lunes, 10 de diciembre de 2018

IMÁGENES Y GIFS DE PESEBRES NAVIDEÑOS





































LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS, 10 DE DICIEMBRE


LOS CINCO MINUTOS DE JESÚS
10 de Diciembre




Todos llamamos a la noche de Navidad "Nochebuena". ¿Por qué? ¿Qué significado pretendemos darle a esa noche con tal apelativo? Es que, como lo dice el canto popular, aquella noche fue noche de paz, noche de amor; así lo cantamos todavía hoy, como para darnos aliento y entusiasmar nuestros pechos.

Si e noche de paz, es Nochebuena; si es noche de amor, es Nochebuena; pero tendremos que reflexionar unos momentos: la Nochebuena de este año, ¿será una noche de paz? ¿Será una noche de amor?


P. Alfonso Milagro

BREVE REFLEXIÓN PARA CADA DÍA DE ADVIENTO 2018


BREVE REFLEXIÓN
 PARA CADA DÍA DE ADVIENTO

A continuación, se muestra una breve reflexión para cada día de Adviento. Te servirán para preparar tu pesebre espiritual para cuando nazca el Niño Jesús. Por cada pequeño sacrificio que realices durante Adviento, añade una pajita al pesebre del Niño Jesús. Cuantos más pequeños sacrificios realices, más mullidito encontrará tu pesebre el Niño Jesús cuando nazca.




Pesebre 2 de Diciembre
Enciende la primera de las cuatro velas de la corona de Adviento. Reza un Avemaría para que la Virgen te ayude a preparar tu corazón para recibir a Jesús en la Sagrada Comunión en este primer domingo de Adviento.

- Virgen María, ayúdame para que pueda recibir dignamente a Jesús.

Reza un padrenuestro para pedirle a Dios que prepares bien la venida del Niño Jesús durante este Adviento.

- Jesús, me comprometo a dedicar un rato cada día de Adviento para meditar tu venida.

03 de Diciembre 
Reza al menos una decena del Rosario en honor a la Virgen y dedícalo a una intención.

Virgen María, te rezo esta decena del Rosario por la intención ... 
(se indica la intención)

Saca las figuras del Belén y todas las piezas complementarias. Haz una lista ordenada de todo lo que vas a montar. Reza un padrenuestro por los que no creen.

- Jesús, te pido por los que no creen, para que algún día cambien.


04 de Diciembre 
A menudo durante el día, entrega tu corazón al Niño Jesús y pídele que haga en él su morada. 
- Querido Jesús, toma mi corazón y hazlo manso y puro.

Mira si el tejado del establo se encuentra en buen estado, para que el Niño Jesús esté protegido de la lluvia y la nieve. Harás esto evitando cuidadosamente cualquier pecado contra la caridad. 
- Jesús, enséñame a amar a mi prójimo como a mí mismo.

Limpia las telarañas de tu pesebre espiritual. Tira de tu corazón todo deseo desordenado de ser alabado. 
- Jesús mío, quiero complacerte en todo lo que haga en el día de hoy.


05 de Diciembre - Manta suave
Proporciona también una manta suave a su cuna, superando todos los sentimientos de orgullo, ira o envidia. 
- Jesús, enséñame a conocer y corregir mis mayores pecados.

Cubre cuidadosamente todas las grietas en las paredes del granero, para que no entre el viento ni el frío. Guarda tus sentidos contra las tentaciones, especialmente contra las conversaciones pecaminosas. 

- Jesús, enséñame a mantener las tentaciones fuera de mi corazón.

Construye una valla alrededor del pesebre de tu corazón, manteniendo una vigilancia, especialmente en la oración. 

- Jesús mío, quiero verte, especialmente en los que necesitan de mí.

06 de Diciembre - Paja
Proporciona paja a la cuna del pesebre de la siguiente forma: por cada pequeño sacrificio que vayas realizando, añade una paja al pesebre. Los niños pueden, por ejemplo, privarse de comer golosinas en algún momento , no quejarse,  prestar o regalar un juguete, obedecer, etc. Los mayores pueden, por ejemplo, hablar sólo lo necesario, realizar sus tareas de forma diligente, no fumar un día, privarse de dulces o del café, etc.)

- Querido Jesús, que sufriste tanto por mí, quiero sufrir por tu amor.

07 de Diciembre  - Pesebre
Obtén el más cálido espacio en tu corazón, para pesebre de Jesús. Reza el rosario aunque sea una decena cada día solamente.
- María, usa mis actos de amor para preparar mi corazón al recibir a Jesús en la Sagrada Comunión.

08 de Diciembre - Pañales
Prepáralos para el Divino Niño, orando cada día de manera tranquila y con el corazón.
- Jesús, haz que te ame cada vez más.

09 de Diciembre  - Abrigo
Proporciona a su cuna un abrigo suave y cálido.  Evita los enojos y las discusiones. Sé amable y paciente con todos. 
- Jesús, ayúdame a ser manso y humilde como tú.

Enciende la segunda vela de Adviento.

10 de Diciembre - Combustible
Lleva el combustible al pesebre de Jesús. Acomoda tu voluntad a la voluntad de Dios y acepta en paz lo que no se puede cambiar.
- Jesús, que yo haga tu voluntad en todas las cosas.

11 de Diciembre - Agua
Trae agua fresca y limpia para el pesebre.  Evita la mentira y habla con sinceridad.
- Querida María, obtenme la verdadera contrición de mis pecados.

12 de Diciembre  - Alimentos
Trae alimentos para el pesebre. 
Prívate de algunos de los alimentos que te gustan pero que dañan tu salud.
- Jesús, sed mi fuerza y mi comida.

13 de Diciembre  - Luz
Procura que el lugar tenga suficiente luz. 
Sé limpio y ordenado en tu persona y en tu hogar.
- Jesús, sed vida y luz de mi alma.

14 de Diciembre  - Fuego
Trata de tener el pesebre de tu corazón cálido y acogedor. Agradece a Dios por el amor que Él nos mostró al hacerse hombre. 
Sé agradecido con tus padres y familiares. 
- Jesús, ¿cómo puedo ser agradecido para contigo?

15 de Diciembre  - Buey
Lleva el buey al pesebre. 
Obedece y respeta a tus superiores. Lleva una disciplina adecuada y sé diligente.
- Obedeceré por tu amor, Jesús y seré disciplicinado y diligente.

16 de Diciembre  - Mula
Lleva la mula al pesebre. 
Ofrece al Divino Niño todos tus trabajos y hazlo con amor. 
- Jesús, acepta mi servicio de amor por aquellos que no te aman.

Enciende la tercera vela de Adviento.

17 de Diciembre  - Regalos
Reúne algunos regalos para el Niño Dios y su Madre, obsequiando lo que está de más en tu vida a quienes lo necesitan. 
- Ven, Jesús, acepta mis regalos y toma posesión de mi corazón.

18 de Diciembre -  Corderos
Procura traer algunos corderos, mansos y humildes de corazón. Ejercítate en la humildad y la paciencia cuando sea necesario.
- Jesús, haz mi corazón como el tuyo.

- Pastores

19 de diciembre  - Pastores
Invita a los pastores para rendir homenaje a nuestro Rey. Imita su vigilancia y medita la idea de que la Navidad es importante porque Jesús nacerá de nuevo en ti. 
- Jesús, enséñame a amarte sobre todas las cosas.

20 de diciembre - Llave
Proporciona una llave al establo, para mantener fuera a los ladrones. 
Quita de tu corazón los malos pensamientos o temores por falta de fe. 
- Querido Jesús, cierra mi corazón a todo lo que te pueda herir.

21 de diciembre - Ángeles
Convida a los ángeles a adorar a Dios contigo. 
Obedece cuidadosamente a las inspiraciones de tu ángel de la guarda. 
- Santo Ángel de la Guarda, no permitas que olvide que estás conmigo.


22 de diciembre - San José
Acompaña el dolor de San José, a quien le cierran las puertas. Aprende de su silencio y paciencia para soportar las decepciones y rechazos. 
- San José, ayúdame a tener paciencia en la vida, soportar las adversidades y aprender de los fracasos.


23 de diciembre - La Virgen María
Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, como dice el villancico. La Virgen María se prepara para dar a luz  a nuestro Salvador. 

- Virgen María, ayúdame a prepararme para una feliz y santa Navidad.

Enciende la cuarta vela de Adviento.

LUCES EN ADVIENTO


LUCES EN ADVIENTO
Javier Leoz 



1.LA LUZ DE LA PALABRA. Acércate al pensamiento de Dios. La lectura de su Palabra te hará comprender y entender qué es lo que Dios quiere de ti y para ti. O, tal vez, lo sentirás más cerca, más vivo, más comprometido con tu existencia.


2.LA LUZ DE LA VERDAD. El Señor aparecerá desnudo en Belén. Esa es una gran realidad: DIOS se despoja de su grandeza para llegarse hasta nosotros con un objetivo: que sea la VERDAD frente a tantos dioses que invaden nuestra conciencia y nos convierten en esclavos del relativismo. 


3.LA LUZ DEL AMOR. Las personas, además de medios económicos, necesitamos del cariño de aquellos que nos rodean. Sólo los corazones obstinados y duros son incapaces de reconocer la enfermedad que nos atenaza: somos calculadores y fríos. Jesús, con su nacimiento, remueve el cemento de nuestras entrañas para convertirlo en algodón que acoge y disfruta dándose a los demás.


4.LA LUZ DE LA ESPERANZA. Las noticias negras nos sacuden y condicionan nuestra felicidad. Los sucesos negativos nos llevan a una conclusión: el mundo va a la deriva. La esperanza cristiana no nace de los grandes regidores del mundo sino, por el contrario, de Jesús Salvador que nos trae otra óptica sobre nuestra humanidad.


5.LA LUZ DE LA FE. Si dejamos de mirar al cielo sólo nos quedará el suelo y, ese suelo, se agrieta frecuentemente. La fe es una lente por la que, aun sin ver, creemos que DIOS vive y se manifiesta de una forma extraordinaria y vertiginosa en Cristo. Lo podremos tocar, adorar y cantar. La fe nos hace tremendamente invencibles.


6.LA LUZ DE LA IGLESIA. Algunos quisieran una Iglesia recluida y sin luz interna. Es más; algunos sólo pretenden unos templos artísticamente bellos por fuera pero sin vida divina por dentro. El Adviento nutre a la Iglesia de aquello que la hace única, imperecedera y soñadora: Jesús es su energía y su razón de ser.

7.LA LUZ DEL OPTIMISMO. Un Niño nos va a nacer y, la casa de nuestro corazón, es traspasada por la alegría. Nadie nos puede robar el sentido más genuino de la Navidad. Tendremos que ser respetuosos con los que se quedan sólo con el celofán navideño pero, nosotros, tendremos que ser como Juan Bautista: anunciar que Alguien está por llegar. Eso produce una sensación de optimismo real y contagioso. 


8.LA LUZ DE LA ORACIÓN. ¿Cómo será ese Niño? ¿Cómo vendrá? ¿Por qué Dios se presenta pequeño y silencioso? La oración es una luz que nos ayuda a prepararnos al acontecimiento de la Navidad. Un cristiano que no reza en adviento es un cristiano que puede ser seducido e inmovilizado por lo secundario o por lo artificial. Quien reza en adviento se convierte en un pesebre donde Dios nacerá con especial vigor.


9.LA LUZ DE LA SOBRIEDAD. Las circunstancias dolorosas de muchas personas reclaman de nosotros no sólo solidaridad sino caridad. El adviento, como Juan proclama, nos invita a despojarnos de aquello que puede estorbar a un Niño que merece la mejor habitación de la casa de nuestra persona. Si nos volcamos con los demás…Dios nacerá en toda su magnitud en nosotros.


10.LA LUZ DE LA EUCARISTÍA. La Iglesia es una gran familia que, cuando se reúne, pide perdón, escucha, reza, canta y hace presente el Memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. La Eucaristía, en adviento, nos hace mejores centinelas, nos mantiene despiertos, nos llena del Espíritu de María y, sobre todo, nos centra en lo esencial: DIOS VIENE A NUESTRO ENCUENTRO.



TRES ACTITUDES EN ADVIENTO


ACTITUDES EN ADVIENTO




FE 
Para apasionarnos con lo que fue la pasión y la locura de Jesús: DIOS Y SU REINO  

ESPERANZA
Para no caer en el pesimismo. Sabemos que es mucho lo que nos aguarda pero, precisamente por ello, en Dios hemos puesto nuestra confianza.  

CARIDAD
Mirar hacia el cielo no significa dejar de volver nuestros ojos hacia la tierra.
Dios, en muchos casos, se presenta en el rostro de aquellos prójimos que padecen soledad, tristeza, angustia, pobreza.  

DECÁLOGO DE ADVIENTO

DECÁLOGO DEL ADVIENTO


1.- Reconoce tu pobreza y tu vacío.


2.- Reconoce tu debilidad: tú solo no puedes alcanzar lo que tanto deseas.

3.- No te acomodes a tu pequeñez: lucha por crecer siempre más, estírate, transciéndete.

4.- No te distraigas, no te entretengas, vive con el alma de puntillas.

5.- Sé persona de grandes deseos: no te conformes con las migajas de la  mesa de la esperanza.

6.- Grita, suplica, llora, ora. Apacionate, crece en el deseo, crece en el amor. El amor engendra deseo y el deseo enciende el amor.

7.- Paciencia y perseverancia. Todo tiene su tiempo para madurar y todo  se debe preparar. No seas caprichoso ni ansioso. La esperanza aquilata y capacita.

8.- No duermas. Vigila. No dejes que tu lámpara se apague.
9.- También la fe ha de estar despierta.

10.- Atento a cualquier signo, voz y pisada. Los ojos y los oídos bien abiertos, no vaya a pasar de largo.

¿Puede nacer mi hijo en tu casa? ¿ Me abrirás la puerta? ¿Me abrirás tu corazón? 

LA FE NOS SALVA


La fe nos salva
La fe es un don y una tarea, nos da vida y nos mantiene con vida aquí y en la eternidad.


Por: P. Eusebio Gómez Navarro | Fuente: es.catholic.net 




Somos lo que pensamos y lo que creemos. Según pensamos en positivo o negativo, vivimos en el cielo o en el infierno. Todo es posible para el que cree, pues si Dios está con nosotros, ¿quién podrá contra nosotros? Dios camina con nosotros y no tenemos que temer, sino apoyarnos en Él y saber que de derrota en derrota se ha logrado llegar a la victoria final (Churchill). Estamos en las manos de Dios.

 La fe es don y tarea, es misterio, exige compromiso. El cristiano tiene una gran tarea y una gran ocasión en la sociedad de la incredulidad funcional y de la incredulidad de los hombres ávidos de sentido: se trata de ser testigos de la profundidad en medio de la profanidad (J. M. Mardones).

La fe nos da la seguridad de que Dios camina con nosotros, de que para Él y con Él todo es posible, de que con su presencia tenemos todo: sol, luz, paz, bien, vida. Si falta Él, no tenemos nada. Lord Byron tiene estas significativas palabras: Cuando nos acercamos a casa, es dulce oír cómo ladra el perrito al sentir nuestra presencia, como si quisiera darnos la bienvenida. También nosotros marcharemos un día a la casa del Padre, y es consolador pensar que Cristo nos espera en ella con una dulce sonrisa. Sin fe, estamos perdidos.

La fe nos salva, nos mantiene vivos, nos da la vida aquí, y la eterna.

HOY ES LA FIESTA DE LA TRASLACIÓN DE LA CASA DE LA VIRGEN DE LORETO


Hoy es la fiesta de la Traslación de la Casa de la Virgen de Loreto
Redacción ACI Prensa





 Hoy es la fiesta de la Traslación de la Casa de la Virgen de Loreto
Según la tradición, la Santa Casa de Loreto es la misma Casa de Nazaret en la que se dio el Anuncio del Ángel, fue concebido Jesucristo y donde el Señor vivió con José y la Virgen. Aquí la historia de cómo milagrosamente “voló” esta Casa desde la Tierra de Jesús hasta Loreto, Italia, y cuya fiesta se celebra cada 10 de diciembre.

La Santa Casa en Nazaret tenía dos partes, una pequeña gruta y una estructura de ladrillos que se extendía desde la entrada de la gruta.

En 1291 los Sarracenos conquistaron Tierra Santa y quisieron destruir todos los lugares sagrados del cristianismo. Cuando llegaron a las proximidades de Nazaret, los enemigos se decían: “nunca más los cristianos celebrarán aquí la Anunciación”.

Una basílica construida sobre la Casa había sido destruida en dos ocasiones (1090 y 1263), pero la Casa quedaba intacta. Sin embargo, los cruzados no pudieron volver a reconstruirla y el hogar de María quedó sin protección.

Según la tradición del traslado, cuando los cruzados perdían el control en Tierra Santa, el Señor envió a sus ángeles con la consigna de que movieran la Casa a un lugar seguro.

El 12 de mayo de 1291 así lo hicieron y los ángeles la trasladaron a un poblado llamado Tersatto, en Croacia. Por la mañana, los vecinos se quedaron asombrados al ver la Casa sin cimientos y sin saber cómo llegó.


En el interior encontraron un altar de piedra y encima una estatua de cedro de la Virgen María con el niño Jesús en brazos. El niño sostenía con su mano izquierda una esfera de oro que representaba al mundo y sus dos dedos de la mano derecha estaban extendidos, como bendiciendo. Ambos vestían una especie de batas y tenían coronas de oro.

Días después la Virgen se le apareció a un sacerdote del lugar y le explicó el lugar de procedencia de la Casa. María le dijo: "debes saber que la casa que recientemente fue traída a tu tierra es la misma casa en la cual yo nací y crecí. Aquí, en la Anunciación del Arcángel Gabriel, yo concebí al Creador de todas las cosas. Aquí, el Verbo se hizo carne”.

“El altar que fue trasladado con la casa fue consagrado por Pedro, el Príncipe de los Apóstoles. Esta casa ha venido de Nazaret a tu tierra por el poder de Dios, para el cual nada es imposible”, añadió.

A modo de prueba veraz de todo lo que la Virgen le comunicó, el presbítero fue sanado. El cura, que había estado enfermo por mucho tiempo, anunció el milagro y comenzaron las peregrinaciones. Los habitantes elevaron sobre la Casa un edificio sencillo para protegerla de la naturaleza.

Después de tres años y cinco meses, un 10 de diciembre de 1294, la Casa desapareció de Tersatto y unos pastores de Loreto, en Italia, dijeron haber visto una casa volando sobre el mar y sostenida por unos ángeles. La tradición señala que un ángel con capa roja, San Miguel, dirigía a los otros y la Virgen con el Niño estaban sentados sobre la Casa.

Los ángeles bajaron el recinto a un lugar llamado Banderuola y posteriormente la llevaron a un cerro, en medio de una finca, para luego ser trasladada a otro cerro. Fue puesta en medio del camino y ha ocupado ese sitio por más de 700 años.

Dos años después, la Virgen se le presentó a Pablo, un ermitaño, a quien le contó el origen y la historia de la Santa Casa. Él lo compartió a las personas del pueblo y se iniciaron gestiones para verificar la autenticidad.

Los expertos fueron a Tersatto y vieron que la réplica que habían hecho los aldeanos medía exactamente lo mismo que la de Loreto y que muchos elementos coincidían. En Nazaret constataron que las medidas de la fundación eran exactas a las de la Casa en Loreto y la maqueta construida en Tersatto.

Después de 6 meses regresaron a Loreto y se declaró la autenticidad de la Santa Casa, que no tiene cimientos porque estos se quedaron en Nazaret.

Con el tiempo, muchos peregrinos se acercaban al santuario y el Papa Clemente VII mandó a cerrar la puerta original y que se construyeran tres puertas para que la gente no se pelee por haber una sola puerta de entrada y salida.


Nadie le había pedido permiso a la Virgen por lo que cuando el arquitecto cogió su martillo para comenzar, su mano empezó a temblar. Después de eso nadie quiso hacer el trabajo, hasta que un clérigo aceptó y de rodillas le dijo a la Madre de Dios que este era un encargo del Papa y que si ella estaba enojada, que se la tomara con el Pontífice.

El clérigo pudo completar su trabajo y las personas de Loreto quisieron proteger la Casa poniéndole una pared de ladrillo. Cuando terminaron, la pared se separó de la Casa y por eso hay un espacio entre la Santa Casa y la pared construida.

En otra ocasión, un Obispo de Portugal, con el permiso del Papa, mandó a su secretario a sacar una piedra y llevarla para construir una Iglesia en honor a la Virgen de Loreto. El Obispo enfermó y cuando llegó el secretario, el Obispo estaba casi muerto.

El Obispo pidió a unas hermanas religiosas que rezaran por él y días después recibió un mensaje: “nuestra Señora dice, si el Obispo desea recuperarse, debe devolver a la Virgen lo que él se ha llevado". El Obispo y el secretario se quedaron desconcertados porque nadie sabía lo de la piedra. El secretario devolvió el objeto y el Obispo se recuperó.

Por esta razón, los Papas han prohibido que se extraiga alguna parte de la Santa Casa.

Grandes santos han pasado por esta Casa como San Francisco de Sales, Santa Teresa de Lisieux, San Maximiliano Kolbe, San Juan XXIII y San Juan Pablo II.

La tradición que cuenta la traslación hecha por los ángeles no sería la única explicación de la Santa Casa en Loreto, sino que también hay documentos que indicarían que el responsable sería un comerciante llamado Nicéforo Angelo del S. XIII.  En todo caso, el traslado sin duda tuvo la protección y guía del cielo.

EL PAPA FRANCISCO PIDE ALEJARSE DE FORMAS PAGANAS DE VIVIR LA NAVIDAD: HAY QUE VIVIRLA CON FE


El Papa pide alejarse de formas paganas de vivir la Navidad: Hay que vivirla con fe
Redacción ACI Prensa
 Foto: Vatican Media




El Papa Francisco animó a vivir esta Navidad con fe, alejándose de formas mundanas o paganas: “No es fácil custodiar la fe, no es fácil defenderla”, reconoció, pero sugirió aprovechar el Adviento para prepararse con fe.

El Santo Padre realizó estas afirmaciones durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, este lunes 10 de diciembre. En su homilía comentó el Evangelio del día, de San Lucas, en el que se narra cómo unos hombres querían presentar a un paralítico ante Jesús, en su casa de Cafarnaúm.

Como la multitud bloqueaba la entrada decidieron hacer un agujero en el techo de la casa y descender la camilla hasta Jesús, quien quedó asombrado por la fe de aquellas personas.

“Hemos pedido la fe en el misterio de Dios hecho hombre. También hoy la fe, en el Evangelio, hace ver cómo toca el corazón del Señor. El Señor muchas veces dirige la catequesis hacia la fe e insiste: ‘Viendo su fe’, como señala el Evangelio. Jesús ve aquella fe, porque hace falta valentía para hacer un agujero en el techo y hacer descender una camilla con un enfermo. Esa gente tenía fe. Sabían que si el enfermo llegaba delante de Jesús sería curado”.

El Papa recordó que “Jesús admira la fe en la gente”, por eso “Jesús reprocha a la gente de poca fe”, porque “con la fe todo es posible”.

“Hoy hemos pedido esa gracia: en esta segunda semana de Adviento preparémonos para celebrar con fe la Navidad. Es cierto que la Navidad, todos lo sabemos, muchas veces no se celebra con mucha fe, se celebra de forma mundana o pagana; pero el Señor pide que se viva con fe, y nosotros, en esta semana, debemos pedir esa gracia: poder celebrar la Navidad con fe. No es fácil custodiar la fe, no es fácil defender la fe: no es fácil”.

Otro episodio que, en opinión del Papa, es emblemático de esta admiración de Jesús por las personas con fe es el del ciego de nacimiento, que se narra en el capítulo 9 del Evangelio de San Juan.

“Nos hará bien hoy, y también mañana, durante la semana, acudir al este capítulo 9 de Juan y leer esta historia tan bella del joven ciego de nacimiento y llevar a nuestro corazón este acto de fe: ‘Creo, Señor. Ayuda mi poca fe. Defiende mi fe de la mundanidad, de la superstición, de las cosas que no son fe. Defiéndela de reducirla a teoría… No. Fe en ti, Señor’”, concluyó el Papa.

Evangelio comentado por el Papa Francisco:

Lucas 5:17-26

17 Un día que estaba enseñando, había sentados algunos fariseos y doctores de la ley que habían venido de todos los pueblos de Galilea y Judea, y de Jerusalén. El poder del Señor le hacía obrar curaciones.

18 En esto, unos hombres trajeron en una camilla a un paralítico y trataban de introducirle, para ponerle delante de él.

19 Pero no encontrando por dónde meterle, a causa de la multitud, subieron al terrado, le bajaron con la camilla a través de las tejas, y le pusieron en medio, delante de Jesús.

20 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: «Hombre, tus pecados te quedan perdonados.»

21 Los escribas y fariseos empezaron a pensar: «¿Quién es éste, que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?»

22 Conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: «¿Qué estáis pensando en vuestros corazones?

23 ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te quedan perdonados", o decir: "Levántate y anda"?

24 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados, - dijo al paralítico -: "A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".»

25 Y al instante, levantándose delante de ellos, tomó la camilla en que yacía y se fue a su casa, glorificando a Dios.

26 El asombro se apoderó de todos, y glorificaban a Dios. Y llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto cosas increíbles.»

EL EVANGELIO DE HOY LUNES 10 DE DICIEMBRE 2018


Lecturas de hoy Lunes de la 2ª semana de Adviento
Hoy, lunes, 10 de diciembre de 2018



Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (35,1-10):

EL desierto y el yermo se regocijarán,
se alegrará la estepa y florecerá,
germinará y florecerá como flor de narciso,
festejará con gozo y cantos de júbilo.
Le ha sido dada la gloria del Líbano,
el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Contemplarán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.
Fortaleced las manos débiles,
afianzad las rodillas vacilantes;
decid a los inquietos:
«Sed fuertes, no temáis.
¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite,
la retribución de Dios.
Viene en persona y os salvará.»
Entonces se despegarán los ojos de los ciegos,
los oídos de los sordos se abrirán;
entonces saltará el cojo como un ciervo,
y cantará la lengua del mudo,
porque han brotado aguas en el desierto
y corrientes en la estepa.
El páramo se convertirá en estanque,
el suelo sediento en manantial.
En el lugar donde se echan los chacales
habrá hierbas, cañas y juncos.
Habrá un camino recto.
Lo llamarán «Vía sacra».
Los impuros no pasarán por él.
Él mismo abre el camino
para que no se extravíen los inexpertos.
No hay por allí leones,
ni se acercarán las bestias feroces.
Los liberados caminan por ella
y por ella retornan los rescatados del Señor.
Llegarán a Sión con cantos de júbilo:
alegría sin límite en sus rostros.
Los dominan el gozo y la alegría.
Quedan atrás la pena y la aflicción.

Palabra de Dios


Salmo
Sal 84,9ab-10.11-12.13-14

R/. He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará.

V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

V/. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
Y sus pasos señalarán el camino. R/.


Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,17-26):

UN día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones.
En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo:
«Hombre, tus pecados están perdonados».
Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:
«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?».
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:
«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico—: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”».
Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios
El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían:
«Hoy hemos visto maravillas».

Palabra del Señor



Comentario al Evangelio de hoy lunes, 10 de diciembre de 2018
 Rosa Ruiz, rmi


Queridos amigos:

La primera lectura de Isaías es un canto a la esperanza. La esperanza de verdad, la honda, la que duele, la que no ve apenas nada y solo intuye… y cree y hasta ama. No es magia. Es gracia. Cuando alguien es capaz de ver y desear y anunciar que la estepa florecerá o que el desierto estará alegre, es que guarda un tesoro muy grande dentro. Es que espera mucho.

Es una esperanza que nunca se queda sola en casa. Siempre tiene vocación de caminante, de pregonera, de hacedora con otros: ¡Sed fuertes, no temáis, está viniendo!

A nosotros nos toca ver las señales de esa esperanza que YA nos rodea y nos habita. Si no ha comenzado YA, es que no es esperanza o al menos, no es esperanza cristiana. Son buenos deseos, nostalgia, ensoñaciones…

Podríamos leer esta lectura cada día hasta que notáramos que realmente nos ha germinado dentro del corazón y las entrañas. Sería una fuerza interior arrebatadora. ¿Será algo así ese poder que percibían en Jesús?

Ese poder que desde dentro cura las parálisis de los demás, como en el evangelio de hoy. Unas veces no caminamos porque nos fallan las piernas, los recursos, las ganas. Otras veces más bien pareciera que la parálisis viene de caminos que se cierran, senderos anegados, rutas imposibles… Pero nuestro Dios viene en persona, cura parálisis y abre caminos. Más aún: podrás caminar por ti mismo, con tu camilla incluso, porque con Dios habrá caminos rectos. Y eso que ahora se te parece como camino imposible, lo llamarán “Vía sagrada”.

Él ha dicho que lo hará y queremos creerle.

Vuestra hermana en la fe, Rosa Ruiz

FELIZ SEMANA!!





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