida de todo ser humano toma su impulso de este amor incondicional de Dios”, escribe el Papa. Añade que “la belleza y el atractivo del Evangelio nos muestran que el amor al prójimo no se reduce a la aplicación de unos criterios de conveniencia económica y política o a ‘algunos acentos doctrinales o morales que proceden de determinadas opciones ideológicas’”.

El Papa Francisco dijo que esta pasión ha animado la actividad de la Pontificia Academia para la Vida desde su fundación hace veinticinco años, por San Juan Pablo II, siguiendo la recomendación del siervo de Dios y gran científico Jérôme Lejeune. “Este último, claramente convencido de la profundidad y rapidez de los cambios que se producen en el ámbito biomédico, consideró oportuno sostener un compromiso más estructurado y orgánico en este frente”, subrayó.


En estos años, el Santo Padre destacó que la Academia “ha podido desarrollar iniciativas de estudio, formación e información para que quede de manifiesto que la ciencia y la técnica, puestas al servicio de la persona humana y de sus derechos fundamentales, contribuyen al bien integral del hombre y a la realización del proyecto divino de salvación”.

Por lo tanto, el Papa aseguró que “es urgente intensificar el estudio y la comparación de los efectos de esta evolución de la sociedad en un sentido tecnológico para articular una síntesis antropológica que esté a la altura de este desafío de época” y alertó que el área de su experiencia calificada “no puede limitarse, pues, a resolver problemas planteados por situaciones específicas de conflicto ético, social o legal”.

El Santo Padre señaló que “la pasión por lo humano, por toda la humanidad encuentra en este momento de la historia serias dificultades”, y denuncia que “la distancia entre la obsesión por el propio bienestar y la felicidad compartida de la humanidad se amplía hasta tal punto que da la impresión de que se está produciendo un verdadero cisma entre el individuo y la comunidad humana”.

Por ello, el Papa dijo que “una nueva perspectiva ética universal, atenta a los temas de la creación y de la vida humana, es el objetivo que debemos perseguir a nivel cultural” porque “la diversidad de la vida humana es un bien absoluto, digno de ser custodiado éticamente y muy valioso para la salvaguardia de toda la creación”. “Es hora de relanzar una nueva visión de un humanismo fraterno y solidario de las personas y de los pueblos”, exhorta.

San Juan Pablo II

En su carta, el Santo Padre también destacó signos de la acción de Dios en este ámbito realizados por San Juan Pablo II, como “los gestos de acogida y defensa de la vida humana, la difusión de una sensibilidad contraria a la guerra y a la pena de muerte, así como un interés creciente por la calidad de la vida y la ecología”.

“La comunidad científica de la Pontificia Academia para la Vida ha demostrado, en sus veinticinco años de historia, cómo precisamente desde esta perspectiva puede ofrecer su alta y calificada contribución. Prueba de ello es el compromiso con la promoción y protección de la vida humana en todo su desarrollo, la denuncia del aborto y de la supresión de los enfermos como males gravísimos que contradicen el Espíritu de vida y nos hunden en la anti-cultura de la muerte”, aseguró el Papa.


El Pontífice pidió continuar en esta línea, pero “prestando atención a otros desafíos que la coyuntura contemporánea presenta para la maduración de la fe, para una comprensión más profunda de la misma y para una comunicación más adecuada a los hombres de hoy”.

“Debemos, ante todo, hacer nuestro el lenguaje y la historia de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, incorporando el anuncio del Evangelio en la experiencia concreta, como el Concilio Vaticano II ya nos indicó con determinación. Para captar el sentido de la vida humana, la experiencia a la que se hace referencia es aquella que puede reconocerse en la dinámica de la generación. De esta manera, se evitará reducir la vida a un concepto puramente biológico o a una idea universal abstraída de las relaciones y de la historia”, subrayó.

En ese sentido, el Papa pidió a la Pontificia Academia para la Vida que “sea un lugar lleno de valentía de esta interacción y este diálogo al servicio del bien de todos. No tengan miedo de elaborar argumentos y lenguajes que puedan ser utilizados en un diálogo intercultural e interreligioso, así como interdisciplinar. Participen en la reflexión sobre los derechos humanos, que son un punto central en la búsqueda de criterios universalmente compartidos”, animó.

Asimismo, Francisco recordó que Benedicto XVI insistió mucho en la importancia de “urgir una nueva reflexión sobre los deberes que los derechos presuponen, y sin los cuales éstos se convierten en algo arbitrario” porque hoy se da “una profunda contradicción”. “Mientras, por un lado, se reivindican presuntos derechos, de carácter arbitrario y superfluo, con la pretensión de que las estructuras públicas los reconozcan y promuevan, por otro, hay derechos elementales y fundamentales que se ignoran y violan en gran parte de la humanidad”, entre los que el Papa Emérito denunció “la carencia de comida, agua potable, instrucción básica o cuidados sanitarios elementales”.

Al finalizar, el Papa propuso inspirarse en el testimonio de San Francisco de Asís “con su capacidad de reconocerse como hermano de todas las criaturas terrenas y celestiales”, porque “son hermosos los pies de aquellos que llevan el anuncio gozoso del amor de Dios por la vida de cada uno y de todos los habitantes de la tierra”.

PAPA FRANCISCO PIDE TESTIMONIAR EL VALOR INALIENABLE DE LA VIDA


Papa Francisco pide testimoniar el valor inalienable de la vida
POR MERCEDES DE LA TORRE | ACI Prensa
 Foto: Vatican Media



El Papa Francisco animó a los organizadores de la próxima Marcha por la vida de Francia a “testimoniar los valores inalienables de la dignidad humana y de la vida”.

La Marcha por la vida se llevará a cabo el domingo 20 de enero en París y se centrará en el respeto de la objeción de conciencia para la profesión médica.


Los organizadores de esta iniciativa recibieron un mensaje del Santo Padre firmado por el Nuncio Apostólico en Francia, Mons. Luigi Ventura.

“El Papa Francisco saluda cordialmente a los participantes de la Marcha por la Vida. Animado por la convicción que todo el mal realizado en mundo se resume en este: el desprecio a la vida. El Pontífice anima a testimoniar sin parar los valores inalienables de la dignidad humana y de la vida”, se lee en el texto.

Según informó Vatican News, los organizadores de esta iniciativa explican que la marcha quiere ser “una llamada a los franceses para que miren decididamente la acogida de la vida, afirmando el derecho a la objeción de conciencia”.

“A pesar de los intentos de trivializar el aborto —reiteran los organizadores incluidos varios organismos católicos— este gesto plantea un verdadero caso de conciencia a toda la sociedad civil".

EL EVANGELIO DE HOY MARTES 15 DE ENERO 2019


Lecturas de hoy Martes de la 1ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, martes, 15 de enero de 2019


Primera lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (2,5-12):

DIOS no sometió a los ángeles el mundo venidero, del que estamos hablando; de ello dan fe estas palabras:
«¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, o el ser humano, para que mires por él?
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad,
todo lo sometiste bajo sus pies».
En efecto, al someterle todo, nada dejó fuera de su dominio. Pero ahora no vemos todavía que le esté sometido todo.
Al que Dios había hecho un poco inferior a los ángeles, a Jesús, lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Pues, por la gracia de Dios, gustó la muerte por todos.
Convenía que aquel, para quien y por quien existe todo, llevara muchos hijos a la gloria perfeccionando mediante el sufrimiento al jefe que iba a guiarlos a la salvación.
El santificador y los santificados proceden todos del mismo. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos, pues dice:
«Anunciaré tu nombre a mis hermanos,
en medio de la asamblea te alabaré».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 8,2a.5.6-7.8-9

R/. Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos

V/. ¡Señor, dueño nuestro,
qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
el ser humano, para darle poder? R/.

V/. Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. R/.

V/. Todo lo sometiste bajo sus pies:
rebaños de ovejas y toros,
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28):

EN la ciudad de Cafarnaún, el sábado entra Jesús en la sinagoga a enseñar; estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Jesús lo increpó:
«¡Cállate y sal de él!».
El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un grito muy fuerte, salió de él. Todos se preguntaron estupefactos:
«¿Qué es esto? Una enseñanza nueva expuesta con autoridad. Incluso manda a los espíritus inmundos y lo obedecen».
Su fama se extendió enseguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Palabra de Dios



Comentario al Evangelio de hoy martes, 15 de enero de 2019
Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

Uno de los rasgos más llamativos del Jesús histórico fue su excepcional conciencia de autoridad, en el hablar y en el actuar. Esto llamó la atención de sus contemporáneos, que alguna vez le preguntaron: “¿Con qué autoridad haces esto?” En las sinagogas de su tiempo se practicaba la lectura bíblica y la predicación explicativa; había especialistas en ello, los llamados “escribas”. Estos, al exponer el sentido del texto, disfrutaban citando a escribas anteriores; así mostraban su erudición y daban peso a sus afirmaciones.

Pero Jesús es diferente. Debió de tener algún maestro particular (sabía leer y escribir, cosa nada corriente por entonces), pero lo suyo no llegó a “carrera” de escriba; los contrincantes se preguntarán: “¿Cómo puede este saber de letras sin haber estudiado?”  (Jn 7,15). Es indiscutible que gozó de una perspicacia extraordinaria y de gran capacidad persuasiva; por eso en la sinagoga se le ofrecía oportunidad para leer o predicar. El Talmud, siglos más tarde, le acusa de “haber seducido a Israel”; y sabemos que en la “seducción” juega un papel importante la palabra.

A la palabra de Jesús le dio una credibilidad extraordinaria el hecho de ir acompañada de signos, que visualizaban el contenido de lo que exponía. Ayer le oíamos anunciar la llegada del reino de Dios y hoy le vemos curando a un desesperado enfermo psíquico, un “endemoniado”, probablemente menospreciado por los israelitas, ya que en él suponían que actuaban poderes opuestos a Yahvé. Quizá no se sepa con precisión en qué consistía su enfermedad; lo importante es que en él, por medio de Jesús, Yahvé muestra que comienza a reinar, que el dolor humano retrocede y la comunión entre los humanos se restablece. Jesús anuncia y “realiza” la llegada de los tiempos mesiánicos. Ante esto, solo cabe la admiración: “¿Qué es esto?”. Y se perfila mejor la imagen tradicional de Dios: no desea otra cosa que el bienestar humano.

Recordando esta demostración, y otras que la seguirán, y recodando igualmente la autoridad de la palabra magistral de Jesús, la Iglesia naciente seguirá reflexionando acerca de él; le “ve coronado de gloria y honor” y le aplica el dicho del Salmo 8: “todo lo sometiste bajo sus pies”. Es otra forma de confesarle “Señor”.

Esto lo reafirma la carta a los Hebreos con una expresión que debió de tomar de una antigua fórmula bautismal: Jesús es Señor, “por quien existe todo y para quien existe todo” (cf. 1Co 8,5-6). Pero el erudito autor añade una observación de interés: “no vemos todavía que le esté sometido todo”. Jesús, por tanto, es el Señor de derecho, pero no lo es de hecho. Hay muchos que no le conocen, otros,, conociéndole, le rechazan; hay mucho poder del mal y estructuras de pecado. Hay en nosotros mismos, en nuestra sensibilidad y criterios, “zonas no suficientemente bautizadas”, poco iluminadas por su presencia.

Recibamos por tanto una llamada a la conversión, a dejarnos guiar y transformar por Él, y también una llamada a la misión, al testimonio, de modo que algún día ya no se pueda cantar aquello de “no es tu reino, Señor, la tierra no es tu reino”.

Vuestro hermano 
Severiano Blanco cmf

FELIZ MARTES




lunes, 14 de enero de 2019

CALENDARIOS RELIGIOSOS: MES DE JULIO, AGOSTO,SEPTIEMBRE, OCTUBRE, NOVIEMBRE Y DICIEMBRE 2019









GANADOR CONTRA PERDEDOR


Ganador contra Perdedor



Cuando un ganador comete un error, dice: "Yo me equivoqué".
Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa".

Un ganador trabaja más fuerte que el perdedor y tiene más tiempo;
Un perdedor está siempre "muy ocupado" para hacer lo que es necesario.

Un ganador enfrenta y supera el problema.
Un perdedor le da vueltas y nunca logra pasarlo.

Un ganador se compromete;
Un perdedor hace promesas.

Un ganador dice, "Yo soy bueno, pero no tan bueno como a mí me gustaría ser".
Un perdedor dice, "Yo no soy tan malo como lo es mucha otra gente".

Un ganador escucha, comprende y responde.
Un perdedor sólo espera hasta que le toque su turno para hablar.

Un ganador respeta a aquellos que son superiores a él y trata de aprender algo de ellos.
Un perdedor se resiente con aquellos que son superiores a él y trata de encontrarle los defectos.

Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo solamente;
Un perdedor no colabora y siempre dice, "Yo sólo hago mi trabajo".

Un ganador dice, "Debe haber una mejor forma de hacerlo..."
Un perdedor dice, "Esta es la manera en que siempre lo hemos hecho".

Un ganador como vos, comparte este mensaje con sus amigos...
Un perdedor como los otros es egoísta y se lo guarda para sí mismo

MADUREZ

Madurez



Madurez es el arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar.

Madurez es la habilidad de controlar la ira y resolver las discrepancias sin violencia o destrucción. 

Madurez es paciencia; es la voluntad de posponer el placer inmediato a favor de un beneficio a largo plazo. 

Madurez es perseverancia; es la habilidad de sacar un proyecto o una situación adelante, a pesar de fuerte oposición y retrocesos decepcionantes. 

Madurez es la capacidad de encarar disgustos y frustraciones incomodidades y derrotas, sin queja ni abatimiento. 

Madurez es humildad; es ser suficientemente grande para decir me equivoqué; y cuando se está en lo correcto, la persona madura, no necesita la satisfacción de decir: "Te lo dije". 

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla; los inmaduros pasan sus vidas explorando posibilidades, para al fin no hacer nada. 

Madurez significa confiabilidad; mantener la propia palabra, superar la crisis; los inmaduros son maestros de la excusa, son los confusos y desorganizados, sus vidas son una mezcla de promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar, y buenas intenciones que nunca se convierten en realidad. 

Madurez es el arte de vivir en paz con lo que es imposible cambiar

UN RATITO CON EL ESPÍRITU SANTO: EL ACOMPAÑANTE DE JESÚS


UN RATITO CON EL ESPÍRITU SANTO
El acompañante de Jesús



Se cuenta de un sacerdote que siempre se movilizaba en una moto, pues tenía varias parroquias que atender. Un día, dado que iba a llegar tarde, comenzó a correr en su moto más de lo permitido. Estaba yendo a ciento veinte kilómetro por hora. En ese momento, un policía se dio cuenta y le detuvo. Al acercársele, el policía le dijo al sacerdote: "Padrecito, disculpe, pero tengo que ponerle una multa por ir a mucha velocidad". Rápidamente, el sacerdote dijo: "Señor policía, no se preocupe por la velocidad que llevo, pues yo siempre voy acompañado por Dios". Ante esta respuesta, el policía le señaló: "Si es así, padrecito, la multa es el doble, porque en moto está prohibido ir acompañado".

Todos nosotros siempre estamos acompañados por Dios. Y la vida de Jesús en la tierra tuvo como gran acompañante al Espíritu Santo. No podemos referirnos a Jesús sin hablar del Espíritu Santo.


P. Carlos Rosell De Almeida


UN RATITO CON SAN JOSÉ: LA DINASTÍA DE DAVID


UN RATITO CON SAN JOSÉ
La Dinastía de David



Es bueno saber que cuando el Evangelio según San Mateo explica la genealogía de Jesús, remarca la presencia de David. Y, además, deja con claridad la enseñanza de que José viene de la descendencia de David (cf. Mt 1, 1-17). Igualmente, el Evangelio según San Lucas indica que José es de la "casa de de David" (Lc 1, 27).

Ahora bien, también debemos de saber que David recibió una promesa de Dios a través del profeta Natán. Si leemos el segundo libro de Samuel nos encontraremos con esta promesa de Dios: "Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza. El constituirá una casa para mi Nombre y yo consolidaré el trono de su realiza para siempre" (2 S7, 12-13). Lo que Dios le promete a David es que uno de su descendencia será rey para siempre.


P. Carlos Rosell De Almeida

JESUCRISTO ES EL CAMINO


Jesucristo es el camino
En el camino hacia Dios abundan las pruebas y caídas, pero en esta carrera el hombre no camina solo, Dios es su acompañante.


Por: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: Catholic.net 




Un joven acudió una vez a un anciano y le pidió que orara por él:

– “Me doy cuenta que estoy cayendo continuamente en la impaciencia, ¿podría orar por mí para que pueda ser más paciente?”.

El anciano accedió. Se arrodillaron, y el hombre de Dios comenzó a orar:
– “Señor, mándale tribulaciones a este joven esta mañana, envíale tribulaciones en la tarde…”

El joven le interrumpió y le dijo:
- “¡No, no! ¡Tribulaciones no! ¡Paciencia!”.
-“Pero la tribulación produce paciencia –contestó el anciano–. Si quieres
tener paciencia, tienes que tener tribulación”.


Cualquier caminante necesita echar mano de la paciencia, pues el camino es largo, arduo y costoso, expresaba san Juan de la cruz y en todo camino se presentan dificultades y tribulaciones de todo tipo.

“Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6). Jesús aparece el nuevo mediador de Dios (Mc 3,14) y la definitiva revelación de Dios (Jn 17, 22). Jesús señala las condiciones de este camino para entrar en el Reino (Mt 5,20). El caminar cristiano es una carrera (1Co 9,24-27). Para caminar hay que poner lo ojos en Jesús (Hb 12,1-2) y peregrinar (Hb 11,13-16), sin poseer una ciudad permanente (Hb 13, 14) siendo huéspedes de este mundo (1P 1,1). Él es camino de vida, de bendición. Juan lo mostró al mundo como el camino por donde tendría que ir la humanidad, camino recto; quien quiera transitar por caminos de vida, tendrá que caminar con él y por él.

El símbolo del “camino” nos evoca el seguimiento, el proceso espiritual, nos habla de nuestra condición de peregrinos. Somos extranjeros y peregrinos (1P 2,11), somos ciudadanos del cielo, buscamos otra ciudad (Hb 11,9-10). Aquí estamos de paso, esta tierra no es nuestra morada permanente.

El Señor resucitado nos invita a abandonar Jerusalén y a volver a Galilea -donde todo comenzó-, pues allí le veremos (Mc 16,7), nos invita a salir y ponernos en camino. No es fácil responder a esta llamada, ya que amamos la seguridad y estabilidad que nos ofrecen las instituciones y todo tipo de seguridades que nos hemos ganado. Tendemos a instalarnos en nuestras ideas, en nuestros sentimientos, en nuestros trabajos, en nuestras seguridades. Jesús también estuvo sometido a constantes tentaciones, que le invitaban a escoger otro camino más fácil, pero las venció todas y perseveró hasta el final. Nosotros también sufrimos el acoso de las tentaciones para dejar el camino.

Jesús acompañó en todo momento a sus discípulos. “No os dejo huérfanos, volveré a visitaros” (Jn 14,18). Y acompañó a los enfermos y a muchos sanó por su fe. "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y sigue sana de tu dolencia" (Mc 5, 33-34) Jesús acompañó a todos aquellos que se encontraron con él. En este acompañamiento de la persona Jesús va al fondo, lleva a la persona a nacer de nuevo. “Te aseguro que, si uno no nace de nuevo, no puede ver el reinado de Dios...Te aseguro que, si uno no nace de agua y de Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios” (Jn 3, 3-5). Y nacieron de nuevo María Magdalena, Zaqueo, Pedro Ignacio de Loyola, Agustín, Carlos de Foucauld....

La vida cristiana se llama en los Hechos de los Apóstoles “el camino” (9,2; 18,25,24,22). En este camino hacia Dios abundan las pruebas y caídas (1P 1, 7) las grandes privaciones (1Co 9, 24-26) y el hacerse violencia (Mt 11, 12). Pero en esta carrera el ser humano no camina solo, Dios es su acompañante. El ser humano es un ser en camino, eterno peregrino a la casa del Padre. En esta marcha se encuentra con encrucijadas: caminos que conducen a la vida y caminos que conducen a la muerte. Y se presentan peligros, riesgos, dificultades de todo tipo. Para superarlos y no ceder al cansancio ni al desaliento, es necesario tener los ojos bien fijos en la meta y estar bien motivados. El ser humano está en continua elección: escoger la vida y seguir por el camino recto, estrecho y empinado, o escoger lo fácil, el camino de muerte.

El seguir a Jesús requiere el poner los ojos en él, en tener sus mismos sentimientos y actitudes, en dar la vida. Y en este camino se sube bajando, se entra saliendo, se es espiritual, encarnándose y se gana la vida perdiéndola. Es un camino totalmente imprevisible, en él abundan las pruebas y caídas (1P 1,7) grandes privaciones (1Co 9, 24-26) y hay que hacerse violencia (Mt 11,12). Pero en esta carrera el ser humano no camina solo, Dios es su compañero; por eso tenemos que tener confianza y saber que él nos acompaña y que aunque caminemos por cañadas oscuras nada debemos temer, porque él va con nosotros y su vara y su cayado nos sosiegan (Sal 22).

Jesús nos invita a seguirle, a caminar con él. La Biblia habla de camino, sendero, vía (Dt 30,15-16) y de la necesidad de escoger un camino u otro, el de salvación o el de perdición para la persona, de vida o de muerte (Dt 30,1-5). “Hay un camino que uno cree recto y que va a parar a la muerte” (Pr 14,12). Jesús nos ha dado a conocer al Padre. A Dios nadie lo ha visto nunca. El Hijo Único de Dios, que es Dios y está en el seno del Padre, nos lo ha dado a conocer (Jn 1, 18). Quien lo ve a él, ve al Padre (Jn 14, 9). Él es el camino que nos lleva al Padre, la única posibilidad que tiene el hombre de encontrar la plenitud de la vida: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre, sino por mí” (Jn 14, 6).
Para que Jesús pueda acompañarnos necesitamos desearlo y permitirle que camine con nosotros. Y en este caminar con él necesitamos confiar en él, perseverar y tener paciencia; pues además de una confianza y fidelidad a toda prueba se necesita perseverancia, pues en cualquier campo de la vida no se adelanta nada sin constancia ya que cualquier proyecto necesita tiempo y esfuerzo para echarlo adelante.

Hay personas que parecen mariposas, saltando de médico en médico o de compromiso en compromiso; así en la vida espiritual comienzan un proyecto, con mucho calor, y a los pocos días se enfrían y se desinflan, son amigas de actos heroicos, pero a corto plazo, la vida diaria, el martirio de cada día no tiene atractivo, no aguantan ese ritmo.

Paciencia necesitamos cuando deseamos caminar; paciencia para entender y escuchar a Dios, al otro y a uno mismo; paciencia porque el camino es largo, complicado y lleva mucho tiempo. Sin embargo la marcha lenta obtiene grandes resultados, “poco a poco se va lejos”. La paciencia, como la paz y la felicidad, brotan de uno mismo; por mucho que intenten los otros de que perdamos los estribos, nadie nos arrebatará nuestra paz si nuestra paciencia está bien arraigada. Los obstáculos, las dificultades, los contratiempos desesperan a muchos; sin embargo, Dios nos ha dado los medios con que soportar las cosas que nos sobreviene sin dejarnos deprimir ni aplastar.

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 14 DE ENERO 2019


Lecturas de hoy Lunes de la 1ª semana del Tiempo Ordinario
Hoy, lunes, 14 de enero de 2019



Primera lectura
Comienzo de la carta a los Hebreos (1,1-6):

EN muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha realizado los siglos.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de la Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles cuanto más sublime es el nombre que ha heredado. Pues ¿a qué ángel dijo jamás:
«Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy»;
y en otro lugar:
«Yo seré para él un padre,
y él será para mí un hijo?».
Asimismo, cuando introduce en el mundo al primogénito, dice:
«Adórenlo todos los ángeles de Dios».

Palabra de Dios


Salmo
Sal 96,1.2b.6.7c.9

R/. Adorad a Dios todos sus ángeles

V/. El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Justicia y derecho sostienen su trono. R/.

V/. Los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria.
Adoradlo todos sus ángeles. R/.

V/. Porque tú eres, Señor,
Altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,14-20):

DESPUÉS de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía:
«Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores.
Jesús les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.

Palabra de Dios



Comentario al Evangelio de hoy lunes, 14 de enero de 2019
 Severiano Blanco, cmf


Queridos hermanos:

Hace un tiempo oí decir a una amiga muy creyente: “yo de la Biblia arrancaría un montón de páginas”. Creo que expresaba de manera algo bruta lo que otros dicen en términos más delicados: “Yo el Antiguo Testamento no lo soporto, con él no puedo orar”.

Probablemente a los judíos de la época de Jesús les sucedía algo parecido, pues muchos textos del AT ya tenían hasta diez o más siglos de antigüedad y no les eran inmediatamente inteligibles. Y entre esos judíos estaban los seguidores de Jesús y la primera generación cristiana. Pero esta tuvo una experiencia sorprendente; al escuchar y contemplar al Maestro, o al reflexionar posteriormente sobre lo acontecido en él, debió de exclamar: “ahora entiendo aquellos textos”.

En Jesús el AT se hizo claro, y hoy nos lo muestra magistralmente el escrito más culto y académico del NT, la carta a los Hebreos. Ahora ya se sabe a quién decía el Salmo 110 “siéntate a mi derecha”; se entiende igualmente quién era aquella “sabiduría” que precisamente en el libro de la Sabiduría (7,25) es definida como “reflejo de la gloria del omnipotente e impronta de su ser”, o a quién se dirigía el Sal 2,7 con la expresión “Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy”, o el segundo libro de Samuel (7,14) con la promesa “Yo seré para él un Padre y él para mí un Hijo”. En el evangelio (Jn 5,39) nos encontremos a Jesús diciendo: “las Escrituras dan testimonio de mí” (tengamos en cuenta que para los primeros lectores del Evangelio no hay más Escrituras que el A T). Ojalá el Jesús en quien creemos constituya para nosotros esas “gafas mágicas” que nos permitan captar el sentido de las Escrituras, y a través de ellas conocerle a él más a fondo.

Pero Jesús no pretende ser simplemente conocido, sino “ser vivido”: que vivamos con él y que vivamos por él y desde él. Esos primeros discípulos a quienes llama al seguimiento deben acompañarle, amarle, copiar sus actitudes, involucrarse en su proyecto, anteponerle a cualquier otro valor; en eso consiste ser “seguidores”.
Parte de todo eso ya no podemos realizarlo literalmente como Andrés o Juan. Pero la llamada ha quedado para los creyentes de todas las épocas. Y el autor de Hebreos lo expresa con sublimidad: el Hijo nos sostiene con su palabra poderosa, nos sigue creando y recreando; en sus palabras seguimos percibiendo el designio último del Padre, expresado de forma imperfecta por los profetas, pero con nitidez “en esta etapa final…”.

La más antigua confesión de fe explícitamente cristiana (ya no meramente judía) es “Jesús es Señor” (1Co 12,3). Es, por tanto, digno de “seguimiento” y de adoración: “adórenle todos los ángeles” (¡cuánto más los hombres!). Es una feliz coincidencia que, recién concluido el tiempo de Navidad, la liturgia nos ofrezca esta visión de Jesús en profundidad (carta a los Hebreos) y el recuerdo de su pretensión de que le antepongamos a todo y le sigamos, porque él es el reflejo perfecto de la gloria del Padre puesto a nuestro alcance: “la Palabra se hizo carne, y hemos visto su gloria”. Recordemos la canción, quizá melosa pero con enjundia: “No adoréis a nadie, a nadie más; no pongáis los ojos en nadie más…”.

Vuestro hermano 
Severiano Blanco cmf

FELIZ SEMANA







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